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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

¡Hola!

 

 

Narra Ana

-Estoy muriendo-me quejé mientras me dejaba caer boca abajo sobre el sofá de la sala

-Ni siquiera lo menciones-Tom dijo y también se dejó caer sobre el otro sofá-Sean ya se volvió loco-aun teniendo mis ojos cerrados, tuve fuerzas para sonreír

-Tienes razón. Esta vez ya se le zafaron todos los tornillos-continué sonriendo.

Y como ninguno de los dos ya no tenía fuerzas para nada, decidimos no comentar nada más; así que ambos nos quedamos en silencio y cuando estuve a nada de caer por completo en los brazos de Morfeo, escuché la voz de Lucy

-¿Y los demás?-preguntó

-Vienen con August-conseguí responderle

-¿Por qué ustedes llegaron antes?-

-Ellos pasaron a comprar unas cosas-bostecé y me acomodé en una mejor posición sobre el sofá

-Espero que no se le olvide la leche en polvo…-escuché que Lucy murmuraba y después sus pasos alejándose de donde nosotros nos encontrábamos fue como música para mis oídos.

Solo tuve que volver a cerrar mis ojos para quedarme totalmente dormida.

Y me desperté sobresaltada porque escuché las risas de los demás. Entreabrí mis ojos y vi cuando James y Heinz pasaban a un lado del sofá y después me percaté de que Maxim y Claudio se detenían por un momento en la entrada de la fábrica para darse un beso en los labios. De inmediato fingí estar dormida en cuanto ambos se separaron, pero todavía alcancé a verlos sonreírse el uno al otro

Ellos…

¿Ellos de verdad estaban juntos?

-¿No puedes dormir Ana?-escuché la voz de Maxim y me decidí por permanecer con los ojos cerrados para que no me hiciera más preguntas…-Puedo escuchar el ritmo de tu respiración y latidos-escuché la voz de Maxim muy cerca de mi oído. Apreté con más fuerza mis párpados-Qué tierna…-sentí su mano sobre mi cabeza

-No la molestes, de seguro está muy cansada-escuché la voz de Claudio en un susurro

-Todos lo estamos. Me sorprende que tú no te veas tan mal-todavía escuché la voz de Maxim cerca de mí; seguramente estaba a un lado del sofá

-Conseguí dormir 6 horas anoche-

-Porque no quisiste hacer nada conmigo-dijo Maxim

-No ibas a soportar ni media ronda-Claudio le respondió todavía en susurros-Tenías los ojos rojos por el cansancio-escuché la risa de Maxim

-No todo lo tengo que hacer yo, cariño-Maxim respondió-Puedes dedicarte a brincar, brincar y brincar-

-No bromees-Claudio mencionó entre risas

-No es ninguna broma-Maxim dijo y después no escuché nada claro.

Me decidí en agudizar un poco mi oído y fui capaz de escuchar el típico sonido que se creaba cuando las personas se besaban. Me contraje al darme cuenta de que Claudio y Maxim se estaban besando otra vez sin importarles que alguien más, además de Tom y yo que estábamos “durmiendo” en la sala, los encontrara infraganti

-Espera…-Claudio murmuró

-¿Esperar?-Maxim le respondió y los sonidos de besos volvieron a resaltar-No creo llegar a tu habitación…-soltó una risita

-No podemos...-nació otro beso que duró demasiado tiempo a mi parecer-No podemos hacerlo aquí-

-¿Por qué no?-Maxim murmuró

-No seas idiota-el susurro de Claudio tuvo un tono más alto-Ellos están aquí-otro silencio apareció. Ese sí fue silencio

-Están durmiendo ¿No te atreves?-Maxim respondió como si nada y yo me alarmé

¿Qué pensaban hacer esos dos?

-No es sobre atreverse o no-la voz de Claudio se movió a otra zona de la sala-Tom es demasiado entrometido-explicó y estuve a nada de reírme

-Podemos incluirlos. A los dos-hubo un corto silencio-Ya sabes, podría ser un secreto de cuatro-

-Agh-ese sonido provino de Claudio-No-

-¿Por qué solo me quieres tener para ti? Es malo ser codicioso-

-Si quieres compartirte con otros, es tu problema. A mí, no me incluyas-

-¿Me dejarías marchar tan rápido? ¿No lucharías ni un poco por mí?-hubo silencio y después escuché pasos y más sonidos de besos-Hagámoslo aquí. Están dormidos-escuché el murmullo de Maxim-Sería como una aventura-el tono tan sugestivo que estaba utilizando provocó que me erizara-Ana podría estar dispuesta en participar…-me encogí sobre mí misma.

Ya iban dos veces que me mencionaba…

¿Acaso Maxim sabía que estaba despierta?

¡¿Cómo?!

-No-Claudio negó-Vamos arriba-escuché la risa de Maxim y los pasos de ambos al alejarse.

No quise moverme ni cuando todavía escuchaba sus murmullos y pasos sobre las escaleras.

Solo hasta que la sala se quedó en silencio total me atreví en abrir un ojo. Di un rápido vistazo a mi alrededor y cuando por fin me encontré sola, pude suspirar con alivio. Me enderecé y observé hacia el otro sofá en donde Tom estaba acostado.

Lo encontré con un rostro de espanto y con los ojos abiertos de sobremanera. En cuanto cruzamos miradas, él se enderezó como si de un resorte se tratara

-¿Ellos están saliendo?-su rostro de sorpresa se deformó aún más-No puede ser…-murmuró-¿Cómo sucedió? ¿Sabes algo?-elevé ambos hombros

-No sé nada-lo mejor era fingir para evitar que Tom me preguntara de todo. Además de que yo en verdad no sabía nada, solo los había visto aquella vez en el cuarto de lavado y como habíamos estado muy ocupados con la información de los laboratorios que Sean nos pedía, ni siquiera podía pensar en cómo me iba a vestir al día siguiente.

Solo quería dormir o morirme; cualquier cosa que llegara primero me iba a servir

-Claro que sabes algo. De seguro-Tom se levantó del sofá y yo también

-No sé nada, no seas un entrometido-

-Pero… ¿Ellos? ¿Claudio y Maxim juntos?-sonrió-Es imposible. Ni siquiera se hablan cuando están con nosotros-

-Claudio es más discreto ¿No lo escuchaste justo ahora?-

-Querían que tú…-dudó

-Cállate. Ni loca-

-Maxim es un pervertido-Tom dijo y me reí

-Mira quien lo dice-coloqué mis puños en mi cadera y lo observé con una sonrisa

-Hablo en serio. Maxim es un pervertido. Incluso dijo que debían… hacerlo aquí-dio un grito ahogada-¿Te imaginas?-negó varias veces

-Te hubiera gustado ver-sonreí-¿Qué digo? Te hubiera gustado ser partícipe-me carcajeé y Tom solo hizo una mueca de disgusto

-Creí que estaban cansados-Tom y yo observamos hacia donde la voz de Heinz provenía y lo encontramos saliendo de la cocina

-Y yo lo estoy-le respondí mientras volvía a tomar asiento sobre el sofá para frotar mi rostro con ambas manos

-Yo también-Tom me imitó

-No lo parecen-Heinz sonrió-Incluso pueden darse un tiempo para reír-sonrió mientras tomaba asiento a mi lado

-Solo es algo momentáneo-murmuré y lo observé de reojo ¿Él sabrá algo sobre la relación de Maxim y Claudio? Bueno, de todos, era el más cercano a Maxim. Seguramente sabía algo

-¿Sabías que Maxim y Claudio están juntos?-de inmediato observé a Tom y solo moví mis labios para decirle “Bocón”-¿Qué?-él elevó ambos hombros

-Sí-Heinz le respondió-Como sus poderes se parecen, ellos trabajan bien en pareja ¿Por qué lo preguntas?-observé a Tom y le indiqué que guardara silencio

-No… por nada-Tom respondió

-Bueno…-Heinz se levantó del sofá-No sé ustedes, pero yo voy a darme un baño. Lo necesito-se estiró y empezó a caminar rumbo a las escaleras-¿Ustedes?-Tom y yo le prestamos atención

-Yo lo haré más tarde. Por ahora voy a comer algo-Tom le respondió

-Nos vemos en la cena-Heinz se despidió y empezó a subir las escaleras rumbo a su habitación

-No seas idiota, imbécil-le recriminé a Tom cuando volvimos a quedarnos solos

-¿Qué hice?-elevó ambos como si nada

-¿Qué hice?-lo imité-No te metas en donde no te llaman-él volvió a levantarse del sofá

-Mejor me voy. Todos estamos cansados y estamos a nada de golpearnos-murmuró y lo vi ingresar a la cocina.

Cuando me quedé sola, por fin me deshice de las molestas botas y me desparramé por completo sobre el sofá.

Sean nos estaba volviendo locos y lo peor, es que él todavía se encontraba en Múnich.

Él nos estaba pidiendo información detallada en la que, aparte de que arriesgábamos el físico, también nos veíamos en la tarea de buscar de entre toda esa información que conseguíamos, las relaciones que existían entre laboratorios para saber qué laboratorio tenía o tiene relaciones con el de la “zona cero”.

Y hasta el momento, no teníamos nada.

Cada laboratorio trabajaba por su cuenta y solo mantenía relaciones con el gobierno mientras que uno que otro laboratorio trabajaba en conjunto con algunos laboratorios de otros países, pero nada más.

Todos habíamos estado inclinados en la búsqueda de información, pero Sean, hace una semana y media nos había dado nuevas instrucciones en las que debíamos realizar algunos escapes masivos o daños en el sistema de los laboratorios que él nos indicaba.

Eran laboratorios que bien sus instalaciones tenían poco mantenimiento o eran laboratorios más clandestinos que los clandestinos porque trabajaban con inversión privada y no informaban de nada al gobierno. En escapes masivos apenas llevábamos 3 y ya notábamos los cambios que Sean nos había dicho.

El más notable era que los laboratorios empezaban a comunicarse entre ellos para intentar “unir fuerzas” y encontrar a los responsables, pero por culpa de sus diversos intereses, ellos no conseguían ponerse de acuerdo en cómo debían actuar. Estaba pasando justamente lo que Sean nos había dicho.

Los escapes masivos no iban más allá de las 70 personas porque Sean nos mandaba a laboratorios que contaban con casi las mismas características. Por ejemplo, que ya laboraban con un sistema fuera de funcionamiento en el mercado o que su personal era escaso y los experimentos que tenían encerrados vivían en muy malas condiciones.

Poco a poco, Sean estaba llevando a cabo un plan que, a mi parecer, era increíble. Él quería terminar con todos esos laboratorios definitivamente y nosotros también estábamos a favor de la causa. No podía esperar a vivir los resultados finales de todo lo que estábamos haciendo paulatinamente.

Era algo demasiado agotador y estresante, pero a mí me gustaba el objetivo que estábamos persiguiendo además de que así me entretenía y daba buen “mantenimiento” a mis poderes.

Justo en ese momento, todos nos encontrábamos en la fábrica porque las nuevas indicaciones de Sean iban a llegarnos en una semana y yo no podía con la emoción porque estaba segura de que algo grande se aproximaba.

 

Narra Iván

Serví mi primera taza con café del día y le di dos cortos sorbos para después colocarme mi bata.

Eran las 6:30 de la mañana, pero ya me encontraba en mi oficina porque quería ver con mis propios ojos lo que Johann me había mencionado el día anterior.

“Llega a las 7 en punto de la mañana y se queda de pie frente al ventanal; parece que no respira y tampoco parpadea. Después de una hora Sean se va y regresa a las 6 de la tarde para hacer la misma rutina de la mañana”

Johann me había puesto al tanto de “ese dato curioso” cuando me entregó el informe que le había pedido sobre lo que había investigado y descubierto con respecto al cambio genético que existía en Daniel. Como era un tema demasiado especial, la información todavía no salía de Johann y de mí.

Pero si Sean desconocía esos datos, yo mismo iba a compartírselos en menos de una hora.

Terminé mi café y volví a salir de mi oficina

-Buenos días doctor-una enfermera me saludó

-Buenos días-le regresé el saludo y continué con mi camino.

Firmé algunos papeles en recepción e intercambié palabras con uno que otro doctor y enfermeras que me encontré hasta que por fin llegué a la zona de cuidados intensivos en donde Daniel se encontraba. Di vuelta hacia el pasillo en donde su habitación estaba ubicada y encontré lo que Johann me había mencionado.

Sean estaba de pie frente al ventanal. No hacía nada más que estar observando hacia el interior en donde Daniel estaba recuperándose.

Disminuí mi paso para observarlo con detenimiento.

Él permanecía con la espalda recta y las piernas ligeramente separadas. Era una posición bastante común en aquellos que eran seguros de sí mismos y que estaban listos para actuar ante cualquier eventualidad. Su debilidad era que se encontraba demasiado ensimismado en el examen visual que estaba dándole a Daniel

-Sean-lo llamé en cuanto llegué a su lado. Él me dio una mirada fugaz de reojo y después por fin lo vi “volver a la realidad”. Giró solo un poco su cuerpo hacia mí

-Doctor-dijo a modo de saludo

-Veo que estás aprovechando muy bien el permiso especial de visitas que te di-giré para quedar de frente al ventanal.

El permiso especial consistía en un gafete que decía “visita libre”, el cual otorgaba ingreso a las instalaciones del hospital a cualquier hora y día de la semana sin restricciones de ningún tipo; sólo los familiares del personal que laboraba en el hospital podían tener acceso a ese tipo de gafete, pero también lo conseguía quien tuviera algo muy bueno para ofrecer.

Había hecho una gran excepción con Sean y se lo entregué una semana atrás; gracias a Johann me enteré que lo estaba utilizando muy bien

-Sí, gracias-Sean me observó por un momento, pero después su mirada regresó al otro lado del ventanal.

Ambos nos quedamos en silencio mientras observábamos a Daniel. Su habitación no había cambiado en nada más que en el color de la manta de algodón que lo cubría y la posición de las almohadas que lo rodeaban

-¿Ya desayunaste?-interrumpí de nuevo los pensamientos de Sean

-No-murmuró sin despegar su mirada de Daniel

-¿Gustas acompañarme a la cafetería?-ofrecí

-No, gracias-lo observé durante un momento.

De verdad que… el chico era alguien complicado.

Lo había tratado muy poco, demasiado poco y yo no era de los que juzgaban a las personas por la primera o segunda o tercera o cuarta impresión que me daban, pero él… parecía alguien lejano a todos. Demasiado aparte de todo.

¿Cuál era la relación que tenía con Daniel?

¿Por qué él…

Observé hacia donde Daniel continuaba entre inconsciente, sedado y dormido ¿Por qué Sean estaba tan al tanto de Daniel?

-Vamos. Podría ser interesante-dije como primer y último intento para convencerlo y di media vuelta.

Los pasos de Sean no tardaron en escucharse detrás de mí.

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-¿Y qué es lo que podría interesarme?-Sean preguntó después de que ambos hicimos nuestros pedidos al mesero de la cafetería. Sean se había decidido por un café expresó y yo lo imité

-Recibimos la noticia de que el nuevo injerto viene en camino-su boca se entreabrió apenas un poco. Fue un movimiento casi imperceptible-Hoy se analizará el progreso de mejoría que tiene la muñeca izquierda y esperamos que en este segundo intento el injerto sea aceptado-sonreí de lado-¿Tienes alguna pregunta?-entrelacé mis manos sobre la mesa y lo observé en silencio.

Sean continuaba con la espalda recta, la barbilla elevada y suponía que sus manos descansaban sobre sus muslos. Él no parecía ser alguien que se alterara demasiado ante lo menos imprevisto

-¿Quién lo donó?-realizó su pregunta justo cuando el mesero nos entregaba las bebidas. Tomé mi taza y le di un sorbo antes de contestar

-Una jovencita que pereció en un accidente automovilístico. Tenía 16 años-me sabía esos datos porque yo fui el responsable de revisar y firmar los documentos correspondientes para el traslado del órgano-La cruz roja es muy útil en estos casos porque con sus campañas de “Firma y ayuda cuando ya no estés aquí” se intenta persuadir a las personas de que la donación es algo muy humano y necesario. La señorita había firmado su permiso de donación en caso de accidente o muerte por enfermedad hace 1 año-di otro sorbo a mi café-Una decisión muy acertada ¿No lo crees?-lo observé con atención.

Sean suspiró y su mirada se enfocó por un momento en el exterior de la cafetería

-Sí-dijo y su mirada regresó a mí-Sí-repitió.

Estuve seguro de que Sean agradeció mentalmente a aquella jovencita de la que no sabía ni su nombre, ni cómo era, ni nada.

A veces, eso llegaba a suceder.

Exhalé ruidosamente y estiré mis piernas bajo la mesa

-Analizaremos la respuesta que el cuerpo de Daniel presente ante el nuevo injerto y el tiempo que continúe internado dependerá de los resultados que obtengamos-tomé descuidadamente la oreja de mi taza para darle unas cuantas vueltas hasta que me decidí por dar un sorbo largo a mi café-Escucha Sean, Daniel está cerca de ser dado de alta. Cuando menos te lo esperes, todos ustedes recibirán muy buenas noticias-le aseguré-Pero quiero facilitarte algunas recomendaciones porque dar el alta a Daniel, no significará que él se encuentre recuperado-

-¿De qué habla?-sus ojos se entrecerraron

-Daniel sufrió tortura-lo observé a los ojos-Y es verdad que el cuerpo se recupera tarde o temprano, pero hay algo que no se debe ignorar-con mi dedo índice, di tres golpecitos a mi sien-La mente, es débil. Demasiado frágil-continué con el contacto visual-Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos-Sean frunció el entrecejo-Va a ser complicado porque los que sufrimos tortura, tarde o temprano necesitamos de alguien que esté a nuestro lado. Que nos escuche y nos comprenda sin tener que hacer demasiadas preguntas-asentí varias veces. Estaba convencido de que Sean entendía mis palabras-Sean-me incliné hacia el frente-Daniel necesitó de los conocimiento, de la ciencia, de la investigación y de todos nosotros en estos meses, pero una vez que salga, él va a necesitar de ti más que a nadie en el mundo ¿Comprendes lo que te estoy diciendo?-Sean asintió

-Sí. Lo comprendo-dio un sorbo a su café-Gracias-sonreí. Él de verdad que era un tipo bastante peculiar

-Bien-regresé a mi posición inicial-Johann me dijo que ya estás enterado de los cambios que observó en Daniel ¿Es así?-Sean asintió-¿Tenías alguna idea de ello?-él relamió sus labios

-Tenía una idea muy vaga-sonrió un poco-Daniel siempre fue el interés de muchos así que esto es la respuesta complementaria del porqué-

-Es increíble-acepté-Bastante increíble-reafirmé-Vayamos a mi oficina, tengo más cosas que platicar contigo-terminamos con los cafés y nos levantamos de nuestros asientos-¿Tienes algo que hacer hoy?-los dos salimos de la cafetería

-No-sonrió de lado-Soy un freelancer-no pude evitar reír con ganas

-Ay muchacho-di unas cuantas palmadas a su hombro-No entiendo por qué a James no le agradas tanto-

-Es algo mutuo-respondió sinceramente sin preguntar del cómo había llegado a esa conclusión. Conclusión a la que llegué con tan solo verlos interactuar un par de veces

-¿No extrañas a los demás? Ya has pasado varios meses solo en Alemania-

-No realmente-negó un poco

-Me agradas-sonreí-He revisado la cantidad de dinero que tendrán que pagar al final, pero ahora creo que le disminuiré un poco-Sean sonrió

-Eso se escucha bien-ambos continuamos rumbo a mi oficina.

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2 meses y medio después

Narra Ana

Me reí con ganas al escuchar los comentarios estúpidos que se les ocurrían a Heinz, August y Tom. Cuando los tres estaban juntos eran una bomba de diversión asegurada porque se molestaban mutuamente con ofensas que daban risa y de verdad que era muy entretenido verlos.

Ni siquiera porque estábamos cerca de las 11 de la noche ellos dejaban de bromear. Siempre tenían humor a cualquier hora del día y parecía que nunca se cansaban. Incluso me atrevía a decir que se alimentaban y recobraban fuerzas con las risas que provocaban en todos nosotros

-¿Me puedes servir un poco más de setas, Ana?-Lucy extendió su plato casi vacío hacia mí y yo me levanté de mi asiento para servirle un poco más de la cena que ella y James habían preparado para todos nosotros.

Los ocho nos encontrábamos cenando juntos por primera vez después de que cada uno había estado ocupado con sus respectivas actividades.

Maxim, Heinz, Claudio, Tom, August y yo continuábamos cumpliendo con las indicaciones que Sean nos mandaba desde Alemania, las cuales continuaban siendo escapes masivos, pero ahora se había agregado una nueva actividad de la que Sean se encargaba al trabajarla a distancia. Nosotros solo nos enfocábamos en realizar interconexiones con los sistemas de los laboratorios para que Sean hiciera su parte.

No teníamos ninguna idea de lo que Sean hacía, pero Maxim tenía una teoría: Sean estaba hurtando algo. No sabíamos si era información o datos o estadísticas o ni idea, pero preferíamos no preguntar demasiado y solo nos enfocábamos en lo que se nos indicaba.

Otro motivo por el que nos encontrábamos teniendo una cena agradable en esos momentos era por las dos noticias que Sean nos compartió 1 día atrás por medio de una llamada.

Escena Retrospectiva (Flash Back)

Claudio, Maxim, Heinz y yo nos encontrábamos viendo una película en la sala de la fábrica. Estábamos aburridos porque Sean llevaba dos días sin darnos nuevas indicaciones así que habíamos decido tener una noche de películas para pasar el tiempo.

James y Lucy estaban en su habitación intentando calmar el llanto de Ben que tenía desde esa tarde. Según el diagnóstico de James, Ben tenía cólicos.

Tom y August se encontraban durmiendo en sus habitaciones, pero era cuestión de minutos para que se unieran a nosotros porque llevaban durmiendo toda la tarde y la comida nos hacía levantarnos por muy cansados que estuviéramos.

Los cuatro reímos cuando pasó una escena bastante graciosa en la película y continuamos prestándole atención hasta que el tono de un celular nos hizo reaccionar

-Es Sean…-Maxim mencionó a mi lado y todos le prestamos atención. Lo vimos tomar su celular

-No me digas que a estas horas quiere que hagamos algo-Heinz se quejó

-Shhhh-Maxim lo mandó a callar y respondió la llamada-Hola, Sean-hubo un silencio muy corto-¿¡De verdad!?-me asusté ante el repentino grito que Maxim dio. Él se levantó del sofá con brusquedad-Increíble…-murmuró y continuó escuchando con atención lo que Sean le decía hasta que hizo una pausa para hablar hacia nosotros-Dany fue dado de alta-dijo en un murmuro y al parecer regresamos a la vida porque todos nos levantamos en un santiamén mientras Maxim continuaba escuchando a Sean

-¿Qué? ¿De verdad?-pregunté con emoción

-Ya era tiempo…-dijo Claudio con una sonrisa en su rostro y continuamos observando a Maxim que prestaba demasiada atención a lo que Sean estaba diciéndole

-Sí, aquí está-dijo Maxim mientras me observaba-Ana, Sean quiere hablar contigo-extendió su teléfono celular hacia mí

-¿Yo?-murmuré mientras tomaba el celular y lo colocaba cerca de mi oreja. Claudio, Heinz y Maxim hablaron entre ellos con emoción sobre la reciente noticia.

Heinz no tardó en salir disparado hacia las escaleras para, seguramente, dar a conocer la buena noticia a los demás

-¿Ana?-escuché la voz de Sean al otro lado de la línea

-Aquí estoy-respondí-Dime-me alejé un poco de la plática acaramelada que Maxim empezaba a tener con Claudio. Ya que yo era su “cómplice”, ahora podían actuar como sea frente a mí

-¿Has revisado los campos de protección que tienen en la fábrica?-pensé por un momento

-Sí, los he revisado cada que tengo tiempo-afirmé porque siempre me tomaba unos minutos del día para revisar los mecanismos que me mandaban las señales en tiempo real de todo lo que sucedía alrededor de la fábrica-¿Por qué?-

-Revísalos y dales un último mantenimiento-pasé saliva-Mañana les enviaré por correo nuevas indicaciones y más información-

-¿Qué?-murmuré y apreté con fuerza el celular-Sean ¿Por qué…-

-El gobierno y un laboratorio consiguieron la ubicación de la fábrica. Es cuestión de tiempo para que actúen en contra de ustedes-¿Qué?

-Les avisaré a los demás-

-Revisen los campos de seguridad y pónganse de acuerdo en la estrategia que utilizarán cuando se vayan de la fábrica-

-¿Irnos?-observé hacia donde Maxim y Claudio estaban. Ambos me observaban-¿Definitivamente?-

-Ana ¿Qué sentido tendría quedarse? Ellos ya saben la ubicación-

-No tenemos un lugar a donde ir-mencioné con obviedad

-Háganlo-mordí mi labio inferior-Mañana recibirán información que les va a ser útil. Estamos en contacto-Sean terminó con la llamada y le regresé su celular a Maxim

-¿Qué te dijo?-Maxim me preguntó

-Debemos…-

-¿¡Es cierto!?-el grito que Lucy dio desde la mitad de las escaleras consiguió interrumpirme-¿¡Es cierto que Dany fue dado de alta!?-preguntó con emoción desbordante

-¡Sí!-Maxim le respondió con una sonrisa mientras Lucy bajaba las escaleras y James la seguía con Ben en brazos-Sean acaba de llamarnos-me observó de reojo, pero su atención regresó a Lucy y James que ya estaban a nuestro lado

-Es increíble. Me alegro mucho-la sonrisa de Lucy era enorme-Por fin…-suspiró hondamente mientras Tom y August se unían a nosotros.

Los comentarios positivos no tardaron en crearse por todos lados.

¿Cómo?

¿Cómo estando tan felices iba a conseguir decirles que debíamos dejar la fábrica?

¿¡Cómo!?

-Ana-presté atención a las voz de Maxim que sobresalió de entre los comentarios que Tom y Lucy decían sobre la próxima llegada de Dany a la fábrica…-¿Qué más te dijo Sean?-las palabras alegres de Lucy y de Tom se detuvieron. Todos me prestaron atención

-Debemos dejar la fábrica cuanto antes-anuncié y un nudo se creó en mi estómago y garganta-Nos encontraron-

Fin Escena Retrospectiva (Flash back)

Esos dos nudos continuaban en mí.

Después de que di las malas noticias, decidimos reunirnos en la sala para empezar con el plan y durante la madrugada nos dimos a la tarea de revisar la seguridad que los campos proporcionaban.

Cuando dieron más de las 3 de la madrugada, Maxim se quedó a hacer la primera guardia mientras todos intentábamos descansar, pero nadie lo consiguió.

A las 9 de la mañana, cada uno de nosotros se dedicó en guardar las pertenencias que queríamos llevar al nuevo lugar que Sean nos había conseguido en Alemania, porque sí, debíamos salir definitivamente de Rusia. Cuando Maxim y yo revisamos el mensaje que Sean envió, nos encontramos con una clave para el retiro de dinero en efectivo, el cual iba a servirnos para comprar nuestros boletos de avión; también venía incluida la dirección del nuevo lugar en donde íbamos a quedarnos.

Justo en ese momento, estábamos llevando a cabo nuestra última cena en la fábrica. Habíamos decidido que no podíamos esperar más días a pesar de que ya contábamos con un plan; esa noche nos íbamos para siempre. Por supuesto que no todo era tristeza porque decidimos celebrar la noticia del alta que le dieron a Dany. Todavía no sabíamos los detalles, pero esperábamos saberlos en cuanto llegáramos a Alemania.

Serví en el plato de Lucy las setas extras que me había pedido y al mismo tiempo mi celular vibró en mi bolsillo derecho. Dejé a un lado el plato y tomé mi celular para revisar las notificaciones y me encontré con una señal de alarma por parte de uno de los campos de protección que la fábrica tenía alrededor. Esa mañana había conseguido conectar las señales que llegaban a mi computadora para que también me llegaran al celular en forma de notificaciones.

No me dio tiempo ni de leer la notificación cuando algo rozó mi brazo.

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer <3


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