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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

Hola <3

 

 

Narra Maxim

-Suéltame-dijo, pero lo tomé con más fuerza de las muñecas. Su rostro de enfado volvió cuando intentó zafarse de mi agarre, pero la risa le ganó-Maxim, suéltame-continuó riéndose mientras intentaba liberarse con desespero

-Tú fuiste el que empezó-de verdad.

Yo estaba tranquilo; fue él quien llegó y empezó a molestarme.

Había regresado a Rusia durante la madrugada, Heinz y Tom fueron los encargados de ir al aeropuerto para recogerme e inmediatamente después de que ingresé a la fábrica, ni bien me quité los tenis cuando me quedé dormido en el sofá de la sala. A la mañana siguiente, es decir en ese momento, Claudio me había despertado con unos roces a mi rostro mientras yo me encontraba en el quinto sueño.

Como lo típico de esa broma, entre sueños creí que se trataba de algún animal pequeño que estaba merodeando sobre mi rostro y por el cosquilleo me provocaba agitar mi mano para retirarlo, pero resultó que el cosquilleo se iba y le tomaba menos de 10 segundo para regresar.

Cuando desperté, pero sin abrir los ojos, escuché la risa de alguien y me preparé para el siguiente roce.

Después de que ese molesto roce estuvo de vuelta, utilicé mis buenos reflejos y conseguí pescar al culpable de que me despertara de malas.

Claudio continuó con sus movimientos para liberarse, pero no se lo permití

-¡Ya! suéltame-su rostro de seriedad regresó.

Contra todo pronóstico, porque creí que iba a despertar de mal humor, no me molesté en lo absoluto al ver que se trataba de Claudio; el mismo que cuando se encontraba rodeado de sus personas allegadas se comportaba como un adolescente, pero con el resto de las personas era alguien maduro y serio.

Tal vez todavía no lo asesinaba porque no me desagradaba tanto como lo pensaba justo después de que se iba de mi habitación del hospital. O quizás porque sus bromas no me parecían tan molestas como las que Heinz me había jugado tiempo atrás hasta que me encargué, por la mala, de que se detuviera. Me consideraba como alguien que soportaba las bromas, pero como en todo, tenía un límite.

Claudio aún no sobrepasaba ese límite

-Me estás raspando-continuó agitándose

-Si te quedaras quieto, no te estarías auto-lastimando- le respondí

-Entonces suéltame-

-Entonces no te muevas-contradije. Sonreí mientras continuábamos con el forcejeo. Claudio empezó a dar pasos hacia atrás que fui controlando hasta que ingresamos a la cocina

-¿Qué hacen?-aparté mi mirada del rostro de Claudio y volteé hacia donde se encontraba el refrigerador. Me encontré con Tom

-Ayúdame-Claudio pidió ayuda

-¿Cómo?-Tom sacó la caja con leche y cerró la puerta del refrigerador

-Duerme a Maxim como lo hiciste con Sean, no me suelta-Claudio mencionó entre risas. Intercambié miradas con Tomás

-Imposible-Tom le respondió y nos pasó de largo para tomar asiento en su lugar de la mesa. No pude evitar empezar a reírme

-Tú te metiste en esto-mi mirada se enfocó en las muñecas de Claudio

-Solo fue una broma-me respondió

-Consecuencias son consecuencias-bufó y continuó con sus movimientos para intentar liberarse-Sabes que no estoy del todo bien y decides molestarme-esa era una verdad.

Claudio había visto mi vendaje de la espalda, incluso sabía que no podía acostarme correctamente para poder dormir con comodidad y continuaba empeñándose en molestarme

-Solo quería que despertaras. Ya es cerca del medio día-se excusó

-¿Por qué tanta urgencia?-sonreí-¿Querías que te prestara atención?-decidí empezar a incomodarlo aprovechando que lo tenía sujeto de las muñecas

-Por supuesto que no-negó-Me toca hacer la limpieza de la sala y me estorbabas-

-¿Limpieza?-ignoré el “estorbabas”

-Nos repartimos las tareas de la fábrica-Tom mencionó desde su lugar. Él ya se encontraba desayunando y jugando con su celular-Estamos ayudando a Lucy y… bueno-sonrió-Es algo que deberíamos hacer siempre ¿verdad? Pero, por ejemplo, a ella no le gustaba mi forma de barrer, entonces hacía todo. Ahora como está Ben, no puede hacer mucho-

-¿Lucy está despierta? Quiero conocer a Ben-le pregunté y Tom elevó ambos hombros

-¿Lo ves? Solo quería hacer lo que me toca, ahora suéltame-escuché a Claudio

-No te creo-mordí la punta de mi lengua mientras mi atención regresaba a él-Es porque te gusto ¿Verdad?-sus movimientos se detuvieron para observarme con cara de repulsión

-Claro que no-volvió a agitarse-Ni siquiera eres de mi tipo-

-¿No?-sonreí de lado

-No-masculló-¡Suéltame ya!-se desesperó por completo y yo me divertí aún más

-Entonces es porque no te agrado-continué

-No tenemos muchas cosas en común que digamos-su tono fue sarcástico

-¿Por qué tan seguro? ¿Qué tal si mejor lo averiguamos?-le propuse. Él dejó de moverse de inmediato.

¿Había entendido mi propuesta escondida?

-No quiero, ya, déjame en paz-no supe si me había entendido o no

-No seas tímido-me reí mientras, sin soltarlo, mis manos abarcaron sus antebrazos para tenerlo más cerca de mí.

No sabía por qué, pero me estaba gustando ver como intentaba liberarse

-Su-él-ta-me-repitió por enésima vez y no hice más que reírme

-¿A qué juegan?-de reojo vi que Lucy ingresaba a la cocina cargando algo entre sus brazos que venía bien cubierto por mantas suaves

De inmediato, liberé a Claudio. Ya habría más ocasiones para hacerlo dudar

-¿Es Ben?-me acerqué a Lucy y ella sonrió al instante mientras se encargaba de descubrir el rostro de su hijo-Es muy pequeño-sonreí-¿Puedo cargarlo?-

-Claro-respondió aún con la sonrisa en sus labios. Me apresuré en tomarlo entre mis brazos y cuando estuve seguro de que lo tenía bien acomodado, empecé a mecerlo

-¿Te gustan los bebés?-Lucy me preguntó mientras ambos nos encontrábamos absortos en el rostro de Ben

-Solo un poco-Ben empezó a balbucear

-No te ves cómo alguien a quien le gusten-se carcajeó

-Casi siempre estoy rodeado de adultos y de problemas, de vez en cuando es sano ver a un bebé ¿No crees?-suspiró

-Tienes razón. Ben me ha ayudado mucho con la paciencia porque antes, si los demás no cumplían con sus obligaciones, me enojaba. Ahora ya lo soporto un poco más-mencionó y de inmediato, Tom y Claudio salieron de la cocina. Ambos se habían estado manteniendo al margen

-¿Quieres que te ayude en algo?-ofrecí de inmediato al percatarme de que Lucy tomaba una cacerola y la colocaba sobre la estufa

-Solo carga a Ben un momento ¿Si? Voy a preparar mi desayuno-me decidí por tomar asiento en el lugar que momentos antes Tom estaba ocupando-¿Ya desayunaste?-

-Aún no-Ben volvió a balbucear y continué meciéndolo

-¿Quieres que te prepare algo?-

-Lo que tu desayunes estará bien-mi mirada regresó a Lucy

-¿No te mandaron una dieta especial?-la encontré observándome de reojo

-¿Por lo del injerto?-indagué y ella asintió-Fue durante el tiempo que estuve internado, el enfermero que me atendió me dijo que cuando me dieran el alta podría comer lo normal, pero cuidándome de los excesos y de algunas grasas saturadas-

No mencionó nada más y continuó moviéndose de un lado a otro

-¿Y cómo te encuentras? Claudio me platicó sobre lo que vivieron en el parto-sonreí-Parece que fue una locura total -

-Yo estoy bien. Como fue parto natural, las cosas se complicaron menos-sonrió-James me atendió muy bien y es por eso que ahora puedo caminar sin ningún problema-le sonreí-¿Y tú?-mi atención regresó a ella-Claudio y James me platicaron que cuando te enteraste del fallo en un injerto te notaron extraño-pase saliva

-¿Eso dijeron?-Lucy asintió varias veces-Sí-suspiré mientras mi mirada se enfocaba en el rostro sonrosado de Ben. Su olor a talco y jabón conseguían tranquilizarme-Fue complejo, pero estoy bien. Supongo que me desmoralicé porque vi el estado de Daniel; lo sostuve así como ahora lo hago con Ben-mi mirada regresó al mencionado-Creí que podría ayudarlo…-

-Y por supuesto que lo ayudaste-Lucy avanzó hacia mí-Uno no funcionó ¿Pero y qué?-elevó ambos hombros-Tomaste la iniciativa y ahora todo va bien. Anoche James me llamó y dijo que Iván les mostró algunas fotografías del antes y después de las heridas, y se ve que todo va por buen camino. No te preocupes-frotó mi brazo y sentí la calidez de su mano-Todo va a salir bien-le sonreí

-Sabes Lucy, James es muy afortunado de tenerte-

-La afortunada aquí, soy yo-me sonrió-Estoy rodeada de las personas que quiero, vivimos en un lugar agradable y el presente me está dando muchas nuevas oportunidades para un futuro prometedor-con su pulgar, rozó la frente de Ben-Estoy segura de que Dany va a recuperarse y todos podremos vivir juntos. Tranquilos no, porque nuestra naturaleza lo prohíbe-elevó ambos hombros con carisma-Pero estoy segura de que eso no será un gran problema ¿Verdad?-dio un apretón a mi hombro

-Verdad-respondí.

Volvió a apretar mi hombro y continuamos platicando sobre todo lo que nos había pasado a ambos. Ella me platicó sobre su nueva vida como madre y yo lo que viví en el hospital.

Mientras me platicaba sobre ese mes junto a Ben, el brillo de felicidad no se esfumó de sus ojos y me vi contagiado por su desbordante felicidad.

Esa manera que Lucy tenía de ver la vida, me gustaba.

Definitivamente, James era muy afortunado.

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Suspiré

-Estoy triste-dije en voz alta, pero no recibí ninguna pregunta o respuesta.

Volví a suspirar con fingido dramatismo

-De verdad que estoy triste-repetí

-Hmmju-murmuró, pero continuó guardando la despensa que Ana y August habían ido a comprar esa misma mañana.

Ya habían pasado 3 días desde mi regreso a la fábrica y las cosas continuaban con su singular tranquilidad. La rutina empezaba a abrumarme un poco, pero todavía podía soportarla gracias a mi nueva actividad favorita que estaba llevando a cabo justo en esos momentos

-¿No me vas a preguntar por qué estoy triste?-estiré mi brazo sobre la mesa y coloqué mi cabeza sobre él para obtener una perspectiva diferente de los movimientos que Claudio estaba realizando en la cocina

-No-repuso y yo reprimí una sonrisa

-¿No te importa que esté triste?-

-No-volvió a responder como si nada

-¿Por qué? ¿Ya no te intereso?-Claudio por fin hizo una reacción. Dejó de hurgar dentro de la bolsa de plástico para poner sus ojos en blanco y suspirar con exasperación

-Ya basta-me observó

-¿Con qué?-repuse mientras me enderezaba. Había estado ansioso de obtener una reacción de su parte

-Con lo que estás haciendo-habló entre dientes

-¿Y qué estoy haciendo?-actué inocentemente

-No caigas en su juego, a mí también me lo hizo hace tiempo-repuso el entrometido de Heinz-Lo hace porque está aburrido-

Él se encontraba sentado a mi lado mientras jugaba con su celular

-No estoy hablando contigo-le respondí a Heinz sin darle una mirada

-En verdad, no le creas nada. Este tipo no tiene sentimientos-Heinz me ignoró para continuar con su argumento-Ignóralo, solo está molestando-

-¿Por qué no mejor te vas?-repuse

-Yo llegué primero, mejor vete tú-respondió y continuó con su atención en el teléfono

-No, yo me voy-Claudio respondió-Tengo cosas que hacer-y salió de la cocina sin mencionar nada más.

Suspiré.

Yo había estado sentado en la sala viendo televisión junto a Tom porque ambos compartíamos los mismos sentimientos de aburrimiento. Ambos éramos más de meternos en problemas, de hacer cosas estúpidas con nuestros poderes o de crear un plan elaborado para quitarnos el aburrimiento. Heinz también era así, pero en esos días andaba muy entretenido junto a August y Ana que se la pasaban platicando sobre películas o series.

Esa mañana, justo cuando Ana y August regresaron de hacer las compras, no le tomé mucha importancia, pero cuando vi que Claudio bajaba del segundo piso para realizar lo que le tocaba hacer, un nuevo plan había llegado a mi mente casi de la nada.

Heinz estaba en lo correcto.

Hace tiempo también le había gastado esa broma sobre que yo me encontraba triste, pero contra todo pronóstico, él se comportó de manera amigable conmigo. Cuando empecé a reírme después de ver su reacción de preocupación, me golpeó y me dijo una gran diversidad de vulgaridades.

Jamás volvió a caer en ese tipo de bromas.

Heinz y yo nos quedamos en silencio. Cuando vi que Claudio ya no iba a regresar a la cocina, decidí terminar su trabajo. Me levanté de mi asiento y empecé a acomodar lo que quedaba de despensa

-Oye Maxim…-escuché la voz de Heinz justo después de que terminé de acomodar las cajas de cereales dentro de la alacena

-Dime-continué acomodando los paquetes de pasta

-¿Has pensando en lo que vamos a hacer de ahora en adelante?-acomodé el último paquete en el fondo de la alacena

-¿Qué quieres decir?-le presté atención

-Dany ya fue rescatado y por lo que sé, su estado de salud va mejorando. Creo que pronto estará de regreso-asentí a sus palabras-Para serte sincero, ambos sabemos que nosotros no somos de estos ambientes de tranquilidad y de silencio-mientras hablaba, movía sus manos. Eso era una clara señal de que buscaba una solución y de que el tema le era de suma importancia. También se le veía nervioso, algo que era extraño en él-Tenemos que continuar con nuestro trabajo y también atar cabos en algunas cosas ¿Estás de acuerdo?-

-Sí, claro-le di la razón

-Pero me está gustando vivir aquí, creo que podría acostumbrarme a esta vida de… campo-sonrió con nerviosismo-Los demás también me caen bien y no creo que nos corran porque en realidad ya no es necesario que estemos aquí…-

Asentí. Estaba entendiendo su punto a pesar de que sus oraciones salían con un extraño orden de explicación

-Quiero saber lo que opinas-su cuerpo se inclinó de manera en la que parecía estar teniendo consideración a lo que yo pensaba sobre lo que me estaba diciendo

-Amigo-sonreí-No entiendo tu preocupación-intenté hacer que se relajara-Estamos a gusto aquí y las cosas van mejorando-me di cuenta de que los hombros de Heinz bajaron de tensión- Enfoquémonos en arreglar nuestros asuntos y después platiquemos con los demás sobre quedarnos a vivir en la fábrica-sonreí con más ganas-Siempre estará la posibilidad de que cuando extrañemos ese ambiente de peligro y de sangre, podremos salir a divertirnos ¿No?-me reí y Heinz también-De mi parte no tengo ningún inconveniente en quedarme o en marcharme, no es como que vayamos a perder contacto con los demás de un día para otro-me reí-Ya ves que Sergei se fue, pero por asuntos personales, no porque lo hayan botado de aquí. Tal vez después regrese-sobre lo de Sergei, me había enterado gracias a las conversaciones que tenía con Lucy cuando nos sentábamos en el sofá de la sala para pasar el rato

-Es verdad-mencionó

-Tranquilo, esperemos a que Dany se recupere por completo y averigüemos los planes que los demás tienen ¿Sí?-esperé a su respuesta

-De acuerdo-Heinz sonrió con timidez

-¿Todo bien?-le pregunté

-Todo bien-

-Ahora, entonces ayúdame en acomodar lo que queda-coloqué en frente de él una bolsa con más cosas para la despensa

-Creo que August me está llamando-Heinz se levantó de su asiento

-No es verdad-negué

-Claro que sí-no me dejó decir nada más porque salió de la cocina

-Idiota-murmuré y suspiré.

Decidí terminar con la tarea que me había ganado por molestar a Claudio.

Se lo merecía.

Bueno no, porque él no buscaba molestarme en el hospital, pero eso no le quitaba lo divertido al asunto.

Solo me importaba el hecho de que su visita no me había resultado agradable, así que ese era mi momento para molestarlo durante la misma cantidad de tiempo. Ni más ni menos.

O al menos ese era mi plan porque encontraba muy entretenido verlo molesto.

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-Hola-saludé

-Agh-lo escuché a pesar de que continuaba dándome la espalda

-¿Qué haces?-cerré la puerta del cuarto de lavado

-¿Qué quieres?-preguntó con brusquedad y sonreí.

Hace menos de medio segundo había estado junto a Heinz, August, Ana y Tom porque Lucy quería que nos deshiciéramos por completo de los artilugios que habían sacado tiempo atrás del cuarto de máquinas, ya que lo habían utilizado para que ahí descansaran los que estuvieron ayudándonos en recabar información de los laboratorios para encontrar a Dany.

Como era mucha la maquinaria, Ana y August utilizaban sus poderes para hacer pedazos el metal oxidado, mientras que Tom, Heinz y yo hacíamos uso de la fuerza física. Tom, como siempre, solo cargaba cosas pequeñas así que no era de gran ayuda.

En uno de mis viajes, que iban desde el almacén trasero al patio frontal de la fábrica, en donde Ana y August se deshacían de los metales, vi de reojo a Claudio platicando con Lucy en la entrada de la fábrica e hice uso de mis poderes para escuchar su conversación:

-¿Y tienes suavizante? Quiero agregarle un poco a un suéter que tengo-Claudio preguntó con interés y noté que entre sus manos llevaba una cesta con ropa

-Son las 3 botellas que hay sobre la repisa de madera. Uno es de lavanda y los otros dos son de limón-Lucy respondió con una sonrisa-Ya sabes que puedes utilizar lo que quieras-continuó meciendo a Ben

-Gracias-Claudio regresó al interior de la fábrica mientras Lucy continuaba dándoles instrucciones a August y Ana que todavía estaban divirtiéndose con sus poderes

-Voy por más agua-mencioné en cuanto estuve al lado de los tres y colocaba en el piso las barras de metal que llevaba cargando

-Dejé una jarra de té frío en la mesa de la cocina-Lucy me respondió

-Bien, gracias-di media vuelta e ingresé a la fábrica.

No me tomó mucho tiempo deducir que Claudio se encontraba en el cuarto de lavado

-Solo quiero saber lo que estás haciendo-expliqué, pero Claudio continuó dándome la espalda

-¿Qué otra cosa se puede hacer en el cuarto de lavado aparte de lavar?-preguntó con sarcasmo sin dejar de vaciar su ropa en una lavadora

-Yo digo que se puede hacer de todo, estando con la persona correcta ¿No crees?-bufó.

Sonreí y observé a mi alrededor.

Los estantes siempre se encontraban llenos de recipientes que almacenaban líquidos que servían para diversos usos. Tal y como Lucy le había dicho a Claudio, en una parte estaba todo lo que utilizaban para limpiar la fábrica en general y en otros estantes estaban dispersos los químicos que servían para lavar los diversos tipos de ropa.

Había estado varias veces en ese reducido lugar, pero eran pocas porque siempre teníamos que estar organizados para los días que a cada quien le tocaba lavar sus pertenencias

-¿Qué quieres?-Claudio volvió a preguntar

-Nada en especial-elevé ambos hombros y lo observé de pies a cabeza aprovechando que continuaba dándome la espalda. En esa ocasión, a diferencia de todos los días que me había visitado en el hospital, Claudio estaba vestido informalmente; llevaba puestos unos tenis negros, un pantalón estilo cargo y una playera sencilla-Me aburrí de estar cargando metal oxidado y decidí darte una visita-como no mencionó nada, di unos pasos hacia él para molestarlo otro poco más-¿Qué es esto?-estando a su lado, tomé un envase del estante que había sobre su cabeza. Era una especie de botella, pero con una forma singular. El líquido que almacenaba era de color amarillento

-Es desinfectante-respondió después de darle un vistazo rápido a lo que había agarrado.

La distancia que había entre nuestros cuerpos era poca y, a pesar de que estaba invadiendo su espacio personal gracias a ese lugar tan pequeño, él no se movió ni un poco.

Continué revisando cada envase que estaba a mi alcance sin perder de vista lo que Claudio hacía. Él se dedicaba en clasificar su ropa y parecía que mi presencia no lo perturbaba ni un poco.

Continué moviendo varios envases hasta que me atreví en tomar uno que había al otro lado de Claudio. Tuve que estirarme frente a él y provoqué que mi pecho se estrellara contra su brazo. Él solo suspiró con fastidio, pero continuó con su clasificación de ropa.

Después de que leí la etiqueta de ese envase, continué con los demás.

Provoqué algunos roces a su cuerpo y en más de una ocasión lo empujé levemente.

Llegó el momento en que se hartó

-¿Qué buscas con esto?-Claudio me enfrentó

-¿A qué te refieres?-de nuevo fingí inocencia mientras regresa a su lugar un envase

-No le veo sentido a que estés aquí-exclamó sin dejar de verme a los ojos-Si no te decides por uno, tómatelos todos al mismo tiempo-exclamó

-¿Tomarlos?-empecé a reírme por culpa de su broma.

Claudio se enojó más y dejé de reír

-Largo-señaló hacia la puerta que momentos antes había cerrado-Llevas toda la semana molestándome ¿Qué es lo que quieres de mí?-

-Solo quiero pasar tiempo contigo-de nuevo encontré la excusa perfecta, pero Claudio continuó con su rostro de enfado-Estuviste acompañándome en el hospital y quiero devolverte el favor-desde un principio eso era lo que provocaba mis acciones

-No fue ningún favor-dejó de señalar hacia la puerta-Escucha-frotó su frente-Deja de molestarme ¿Si? Lo que sea que tengas en mente no me divierte-aclaró y en mi mente tuve un pensamiento fugaz

“A mí sí”

-Tranquilo-como él había girado su cuerpo hacia mí, se me hizo fácil colocar mis manos sobre sus hombros; y aunque los sentí rígidos, ese poco contacto provocó que relamiera mis labios-Relájate, mi intención no era molestarte, solo quiero que seamos amigos-di un apretón a sus hombros

-Yo no quiero ser tu amigo-respondió y de nuevo vi su seriedad.

Nos observamos en silencio

-¿Amantes?-intenté bromear, pero Claudio continuó con su seriedad y se mantuvo sin parpadear. Tuve que pasar saliva cuando empecé a sentirme incómodo-¿Conocidos?-de nuevo apreté sus hombros, pero su expresión no cambió-¿Nada?-sonreí con nervios.

Claudio se mantuvo en silencio y para ese momento yo ya me encontraba muy incómodo.

Tomé aire

-Bueno…-liberé sus hombros-Entonces te dejo en paz-observé una última vez su rostro antes de dar media vuelta y caminar hacia la puerta.

Tal vez me había sobrepasado.

Cuando tomé el pomo, escuché una risa a mis espaldas.

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Por más que lo intentaba, mis ojos no conseguían dejar de seguir cada uno de sus movimientos.

Y no quería perder de vista ninguna de sus acciones porque todavía no conseguía asimilar lo que me había hecho.

Claudio se encontraba preparando la cena junto a Lucy y Tom porque los demás habían preferido ir por Sean y James al aeropuerto. Yo me dedicaba en cargar a Ben

-¿Y cuándo vas a quitarte el vendaje?-Lucy me preguntó después de que metió unas galletas al horno

-En dos semanas tengo que ir al hospital para que me revisen-respondí sin dejar de ver a Claudio que continuaba cortando algunos vegetales de espaldas a mí

-¿Volverás a Alemania?-Lucy se recargó en el fregadero

-No. Iván me dijo que puedo ir a cualquier hospital, siempre y cuando enseñe el expediente que me dieron-mi mirada se enfocó en ella, pero Claudio continuó en mi cuadro de visión

-¿Va a quedarte cicatriz?-Tom me preguntó

-Una pequeña, pero no me preocupa porque está en un lugar donde solo si me quito la playera, se verá-

-Tu novia también la verá-Tom mencionó mientras elevaba ambas cejas con picardía. Sonreí

-Ya cállate y mejor saca las galletas del horno. No estás ayudando en nada-Lucy le recriminó y Tom hizo lo que le dijo. Todos continuamos con nuestra respectiva actividad.

Yo hacía dos, una era cuidar de Ben y la otra era no perder de vista a Claudio. Conforme más pasaba viéndolo, más me daba cuenta de que cuando se encontraba realizando algo con las manos, se concentraba de sobremanera al grado de prestar la más mínima atención a lo que sucedía a su alrededor

-Ya llegaron-mencioné de forma automática en cuanto escuché el motor de un automóvil a la distancia

-Por fin-Lucy respondió y limpió sus manos con un paño mientras salía de la cocina. Tom colocó la charola con las galletas sobre la mesa y también salió de la cocina junto a Claudio.

Me levanté con Ben entre mis brazos y decidí tomar asiento en el sofá porque la noche estaba fresca y podría afectarle negativamente el cambio abrupto de temperatura.

Los demás salieron a recibirlos

-¿Y no le dijiste nada?-al poco tiempo, escuché la voz de Lucy y el escándalo de los demás mientras regresaban al interior de la fábrica

-No quise discutir con él-la voz de James sonó y por fin ambos ingresaron a la fábrica

-¿Te dijo a dónde planea ir?-Tom preguntó

-No, solo mencionó que tenía algunos planes y se fue. No quise hacer un alboroto en medio del aeropuerto-dijo James mientras colocaba su maleta a un lado del sofá y después se dejaba caer a mi lado

-¿Y Sean?-pregunté a pesar de que ya tenía una idea de lo que estaba ocurriendo.

Sean no había regresado.

James suspiró con fuerza y frotó su rostro

-Hizo su maleta, me acompañó hasta el aeropuerto, pero justo antes de que abordáramos el avión, me dijo que tenía algunos asuntos que arreglar y se fue por otra dirección-

-¿Se habrá quedado en Alemania o viajó a otro país?-Heinz preguntó mientras los demás se acomodaban en la sala y prestaban atención a James

-Vi que tenía un boleto en la mano, pero como creí que era el mismo boleto que el mío, no pregunté nada ni presté atención de más-James respondió sin ganas. Se le notaba el cansancio

-¿Por qué lo habrá hecho?-Ana preguntó

-Durante toda la semana estuvo saliendo en las mañanas. Solo nos veíamos en el hospital y apenas cruzábamos palabra durante la noche cuando llegábamos al hotel. No tengo ni idea de lo que hacía, pero creo saber el detonante de sus recientes decisiones-James había estado desparramado sobre el sofá, pero después de sus palabras, se enderezó-Iván le platicó sobre la donación que le hiciste a Dany-volteó a verme-Y Sean se empeñó en que él quería ser quien le donara el nuevo injerto-sus ojos estaban a nada de cerrarse. Se le veían muy hinchados y rojos-Se sometió a varios exámenes de compatibilidad para llevar a cabo la donación de tejido y sangre, pero todo, absolutamente todo, salió negativo-

-¿Qué?-pregunté.

Sean…

-¿Qué quieres decir? No entiendo-Lucy tomó asiento a un lado de James, y él giró su cuerpo hacia ella

-Sean ya no es compatible con Dany-

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer <3

 


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