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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

¡Hola! <3

 

Una semana después

Narra Emil

Tomé asiento en el sofá que había a un lado de la ventana, para entretenerme con la vista del exterior mientras esperaba la llegada de Sean.

Hoy, por fin, tenía la entrevista con él y esperaba que sus respuestas me hicieran decidir por algunas hipótesis que ya tenía formuladas.

La primera entrevista que realicé fue a Lucy.

Ella era una mujer extrovertida, carismática y le gustaba dar bastantes detalles porque, sin que yo se lo solicitara, empezó a platicarme desde la noche en la que habían recibido una llamada por parte de Sean para avisarles que iba a llegar a la fábrica junto a otra persona, que resultaba ser Daniel. Con ese inicio, empezó a desarrollarse una conversación bastante atiborrada de detalles que me encargué de no dejar escapar porque todo, absolutamente todo, lo fui anotando en mi libreta y le agregué unas cuantas acotaciones personales para resaltar lo que consideraba importante de recordar.

Lucy se tomó su tiempo para platicarme cada uno de los recuerdos que tenía de Daniel, desde que llegó junto a Sean después de que escaparon juntos y poco antes de que se lo llevaran.

Lucy veía a Daniel como un hermano menor. Lo describió como alguien tímido y amable; que difícilmente se reía y que tampoco era muy dado en compartir lo que pensaba o en dar su opinión; por lo menos no a ella, solo a Sean, con quien mantenía una relación demasiado estrecha. Esas últimas dos palabras, Lucy las dijo mientras tenía la mandíbula apretada al igual que sus puños.

Después de platicarme más cosas, descubrí que ella indujo a Daniel en el mundo de los libros y, a juzgar por lo que ella decía que veía, los libros fueron una vía de escape para Daniel y su repentina libertad. También me dio información reciente. Mencionó que notaba a Daniel más “apagado” y a pesar de que antes casi no hablaba, ahora no hablaba para nada a menos de que se le hiciera una pregunta directa, pero se limitaba en responder con “sí” “no” o “no sé”.

Ese cambio anímico que Daniel presentaba, lo anoté en mi libreta y lo remarqué.

El segundo que entrevisté fue a James.

Por parte de Iván sabía alguna que otra cosa sobre él, pero todo lo dejé de lado para evitar caer en los prejuicios. Él era una persona reservada y hablaba despacio para explicar los detalles que también, como Lucy, no tuvo ningún reparo en compartirme. Descubrí que James atendió en varias ocasiones a Daniel y a su problema con sus poderes, me explicó cosas muy interesantes.

James me aclaró que no veía a Daniel como alguien cercano, sólo como un chico con el que compartía similitudes en cuanto a la vida dentro de un laboratorio, pero que en general no existía una buena correlación entre ambos y por eso preferían mantener sus distancias. Describió a Daniel utilizando sólo un adjetivo, el cual era, reservado.

La tercera entrevista fue con Tomás.

Él era alguien intranquilo y espontáneo.  Dio varias vueltas por la oficina para curiosear entre cada objeto que se encontraba y en ningún momento tomó asiento frente a mí. Al principio la entrevista estuvo bastante bien, me platicó sobre su convivencia con Daniel y sobre lo que opinaba de él, pero después dijo algo que llamó mi atención de sobremanera.

Escena Retrospectiva (Flash Back)

-La mente de Daniel está inquieta-

-¿A qué te refieres?-dejé de escribir en mi libreta para prestarle atención a Tomás, que ahora se encontraba observando hacia el exterior

-Hace tiempo entré en su mente y no salió para nada bien porque tuve un ataque epiléptico-dijo sin apartar su mirada del exterior-Desde ese momento he estado intrigado respecto a las habilidades mentales de Dany, así que hace poco se presentó una nueva oportunidad y volví a intentarlo. Ésta vez no tuve un ataque epiléptico, pero esa misma noche tuve pesadillas-entonces… Tomás era el que podía leer las mentes-Y las pesadillas no se han detenido-su mentón bajó-Dany está lidiando con muchos problemas, él solo-volteó a verme-En verdad espero que lo ayude-

-¿Has intentado platicar con él sobre lo que viste en el interior de su mente?-

Claro!, pero Dany se vuelve muy cortante cuando apenas e insinúo el tema. Platiqué con Sean y me dijo que Daniel no quiere hablar sobre nada de lo que pasó en aquel lugar y que respetara su decisión-

-Aquel lugar que mencionas… ¿Es el laboratorio en donde creció?-

-No, es la zona cero-se alejó de la ventana para posar sus manos sobre el respaldo del sofá-Yo no entré al lugar en donde tenían encerrado a Dany, fueron Maxim, August y…-dudó-Otra amiga, lo encontraron y lo rescataron. Maxim me platicó algunas cosas para nada agradables y después, cuando entré en la mente de Dany…-negó levemente-No vi nada-

-¿Entonces cómo se generaron las pesadillas?-

-Porque lo que sí había eran olores, ruidos y sensaciones muy extrañas. Mis poderes me permiten crear un tipo de sinapsis muy complejo, a veces mi sinapsis encaja tan bien que los recuerdos los hago míos-con su pulgar señaló a su propio pecho-Incluso… algunas noches despierto con una sensación amarga en la boca. Esos desgraciados lo encerraron en la total oscuridad para intensificar cada uno de sus sentidos-se exaltó-Y se aseguraron de perjudicar a cada uno de ellos-sus palabras se quedaron grabadas en mi mente-Escuche, usted debe saber esto. Daniel ya no tiene poderes-

-¿Cómo llegaste a esa conclusión?-

-Fácil-se enderezó-Como ya había dicho, por segunda vez intenté indagar en su mente y conseguí entrar y salir sin ningún problema. Logré extraer sus recuerdos y no hubo ataque epiléptico-relamió sus labios-Antes, sus poderes lo habían defendido de mi intromisión, pero ahora ya no-empezó a dar algunos pasos por la oficina-Sé que los poderes de Dany fueron creados porque James nos lo platicó, pero todavía existen muchas lagunas dentro de la información-

Fin Escena Retrospectiva (Flash Back)

Mi cuarta entrevista fue con el enfermero Johann.

Él me platicó muy bien sobre los cambios de humor que Daniel presentaba, ese era el tema con el que me encontraba más interesado. Johann me explicó cada situación que vivió junto a Daniel; desde las caídas hasta la última crisis que presentó.

Todas y cada una de las experiencias, me sirvieron bastante.

No solo conseguí formular más hipótesis, sino que conseguí posibles soluciones.

Lo que sí me hubiera gustado, era entrevistar a las personas que Tomás había mencionado, Maxim y August, pero no hubo manera de contactarlos. Lucy, James y Tomás intentaron ayudarme, pero no lo consiguieron y los tres coincidieron al decir que Sean podría ayudar en ello, pero tampoco pude contactarlo hasta 2 días antes de su entrevista. Le pregunté y recibí una negativa de su parte.

Al parecer, por el momento, nadie podía contactar a Maxim y a August. Pero, aun así, había demasiada información con la que debía y podía trabajar.

Terminé de hacer algunas anotaciones más y revisé la hora en mi reloj de pulsera

-La una en punto-dije y al mismo tiempo, tocaron a la puerta. Me levanté y atendí-Hola Sean, bienvenido-saludé-Pasa y toma asiento por favor-señalé hacia el sofá que se encontraba enfrente del que momentos antes yo estaba utilizando.

Sean ingresó en total silencio y tomó asiento en donde le indiqué

-¿Quieres café?-ofrecí mientras daba dos pasos hacia la cafetera

-No gracias-Sean se quitó la gorra negra que llevaba y la colocó sobre su regazo. Solo así pude apreciar el cansancio en su rostro.

Regresé sobre mis pasos y tomé asiento frente a él

-De acuerdo-tomé mi libreta de notas junto a mi bolígrafo-Ya nos conocemos, pero todo esto es protocolo-expliqué y él asintió sin dejar de prestarme atención-Mi nombre es Emil Jung y soy psicoterapeuta. Éste encuentro tiene como objetivo reunir información de los allegados de Daniel para que su tratamiento se lleve a cabo de manera objetiva y eficaz. La información que estoy recopilando me servirá para conocer y comprender el entorno en donde él se desenvuelve-noté un lento parpadeo de su parte y no pude enfocarme en otra cosa más que en su rostro cansado.

Tan solo habían pasado dos semanas desde que nos habíamos visto por primera vez, pero ahora me parecía una persona totalmente diferente.

Las ojeras estaban acompañadas por unas grandes bolsas bajo sus ojos. Además, sus ojos rojos y la mirada “aburrida” me confirmaban que se encontraba demasiado agotado.

Pero aparte de su rostro, no había otro signo de agotamiento, ya que lo había analizado desde que dio el primer paso al interior de la oficina.

Había caminado a paso seguro, con su espalda recta, sin hombros hundidos y su respiración continuaba tranquila. Parecía que había tomado recientemente una ducha, su cabello estaba bien recortado y no tenía ningún atisbo de barba. Su ropa estaba pulcra y no se percibía ninguna arruga en ella.

Personas así me agradaban porque se preocupaban de cuidar hasta el más mínimo detalle de su persona. Y el cuidado personal decía demasiado de cada ser humano.

Definitivamente, la sesión iba a estar interesante porque, además, quería ver qué tan buena era su capacidad de respuesta frente a las circunstancias del agotamiento que presentaba. Iván me había platicado cosas interesantes acerca de Sean, así que me encontraba emocionado

-¿Tienes alguna duda?-él negó-Muy bien, entonces empecemos-anoté la fecha del día en la parte superior derecha de la primera hoja de mi libreta y abajo anoté y subrayé el nombre de Sean-¿Cuántos años tienes al día de hoy?-

-24-

-¿Cuáles son tus pasatiempos?-

-Hacer ejercicio-respondió rápidamente y yo me dediqué en deslizar con fluidez mi pluma sobre el papel

-Bien. Ahora descríbete utilizando únicamente tres adjetivos calificativos positivos-

-Organizado, precavido y exigente-anoté cada palabra. También me encargué de subrayarlas

-Ahora tres negativos, por favor-me estiré hacia la mesa que había a mi lado, para tomar mi termo con café

-Egoísta, orgulloso y testarudo-ni siquiera conseguí rozar mi termo porque la respuesta de Sean llegó demasiado rápido

-¡Vaya! eres la primera persona que conozco que no duda en ésta parte-sonreí-¿Acaso ya te sabes las preguntas?-mi vista se volvió global para intentar dar con algún movimiento que lo delatara en su posible próxima mentira, pero su actitud tranquila perduró

-No-contestó con seguridad y elevé ambas cejas. No estaba mintiendo

-Entonces he de decirte que admiro que te conozcas a ti mismo. En éstos tiempos es algo indispensable-le di un cumplido y su actitud, de nuevo, no presentó ningún cambio.

No hubo ninguna elevación de mentón o movimiento involuntario de piernas.

Esos eran movimientos normales que alguien hacía, inconscientemente, cuando escuchaba un cumplido hacia su persona. Había dos opciones, o Sean tenía alguna condición como asperger, autismo, etc… o era bueno, demasiado bueno, manejando y controlando su lenguaje corporal.

Me incliné más hacia la segunda opción porque Sean era alguien demasiado tranquilo, demasiado sereno.

Y ser “demasiado” no era para nada bueno

-Continuaré con la siguiente pregunta. Ahora empezaremos a enfocarnos en tu relación con Daniel-avisé y de reojo tampoco noté ningún cambio de postura ni movimientos involuntarios con sus dedos sobre su gorra, la cual, continuaba reposando tranquilamente sobre sus piernas-¿Cómo conociste a Daniel?-

-Nos presentaron cuando éramos niños. Fue en el laboratorio-la mirada que me dio fue significativa.

Con la mirada estaba diciéndome “Tú ya sabes los detalles” y claro que los sabía porque había leído todos y cada uno de los expedientes más antiguos. En mis lecturas había descubierto que el nombre de Sean aparecía muchas veces.

-Ahora, utilizaremos la misma dinámica. Con solo 3 adjetivos calificativos positivos, describe a Daniel-la mirada de Sean se apartó de mi persona durante algunos segundos y después la retornó a mí

-Optimista, perseverante y modesto-de nuevo presentó una increíble capacidad de respuesta pese a que se veía aún más agotado

-Ahora 3 adjetivos calificativos negativos-otra vez desvió su mirada y ésta vez sus ojos se entrecerraron durante algunos segundos antes de regresarla a mí

-Inseguro, despistado…-durante un micro segundo, Sean dudó-E ingenuo-asentí

-Muy bien. A todos los que le realicé la entrevista, al igual que Iván, coinciden en que tú eres la persona más cercana a Daniel-Sean no dijo nada para reafirmar lo que le decía, pero continué-Quiero que me platiques sobre Daniel. Háblame de él-me incliné un poco hacia adelante-Eres alguien observador. Compárteme lo que solo tú notas y los demás no-parpadeó lentamente y su cabeza, casi imperceptiblemente, se inclinó hacia un lado.

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-Con esto llegamos al final de la entrevista-dije mientras cerraba mi libreta de notas-¿Tienes algún comentario?-me levanté de mi asiento y poco después Sean me imitó

-¿Mañana va a ser la primera sesión?-preguntó y volvió a colocarse su gorra

-Será el lunes. Después de que Daniel vuelva a instalarse en su casa-expliqué

-¿Van a darlo de alta?-

-Sí, mañana. Iván me comentó que Daniel prefiere llevar a cabo la terapia en su casa y el mejor lugar siempre va a ser en donde el paciente se sienta cómodo-observé el rostro dudoso de Sean-¿No te avisaron?-

-Últimamente no me dicen nada-

Observé los movimientos toscos de su parte para acomodarse la sudadera. Al parecer, le molestaba cuando las cosas sucedían y él no se enteraba. Iván también me había “advertido” sobre ello.

A pesar de que resultaba muy complicado “leer” las expresiones faciales de Sean, el enojo y la molestia era las emociones más evidentes. Eran las que más se manifestaban en él.

Pero su enojo me parecía algo controlado, algo que sabía manejar a la perfección. La emoción no la manejaba a él, como era el caso del 98% de las personas que habitaban el mundo. Tal vez, no reprimía esas emociones porque le convenía darlas a conocer.

Era algo bastante astuto de su parte

-Supongo que ahora vas a ir a platicar con Iván-ambos empezamos a caminar hacia la salida

-Sí. Me citó a las 4-mencionó mientras revisaba su celular-Pero primero iré a ver a Daniel-suspiró y yo le abrí la puerta

-Entonces… nos vemos mañana para afinar detalles-me despedí y Sean se detuvo. Volteó a verme-¿Qué pasa?-él empezó a revisar los bolsillos de su pantalón y después los de su sudadera. A los pocos segundos, extrajo una memoria USB de su bolsillo trasero que extendió hacia mí

-Se me estaba olvidando entregártela-sujeté la memoria entre mis dedos. Era una memoria negra con detalles en verde, en letras plateadas y muy pequeñas decía “64GB”

-¿Qué contiene?-Sean me observó en silencio durante algunos segundos y después de pasar saliva, apartó su mirada

-Información de Daniel. Son los expedientes más recientes-su mirada volvió a mí-No se hace mención de la zona cero hasta el final del documento, por lo tanto, son los expedientes que le crearon antes de que lo encerraran en ese lugar-sus palabras me confundieron-Nadie más, aparte de mí, ha revisado la información-dio un paso hacia el exterior de la oficina-Puede que le sea útil, como a mí-jugueteé la memoria entre mis dedos-Nos vemos-se despidió y, con sus manos dentro de los bolsillos de su sudadera, empezó a alejarse de la oficina. No lo perdí de vista hasta que dio vuelta en un pasillo y solo hasta ese momento, cerré la puerta de la oficina.

Me quedé observando la memoria durante algunos segundos. No había entendido en absoluto la explicación de Sean. ¿A qué se refería?

Tomé asiento en el escritorio y saqué mi computadora portátil de mi maletín, la encendí y después conecté la memoria, la cual, no tenía un nombre en especial más que unos cuantos números que, de seguro, solo Sean sabía el significado. Me daba cuenta de que, además de astuto, era alguien meticuloso. Bien pudo haberme dado la memoria desde el principio de la entrevista, pero prefirió fingir que “se le estaba olvidando” para, tal vez, evitar cuestionamientos de mi parte.

Eran acciones “sencillas”, pero bien planeadas.

Di click en la memoria y ésta se abrió. Lo único que me encontré fue con un archivo PDF, el cual, sin dudarlo ni un segundo, abrí.

-Experimento GH65-leí en voz baja el único título que encontré y continué con la lectura.

Al poco tiempo comprendí que era información sobre Daniel, en un principio lo describían y conforme avanzaba en mi lectura, los detalles empezaban a asomarse. Detuve un momento mi análisis para dar un vistazo general a todo el documento.

Noté que cada hoja había sido escaneada, es decir, que todo ese documento en PDF, existía en hoja de papel. Tal vez Sean se había encargado de digitalizarlo y probablemente, él contaba con la información en papel.

Las primeras hojas del documento se encontraban en buen estado, pero después empezó a aparecer un detalle que fue imposible de ignorar; el resto de las hojas se encontraban marcadas por un sello que, a juzgar por su nulo cuidado al colocarlo, se percibía la rabia, la furia, el cólera en tal acción.

Parecía un trabajo frenético.

Ese sello continuaba hasta la última hoja del documento, en la cual, el sello había sido estampado varias veces. Un sin número de veces, mejor dicho.

Estuve observando esa última hoja durante algunos segundos y después, cerré mi computadora, pero supe que iba a ser imposible sacar de mi mente ese sello.

Irradiaba demasiado odio y rencor.

¿Quién o quiénes lo habían colocado?

De nuevo abrí mi computadora y el sello saltó a la vista

-Experimento fallido-lo leí y, sin que pudiera evitarlo, empecé a analizarlo y a crear hipótesis.

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Narra Iván

-He estado ocupado con varias cosas ¿De acuerdo? Tengo que cuidar a Lucy y a Ben y…-

-Excusas-con las palmas extendidas, di un golpe a mi escritorio y me levanté de mi asiento-Te llamé hace una semana y-gesticulé con exageración-¿Apenas te dignas en aparecer?-le recriminé a un James que continuaba sin querer aceptar su culpa

-Pero Iván ¿Qué podría hacer yo?-utilizando ambas manos, señaló hacia su pecho-Daniel está aquí, está a salvo, está recibiendo la suficiente atención-su mandíbula se tensó-Incluso vine a realizar la… entrevista a Emil-

-¡Qué sacrificado!-le aplaudí unas cuantas veces-¿Y no podías darte 5 minutos y venir a verme después de la entrevista?-regresé al punto con el que había empezado la discusión.

James estaba decepcionándome. Su falta de interés respecto a todo lo que involucraba a Daniel y a Sean me parecía demasiado nefasto de su parte. Algo muy insensible

-Iván-exhaló y se calmó-Vuelvo a repetirlo ¿Qué puedo hacer yo? Daniel tenía a Johann-

-Durante varios días a la semana Lucy, junto a Tomás y Ben, visitaban a Daniel ¿Y tú? Sólo en una ocasión apareció tu nombre en los informes que Johann me entregaba-

-Estoy ocupado, estoy buscando un trabajo para mantener a mi familia y…-

-Ocupado… ¡Todo mundo se encuentra demasiado ocupado!-observé hacia el techo de mi oficina para darle más dramatismo a la discusión y después observé a James-Todos tienen que atender sus asuntos, pero al mismo tiempo quieren un mundo mejor ¿No? Eso fue lo que me dijiste cuando llegaste aquí ¿Lo recuerdas?-James apartó su mirada-Dijiste que querías un mundo mejor para tu hijo e incluso mencionaste a Daniel, pero…-sonreí con una mueca de por medio-Sorpresa James, todos quieren un mundo mejor, pero ni siquiera voltean a ver al chico que está a su lado y que se encuentra sufriendo-mi mandíbula se tensó-James, Daniel está sufriendo. Sufrió y seguirá sufriendo-de nuevo tomé asiento en mi silla-Es increíble. Tienes conocimientos en neurología y en psicología y, aun así, no te pasó por la cabeza mencionar que algo andaba mal con Daniel. Que algo no estaba funcionando como debía hacerlo-James continuó sin verme a los ojos-Pudiste haberle dicho a Sean o a Johann, quienes no tienen los mismos conocimientos teóricos que tú. Si lo hubieras visto, su te hubieras sentado a platicar un momento con Daniel, habrías llegado a algo y se habrían evitado muchas cosas. Demasiadas-mi respiración agitada fue lo único que perduró en la habitación. Después me aclaré la garganta-Entiendo que tienes ciertas enemistades con Sean y con Daniel, pero la salud es lo primero. Sin salud no hay nada y nunca lo habrá. Eres un adulto y debes comportarte como tal-empecé a cerrar mi discurso-Incluso Lucy y Tomás han venido varias veces al hospital para visitar a Daniel a pesar de que han recibido negativas de su parte-exhalé-La vida es eso James, las negativas siempre están a la vuelta de la esquina, pero uno debe seguir intentándolo. Algo debe de surgir-la mirada molesta de James, menguó.

Suspiró, pero continuó sin hacer contacto visual. Yo también suspiré

-Siempre haces eso-declaré-Haces como si el problema no existiera y decides continuar. Prefieres no tomarte ninguna molestia-lo dije.

Por fin había dicho lo que se mantuvo atravesado en mi garganta durante varios años

-En un principio ayudé a Daniel y a Sean-murmuró-He…-dudó-Cometido el error de apartarme-aceptó-Estoy… muy cansado-su mirada se posó en sus manos entrelazadas-Disculpa Iván-relamió sus labios-He actuado mal-asintió varias veces y después hizo contacto visual durante algunos segundos-Ya le he platicado todo a Emil, incluso le di detalles de cuando atendí el problema de estrés en Daniel-volvió a asentir varias veces para él mismo-Buscaré la manera de compensar mi error-

-Por supuesto que lo vas a compensar-aclaré y empecé a rebuscar entre mis documentos, los papeles que me interesaban-Eres inteligente y se me hace inevitable no sacarte provecho-extraje el conjunto de hojas que yo mismo había redactado-Firma esto sin leerlo y quedarás contratado-coloqué las hojas frente a él y le entregué un bolígrafo de tinta negra-En rasgos generales, ya sabes que yo pago muy bien. Y me tomaré la libertad de decirle a mi equipo que te llamen ante cualquier emergencia sin importar la hora o el día del año que sea-James me observó con duda en su rostro

-¿A qué se refiere?-observó hacia las hojas

-Dije-llamé su atención-Que no lo leas-aclaré-Es un contrato laboral de 3 años. Tendrás todos los derechos laborales que se manejan en la ley alemana, pero eso sí, serás esclavizado-dije sutilmente

-¿Qué?-continuó de impertinente

-James, pon a trabajar esas dos neuronas viejas que te quedan. Firma y estarás contratado-le acerqué aún más el bolígrafo

-Pero… ¿Cómo puedo firmarlo sin saber lo que dice?-

-Entonces no hay trabajo-hice el amago de retirarle las hojas, pero James me detuvo

-Está bien, está bien-pasó saliva y tomó el bolígrafo-Solo no hagas que me pierda la infancia de mi hijo-mencionó mientras empezaba a firmar en los lugares correspondientes del documento

-Tranquilo-dije después de que soltara el bolígrafo y yo tomara las hojas de regreso-No solo será su infancia la que te pierdas-acomodé el documento-Tal vez fallezcas antes de que llegue a la pubertad-sonreí a la cara de incredulidad que James colocó.

Adoré ese momento. Me llenó de total satisfacción

-Iván…-James empezó a querer discutir, pero al mismo tiempo tocaron a la puerta de mi oficina

-Cállate-demandé mientras me levantaba de mi asiento para atender-Sean, pasa-saludé a un Sean que no le tomó mucho tiempo ingresar a mi oficina y tomar asiento a un lado de James, quien continuaba con el rostro hecho pedazos-¿Terminaste la entrevista con Emil?-

-Sí-respondió mientras se quitaba la gorra y pude ver su rostro de total agotamiento. Al parecer, había sacado el máximo provecho a esas dos semanas y yo me encontraba especialmente interesado en saber lo que había hecho con todo ese tiempo límite en su poder

-Bueno, entonces ahora ya sabes lo que se avecina-dije con seriedad y Sean asintió-Te quiero totalmente concentrado en Daniel y para cumplir mi parte de nuestro acuerdo, solicitaré uno que otro servicio de tu parte. Necesito remodelar la seguridad en éste y otros hospitales-demandé-Del resto me encargo yo-Sean suspiró y volvió a asentir.

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Narra Johann

-¿Daniel va a recibir el alta mañana?-fue lo primero que pregunté en cuanto me reuní con Liz. Mi colega y la enfermera que por ahora se estaba encargando de Daniel, mi ex paciente; pero pese a ello, yo buscaba la manera de continuar informado respecto a su tratamiento.

No podía dejar de estar interesado en él

-Sí, el doctor Iván me lo confirmó ésta semana-Liz me respondió después de que firmara en su respectiva hoja de final de turno

-Entonces sí se va…-murmuré

-Tranquilo. No pongas esa cara muchacho-Liz me compartió un poco de su lado cálido-Todavía hay muchas cosas que revisar y puede que vuelvan a reacomodarte con Daniel-me sonrió-He conocido al doctor Emil y la verdad es que se ve muy profesional-le sonreí

-En verdad espero que Daniel se recupere-suspiré

-Ha estado muy bien. Come bastante y a pesar de los problemas, continúa siendo un ser humano excepcional-Liz empezó a caminar rumbo a nuestros casilleros compartidos y yo la seguí-Es tímido y muy penoso en ocasiones, pero me parece que cada día hace su máximo esfuerzo por recuperarse. Pacientes como él valen oro puro-sonrió mientras abría su casillero y sacaba el suéter con el que había llegado en la mañana. Después vi que sacaba una bolsa negra que trató con mucho cuidado

-¿Qué llevas ahí?-le pregunté con curiosidad

-Es el regalo de Mariela. La jovencita que está a cargo de la recepción del piso 3. Mañana es su cumpleaños, pero hoy le vamos a hacer una pequeña celebración-me aclaró y volteó a verme-Ya sabes que estás invitado, va a haber pastel-me cerró un ojo

-Aún no termino mi turno-exhalé-Y ya estoy muy cansado, pero dale mis mejores deseos-sonreí con vergüenza

-Está bien muchacho. No te preocupes de nada-frotó mi brazo derecho-Nos vemos mañana temprano-cerró su casillero

-Adiós, nos vemos-me despedí y Liz me dejó solo.

Suspiré.

En verdad esperaba que todo saliera bien con la terapia de Daniel.

Quería lo mejor para él. El mundo entero se lo debía.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer! <3


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