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89. Hermoso Rojo (03) por dayanstyle

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La casa de Xiao se convirtió en una zona de guerra. Esa era la única manera que Hwan Hee podía pensar para describirlo. En un minuto, su padre, y Himchan estaban junto a la puerta de atrás, y al siguiente, todo el infierno se había desatado. Todo parecía suceder en cámara lenta, como si el tiempo mismo quisiera que recordara todos los detalles de los acontecimientos por venir.
 
 
Youngmin rompió la puerta de atrás, como si estuviera hecha de leña débil. Una vez que estaba dentro, Hwan Hee entró después. Le permitió a su padre la gran entrada porque, a decir verdad, todavía estaba sobrecogido por la forma que su padre lo había tomado. Era a la vez hermoso y aterrador, y verlo en acción, era algo que siempre había querido ver.


Pero su asombro huyó, cuando vio a su pareja atado a la mesa de la cocina, cubierto de sangre. Era una visión que sabía que iba a perseguirlo en los siglos venideros, un espectáculo que hizo que se le helara la sangre.
Al ser un vampiro, había visto su parte de sangre. Pero no de esta manera. No cuando era su pareja, quien estaba estirado y desangrándose. Él no se movía, y parecía que no respiraba. Se quedó tumbado, tan inmóvil que Hwan Hee temía que fuera demasiado tarde. Al estar acoplado a Hwan Hee, Xiao debería haber sido inmortal también. Pero Hwan Hee sabía, por experiencia, que las garras de Shin Gwang Cheol contenían un veneno que ni siquiera un sobrenatural podría soportar. Hwan Hee apenas había sobrevivido, a su tiempo con el demonio, y ahora Xiao estaba al borde de la muerte.


Youngmin se estrelló contra Shin Gwang Cheol, los armarios detrás de ellos destruidos. Los dos fueron el uno contra el otro, con la intención de matarse entre sí, pero era Xiao quien tenía la total atención de Hwan Hee. Se movió, con una velocidad inhumana, hasta que estuvo junto a Xiao. Hwan Hee presionó sus dedos en el cuello de su pareja y sintió un pulso débil.


Xiao estaba vivo, pero agonizando. Hwan Hee contempló el cuerpo de Xiao, para ver tantas heridas, que sabía que no podía curarlas todas. Incluso si Xiao cambiaba, había sufrido demasiados daños y tanta la pérdida de sangre, que él no sería capaz de recuperarse de esto.

 

 
Liberó las manos y las muñecas de su pareja, de las cuerdas que lo ataban, antes de tirar el cuerpo inerte de su pareja, en sus brazos. Se giró hacia su abuelo, que seguía de pie junto a la puerta, mirándolo mientras, uno por uno, los Ultionem aparecían detrás de él.


Nam Joon fue el primero en mostrarse. Era un hombre alto, con el pelo negro corto y ojos color whisky. Sus bíceps estaban tatuados, y cada pedacito de él decía gobernante de las bestias aladas, tal como Hwan Hee lo recordaba.
 
Junjin fue el siguiente. El Elfo de las sombras era de más de 1.90 m, con la piel azul y ojos dispares, uno verde, uno ámbar. Su cabello negro, caía en una larga trenza, sobre su hombro hasta que llegaba a la cintura. Sus orejas puntiagudas estaban perforadas, tenía garras por uñas, y le recordó a Hwan Hee a un matón y un guerrero curtido en la batalla, todo en uno.


Luego fue Changjo, un hombre de piel oscura, que parecía como si la madre naturaleza misma hubiera hundido sus manos en la tierra para formar al shifter lobo. El alfa era de 2 mts, de tamaño enorme, con una cabeza calva y los ojos de color marrón oscuro.


Jongin apareció después. Hwan Hee conocía al alfa de los lobos timber muy bien. Cerca 2.10m de alto, con el pelo negro y barba de candado bien recortada, el hombre parecía rebelde, como si fuera el líder de una banda de motoristas forajidos. Sus ojos grises contenían un mundo de conocimiento y brillaban como diamantes en bruto.


Kiseop apareció, un elfo alto, con el pelo largo y blanco como la nieve y ojos de color azul oscuro, todo un guerrero como Junjin. Los dos elfos habían sido mejores amigos desde la infancia. Kiseop estaba construido en proporciones perfectas, desde su esculpido pecho a sus anchos hombros y hasta su cintura cónica y sus magras piernas. Todavía era difícil creer que este hombre había dado a luz.


Su tío apareció de último. Jaehyo era el vampiro original, más de dos mil años de edad, y se paró alto y orgulloso, su pelo negro llegaba a sus hombros y sus ojos negro ónix llenos de inteligencia. El hombre odiaba la política y no respondía ante nadie, pero protegía a su aquelarre con ferocidad y tenía la paciencia de un santo, en opinión de Hwan Hee.

 

Por último, Himchan, el abuelo de Hwan Hee un hombre que Hwan Hee amaba con todo su corazón. Algunos decían que era egipcio, y otros especulaban que sus raíces eran profundas en la ascendencia babilónica o persa. Tenía la piel de color caramelo, sus ojos en forma de almendras.

Hwan Hee tenía conocimiento de algo diferente. Su abuelo era la Vida, uno de los primeros seres creados, cuando se formó el universo. Estaba acoplado a dos shifters lobo y atesoraba su vida privada. También era el responsable de la creación de la raza de los vampiros.
En conjunto, los siete hombres representaban el mundo sobrenatural. Eran la ley, la voz definitiva, y su regla número uno, era que nadie interfería con un apareamiento.
 
 
Pero era más que eso esta noche. Los siete hombres junto con Youngmin y su gemelo, Kwangmin habían estado cazando a Shin Gwang Cheol, desde que se enteraron de que fue él quien se había llevado a Hwan Hee. Estaban aquí para asegurarse de que pagaba por lo que había hecho.


Hwan Hee sacó a Xiao de la mesa, justo a tiempo. Shin Gwang Cheol cayó hacia atrás, aplastando la mesa bajo su peso.


Youngmin aterrizó sobre él, su rostro una máscara de rabia, cuando aterrizó, dando golpe tras golpe. Hwan Hee sabía que su padre podría destruir al demonio, con un solo golpe rápido a la garganta, pero era evidente que su padre quería sacar años de frustración en este demonio, para prolongar la paliza durante todo el tiempo que pudiera.


Nadie interfirió. El Ultionem dio un gran rodeo, mientras Youngmin exigía su venganza. Debería haber sido Hwan Hee quien luchara contra el demonio. Debería haber sido Hwan Hee quien le devolviera al bastardo lo que había hecho hace mucho tiempo, pero Xiao era su prioridad. Siempre sería su primera prioridad.


Hwan Hee se giró hacia su abuelo. —Necesito ayuda. Xiao se está muriendo, y no voy a ser capaz de curar todas sus heridas a tiempo.
Himchan condujo a Hwan Hee al patio trasero, mientras la lucha continuaba.
—Ponlo en la hierba.

 
Hwan Hee era reacio a dejar ir a su pequeño pelirrojo, pero no tenía elección. Levantó la mirada hacia su abuelo. —Está llevando a mi hijo.
Los ojos de Himchan se abrieron un poco, antes de asentir.


—Sufrió mucho daño.


En otras palabras, el líder demonio no estaba seguro de si podría salvar al hijo nonato de Hwan Hee o si ya era demasiado tarde.


Los seis hombres en la puerta se giraron, y Hwan Hee se agazapó, dejando al descubierto sus colmillos, cuando una sombra oscura apareció en el patio trasero. Su corazón golpeó en su pecho, cuando reconoció la figura.


—¡No!
—Quédate atrás—advirtió Himchan, cuando Wheesung salió de las sombras.
—Él no es tuyo, no lo puedes tomar.


Wheesung, el hermano de Himchan, también conocido como la Muerte. Él era el padre de todos los recolectores de almas. Había venido a recoger a Xiao, y Hwan Hee lucharía hasta la muerte, con el fin de detener al hombre.

Era raro que Wheesung fuera atrapado con la guardia baja. Era un hombre de pocas palabras e incluso de menos reacciones emocionales, pero sus ojos se abrieron ligeramente, cuando vio la escena a su alrededor.


—Él es mi pareja—argumentó Hwan Hee. —¡No voy a dejar que lo tengas!
Wheesung dio un paso adelante, la simpatía en sus ojos otra cosa rara para el hombre. —Su alma me llamó.


Himchan agarró a Hwan Hee, cuando saltó hacia el hombre.
—No voy a dejar que te lo lleves—dijo Hwan Hee en un tono bajo y letal.


—Ni tampoco nosotros—Jaehyo dijo, mientras daba un paso hacia adelante.


—Lo puedo sanar—Himchan dijo, mientras mantenía un férreo agarre sobre Hwan Hee.


—No puedes interferir con el destino —dijo Wheesung, aunque sus ojos todavía contenían empatía por Hwan Hee.

—Es su tiempo.


—¡No! —Himchan se transformó, y Hwan Hee fue derribado sobre su culo.


Dos veces en una noche, había sido sorprendido por la apariencia de un miembro de su familia. Garras afiladas como cuchillas de las más finas crecieron, hasta que alcanzaron las doce pulgadas de largo, y una hilera de dientes mortales aparecieron, su piel se volvió carmesí, mientras una cola creció de cuatro pies de largo. Cuernos brotaron de su cuero cabelludo, su cuerpo se contorsiono en una manera que Hwan Hee nunca había visto.
—No voy a permitir que te lo lleves.
 
Wheesung bajó la cabeza y la sacudió, antes de mirar a su hermano.
—¿Crees que disfruto mi trabajo?—Preguntó.
—¿Crees que quiero añadirle dolor a Hwan Hee? Soy plenamente consciente de lo que ha pasado, a pesar de que nunca ha dicho una palabra a nadie.


Hwan Hee se quedó sin habla, por la admisión de Wheesung. ¿Cómo el hombre sabía lo que había sufrido? La vergüenza lo llenó, mientras apartaba la mirada. Nunca le había contado a nadie, lo que había ocurrido, porque los detalles eran un secreto que había planeado llevarse a la tumba. Si su padre o incluso su abuelo, descubrieran que él había sido atacado sexualmente múltiples veces por esa grotesca criatura, nunca lo mirarían igual otra vez.
O, peor aún, siempre lo mirarían con lástima en sus ojos, y eso era algo con lo que Hwan Hee no podía vivir, se negó a vivir con ello.


—Y no es mi lugar contarlo.


Hwan Hee levantó la vista, cuando Wheesung habló de nuevo. Algo pasó entre ellos, un acuerdo de que Wheesung nunca diría una sola palabra de lo que sabía.


—Tienes que darle una oportunidad a Xiao —dijo Himchan. —Dale a Hwan Hee la paz que tan desesperadamente necesita.


Hwan Hee quería decirles a todos que dejaran de parlotear sobre su maldito asunto. No quería que ninguno de estos fuertes líderes, lo viera como alguien débil. Estaba a cinco segundos de tomar a Xiao y transportar su culo.

 
Lo único que lo detuvo, fue el hecho de que sabía que no podía curar a su pareja, por su cuenta, y cuanto más tiempo estos hombres esperaban, menos posibilidades tenía su pareja de sobrevivir.


—Ya he dado demasiados pases —dijo Wheesung. —Quieres que mire hacia otro lado por todos, pero no puedo. Interferir con el destino, siempre tiene una forma de seguir su curso nos guste o no, y después de los acontecimientos de la vida son enviados fuera de control.


—Te estoy pidiendo—dijo Himchan entre dientes,—este único favor, hermano.
 
—Ese favor te fue otorgado, cuando salvé a Jae Min—Wheesung le recordó Himchan. Jae Min era el nieto de Wheesung, un nieto que no era consciente de que incluso tenía, hasta que Jae Min había sido abandonado en un callejón para morir. Ese fue un infierno de manera de averiguar que tenía familia.


Himchan arrojó su brazo, y Xiao pronto inhaló profundamente, sus heridas uniéndose, cuando sus párpados se abrieron. Hwan Hee cayó de rodillas y tiró de su pareja, entre sus brazos, abrazándolo con tanta fuerza que temía que rompería a su hermoso gatito.


—Touché—Wheesung dijo, mientras bajaba su cabeza. —Has quitado la marca de la muerte de su alma, pero ¿piensas que va a ser así de fácil?


—¿Por qué?—Preguntó Hwan Hee, mientras sus brazos se envolvieron con más fuerza, alrededor de Xiao. —¿Por qué estás tan empeñado en quitarme a mi pareja?


Wheesung sacudió la cabeza. —No lo estoy, Hwan Hee. Si dependiera de mí, estaría a tu lado en los eones por venir. Pero su vida ahora está en tiempo robado, y tengo que hacer lo correcto.


—No voy a dejar que te lo lleves—dijo Hwan Hee con la mandíbula apretada.
—Entonces te ofrezco un intercambio—dijo Wheesung, mientras metía las manos en los bolsillos de sus pantalones.
—Puedes mantener a Xiao, si estás dispuesto a darme a tu hijo nonato. Un alma por un alma.

 

Las manos de Xiao volaron hacia su estómago. —No—susurró.
—Llévame—Hwan Hee se ofreció.
—Sólo puedo tomar lo que está dentro de Xiao. Su alma o tu hijo—dijo Wheesung.


—No te llevaras al niño—Youngmin salió de la casa, con sangre, magullado, y de regreso a su forma normal si se podría llamar a cualquier cosa en Youngmin normal. También estaba completamente desnudo, pero nadie le dio a su desnudez ningún pensamiento.


—¿Y tú me detendrás? —Preguntó Wheesung. Una sonrisa divertida se crispó en las comisuras de su boca. —Ah, sí, lo intentarías. Fuiste tú quien sacrificó a su propio padre, con el fin de levantar su maldición.


—Fui yo quien hizo el trato con la Fuente Primordial —dijo Himchan. —No Youngmin.


—Fue tu propio maldito hijo, quien nos tuvo atrapados en ese vacío— argumentó Wheesung. —A causa de tu raza querida, yo... —Wheesung apretó sus puños y movió la cabeza. —¿Qué alma voy a tomar?


Hwan Hee sabía que no importaba lo mucho que se sostuviera sobre Xiao, si Wheesung quería al hombre, él no sería capaz de impedir que la Muerte tomara cualquiera alma.


—No lo dejes—Xiao agarró el brazo de Hwan Hee. —No dejes que nos quite a nuestro hijo—Las lágrimas rodaron por el rostro de Xiao, y un tipo de dolor, que Hwan Hee nunca antes había experimentado, trituró su pecho, hasta el punto de que no podía respirar.


Rozó la mano por el hermoso pelo rojo de Xiao, antes de presionar su frente con la de su pareja. Se quedó mirando a los ojos de color verde pálido, de los que se había enamorado.
—No voy a perderte, Rojo. No puedo vivir sin ti. Eres la luz de mi oscuridad, la tranquilidad de mi vida caótica. Sin ti...

 

 
La garganta de Hwan Hee se hizo demasiado estrecha, para que las palabras pudieran pasar.


—Yo soy al que odias—dijo Youngmin. —Toma mi alma, en lugar de la de mi nieto.

Wheesung dio una risa amarga. —No puedo tomar lo que no tienes.
Youngmin gruñó, mientras volaba hacia Wheesung, pero este se movió demasiado rápido y rodó fuera del alcance del vampiro.


—No hagas esto —advirtió Himchan.
Wheesung giró hacia su hermano. —¿Qué, me matarás? —Una sonrisa apareció en la cara de Wheesung. —Sabes lo que sucederá, si muero.
 
—¿Quién dijo que morirás?
Himchan voló hacia Wheesung. Esta vez la Muerte no fue tan rápida. Himchan abordó a Wheesung, y luego los dos se desvanecieron en el aire.

Hwan Hee miró a su alrededor, en guardia, sus movimientos espasmódicos, mientras buscaba en el patio trasero. Los dos no estaban a la vista.


—Llevó a Wheesung al inframundo —dijo Jaehyo. —Tengo la sensación de que el Guardián tiene una celda reservada para él.
—¿Qué significa eso? —Preguntó Hwan Hee.
—Significa que Wheesung no va a tomar ninguna alma, durante mucho tiempo— respondió Jaehyo.
—Y si conozco a Himchan, Wheesung no será liberado, hasta que se comprometa a dejar a Xiao y al niño en paz.


Alivio no era una palabra lo suficientemente buena, como para describir cómo se sentía Hwan Hee.
—¿El demonio? —Preguntó Xiao, mientras trataba de sentarse, pero los brazos de Hwan Hee estaban enrollados demasiado firmemente alrededor del pequeño shifter gato.
—Muerto—dijo Youngmin, antes de que escupiera en el suelo. —Un destino demasiado amable, si me lo preguntas.

 

 
—Bueno—Jongin dijo, mientras daba una palmada —ya que todo ha sido atendido, ¿por qué no hacemos una barbacoa de última hora, para celebrar la paternidad inminente de Hwan Hee y que tiene una pareja que está dispuesta a aguantar a su intratable culo?


—Realmente no me gustas—Hwan Hee dijo, mientras recogía a Xiao y se puso de pie.
—No sé—dijo Xiao, mientras miraba hacia Hwan Hee, con tanto amor en sus ojos, que Hwan Hee se sentía como el hombre más afortunado del mundo.
—Podría ir por algo de comida. Estoy hambriento.
 
 
—Entonces me reuniré con ustedes en casa de Taehyung—dijo Jongin, mientras los hombres se iban.
—Nos encontraremos de vuelta en tu casa—dijo Youngmin.


Hwan Hee asintió y luego utilizó su velocidad inhumana, para llevar a casa a su pareja. Una vez que estuvieron solos en la habitación, miró a los ojos de Xiao. —Sé que no estás bien.
—No, no lo estoy —dijo Xiao, mientras Hwan Hee colocaba a su pareja en la cama.
—Pero pensar en lo que me pasó, es lo mismo que dejar que ese feo bastardo gane.
Tomando asiento, en un lado de la cama, Hwan Hee le preguntó, —Él hizo...


No era capaz de terminar la pregunta. A decir verdad, no quería saberlo, pero necesitaba saber. Estaba dividido y Hwan Heeó como el infierno, para que Xiao no hubiera sufrido la misma suerte que él.


—¿Me hizo alguna cosa sexual? —Preguntó Xiao. Hwan Hee asintió.
Xiao se puso de rodillas y enmarcó la cara se Hwan Hee con sus suaves manos. Hwan Hee cerró los ojos, saboreando la sensación de tacto de su pareja. Las emociones caóticas habían desaparecido, reemplazadas por el abrumador amor que sentía por su pequeño shifter gato.

 
 
—No, y no hay vergüenza en lo que te hizo. No fue tu culpa, y no te miraré de manera diferente. Todavía eres mi mandona pareja, sobreprotector, y sexy como el pecado.
Xiao le dio un beso, y Hwan Hee sentía como si estuviera siendo consumido. Cuando Xiao se retiró, le sonrió a Hwan Hee.


—Creo que voy a pasar, de que me consigas un oso para luchar. He tenido suficientes emociones para que me duren diez vidas.
Hwan Hee golpeó el culo de Xiao.
 
—Uno de estos días, vas a decirme de qué demonios estás hablando. Xiao se rió, cuando echó los brazos alrededor del cuello de Hwan Hee.
—Uno de estos días.


Hwan Hee sostuvo a Xiao en sus brazos, un hombre que había tenido miedo del mundo, pero había enfrentado a sus miedos, con el fin de cambiar el mundo entero de Hwan Hee. El gatito podría ser pequeño en estatura, pero su amor y fuerza habían sido lo suficientemente grandes como para domesticar a una bestia salvaje.
—Te amo, Rojo.
Xiao sonrió hacia él. —También te amo, tipo grande. Ahora tráeme un poco de helado y pepinillos.
Hwan Hee rió.
—Tus deseos son órdenes para mí, mi hermoso Rojo.


Fin

Notas finales:

me encanta HimChan y todo el Ultionem...

 

Mis babys les recuerdo que Hwan Hee es nieto de Wheesung, por lo tanto el hijo de Xiao y Hwan Hee, son familiares de Wheesung también. Al igual que Jaemin, Wheesung lo fue a buscar personalmente cuando estaba muriendo porque sintió de cierta forma el lazo familiar, lo mismo pasó con el hijo de Xiao, al ser familiar de Wheesung, el es capaz de sentir e lazo directo, por esa es la razón que el mismo fue a reclamar su alma como la Parca. Gracias a buda Himchan estaba ahí, XD.

 

dejen RW OK

a continuación...

 

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