Gohn había prometido dejar que Seongoon manejara las cosas, pero dejar a su compañero ir por su cuenta lo ponía nervioso. Había esperado hasta que Seongoon se marchó a casa de Yong Xin y luego montó en su Harley siguiéndolo. Se había quedado lo suficientemente lejos para que ninguno de los dos supiera que estaba siguiéndole, y cuando se detuvieron en la casa, Gohn aparcó en la calle.
Volvería a casa antes que de Seongoon, y todo estaría bien. Gohn tendría su tranquilidad, y Seongoon tendría su libertad. Sin daño, no hay falta.
Eso fue hasta que vio a Seongoon correr a la calle. Gohn había subido a su moto y se dirigió hacia ellos cuando escuchó un disparo, y luego Seongoon cayó al suelo.
Con un gruñido, Gohn desmontó y corrió por el césped, dejándose caer al lado de Seongoon. Su compañero estaba sangrando en la pierna mientras que Yong Xin y Yi Bo estaban luchando.
Yi Bo.
Gohn sabía que tenía que haber matado al humano en ese encuentro. Empujándose sobre a sus pies, Gohn golpeó a Yong Xin fuera del camino y llevó a Yi Bo dentro de la casa agarrándolo por la garganta.
-Dijo que su tío es cazador y que va a hablarle a su tío sobre Seongoon -Yong Xin gritó. Cuando Gohn miró por encima del hombro, Yong Xin estaba arrodillado al lado Seongoon.
-Tráelo aquí para que pueda curarle -Gohn exigió y luego se volvió hacia Yi Bo.
-Todos ustedes van a morir-, Yi Bo gorgoteó a través de la mano de Gohn en su garganta. -Mi tío va a matar a cada uno de ustedes.
- ¿Lo sabe? - Gohn apretó sus dedos, mirando mientras Yi Bo se volvía una sombra oscura de color rojo y púrpura. - ¿Le has dicho algo?
-Él no está cambiando -Yong Xin gritó desde atrás Gohn. -Dice que la bala es de plata.
El corazón de Gohn se congeló mientras su sangre se volvía fría. Miró por encima de su hombro una vez más y vio los ojos de Seongoon revolotear cerrándose. ¡Mierda! Si no conseguía que la bala saliera y obtuviera ayuda de inmediato, su compañero iba a morir de envenenamiento en la sangre.
Con un fuerte gruñido, Gohn dio un puñetazo en la cabeza de Yi Bo. El humano se dejó caer de las garras de Gohn. Dejó que el hombre cayera cuando se volvió a su compañero y luego marcó rápidamente al Dr. Jaejoong. Él le dijo al médico lo que había sucedido y lo que Seongoon acababa de pasar.
Realmente esperaba que el Dr. Jaejoong fuera tan bueno como Hong Seok decía. El vampiro había presentado al doctor humano a los hombres Remus la última vez que habían estado en Sugar Creek. El médico les había dado su número a ellos, diciéndoles que llamaran si es que alguna vez lo necesitaban.
Gohn lo necesitaba ahora, desesperadamente. Él podría haber llevado a Seongoon con su madre, pero Gohn necesitaba una solución rápida, y el Dr. Jaejoong había sido esa solución.
-Voy de camino -dijo el médico. -Sólo dame una dirección.
Gohn lo hizo y luego arrojó su teléfono a un lado. Se arrodilló junto a su compañero, su pecho apretado por la preocupación, sus manos temblorosas mientras examinaba la herida. Las arañas vasculares púrpura abarcaban desde donde la bala había entrado, y el veneno se estaba extendiendo rápidamente.
-Aguanta ahí, cariño. -Gohn tiró el cuerpo delgado de Seongoon en sus brazos, sosteniendo firmemente al hombre mientras esperaba al médico. No podía perder a Seongoon. La idea le heló hasta los huesos. Habían tenido un comienzo incierto y todavía estaban tratando de resolver las cosas.
Y el hecho de que Gohn había caído enamorado por el hombre hizo que lo que le pasaba a su compañero fuera diez veces peor. Él quería ver a su compañero sonriendo, escuchar un comentario mordaz, y sentir al hombre debajo de él, como había afirmado Seongoon una vez más.
-Hay que luchar contra esto -susurró a Seongoon. -Nos falta vivir tanto, tantos recuerdos para crear. No puedo perderte, cariño.
El Dr. Apareció de la nada con el duende del bosque, Tao. De mala gana, Gohn tuvo que dejar ir a Seongoon para que el médico pudiera extraer la bala y dejarle trabajar con la magia de la que no creía y rezó para que el médico pudiera hacer algo de magia porque si Gohn perdía a Seongoon, no estaba seguro de lo que haría.
Se paseó por la sala de estar, con los ojos clavados en el médico. Había mucha sangre, pero finalmente vio al doctor Jaejoong sacar la bala.
El médico sacó un pequeño recipiente de su bolso negro. En el interior del frasco estaba una pasta amarilla extraña. Cuando se untó dos dedos, Gohn agarró el brazo del hombre.
-Está bien -dijo el médico. -Esta pasta atraerá el veneno a ella, eliminando la plata de su sangre.
- ¿Es efectivo? -Preguntó Gohn.
-No tener un disparo con una bala de plata es el único método que es cien por ciento -dijo el médico. -Pero esto ha demostrado ser eficaz. Quiero decir que yo podía esperar, mientras que buscas una segunda opinión si lo prefieres.
- ¿Siempre es tan sarcástico?
-¿Me vas a seguir retrasando con preguntas, oso?
Gohn frunció el ceño mientras dejaba libre el brazo del hombre. Él comenzó a amenazar al hombre, pero en vez de eso dijo:
- ¿Sabe usted algo sobre los Cazadores?
-Gente desagradable -el médico respondió mientras tapaba la herida con el ungüento. -En un momento en el tiempo, habían invadido Villa Kim, tratando de eliminar cualquier no-humano que pudieran encontrar. - El Dr. Jaejoong echó a Gohn un vistazo. -Por lo que yo sé, J.Y. Park sigue siendo su líder. Si alguna vez oye ese nombre o se lo encuentra, corra.
Gohn se burló. -No corro de cualquier ser humano.
-Será mejor que corras de él -advirtió el médico. -Fue lo suficientemente inteligente como para matar a un anciano vampiro y ha estado corriendo detrás de los seres sobrenaturales durante más de veinte años. Tiene experiencia, y si te crees que puedes salirte con la tuya es capaz de llevarse toda tu clan.
Yong Xin echó un vistazo a Gohn mientras entregaba al médico una toalla para limpiar sus manos. -Siempre los he visto a ti y tus hermanos como invencibles, pero creo que la información es correcta -dijo Yong Xin.
- ¿Qué sabes tú? - Gohn ladró a Yong Xin. Cerró las manos en los hombros de Yong Xin. -¿Cómo diablos sabía Yi Bo que Seongoon estaría aquí?
Yong Xin dio un paso atrás, con las manos hacia fuera. -No tenía ni idea de que estaba incluso aquí. ¿Crees que le dejaría en cualquier lugar cerca de Seongoon?
-Déjame saber que tenías algo que ver con esto y pedirás por una muerte que nunca te concederé -amenazó Gohn.
-Está bien, si has hecho que el humano se moje -dijo el doctor -la pasta se ha aplicado y todo lo que podemos hacer ahora es esperar.
-No aquí -dijo Gohn. -Si Yi Bo no se pone en contacto con su tío, esta casa no es segura. -Miró hacia el duende, que estaba de pie junto a la ventana, pareciendo aburrido con la situación.
-¿Puedes transportarnos a mi casa?
- ¿Con ellos? -Yong Xin miró confusamente a Gohn.
-Tengo que interrogar a Yi Bo.
-Entonces tráelo contigo -instó el médico. -Si alguno de los cazadores se presenta, es posible que no tengas oportunidad.
Gohn realmente no quería dejar a Seongoon, sin embargo, necesitaba respuestas de Yi Bo. El asintió. -Bueno.
Tan pronto como llegaron a casa de Gohn, se aseguró de que Seongoon fuera llevado a su habitación y a Yi Bo le vendaron los ojos y lo llevaron al sótano.
-Dame el teléfono móvil -dijo Kidoh. -Necesito desactivar el GPS.
-Voy a conseguir las respuestas que necesitamos -dijo antes de que Dong Wan, Kidoh y Nakta se dirigieran hacia el sótano. Gohn quería ir. Él quería ser el hombre que le sacara las respuestas a Yi Bo, pero él no quería dejar a Seongoon luchando contra esto solo.
Subió las escaleras de dos en dos y giró a la derecha a su habitación. Seongoon yacía en su cama, pálido y su respiración entrecortada. No había cambiado en su forma de lobo, y preocupaba por completo a Gohn. - Por qué no ha cambiado?
-No estoy seguro- dijo el médico. -Cuando perdió el conocimiento, el cambio debería haber sido automático.
Gohn lo sabía. El era un shifter. Se dio la vuelta al lado de la cama y se sentó en el borde. -Hola, cariño. - pasó una mano por la mejilla de Seongoon. La piel de su compañero estaba caliente al tacto. -Necesito que cambies.
No estaba seguro de si Seongoon lo oyó o no. Gohn necesitaba que su compañero lo oyera. Los Shifter curaban en sus formas naturales, y si Seongoon no dejaba a su lobo libre, simplemente moriría, con el remedio o sin él.
Mientras Seongoon yacía allí sin responder, Gohn transmutó en su forma de oso.
-Eso podría funcionar - dijo el médico cuando Gohn se subió al otro lado de la cama, el colchón bajó tanto que supo que tendría que comprar otro para cuando esto hubiera terminado.
Gohn acarició a su compañero, utilizando su vínculo para llegar al lobo de Seongoon. Tardó casi media hora antes de que el lobo de Seongoon finalmente emergiera. El lobo gris se quedó allí jadeando, como si hubiera sido un esfuerzo extremo cambiar.
-Sólo descansa -dijo el médico. -La pasta y su sistema inmunológico natural lucha contra ese veneno en ti.
Gohn sintió una cantidad inconmensurable de alivio de que el lobo hubiera salido y Seongoon estuviera curándose. Una vez que supo que su compañero estaba a salvo, Gohn se dirigió hacia abajo al sótano. Y si Yi Bo todavía no había cooperado, Gohn estaba absolutamente seguro de que extraería cada punto de información del humano antes de que terminara la vida del hombre.
* * * *
Dong Wan había llamado al alfa de Sugar Creek para obtener más información acerca de estos cazadores. Nunca había oído hablar de ellos antes, y no se sentía bien con eso. Había una nueva amenaza en su ciudad, y Dong Wan necesitaba toda la información que pudiera obtener de ellos.
Taehyung había dicho que preguntaría a alguien que había tratado con los cazadores antes, por lo que había dado a Dong Wan el número de teléfono de su tío.
-¿El tipo dijo que era su tío? -Preguntó Kim Jongin.
-No -dijo Dong Wan. -Tengo que darle crédito al humano. Ya le he golpeado bastante mal, pero todavía no ha hablado.
- Que alguien mire a través de sus contactos de su teléfono y vean si está el nombre de J.Y. Park.
- ¿Y si no? -Preguntó Dong Wan.
-Entonces partiremos desde ahí.
Dong Wan dijo a Kidoh lo que había dicho Jongin. Kidoh miró a través de los contactos y luego negó con la cabeza.
-No hay ningún J.Y. Park en sus contactos.
-Gracias por los pequeños favores -dijo Jongin. -Los cazadores llegaron cuando estábamos luchando con un jodido y desagradable demonio llamado Lee Soo Man. Nos han estado acosando desde entonces. Pero al que realmente tienes que tener en cuenta es J.Y. Park. El chico cuenta, con recursos, y no se rinde. Él usa su propio equipo, y son especialmente serios mercenarios. El único objetivo de los cazadores es acabar con los seres sobrenaturales. Si tienes uno en tu ciudad, es mejor que creas que tienes más.
-¿Cómo puedo saber dónde están o, más importante aún, ¿quiénes son? -Preguntó Dong Wan. Él prefería tratar con los demonios, rebeldes, o cualquier otra amenaza que con seres humanos en la clandestinidad, a la espera de acabar con las criaturas paranormales confiadas. Él y su clan vivían entre demasiados seres humanos para saber cuáles pertenecía a una sociedad secreta empeñada en exterminarlos.
-Maldita sea, buena pregunta -dijo Jongin. -Tan pronto como me entere, te lo haré saber. Se esconden entre otros seres humanos, mezclándose hasta que encuentran un no humano. ¿Tienes gente en las calles que puedan mantener un ojo y oído alerta?
-Sí.
-Úsalos -dijo Jongin. -Toma ventaja de sus habilidades y sabrás de cuantos cazadores estás tratando. Si el número es demasiado grande, cuenta con tantos hombres como sea posible para ayudar a destruirlos porque es mejor antes que ellos los destruyan a la primera oportunidad.
-Gracias por tu ayuda -dijo Dong Wan.
-Paz. -Jongin colgó.
Dong Wan agarró a Yi Bo por la garganta, dejando que sus garras salieran y arañaran la piel del hombre. -Vas a decirme cuántos cazadores están en Sugar Creek, o voy a permitir que puedas verme como saco lentamente tus entrañas.
* * * *
-Han regresado -Jongin dijo mientras volvía a colocar el teléfono en la base.
- ¿Quién? -Preguntó Siwon, su beta. El hombre se sentó frente a Jongin, puso una pierna sobre la otra, mirando a través de su teléfono. Él levantó la vista y miró a Jongin.
-Cazadores. -Jongin pateo sus pies calzados con botas sobre el escritorio mientras se frotó el pecho. -Han estado en silencio durante demasiado tiempo. ¿Por qué ahora? ¿Por qué han resurgido? -Reflexionó en voz alta. Algo tenía que haber pasado, o habían conseguido un nuevo líder. Jongin lo dudaba. J.Y. Park había sido demasiado eficiente, había sido demasiado bueno en tomar lo preternatural para abandonar su posición.
- ¿Ha resurgido J.Y. Park? -Preguntó Siwon.
-No -Y eso era una buena cosa. La última vez que Jongin se había encontrado con el ser humano, el hombre acababa de matar a tres shifter leopardo y tenía dos más arrinconados. Si Jongin no se hubiera presentado en el centro de recreación cuando lo hizo, él habría tenido cinco gatos muertos. Un muerto era demasiados para él.
-Quiero que vayas a Sugar Creek y observes el problema -Jongin dijo a Siwon. -Necesito saber si se trata de un pequeño grupo de trabajo por su cuenta, o si se están trabajando con un grupo mucho más grande.
- ¿Y si lo son? -Preguntó Siwon, metiendo su teléfono.
-Entonces definitivamente tenemos un problema en nuestras manos. -Jongin se levantó y rodeó el escritorio. -Si están de vuelta, a continuación, vamos tras ellos y le enseñamos a los seres humanos por qué ir en contra de un shifter no es saludable para ellos.
Pero el problema era que no había mentido a Dong Wan. La identificación de ellos no fue una tarea fácil. Lo había intentado cuando invadieron su ciudad hacía dos décadas, pero no habían conseguido erradicarlos. La mayoría habían huido sin que Jongin los hubiera capturado y este hecho seguía atascado en su bache. Él quería hasta el último cazador muerto a sus pies por lo que estaban haciendo a su especie.
-No trato de ser insensible ni nada, pero Sugar Creek está a cuatro horas de distancia -dijo Siwon mientras se incorporaba y extendía sus manos. - ¿Por qué nos estamos molestando con su problema?
-Porque -Jongin dijo -algunos de nuestra familia está allí, y tengo una cuenta pendiente con los cazadores.
Les había prometido a las familias de los leopardos que iba a encontrar justicia para ellos, pero los cazadores habían desaparecido después de que J.Y. Park hubiera matado a los gatos. Jongin daría a aquellas familias un final, incluso si habían pasado diez años desde las últimas ejecuciones. El tiempo no significaba absolutamente nada para él. Jongin esperaba que los hombres en Sugar Creek fueran los mismos que necesitaban venganza, pero dudaba que fueran los mismos. Había pasado una década, después de todo. No había forma de saber dónde esos bastardos habían huido.
-Voy a empacar una bolsa y dejar que mi compañero sepa que estaré fuera de la ciudad por unos días. -Siwon salió de la oficina mientras Jongin recogía el teléfono del escritorio y marcaba.
-¿Qué puedo hacer por ti? -Pregunto Changjo. El alfa de los lobos grises sonaba cansado. Jongin sabía lo que sentían. Manejar una ciudad no era fácil. Las cosas estaban tranquilas en Villa Kim en este momento, pero si los cazadores habían reaparecido, él se encargaría del problema. Los cazadores eran como las cucarachas. Cuando había una, había muchas, y tarde o temprano, migrarían de vuelta a su ciudad y el infierno si iba a permitir que eso ocurriera.
-Podría tener un problema.
-No lo tenemos siempre- Changjo afirmó rotundamente. -Entonces dime.
Y Jongin lo hizo.
continuara...