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93. Reclamado por un Depredador (07) por dayanstyle

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A la mañana siguiente, Hansol estaba en su habitación preparándose para el trabajo cuando Taehyung llamó a su puerta. El alfa sostenía un juego de llaves.

- El auto está listo.

 

Apoyó un brazo contra el marco de  la  puerta  y  miró  a  Hansol  de  pies  a  cabeza. - Mírate, todo arreglado. ¿Cuál es la ocasión?

- Conseguí un trabajo - Hansol anunció con orgullo. Se había duchado, perfumado su cuerpo y se había metido con su cabello durante una hora, haciendo todo lo posible para verse bien, para Byung Joo. - Soy recepcionista en la estación de policía.

- ¿Es eso cierto? - Dijo de Taehyung. - Es curioso, el jefe no me lo mencionó.

 

- Y nadie le informó a Jongin, cada vez que conseguía un trabajo en Villa Kim -  Hansol le recordó al chico. - A menos que le dispare a alguien, no creo que sea tan importante.

- ¿Disparar?- Las cejas de Taehyung se bajaron. - ¿Desde cuándo un recepcionista tiene que dispararle a alguien?

- Estaba bromeando - Hansol rodó los ojos. - Además, no voy a vivir aquí gratis.

 

- Hansol - dijo Taehyung, con lo que sonó como exasperación- , sabes muy bien que no aceptaré ningún dinero de ti.

- ¿Por qué? - Preguntó Hansol. Sabía que los otros hombres pagaban sus gastos.

¿Por qué él era diferente? La expresión del rostro de Taehyung le dijo todo. La ira de Hansol comenzó a hervir, a fuego lento, mientras apretaba los puños y miraba al alfa.

- ¿Es porque soy minusválido?

 

- Sabes que no lo eres - Taehyung igualó el gruñido de Hansol- . No utilizas ningún tipo de servicio; no mucho, lo suficiente como para notarlo y absolutamente seguro que no comes el valor de tu peso, en comida, como los otros chicos. Me sentiría francamente avergonzado si tomo un céntimo de ti.

- Yo ayudé en el rancho - dijo Hansol. - No gorroneaba, y no hay nada que puedas decir que cambie mi opinión. Estás tomando el dinero que te ofrezco o... o... Yo le diré a Ho Seok sobre la vez que berreaste como un bebé, cuando viste Big Hero 66.

 

Los ojos de Taehyung se abrieron un poco. - Esa película era una mierda emocional.

 

- Era una película para niños, y sólo salió hace dos años por lo que no eras un niño - Hansol señaló con el dedo hacia Taehyung. - Te voy a dar cien billetes al mes, y vas a tomarlo.

- Está bien, pero le diré a tu tío que te has convertido en un matón chantajista - dejó caer las llaves, en el aparador de Hansol. - Y ya que quieres pagar tus propios gastos, te voy a enviar la factura por las reparaciones del auto.

Oh diablos. Hansol no podía permitirse eso. Hacía poco que había comenzado a trabajar. - Está bien, seré independiente el próximo mes.

- Eso es lo que pensé - se quejó Taehyung. - Y no se te ocurra decirle a Ho Seok acerca de esa película.

Hansol observó a Taehyung salir, antes de estallar en carcajadas. El chico estaba construido como un toro y tan duro como el acero, pero no podía manejar películas emocionales. El gemelo incluso había llorado, mientras veía algún documental sobre leones, debido a que el león se había comido una cebra bebé. Si sólo Ho Seok supiera lo gran blandengue que Taehyung realmente era.

Por otra parte, Ho Seok estaba acoplado con el chico, así que probablemente ya se había dado cuenta de eso.

Empujando a Taehyung de su mente, Hansol tomó sus llaves del aparador y se dirigió a trabajar. No había visto a Byung Joo ayer y había estado decepcionado de que no se había presentado, para su cita, para el café. Estaba bastante seguro de que el tipo tenía una buena excusa. Tal vez, a menos que Byung Joo simplemente estuviera siendo educado y le daba a Hansol una indirecta.

Tal vez hoy sería mejor. Así lo esperaba.

 

- Realmente regresaste - dijo Jerry con una sonrisa, mientras Hansol entraba por la puerta- . Pensaba que seguramente lo dejarías.

- ¿Por qué diablos iba a abandonar? - Preguntó Hansol. Pensó sobre ayer, y nada digno como para que decidiera marcharse le vino a la mente. De hecho, su día había sido bastante aburrido.

El chico se encogió de hombros. - Algunos chicos no están hechos para trabajar en el cuerpo de policía.

 

- Jerry - dijo Hansol, manteniendo la voz baja y paciente como si estuviera hablando con un niño- , soy un recepcionista. No hay armas de fuego y detenciones involucradas en eso.

 

Parecía como si Jerry tuviera que pensar en eso, y luego sonrió.

 

- Creo que tienes razón.

 

A pesar de que a Hansol le gustaba el adjunto, estaba agradecido de que Jerry no era el único policía que trabajaba en Dalton Falls. Si lo hubiera sido, la ciudad hubiera estado en grandes problemas.

- ¿Está el jefe? - Preguntó Hansol.

 

- Está en su oficina, con Byung Joo - dijo Jerry.

 

Había sido atracción instantánea para Hansol. Era como si Byung Joo se hubiera arrastrado en su cerebro y tomado residencia. El adjunto era todo en lo que pensaba e incluso había soñado anoche con el hombre.El corazón de Hansol comenzó a latir más rápido, mientras su mirada se dirigió hacia la oficina del jefe. Byung Joo estaba finalmente allí. Hansol había querido ver al chico, desesperadamente, ayer y ahora que Byung Joo había aparecido, Hansol no estaba seguro de si quería correr y esconderse o vomitar. Se encontraba tenso, por los nervios, y ¿acababa de ponerse más caliente el lugar?

- Puede que desees hacer una olla de café fresco - dijo Jerry, interrumpiendo los pensamientos de Hansol.

- Sí, claro - Hansol se dirigió a la sala, de descanso e hizo una olla fresca. Estaba resurtiendo el azúcar, cuando sintió a alguien detrás suyo. Se giró y casi dejó caer el bote de azúcar, cuando levantó la vista hacia Byung Joo.

- Te ves bien esta mañana - dijo Byung Joo, mientras se apoyaba contra la pared cruzando los brazos sobre su impresionante pecho.

- También, hueles bien.

 

- ¿Gracias? - Hansol no sabía cómo tomar un cumplido. No los recibía muy a menudo por personas ajenas a su familia. Con Byung Joo de pie, tan cerca suyo, su cerebro estaba tratando de cerrarse de nuevo. Se quedó allí, como un idiota babeando, mientras Byung Joo le sonreía.

- Lo siento, por lo de ayer - dijo Byung Joo. - Tenía algunas cosas personales que atender. Si quieres, podemos conseguir ese café hoy.

 

- Café. Cafetería - Hansol trató de colocar el recipiente sobre la mesa, pero falló y dejó caer la maldita cosa en el suelo.

- ¿Estás bien? - Preguntó Byung Joo, su ceño fruncido.

 

Hansol quería correr hacia el baño, para poder golpear algo de sentido a sí mismo.

 

Se dirigió hacia el armario de utensilios, agarró la escoba, el recogedor y luego regresó a limpiar su desorden.

Se dio cuenta de que Byung Joo lo veía caminar, y eso lo hacía sentirse incómodo. Tenía una cojera pronunciada y no había nada que pudiera hacer al respecto, pero el tipo no tenía que mirarlo como si necesitara compasión.

- Puedo hacer eso por ti - dijo Byung Joo.

 

- Es mi trabajo - con irritación, le respondió Hansol.

Estaba fuertemente atraído por Byung Joo, pero si el adjunto empezaba a actuar como los otros chicos con los que Hansol había salido, entonces no le daría al hombre la hora del día.

Cada simple hombre con quien Hansol había salido, siempre lo trataban como si no pudiera atarse los malditos zapatos. Podría tener que hacer las cosas un poco más lento, pero no era estúpido.

- Te he hecho sentir incómodo - dijo Byung Joo. Parecía compungido. - Esa no era mi intención.

- En realidad - dijo Hansol. - Estoy bien. Y lo decía en serio.

- Puedo sentir que te relajas.

 

- Deja de hacer eso - se quejó Hansol. Odiaba cuando un shifter le decía lo que sentía. Siempre le había hecho subirse por la pared.

- ¿Dejar qué?- Preguntó Byung Joo, como si leer a la gente fuera una segunda naturaleza y el que le molestara a Hansol lo hubiera confundido.

- Decirme cómo me siento.- Hansol hizo una mueca y se frotó su pierna derecha. Le estaba latiendo. Necesitaba sentarse, pero no quería parecer débil frente a Byung Joo.

- No era mi intención ofenderte. - Ahora era Byung Joo quien sonaba insultado.

 

Dios, Hansol apestaba en realizar sencillas interacciones. Y la gente se preguntaba por qué era un solitario. Byung Joo debería haber seguido hasta su casa e ignorado a Hansol.

- Lo siento - dijo Hansol. Miró hacia el suelo, donde había derramado el azúcar.

 

- Soy terrible en esto.

 

- ¿En qué? - Preguntó Byung Joo. - ¿En conversar? El adjunto parecía verdaderamente perplejo.

- Sí - admitió Hansol.

 

- No te preocupes por eso - dijo Byung Joo. - Tampoco soy muy bueno en ello.

 

- ¿No? - Hansol se giró, para contemplar al hombre. Era difícil de creer que alguien que parecía tan fuerte, podría apestar en sólo charlar

 

- No parezcas tan sorprendido. - Byung Joo se rió entre dientes, y el interior de Hansol se derritió.

Sus mejillas se calentaron, y sabía que Byung Joo lo vio. Se sonrojaba muy fácilmente.

Siempre lo hizo. La piel blanca y todo.

 

- ¿Es ese un sonrojo? - Bromeó Byung Joo, y su picardía sólo hizo a Hansol sonreír. El hombre le dio una sonrisa, y Hansol comenzó a reírse.

- Déjame en paz.

 

Byung Joo inhaló profundamente. - Mucho mejor.

 

- ¿Cómo huele mi estado de ánimo?

 

Byung Joo pareció pensar en eso por un segundo. - Como el sol caliente en mi cara. Antes, era como pequeñas agujas pinchando en mi piel. No dolía, pero tampoco me gustaba.

Ninguno de los osos le había dicho alguna vez eso. Ellos simplemente le dijeron que podían oler sus estados de ánimo, pero nunca los habían descrito. Para ser justos, nunca había preguntado. Siempre había sentido como si estuvieran invadiendo su privacidad, un poco como leer su mente. Con Byung Joo no parecía ser tan intrusivo. No estaba seguro de por qué era diferente con el adjunto. Simplemente lo era.

- Y también puedo decir que sientes dolor. - Byung Joo agarró la escoba y el recogedor, antes de que pudiera protestar. - Siéntate en la mesa. Voy a limpiar esto.

 

Miró a Hansol con esos ojos con el más azul, de los azules. - Sin discusiones.

 

Hansol se sentó y se frotó la pierna. No había llevado sus medicamentos para el dolor con él. Trataba de no tomarlos, a menos que el dolor se hiciera insoportable. En este momento era incómodo, pero manejable.

Byung Joo recogió el azúcar y la tiró a la basura, después devolvió la escoba y el recogedor al armario. Terminó las cosas del café, antes de entregarle una taza a Hansol. El adjunto se sentó y tomó un sorbo de su taza.

Hansol agarró su vaso de papel con tanta fuerza, que casi se dobló por la mitad.

 

- Esto es incómodo - admitió. - No puedo pensar en una sola cosa que decir.

 

Byung Joo le dio una suave sonrisa. - A veces, nada necesita ser dicho. Disfrutar de la compañía del otro es lo que importa.

 

- ¿Tu disfrutas de mi compañía? - Hansol sintió que se ruborizaba, de nuevo. Soltó el vaso antes de derramar el contenido caliente, en su mano.

- Disfruto, simplemente, estar cerca de ti - Byung Joo golpeó sus nudillos sobre la mesa. - Creo que entendí malditamente bien como van las parejas.

 

Hansol agarró la mesa, mientras su cabeza le daba vueltas. - ¿Soy tu pareja?

 

- Sí - Byung Joo tomó un sorbo de su café. - Aunque algunos dirían, que te dieron un trato injusto.

- ¿Cómo? ¿Cuándo? - ¿Byung Joo lo sabía desde que se conocieron en ese camino oscuro? ¿Por qué no había dicho nada? ¿Por qué estaba diciendo algo ahora? Las preguntas seguían dando vueltas, en su cabeza. Hansol sentía como si fuera a desmayarse, en cualquier momento.

- Respira- dijo Byung Joo, mientras se inclinaba sobre la mesa y deslizaba su mano sobre la de Hansol. - No creí que fuera a ser un shock tan grande para ti. Ya sabes acerca de lo sobrenatural y has estado alrededor de parejas apareadas.

- ¡Esto es diferente! - Sí, él se iba a desmayar. Byung Joo era caliente, caliente de verdad, y Hansol acababa de descubrir que el hombre era suyo. Si se sentía incómodo en torno al hombre antes, eso no era nada comparado con cómo se sentía ahora.

- Debido a los rumores - Byung Joo dijo rotundamente.

 

Hansol había oído algunas de las cosas que los hombres habían dicho sobre Byung Joo.

No eran halagadoras. Por otra parte, el alfa parecía pensar muy bien del adjunto.

 

- Yo no me guio por lo que dice la gente. Es decir, no te conozco y tú casualmente arrojas esa bomba en mi regazo.

No era un hombre que se daba a la exageración, pero el adjunto le había soltado noticias cambia vidas, en la sala de descanso de la estación de policía. Hansol necesitaba un segundo, para absorberlas.

- Me gustaría llegar a conocerte Hansol - dijo Byung Joo. - ¿Qué hay de cenar en mi casa?

 

Todavía aturdido, por lo que Byung Joo le acababa de decir, Hansol sólo pudo parpadear hacía el hombre. - Wow, te mueves rápido.

 

Byung Joo frunció el ceño. - ¿Quieres que reduzca la velocidad?

- No - Hansol soltó la respuesta, y ahora sentía como se ruborizaba de nuevo y quería pegarse un tiro. - Quiero decir más lento, pero no realmente lento. Gimió, sin saber lo que realmente quería o incluso sobre qué pensar.

Byung Joo tomó un sorbo de su café, antes de asentir. - Entiendo lo que estás diciendo. Te prepararé la cena, pero podemos pasar la noche hablando.

 

- Está bien.

 

En el exterior, Hansol esperaba que pareciera tranquilo. En el interior, estaba corriendo dando vueltas y gritando con la parte superior de sus pulmones, que el hombre más caliente en Dalton Falls era suyo. Podría estar confundido y dando vueltas, por esa revelación, pero no era tonto. Byung Joo era caliente y el adjunto era de él.

- ¿Puedo pedirte un favor? - Preguntó Byung Joo, mientras empujaba su taza de café a un lado.

Aclarándose la garganta, Hansol trató de concentrarse en la conversación. Se ocuparía de sus caóticas emociones más tarde. - Um, está bien.

Cuando Byung Joo se levantó y rodeó la mesa, la respiración de Hansol se detuvo. Sacó a Hansol de la silla, ahuecó su mejilla y sonrió. - ¿Puedo tener un beso?

Hansol abrió la boca, y un extraño ruido hizo erupción de su boca. Estaba babeando de nuevo y su cerebro había hecho cortocircuito.

 

La sonrisa de Byung Joo creció. - Me gusta la forma en que te afecto.

 

El hombre bajó la cabeza y los pies de Hansol se curvaron, su dolor olvidado. Se derritió, en el fuerte cuerpo de Byung Joo, cuando el chico deslizó la lengua por sus labios y luego sumergió profundamente su lengua.

Con su cuerpo ardiendo de necesidad, Hansol agarró la camisa de Byung Joo y atrajo al hombre, aún más cerca. Su diferencia de altura tenía a Byung Joo casi doblado por la mitad, pero al hombre no pareció importarle.

- No era consciente de que una porno estaba incluida con la taza de café.

 

Hansol quería asesinar al Adjunto Bowman. Acababa de conocer al chico ayer, pero no le había gustado. El ser interrumpido, hizo que le gustara el hombre aún menos. El adjunto era un shifter gacela y debería haber sido un hombre dulce.

No lo era. Cuando Hansol había tratado de darle la mano ayer, el tipo lo había mirado como si estuviera enfermo. Byung Joo rompió el beso. - ¿Sigue en pie lo del café?           

Hansol asintió.

 

Byung Joo miró al Adjunto Bowman al pasar junto al hombre. - ¿No tienes trabajo que hacer?

Lo último que Hansol quería, era estar solo con el adjunto Bowman. El tipo le daba escalofríos. Apresurándose junto al hombre, Hansol corrió de la sala de descanso.

Byung Joo miró sobre su hombro y le dio un guiño a Hansol. - Nos vemos al mediodía.

 

- Mediodía - Hansol repitió, como un idiota, antes de dirigirse a su escritorio.

 

Hansol no estaba seguro de lo que había estado esperando cuando fue a casa de Byung Joo, para cenar, pero sin duda no eran videojuegos y dar cuatro vueltas. En lugar de estar nervioso, Hansol tuvo la mejor noche de su vida. No se había reído tanto en mucho tiempo.

- ¿Listo para una película? - Preguntó Byung Joo, después de que habían guardado los quads y se dirigieron, de nuevo, a la casa.

 

 

Hansol se sentó, en el sofá, mientras Byung Joo ponía una película. Se sentía mareado, por su noche, cuando su pareja se sentó junto a él. Su pareja. Wow. Hansol todavía no podía creer que Byung Joo era suyo. Aún así, Hansol se tensó ligeramente cuando Byung Joo se sentó junto a él y echó el brazo sobre el respaldo del sofá. Fiel a su palabra, el adjunto no había intentado nada en toda la noche. Pero esto se sentía íntimo. Hansol había tenido citas antes, pero nunca había ido más allá de los besos. Nadie fuera de su familia, había visto sus piernas y no eran algo que él intentaba mostrar.

- Enseguida vuelvo - Hansol se movió del sofá y corrió al cuarto de baño.

 

Después de cerrar la puerta, dejó escapar un profundo suspiro. No estaba preparado para la intimidad, aunque Byung Joo era su pareja. Él sabía lo que ocurría cuando un shifter encontraba a su pareja. Byung Joo querría reclamarlo. Tomando asiento en el borde de la bañera, Hansol frotó las palmas de sus manos sobre sus muslos, tratando de pensar en una excusa para irse. Su noche había sido perfecta y ahora...Un gemido de frustración se le escapó. No estaba seguro de qué hacer, pero sentarse en el baño hasta que Byung Joo fuera a la cama, no iba a funcionar.

 

continuara..

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