Kwang Jin salió del burdel donde había escogido unos pocos donantes de sangre humanas. Ellos simplemente no lo sabian todavía. Siendo uno de los ancianos tenía sus ventajas.
"Que vengan a esta dirección." Kwang Jin entregó al hombre a cargo de su tarjeta de visita.
"Ya lo tienes." El ser humano sonrió, pero todos Kwang Jin podía ver en los ojos del humano era pura codicia. Todavía no podía entender por qué Jaehyo había dejado atrás las viejas formas. ¿Por qué no aprovechar las ventajas de los humanos cuando estaban tan dispuestos a aprovecharse de los demás? Aunque los ancianos no se habían molestado al príncipe en años, Kwang Jin y los otros dos habían mantenido una estrecha vigilancia sobre su aquelarre.
"¿Todo va bien?" El Siervo vampiro de Kwang Jin, Barlow, pregunto al abrir la parte de atr ás de la limusina. Kwang Jin asintió mientras subía por dentro. Mientras conducían por la ciudad, Kwang Jin mir ó por la ventana. Para ser honesto, aunque sólo sea con el propio-Kwang Jin no estaba tratando de ser un idiota con Jaehyo. Las cosas estaban cambiando tan rápidamente que todo parecía extraño y fuera de lugar para él.
Kwang Jin era del viejo país. Nunca entreteniendo a seres humanos o los trataron como algo más que lo que se suponía que eran, los donantes. Este mundo moderno desconcertaba a Kwang Jin. Miró a la gente en las calles y supo de inmediato que eran la escoria de la sociedad.
Incluso si Kwang Jin no tenía una alta opinión de los seres humanos, el lo sentía por los que se perdieron en la sociedad. O, mejor dicho, los niños que han sufrido porque sus padres negligentes que compran drogas o que venden sus cuerpos.
Se abrochó la chaqueta cuando el coche se detuvo frente a su finca. Kwang Jin podía recordar un momento en que había estado lleno de vampiros, los fiesteros y los donantes en abundancia.
Ahora, el lugar era una triste reliquia de los días pasados. Se sentó como un centinela en silencio, esperando a que lo que antes volviera. Aparte de un puñado de sirvientes, Kwang Jin era el único ocupante.
Barlow abrió la puerta de atrás de la limusina antes Kwang Jin deslizó fuera y subió las escaleras. Sus zapatos resonaban en el suelo de mármol mientras se dirigía a la sala donde se iba a alimentar esta noche.
"¿Hay algo que necesitas de mí?" Barlow preguntó desde atrás Kwang Jin.
Kwang Jin consideró la pregunta del hombre y pensó en Jaehyo al mismo tiempo. Él fue tentado a tener comida para sus donantes. "No."
Barlow inclinó la cabeza y se fue. Kwang Jin calmó. Había otra presencia en la habitación. Podía sentir y el olor era humano.
"Me tomó mucho tiempo para descubrir el funcionamiento interno de la sociedad vampírica."
Habia más de un humano. Kwang Jin olia seis en total. "¿Y qué te enteraste?", le preguntó mientras señalo la posición de todo el mundo.
"Que se le considera como uno de los ancianos."
El ser humano era inteligente. No porque él había descubierto quién era, aunque Kwang Jin que era parte de ella. Había algo en el tono del hombre que le dijo Kwang Jin que no lo subestimara. "No tengo ni idea de lo que estás hablando."
"Vamos", dijo el hombre. "Por favor, no insultes mi inteligencia."
La habitación era de tono negro, pero Kwang Jin no tenía problemas para encontrar al que estaba hablando. Para un ser humano, el hombre era guapo. Kwang Jin iba a disfrutar de drenarlo. Incluso podría jugar un poco antes de que él matara al chico.
"¿Qué vas a hacer con este conocimiento?", Preguntó.
El humano se encogió de hombros. "Nada. Quiero mantener a la sociedad ignorante de su existencia. Si los seres humanos descubrieran que los vampiros realmente viven entre ellos, entonces mi trabajo se volvería más difícil."
"¿Qué trabajo?", Preguntó Kwang Jin.
"Matar a tu especie." El hombre se movió tan rápido que apenas Kwang Jin perdió la bala que pasó silbando por la oreja. Pero no había duda de la luz azul luminoso.
El hombre tenía balas ultravioletas. Capturado el sol.
Kwang Jin silbó mientras saltaba, pero había demasiados humanos disparando a él. Como Kwang Jin tomó su último aliento, vio Barlow mirando por la ventana con un brillo frío, desapasionado en sus ojos.
Jaehyo se sentó en su escritorio, sintiendo un escalofrío por encima de él. Él puso su pluma a un lado, mirando por encima de su oficina. No había nada fuera de lugar. El viejo dicho filtrado a través de su mente, "alguien acaba de caminar en su tumba" Jaehyo quiso reprendese a sí mismo por pensar ideas torpes. Era demasiado viejo para ceder a esas tonterías.
Pero el frío no se había disipado.
La puerta de su despacho se abrió y Jaehyo casi saltó. Él apretó los labios por la ridiculez absoluta de su comportamiento.
Su mejor Aniquilador entró, cerrando la puerta detrás de él. Min Su lo miró fijamente antes de aclararse la garganta. A pesar de que el vampiro era de Deep South, y Jaehyo sabía que aquelarre de Min Su estaba profundamente en el vudú, que era una tontería de él para sentarse allí esperando al hombre a sacudir los huesos de pollo en él.
El frío se hizo más profundo pesar.
"¿Qué es?", Preguntó Jaehyo, molesto consigo mismo por estar asustado. "Hemos seguido los Ancianos como usted pidió," dijo Min Su.
Eso significa que los aniquiladores. Después de la visita improvisada de los Ancianos,
Jaehyo quería más respuestas. Cuando Jaehyo miró más de cerca, pudo ver cómo estaba sacudido Min Su. Los ojos del hombre miraron la alfombra mientras parpadeaba un poco demasiado rápido. "Bueno, habla," dijo Jaehyo impaciente. No le gustaba la sensación de que tenían un control sobre él.
"Mason siguió Kwang Jin", dijo Min Su.
Min Su se pasó una mano por la barbilla antea de que su mirada levantó y miro a Jaehyo. "Vio cinco hombres vestidos con uniformes negros que salian del lugar de Kwang Jin como una especie de fantasmas en la noche."
Jaehyo se enderezó. "¿Y?"
El Aniquilador tragó saliva. "Kwang Jin está muerto. Balas ultravioleta".
En ese momento sonó el teléfono de Jaehyo. Se sentó allí con incredulidad sobre noticias de Min Su.
¿Un Anciano muerto?
¿Cómo diablos pudo haber eso ocurrido? Los tres eran muy poderosos. Nadie debería haber sido capaz de obtener la ventaja sobre Kwang Jin. Fue entonces cuando se dio cuenta de que el escalofrío había venido. Se había sentido la muerte de Kwang Jin. Tal vez no al mismo tiempo que se le había ocurrido. Pero él lo había sentido. El teléfono seguía estridente hasta que Jaehyo lo recogió.
"Tenemos problemas", dijo Jung Min. "Cinco chicos sólo visitaron mi casa. Alguien de nombre de J.Y. Park afirma ser el nuevo jefe de los Cazadores. Él habla en serio, Jaehyo. Estos hombres no son como los demás cazadores que nos hemos ocupado antes. Son altamente capacitado y listo para probarse a sí mismos".
Jaehyo bajó la cabeza, frotándose la sien. "Ellos lo han demostrado, Jung Min. El anciano Kwang Jin fue asesinado esta noche."
La alerta era necesaria para terminar con este nuevo grupo de humanos. Esto solo era el talón de Lee Minho matando Soo Man. Jaehyo sabía que había una guerra en marcha. Puede habese deslizado detrás de las cortinas, por el momento, pero todavía se estaba librando. "¿Crees que Wheesung tenga nada que ver con esto?"
Jaehyo se negó a pensar en el hombre como su tío. Todavía estaba confundido acerca Him Chan siendo su padre. Él simplemente no reveló su confusión emocional a cualquiera. Nadie fuera de la Ultionem-aparte de los hermanos de Jaehyo-incluso sabía que el líder demonio era su padre. Jaehyo quería mantenerlo de esa manera. Este conocimiento podría ser utilizado como una herramienta para herir a uno de ellos.
"Yo no lo creo", dijo Jung Min. "De lo que he aprendido de Wheesung, que no funciona de esa manera. Además, ¿por qué iba a usar seres humanos para matar a un anciano si podía hacerlo por sí mismo y reclamar la gloria?"
Jaehyo sabía de la culpa que carcomía a Jung Min por la pérdida de su aquelarre. El líder vampiro todavía se culpaba por las muertes.
"Me sentiría mejor si usted y su familia estuviesen más protegidos", dijo Jaehyo. Aunque, se sentiría mucho mejor si el nuevo jefe Cazador estubiera muerto.
"No voy a desarraigarlos", dijo Jung Min. "Pero voy a añadir más seguridad por aquí." "¿Cómo le va Rome?", Preguntó Jaehyo.
"Tendría que haber tomado unas vacaciones hace mucho tiempo. Está corriendo con la vigilancia de la vecindad y es el mejor momento de su vida".
Jaehyo sabia lo inquieto que Rome estaba con su trabajo. Él no sólo lo podía ver en los ojos oscuros del hombre, pero lo sientia tan bien. Ya era hora de un cambio de ritmo. Jaehyo iba a tener que encontrar un nuevo gorila para la puerta. Rome necesita ser promovido, para tener más tiempo para su pareja.
"Ten cuidado, Jung Min. Tu ya muriste para nosotros una vez. Yo no necesito que se repita ese momento" Jaehyo colgó y miró a Min Su que estaba de pie en silencio en la puerta. "Pon a todos en alerta."
Min Su asintió antes de salir de la oficina. Jaehyo iba a tener para que alertar a los otros líderes y los dos ancianos que quedaban. Si esos hombres podían llegar a Kwang Jin, entonces era imposible saber quién más estaba en su lista de buscados.
Rome estaba molesto cuando se despertó para encontrar que Siwoo se habia ido. Le había dicho a su pareja que permaneciera en el interior hasta el atardecer. Los cazadores del vampiro eran una amenaza real y Rome no los querían poniendo sus manos sobre su compañero durante el día, cuando Rome sería impotente para proteger a Siwoo.
Después de vestirse, Rome salió de su habitación. Iba a tener una larga charla con Siwoo por su seguridad. Rome había esperado toda una vida para encontrar a su compañero y él no iba a perderlo a través de la necedad.
Pero antes de que pudiera llegar abajo, Jung Min lo detuvo. Rome no quería hablar ahora. Él sabía que no tenía derecho a tratar de bloquear a Siwoo, pero el pensamiento de esos cazadores lastimar a su compañero tenía Rome borde del pánico.
Los ojos de Jung Min fueron tumba mientras contemplaba Rome. "El Anciano Kwang Jin fue asesinado ayer por la noche."
Eso era imposible. Nadie podía matar a un anciano. Empezó a preguntarse si tal vez había oído mal Jung Min, pero intensa expresión del hombre lo decía todo. "¿Cómo?", Preguntó, aturdido por la noticia.
"Balas ultravioleta."
Lo que significaba que el asesino era humano. "¿Cazadores?"
"Eso es lo que estoy pensando." Jung Min se apoyó en la pared, por primera vez parecia m ás viejo que sus años. "Si se puede llegar a un anciano, entonces ninguno de nosotros está a salvo."
"Siwoo." Rome despegó por las escaleras y se dirigió hacia la puerta. Estaba a punto de dispersar sus moléculas y la cabeza a Siwoo cuando el van azul se detuvo. La mandíbula de Rome cayó.
"'¿Que onda, Rome?" Vick dijo mientras colgaba de su brazo por la ventana y golpeó la puerta. "¿Te gusta los cambios que hemos hecho?"
El vehículo ahora tenia cruces en las puertas, junto con un collar de ajo que recorre el largo de la furgoneta. Podía distinguir a Bob en el asiento trasero con un collar que cubre su cuello. El hombre dio Rome un pulgar hacia arriba.
No tenía tiempo para esto. "¿Has visto a Siwoo?"
"¿Tu novio?" Vick le guiñó un ojo. "Yo lo vi antes. Se dirigía al trabajo".
"¿Dónde está eso?" Rome preguntó mientras se acercaba a la camioneta. Hal estaba sentado en el asiento del pasajero, con una botella de líquido claro en su regazo. O bien era vodka o agua bendita. Rome estaba adivinando que lo último.
Vick estaba vestido todo de negro, una cruz colgando alrededor de su cuello. Era grueso y llamativo y está hecho de madera. Al parecer, húmedo y Rome supuso que el hombre había sumergido en el agua bendita de Hal.
Si no estuviera tan preocupado por Siwoo, Rome se hubiera reído de lo ridículo que parecía.
Vick se encogió de hombros. "Él viaja en el autobús de casa en casa, el cuidado de los enfermos y ancianos."
Rome no había sabido. Siwoo era un cuidador, y Rome no podría estar más orgulloso de noble profesión de su compañero. Pero tenía que encontrar a su compañero. "Entonces, ¿cómo puedo encontrarlo?"
"Hay que llamar a la agencia y ver donde lo enviaron. Pero no creo que le vayan a decir ", dijo Vick. "Su papá puede llamar sin embargo. Le dirían." Rome no sabía padre del Siwoo. No estaba a punto de ir al encuentro del hombre tampoco. Iba a tener que usar su conexión de sangre para encontrar Siwoo.
"Pero él no sabe que Siwoo es gay," Bob intervino. "Y el hombre no aprueba a los hombres de tipo motociclistas."
Rome tenía la sensación de que el hombre no estaba muy aprobando, y punto. Siwoo parecía muerto de hambre, por su aprobación, lo que significaba que probablemente no había recibido una gran cantidad de ella en casa. "Gracias."
Antes de que pudiera darse la vuelta, algo húmedo golpeó su rostro. Rome dio un paso atrás, antes de que se limpiara la mejilla y olió el líquido. Agua.
"Bueno, ahora sabemos que no eres un vampiro", dijo Vick y luego sus ojos se abrieron cuando Rome empezó a gruñir. "Hey, teníamos que saber."
El agua bendita no hizo absolutamente nada para los vampiros. Además, Rome sospechaba que era nada más que agua del grifo. Qué idiotas.
"Le dije que no lo hiciera", dijo Hal. "Pero el hombre nunca escucha." "Mi error", dijo Vick. "¿Quieres una servilleta?"
Rome volvió y se dirigió por el camino, en dirección a través de la puerta lateral mientras se limpiaba el agua de la cara con la mano. Una vez que la camioneta se había ido, él salió y se dirigió al patio trasero, abriendo a sí mismo cuando su sangre llamamo a su compañero.
Sus moléculas se convirtieron en una niebla fina cuando Rome se enfocó en Siwoo. Él voló directamente a él, viajando a través de la ciudad suburbana, retorciéndose y girando alrededor de los edificios y rincones, volando sobre algunos, y yendo mínima alrededor de otros.
Cuando Rome llegó, estaba parado afuera de una casa en las afueras de la ciudad. Abrió la puerta lateral y nada lo detuvo. Frunció el ceño. Él deberia haber sentido una barrera en el umbral, pero no lo hizo. Si algún humano poseía esta casa, Rome no debería ser capaz de entrar asi nos mas.
Rome solto el pomo de la puerta y caminó cuidando su espalda, mirando en una de las ventanas. Su estómago se retorció en un nudo cuando vio a su compañero. Siwoo estaba allí, pero él no estaba cuidando de un paciente.
Estaba atado a una silla con una mordaza en la boca.
Continuara...