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73. Navidad con los Moon (34) por dayanstyle

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Min Woo estaba fuera de la cafetería, viendo cómo Sanghoon actuaba su escena frente a la cámara. Vio a Jongin acercarse y puso los ojos en blanco. Nada bueno venía de la   mayoría de las visitas del hombre.

—Te dije que estaría fuera de la ciudad el día después de Navidad. —Tomó un sorbo de su café, mirando a Sanghoon, haciendo caso omiso al Alfa. Jongin no parecía  perturbado por el tono mordaz de Min Woo mientras permanecía de pie junto a él—. El doctor Bae Yong Joon me dice que te dio los pergaminos.

Min Woo asintió. —Lo hizo.

 

Eran tres días antes de Navidad. Los compradores se movían alrededor de las barricadas, manteniéndose al margen de la escena mientras se apresuraban a hacer sus compras. —¿Los has leído? —preguntó Jongin.

—Lo hice.

 —Hablé con Seung Hyun y le expliqué lo que pasó con Jong Hoon—dijo Jongin—. Él no tiene nada contra Sanghoon.

 

Min Woo inhaló. —No me importa si lo tiene. No fue culpa de Sanghoon.

Inclinando la cabeza hacia un lado, Jongin lo miró.  — Tu actitud es desagradable, no está ayudando a que cambie de opinión.

Con un movimiento deliberadamente informal, Min Woo se giró hacia Jongin. —Tengo razón para ser mordaz. He sido juzgado y condenado solo por ser una especie temida. Nadie se ha tomado el tiempo para llegar a conocerme como persona. ¿Qué excusa tienes para tu jodida actitud?

Jongin se quedó en silencio mientras ambos miraban a los actores. El Alfa señaló con la cabeza hacia el grupo. — Esos actores probablemente pasan horas ensayando sus líneas y practicando sus movimientos para una película que va a durar una hora y cuarenta y cinco minutos.

Min Woo se encogió de hombros impaciente. —¿Y?

 

—Trata con toda la vida —respondió Jongin—. Con todo el valor, con todo el esfuerzo que la mayoría de los hombres ponen para ser el agente de su propio destino, nos quedamos cortos. Amo a mi pueblo, Min Woo. Amo a mi familia. Hago mi mejor esfuerzo para hacer lo correcto, pero, a pesar de que soy un shifter lobo, soy humano.

Jongin extendió las manos y se encogió de hombros. — Puedo ser influenciado por los prejuicios de mi padre tan fácilmente como cualquier otro.

Min Woo arqueó las cejas inquisitivamente. —¿Eso es una disculpa?

—Tómalo como quieras. —Jongin se recostó contra la pared detrás de él—. Pero si leíste los pergaminos entonces sabes que no puedo rescindir mi exigencia de que salgas del pueblo.

Min Woo lo sabía. Había leído los pergaminos. Si un no humano mordía a un Loup Garou en su forma cambiada, entonces el no-humano pronto se convertía en uno de los más temidos. Sanghoon iba a pasar por un cambio pronto. Iba a ser un Loup Garou. Él aún conservaría todas sus cualidades de vampiro, pero sería capaz de cambiar, ser más fuerte, y tener el poder de sanar.

 

No sería seguro para Sanghoon estar cerca de una ciudad poblada hasta que aprendiera a controlar su bestia. No era seguro que Min Woo estuviera aquí. Sabía eso ahora. Podía sentir su agresividad cada día más fuerte. Min Woo sólo esperaba poder aguantar el tiempo suficiente para que Sanghoon pudiera tener la Navidad de la que había hablado tener con los Moon.

—Kris se equivocó cuando te llevó a esa tienda de muebles después del fuego —dijo Jongin—. No tienes que cambiar para sanar. Esa capacidad ya está dentro de ti.

Min Woo miró al hombre. —¿Sabes que aún me pareces un imbécil?

Jongin le dio a Min Woo una sonrisa cínica. —No estoy en esto para ganar un concurso de popularidad. Mi familia y mi pueblo son lo primero y haré lo que sea necesario para protegerlos.

Min Woo inclinó la cabeza. —Lo siento, hombre. —Debido a que Min Woo haría lo que fuera necesario para mantener a salvo a Sanghoon.

—Hasta que nos volvamos a encontrar. —Jongin se alejó en dirección a su camioneta. Aunque el hombre era un auténtico imbécil, Min Woo tenía que respetarlo. Jongin no se contenía y no dudaba en proteger a las personas que más quería.

Sanghoon se acercó a él después de la última toma. Parecía exhausto pero feliz por el brillo de sus ojos y el rubor tiñendo sus mejillas. Besó a Min Woo y luego dijo: —Voy a la cafetería para hablar con Jong Hoon. A pesar de que su ataque no fue mi culpa, aún siento que le debo una disculpa.

Y esa era una de las razones por las que Min Woo amaba a Sanghoon. Apartó un largo mechón de cabello oscuro de Sanghoon mientras le sonreía. —Te esperaré aquí afuera.

 

Había una cosa que Min Woo tenía que hacer y no quería que Sanghoon se involucrara. Una vez que su pareja estuvo a salvo en el interior de la cafetería, Min Woo se acercó a Vick. El copropietario estaba de pie junto a la mesa donde estaba la cafetera mientras hojeaba su libreta.

Min Woo llegó detrás del hombre. —Sé que secuestraste a esos niños. Si me dices dónde están, prometo no destriparte.

Vick se giró, sus oscuras cejas inclinadas en un ceño fruncido encima de sus lentes de concha. —¿De qué infiernos estás hablando?

A la mierda la sutileza. Min Woo agarró a Vick de la parte frontal de la chaqueta y lo estrelló contra la mesa. —Cuatro adolescentes han desaparecido, todos ellos dejando una nota diciendo que habían huido a Hollywood. ¡Eso es una mierda! —Min Woo envolvió su mano alrededor de la garganta de Vick, apretando—. Dime lo que has hecho con ellos.

—No sé de qué me estás hablando. ¡Lo juro!

 

El hombre debería haber sido actor porque su actuación fue creíble. Min Woo deseó tener una manera de saber si Vick le estaba diciendo la verdad o no.

Sanghoon apareció al lado de Min Woo, jalando el brazo de Min Woo.

—¿Qué estás haciendo?

 

Por esto no quería a su pareja involucrada. —Cuatro adolescentes han desaparecido y Vick aquí va a decirme lo que hizo con ellos.

Sanghoon frunció el ceño ante Vick. —¿Es eso cierto?

 

—No—dijo Vick mientras negaba con la cabeza, y la mano de Min Woo se apretaba alrededor de la garganta del   hombre—. ¡Estoy diciendo la verdad!

 

Inclinándose, Sanghoon le susurró: —Puedo ver en su mente y ver si está mintiendo.

Min Woo echó la cabeza hacia atrás. —¿Puedes hacer eso?

 

Su pareja no le respondió. En su lugar, se quedó mirando a los ojos de Vick. Sanghoon no dijo una palabra. Se quedó congelado, como si estuviera en trance. Los ojos de Vick se ensancharon cuando su cuerpo comenzó a temblar. Min Woo los miraba, esperando el veredicto de Sanghoon.

Para la mayoría de los hombres, esto hubiera sido una situación extraña. Pero Min Woo estaba empezando a aceptar esto como la norma. Su comprensión del mundo no humano se estaba expandiendo y sabía que tenía mucho que aprender. Pero si Sanghoon podía averiguar dónde estaban esos adolescentes, su capacidad agilizaría la búsqueda.

Sanghoon se echó hacia atrás. —Está diciendo la verdad. Vick no tiene idea de dónde están. —Sanghoon metió un dedo en el pecho de Vick—. Pero sospecha quién está detrás de las desapariciones.

Min Woo aplicó más presión a la garganta de Vick, observando que el rostro del hombre se volvió rojizo. —Dime.

Vick no dijo una palabra, pero su mirada fue hacia donde estaba Cam Gigandet de pie. Los labios entreabiertos de Min Woo se llenaron de incredulidad. Cam tenía que ser uno de los mejores chicos que Min Woo había conocido. No había manera de que pudiera ser un monstruo. Con todos los años de entrenamiento en su haber, el cerebro psicológico de Min Woo había sido engañado.

Cuando Min Woo miró a Cam, vio la cara de Clyde. Vio al único hombre que no pudo salvar. El darse cuenta de eso lo golpeó duro.

 

—¿Min Woo? —Sanghoon llevó la mano al antebrazo de Min Woo—. Suelta a Vick antes de que lo mates.

 

Min Woo lo soltó. Vick se puso de pie, frotándose el cuello. Los ojos del hombre estaban muy abiertos mientras miraba a Sanghoon, dando un paso atrás, y luego otro. —No sé qué tipo de juegos locos ustedes dos están jugando, pero déjenme fuera de eso.

Sanghoon se giró hacia Min Woo mientras Vick huía. —¿Por qué te ves como si hubieras visto un fantasma?

Cam miró en dirección a Vick y luego giró su mirada hacia Min Woo. Sus cejas se fruncieron por un momento y luego sonrió antes de volverse hacia el adolescente con el que estaba hablando.

Min Woo tragó con fuerza, sintiendo los demonios de su pasado regresar. —Tenía mi propia práctica.

—¿Hasta qué? —Sanghoon preguntó.

 

Las manos de Min Woo temblaban mientras apartaba los largos mechones de delante de sus ojos. —Hasta que Clyde Monroe llegó a mi vida. Él era un alma perdida que no pude   salvar. Al final, él mató a su familia y luego se suicidó.

Sanghoon se veía horrorizado. —¿Por qué Cam te recuerda a él?

Min Woo envolvió sus brazos alrededor de su pecho, sintiendo una ola de frío bajo su piel. —Porque yo no vi al monstruo dentro de Clyde, como no me permití ver al monstruo dentro de Cam.

—¿Eres un superhéroe?

 

Sacudiendo la cabeza, Min Woo miró a Sanghoon, confundido. — No, ¿por qué?

Moviendo sus brazos alrededor de la cintura de Min Woo, Sanghoon lo abrazó con fuerza.

—Porque no puedes salvarlos a todos. Hay algunos monstruos que van a deslizarse bajo el radar y hay que aprender a aceptarlo. Por mucho que me encantaría tener un mundo en paz, la verdad es que vivimos en un lugar muy violento.

—Eso no es tranquilizador.

 

Sanghoon pasó los dedos por la mandíbula de Min Woo. —Pero aún hay una gran cantidad de bien en el mundo. Eso lo aprendí de mis hermanos, de los Moon, y —Sanghoon le dio a Min Woo un dulce, lento beso — de ti.

Min Woo vio a Cam entregar al adolescente una hoja de papel antes de que el adolescente se alejara. —Tenemos que seguirlo.

—¡Al Batimóvil! —Sanghoon gritó en voz baja.

 —Eres extraño, amiguito —dijo Min Woo, mientras tomaba la mano de Sanghoon y lo llevaba hacia su camioneta. Min Woo luchó con la idea de pedir ayuda. Sabía que podía encargarse de Cam sin problema, pero no sabía a qué situación se estaba dirigiendo. Lo último que quería era que uno de esos adolescentes saliera lastimado.

Le entregó a Sanghoon su teléfono celular. —Llama a Eric y dile qué está pasando. Vamos a necesitar respaldo.

—Mi adrenalina está bombeando y siento ganas de vomitar al mismo tiempo. —Sanghoon tomó el teléfono y empezó a marcar—. Por favor, dime que no vamos a convertirnos en un dúo de lucha contra el crimen.

 

—Deja los malditos libros de historietas —dijo Min Woo mientras seguía a Cam.

—Pa, soy Sanghoon. —Su pareja habló por el teléfono—. Batman y yo estamos persiguiendo a un villano y necesitamos al clan del oso. —Sanghoon frunció el ceño—. No, no estoy drogado.

Min Woo gruñó mientras tomaba el teléfono. —Te lo explicaré todo cuando llegues aquí —le dijo a Eric—. Pero necesito ayuda para rescatar a cuatro adolescentes de alguien que los secuestró.

Pudo oír a Eric moverse en el fondo. —Sólo dime dónde y nos encontraremos.

Min Woo le dijo a Eric su ubicación actual. —Pero no tengo ni idea de hacia dónde nos dirigimos.

—No te preocupes, hijo. Mis chicos y yo vamos a estar contigo muy pronto. —Eric colgó.

—Él está en camino. —Min Woo desaceleró cuando Cam se detuvo en una calzada. Iban lo suficientemente lejos para no ser visto. Sus dedos se tensaron sobre el volante mientras miraba alrededor del patio descuidado.

Había un carro sin puertas a un lado y malas hierbas lo suficientemente altas como para tragarse el carro abandonado. Un gran contenedor de basura estaba a un lado de la casa y fue entonces cuando Min Woo notó el letrero en  el patio delantero.

Moon Compañía constructora.

 

—Oh, infiernos —susurró Sanghoon—. Esa es la casa que Jongin está rehabilitado para las personas sin hogar.

Eso no tiene ningún sentido. —¿Por qué Cam llevaría a alguien a un lugar donde pudiera ser capturado?

—Porque Doo Joon le dio a sus hombres la semana libre. No estoy seguro de cómo Cam se enteró, pero este es el lugar perfecto para esconder a alguien.

La casa se encontraba en un camino sin mucho tráfico. Min Woo había estado sentado allí durante diez minutos y no habían visto ningún otro carro.

—No puedo sentarme aquí y esperar.

 

Min Woo y Sanghoon salieron de la camioneta, moviéndose en silencio hacia la casa. Ambos se mantuvieron bajos hasta que llegaron al patio lateral. Min Woo avanzó para ver el interior por la ventana. Lo que vio le heló el alma. Los cuatro adolescentes estaban en una habitación, atados y con los ojos vendados. Había dos hombres armados apoyados contra las paredes opuestas, su expresión era de aburrimiento. También vio a Cam y a Vick en la habitación. —¿Pensé que dijiste que Vick no sabía nada acerca de esto? —Min Woo le susurró a Sanghoon.

Sanghoon se encogió de hombros. —Mi talento no es infalible. No soy tan viejo como Jaehyo, por lo tanto, aún estoy aprendiendo a ‘ver’ los pensamientos de otras personas.

Min Woo miró a Sanghoon. —Podrías haberme dicho eso antes de dejarlo ir.

—No preguntaste —susurró Sanghoon.

 

Min Woo giró la cabeza cuando oyó hablar a Cam. Volvió a mirar por la ventana para ver que Cam estaba hablando con Vick. —Llama al señor Samboria. Hazle saber que sólo tenemos cuatro adolescentes maduros para su subasta.

Vick clavó un dedo hacia Cam. —Te dije que no los tomaras. Deberías haber esperado a que termináramos la película. Ahora Min Woo está tras de ti.

La expresión de Cam se oscureció. —¿Qué quiere decir que está tras de mí?

Vick se metió las manos en los bolsillos delanteros, balanceándose sobre sus talones mientras le sonreía a Cam. —Porque soy muy bueno ocultando mi mano, querido hermano. Había planeado esta operación a la carta y la arruinaste por adelantarte.

Min Woo se agachó cuando Vick se giró hacia la ventana. Sanghoon se veía horrorizado por lo que había oído. — Secuestraron a esos niños para el mercado negro.

Sanghoon parecía mareado. —Lo he oído.

 

Mordiendo su labio, Min Woo dijo: —Hay dos hombres armados adentro. Tenemos que acabar con ellos primero.

Sanghoon lo miraba boquiabierto. —En caso de que se te escapara el aviso, no soy agente del FBI. —Hizo un gesto con la mano hacia la ventana—. No sé nada acerca de encargarme de los malos.

—Yo sí.

 

Min Woo y Sanghoon se giraron para ver a Eric y sus siete hijos de pie detrás del imponente hombre. Eric inclinó la barbilla hacia la casa.

—¿Has visto el interior?

 —No puedo creer que utilizaran esta casa —dijo con rabia uno de los Moon.

—Cálmate, Doo Joon —dijo Eric—. No había manera de que supieras que esto iba a pasar.

—Aun así —dijo Doo Joon mientras apretaba su mandíbula.

 

Min Woo le dijo a Eric lo que había visto. —Tenemos que sacar a los hombres armados. No voy a correr el riesgo de que esos adolescentes resulten heridos.

Lee Joon sacudió la cabeza. —Jongin va a romperlos en dos  por haberlo engañado.

Sí, y esperaba que el Alfa no crea que él estaba en eso. Min Woo se había sentado junto a Cam en la oficina del Alfa, tranquilizando a Jongin sobre la película. Min Woo ya se había enfrentado al Ultionem una vez.

«Joder si quiero enfrentarlos de nuevo».

 

Min Woo se había enfrentado a los líderes porque Sanghoon era inocente, pero el poder en esa habitación no le  había pasado desapercibidos. —¿Alguno tiene un plan?

—Esperamos hasta que Cam y Vick salgan —dijo Soo Hyun—. De esa forma reducimos el número de elementos hostiles.

Todo el mundo se dispersó cuando la puerta principal se abrió. Tomó todo lo que Min Woo tenía no sacar la mierda de Cam y Vick cuando los vio salir. Pero sabía que los dos no dejarían el pueblo. Tenían que terminar la película. Mientras que Min Woo jugara al bueno y dejara de hacer preguntas, Cam y Vick se quedarían.

Eric hizo un guiño a Min Woo cuando él se acercó. —Hay una sorpresa esperando a esos dos cuando regresen al pueblo.

Min Woo le sonrió a Eric. —¿Debo preguntar?

 

Eric se agachó y se dirigió hacia la parte trasera de la casa cuando uno de los guardias armados salía al porche delantero. Los dos hombres armados estaban separados. Esta era su oportunidad de tener a ambos en el suelo.

Confiando en que Eric y algunos de sus muchachos manejarían al hombre del interior, Min Woo, junto con Lee Joon y Doo Joon, se dirigieron hacia el hombre en el porche delantero.

Doo Joon apareció a la vista. —Disculpe. Estoy un poco perdido y necesito algunas direcciones.

El extraño se apoderó de la culata de la pistola que enfundó a su lado. —El pueblo está por ese camino. —Señaló con la cabeza hacia la Villa Kim.

Una amplia sonrisa se dibujó en la cara de Doo Joon. —Muy agradecido.

Min Woo había rodeado la casa y había logrado colarse en silencio, subió al porche y se paró justo detrás del extraño. Min Woo se estrelló contra el hombre, empujándolo hacia abajo hacia el porche mientras agarraba la pistola de la funda. — No vas a necesitar eso. —Inclinó su brazo hacia atrás y dio un  puñetazo en el lado de la cabeza al hombre—. Eso es por la jodida mierda que le diste a esos adolescentes.

Lee Joon y Doo Joon entraron en la casa mientras Sanghoon se acercaba al porche. —Parece que no necesitas un  compañero.

Min Woo ladeó la cabeza. —Bebé, siempre te necesito.

 

Los ojos de Sanghoon lo recorrieron. —Realmente eres un superhéroe. —La piel de su pareja se sonrojó—. Al menos ante mis ojos.

Min Woo se sentía de tres metros e indestructible, mientras su rostro se calentaba por la manera en que Sanghoon lo   estaba mirando. Su cuerpo se ruborizó y un hormigueo recorrió sus brazos para sostener a su pareja.

Pero primero, tenía que hacerse cargo del imbécil que había inmovilizado. Y entonces... Bueno, iba a clavar a Sanghoon y mostrarle al hombre lo mucho que apreciaba el cumplido.

 

 

Continuara...

 


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