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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

¡Hola!

 

-¡Oye! ¿Por qué le cambias?-mi mirada pasó de la televisión a Claudio que continuaba con su vista fija en la pantalla y con el control entre sus manos

-¿No te cansas de ver noticias? Son aburridas-continuó presionando los botones del control. Suspiré

-No-dije-Dame el control-extendí la palma de mi mano en su dirección-Ésta es mi habitación, si quieres ver tu programa mejor hazlo en tu habitación del hotel-

-Te estoy acompañando, no tiene caso que me quede en la habitación del hotel-

-Sí, gracias por acompañarme-contesté con sarcasmo-Ni siquiera sé porque todavía permito que me visites-froté mi frente-Me quitas el postre de mis comidas y cenas, no me dejas ver lo que yo quiero en la televisión, abres las ventanas sin que te importe que tenga frío y si estoy cansado, no me dejas dormir porque empiezas a hablar sobre la relación tóxica que existe entre Rusia y Alemania-lo observé mientras él continuaba presionando los botones del control-Claudio-lo llamé en voz alta

-¿He? ¿Dijiste algo?-me dio un vistazo rápido, pero después continuó cambiando los canales.

Suspiré y preferí quedarme callado.

No comprendía a Claudio. Él era alguien extraño.

Al principio creí que sus acciones eran para molestarme, pero de alguna manera, no encontraba malicia en lo que me hacía. Él no buscaba que yo me molestara cuando me robaba el postre porque podía notarlo en sus expresiones. Él lo hacía y ya. No se burlaba, no tenía un rostro de picardía o algo que me diera a entender que lo hacía para que yo le llamara la atención. Nada.

Era como si incluso yo le hubiera regalado mis postres o le hubiera pedido que abriera la ventana. Sobre lo del tema de la ventana, se lo había comentado y ¿Cuál había sido su respuesta?

-La habitación huele a mucho medicamento, un poco de aire fresco no te vendrá mal-y mencionó otras cosas más que apoyaron su propia idea. Entonces yo le argumenté que tenía frío y de inmediato dijo que me conseguiría una manta más gruesa.

Comprendí que su decisión había sido abrir la ventana y así se quedaba.

Como yo me quedaba sin argumentos antes que él, porque sus respuestas siempre me otorgaban comodidad mediante otra solución, no conseguía llegar al punto en que debíamos de discutir acaloradamente

-Decídete por un programa-le recriminé y me crucé de brazos

-La televisión alemana es muy aburrida ¿Y si pedimos una película? ¿Crees que tengan?-

-Me parece una muy buena idea ¿Por qué no vas a preguntar?-le ofrecí con la intensión de que se largara por unos instantes. Así podría esconder el control bajo mi almohada y hacerme el dormido para que cuando regresara, me encontrara en ese estado y decidiera volver al hotel

-¿Ir a preguntar?-sonrió-Podemos pedir que venga la enfermera-ahí estaba. Hablaba como si su propuesta fuera mejor que la mía.

Froté mi frente, pero no me di por vencido

-No me parece justo que hagas venir a la enfermera solo para preguntarle si tienen películas-elevé ambas cejas y Claudio me observó por un instante para después hacer una mueca. Era demasiado claro que, si tenían televisión de paga y otros servicios, no iban a tener un lugar físico en donde almacenaban películas

-Entonces preguntemos otras cosas, como por ejemplo ¿Qué van a traer para cenar?-elevó ambos hombros y se acercó al pequeño aparato que servía para llamar a una enfermera o al enfermero amable. Tenía forma rectangular y contaba con varios botones. Todos eran del mismo color blanco y del mismo tamaño, exceptuando a uno que era de color rojo.

Ese último botón debía ser presionado en caso de que yo sufriera alguna clase de paro cardiaco o algo con ese tipo de gravedad

-Este aparato es solo para emergencias, no es ningún hotel-antes de que Claudio consiguiera tomarlo, lo alejé

-Solo será un momento-Claudio intentó quitármelo, pero esquivé sus movimientos

-Olvídalo, de seguro han tenido un día ajetreado. No voy a permitir que los llames para cumplir con tu capricho-nuevamente lo alejé de sus manos, pero contra todo pronóstico, en esa segunda ocasión Claudio se estiró hasta el punto en que una de sus rodillas se apoyó sobre mi cama. Se estiró sobre mí y no me vi con otra alternativa más que estirar mi brazo lo más que pude para alejar el aparato-Lo estás haciendo a propósito…-mencioné mientras mi mirada se centraba en los 3 lunares que tenía en su cuello. Le daban forma de un triángulo…

-Solo será un momento…-Claudio continuó estirándose sobre mí y cuando intentó colocar su rodilla sobre mi abdomen, elevé mi pierna y la utilicé como pared entre los dos y para empujarlo un poco

-Espera, espera. Me duele la espalda-en parte, era real. Pero lo que más me preocupaba era que Claudio estaba prácticamente sobre mí. Si alguien entraba justo en ese momento, podría confundir las cosas-Cuando alguien venga a vernos o a traerme la cena, preguntaremos-le ofrecí y Claudio por fin alejó sus manos mientras suspiraba

-Bien…-regresó a su lugar como si nada y el zapeo se reanudó. A pesar de que lo vi concentrado con la televisión, no descuidé en ningún momento el aparato y lo mantuve cerca de mí.

Después de una interminable búsqueda por el extenso menú de canales que nos ofrecían, Claudio se rindió y le dejó al canal de las noticias. Me entregó el control y empezó a distraerse con su teléfono

-¿Te han dicho cuándo van a darte de alta?-me preguntó después de 30 minutos que pasamos cada quien con su actividad

-Llevas 4 días de visita ¿Y ya te quieres ir?-le respondí sin dejar de prestar atención a la televisión

-Solo fue una pregunta-suspiró y bloqueó su teléfono. Yo también apagué el sonido de la televisión-Estoy mensajeándome con James y me dice que planea venir al hospital el miércoles de la próxima semana-

-No lo sé, después le preguntaré a la enfermera-

-Bien, eso le diré-Claudio tecleó otro poco más y no dejé de observarlo. Incluso al mover sus dedos sobre la pantalla, sus movimientos se me hacían diferentes al resto de las personas.

No los movía con un ritmo frenético y tampoco con duda. Existía un balance que me impedía apartar mi mirada de sus dedos

-¿Has hablado con los demás?-aún con mi vista en sus movimientos, me decidí por apagar la televisión y después parpadeé

-No, solo con James-de nuevo bloqueó su teléfono y después de guardarlo en su bolsillo trasero, me observó-Ya sabes, es para que no se filtre la información-

-¿Y Sean? ¿James no te ha mencionado nada sobre él?-

-Me dijo que está consiguiendo mantenerlo ocupado…-hizo una expresión de estar recordando algo-No me explicó muy bien con qué lo está entreteniendo, pero sí recuerdo que dijo algo sobre buscar información-elevó ambos hombros y asentí

-Está buscando el expediente médico de Daniel-

-¿Cuál expediente? ¿No lo tienen aquí?-

-Aquí tienen uno nuevo y el que James envió, pero hablo del expediente que tienen en el laboratorio en donde antes estaban encerrados Sean y Dany-le expliqué y Claudio hizo una “o” con su boca

-Pero… eso es peligroso. No creo que sea buena idea regresar a un laboratorio para buscar solo unos papeles-sus cejas se distorsionaron

-Esa documentación es importante, necesitan la información para saber qué tratamiento darle a Dany-poco a poco, la “o” de Claudio fue desapareciendo

-Entiendo-asintió varias veces hasta que exhaló ruidosamente-Supongo que para Sean no será gran problema, él es bueno en eso-

-La verdad… no lo sé-en verdad, no lo sabía.

Esperaba que no resultara ser un sobreesfuerzo para Sean.

Claudio continuó poniéndome al corriente sobre lo que sucedía en la fábrica. Al parecer, todo estaba recobrando su rutina.

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-Hoy como postre, tenemos pudín de vainilla-mencionó el enfermero amable mientras colocaba mi comida sobre la mesa que sobresalía de mi cama-También hay ensalada, unas cuantas verduras hervidas, filete de pescado con puré de papas, y agua embotellada-observé cada cosa que mencionó hasta que tomé la botella con agua entre mis manos

-Mi favorita-mencioné en broma y la agité un poco mientras observaba al enfermero amable. Él sonrió

-Eso continúa sin poder cambiarse-me respondió mientras entrelazaba sus manos en la parte delantera.

Como el enfermero amable era el encargado de llevarme mi desayuno y comida, porque la cena le tocaba a una enfermera, conseguíamos intercambiar una que otra palabra. Y llegó el día en que le mencioné si podía tomar alcohol en lugar de agua embotellada. Sí, era una petición estúpida porque no era razonable, pero la verdad es que se me antojaba un poco de vodka. El agua ya me tenía hastiado. El enfermero amable no hizo otra cosa más que reírse de mi petición, pero se mantuvo sonriendo mientras me respondía con amabilidad que eso, era imposible.

Tal vez él creyó que quería bromar, pero yo hablaba en serio. Necesitaba alcohol en mi organismo

-Me alegro, porque ahora es mi favorita-afirmé para continuar con la broma y el enfermero amable continuó con su sonrisa

-Después vendré a recoger la charola-asentí a las palabras del enfermero mientras desenvolvía los cubiertos de su respectiva servilleta-Por cierto…-escuché de nuevo su voz y le presté atención-Por poco se me olvidaba-empezó a rebuscar en un bolsillo de su bata médica hasta que sacó otro envase de pudín y una cuchara que también se encontraba envuelta con una servilleta-Este es para usted-el enfermero amable habló hacia Claudio que siempre se mantenía indiferente a nuestra conversación.

Pero después de que el enfermero amable se retiraba, su atención regresaba para robarme el postre antes de que a mí se me ocurriera esconderlo

-¿Para mí?-Claudio preguntó mientras el enfermero amable le entregaba el otro pudín y la cuchara que había sacado de su bata

-Por supuesto-fue lo único que respondió el enfermero, pero sin dejar de sonreír.

Después salió sin mencionar algo más

-¿Por qué me lo habrá dado?-preguntó con duda mientras continuaba con su mirada en el envase de pudín

-No lo sé-sí lo sabía. Era porque el apodo de “amable” que le había dejado al enfermero, no resultaba ser en vano-Pero me alegro, por fin probaré el pudín-

-Quizás sea buena idea que me coma dos pudines el día de hoy-Claudio se levantó de su lugar, pero logré leer sus acciones y antes de que consiguiera quitarme mi postre, lo mantuve entre ambas manos

-Confórmate con uno-dejé mi pudín en el lado contrario al de Claudio y ambos empezamos a comer.

Después, el enfermero amable regresó y se llevó todo lo que habíamos utilizado.

Claudio y yo hablamos de diversos temas que iban desde los lugares que visitaba por la mañana e incluso de las instalaciones del hospital. Le expliqué sobre los pacientes que se recibían y él estuvo de acuerdo con ese tema, pero no mencionó nada más y se decidió por cambiar de tema

-Será mejor que me vaya, tengo que arreglar mi maleta-Claudio revisó la hora en su reloj de pulsera mientras se levantaba de su lugar.

Habíamos pasado cerca de hora y media platicando sobre todo un poco. El atardecer empezaba a concluir su ciclo

-¿Mañana ya no vas a venir?-

-Sí, pero vendré más temprano, mi vuelo sale en la noche-mordió su labio inferior y guardó sus manos en los bolsillos delanteros de sus jeans-Nos vemos-Claudio volvió a decir adiós con su mano y salió de la habitación.

Suspiré.

Todavía quedaba cerca de una hora para que el anochecer diera inicio, así que decidí entretenerme con la televisión.

No había gran variedad de actividades para entretenerse en ese lugar.

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-¿Estás bien? No has comido nada-Claudio me preguntó mientras se comía otra cucharada de pudín de chocolate. El enfermero amable le había llevado otro

-Puedes comértelo, no tengo apetito-respondí mientras deslizaba un poco mi charola hacia él

-¿Estás así porque es mi último día de visita?-sonreí sin muchas ganas, pero no mencioné nada-¿Sí verdad?-insistió

Suspiré.

Había planeado no decirle nada sobre las nuevas noticias porque él ya se iba del país y no tendría ningún sentido que viajara con algún tipo de inquietud. Me había decidido en esperar la llegada de James y platicar con él. Pero después de que vi a Claudio entrar a mi habitación, la necesidad de platicárselo terminó por presionarme

-Ayer, poco después de que te fuiste, el Doctor Iván vino a verme-

-¿El de las cicatrices? ¿El que está atendiendo a Dany?-asentí. Claudio solo había cruzado palabras con Iván dos veces. La primera vez sucedió durante el segundo día que él me visitó y la segunda me la platicó Claudio porque él e Iván se encontraron en el pasillo y estuvieron platicando. Claudio me lo contó en su momento-¿Qué te dijo? ¿Pasó algo con Dany?-

-En parte, sí. Iván me dijo que el injerto de la muñeca derecha está yendo por buen camino, pero el de la otra muñeca, no resultó-negué mientras empezaba a jugar con la pulsera que me habían colocado justo después de que me internaron

-¿Por qué el de una sí y el de otra no?-Claudio siempre se sentaba a cierta distancia porque así eran las reglas en el hospital, pero mientras hacía esa pregunta, acercó su silla metálica hasta quedar a muy poca distancia de mi cama

-Fue porque la muñeca izquierda se encuentra con un daño más profundo. Removieron la piel muerta y desinfectaron con más empeño. Incluso tuvieron que tratar primero los tendones y ligamentos que fueron destruidos por culpa de la infección, pero fue en vano-me aclaré la garganta-Lo dejaron bajo observación, pero el injerto empezó a contaminarse. Incluso le untaron cremas humectantes a las que Dany no es alérgico para intentar rescatar el injerto, pero no lo consiguieron-relamí mis labios-Ahora están esperando a que se consiga un nuevo donante-

-Supongo que les preguntaste si podrías volver a donar ¿Verdad?-me sorprendí un poco por su rápida deducción, sin embargo lo dejé de lado

-Así es, pero Iván dijo que mi recuperación debe concluir y después deben pasar unas cuantas semanas para que pueda volver a donar-le expliqué-Como me retiraron piel, grasa y una pequeña cantidad de músculo, mi cuerpo todavía se encuentra en recuperación y digamos que también está saturado por los medicamentos que me están dando para, precisamente, curarme-todo resultaba ser tan nefasto

-No te desanimes, no sé qué tan grave esté el asunto, pero me parece que no es tan malo. Sería peor si ninguno de los injertos hubiera resultado exitoso ¿No crees?-sus palabras no consiguieron convencerme

-Espero que encuentren pronto a un nuevo donante, Dany corre con el riesgo de perder la mano y en el peor de los casos, incluso el brazo-eso es lo que Iván me había mencionado

-¿Así de grave?-su rostro de sorpresa no se hizo esperar.

Asentí porque no tuve ganas de darle una respuesta. Me sentía agotado.

Todos esos exámenes, preguntas y pruebas que me habían hecho… resultaron con un diagnóstico positivo al 50%. Ese porcentaje no me agradaba. Para mí, era como si hubieran regresado al 0%

-Maxim, no te preocupes…-la voz de Claudio consiguió que saliera de mis pensamientos, pero no lo entendía ¿Por qué me encontraba pensando de más sobre la situación? Podía ver claramente que no era un asunto tan grave, Iván era bueno y al parecer estaba obteniendo resultados positivos porque siempre se veía seguro y determinado en lo que me decía, pero no me auto convencía. Probablemente necesitaba que el propio doctor me lo dijera. O quizás necesitaba ver a Dany y comprobar con mis propios ojos que su estado ya no era como con el que había llegado.

Todavía podía recordar la sensación de su peso inexistente entre mis brazos. Incluso el asqueroso olor del lugar en donde lo habíamos encontrado todavía molestaba a mi nariz

-¡Maxim!-me sobresalté al escuchar el grito de Claudio y fue como si regresara a la realidad. Al presente

-¿Por qué gritas?-

-Estoy hablándote y parece que no te importa-me contestó alterado-Te estoy diciendo que dejes de preocuparte. Confiemos en los profesionales o ¿Acaso Iván te dijo que Dany todavía corría con el riesgo de perder el brazo?-me observó con sus ojos abiertos de sobremanera y yo negué-Entonces olvídate de esa idea. El que haya rechazado un injerto no quiere decir que vaya a morir, estoy seguro de que existen más remedios y más soluciones-mi mirada pasó de su rostro a la pantalla de la habitación que permanecía apagada. En ella también se reflejaban las luces blancas que la lámpara del techo daba

-Escucha, no te preocupes ¿Bien? Hablaré con el doctor y le preguntaré sobre más posibilidades o los riesgos e incluso le pediré que me explique la situación al pie de la letra. Después llamaré a James para contarle sobre los resultados que obtuvo Dany y buscaremos más soluciones. Tranquilo-lo vi levantarse y sacar su celular del bolsillo trasero de tu pantalón-Ya vuelvo-anunció antes de que saliera de la habitación y decidí llevar a cabo el plan que tenía desde hace varios días.

Me acosté de lado y abracé con un brazo la fresca y nueva almohada que el enfermero amable me había llevado en la mañana.

Suspiré y me quedé “dormido”. Necesitaba estar solo para pensar mejor la situación.

Narra James

-¿Dices que Maxim se veía decaído?-

-Sí y no sé qué tanto le haya afectado todo esto…-

-Es un riesgo de la donación-

-Iván me explicó que pueden desencadenarse algunas complicaciones físicas y mentales-asentí a sus palabras

-Es correcto, la donación no es un tema tan fácil de digerir-froté mi barbilla-De seguro Iván notó algo en las respuestas que Maxim dio, pero decidió proceder porque la donación era urgente-de repente, me quedé callado porque a lo mejor no era buena idea mencionar que, tal vez, solo tal vez; Iván sabía que esa donación iba a fallar. Lo mejor era que ni Claudio, ni Maxim ni nadie, supiera algo respecto de ese tema tan delicado y complicado-¿Aún estás en el hospital?-decidí improvisar y cambiar de tema

-No, voy en un taxi rumbo al aeropuerto-lo escuché suspirar-Después de que hablé con el doctor Iván y de que no me contestaste la llamada, regresé a la habitación de Maxim y como lo encontré dormido decidí dejarlo descansar-

-Disculpa… estaba ocupado-observé todas las cosas que tenía sobre la mesa de la cocina y suspiré.

No había podido contestar la primera llamada que Claudio me había hecho porque me encontraba preparando la cena para Lucy y para mí. Los demás habían decidido pedir comida a domicilio y con eso consiguieron librarse de la responsabilidad de hacer la cena. Incluso le habían pedido algo a Sean.

Pero Lucy y yo estábamos manteniendo una buena alimentación porque la energía se nos estaba terminando. Y no había otro responsable más que Ben.

Durante el día, dormía y comía muy bien, pero cuando llegaba la noche, era como si un interruptor se encendiera y conseguía mantenerse despierto durante bastante tiempo. Lucy y yo nos turnábamos para intentar dormirlo, pero era imposible.

Al parecer, Ben iba a ser alguien que rendía más durante la noche

-No importa, lo bueno es que sí me contestaste. Hace un momento le marqué a Heinz para mencionarle esto, pero tampoco me contestó-supuse que lo hizo porque Heinz, aparte de Sean, era el que más conocía a Maxim

-Dudo que te conteste, ha estado ayudando a Sean en algunas cosas-eran cosas secretas entre ambos. Pero sabía que no era nada “peligroso” porque Heinz me mantenía al tanto. Yo no le había pedido que me informara, él lo decidió o quizás ya era su costumbre de mantener informados a todos, sobre todo

-Claro…-bostezó

-¿A qué hora llega tu vuelo?-

-Supongo que a las 4-suspiró-No conseguí un mejor horario-

-¿Quieres que vaya por ti al aeropuerto?-le ofrecí porque se escuchaba cansado. Aunque yo también estaba cansado, entendía que no era fácil viajar a otro país para pasar el tiempo en un hospital

-No te preocupes, me imagino que Ben te trae loco-su risa sonó-Tomaré un taxi y mañana temprano los veré en el desayuno-

-¿Seguro?-volví a ofrecer

-Muy seguro, nos vemos-intercambiamos otras palabras y después ambos terminamos con la llamada.

Guardé en mi bolsillo mi nuevo celular que tuve que comprar para poder comunicarme con Claudio y para que Sean no tuviera con qué obtener información. Mi otro celular se mantenía oculto entre la ropa interior de Lucy. Ninguno de los dos pudo pensar en un mejor escondite.

Me dediqué en terminar de preparar la cena y a cortar algunos vegetales para el desayuno del día siguiente porque a esa hora no teníamos ganas de nada, pero el hambre continuaba apareciendo estuviera o no cansado.

Después de que unté mantequilla a dos bizcochos, les vertí azúcar encima y los coloqué en su respectivo plato para después acomodarlos en una charola de madera que por suerte encontré entre lo más profundo de nuestro almacén de trastos. Serví el agua caliente para nuestros tés y coloqué ambas tazas al lado de los panecillos.

Apagué las luces de la cocina y tomé con firmeza las asas de la charola para no tener problemas al momento de subir las escaleras.

Cuando entré a la habitación, encontré a Lucy sentada en su sofá mientras amamantaba a Ben. Quise quedarme en ese lugar para observarlos durante otro poco más de tiempo porque había descubierto que me encantaba ver a Lucy en su faceta de mamá primeriza. Ahora me daba cuenta de que sostenía con más firmeza el pequeño cuerpo de Ben, pero todavía existía cierto nerviosismo en sus acciones.

Ambos me encantaban

-¿Por qué te quedas ahí?-la charola se tambaleó un poco porque me había quedado absorto en los movimientos de Lucy, pero su voz consiguió sobresaltarme

-Por nada-me apresuré en colocar la charola sobre la pequeña mesa que le había traído desde mi cuarto días atrás. Sobre ella teníamos varias cosas que Ben utilizaba diariamente como talco, pañales y ropa-Te preparé un bizcocho con mantequilla ¿Cuántas cucharadas de azúcar quieres en tu té?-

-Una, por favor-me respondió sin despegar su mirada de Ben que continuaba adherido a su pezón

-Claudio me llamó-le mencioné mientras empezaba a revolver la cucharada de azúcar en su té

-¿Tiene nuevas noticias?-suspiré. No era de mi agrado contarle todo a Lucy, pero ambos estábamos trabajando en la confianza. Ella prometió no alterarse y yo le prometí no dejarla de lado en todo lo que sucediera

-Me dijo que el injerto en una muñeca de Dany no resultó, ahora están esperando a otro donador-

-¿En serio? ¿Por qué?-la ayudé en sostener su taza para que consiguiera darle un sorbo a su té

-La derecha tiene una infección más grave y a pesar de que la desinfectaron y tomaron las medidas necesarias, el injerto empezó a contaminarse-

-¿Y es normal que puede pasar en un hospital como ese?-

-Todo es posible Lucy-le aseguré-Cada cuerpo es diferente y no hablemos del de Dany. Ya sabes que, tratándose de él, todo puede resultar de diferente manera-

-Ya sé…-observó a Ben y ambos nos perdimos en el ritmo de la respiración pausada que mantenía mientras continuaba succionando

-También… cuando Maxim se enteró, al parecer su ánimo decayó un poco-

-Tú lo dijiste, es algo complicado-Lucy elevó ambos hombros-Todavía no puedo creer que decidió donarle piel a Dany-

-Me parece que fue más una decisión apresurada, estoy seguro de que el nombre de Sean rondó varias veces por la cabeza de Maxim-Lucy asintió

-Por cierto, ayer cuando bajé a preparar el desayuno, me encontré con Sean-mencionó mientras Ben dejaba de cenar

-¿Te dijo algo?-Lucy me entregó a Ben y me encargué de sacarle los gases al darle palmadas suaves en su espalda

-Algo malo o preocupante, no. Me preguntó cosas triviales de Ben como, por ejemplo, si ya sabíamos qué poder tenía y después hablamos un poco sobre el clima de la semana-sonreí. Sí, esas eran las conversaciones entre Lucy y Sean-Me dijo que cree que Ben va a tener tu poder-sonreí-Y… no mencionó ni me preguntó nada sobre Dany, pero ¿Sabes? Parece que tiene menos ojeras que nosotros-el rostro de espantó en Lucy no se hizo esperar-Incluso se notaba que acababa de bañarse y de rasurarse-

-¿Qué estaba desayunando?-rogaba que no haya sido solo café…

-Creo que era avena con manzana y un sándwich de no sé qué. También estaba tomando café-

-No se escucha tan mal-parecía que iba por buen camino respecto a su cuidado personal.

No me sabía sus motivos reales, pero su comportamiento había cambiado y se notaba.

Después de aquella vez que nos encontró a Ana y a mí platicando sobre lo que había sucedido en el hospital y de que preguntara sobre Iván, yo le expliqué superficialmente la situación. Su insistencia por saber más, no había vuelto a surgir.

Al parecer, se había conformado con poco y eso no terminaba de convencerme

-Después empezó a fumar y me fui-lo retiraba. Sean continuaba con su adicción. A pesar de que lo ayudaba con el estrés, fumar por fumar, era algo grave

-Aunque lo he visto rondar por la fábrica, no me creo su actitud tranquila. Incluso me dan más escalofríos-Lucy se agitó un poco para simular los escalofríos

-No sé qué se traiga entre manos-elevé ambos hombros-Después intentaré saber más-ambos asentimos y nuestra atención pasó a Ben porque hace poco había dejado salir sus gases y ahora se encontraba dormitando en mi hombro

-¿Ya se durmió?-Lucy me preguntó y asentí-Dámelo-extendió sus manos hacia mí y, con mucho cuidado, le entregué a Ben.

Lucy empezó a arrullarlo mientras siseaba una tonada que a Ben le agradaba escuchar. Lo habíamos descubierto dos días atrás.

Ambos nos sonreímos cuando la respiración de Ben se hizo más profunda y estuvimos a nada de darnos un beso, pero tocaron dos veces a nuestra puerta y me limité en besar la frente de Lucy antes de levantarme para ver quién estaba tocando.

Entreabrí la puerta y me encontré con Sean.

Ana, August, Tom y Heinz estaban detrás de él.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer!


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