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95. Indiscutiblemente Tuyo (09) por dayanstyle

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Woo Shin estuvo saliendo con un stripper. Aún intentaba hacerse a la idea de esa pequeña noticia. ¿Su pareja abandonó al tipo cuando descubrió que era un stripper o por otros motivos? No había querido decirle que hacía para ganarse la vida, porque no quería que lo tratara de forma diferente. Ahora, sabiendo eso, se sentía como si lo estuviera engañando. Tenía sentimientos encontrados. Si le decía a Woo Shin, podría simplemente abandonarlo, pareja o no. Si se quedaba callado y Woo Shin lo descubría, no sólo sería extremadamente injusto, sino que el hombre estaría furioso. Woo Shin sólo había sido amable y sincero y él le ocultaba una parte de su vida. Sun Youl podría dejar ese trabajo en un segundo, pero no tenía la preparación o conocimientos para otra cosa. Lo único que sabía hacer era cómo usar su cuerpo para hacer dinero. Eso sonaba tan promiscuo. Intentó calmar su creciente ansiedad, pero no fue tan fácil. Woo Shin había abandonado a un stripper. Bien podría ser ese su destino. 

—Bien, al fin, estamos solos —Luhan dijo, mientras se movía para pararse frente a él. —¿Listo para pasar un tiempo de verdadera diversión? Lentamente, Sun Youl cerró los ojos y luego los abrió cuando se dio cuenta de que alguien le hablaba. Lágrimas escocían en sus ojos, pero parpadeó para alejarlas. —¿Qué? —Diversión —Luhan dijo. —¿Sabes lo que significa, verdad? Sun Youl volteó a ver hacia dónde Woo Shin se había ido. Su cerebro intentaba funcionar, lo que lo hizo sudar mucho, pero se esforzó por conservar la calma, al menos en el exterior, aunque en su interior, luchaba para no desmoronarse. —¿Qué tipo de diversión? —Sun Youl preguntó. Escucharía al tipo antes de convertirse en el abandonado. Sólo sería educado.

 —¿Has oído hablar del Reino de los Demonios? —Luhan preguntó. ¿Reino qué? ¿había un Reino de los Demonios? Sun Youl sintió que se le doblaban las rodillas. ¿De verdad existía un Reino de los Demonios y este tipo pensaba que sería divertido ir hasta allí?    Le vinieron a la cabeza imágenes de criaturas con cuernos, colas largas, tridentes, piel roja. Se imaginó respirar humo y un entorno de fuego y se estremeció. —¿Estás loco? —Creencia popular —Luhan mencionó. —Pero no lo estoy. ¿Por qué? ¿Tú sí? —El hombre sonrió—. Genial si lo estás. Eso hará nuestro viaje mucho más agradable. Allí hay un club de strippers, Diablo's, aunque Hoya ya no es el propietario. Podemos... 

¿Había un club de strippers, en el infierno? Se sentía como si hubiera caído en un universo alterno. No sólo eso, sino que el último lugar al que quisiera ir era a un club de strippers. —Paso. —No tenemos que ir a un club de strippers —Key discutió. Todo en este gritaba que era un gótico, con sus piercings y ropa negra. De sus jeans colgaban cadenas y usaba unas botas altas con púas a lo largo de las costuras traseras. —Podemos ir a ver una película o a Jake's Java. Tienen los mejores batidos. ¿Siguen con eso? —Síguenos —Donghae dijo, mientras se alejaba. Los demás lo siguieron. Más por curiosidad, que por otra cosa, Sun Youl fue tras ellos. No quería ir. Woo Shin le había  advertido que no lo hiciera. Pero no estaría de más ver lo que estaban a punto de hacer. Cuando caminaban por el largo pasillo, se preguntó dónde estaría Woo Shin. Habían pasado menos de media hora separados y ya lo extrañaba.

Sus pensamientos continuaban arremolinándose, al cuestionarse y preocuparse por la reacción del hombre a su elección de carrera. —Aquí —Luhan dijo, mientras abría una puerta. Sun Youl entró a una extensa biblioteca. Estanterías de piso a techo abarcaban casi todas las paredes. A su derecha había un escritorio y había algunos sofás repartidos por el lugar. Su creciente biblioteca jamás se había visto así de impresionante. Por otra parte, la biblioteca de Sun Youl consistía en algunos libros en un estante de su dormitorio. Cuando todos estuvieron dentro, Luhan cerró la puerta. Key cerró las largas cortinas. La habitación estaba a oscuras, salvo por una lamparita en el escritorio. 

A Sun Youl le preocupaba que el hombre quisiera mantener una sesión espiritista, pero en vez de eso gritó, —¡Joshua! ¿Eso era una clave, para algo? Unos ojos de fuego le respondieron. Retrocedió cuando un hombre alto, más alto que Woo Shin, apareció. El tipo había entrado directamente a la habitación desde una sombra en el rincón.  

    ¿Estaba viendo cosas? ¿Un hombre apareció de la nada? Para Sun Youl, desde anoche, las cosas habían estado volviéndose algo confusas. —Este es nuestro boleto para ir al Reino de los Demonios —Luhan le explicó, mientras apuntaba con el pulgar sobre su hombro. Sun Youl ahora entendía totalmente la advertencia. Luhan había invocado un demonio para que pudiera llevarlos a un reino donde había más de ellos con la finalidad de ver strippers... o conseguir un batido. Esta era la cosa más bizarra que nunca le había sucedido y de ningún modo iría más lejos.

—Soy bueno. —¿Qué quieres decir con que eres bueno? —Luhan preguntó y entrecerró los ojos—. La diversión, aún, ni siquiera ha comenzado. Sun Youl retrocedió hasta quedar junto a la puerta. ¿A qué clase de manicomio lo había arrastrado Woo Shin? —No, enserio, diviértanse. —Es un gallina. —Key lo barrió con la mirada. —Probablemente, nunca ha tenido un día de diversión en su vida. Si el chico supiera.  Sun Youl enderezó la columna. —Y alguien no consiguió suficientes abrazos de su padre. Key se puso tenso. Luhan se le acercó y agitó sus manos delante de él. —Retira lo de los abrazos—el hombre le dijo, al oído. —Él fue abrazado muchísimas veces por su padre, si me entiendes. Sun Youl observó a Key y se sintió como una total escoria. No lo había sabido. ¿Cómo podría si acababa de conocer al chico? Se arrepintió de lo que dijo y apartó los ojos. Se sintió fatal, pero aun así no iría. Por un lado, le había prometido a Woo Shin que permanecería alejado de los problemas. Por el otro, todo este ambiente lo asustaba. Había un auténtico demonio viviente parado en la habitación. Sun Youl se alejó aún más. —Tienes razón —le dijo a Key, aunque lo que decía era mentira. —No tengo ni la menor idea de lo que es divertido, pero aun así no voy. No importa cuánto quería encajar con la familia de Woo Shin, no estaba tan loco como para ir.    

    Sun Youl cayó al suelo, se puso de manos y rodillas y vació su estómago en el pasto. Los brazos y las piernas le temblaban cuando se puso en cuclillas —Va a pasar —Key dijo. —Respira profundamente. A Sun Youl le sorprendió que Key estuviera siendo tan amable, después del comentario que había hecho, lo cual en realidad no era su culpa, creía que el chico le daría la espalda. Todo lo contrario. Key fue quien lo ayudó a levantarse. Se dio vuelta y miró a Luhan. —¡Me engañaste! 

—No dejaría que te perdieras la diversión—La voz de Luhan decía que no se arrepentía, pero en su mirada había una chispa de disculpa. No estaba seguro de cómo tomar esa incongruencia. —Batidos —Key exclamó. —Te ayudará a calmar tu estómago. Sun Youl dudaba eso, mientras veía el entorno. No había fuego, ni azufre y no había demonios con cola, cuernos y tridentes .Era de noche, pero el lugar se veía como cualquier otra ciudad. Una ciudad. Quizás se había golpeado en la cabeza y se desmayó, pero no tenía idea de porque soñaría con algo tan peculiar.

 —Admítelo. —Levemente, Luhan le golpeó con el codo en el brazo. —Pensaste que iríamos al infierno, ¿verdad? La humedad de la noche lo estaba bañando, y eso lo irritó  más. —Lo que pensé no importa. Me trajiste a la fuerza. ¿Y no se va a molestar Woo Shin?—Gracias, Joshua —Luhan le dijo al demonio y antes de que hiciera una reverencia, sonrió burlonamente y luego se fue.—Espera—Sun Youl empezó a sentir pánico. —¿No lo necesitamos para salir de aquí?—Nah —Luhan dijo. —En cuanto Jongin se enteré de que me fui, vendrá a buscarnos. O cuando Woo Shin no lo encuentre.—Ya que estamos aquí —Key dijo en un tono amistoso. —¿Por qué no nos limitamos a disfrutar el momento?    Eso hizo reír a Sun Youl, pero sin ningún rastro de diversión. —Qué demonios. Literalmente. Los cuatro se rieron, mientras Key y Luhan lideraban el camino.

—Soy Donghae —el chico a su lado se presentó. —Y él es Taemin. —Sun Youl. —Les sonrió. No estaba molesto con ellos. No fueron ellos quienes lo agarraron de la muñeca antes de tocar el brazo del demonio. A primera vista supo que Luhan era un problema. Debió escuchar a sus instintos. Cruzaron por una cancha de baloncesto y siguieron hacia el norte hasta llegara Useung's Java. Estaba atestado de personas que se veían... normales. Sun Youl no estaba seguro de que era lo que había esperado, pero no había demonios que escupieran fuego, ni hombres color púrpura con antenitas en la cabeza o algún lagarto andando en dos patas mientras degustaba batidos. 

Todo se veía normal, excepto que Sun Youl notó que los hombres de una mesa miraban fijamente hacia él. Uno en particular miraba enigmáticamente hacia él.—¿Los conoces? —Key le preguntó mientras estaban en la fila. Sun Youl miró al hombre con diversión. —Dado que es mi primera vez aquí, tendré que decir que no. Y tampoco quería hacerlo. Los cuatro tipos se veían muy altos, como luchadores. Él que lo había estado viendo fijamente era el más alto. —Ignóralos —Luhan dijo, mientras veía el menú—. Además, sólo porque están en el Reino de los Demonios, no quiere decir que nunca hayan estado en el reino humano. Posiblemente los conoces, pero no te acuerdas. Los recordaría. No se parecían a sus típicos clientes. Desvió la mirada, implorando que los tipos perdieran interés. No tenía ni la más mínima idea de porque se lo comían con los ojos. —Mierda, aquí viene —Donghae le susurró. Volteó hacia la mesa para ver que el más alto de los cuatro se levantó y caminó hacia él.

 —Es un demonio —Taemin dijo. —¿Cómo sabes? —Sun Youl preguntó, mientras seguía con la mirada al hombre acercándose. —Soy un shifter tigre. Puedo oler lo que es —el hombre explicó. El tipo se paró como a un pie de distancia de Sun Youl y ladeó la cabeza. —Te conozco.   

 Sun Youl miró por sobre su hombro y luego se quedó viendo al demonio. Presionó un dedo en su pecho. —¿A mí? El hombre asintió rápidamente. —Eres ese stripper del Silk Room. He estado en tu show, una o dos veces. —Estás confundiéndome con otra persona. —Sun Youl deseaba meterse en un agujero. Estaba en un reino diferente y un cliente lo había reconocido. El corazón se le subió a la garganta cuando volteó a ver a cada hombre con él. Los cuatro lo miraban fijamente. 

—No. —El hombre movió la cabeza—. Eres tú. Nunca olvidaría a alguien que baila como tú lo haces. Sun Youl salió de la fila muy avergonzado. Sentía como si todos en el lugar lo estuvieran observando. —¿Eres un stripper? —Luhan preguntó. Hubo una embarazosa pausa, en la cual quiso huir y esconderse. Pero ¿por qué lo haría? No se avergonzaba de lo que hacía para ganarse la vida. Le encantaba bailar y nunca se quitaba todo. Al final de su actuación siempre se quedaba con sus partes nobles bien cubiertas. No hacía nada escandaloso o desagradable, como hacían algunos de los otros strippers y nunca dormía con alguien del club. Enderezó su espalda y se puso tenso.

—No tengo nada de qué avergonzarme. Luhan arqueó una ceja. —Nadie ha dicho que lo hagas. Creo que eso es cool. Tienes la complexión y la apariencia para hacer eso. —Si me pareciera a ti —Donghae dijo, dándole un guiño—. Me quitaría todo.—Yo no me quito todo —Sun Youl se defendió.—Silk Room —Luhan dijo, mientras apretaba los labios—. Suena divertido. —Se giró hacia Key—. Creo que necesitamos hacer un viaje a Dalton Falls. Sun Youl gimió. Lo último que quería era que Luhan y su banda de delincuentes fueran a su trabajo. 

—¿Hay alguna posibilidad de que estés libre ahora mismo? —El desconocido preguntó. Sun Youl había olvidado que el hombre seguía allí. La pregunta que hizo era la razón por la que nunca quería que Woo Shin se enterara. —¿Para ti me veo como una prostituta? Todo el cuerpo de Sun Youl empezó a temblar, mientras apretaba las manos. Entrecerró los ojos y apretó los labios firmemente. El escrutinio de pies a cabeza que el tipo le dio, era nada menos que ilegal. O debería ser así. También hizo que se sintiera barato.  

 —Eres un stripper—El tipo se encogió de hombros. —Eso es lo que hacen ustedes. Incluso pagaré extra, si dejas que mis amigos se unan a la diversión. Jamás en toda su vida se había sentido tan ofendido. Y eso era decir algo, considerando que el viernes tendría que lidiar con el Sr. Oota. Su vida había pasado de lo rutinario a lo caótico en menos de veinticuatro horas. Tenía que haber algo en el ambiente.

 —¿Cuánto estás dispuesto a pagar? —Donghae preguntó. Sun Youl miró boquiabierto al chico. Donghae se sonrojó. —Sólo tenía curiosidad. —Lárgate—Luhan dijo. Con el dedo empujó el pecho del hombre. —No le interesa. Key movió la cabeza y murmuró por lo bajo, —Va a hacerlo.—¿Quién? —Sun Youl preguntó—. ¿Quién va a hacer qué? El tipo empujó a Luhan. Luhan se echó hacia atrás. Sun Youl se quedó en total shock cuando Luhan levantó una silla y se la arrojó al desconocido. Y entonces, el caos se desató. Taemin se metió debajo de una mesa, esa misma mesa la levantó uno de los demonios y se la arrojó a Luhan. Taemin se metió debajo de la siguiente mesa. Sun Youl estaba allí sin saber qué hacer. Nunca antes había estado en una pelea, pero Luhan, Key y Donghae luchaban por él y no podía hacer menos. Sólo imploraba no morir antes de que todo esto terminara.

 Agarró lo primero que encontró y arrojó el servilletero de metal a uno de los demonios. Lo golpeó en la cabeza, por lo que el hombre se volteó y se le quedo viendo. El demonio vino tras él. Gritó y en ese mismo instante se metió debajo de la mesa en la que estaba Taemin. Salió de debajo de la mesa y agarró una silla, se preguntó cómo es que Luhan había agarrado una y la lanzó. Estaba muy pesada y nunca tendría oportunidad de hacer lo mismo. El demonio se la quitó de las manos y luego lo agarró por el cuello. Lo apretó hasta que sintió que se iba a desmayar. Pensó que todo estaba perdido, hasta que Donghae saltó a la espalda del demonio y... Maldición. El chico le mordió la oreja al demonio.

Joshua entró a la tienda con alguien más. Detuvieron la pelea, un hombre sostenía a Luhan por el cuello y el otro sujetaba al insolente demonio con una llave a la cabeza. —¿Qué demonios está pasando? — Joshua fulminó con la mirada a Luhan. —¿Te traigo aquí y tratas de destruir la tienda de Useung? Con horrorizada fascinación, Sun Youl observó cómo apareció una bola de fuego en la mano libre de Joshua. La arrojó a uno de los demonios que no se había dado cuenta que la lucha había terminado. Explotando en el pecho del demonio y empujándolo. Se estrelló contra la pared y cayó al piso, muerto. —¿Alguien más se siente con suerte? — Joshua preguntó. Nadie se movió.

Demonios, ni siquiera respiraban, Por lo menos, él no lo hacía. No era tan tonto como para ir en contra de Joshua o su colega. —Vas a pagar por los daños —Joshua dijo, mientras sacudía levemente a Luhan—. Y estas vetado del reino por tres meses. —¡Este imbécil se le insinuó a Sun Youl! —Luhan se defendió. —Entonces,  debiste  haberme  llamado—Joshua  respondió.  —Sabes  que resolverlo con una pelea no funciona conmigo—Miró a su amigo. —¿Xero podrías llevar a estos chicos de regreso al estudio? Xero liberó al demonio, de la llave a la cabeza. —Claro. El demonio que había ofendido a Sun Youl se dio la vuelta y se le quedó viendo.—Esto no ha terminado. Sun Youl tragó con dificultad, por esa amenaza. El tipo sabía dónde trabajaba. Podría ir y no habría nadie que lo detuviera. Los cuatro tipos se veían como defensas de un equipo de futbol americano mutante.

 Joshua liberó a Luhan y agarró al demonio por la garganta. —Ve a cualquier lugar cerca del humano en este reino o en el otro y responderás ante mí, Cresil. Cresil se quedó viéndolo, pero no dijo nada. Sun Youl tuvo el presentimiento de que esa advertencia había caído en oídos sordos. Key lo agarró de la muñeca. —Esta no era la diversión que teníamos en mente. —Pero fue memorable —Donghae dijo. Sun Youl estaba de acuerdo. Fue un viaje que no olvidaría pronto.  

 

continuara... 


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