"Me canceló” Yi Xuan habló por su teléfono celular mientras se dirigía a su sedán de lujo y se sentó al volante. "Algun culo encubierto ha reclamado a Jae Min."
"Entonces vamos a tener que hacer esto de la manera pasada de moda", dijo J.Y. Park. "Voy a enviar a los niños a tomar Jae Min."
"Todavía no creo que sepa nada", dijo Yi Xuan.
"Incluso si no lo hace, su novio de recién vendrá a buscarlo. Tengo una corazonada que el nuevo chico de Jae Min no es humano ", replicó J.Y. Park.
Yi Xuan realmente le gusta Jae Min. No de la manera Jae Min pensó, pero el hombre era bastante encantador en comparación con algunas de las personas que Yi Xuan trataba. "¿Qué vas a hacer con Jae Min cuando haya terminado?"
"Es humano, Yi Xuan. No matamos a los seres humanos."
Eso era bueno saber. A veces, J.Y. Park era un poco demasiado entusiasta, y Yi Xuan se alegró que el hombre no quisiera cruzar esa línea. "¿Vas a dejar que se vaya?"
"Sí, pero algunos estados más no harían daño", dijo J.Y. Park. "Encuentrate con los chicos en la casa de seguridad y prepárese, esta fiesta ha comenzado"
Do Yeon vio como Yi Xuan salió de la cafetería. Si no hubiera habido seres humanos alrededor, habría desaparecido al Cazador. Yi Xuan no tenía ni idea de que Do Yeon sabía quién era ni para quién trabajaba. Quería que siga siendo así.
Un jodido Cazador. Guauu. Jae Min sabía realmente cómo recogerlos. Pero dudaba que su compañero supiera lo que era Yi Xuan. Esto era jodidamente irreal.
"Si piensas que lo invité, estás equivocado." El tono de Jae Min estaba a la defensiva.
"No creo que eso", Do Yeon dijo mientras agarraba la mano de Jae Min y tiró de él hacia los baños. Cuando estaban en el pasillo solos, Do Yeon tiro a Jae Min cerca. Había estado esperando hacer esto otra vez desde la noche anterior. Do Yeon necesitaba saber que todo estaba bien entre él y Jae Min.
" sigue recibiendo citas cómodamente." Jae Min le sonrió. "Yo no he dicho que estaba listo para seguir adelante."
" no dijiste que no." Do Yeon metió el cabello de Jae Min detrás de las orejas antes de que él pasara el pulgar sobre la barbilla de su compañero. "Pero yo no quiero que pienses que cada vez que nos juntamos todo se trata de intentar entrar en los pantalones." Do Yeon inhaló el aroma de Jae Min. "No es que no me encantaría entrar en sus pantalones."
"Entonces, ¿qué quieres?", Preguntó Jae Min.
"Eh... Sinceramente, no lo sé. Mi vida no es exactamente la mía en este momento, y yo no le puedo ofrecer mucho." Do Yeon quería decirle a Jae Min todo, pero sabía que no podía. En los días que no estaba patrullando, cazar a los cazadores, aún traajaba con Doo Joon y su tripulación. Tenía que mantener la fachada. Doo Joon no sabía lo estaba pasando, pero Jongin había pedido al shifter oso dar a Do Yeon indulgencia y Doo Joon lo hacia. Sin hacer preguntas. "Todo lo que estoy diciendo es que no te puedo ofrecer una vida pastel de manzana, Jae Min. No puedo."
"¿Por qué me estás diciendo esto?" Los ojos color almendra de Jae Min llenos de sospecha. "Si estás tratando de ganarme -"
"De eso se trata", dijo Do Yeon. "Quiero ser honesto contigo, Jae Min. No estoy buscando a ganar más. Estoy buscando a... "Do Yeon se alejó de Jae Min y paseó los estrechos confines del pasillo. "No sé."
Do Yeon todavía tenía un montón de mierda para hacer en su vida. Los últimos diez años no habían sido un día de campo para él, y él todavía estaba luchando con sus demonios personales.
"Hey." Jae Min tomó la cara y sonrió. "Lento, ¿recuerdas? Lo que está pasando, tómese su tiempo. Yo no voy a ninguna parte."
No se puede dejar atrás su pasado. Do Yeon empujó el pensamiento lejos. No iba allí. Ahora no. No siempre. No si podía evitarlo.
Se pasaron las manos por el pelo grueso. "Pareces más accesible sin un bate en sus manos."
Jae Min rió. "No estoy seguro de por qué. Si yo fuera inteligente, me hubiera escapado y corrido."
" deberías ", dijo Do Yeon. "No soy bueno para ti, Jae Min, pero también soy egoísta. He pensado en dejarte solo y dejar que vivas tu vida, pero mi leopardo me trae de nuevo a usted"
Perseguir y matar a tantos cazadores como pudiera no deja mucho espacio para el.
Doo Joon. El Ultionem le había advertido. La ley establecía que nadie podía interferir con el apareamiento, ni siquiera los líderes, pero Do Yeon había sido advertido de que su tiempo se consume con el trabajo que el mismo hizo un juramento de sangre.
Pero eso fue antes de que él supiera sobre Jae Min. Do Yeon estaba desgarrado. Cada instinto en él quería estar con el ser humano, pero él sabía mejor. Nada nunca seguía su camino. Realmente debería alejarse de Jae Min y nunca mirar hacia atrás.
Él simplemente no podía.
"¿Vienes esta noche y terminamos esta discusión?" Do Yeon asintió. "Voy a estar allí."
Ya sea que él debe ir o no, él estaría allí. Do Yeon dejó Jae Min de pie en el pasillo y salió. Tenía que localizar a Yi Xuan, averiguar lo que ese hijo de puta estaba tramando.
"¿Cómo van las cosas?" Peniel preguntó mientras Do Yeon se encontró con él.
"No quiero hablar de ello." Observó a los compradores de las fiestas van de una tienda a otra, las sonrisas en sus caras y sin cuidado en el mundo. Si supieran lo que realmente estaba por ahí. Y los que lo hacían, ellos no tenían ni idea de que los Cazadores infestaban esta ciudad.
La ignorancia era una bendición, y estas personas estaban en el cielo. Divisó a Seung Hyun y Jong Hoon tomados de la mano, la mirada perdida en un escaparate. Pecho de Do Yeon hizo hueco, la verdad allí misma, en su rostro. Él nunca tendría eso con Jae Min lo que estas parejas felices parecían compartir. Tenía que dejar de engañarse a sí mismo y aceptar su realidad.
"Mira", dijo Peniel. "Sé que soy un imbécil casi todos los días, pero ya sabes la verdad. No se puede hacer este tipo de trabajo y aparearse, Do Yeon. Eso no está en las tarjetas para nosotros."
Nunca podría estar en las tarjetas de Peniel. Sin embargo, el chico todavía estaba tratando de ayudar a Do Yeon. La verdad de su situación tenía que pesar mucho en la mente de Peniel. No estaba seguro de cómo el hombre se levantaba casi todos los días. El vacío tenía que consumirlo.
Do Yeon ya sabía que su vida era una mierda, pero que no necesitaba un recordatorio. "Dije que no quiero hablar de ello."
"Bien", dijo Peniel. "Esa fue mi única buena acción del año." El chico caminaba delante, dejando a Do Yeon solo en su ira.
Do Yeon alcanzó.
"Mira", dijo Peniel. "Mantén la cabeza en el juego. Entiendo, Do Yeon. Lo hago. Pero cuando finalmente atrapemos al cazador, tenemos que tener una mente clara. Centrada, ¿Sabes?"
Caspian era uno de los cazadores que habían matado a tres vampiros jóvenes en la ciudad. Habían perdido la pista de él durante meses hasta que finalmente consiguieron una pista y lo encontraron aquí, en Villa Kim.
Do Yeon sabía que la guerra continuaba, pero estaba tranquilo en este momento, todos los buenos pequeños monstruos escondidos en este momento. Incluso de Wheesung-el hermano de Him Chan estaba en silencio. El secreto estaba fuera, Him Chan le dijo a los Vigilantes que era Wheesung. El Ultionem los quería plenamente informados, quería saber lo que se enfrentaban.
Pero eran los cazadores su mayor amenaza en este momento.
"Hey, ¿te estoy aburriendo?" Peniel pinchaba a Do Yeon en el costado.
"No," dijo Do Yeon mientras sacaba la cabeza de su culo. Había estado pensando en Jae Min. Eso fue todo lo que hizo. Su mente ya estaba en esta noche.
Peniel cogió Do Yeon y le dio un tirón a un hueco. Do Yeon había aprendido hacía mucho tiempo a no cuestionar Peniel cuando él hacia mierdas como esa. La bestia alada señaló con la barbilla hacia la panadería. Caspian salió de dulce deleite, una pequeña bolsa en la mano.
"El hijo de puta mata a tres jóvenes vampiros y ahora está disfrutando de unas donas." Do Yeon nunca quiso envolver los dedos alrededor de la garganta de alguien tanto como él quería estrangular la vida de Caspian.
Bueno, tal vez él quería la cabeza de Yi Xuan en una bandeja. Los dos estaban empatados en la ira de Do Yeon.
"Hay más", Do Yeon dijo mientras observaba Caspio subir a su coche. "Yi Xuan está aquí."
Peniel hizo una pausa, volviendo la cabeza lentamente hacia Do Yeon. "¿Y cuándo ibas a decirme sobre esto?"
"No tenía ni idea de que la mano derecha de J.Y. Park vendría a la ciudad. Ha estado bien protegida de todo este tiempo, y ahora J.Y. Park lo deja fuera de su correa." Do Yeon no lo consiguió. "Y él está tratando de llegar a Jae Min."
"¿Es por eso por lo que has estado sobre el humano?"
"No," Do Yeon admitió. "Pero vi Yi Xuan en la cafetería hoy, y fue quien llevo a Jae Min a cenar."
"Espera, ¿tu pareja se fue a una cita?", Preguntó Peniel. "Quiero decir, si ese es su fetiche, bien, pero-"
Do Yeon miró a Peniel. "Déjalo ahora, mientras todavía tengo mi ira bajo control."
Peniel levantó las manos. "No se moleste conmigo porque su pareja se fue a una cita."
Do Yeon se alejó en dirección a su coche. "¿Vamos a seguir Caspian, o vas a hacer que te golpee?"
Por primera vez desde que haciendo equipo con el hombre, Peniel sonrió.
Jae Min habían renunciado a la espera de Do Yeon y se ha ido a la cama. No debería haber ninguna razón para que se sintiera decepcionado. Do Yeon dijo que no era bueno y ¿Jae Min deberia cortar por lo sano? No sabía dónde estaba hasta ahora.
Se estaba sintiendo de lado. Quizá Jae Min tenía que seguir el consejo de Do Yeon y olvidarse de todo. Ahora sabía que existían los shifter. Do Yeon le había abierto los ojos a eso. Una parte de Jae Min deseaba que el hombre no lo hubiera hecho. Miraba a todos ahora, preguntándose quién era humano y quien no lo era.
Dándo vueltas en la cama, Jae Min alisó su mano por la almohada de cuerpo, y aunque se había dicho que tenía que dejar a Do Yeon solo, no podía dejar de preguntarse qué habría sido estar con el poderoso hombre, con Do Yeon para hacer el amor con él.
"Renuncia", dijo Jae Min a sí mismo. Cerró los ojos y suspiró. Era más fácil decirlo que hacerlo.
Una tabla del suelo crujió. Jae Min se puso rígido.
¿Podría ser Do Yeon? El hombre tenía un don para irrumpir en el apartamento de Jae Min. El chico podría haberlo noqueado. Jae Min miró el reloj en su mesilla de noche para ver que eran las dos de la mañana. El infierno de tiempo de Do Yeon para irrumpr.
Levantandose, Jae Min se estiró y luego deslizó la bata antes de caminar por su pasillo oscuro, Popeye siguiendolo. Se detuvo cuando vio una sombra. "Tenemos que dejar de vernos así", dijo. Do Yeon no contestó.
Jae Min frunció el ceño cuando Popeye silbó y retrocedió. ¿Qué pasaba con el gato loco? "¿Tú y Popeye pelearon?" -preguntó Jae Min a Do Yeon. "Todo lo que has dicho, lo enojo." Silencio.
"¿Do Yeon?"
Jae Min se estrelló contra la pared antes de que algo duro se desplomara sobre su cabeza.
Palpitando la cabeza de Jae Min colgaba hacia un lado mientras trataba de concentrarse. Su cabeza se sentía como si alguien estubiera perforando un agujero dentro de su cerebro. La habitación era un desenfoque, sombras y colores monótonos. Le tomó un momento para él recordar qué demonios había sucedido. Empezó a temblar con el aire frío, amargo a su alrededor mientras entrecerraba los ojos, tratando de aclarar su visión.
"Pido disculpas por hacerte daño." Algo suave raspaba en la parte posterior del cuello de Jae Min. Jae Min trató de tirar de su cabeza, pero el dolor en la parte posterior de su cráneo era demasiado. "Pero ya ves, yo no podía dejar que un cazador te tenga."
"¿C-cazador?" Su voz no sonaba como si no le perteneciera. Era ronca y con demasiado miedo. El corazón le latía con tanta fuerza que dolia. Esto tenía que ser una especie de pesadilla. No había manera de que alguien había entrado en su casa y lo secuestrara.
"Oh, eso es correcto. No tienes idea de nada va golpeándose en la noche." El extraño caminó alrededor hasta que se enfrentaba a Jae Min, apoyando un pie en la silla entre las piernas de Jae Min. "Sólo has aprendido recientemente acerca de los shifter, pero no tienes ni idea de lo que realmente hay por ahí."
"Mira, si quieres añadir brillo a lo que estás fumando, adelante. Pero yo no soy el que tiene una manzana de la discordia. Nunca lo he visto a usted antes en mi vida." La cabeza de Jae Min estaba empezando a despejar. Él tiró de sus muñecas, pero ellas estaban atadas a los brazos de una silla, y sus tobillos estaban atados a las piernas. Jae Min sabía que tenía la oportunidad de una bola de nieve en el infierno de conseguir salir. "¿Qué quieres de mí?"
Su peor temor era que este hombre iba a matarlo. Tenía esa mirada en sus ojos una mirada que gritaba psicópata. Jae Min no tenía idea de dónde estaba ni por qué este hombre lo había secuestrado. Pero la locura parecía haber empezado desde que Jae Min se interesó por Do Yeon.
Si Do Yeon se acercaba a Jae Min de nuevo, iba a golpear al hombre en su culo. La vida de Jae Min no había sido estelar antes de esto, pero no había estado llena de personas que necesitan terapia profunda tampoco.
"Ya ves, tengo que sacar a la Cabeza de los cazadores", dijo el hombre. "Él tiene esta"-el hombre hizo un gesto con la mano como si algo flotando hacia su nariz- "habilidad para permanecer oculto."
Jae Min no entendia nada de lo que el chico estaba diciendo. No tenía ni idea de lo que era un cazador. Lo único que podía imaginar era que el desconocido iba a usar Jae Min como el cebo.
Aunque su cabeza todavía palpitaba, Jae Min fue capaz de ver que él estaba en una especie de sala de hormigón. Las paredes mugre incrustada eran curvadas, y había tuberías oxidadas a lo largo del techo. El olor a agua estancada era suficiente para darle ganas de vomitar. Él miró a su derecha y vio una rata bien alimentado corriendo a través de la basura regada.
"No es el alojamiento que estoy acostumbrado", dijo el hombre mientras permanecía de pie con la espalda recta y agitó una mano alrededor. "Pero una vez que se descubra que faltas, la gente empezará a buscarte. No puedo permitir eso."
Jae Min sacudió mientras trataba de encontrar una salida de esto. Miró hacia abajo su cuerpo y vio que aún llevaba su ropa de dormir. Pantalones de pijama, una camiseta fina, y una bata eran demasiado poco para este frío. Si este hombre no lo mataba, Jae Min se congelaría hasta morir.
El hombre se acercó más, y fue entonces cuando Jae Min vio los colmillos afilados en la boca del hombre. La respiración de Jae Min volvió superficial como su corazón empezó a latir más fuerte. El desconocido saco una uña larga y recorrio a través de la parte posterior de la mano atada de Jae Min. Era fuerte y sacó una delgada línea de sangre.
"Mmmm, un olor aromático." El hombre recorrió la yema de su dedo pulgar sobre la herida de Jae Min y luego chupó el dedo en la boca. "¿Sabes lo bien que sabes?"
Vampiro. No, esto no puede ser. Do Yeon había dicho que existían shifter, pero no dijo nada de vampiros. La cabeza de Jae Min giró con este conocimiento, y su mente estaba tratando de refutar el hecho de que existían esas criaturas.
Pero si existían los shifter, ¿por qué no podrían existir otros seres oscuros y mortales? Pero a ver uno de cerca, ver los colmillos, saber lo que el hombre realmente era tenía Jae Min horrorizado.
Jae Min miró su mano y luego hacia el vampiro, y él pudo ver el hambre en los ojos del hombre. Quería algo más que una muestra. El vampiro quería algo más que una pequeña muestra. "¿Por qué yo? ¿Por qué me has apuntado? "
El vampiro agarró un puñado de pelo de Jae Min y tiró la cabeza hacia atrás con dolor, sus narices casi tocándose. "Porque tendré venganza por la muerte de Kwang Jin. Si la cabeza de los cazadores te quiere, él te encontrará. Y entonces él me encontrará esperándolo."
Do Yeon sentía como una mierda total por faltar a su cita con Jae Min anoche. No podía ser ayudado. El Ultionem había llamado a los Vigilantes para una reunión. Do Yeon había pensado en pasar de ellos, pero no lo había hecho.
Ahora él se dirigía a la cafetería para enfrentar a Jae Min. Eso no era algo que Do Yeon estaba deseando. Aunque había dicho a Jae Min que tenia una vida complicada, le desgarraba a Do Yeon decepcionar a su pareja.
Entró en el Café con el olor a especias, productos recién horneados, y el aroma del café recién hecho. Do Yeon serpenteaba entre las mesas de estilo bistró y se dirigió hacia el mostrador. Vio que Baekhyun habla con un cliente, pero Jae Min no estaba a la vista.
Tan pronto como Baekhyun lo vio, cortó la conversación y corrió alrededor de contador. “¿Qué hiciste con Jae Min?"
Baekhyun era sin duda un personaje interesante. "Yo no lo tengo en mi bolsillo si eso es lo que estás preguntando."
"Él no se presentó hoy y traté de llamarlo pero no contesta." Las palabras de Baekhyun eran balas rápido cuando sus brazos se agitaban.
Do Yeon se puso en alerta total. "¿Qué quieres decir con que no se presentó a trabajar?"
|"Creo que es auto-explicativo," Baekhyun espetó. "Ahora, ¿qué hiciste con él? Jae Min nunca llega tarde... apenas... bien, a veces. Quiero decir que sé que él es el dueño y todo, pero este es el bebé de Jae Min”.
"¿Cuándo fue la última vez que habló con él?", Preguntó Do Yeon.
"Hacia las siete de la noche anterior," contestó Baekhyun. "Sé que se suponía que debía reunirse contigo. Así que eso significa que eres el último en verlo."Los ojos de Baekhyun se estrecharon. "Voy a preguntar por una última vez. ¿Qué hiciste con él? "
Do Yeon estaba fuera de la cafetería y el rumbo por la calle en cuestión de segundos. Estaba mentalmente reprendiendose a sí mismo por no ir la última noche a lo de Jae Min para comprobar al hombre. Yi Xuan había tomado un interés en Jae Min, y Do Yeon debería haber mantenido una mejor vigilancia sobre su compañero.
Se dirigió hacia los escalones, no se molesto en llamar cuando llegó a la puerta de Jae Min. Un fuerte tirón y él tenían la puerta abierta y se dirigía por el pasillo.
Do Yeon se quedó quieto y olfateo el aire. Olía metálico terroso y, vieja sangre y poder. Moviéndose lentamente por el apartamento, los ojos de Do Yeon parpadearon en todas partes, comprobando las esquinas y las sombras, escuchando. Sus pies se deslizaban silenciosamente sobre las tablas del suelo, sus garras extendidas. Alguien además de Jae Min había estado aquí.
Alguien de edad. Alguien que podría dejar el olor de la muerte en el aire. Do Yeon no estaba seguro de quién era, pero sabía lo que era, y su estómago se enrolla apretadamente con el conocimiento.
Vampiro.
Una vez que completó su barrida, Do Yeon sabía que estaba en el apartamento solo. Se trasladó a la cocina y se dirigió en un círculo mientras trataba de averiguar quien había tomado Jae Min y por qué. No olía a cazador. Hubiera sido más fácil para el. Si Yi Xuan había venido aquí, Do Yeon sabría por el olor y sería capaz de rastrear al hombre menos.
Eso no había robado a Jae Min en el medio de la noche.
Sus ojos rozaron el desorden en el mostrador, como si pudiera encontrar pistas entre la tostadora y cafetera. Esto era frustrante como el infierno, y Do Yeon odiaba sentirse impotente. Necesitaba ayuda. Do Yeon no sería capaz de hacer esto por su cuenta. Nunca había rastreado un antiguo vampiro antes.
Escuchó como el horno sonada, y luego Popeye en la cocina, dando vueltas a su plato de comida vacía. Do Yeon buscó en los armarios hasta que encontró una pequeña bolsa de comida para gatos. Una vez que Popeye fue atendido, Do Yeon sacó el teléfono del bolsillo y llamó a la única persona que sabía que podía ayudarle.
"Necesito su ayuda."
"Do Yeon". Jaehyo parecía medio dormido, y Do Yeon también escuchó otra voz murmurando cerca. "¿Hay alguna razón por la que estás llamando tan temprano en la mañana?"
"Mi compañero está desaparecido", dijo. "He buscado en su casa, y huele como un muy viejo vampiro, aquí." Eso fue decir poco. En realidad olía a que alguien había cavado una tumba, la tierra fresca y húmeda y gusanos.
¿Todos los viejos vampiros huelen de esa manera? Jaehyo no lo hacia. Pero, de nuevo, el príncipe era el único vampiro viejo que Do Yeon conocia. Tal vez ellos no huelen esa manera el uno al otro. ¿Quién sabía? Todo Do Yeon le importaba ahora era conseguir Jae Min de vuelta.
Y matar al vampiro que había tomado al humano. Do Yeon se enfureció, pero había aprendido a ocultar su ira, para usar la cabeza antes de que él desatara los demonios dentro de él.
Y queria desatarlos.
"No puedo hacer nada hasta que el sol se ponga," respondió Jaehyo, sonando completamente despierto ahora. El tono del hombre era claro y fuerte. "Yo no era consciente de que había encontrado a su compañero." Jaehyo se quedó en silencio por un momento y luego dijo: "Esto complica su trabajo."
"Usted no tiene permiso para interferir," Do Yeon recordó al hombre.
"No es necesario que me recuerden eso", dijo Jaehyo en un tono oscuro. "Yo soy el que ayudó a escribir esa ley. Pero no olvide su promesa tampoco. Se le ha dado la sangre, Do Yeon. No puede ser negado."
Do Yeon sabía. Era una de las cosas que pesaban mucho en su mente. Aunque reclamara a Jae Min, ¿qué clase de vida podría tener? Do Yeon siempre estaría cazando, siempre en busca de los cazadores de vampiros hasta que el último fuera exterminado.
Él había vendido prácticamente su alma al diablo, y no había manera de bordearlo. "Estoy consciente de eso."
"A plena oscuridad, te encontraré." La línea se cortó.
Do Yeon apretó los dientes de atrás mientras sus dedos se cerraron alrededor de su teléfono. Él no iba a esperar hasta la puesta del sol. No tenía ni idea de dónde buscar, pero no iba a permitir que Jae Min sufriera a través de cualquiera cosa que el vampiro había planeado para él. Era imposible saber cuánto tiempo había estado con la criatura ya.
Do Yeon decidió llamar a todos los que le adeudaban favores. Marcó una vez más, esta vez con la única persona que sabía tendría a su espalda.
"¿Qué pasa?"
"Doo Joon, necesito tu ayuda."
Continuara...