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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

¡Hola!

 

 

En el capítulo anterior…

-Escucha…-lo alejé-Hace un momento dijiste que eres cercano a Lucy-lo tomé de la barbilla-Y varias veces te he visto platicar y bromear con ella-él sonrió

-¿Esos son celos?-repitió lo mismo que momentos antes le había dicho. Incluso intentó imitar el tono de mi voz

-No-ambos sonreímos

-¿Entonces a qué te refieres?-él todavía permitió que sostuviera su barbilla

-¿Cómo la conociste? Desde hace tiempo me ha interesado saber cómo es que todos llegaron a este lugar-expliqué uno de mis motivos

-Ah…-exclamó-Ambos estuvimos en el mismo laboratorio-dijo

Abrí mi boca para hacer la siguiente pregunta, pero alguien se me adelantó al abrir la puerta del cuarto de lavado.

Narra Maxim

Como si de un programa de cámara oculta se tratara, Claudio y yo volteamos para ver al nuevo invitado.

Cuando la mirada de Ana pasó de mí a Claudio, su rostro de asombro no se hizo esperar

-Lo siento chicos, no sabía que…-se atragantó y Claudio se bajó del mueble-Creí que no había nadie porque como hoy me toca lavar mi ropa…-volvió a atragantarse-Volveré en un momento-tomó aire y estuvo a nada de alejarse, pero la llamé

-¿Por qué tanta prisa? ¿Quieres unírtenos?-le ofrecí y ella hizo una mueca de espanto antes de alejarse. Empecé a reírme hasta que Claudio me dio una palmada en la espalda

-¿Por qué le dijiste eso?-a pesar de que me llamó la atención, él también estaba sonriendo

-Me cae bien-elevé ambos hombros como si nada y negó varias veces

-No creo que ahora tú le caigas bien-con su puño, dio un golpe amistoso contra mi pecho y salió del cuarto de lavado. Yo lo seguí

-Qué bueno que nos interrumpió porque si no, me habría pasado toda la mañana en ese lugar-

-¿De verdad? ¿No te picaba el olor del jabón?-preguntó incrédulo mientras caminábamos hacia la cocina

-No mucho-respondí. El olor era aceptable-Creo que huele más a ese suavizante de limón que a otra cosa-

Claudio no mencionó nada más y empezó a leer la lista que había pegada en el refrigerador; en ella estaban anotadas todas las tareas que debían realizarse en la fábrica. Lucy era la encargada de hacerla.

En el lado izquierdo de la lista estaba la tarea a realizarse y en el derecho podías encontrar el nombre de la persona que debía de hacerlo. De verdad que a ella le encantaba el orden y dar órdenes.

Ambos nos dedicamos en realizar nuestra respectiva tarea y cuando nos desocupamos, cada quien fue a realizar sus cosas personales. Ese tiempo libre lo pasé con Heinz porque debíamos de arreglar algunos asuntos sobre el trabajo que ya se nos estaba acumulado. Durante poco más de 6 meses, ambos habíamos estado aceptando misiones que eran catalogadas como “sencillas” de resolver; para que o Heinz o yo no tuviéramos problemas en llevarlas a cabo individualmente. Así progresábamos y continuábamos obteniendo ingresos.

Eran contadas las veces en que habíamos tomado un misión más complicada y peligrosa en la que se requería de ambos.

A mi parecer, era un punto muy positivo el que supiéramos coordinarnos a pesar de todo el caos en el que nos vimos envueltos desde que empezamos a vivir en la fábrica. Él confiaba en mí, así como yo confiaba en él y con eso teníamos más que suficiente.

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Claudio se quejó en voz alta cuando mordí sin ninguna consideración la piel de su muslo y de inmediato lo mandé a callar

-Shhh. Vas a despertar a los niños-murmuré con seriedad y él pasó de estar molesto a sonreír por mi broma. En verdad que no era complicado contentarlo

-Entonces debimos ir a tu habitación ¿Por qué insististe en que fuera la mía?-me recriminó

-Al lado de la mía está la de Tom y déjame decirte que no es para nada agradable. Además de que también la comparto con Heinz-le recordé mientras regresaba a su cuello.

Habíamos empezado poco después de que cenamos para no llamar la atención de nadie. No era como si nos importara que los demás se enteraran o sospecharan que algo sucedía entre nosotros, pero habíamos acordado que no íbamos a desgastarnos en dar explicaciones porque era tal y como Claudio lo dijo, esto era algo entre los dos y con eso debía sernos suficiente.

Su habitación siempre fue la primera y mejor opción para llevar a otro nivel nuestro mutuo acuerdo porque se encontraba en medio de la de Sean y una bodega polvorienta. Por el momento ninguna estaba siendo utilizada así que esa era nuestra ventaja. La habitación de Lucy y James se encontraba al frente, pero por Ben su descanso no era de calidad, así que cuando podían dormir, lo hacían tan profundamente que ningún ruido los podía despertar más que el sollozo de su hijo a mitad de la noche.

Dejé en paz el cuello de Claudio para regresar a tomar sus labios. Me gustaban porque además de que tenían una figura muy bonita, su color me era agradable; y casi siempre se encontraban bien humectados con todo y el frío clima que había esos días

-No…-dijo-No, espera-continuó murmurando a pesar de que no paraba de darle besos cortos

-¿No te gusta?-tomé distancia

-Sí, pero quiero que sigas en mi cuello-hizo de lado su rostro para dejar expuesto su cuello. Sonreí

-¿Eres sensible en esa zona?-le pregunté aunque ya sabía su respuesta. Mis poderes habían estado activos desde que nos encontrábamos cenando porque sus pies y los míos, no dejaban de molestarse mutuamente bajo la mesa; los roces y uno que otro golpe, habían conseguido incitarme de sobremanera.

Justo en ese momento, podía escuchar cuando su piel se erizaba por los continuos escalofríos que mi boca le provocaba a su cuello.

Continué jugando en esa zona mientras esperaba la respuesta en palabras que jamás llegó, solo se limitó en suspirar.

Una de mis manos se deslizó hacia su muslo para sentir esa ligera capa de vello que tenía y quise subir un poco más, pero el short que llevaba en esos momentos me lo impidió.

Me enderecé y se lo desabroché para insertar directamente mi mano y apresar su erección que continuaba protegida por su ropa interior. Él se contrajo por la acción tan repentina, pero después se enderezó un poco para darme besos cortos y ruidosos en el cuello mientras yo frotaba su miembro con mi pulgar. Una de sus manos se aferró a mi hombro mientras la otra regresaba a mi erección que solo era cubierta por la ropa interior ya que, justo poco después de que empezamos a intercambiar besos, él se encargó de quitarme el pantalón Jogger azul que llevaba puesto.

Él continuaba vestido por completo mientras que yo solo tenía mi ropa interior y una playera negra. Claudio se movía muy rápido y aunque en esas situaciones a mí me gustaba llevar el mando, no me molestaba lo que él estaba haciéndome.

Dejó en paz mi erección para subir su mano dentro de mi playera mientras rozaba los músculos de mi abdomen

-Inclínate-murmuró contra mi cuello y me moví en automático a lo que sus palabras me indicaban e inmediatamente volvió a unir nuestros labios.

La mano que continuaba sobre mi hombro descendió para unirse con la otra y colocarlas con la palma extendida sobre mis pectorales. Él los estrujó y su boca succionó mi lengua. Retiré mi mano de su erección para colocarla sobre su cintura porque a esas alturas ambos nos encontrábamos hincados, pero él entre mis piernas.

Sus manos volvieron a colocarse sobre mis hombros, pero aún dentro de mi playera.

Detuvo nuestro beso para estirar por completo sus brazos y conseguir sacarme la playera, pero…

Me reí

-Espera, espera-dije. Escuché su risa mientras ambos movíamos nuestras manos para quitarme la playera porque se había quedado atorada en mi cabeza.

Cuando la playera por fin salió volando, decidí que era momento de avanzar.

Lo empujé y él cayó sobre su espalda en el mullido colchón. Acomodó sus piernas sobre mis muslos y mientras me encargaba de continuar con los besos, mis manos se enfocaron en quitarle la playera y bajar su short hasta sus rodillas.

Mi mano regresó a su erección para liberarla por completo y empecé a trabajarla. Él no se tomó demasiado tiempo en imitar mis movimientos. Ambos nos masturbamos sin dejar de lado las mordidas a cada trozo de piel que teníamos al alcance.

Mis poderes se activaron en un nivel más superior cuando los movimientos de nuestras manos se volvieron frenéticos; así conseguimos que el climax fuera algo digno de recordar.

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-Eso se siente muy bien-ronroneó cuando solo con mi dedo creaba círculos en su hombro. Sonreí-¿Qué hora es?-murmuró

-Van a dar las 2-continuaba siendo de madrugada. Hace poco habíamos terminado y él se quedó dormido de inmediato, pero yo no, así que me la pasé pensando en varias cosas mientras lo observaba cada cierto tiempo.

Se enderezó para observar a su alrededor, pero después regresó a la comodidad de mi pecho y del calor que había debajo del edredón.

Mi dedo pasó de su hombro a deslizarse por el largo de su espalda

-¿Esto también se lo hacías a tus otras parejas?-dijo aún con los ojos cerrados

-¿He? ¿Andamos curiosos con las relaciones anteriores?-apreté su hombro

-No te estoy obligando a responder-repuso después de un momento en silencio.

Aclaré mi garganta, desde hace varias horas necesitaba tomar un vaso con agua fría

-¿A qué te refieres con ”hacías”?-interrogué

-A utilizar tus poderes para incrementar las sensaciones-murmuró contra mi pecho

-Siempre he utilizado mis poderes en beneficio propio, jamás los había “compartido” con mis acompañantes-

-¿Por qué?-él se enderezó un poco para verme y la luz que daba la lámpara que había en su habitación, me ayudó en apreciar sus facciones

-Bueno, tampoco es como que me dieran muchas ganas de compartir mis poderes con cualquiera. Siempre he tenido acceso solo a las prostitutas por mi trabajo, así que con ellas solo buscaba llegar al orgasmo y era todo. Relaciones de una sola noche, a fin de cuentas-expliqué lo más corto posible

-¿Y siempre tienes “activados” tus poderes?-

-Los mantengo en un nivel bajo, pero superior al de los demás. Es más por seguridad y precaución-sonreí-Nunca sabemos cuándo y en dónde nos van a interceptar ¿Verdad?-él sonrió-¿Y qué hay de ti? ¿De tus relaciones?-

-Es complicado. Después de que empecé a vivir solo, tuve una relación que iba muy en serio, pero ella siempre me presionaba en que le platicara todo sobre mí. Le inventé una que otra cosa porque no pude hablarle acerca de mis poderes-su expresión se entristeció-Planeaba casarme con ella, pero me dejó poco antes de que iniciamos los planes diciendo y sospechando que no confiaba del todo en ella, lo cual era verdad-su mirada se enfocó en algún punto de la habitación-Mientras andábamos de novios primerizos, ella me platicó que se acercó a mí porque decía que yo le parecía alguien misterioso-sonrió-Aparte de que me veía bien con gafas negras, me sentía bien al utilizarlas porque eso contrarrestaba las molestias que mis poderes me provocaban-

-¿Solo le parecías misterioso porque utilizabas gafas negras?-me burlé y él se carcajeó. Después elevó ambos hombros

-Ahora es el pasado y he perdido contacto con ella-se estiró-Después de que recibí la llamada de Lucy para ayudarles en buscar a Dany, me decidí por no negar nunca más lo que soy-volteó a verme-Pero bueno, rodearme de personas que vivieron algo idéntico a mí, lo hace más sencillo todo-asentí con una sonrisa

-Y cuéntame-le dije

-¿Sobre qué?-

-¿Cómo conociste a Lucy y a los demás? En la mañana nos interrumpieron-le recordé

-Te dije que estábamos en el mismo laboratorio-

-Cuéntamelo como un cuento para dormir-pedí ante su seca respuesta

-No es un cuento agradable, podría darte pesadillas-a pesar de que sus palabras iban enfocadas a una broma, su rostro no parecía como el de alguien que acababa de hacer una

-¿A qué te refieres?-me observó en silencio y después exhaló

-Tendrías que contarte desde mi infancia-

-Tenemos tiempo-él sonrió

-Bueno, todo empieza desde que era un niño-su mirada fue hacia el techo en señal de que estaba recordando los hechos-Mis padres se dieron cuenta de que algo no andaba bien con mis ojos. Me llevaron a realizarme varias pruebas y como no tenían una respuesta a lo que me pasaba, los doctores poco a poco fueron convenciendo a mis papás de que tal vez tenía una anomalía grave y para prevenir algún otro problema, lo mejor era internarme. Mis padres lo hicieron porque llegaron a creer que era lo mejor-hizo un sonido de botón de error-Grave error. Esa misma noche llegaron los del laboratorio por una llamada que hicieron desde el hospital y me capturaron. Intenté liberarme, pero ellos decían que iban a curarme y que era por mi bien-tomó aire-Pregunté por mis papás, pero esos malditos me decían que fueron precisamente ellos los que me habían mandado a ese lugar, como todavía era un niño pequeño, me lo creí, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que jamás iba a volver a ser libre-suspiró-Así es como terminé en un laboratorio-me observó

-Falta más-le recordé y él sonrió

-Bien… ¿Has notado la obsesión que Lucy tiene con cuidarnos a todos?-pensé por un momento. Los cuidados de Lucy no me parecían una “obsesión”, era más como alguien que quería demasiado a los que la rodeaban.

Es algo normal el querer que nuestra familia o amigos se encuentren bien ¿Verdad?

-No realmente-negué

-Te aseguro que, si alguno de nosotros desaparece, ella haría que todos nosotros lo buscáramos tal y como lo hizo con Dany. Ella no soportaría perder a alguien más-

-Para entenderte creo que necesitas contarme varias cosas más ¿No?-él asintió

-Conocí a Lucy gracias a un amigo. Gerard-

Escena Retrospectiva (Flash Back)

Narra Claudio

-¡Los de color verde hagan una fila en el lado derecho! ¡Los de color naranja hagan otra en el izquierdo!-gritó con fuerza el guardia de seguridad a pesar de que sostenía un megáfono con una mano-¡Apresúrense!-gritó y los murmullos a lo bajo empezaron a escucharse-¡En silencio! ¡En silencio!-el guardia repitió alterado y las voces poco a poco empezaron a disminuir mientras cada uno de los presentes acataba sus órdenes.

Las filas fueron tomando forma.

Llevaba poco más de un año encerrado en ese lugar y todavía no podía acostumbrarme a todo lo que se vivía día con día

-¡Rápido!-cada que los guardias pasaban a mi lado, yo no podía hacer más que encogerme y rezar por no ser empujado o ser víctima de algún golpe de los que siempre repartían al azar.

Ese laboratorio mantenía el orden por medio de los colores. De acuerdo a tu habilidad, se te era asignado un color que te iba a representar. Por ejemplo, yo era color verde por mis habilidades en el rastreo térmico, pude haber sido el rojo, pero mientras me hacían un examen físico ellos dijeron que en el rojo ya había demasiados.

Tal y como se mostraba en una tabla de colores, cada uno, si se conseguía el máximo de degradado, se llegaba al color blanco. El blanco en ese laboratorio representaba a los más fuertes y los que mejor controlaban sus poderes; normalmente los que estaban en ese color eran los que ya llevaban varios años en la adolescencia

-Creo que ahora sí están furiosos-alguien murmuró detrás de mí y no me atreví a girarme por, número uno, los guardias estaban cerca y número dos, ya sabía quién era.

Gerard.

Era el único con el que hablaba en ese lugar porque desde un principio habíamos compartido habitación y horarios. Él era unos cuantos años mayor que yo y tenía la habilidad de visión remota.

Fin Escena Retrospectiva (Flash Back)

Narra Maxim

-Espera, espera ¿Entonces ese tal Gerard tenía algo parecido a la percepción extrasensorial? ¿Al igual que mis poderes?-no pude evitar interrumpir a Claudio en la mitad de su relato al escuchar ese dato

-Sí, obvio que no es como el tuyo-asentí-Pero es un derivado ¿Verdad?-volví a asentir. Estaba de acuerdo

-Increíble…-murmuré

-¿Puedo continuar?-elevó ambas cejas

-Sí, sí, claro-Claudio suspiró.

Escena Retrospectiva (Flash Back)

Narra Claudio

-¿De verdad?-pregunté con otro murmuro sin mover casi nada mi boca para responder al comentario de Gerard

-Por supuesto-aseguró-La otra vez escuché que van a recortarles el presupuesto, por eso están…-

-¡Silencio!-gritaron muy cerca de nosotros mediante el megáfono. De inmediato me aseguré de erguir mi espalda y mantener mi posición recta. Esperaba que ese grito no fuera dirigido para nosotros

-¡No la toques!-alguien gritó a nuestras espaldas.

Gerard y yo no soportamos la curiosidad al igual que los demás y giramos nuestros cuerpos hacia la parte de en medio de las filas.

La escena que nos encontramos fue singular y la que marcó el principio de todo

-Otra vez ellas…-alguien murmuró a nuestro lado

-Ellas nos meten en problemas…-otra más habló

-Solo con verles ese color de cabello significa que no debemos estar cerca de ellas…-otro dijo entre dientes.

Lo que vi fue a dos niñas.

Ambas tenían el cabello rojo. La más alta lo tenía en un color rojo más oscuro parecido al de la sangre; en cambio, la más pequeña lo tenía más brilloso.

La más alta era la que se estaba agarrando a golpes con un guardia mientras que la más pequeña era sometida por otro, ella no dejaba de llorar.

Varios guardias fueron a ayudar a su compañero porque la chica de verdad que parecía un demonio. Literalmente hablando porque sus poderes eran la transformación. Yo no había cruzado palabras con ellas, pero como todo mundo hablaba de ellas, sentía que las conocía de mucho tiempo.

Esa era la primera vez que las veía y me pareció acertada la decisión de no tener que cruzar palabras ni mi camino con ninguna de ellas.

Entre seis guardias consiguieron someter a la más alta. Le dieron varios golpes en las mejillas y después el ruido desapareció cuando ambas fueron obligadas a tomar parte de la fila. La más alta se colocó atrás de la pequeña que continuaba sin dejar de llorar en silencio.

Observé el rostro de la más alta y me encontré con sus ojos verde esmeralda viendo hacia donde Gerard y yo nos encontrábamos. Ambos regresamos nuestra mirada al frente en un santiamén

-Wow…-Gerard murmuró a mis espaldas y el día continuó sin ningún otro altercado.

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Otro año dentro del laboratorio pasó volando

Las cosas no cambiaban en el laboratorio a diferencia de algo…

-Voy a ser color “blanco”-Gerard me lo dijo como si nada mientras ambos nos encontrábamos desayunando en el comedor del laboratorio

-¿Qué?-pregunté, pero él continuó comiendo-Gerard-lo llamé y él me prestó atención-¿Vas a ser “blanco”?-

-En una semana me van a cambiar de área-asintió y continuó comiendo

-Entonces… ¿Ya no te voy a ver?-¿Iba a quedarme solo? Gerard continuaba siendo el único al que le hablaba dentro del laboratorio ¿Qué iba a hacer sin él?

-No te preocupes, ya veremos la manera en que nos encontremos-me aseguró y así pasaron otros 2 meses.

Él cumplió lo que me dijo aquella vez porque siempre conseguía que nos encontráramos en los pasillos o en algunas partes ocultas del laboratorio. Con ocultas me referí a las que casi nadie utilizaba, pero no eran lugares prohibidos.

Hubo una ocasión en la que lo noté cambiado

-¿Me estás escuchando?-le pregunté  a Gerard porque a pesar de que le contaba lo nuevo que nos habían incluido en el menú, pero que era igual de nefasto que lo demás, él parecía estar en otra parte

-Perdón-agitó su cabeza-¿Qué me decías?-volteó a verme. Ambos nos encontrábamos sentados en medio de un pasillo que era poco transitado tanto por guardias como experimentos

-Sobre lo mal que sabe la comida-repetí

-Ah claro, claro-asintió varias veces, pero todavía lo noté distante

-¿Te pasa algo?-le pregunté sin dejar de ver su rostro

-¿Puedo pedirte algo?-preguntó después de un largo silencio. Ambos nos observamos

-¿Qué es?-me preocupé. Gerard era un chico muy temerario y muy curioso. Más de una vez me había metido en problemas porque siempre le gustaba estar enterado de todo y de todo lo que todos hacían. Por eso era alguien muy sociable; también sabía cuidarse de los problemas graves o cuando lo agarraban, sabía zafarse de los problemas sin sufrir ningún escarmiento

-Hace poco, Lidia pasó a ser “blanco”-fue lo que respondió-¿La recuerdas?-yo asentí. Ella tenía la misma edad que Gerard y era la que ocasionaba algunos disturbios dentro del laboratorio; le quedaba de maravilla su nombre. Después de aquel incidente en el que golpeó a un guardia, creí que el asunto iba a terminar ahí, pero Gerard no se conformó e investigó el nombre de las dos niñas con cabello color rojo que siempre estaban en problemas. La mayor se llamaba Lidia y la menor era Lucy.

Eran hermanas.

Pasé saliva antes de asentir

-He estado platicando un poco con ella y de verdad que está preocupada por su hermana menor, Lucy-recordé que era la que estaba llorando en aquella ocasión-Lucy es introvertida y no le gusta utilizar sus poderes para nada, ni siquiera para defenderse-aseveró-Recientemente, Lidia le ha encontrado algunos moretones, pero Lucy no le quiere decir nada-

-¿Y en dónde entro yo?-corté su explicación

-Podrías…-se detuvo por un momento-¿Podrías cuidar de ella? Tú puedes verla más que nosotros-me pidió.

Y tenía razón.

A veces la veía.

Su color de cabello resaltaba en cualquier lugar. Podía verla cuando entraba al comedor y cuando se iba; también la podía distinguir a lo lejos cuando tomábamos lugar en las filas. Suspiré y empecé a negar. No me era grato acercarme a ella

-Por favor-Gerard suplicó-De verdad que Lidia está preocupada, por favor-me rogó de nuevo

-Pero…-

-Solo queremos que la vigiles a lo lejos, queremos saber quién la está golpeando y porqué-

-¿Qué tal si es por los entrenamientos?-Gerard negó de inmediato

-No porque Lucy todavía no puede transformarse por completo, así que apenas están trabajando en ello-aseguró-Todavía no entra en los combates, por favor-alargó las últimas dos palabras

-Bien-me dejé convencer-Pero solo a lo lejos ¿Verdad? Después de que se resuelva el misterio ¿podré ser libre?-Gerard sonrió

-Te lo prometo-

Y así, mi acercamiento no tan cercano a Lucy, la hermana menor de Lidia, dio inicio.

La vigilé insistentemente y por eso no me tomó demasiado tiempo en encontrar a los culpables que la golpeaban. Eran varios niños y niñas que la molestaban porque ella casi no hablaba. Le decían “Fenómeno” sin saber que, nosotros para otras personas que no tenían poderes, también lo éramos. Unos idiotas por completo.

En una ocasión los encontré molestándola en medio de un pasillo, le jalaron los cabellos mientras le decían cosas como “Córtatelo o te lo cortamos” “Rojo podrido” “Rojo vómito” y más cosas sin sentido. Después la empujaban, le daban algunos golpes más y la dejaban tirada en ese lugar. Ella lloraba en silencio durante bastante tiempo y después se iba.

Los del laboratorio sabían sobre esos abusos, pero a nadie le interesaba lo que hacíamos con nuestro “tiempo libre”.

Después de mucho tiempo, pude reunirme con Gerard y con él también llegó Lidia.

Tenerla cerca fue algo intimidante. Ella era muy diferente a como era Lucy ¿Cómo es que podían ser hermanas?

-¿Descubriste algo?-Lidia fue la primera en hablar y por los nervios que tenía, le conté todo e incluso inventé algunas cosas para empeorar el asunto.

Mientras ella maldecía por lo bajo, no podía dejar de verla. De cerca, podía ver que ella era muy bonita

-¡Oye!-parpadeé después de escuchar su grito

-¿He? ¿Qué dijiste?-me perdí

-¿Podrías cuidarla un poco más? En lo que me encargo de esos estúpidos-

-Claro-respondí en menos de un instante. Sus ojos verdes resplandecieron y me gustaron bastante.

Así pasó más tiempo, dándole informes a Lidia sobre Lucy y yo preguntándole a Gerard sobre Lidia cuando ambos estábamos solos.

Gracias a él, me enteré que la mamá de las hermanas no tenía poderes y que su papá fue el encargado de heredarles el poder de la transformación. Un día fueron emboscados y su papá les consiguió tiempo para escapar, pero no les tomó mucho tiempo deshacerse de él y como su mamá no tenía poderes, la asesinaron de un disparo en la cabeza. Lidia consiguió que ambas fueran encerradas en el mismo laboratorio.

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Hubo una ocasión en la que las alarmas del laboratorio estallaron como nunca antes. Y en medio del caos que había de todos corriendo por todas partes, y los guardias sometiendo y golpeando a lo bestia, vi la cabellera roja de Lucy entre el desconcierto.

Mis pies se movieron solos hacia ella y mientras más me acercaba, más podía distinguir su rostro de espanto. Sus ojos verdes se veían más grandes de lo normal porque estaba a nada de soltarse a llorar por los gritos, los disparos y todo lo que sucedía a nuestro alrededor en tan pocos segundos. Ella veía de un lado a otro con preocupación y sin saber qué hacer.

Yo esquivé a varias personas hasta que conseguí tomarla de la mano para hacer que ambos quedáramos de espaldas a una pared para que no nos golpearan con nada

-Voy a cuidarte, tranquila-fue lo único que le dije sin voltear a verla. Ella apretó mi mano y la escuché llorar en medio de todo ese caos.

A los pocos días en que todo regresó a la normalidad, Gerard, Lidia, Lucy y yo habíamos acordado reunirnos en un lugar. Gerard y Lidia nos platicaron que ese día de las alarmas, alguien había intentado escapar. Pero por supuesto que no lo consiguió y como consecuencia, fue enviado a otro laboratorio del que existían muchos rumores negativos.

Después de esa conversación, se fueron desencadenando más acontecimientos del día a día.

Un suceso importante sucedió cuando fui notificado de que, después de una prueba, iba a poder ascender a rango “blanco”. Varias noches antes evalué todos los pros y todos los contras, por supuesto que ser rango “Blanco” era mucho mejor que cualquier otro color, pero hubo alguien que me hizo tomar la decisión final.

El día de la prueba, fallé intencionalmente en algunas etapas. Me anunciaron que la prueba iba a ser en otro momento y me marché. Por supuesto que me alegré porque así no iba a dejar sola a Lucy, quien se veía realmente lejos de ser rango “blanco” algún día.

Me gané un abrazo honesto de Lidia y un “Gracias por quedarte con Lucy”.

Otro suceso importante fue cuando, mientras los cuatro nos encontrábamos en otra “reunión” secreta, pero no tan secreta, Gerard y Lidia, mediante algunos papeles que fueron entregándonos discreta y paulatinamente, nos explicaron que estaban planeando el escape del laboratorio.

Y que debíamos prepararnos.

Fin Escena Retrospectiva (Flash Back)

Narra Maxim

Claudio suspiró

-¿Y qué pasó? ¿Por qué lo dejas ahí?-me enderecé porque mientras me platicaba su historia, me había recostado para tener otra perspectiva de sus facciones-¿Consiguieron escapar?-

Claudio me observó en silencio y mientras apartaba su mirada, asintió varias veces.

Notas finales:

Muchas gracias por leer <3


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