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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

¡Hola! <3

 

Narra Iván

 

-Entonces dijo que no comía porque… algunos alimentos que, cuando están dentro de su boca, ¿no se sienten “bien”? -asentí a las palabras de Emil

-¿Qué crees que signifique?-pregunté mientras recargaba mi espalda en el respaldo de la silla porque empezaba a molestarme. Llevaba 2 horas reunido con Emil, un amigo al que había contactado porque necesitaba de sus conocimientos y conforme más platicábamos, más temas iban desarrollándose

-Bueno…-dio un sorbo a su termo-Aún no puedo dar un diagnóstico-saboreó el café que había bebido y sus dedos se tamborilearon sobre mi escritorio-La palabra “bien” es demasiado vaga-sus ojos verdes, atentos y brillantes, se entrecerraron-Necesito saber exactamente a qué se refiere con “No se siente bien”-su mirada regresó a mí

-¿Cuándo consideras oportuno que te presente a Daniel?-volvió a dar otro sorbo a su termo y noté que lo empinaba un poco más. Al parecer se le había terminado el café-¿Quieres más café?-me levanté de mi asiento

-Sí, gracias-me entregó su termo y lo empecé a rellenar con el café que había preparado más temprano. Poco antes de que él llegara-Me parecerá oportuno después de que termine de leer todos los expedientes que me compartiste y… además, creo que voy a realizar algunas entrevistas a sus allegados-dijo-Solo hasta entonces podrá llevarse a cabo el primer encuentro-le regresé su termo completamente lleno-Gracias-y volví a tomar asiento frente a él-Tendrás que darle a Daniel una pequeña introducción de lo que yo hago y de lo que voy a hacer junto a él-asentí-Lo normal y más aconsejable es que los pacientes asistan por voluntad propia a una terapia para tratar el problema que los esté aquejando, pero dudo que Daniel sepa que existen profesionales que tratan los problemas mentales. Es más, dudo que Daniel sepa o esté consciente de que tiene un problema mental-recalcó-Es importante que no se sienta forzado y que sea por decisión propia el que quiera platicar conmigo. Si no, la terapia nunca va a funcionar-

-Me encargaré de darle una pequeña plática para ponerlo al tanto-dije-¿Una semana es tiempo suficiente para ti?-Emil hizo una mueca de duda mientras continuaba bebiendo más café-Me refiero a que te pongas al corriente con los expedientes y las entrevistas-

-Ah…-pensó durante un momento-Puede ser-vaciló-Normalmente me tomo 2 semanas en casos como éstos-

-¿Ya habías tenido a otros pacientes con el mismo problema?-

-Ningún paciente tiene el mismo problema, Iván-sonrió mientras cerraba su termo y lo colocaba sobre el escritorio. Sus dedos volvieron a tamborilearse sobre la tapa del termo antes de alejar sus manos por completo-Sí he tenido a uno que otro paciente con traumas. La mayoría son de la infancia o porque vivieron una situación de alto impacto que los marcó-me observó con los ojos entrecerrados. Ahora parecía estar analizándome-Como tú comprenderás-aparté mi mirada-¿Por esa razón estás tan al pendiente de Daniel?-observé hacia el exterior-¿He?-

Suspiré y después regresé mi mirada a Emil que continuaba observándome

-Tal vez-elevé ambas cejas

-Tu caso y su caso se parecen, sí-meditó-Según los reportes médicos que me compartiste, Daniel acaba de cumplir la mayoría de edad estipulada en Alemania, pero tú ya tenías 27 años...-decidí interrumpirlo antes de que sacara conclusiones con ese análisis que empezaba a realizar en voz alta

-Está bien. Tienes razón-suspiré-Yo pasé demasiado tiempo sin recibir ayuda y debido a eso mi carácter de mierda empeoró. No quiero que la manera en que Daniel piensa, se distorsione-acepté-Hace años yo me busqué cada cosa que me pasó, pero puedo asegurarte que Daniel ha sido una víctima desde pequeño-

-Por lo poco que me has platicado, estoy creyendo que su manera de ver las cosas, ya está distorsionada-asintió varias veces-Esos cambios de humor y la crisis que tuvo hace 6 días me hacen llegar a esa hipótesis-acomodó sus lentes-Las cosas ya pasaron y permanecen atascadas dentro de él, pero están empezando a brotar de poco en poco-se removió sobre la silla-Lo que debemos hacer es que, ese poco a poco que está saliendo, lo trabajemos para que se transforme y no haga más daño a Daniel-

-De acuerdo, recapitulemos. Primero vas a leer todos los expedientes médicos de Daniel, absolutamente todos ¿Verdad?-Emil asintió mientras volvía a tomar su termo para darle más sorbos a su café-Después, vas a realizar las entrevistas a sus allegados-

-A cada uno de ellos. Debo conocerlos para saber cómo perciben a Daniel y también conoceré un poco más el círculo social en el que se desenvuelve-suspiré

-Todos tienen poderes-dije-Sé que uno de ellos lee las mentes-obvié y Emil sonrió

-Yo también puedo “leer” las mentes, pero sin poderes ¿No crees que eso es más sorprendente?-su sonrisa llegó a sus ojos-Por cierto ¿Qué poder tiene Daniel? En algunos expedientes leí que había un gran problema con ellos-

-Algo de control mental y un poder físico. Sean me dijo que eran el resultado de una extraña combinación de muchos otros poderes-expliqué

-¿Sean? ¿El joven del que me hablaste por teléfono cuando te pregunté sobre cómo habías conseguido los expedientes más antiguos?-asentí

-El mismo-revisé el reloj que había en una pared de mi oficina-De hecho, dentro de poco lo vas a conocer. Esperaba que mañana fuera el primer encuentro, pero tendré una reunión que no puedo aplazar-le avisé a Emil mientras él volvía a dejar el termo sobre el escritorio, pero no sin antes hacer otro tamborileo con sus dedos sobre la tapa. Estuve a nada de decirle que se decidiera y que dejara de moverse

-Definamos “dentro de poco”-

-Él es muy puntual-di otra mirada al reloj

-¿En serio? Entonces ya me agrada-Emil observó hacia el reloj y en ese preciso instante, cuando las manecillas del reloj marcaron la una de la tarde, tocaron a mi puerta

-Seguramente es él-me levanté de mi asiento y Emil también.

Abrí la puerta de mi oficina y me encontré con Sean

-Sean, buenos días, pasa-ambos nos saludamos de mano y Sean ingresó. Cerré la puerta a sus espaldas-Emil, él es Sean-empecé con las presentaciones-Sean, él es el psicoterapeuta Emil-

-Mucho gusto, Sean-ambos se estrecharon las manos

-Mucho gusto-Sean respondió con un tono de voz neutral. Era el mismo tono de voz que casi siempre utilizaba

-Por favor, tomen asiento. Tenemos mucho que hablar-volví a tomar asiento mientras Emil le cedía el paso a Sean para que tomara asiento a un lado de él.

Emil observó durante algunos segundos a Sean mientras que Sean me observaba a mí. Yo los observé a ambos.

Como ese día estaba nublado y por momentos caía una muy leve llovizna, Sean llevaba puesta una chamarra azul impermeable junto a una gorra gris en la que aún permanecían las marcas de humedad de las gotas de lluvia. Su rostro apenas y se notaba.

En cambio, Emil, como ya era algo característico de él, no le importaba cómo estuviera el clima porque siempre llevaba puesto un traje formal. El de éste día era de un color gris que resultaba agradable a la vista

-Como dije, Emil es psicoterapeuta-repetí para llamar la atención de ambos y continué con las presentaciones-Viajó desde Suiza porque le platiqué un poco respecto al caso de Daniel y accedió a empezar una terapia con él. Esto ya lo había platicado contigo, Sean-Sean asintió-Bien…-suspiré y observé a Emil, quien continuaba observando a Sean de reojo-Emil-capté su atención-¿Podrías explicarle a Sean la manera en que trabajas?- él asintió

-Por supuesto-se inclinó hacia un lado para tomar su maletín, el cual reposaba sobre el piso y después lo colocó sobre sus piernas. De él extrajo una carpeta de cuero que acomodó sobre mi escritorio y la abrió de par en par. Pude ver una gran variedad de documentos bien acomodados junto a otro compartimiento en el que tenía algunos bolígrafos de punta fina.

Lo que me llamó la atención fue la navaja suiza de Victorinox que mantenía bien ajustada bajo un resorte café. Su color rojo brilloso resaltaba entre todo ese cuero café.

Emil extrajo algunas hojas

-Éste es mi currículum-le entregó una a Sean-Siempre llevo conmigo algunas copias porque me parece que el paciente y sus conocidos tienen el derecho a conocer mi experiencia laboral y mis habilidades. Es para que estén seguros y convencidos de lo que hago-acomodó sus gafas-El trabajo con la mente del ser humano es algo que respeto y admiro mucho. Cada profesional tiene su propia manera de trabajar. En mi caso, primero me dedico a reunir toda la información de mis pacientes. Reviso los expedientes médicos, después conozco un poco a los allegados del paciente mediante una entrevista y solo hasta ese momento, me presento con el paciente-volvió a acomodar sus lentes-La investigación previa me permite crear hipótesis y tener una idea en general que, conforme la terapia avance, se transformará o se complementará. Así podré dar un diagnóstico para conducir a Daniel hacia nuevas oportunidades que le permitirán comprender cómo se siente, comprender sus pensamientos y porqué se comporta de x manera-asentí.

Todo el proceso que Emil manejaba me parecía muy eficaz, así evitaba auto formularse una opinión equivocada respecto a la primera impresión o incluso, con la primera terapia que tenía con el paciente. Además de que, para mí, su estrategia se apartaba de la lógica sobre ir a la guerra sin fusil

-Sé que el doctor Iván es quien está a cargo de todo el tratamiento médico de Daniel, por el momento ¿Es correcto?-sus ojos volvieron a entrecerrarse

-Correcto-Sean respondió mientras colocaba la hoja del currículum sobre mi escritorio y después de darme una mirada rápida, su atención regresó a Emil.

Sabía del porqué me dedicaba esa mirada.

Era una mirada de desacuerdo total, pero al mismo tiempo, de no poder hacer nada más.

Era la mirada de la resignación.

 

Escena Retrospectiva (Flash Back)

-No tendré ningún inconveniente en proteger a Daniel de todos e incluso si se trata de ti-volví a recargarme en el respaldo de mi silla-Ya te lo había dicho, Daniel sufrió tortura y es un tema al que no le estás dando la debida importancia. Y así como la pobreza en el mundo, el trauma no se solucionará de un día para otro-recargué ambos codos sobre mi escritorio y coloqué mi barbilla sobre mis dedos entrelazados-Como sé que tienes la capacidad para tomar decisiones rápidas y en el peor momento, tienes que responderme ahora; Daniel te importa ¿Sí o no?-casi de inmediato, el rostro inmutable de Sean tuvo un altibajo.

Fue un gesto fortuito.

Demasiado esporádico, pero afortunadamente conseguí “atraparlo”

-Puedo alejar a Daniel de ti si se demuestra que su salud está en riesgo debido a tu falta de atención-continué-Cuando Daniel ingresó a éste hospital, tu amigo Maxim, que resulta ser la primera persona que se identificó como responsable de Daniel, firmó unos documentos que me daban el poder legal sobre Daniel, pero después de que realizara el trasplante, lo hice firmar otros documentos que me otorgan el poder legal a mí. Él ya es mayor de edad, pero puedo asegurarte que en un juzgado no se le considerará como una persona que es capaz de tomar decisiones-sonreí y la mandíbula de Sean se tensó-Lo que te estoy diciendo lo tengo respaldado gracias a los expedientes que James y tú me entregaron en un principio-me aclaré la garganta para evitar reírme enfrente de él porque no quería ni debía hacerlo enojar demasiado.

No sabía, ni quería pensar en si mi cuerpo resistiría su furia, porque era casi un hecho que Sean pensaba en atacarme para terminar con el “problema” de raíz. Su enojo se percibía en lo tenso de su cuello y hombros, seguramente, si no mantenía controlada la situación, mi oficina iba a empezar a temblar de un momento a otro.

Debía acorralarlo para evitar que empezara a hacer las cosas como normalmente las hacía, con inteligencia, pero mucha violencia

-No te atreverías-habló entre dientes y sin parpadear

-¿Estás seguro?-arremetí

-He pasado más tiempo con él, nunca…-

-A mis abogados y al juzgado no les va a interesar el tiempo. Ellos van a luchar por lo que le conviene a Daniel en cuanto a su salud-sonreí con sarcasmo-Sean, tal vez en el mundo virtual eres alguien temido porque haces cosas impresionantes y bastante arriesgadas, pero ¿Qué crees? Tu fuerte es tú anonimato-relamí mis labios-En la vida real, hay personas que me conocen y saben de lo que soy capaz, además de que tengo contactos distribuidos por toda Alemania que me deben muchos favores. A ti nadie te conoce, nadie va a respaldarte-noté cuando pasaba saliva

-Esto no…-se levantó de su asiento

-Siéntate-le indiqué con tono de advertencia-O llamo a seguridad y ésta conversación la doy por terminada-ambos mantuvimos la mirada sobre el otro-Vas a hacer lo que te diga si no quieres que aleje a Daniel de ti-mi dedo índice golpeteó varias veces sobre el escritorio-Siéntate-repetí-Es la última vez que te lo digo-ambos mantuvimos la mirada hasta que Sean la apartó y volvió a tomar asiento.

Yo tomé una postura más relajada porque el rostro de Sean no tenía precio.

Siempre estaba con un rostro inmutable. Serio y dando a entender que no le importaba ni una mierda el mundo entero, pero además de esa expresión característica de él, se le añadía la de sometimiento. Sus defensas se encontraban al máximo, pero estaban muy débiles

-Las cosas van a cambiar-avisé con un tono de voz más amistoso-Y ahora voy a platicarte lo que ya está en marcha-procedí a ponerlo al corriente sobre cada una de las acciones que yo había hecho con anterioridad y el motivo.

Le platiqué sobre el grave problema mental que Daniel tenía respecto al encierro que vivió y mi respectiva solución. La cual era que había contactado a un viejo amigo que era psicoterapeuta y que estaba en camino para atender a Daniel como debía ser

-Dentro de unos cuantos días lo vas a conocer-dije-Él nos dirá el tiempo que le tomará llevar a cabo la primera terapia con Daniel y él se encargará de explicarte su modus operandi. Mientras tanto, tendrás éstos días y los que él indique, para resolver tus asuntos-después de unos minutos sin darme una mirada, Sean volvió a observarme-Vas a hacer lo que yo voy a decirte y será lo único que podrás hacer. No más ¿Estás de acuerdo?-sus labios se tensaron

-¿Qué es lo que voy a hacer?-curioseó

-Sean ¿Estás de acuerdo?-presioné. Quería dejarlo entre la espada y la pared.

Se quedó en silencio durante algunos segundos. Lo estaba meditando.

Claro que lo dejaba en desventaja al hacerlo aceptar lo que aún desconocía, pero no había otra opción

-Sí…-respondió en voz baja

-Bien. Tendrás que apresurarte con el asunto de tu venganza, tu tiempo límite será cuando la primera sesión de Daniel se lleve a cabo. Después de ello, no vas a volver a tocar un solo teclado o una computadora o lo que sea que utilizas para hacer tu magia y te dedicarás por completo a la salud, cuidado y tratamiento de Daniel-sonrió de lado.

Fue una sonrisa forzada que desapareció casi de inmediato.

No hubo más palabras durante algunos segundos. Sean se mantuvo pensativo y yo lo estuve observando

-Sean-lo llamé cuando noté que sus hombros caían después de liberar un suspiro. Él volteó a verme-Daniel te importa ¿Sí o no?-regresé a la pregunta que había creado una mueca en su rostro

-Sí-asintió varias veces para sí mismo y después apartó su mirada-Sí-acepté su respuesta y entonces decidí calmar un poco la preocupación que de seguro empezaba a surgir dentro de su mente

-Me encargaré de darles protección-dije-Hablaré con los demás para que también pongan de su parte, pero creo que tú conseguirás más en lo que se cumple el tiempo límite. Estrésate, no duermas y haz lo que tengas que hacer hasta que quedes totalmente agotado, después permítete recibir ayuda. Deja de atribuirte tantas obligaciones y disfruta un poco de la vida y de tu juventud-

-Bien-volvió a suspirar. Frotó su rostro y se levantó de su asiento-¿Puedo retirarme?-evitó mi mirada

-Sí. Por ahora es todo-y salió de mi oficina en silencio total.

 

Fin Escena Retrospectiva (Flash Back)

 

-Y sé que tú eres la persona más cercana a Daniel-Sean asintió a las palabras de Emi-De acuerdo, entonces me gustaría que tu entrevista se realizara al último, poco antes de que la terapia con Daniel empiece. Será dentro de dos semanas-

-¿Por qué seré el último?-

-Porque lo que tú me digas servirá para comparar la información previa y podré formular más hipótesis-Emil volvió a acomodar sus gafas

-Muy bien Sean, ya escuchaste-llamé la atención de ambos-Tienes dos semanas para terminar con todos tus pendientes y prepararte para dar la información que Emil necesite-la mandíbula de Sean se tensó y evitó mi mirada.

La plática continuó con algunos detalles por afinar y después, Sean fue el primero en retirarse, pero no sin antes recordarle que debía ir a ver a Daniel.

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Una semana después

-¿Daniel está despierto?-le pregunté a la enfermera Elizabeth después de que me entregara algunos documentos que de inmediato empecé a firmar

-Sí doctor. Hace menos de 5 minutos fui a dejarle su comida y le dejé la televisión encendida-asentí mientras le regresaba los documentos

-¿Sean aún está con él?-

-No doctor. El joven Sean se marchó hace media hora-

-¿Su visita fue de media hora?-pregunté con un poco de sorpresa porque normalmente, las visitas que Sean le hacía a Daniel duraban casi una hora

-Así es-Liz asintió-Se veía cansado y parecía tener prisa-hizo una mueca-Pero aunque el tiempo haya sido poco, Daniel se mantiene con un buen estado anímico. Al parecer sólo con ver a Sean durante algunos minutos al día, le sientan de maravilla-

-Bien, gracias-me levanté de mi silla-Voy a ver a Daniel-me quité los lentes y mientras me colocaba mi bata, Liz se despidió y salió de mi oficina.

Después yo salí y empecé a caminar a paso lento entre los pasillos del hospital porque debía darle un poco de tiempo a Daniel para que disfrutara de su comida.

Cuando llegué frente a la puerta de su habitación, toqué un par de veces

-Adelante-como escuché un poco distorsionada la voz de Daniel desde el interior, ingresé de inmediato. La calma no tardó en regresar porque lo primero que vi fue a Daniel con sus mejillas a punto de explotar debido a la gran cantidad de comida que almacenaba dentro de su boca. Parecía una ardilla, pero aun así, consiguió sonreírme-Hola-saludó

-Hola, buenas tardes-cerré la puerta a mis espaldas-Veo que te está gustando la comida-sonreí mientras tomaba asiento a su lado. Lo vi masticar con esfuerzo y después, con un esfuerzo que le provocó un leve lagrimeo en sus ojos, consiguió engullir todo. Dio unos sorbos a su té y exhaló con satisfacción

-La pasta está muy rica-

-¿Sí? ¿Te dijeron qué tiene?-observé su plato y después a él

-Tiene queso y unos cuantos trocitos de salchicha-con su tenedor, pinchó una salchicha y la llevó a su boca. Mientras masticaba, continuó hablando-Éstas cositas verdes también saben muy bien-celebró con regocijo total-¿Qué son?-preguntó mientras continuaba devorando la pasta

-Me parece que son espinacas-no lo sabía con certeza, pero era lo más obvio si es que era Spatzle

-¿Qué? ¿De verdad?-Daniel continuó pinchando la pasta-No lo creo, la espinaca no me gusta-aseguró mientras hacía una mueca y sonreí

-Tal vez estoy equivocado-

-¿Quieres probar?-Daniel acercó su tenedor a mi boca, estaba totalmente lleno con la pasta

-No, gracias-negué mientras me hacía un poco para atrás. Daniel elevó ambos hombros y él se encargó de comer la pasta.

Mientras lo veía comer, recordé que Daniel siempre quería compartir lo que estaba comiendo. Era una costumbre bastante curiosa.

Me recargué en el respaldo de la silla y esperé a que Daniel terminara de comer mientras le daba miradas esporádicas a él y al programa que estaban pasando en la televisión. Cuando empezó a comer el mousse de chocolate, consideré que era buen momento para dar inicio a la conversación que había repasado el día anterior. Nunca repasaba lo que iba a decir, pero como Emil se encargó de remarcarme que debía platicar el tema de la terapia con Daniel, con un tono de voz calmado e intentado que la conversación fluyera, me tomé mi tiempo para buscar las palabras más apropiadas

-Daniel-lo llamé. Él continuó lamiendo la cuchara, pero apartó su mirada de la televisión para voltear a verme

-¿Humm?-

-He platicado un poco con Johann y mencionó que en algunas ocasiones tienes arranques de enojo. El más fuerte fue el que te hizo venir aquí-a pesar de que me parecía una buena introducción, noté que los hombros de Daniel caían y sacó la cuchara de su boca.

Su ánimo alegre se esfumó en un santiamén

-¿Sí?-murmuró con la mirada sobre su ahora plato vacío

-¿No te gustaría entender del porqué tu enojo?-pregunté con un tono de voz bajo. Daniel no se movió ni reaccionó de ninguna manera a mi pregunta-¿Daniel?-él parpadeó y sus cejas se distorsionaron un poco

-Es porque no me dejan de decir lo que tengo que hacer y lo que no-volteó a verme

-Bueno, creo cualquier persona podría pensar de esa manera y están en su derecho, pero no estallarían de la forma en que tú lo hiciste ¿O si?-su boca se entre abrió-

-¿No?-su cabeza se inclinó hacia un lado

-¿Te gustaría comprender un poco más lo que pasa por tu cabeza?-conseguí llamar su atención porque volteó a verme-Me imagino que a veces tienes preguntas que no puedes responderte a ti mismo-me observó con sumo interés

-¿Y cómo?-de nuevo insertó la cuchara en el envase del mousse y comió otra cucharada

-Con un terapeuta. El terapeuta es una persona que se encarga de escucharte y de hacerte entender tus pensamientos-vi la duda plasmada en el rostro de Daniel-El proceso se le conoce como terapia-

-¿Y qué se debe hacer?-

-La terapia es un conjunto de sesiones en las que tú hablas y el terapeuta te escucha para que juntos encuentren alguna solución al problema que te esté molestando. El tiempo de las sesiones varía porque depende de ti. Eres libre de darla por terminada cuando lo consideres necesario o si así lo deseas, puedes continuar-

-Y… ¿Las sesiones serán aquí? ¿En ésta habitación?-observó a su alrededor

-Estaba pensando en que pueden realizarlas en una pequeña sala que hay en éste piso. Cuenta con sofás y tiene bastante privacidad, así que nadie va a interrumpirlos o a escuchar lo que hablen. Todo es absolutamente confidencial-recalqué

-¿No puede ser en casa?-preguntó-¿Cuándo voy a poder salir del hospital?-

-¿Ya no estás cómodo en el hospital?-negó

-Lo que pasa es que no he conseguido dormir bien-dijo mientras colocaba el envase del mousse, ahora vacío, sobre su mesa de servicio

-¿Ha venido alguna enfermera durante la madrugada?-pregunté pese a que mis órdenes siempre eran acatadas al pie de la letra y, desde un principio, me aseguré de dar algunas indicaciones al equipo de enfermeras que se encargaban de monitorear a Daniel. Les había dicho que evitaran, en la medida de lo posible, realizar visitas a lo largo de la noche porque podrían alterar al paciente

-No. A veces hay ruidos extraños que me quitan el sueño y me cuesta retomarlo-estuve de acuerdo. Las noches en un hospital normalmente eran tranquilas, pero había momentos en que las sirenas de las ambulancias o el ajetreo que se realizaba en los pasillos cuando un paciente llegaba, eran imposibles de ignorar. Comprendí un poco más a Daniel-¿No puedo hacer las terapias en casa?-volvió a preguntar y suspiré mientras me levantaba de mi asiento

-Voy a revisar las posibilidades ¿De acuerdo? Si mejoras un poco más dentro de una semana, tal vez puedas irte del hospital-Daniel asintió con suma atención-Has recuperado un poco de peso, pero aún estamos evaluando tus muñecas. Yo creo que si prometes llevar a cabo las indicaciones que se te den, no habrá ningún problema-sonrió

-Seguiré cada una de las indicaciones-

-De acuerdo-di unos pasos hacia la salida-Mandaré a alguien para que recoja tu charola-le avisé y abrí la puerta-Descansa-lo vi acomodarse sobre su cama

-Sí, gracias-acomodó su suero de manera en que no le molestaba y con su otra mano tomó el control de la televisión. Se enfrascó en un programa del canal Discovery que al parecer trataba sobre la cultura egipcia y yo salí de su habitación.

Definitivamente, Daniel se veía mejor.

El color en su rostro estaba regresando, su peso incrementaba y a pesar de que decía no gustarle estar en el hospital, lo percibía cómodo.

Empecé a caminar por el pasillo mientras iba ordenando en mi mente varias cosas que debía hacer.

Y en primera, debía contactar a Emil para preguntarle si el lugar en donde se iba a realizar la terapia importaba, aunque yo sí lo consideraba necesario.

Al parecer, era un hecho que Daniel iba a recibir el alta dentro de poco.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer! <3


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