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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

¡Hola! <3

 

Narra Claudio

Mis dientes empezaron a tiritar inmediatamente después de que bajé del taxi que había tomado junto a Maxim desde el aeropuerto, hasta Moosach, el vecindario en donde Sean y Daniel estaban viviendo. Observé la fachada de la casa y no noté ningún cambio desde el día que había estado viviendo en ella cuando Maxim y yo ayudamos a Sean en algunas investigaciones.

Investigaciones que, hasta el momento, desconocía cuál había sido su destino final.

Como no conseguí mantener bajo control el temblor de mi mandíbula, lo único que pude hacer fue abrazarme a mí mismo para frotar mis brazos y darme un poco de calor mientras veía a Maxim bajar nuestras maletas y pagarle al taxista, a quien no le tomó mucho tiempo reanudar su búsqueda de clientes aprovechando que una llovizna ligera empezaba a mojarnos muy lentamente

-¿Por qué no me advertiste sobre el clima?-mi estómago se contrajo dolorosamente a causa de un temblor que se extendió por todo mi cuerpo

-Creo que el calor de Positano me derritió el cerebro. No puedo pensar en nada más que en ti desnudo-mis temblores desaparecieron abruptamente al escuchar la respuesta tonta de Maxim. Él sonrió-Ya, ya-pasó un brazo sobre mis hombros y me atrajo hacia él

-¿No tienes frío?-le pregunté porque desde el primer momento en que me quejé del frío fue cuando estábamos en la entrada del aeropuerto y como me había entregado su sudadera, se quedó solo con una playera sencilla

-Es soportable-dejó de abrazarme y tomó nuestras maletas para que empezáramos a caminar rumbo a la entrada principal de la casa. Una vez frente a ella, Maxim tocó el timbre y la espera no fue mucha porque a los pocos segundos un chico nos abrió.

¿Él era Daniel?

Dudé porque yo no lo conocía. Solo lo había visto de lejos y cuando tenía vendas alrededor de su rostro y cabeza

-Hola-saludó. La mitad de su cuerpo quedó oculta detrás de la puerta-¿En qué puedo ayudarlos?-nos observó a ambos y yo lo observé a él. Se veía joven y cansado, pero él no me dio un “aire” de ser Daniel. Presentía que ya conocía a ese joven…

-Buscamos a Sean-la mirada del joven se posó en Maxim-Somos unos amigos-

-Ah…-el chico abrió por completo la puerta y además de que pude ver su uniforme color azul, recordé que él era el enfermero amable. El que me regalaba los postres que Maxim no quería compartir conmigo. ¿Qué hacía ahí?-Sean salió a realizar unas compras…-dudó un poco-Pero me dejó avisado que iba a recibir visitas-asintió varias veces y se hizo a un lado-Pasen, por favor-

-Gracias-Maxim no dudó en ingresar a la casa y yo le seguí-Eres Johann ¿verdad?-el chico cerró la puerta a nuestras espaldas y después tomó la mano que Maxim extendía hacia él

-Sí-sonrió-¿Eres Maxim?-el enfermero también hizo memoria

-El mismo-ambos se estrecharon las manos

-Vaya, al parecer estás totalmente recuperado-Johann dio una mirada rápida a Maxim-Como la mayoría del tiempo te veía acostado, no sabía que eres muy alto-sonrió y después volteó a verme-¿Claudio?-

-El mismo-ambos nos estrechamos las manos

-Por poco y no los reconozco-nos dio otras cuantas miradas-Sean no va a tardar, fue por un poco de despensa-empezó a explicarnos mientras yo observaba la sala que tampoco contaba con ningún cambio notable, a excepción de un pequeño detalle…

-Hola-saludé espontáneamente al jovencito que se asomaba tímidamente por el respaldo del sofá más grande de la sala. Me di cuenta de que Johann y Maxim dejaron de platicar entre ellos mientras me acercaba al jovencito que a cada paso mío lo notaba más encorvado, como si quisiera esconderse de mí-¿Eres Dany?-me coloqué frente a él y extendí mi mano-Me llamo Claudio-le sonreí y esperé a que respondiera o tomara mi mano, pero solo conseguí que me observara como si yo tuviera 3 cabezas.

Lo que me llamó la atención de él fue que su rostro estaba delgado, su piel pálida, había grandes ojeras bajo sus ojos y su ojo derecho tenía una zona amoratada en la parte de su párpado. De todo lo anterior, lo que más resaltaba era ese parche blanco que tenía en su frente.

Estuve a nada de decir algo más, pero noté que Johann se aproximaba a nosotros

-Me parece que Daniel es alguien muy tímido-dijo. Entonces ese jovencito era Dany… No pude evitar observarlo con más detalle porque al fin lo estaba conociendo-Creo que Sean te dijo que iban a venir visitas-habló hacia Daniel, quien no dejaba de verme a mí y a Maxim, que todavía estaba cerca de la puerta principal-¿O no te dijo nada?-Johann le preguntó y entonces Dany por fin habló

-Sí…-sus cejas se fruncieron un poco-Si me dijo-su mirada bajó y lo noté demasiado cohibido. Observé a Maxim y lo encontré observándome, él elevó ambos hombros. Los cuatro nos quedamos en silencio hasta que Johann se aclaró la garganta

-¿Quieren tomar algo?-reaccioné al escuchar la oportunidad perfecta de terminar con ese silencio incómodo

-Un café bien caliente, por favor-sonreí y Johann también-En verdad que éste clima es nefasto. No soporto el frío-exclamé y después reí un poco. El ambiente se aligero casi de inmediato

-Yo también quiero uno-dijo Maxim

-Tomen asiento, en un momento regreso-dio una mirada rápida a Dany y me percaté de que quiso decirle algo, pero solo se limitó en caminar rumbo a la cocina. De nuevo observé hacia donde Maxim estaba y lo encontré observando a Dany.

Ahora solo estábamos los tres, pero el silencio resultó ser más incómodo que cuando Johann estaba con nosotros. Observé a mi alrededor y por fortuna, encontré algo con lo que podía empezar a romper el hielo con Dany

-¿Estaban jugando Monopoly?-tomé asiento en el sofá que había a un lado del que Dany utilizaba. En la mesita del centro había un tablero de Monopoly que me limité en observarlo superficialmente, porque de reojo vi que Dany se enderezaba un poco para prestarme atención

-Sí…-respondió-Es divertido-

-¿Puedo jugar? A mí me encanta-tomé la caja e hice como si la estuviera analizando con mucho interés, pero la verdad era que, al que estaba observando con interés, era a Dany.

Él se encontraba vestido con un pijama de color rojo, calcetines blancos y un gorro naranja. La verdad, esa combinación de colores era muy extraña, pero que en lugar de que se viera extraño, me pareció encantador.

Al segundo vistazo rápido que le di, me percaté de que su pie derecho estaba vendado al igual que sus muñecas

-Sí…-Dany iba a decir algo más, pero se interrumpió porque Maxim se sentó a mi lado

-Yo también quiero jugar-me quitó la caja de las manos y le sonrió a Dany-Hola, me llamo Maxim-se presentó-¿Sean te habló de mí?-quise darle un golpe porque al parecer no estaba entendiendo que Dany era alguien tímido, por lo que debíamos “acercarnos” poco a poco a él y no abrumarlo con tantas preguntas

-Me dijo que son amigos-sorpresivamente, Dany dejó de estar encorvado y empezó a observarnos con curiosidad. Primero observó a Maxim y después a mí-Y me dijo que tú y Lucy también son amigos de hace muchos años-le sonreí

-Bueno, entonces eso quiere decir que no somos tan desconocidos para ti ¿Verdad?-elevé ambas cejas y Dany pensó durante un momento en mis palabras para después sonreír con los labios apretados y negar

-Creo que no-

-Bueno ¿vamos a dejar de hablar y empezar a jugar? ¿O qué?-observé a Maxim y ésta vez no soporté las ganas de darle un pequeño golpe en el hombro. Él me observó-¿Qué?-le hice una mueca y después nuestra atención regresó a Dany quien no había dejado de observarnos

-Juguemos-dije. Maxim y yo nos encargamos de eliminar el juego que ya habían empezado Dany y Johann para repartir de nueva cuenta todas las fichas, billetes y el resto de complementos del juego.

Y mientras jugábamos, me di cuenta de que a Dany le costaba mover los dedos de sus manos; así que solo podía lanzar los dados. Tampoco podía mover su ficha representativa sobre el tablero, pero Maxim no tuvo ningún problema en ayudarlo con ello.

Johann se reunió con nosotros cuando ya habíamos avanzado bastante en el juego, pero desistió de unírsenos porque nos explicó que debía hacer algunas cosas, así que Maxim, Dany y yo, nos quedamos solos esperando a que Sean estuviera de vuelta.

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-No hagas trampa, Maxim-le advertí cuando noté que estuvo a punto de tomar unos billetes de más

-Disculpa, no me di cuenta-fingió demasiado mal

-Es por eso que no podemos ganarte-le recriminé y él empezó a reírse-Te alcanza para comprar todo porque estás robando-continué recriminándole y observé a Dany-Es un tramposo-señalé acusadoramente a Maxim y Dany sonrió-No te rías Dany, esto es serio-la risa de Maxim incrementó y me enfadé-No-le arrebaté sus billetes-Quedas fuera del juego, declárate en bancarrota-me levanté del asiento para evitar que Maxim tomara los billetes, pero Maxim, que continuaba riendo, también se levantó

-Estoy ganando justamente, este fue un pequeño error-continuó con su sonrisa y no le creí nada

-No, nada de eso-negué con esmero-Un “pequeño error” que apenas noté, timador-de nuevo intentó arrebatarme los billetes, pero conseguí esquivarlo-No vas a jugar más-le dije recalcando cada palabra para terminar de sentenciarlo

-Entonces ya no juegues conmigo-dijo y volvió a tomar asiento-Empecemos una nueva partida, Dany-no terminó de hablar cuando utilizó sus manos para deshacer todo el progreso que llevábamos de juego

-¿Qué? No-me quejé-Dany tampoco va a jugar contigo porque vas a seguir haciendo trampa-

-Es imposible que le haga trampa a Dany-se defendió con un argumento bastante estúpido a mi parecer

-Maxim…-iba a empezar a amenazarlo, pero la puerta principal se abrió y Sean entró a la casa. Primero nos observó a nosotros, después a Dany y posteriormente su mirada regresó a nosotros

-¡Sean!-Maxim volvió a levantarse del asiento para acercarse a Sean quien traía entre sus manos varias bolsas de papel que se veían llenas con lo que esperaba fuera comida porque ya empezaba a tener más hambre-Claudio me está acusando de ladrón-se quejó como si fuera un niño de 5 años

-No te dije ladrón-expuse-Te dije timador-recalqué. Sean no nos hizo caso porque lo primero que hizo fue acercarse a Dany que permanecía en silencio e interesado en la discusión que mantenía con Maxim

-¿Ya comiste?-Sean le preguntó mientras le acomodaba el gorro naranja y Dany negó. Esa “simple” acción por parte de Sean hizo que me avergonzara un poco, pero no por algo malo, sino porque me pareció una acción demasiado íntima entre él y Dany.

Resultó ser algo que ni Maxim ni yo debimos ver, pero que sí vimos

-¿Y Johann? te dejó solo… ¿Con ellos?-me dio una mirada rápida y después le dio otra a Maxim.

-Lo invitamos a jugar, pero fue a hacer unas cosas-Dany respondió

-Sean, no somos tan irresponsables-Maxim se defendió del comentario despectivo que Sean nos hizo sutilmente. Yo no me sentí tan ofendido porque la verdad, no estábamos cuidando a Dany en ningún sentido, incluso nos había visto discutir por algo estúpido

-Bien, como sea-suspiró-Maxim, ayúdame con esto-Sean le entregó una bolsa a Maxim y ambos se encaminaron hacia la cocina en un misterioso silencio.

Dany se removió sobre el sofá y reaccioné, ahora nos habíamos quedado a solas

-¿Quieres que empecemos una nueva partida solo tú y yo? Podemos dejar fuera al tramposo de Maxim-le ofrecí mientras acomodaba distraídamente los billetes que había en el lugar de Maxim y en el mío. Como no obtuve respuesta, observé a Dany-¿Dany?-volteó a verme

-¿Hmm?-

-¿Quieres jugar otra partida?-él lo pensó durante un instante y después negó. Sonreí-¿Ya te aburriste?-asintió y lo observé un poco más. Parecía que estaba pensando en algo. Algo negativo porque su rostro ahora se notaba más triste. Decidí intentar animarlo-Bueno ¿Qué más te gusta hacer para entretenerte?-hizo una mueca, pensó en silencio y después elevó ambos hombros

-No sé…-asentí y mi cerebro empezó a trabajar para pensar en algo con lo que pudiéramos divertirnos, pero no encontré mucha inspiración en esa zona de la casa

-Debemos ingeniar algo con qué entretenernos porque de seguro va a volverse aburrido jugar Monopoly toda la vida-exageré un poco e intenté que mi tono saliera “en broma”

-¿Toda la vida?-lo escuché murmurar y quise hacer un comentario más, pero afortunadamente o no, Johann hizo su aparición

-Dany, ya casi se pasa tu hora de comer-dejó sobre el sofá una cesta con ropa que parecía recién lavada-¿Quieres comer en la cocina o en tu habitación?-

-En… mi habitación-murmuró sin muchas ganas y lo observé.

¿Por qué había tenido ese cambio de actitud? Hace unos momentos parecía estar contento

-Ven, te ayudo-Johann se aproximó a Daniel y lo tomó de los antebrazos para ayudarlo a levantarse del sofá. Noté que Dany no asentaba su pie derecho y sospeché aún más de ese vendaje que tenía ¿Se había caído? ¿Era una torcedura? El vendaje en sus muñecas me lo esperaba porque eran las zonas más afectadas de su cuerpo, pero ¿Qué pasaba con su pie derecho?

Con ayuda de Johann, Dany se dirigió hacia un pasillo en el que los perdí de vista.

Me quedé sentado en el sofá acomodando todo el contenido del Monopoly dentro de su caja hasta que vi a Johann pasar por la sala rumbo a la cocina. A los pocos minutos volvió a salir con un plato hondo en una mano y un vaso ¿entrenador? lleno con agua en la otra. Suspiré.

Continué acomodando todo y después di un vistazo rápido a la cesta de ropa que continuaba a mi lado, con solo una hojeada me percaté de que era ropa que le pertenecía a Dany y también había ropa de cama como sábanas y un cobertor…

-Claudio-observé hacia la entrada de la cocina y me encontré con Maxim-Ven un momento-en cuestión de segundos me levanté e ingresé a la cocina. En ella, vi a Sean acomodando algunas cosas dentro del refrigerador y a Maxim que solo estaba comiéndose una manzana

-¿Vamos a comer algo? Tengo hambre-me quejé mientras tomaba asiento a un lado de Maxim

-Ten-él me entregó su manzana y le di una mordida. Maxim tomó otra manzana de la despensa que Sean estaba acomodando y mientras comíamos, lo observamos en silencio.

Me di cuenta de que todo lo que Sean había comprado eran verduras, legumbres y fruta. Nada más

-Oye Sean…-lo llamé y él dejó de acomodar para observarme-No es como que sea mi problema, pero ¿Aquí no comen carne?-él suspiró

-Esto es de Daniel-continuó acomodando la gran variedad de verduras

-Es mucho ¿No crees?-di otra mordida a la manzana

-Si te alimentas únicamente con esto-señaló lo poco que quedaba sobre la isla-No creo que sigas pensando lo mismo-

-¿Dany solo come esto?-preguntó Maxim mientras revisaba un paquete de zanahorias con una mueca de asco

-Y a veces come pollo-Sean respondió mientras guardaba el paquete de zanahoria en el refrigerador-También gelatina y toma uno que otro zumo-lo observé en silencio y fue cuando me percaté de que tenía ojeras bajo sus ojos y tenía un muy leve rastro de barba. Tal vez esa mañana no se había rasurado

-¿Y entonces qué comes tú?-pregunté mientras recargaba ambos codos sobre la isla

-Lo que le expliqué a Maxim es lo siguiente-suspiró-Si quieren comer aquí, debemos esperar a que Daniel se duerma-elevó ambas cejas y sus ojeras fueron más notables-Podemos pedir comida a domicilio, pero solo hasta que Daniel esté dormido-recalcó

-¿Por qué?-interrogué. Sean me observó en silencio durante un instante

-Explícale-le habló a Maxim-Decídanse. Ya vuelvo-y salió de la cocina. De inmediato observé a Maxim

-Explícame-pedí y él se carcajeó mientras peinaba mis cabellos

-Sean nos da dos opciones. Si decidimos comer aquí, podemos pedir comida a domicilio siempre y cuando Daniel ya esté dormido o…-inclinó un poco su cabeza de lado-Podemos salir e ir a comer a algún restaurante aprovechando que el enfermero todavía va a estar aquí hasta las 8-

-No entiendo ¿Por qué esperaríamos a que Dany se quede dormido si decidimos comer aquí?-

-Es la estrategia de Sean para evitar que a Dany se le antoje la comida-Maxim dejó de acicalarme-Sean no sobreviviría comiendo únicamente verduras-relamió sus labios-Porque él sí necesita la energía de la carne o los lácteos-reveló

-Entiendo-asentí. En otras palabras, Sean buscaba las oportunidades perfectas para comer porque no quería antojar a Dany. Y me pareció lógico, sería nefasto comer un buen trozo de carne frente a alguien que solo puede comer una insípida ensalada; además, me parecía que Dany ni siquiera podría agregarle algún aderezo a sus verduras para resaltar los sabores

-Qué considerado de su parte-murmuré

-Sí…-Maxim se inclinó hacia mí-¿No te sorprende que Sean sea así de considerado con Dany?-murmuró y sonreí de lado

-Bastante-afirmé. Maxim sonrió y me robó un beso en los labios-Oye…-me alejé abruptamente y vi de reojo hacia la entrada de la cocina para asegurarme de que nadie estaba ahí, por ejemplo, el enfermero. Maxim solo chistó y ambos nos quedamos en un silencio incómodo.

El beso robado me había molestado por un instante, pero ahora el enojado parecía ser Maxim. Quería decirle que nosotros no éramos nada, que no encontraba sentido a su molestia, pero esa plática aún no salía a relucir porque no platicábamos mucho cuando estábamos solos, pero sí nos besábamos en exceso.

¿Los besos y el sexo querían decir que éramos pareja?

No.

Sólo éramos compañeros de habitación y yo no quería una relación con nadie… por el momento

-¿Sean te ha platicado del porqué Dany tiene un vendaje en el tobillo derecho?-pregunté para intentar romper el silencio. Maxim volvió a relamerse los labios

-Le dije que se veía cansado y me platicó que Dany tuvo una caída días atrás-volteó a verme-Lo internaron en el hospital durante tres días. Hace apenas día y medio salió-volvió a relamerse los labios-Tiene un esguince y para rematar, sus muñecas también resultaron lastimadas, pero no es de gravedad-

-¿Y el parche en su frente?-

-Cuando se cayó, su frente se estrelló contra el piso, pero-sonrió-Afortunadamente solo le quedó una hinchazón y un moretón-asentí

-¿Y por qué se cayó? El enfermero está para cuidarlo ¿O no?-reclamé a la nada y las cejas de Maxim se fruncieron

-Sean no me dio más detalles, pero lo que sí me dijo fue que como Dany está hastiado de que lo ayuden en todo, utilizó la misma técnica de distracción en él y en el enfermero para que lo dejaran solo durante un momento-

-Y creo que resultó peor porque va a necesitar más ayuda-medité

-No lo dudo-murmuró y estuve a punto de mencionarle algo sobre el pequeño “problema” de su beso robado, pero escuché las voces de Sean y de Johann acercándose a la cocina

-Creo que no se la terminó porque en verdad ya tenía sueño-dijo Johann y ambos ingresaron a la cocina, pero sin prestarnos atención a nosotros porque estaban enfrascados en su conversación

-Pero dejó bastante ¿Le dolerá el estómago?-Sean revisó el contenido del plato hondo que minutos antes había visto que Johann le llevó a Dany. Al parecer era su comida

-No, pero cuando despierte se la volveré a dar y le preguntaré-Johann respondió

-Bien, gracias-Sean le entregó el plato a Johann y volteó a vernos-¿Ya se decidieron?-nos preguntó

-Sí, vamos a un restaurante-Maxim respondió por ambos porque en realidad ni siquiera nos habíamos puesto de acuerdo, pero no mencioné nada porque si todavía se encontraba molesto por el asunto del beso robado, preferí no echar más leña al fuego

-Entonces vámonos-revisó su reloj de pulsera-Tenemos 3 horas y media hasta que el turno de Johann termine-

-Bien-Maxim se levantó de su asiento y salió de la cocina sin decir algo más. Sean lo vio extrañado y después volteó a verme, pero evité su mirada al levantarme yo también del asiento.

Salí de la cocina y vi que Maxim ya estaba fuera de la casa. Al parecer continuaba molesto.

Antes de que me dirigiera hacia la puerta principal, alcancé a escuchar a Sean pidiéndole al enfermero que cuidara de Daniel y le dijo que no íbamos a tardar.

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Mientras me abrochaba los botones de mi pijama, me acerqué a la ventana de la habitación y di un vistazo hacia el exterior. Al cielo, a pesar de que ya estaba oscuro, se le notaban las nubes grises que amenazaban con dejar caer más lluvia de la que ya había caído a lo largo del día. Hice una mueca. Definitivamente odiaba el frío y la lluvia, prefería mil veces más mi clima cálido de Positano porque permitía hacer más cosas en el exterior.

Terminé de abrochar mi pijama y retorné hacia la cama en donde Maxim ya estaba acomodado y fingía leer uno de los libros que antes no estaban en la habitación, pero ahora se encontraba ordenados en un pequeño mueble de la habitación.

Después del incidente con el beso robado, Maxim llevaba toda la tarde sin dirigirme la palabra. Durante la comida en el restaurante, se la había pasado platicando con Sean; por supuesto que Maxim habló más que Sean y por mí no había ningún problema, pero lo que detestaba era que Maxim resultaba ser demasiado obvio en su estúpida ley del hielo hacia mí. Ni siquiera volteaba a verme y esa actitud me ponía, pero de malas.

No sabía cómo iba a arreglar ese asunto ya que yo no planeaba ser el primero en dar mi brazo a torcer. No le veía sentido a la discusión silenciosa.

Caminé hacia mi lado de la cama y acomodé las cobijas sobre mí. Primero me acosté en posición fetal y dándole la espalda a Maxim e intenté dormir, pero como no lo conseguí, giré hasta quedar boca arriba y de nueva cuenta no conseguía quedarme dormido porque la posición terminó por cansarme. Suspiré y me decidí en volver a colocarme en posición fetal, pero viendo hacia Maxim que continuaba entretenido con el libro. Parecía que en verdad estaba empeñado en continuar con la ley del hielo.

Cerré mis ojos e intenté quedarme dormido, pero de nuevo fallé.

Suspiré con fastidio y volví a girar para quedar boca arriba.

Observé el techo y después froté varias veces mi rostro con ambas manos. Me quedé con las manos sobre mi rostro y volví a suspirar con fastidio con la esperanza de que Maxim hiciera uno de sus típicos comentarios “graciosos”, pero nada apareció y entonces… me di por vencido

-Lo siento…-murmuré, pero mi voz salió distorsionada porque mis manos continuaban ocultando mi rostro

-¿Qué?-después de un silencio eterno por fin escuché la respuesta que no esperaba, pero era una respuesta

-Lo siento-repetí con mi rostro aún cubierto y con los dientes apretados entre sí

-No te entiendo-identifiqué un tono burlón de su parte y me enderecé en seguida. Tomé mi almohada y empecé a golpear a Maxim con ella

-Dije-un golpe-Qué-otro golpe-Lo-otro golpe-Siento-le di otro golpe más fuerte al que le siguieron otra tanda de golpes. Escuché su risa y continué con los golpes hasta que él consiguió tomar la almohada y arrebatármela. La aventó lejos de la cama y cuando mi intención fue levantarme de la cama para volver a tomarla, él me tomó de un brazo para impedirlo.

Fue ágil y consiguió sentarse sobre mis muslos para entrelazar los dedos de sus manos con los míos. Vi su sonrisa y eso me hizo arder de rabia

-Quítate-exigí

-No te escuché hace un momento-continuó sonriendo prepotentemente

-Quítate-repetí más enojado y me retorcí como gusano bajo él para aventarlo, pero no conseguí nada más que cansancio. Me quedé inmóvil y observé a Maxim. Su sonrisa desapareció en un santiamén y sus ojos se entrecerraron

Ahora parecía un Maxim amenazante

-No entiendo tu disculpa-pasé saliva

-Lástima-repliqué e intenté enderezarme, pero conseguí moverme menos que antes. Suspiré y volví a rendirme-Me disculpo por mi reacción en la cocina cuando intentaste besarme-evité el contacto visual, pero no resistí el tener que regresar mi mirada a él-Lo siento ¿Bien?-recalqué. Maxim suspiró

-No tienes de qué disculparte-elevó ambos hombros

-Pero ya lo hice-

-¿Y por qué te interesó pedirme perdón?-

-Siento que así debía ser…-murmuré

-¿Por qué?-

-Porque no me habías hablado en toda la tarde y…-

-¿Y qué? ¿Por qué te importó?-volví a pasar saliva y pensé más rápidamente

-No…-dudé-No lo sé, porque no es normal dejar de hablarle a alguien de un momento a otro ¿No?-

-Si Sean deja de hablarte de un momento a otro ¿Harías lo mismo?-

-¿Qué? ¿Eso qué…-

-¿Harías lo mismo?-de nuevo me interrumpió

-No, claro que no-no le encontré sentido a su interrogatorio

-¿Entonces por qué conmigo es diferente?-guardé silencio y reaccioné un poco

-Si me hubieras dicho “Lucy” en lugar de “Sean”, habría hecho lo mismo que contigo-encontré la mejor respuesta. Maxim se quedó en silencio, pero su mirada volvió a hacerme sentir inseguro de lo que estaba diciendo

-¿Estás seguro?-me quedé sin palabras y Maxim sonrió-¿Ves?-se inclinó hacia mí y sus labios rozaron los míos-Te gusto-me dio un beso-Te gusto más de lo que quieres admitir-

Continuó con los besos y los disfruté por completo.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer! Que tengan un buen domingo <3


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