Cuando Seung Hyun y Chanyeol llegaron a la gasolinera, vio a su pareja afuera, hablando con la policía. El corazón de Seung Hyun se quedó atrapado en su garganta cuando vio la sangre en las manos y el frente de la camisa de su pareja.
Antes de que Chanyeol detuviera la camioneta, Seung Hyun estaba saliendo y corrió hacia su pareja. Jong Hoon tenía una delgada manta gris alrededor de sus delgados hombros y temblaba incontrolablemente. Seung Hyun no podía llegar a Jong Hoon lo suficientemente rápido.
A Chanyeol y a él les había tomado una hora llegar hasta aquí. No estaba seguro de por qué Jong Hoon y Baekhyun estaban tan lejos de la Villa Kim, pero en ese momento, no le importaba. Todo lo que quería era asegurarse de que su pareja estuviera a salvo.
—El cajero no hizo nada malo —Jong Hoon estaba diciendo justo antes de que Seung Hyun jalara al hombre a sus brazos.
—¿Estas herido? —Seung Hyun preguntó mientras pasaba sus manos sobre el pecho de Jong Hoon.
—No. —Jong Hoon negó con la cabeza mientras enterraba su rostro en el brazo de Seung Hyun. Podía sentir a su pequeño impala temblar mientras lloraba en silencio. Levantó a Jong Hoon en sus brazos y luego se giró hacia los policías.
—¿Qué sucedió?
—¿Quién eres? —el policía más cercano preguntó.
—El esposo de Jong Hoon —declaró Seung Hyun, apretando los dientes por el desdén en el rostro del policía. Le importaba una mierda lo que pensara el hombre sobre él y Jong Hoon. Todo lo que Seung Hyun quería saber era lo que había ocurrido.
—Parece que tu marido —el tipo dijo la palabra como si fuera una enfermedad— fue testigo de un robo. Al cajero le dispararon. Ahora bien, si no te importa, me gustaría terminar el interrogatorio.
—Me importa —Seung Hyun bufó enfadado—. Si no has notado una jodida, está traumatizado. Si quieres interrogarlo más, puedes encontrarlo en la Villa Kim. Sólo pregunta por el Jefe de Bomberos Song Seung Hyun, el marido de Jong Hoon.
—Espera un maldito minuto —el policía gritó mientras señalaba con el dedo la cara de Seung Hyun. Le tomó todo lo que tenía a Seung Hyun no golpear la odiosa cara del policía. El hombre era un imbécil, así de simple.
Seung Hyun tuvo que recordarse que el uniforme azul que el tipo llevaba en realidad significaba algo. No quería ir a la cárcel, así que cerró los dedos para evitar darle una bofetada al bastardo.
—Esta es una jodida escena del crimen. Voy a dejarlo ir cuando haya terminado con él.
—Has terminado con él —dijo Chanyeol en un tono feroz y dominante mientras se acercaba a Seung Hyun, Baekhyun se acurrucó en sus brazos. Baekhyun parecía tan conmocionado como Jong Hoon. Seung Hyun quería más que nada sacar a las parejas de aquí.
Baekhyun giró la cabeza y miró directamente a Seung Hyun. — Jong Hoon salvó mi vida. Se arrojó sobre mí cuando el ladrón le disparó al cajero.
Seung Hyun estaba impactado y no iba a discutir con el policía de mente estrecha. Sacando una tarjeta de visita de la cartera, Seung Hyun se acercó al policía y se la arrojó al hombre y luego se alejó llevando a Jong Hoon en sus brazos. «Jodido bastardo».
Seung Hyun se sentó en el asiento del pasajero mientras Chanyeol colocaba Baekhyun junto a él. Fue un largo y tranquilo viaje a casa. Seung Hyun no sabía qué decir. Los sollozos de Jong Hoon se habían detenido, y ahora estaba dormido en los brazos de Seung Hyun.
—¿Quieres hablar de eso, lindo bebé? —Chanyeol le preguntó a Baekhyun, rompiendo el silencio. Baekhyun se enderezó al lado de su pareja y les dijo lo que pasó, paso a paso. Seung Hyun se sintió mal del estómago cuando Baekhyun les dijo cómo Jong Hoon fue golpeado en la cabeza con la pistola.
Quería encontrar al bastardo que había robado la gasolinera y despedazarlo miembro por miembro.
Baekhyun se giró hacia Seung Hyun. —Siento que se haya llevado tu camioneta. Jong Hoon fue muy cuidadoso con ella. No dejó ni una mancha en su interior.
Aunque Seung Hyun hubiera estado enojado porque su camioneta fuera robada, en este momento no le importaba si Jong Hoon hubiera derramado algo en el interior. Lo único que le importaba era que su pareja estaba a salvo.
La camioneta podía ser reemplazada. Jong Hoon no.
—Has sido muy valiente, lindo bebé. Pero la próxima vez que te enfrentes con un hombre que tiene un arma en la mano, trata de no gritarle. —Chanyeol envolvió su brazo alrededor de Baekhyun, dando al hombre un fuerte abrazo. Seung Hyun podía ver la mano de Chanyeol temblar y sabía cómo se sentía el hombre. Ambos habían estado a punto de perder a su pareja.
Seung Hyun estaba agradecido cuando Chanyeol finalmente llegó frente a su cabaña. Nunca se había sentido tan aliviado de estar en casa, en su vida. Todo lo que quería hacer era llevar a Jong Hoon adentro y olvidarse que el mundo existía.
—Gracias por traernos —Seung Hyun le dijo a Chanyeol y luego se giró hacia Baekhyun—. Y gracias por mantener a Jong Hoon a salvo.
Baekhyun pasó la mano por la pierna de Jong Hoon. —Dile que me llame cuando se sienta mejor. Estoy bastante seguro de que desea comprobar cómo sigue el cajero, y yo también quiero.
Seung Hyun asintió antes de salir de la camioneta, llevando a su pareja al interior. Oyó a Chanyeol retirarse cuando cerró la puerta. En lugar de llevar a Jong Hoon al dormitorio, Seung Hyun salió a la terraza trasera y se acomodó en una de las sillas.
Jong Hoon amaba esta vista y Seung Hyun quería que su pareja la viera cuando despertara. El sol comenzaba a ponerse. Las sombras empezaban a alargarse mientras Seung Hyun observaba el paisaje.
Ahora que estaba sentado en un lugar tranquilo, el impacto de lo que le había pasado a Jong Hoon lo golpeó con fuerza. Los brazos de Seung Hyun se cerraron alrededor de su pareja mientras pensaba en cómo podría haber enterrado al hombre en vez de recogerlo a kilómetros de casa.
—Me gusta estar aquí —susurró Jong Hoon en los brazos de Seung Hyun—. Está muy en paz y tranquilo. —Los ojos de Jong Hoon estaban fijos en Seung Hyun con una intensidad tan profunda que parecía llegar justo al centro de su ser. Acarició la mejilla de su pareja, y rozó con la yema del pulgar sus labios.
—Es una de las razones por las que compré este lugar.
Jong Hoon se movió de entre los brazos de Seung Hyun, aun mirándolo. Seung Hyun seguía acariciando tiernamente a su pareja, esperando que Jong Hoon le dijera lo que le estaba molestando. — Si no hubiera sido tan irresponsable, no hubiera puesto mi vida y la de Baekhyun en peligro.
Seung Hyun hizo un sonido desdeñoso y levantó el rostro de Jong Hoon para mirarlo fijo a los ojos. —No, si ese tipo no hubiera decidido robar la tienda entonces ustedes no habrían estado en peligro. Pon la culpa en donde pertenece.
—Todo es por mi culpa —insistió Jong Hoon—. Le mentí a mi jefe, hice que Baekhyun mintiera, pero lo peor de todo, yo no te dije toda la verdad. —Un sollozo salió de la boca de Jong Hoon. Seung Hyun podía escucharlo en la voz del hombre.
Seung Hyun tomó las manos de Jong Hoon entre las suyas. —La próxima vez que decidas hacer novillos en el trabajo, dímelo. No tenía ni idea cuando Jun Hoe me preguntó cómo te sentías, no tenía ni idea de que habías llamado para faltar. —Seung Hyun pasó su mano sobre el rubio cabello en punta de Jong Hoon—. Pensé que estaba preguntando por cómo te sentías al estar emparejado.
Las cejas rubio miel de Jong Hoon se elevaron hasta su cabello. —¿En serio? ¡Dios mío! —El hombre se echó a reír—. Me hubiera gustado haber estado allí durante ese malentendido.
Seung Hyun levantó a Jong Hoon en sus brazos, besando la cima de la cabeza de su pareja, siendo cuidadoso con el chichón. —Yo no soy como la mayoría de los chicos de por aquí. No quiero cortarte las alas. Si necesitas un día para hacer una escapada, todo que tienes que hacer es decírmelo. Si vas a decirle un cuento a tu jefe, dame la historia primero, así no haré el tonto.
Jong Hoon se apartó del pecho de Seung Hyun hasta que estuvo sentado. —¿No estás enojado porqué le mentí a mi jefe?
—Claro que no. Le he mentido a mi jefe y me he tomado un día antes.
Jong Hoon lo veía escéptico, sus ojos café-canela en Seung Hyun diciendo que eso era una total mierda. —Pero eres el jefe.
Seung Hyun se rio. —No quería que te sintieras excluido de esta conversación. Además, no siempre he sido el jefe. He tenido trabajos de mierda, mientras me abrí paso hasta donde estoy ahora. —Seung Hyun acarició el brazo de su pareja, sintiendo sus nervios finalmente asentarse. Realmente no quería cortarle las alas a Jong Hoon, pero seguro que iba a tener al hombre viviendo con él.
El miedo desgarrador que había experimentado esta noche no era algo que quisiera volver a sentir—. Vas a tener que llamar a Jun Hoe y decirle la verdad.
Jong Hoon comenzó a sacudir la cabeza. —¿Pero por qué?
—Porque le dije a mis hombres que me estoy tomando el día libre de mañana. Quiero que hagas lo mismo. Tienes que descansar para curar ese huevo de ganso en la cabeza. —Pero Seung Hyun estaba siendo codicioso en estos momentos. Jong Hoon podría sanar ahora si cambiaba. Seung Hyun estaba disfrutando la conversación
—Él me va a matar —dijo Jong Hoon mientras caía hacia adelante, golpeando con la frente el pecho de Seung Hyun—. No quiero hacerlo.
Seung Hyun le dio a Jong Hoon unas palmaditas en el trasero. — Vamos, tienes que ser un niño grande acerca de esto. Esto es lo que sucede en el mundo de los adultos.
Jong Hoon levantó la cabeza y miró a Seung Hyun. —Deja de hablarme como si tuviera seis años.
—Entonces deja de actuar como tal. —Seung Hyun movió a Jong Hoon hasta que su pareja estaba a horcajadas en sus caderas—. Y no quiero volver a recibir una llamada telefónica de un policía diciéndome que fuiste víctima de un crimen.
—Confía en mí, no fue por elección. ¿Qué vas a hacer con tu camioneta?
Seung Hyun metió las manos bajo la camisa de Jong Hoon, necesitaba el contacto piel con piel. —Mañana llamaré a la compañía de seguros. El reporte de la policía va a respaldar mi afirmación. Hasta entonces, Chanyeol dijo que puedo pedir prestada una de las camionetas de la Casa.
Jong Hoon estaba tratando de mantener una conversación con Seung Hyun, pero su mirada seguía vagando al desnudo y peludo pecho del hombre. Recordó cómo se sentían esos vellos cuando rozaban su piel mientras Seung Hyun lo jodía.
Y él quería sentirlo de nuevo. Su cuerpo empezó a tensarse cuando pensaba en los labios de Seung Hyun que lo llevaban hasta su finalización.
Jong Hoon quería devolver el favor, pero no estaba seguro de cómo hacer esa solicitud. Ni siquiera estaba seguro de si debía preguntar o ir por eso.
Como nunca había chupado un pene antes, Jong Hoon estaba perdido. Los dedos de Seung Hyun vagaban por su espalda, por lo que le era imposible pensar con claridad. En todo lo que podía pensar era en saborear a su pareja.
—¿Jong Hoon? —Los dedos de Seung Hyun tamborilearon la espalda de Jong Hoon—. ¿Me estás escuchando?
En lugar de contestar, Jong Hoon se adelantó y pasó los dedos por el suave vello en el pecho de Seung Hyun. Los pectorales del hombre estaban bien desarrollados, el pecho amplio. Jong Hoon sintió el músculo bajo las palmas de sus manos. Su pareja era un hombre muy alto y Jong Hoon tenía mucho cuerpo para explorar.
Seung Hyun no dijo una palabra. Lo único que hizo fue quitar las manos de la espalda de Jong Hoon y colocarlas en los brazos de la silla.
Anoche, cuando Seung Hyun lo había reclamado, no había tenido la oportunidad de apreciar el cuerpo del hombre.
Por Dios, el hombre era peludo. Pero no era enclenque en ningún lado. Estaba acostado sobre la carne del hombre, suave al tacto.
Cuando uno de los dedos de Jong Hoon rozó los pezones puntiagudos de Seung Hyun, él vio las manos de su pareja tensarse, los nudillos se pusieron blancos.
Jong Hoon vio los ojos humo gris que lo estudiaban intensamente. Podía ver que su pareja no quería que se detuviera. Los músculos del cuello de Seung Hyun parecían tensos cuando Jong Hoon bajó la mirada lentamente. Se preguntó cómo pedir lo que quería.
—¿Puedo...? Quiero... —Jong Hoon quería patearse a sí mismo. Odiaba no atreverse a preguntar. Su lengua se engrosó en su boca mientras sus dedos aún rozaban la carne desnuda de Seung Hyun.
—Sólo pregunta, bebé. Lo que quieras. —La voz de Seung Hyun se había vuelto profunda, el tono melódico que a Jong Hoon le encantaba escuchar. De pronto, Jong Hoon quería oír la voz ronca por el sexo mientras hacían el amor.
Jong Hoon pasó la mano por el abdomen de Seung Hyun hasta que sus dedos tocaron la cintura de los pantalones de su pareja. Ellos estaban cerca de caer y Jong Hoon tragó saliva. —Yo-yo quiero probarte. —Sintió que su cara se calentaba con su firme declaración.
El abdomen de Seung Hyun se sacudió. —Entonces hazlo. —Tomó las manos de Jong Hoon entre las suyas y rozó su dura erección. Los dedos de Jong Hoon se sentían demasiado grandes para sus manos mientras trataba de liberar el pene de su pareja.
Simplemente parecía que no podía lograr que funcionaran correctamente. Seung Hyun finalmente lo salvó cuando se desabrochó los pantalones, bajando la cremallera hasta el fondo. El sonido del metal contra metal parecía amplificarse en los oídos de Jong Hoon.
—Levántate.
Jong Hoon se movió hasta que estuvo fuera del regazo de Seung Hyun. Su pareja también se puso de pie y bajó sus pantalones hasta el final de sus piernas. Sus gruesos dedos envolvieron la base de su pene. Jong Hoon veía ahora que Seung Hyun lo quería de rodillas.
Antes de que Jong Hoon pudiera arrodillarse, Seung Hyun tomó el cojín de la silla y lo dejó caer a sus pies. Quería decir algo ingenioso, pero nada le vino a la mente mientras veía el duro pene en la mano de Seung Hyun.
Con el corazón latiéndole más rápido, Jong Hoon se arrodilló sobre el cojín. Ahora estaba viendo directamente la cabeza del pene. Pequeñas y reluciente gotas de líquido pre-seminal se escapaban de la ranura. El fuerte olor varonil llenó los pulmones de Jong Hoon.
—Saboréame. —Jong Hoon podía oír la tensión en la voz del hombre. Se humedeció los labios antes de abrir la boca ampliamente y llevar la cabeza del pene al interior.
Seung Hyun siseó fuerte cuando Jong Hoon lamió la cabeza del pene y succionó, llevándola más profundo a su boca.
Jong Hoon puso las palmas de las manos sobre los muslos de Seung Hyun, sintiendo los músculos tensarse bajo sus dedos. Mientras lamía alrededor de la cabeza del pene, Jong Hoon tomó un par de centímetros más dentro de su boca. Su pareja no se movió cuando él hacía todo lo posible para aprender el arte de chupar un pene.
La mano de Seung Hyun rozó suavemente el cabello de Jong Hoon, hasta que tomó la parte posterior de la cabeza de Jong Hoon. Su pareja comenzó a aumentar el movimiento lentamente tomando más de su pene hasta que casi tocó la parte de atrás de la garganta de Jong Hoon y luego se retiró lentamente.
No tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Lo único en lo que Jong Hoon se concentraba era en no tener arcadas. La circunferencia del pene de su pareja era abrumadora. Estirando la boca más amplia, Jong Hoon recorrió la seda aterciopelada de la erección de Seung Hyun deslizando la lengua hacia atrás y hacía adelante sobre su lengua.
—Cierra tus labios fuerte, bebé.
Jong Hoon hizo lo que le pidió Seung Hyun, creando un sello hermético. Estaba bastante seguro que estaba haciéndolo bien cuando su pareja gimió fuerte. Sus embestidas aumentaron, empujando su pene aún más dentro de la boca de Jong Hoon.
Los dedos de Jong Hoon se cerraron en los muslos de su pareja cuando Seung Hyun dio un sonoro gruñido. Seung Hyun sostuvo la cabeza de Jong Hoon en su lugar mientras empujaba su pene rápidamente, llenando la boca de Jong Hoon con una gran cantidad de semen. Trató de tragar, pero Jong Hoon se atragantó, el semen se derramaba de entre sus labios.
Jong Hoon casi gritó cuando Seung Hyun lo tomó de debajo de sus brazos y le dio la vuelta. Su pareja lo inclinó sobre el barandal, bajándole los pantalones hasta los tobillos.
Seung Hyun seguía duro.
No estaba seguro de si eso era bueno o malo. ¿No se supone que un hombre está flácido cuando se corre? Las preguntas huyeron de la mente de Jong Hoon cuando sintió algo húmedo en su culo. Los dedos de su pareja estaban recorriendo su entrada antes de empujarlos dentro de él.
Jong Hoon gritó mientras sus dedos se aferraban a la madera y su respiración era jadeante. Seung Hyun estaba moviendo sus dedos tan rápidamente dentro y fuera del culo de Jong Hoon que su cuerpo temblaba. Justo cuando pensaba que no podía aguantar más, Seung Hyun empujó su pene.
Su pareja tomó a Jong Hoon de las caderas levantándolo mientras se empujaba al culo de Jong Hoon. Este no era el amor cuidadoso que Seung Hyun le había mostrado anoche. Este era salvaje, animal, y santo infierno a Jong Hoon le encantó.
—Más duro, Seung Hyun —gritó, sin saber de dónde venían esas palabras, pero Jong Hoon se rehusaba a retractarse. Podía sentir el vello en los muslos de Seung Hyun rozar la parte posterior de sus muslos. La estimulación adicional fue la perdición de Jong Hoon.
Él gritó su liberación, escuchando el eco de su voz en los bosques apenas más allá de la terraza. Seung Hyun se empujó un par de veces más en el culo de Jong Hoon, su pene entrando profundamente antes de que el hombre cayera sobre Jong Hoon.
—Joder —Seung Hyun jadeó al oído de Jong Hoon mientras envolvía sus brazos alrededor de Jong Hoon y lo apartaba del barandal. Su pareja se sentó en la silla, su hinchado pene aún dentro de Jong Hoon. Sabía que iba a pasar un momento antes de que su pareja pudiera liberarse.
Descansando su espalda contra el pecho peludo de su pareja, Jong Hoon miraba el bosque, sonriendo para sí mismo de haber hecho que su pareja perdiera el control.
Seung Hyun lo acariciaba mientras observaban las luciérnagas iluminar la noche. Jong Hoon nunca había sido más feliz en su vida. Nunca quería dejarlo. Estar en los brazos de Seung Hyun lo hacía sentirse seguro, era un lugar en el que Jong Hoon siempre quería estar.
continuará...