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100. Gohn (03) por dayanstyle

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Seongoon despertó con un enorme oso pardo abrazado a su lado. El oso irradiaba calor, haciendo a Seongoon sudar tanto que se sentía como si le hubieran derramado un balde de agua sobre él. Se sentía cansado, pero no demasiado. No estaba seguro de cómo había terminado aquí, o cómo el veneno había salido de él, pero Seongoon estaba agradecido de no haber muerto.

- ¿Gohn?

Duh, ¿quién más podría ser? Aun así, esto era sólo la segunda vez que había visto a su compañero en su forma de oso, y el animal todavía era impresionante y hermoso. Pasó la mano a través de la piel suave y sonrió cuando Gohn gruñó, volviendo a mostrar su vientre.

-¿Quieres que te rasque la barriga? -Dijo Seongoon sonriendo. -Eres un gran blandengue, ¿verdad? -Gohn volvió a gruñir, y el corazón de Seongoon se hinchó un poco, diciéndole que  su compañero había conseguido definitivamente meterse bajo su piel. Estaba enamorándose perdidamente de Gohn y todavía le daba miedo.

Toda una vida contándole cómo debe actuar un omega no había desaparecido durante la noche. Sus temores eran todavía tangibles, pero Seongoon estaba dispuesto a descubrir todas las facetas de Kim Gohn Remus.

 

 

-Creo que estoy listo para salir de esta jodida ciudad por un tiempo- confesó Seongoon. Pensó en el enorme agujero que había tenido en su pierna, del veneno que se había ido extendiendo lentamente a través de su cuerpo, y el hecho de que los cazadores no eran sólo un mito y quería apartarse lo más lejos de esas imágenes que pudiera.

Gohn cambió de nuevo a su forma humana y se enroscó alrededor de Seongoon. -¿Cómo te sientes, cariño?

-Cansado -Seongoon respondió con honestidad. -Pero no lo suficientemente cansado como para quedarme aquí. Quiero ir a la cabaña, si todavía quieres ir.

-Ya había tenido nuestras cosas allí -dijo Gohn mientras se ponía más cerca de Seongoon. Ambos estaban desnudos, y no había duda de los deseos de Gohn por la erección asomando en Seongoon.

Con el ceño fruncido, Seongoon miró hacia su compañero con la mirada fija en los ojos Azules. -¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

-Dos días -dijo Gohn. -Me has asustado a muerte, cielo.

Su compañero podría tener una erección, pero Seongoon no se perdió el ligero movimiento del cuerpo de Gohn, y lo sorprendió. Había pensado en Gohn como un insensible, un hombre que se enfrentaba a cualquier reto sin falta. Para saber que su compañero se había asustado lo hacía parecer más humano, más accesible.

-Los dos -dijo Seongoon. -Vi el veneno y simplemente supe que todo había terminado. -Parpadeó lentamente a medida que las imágenes de lo que había pasado aparecían de nuevo en la cabeza. - ¿Qué pasó con Yi Bo?

 

 

- ¿Realmente quieres saberlo?

¿Lo quería? Sí. Seongoon quería saber que el bastardo que le había disparado no estaba vivo. Quería saber que Yi Bo había pagado por tratar de matarlo. Ya que Seongoon no podía exigir ninguna venganza, lo segundo mejor sería escuchar cómo el hombre había sufrido. -Sí. -Él hizo un gesto duro, todavía estaba enfadado  como el infierno por lo que había hecho Yi Bo, y había tratado de hacer. -Al menos dime que gritaba por piedad antes de que le rompieras el cuello.

Seongoon al instante se sintió culpable. Era una persona no violenta, alguien que creía en las cosas que se resolvían a través de palabras en lugar de los puños. Yi Bo merecía lo que Gohn había hecho con él, pero Seongoon todavía se sentía culpable por desear el mal a alguien.

-Te voy a decir que Yi Bo nunca te molestara de nuevo-, dijo Gohn. -Lo que no voy a decir son los detalles. -Él agitó un dedo a Seongoon. -Puedo ver el remordimiento en tus ojos, y no tienes nada de qué sentirte culpable. No fuiste quien apretó el gatillo, y no eres tu quien quería a alguien muerto porque son diferentes. No importa si eres un no humano, blanco, gay, o más femenino que masculino. No hay ninguna razón por la que Yi Bo podría haber dado para justificar por qué quería llamar a un cazador después. Esa es una sentencia de muerte automática si el cazador te hubiera encontrado. No tengo absolutamente nada que lamentar cuando se trata de cómo se manejó a Yi Bo.

 

La contestación de Gohn tenía sentido, ¿y como no podía negar cualquier cosa Seongoon? Pero todavía no lo hacía sentir mejor. El hecho de que el discurso de Gohn no había cambiado sus sentimientos le hizo preguntarse cuánto de su gen omega realmente había en él.

-¿Por qué luchar tanto?

- ¿Luchar? -Seongoon no tenía idea de lo que Gohn estaba hablando y, en verdad, estaba cansado de hablar. Todavía estaba enclavado contra un cuerpo duro con una furiosa erección. Seongoon prefería pasar su tiempo teniendo relaciones sexuales que hablar de cosas que preferiría olvidar.

Gohn se encogió de hombros. -Sientes lástima por alguien que ha intentado matarte, cariño. Además de eso, a veces veo que no quieres discutir, que lo que deseas es dejar ir las cosas. No puedes hacer eso. Quise decir lo que dije cuando me prometí no tratar de mantenerte bajo el pulgar. ¿Qué hay de malo en bajar la guardia y ser quién eres?

Seongoon no le gustó el hecho de que Gohn viera a través de él. Eso era cierto. Hubo momentos en que Seongoon no quería ser terco o combativo. La mayoría de las veces sólo quería seguir, y le daba miedo. - ¿Podemos ir a la cabaña?

Gohn le dio una mirada que decía que sabía que Seongoon estaba echando a un lado el tema. Seongoon apartó la mirada.

-Está bien, no te voy a dar una conferencia- dijo Gohn con una ligera sonrisa. -Deja de mirarme como si quisieras huir de la habitación.

 

-Lo que quiero hacer es salir de aquí. -Desde que Gohn había traído a colación el tema de alejarse por un tiempo, la idea había crecido en Seongoon como para estar listo para correr y montarse en la moto de Gohn. Su lobo estaba incluso ansioso por ir. Quería correr con el viento en su pelo y el sol en su cara.

Gohn presionó su nariz contra la nuca de Seongoon e inhaló profundamente. -Está bien, voy a violarte en la cabaña.

Ahora eso sonaba como un plan que Seongoon podría hacer.

-Trato hecho.

Después de salir de la cama, Gohn ayudó a Seongoon a levantarse. Se sintió un poco inestable sobre sus piernas, por lo que tomó sólo un segundo antes de que estuviera bien. Ambos se vistieron y luego se dirigieron a la cocina.

-Me alegra ver que estás bien -dijo Dong Wan con un gesto de aprobación.

- ¿Van a salir? -Preguntó Sung Hak. -Se supone que Nakta estaría de vuelta pronto.

-Dile que me pondré al día con él cuando regrese-, dijo Gohn. Puso su gran mano en la parte baja de la espalda de Seongoon y le guio hacia la puerta trasera.

-Papá dijo que comprobaras los filtros para el horno y realizaras un mantenimiento general, mientras estás ahí arriba

-Dong Wan dijo a Gohn.

-Mi plan es hacer un montón de limpieza y un montón de trabajo mientras estemos allí. -Gohn puso los ojos en blanco, y Seongoon sabía que el hombre estaba siendo sarcástico.

-Entonces será tu culo al que papá pateara cuando todo empiece a romperse- Dong Wan gritó cuando Seongoon y Gohn se dirigieron hacia la puerta.

-No te pares a hablar con mis hermanos si realmente quieres llegar a alguna parte -aconsejó Gohn. -Ellos te van a tener en la conversación para el resto del día si se les dejas.

Seongoon sonrió. A él le gustaba ser parte de la familia de Gohn. Durante tanto tiempo había sido sólo él y Sang Do. Tener seis hombres -siete grandes incluyendo a Sang Do- en torno a él había sido un poco intimidante, pero hizo que Seongoon se sintiera seguro.

Él frunció el ceño al pensamiento y luego lo descartó. No. Él no se estaba volviendo blando. A Seongoon simplemente le gustaba tener más gente que pudiera llamar su familia. Eso era todo. Él no iba a malinterpretar nada en ello.

* * * *

-Ellos son dueños de una cabaña en el bosque -dijo Shinji  Ninomiya por teléfono. -Puedes matar al tipo grande, pero te estoy pagando generosamente por traerme al pequeño.

Dado que Yi Bo le había fallado, Shinji había ido al  enemigo para adquirir a la omega. Un omega significaba estatus. Tener una mascota aseguraría su poder con Xiao Shun Yao -el shifter león que dirigía la Costa Oeste. Si hacía a Seongoon parte del trato, Shun Yao no sería capaz de resistir a la oferta de Shinji.

 

Era todo negocio. Nada más. Shinji era todo sobre el poder, y tenía la intención de extender su imperio. Todo lo que necesitaba era colocar un regalo delante de Shun Yao.

Y contra viento y marea, adquiriría al omega.

-Usted tiene un acuerdo -dijo el cazador. -Voy a hacer al oso sufrir por lo que ha hecho a mi sobrino. Todo lo que necesito es un lugar.

Así   Shinji dio al cazador la ubicación de la cabaña.

-Metete conmigo y voy a hacer que desees no ser nada sino una mancha en las sabanas de tus padres.

El cazador dio una risa grave y profunda, el tipo de risa que debería haber enviado escalofríos por la columna de Shinji. Pero por suerte no era tan fácil de intimidar.

-No se preocupe, abominación. Mientras pague, el pequeño es suyo.

 

 

* * * *

Cuando Gohn había dicho una cabaña, Seongoon había esperado algo sencillo. El exterior estaba hecho de troncos, pero el interior... wow. La puerta principal se abrió en un vestíbulo que conducía a un comedor. A la derecha de la puerta había un conjunto de escaleras que conducía a otro vestíbulo. Hubo cinco dormitorios en planta alta, cada habitación con su propio baño.

 

En la planta baja la cocina y el salón eran un gran espacio abierto. Había puertas de vidrio que conducen a una piscina que estaba cubierta, por prevención de los insectos y bichos salvajes entren al agua. El lugar estaba bien distribuido. Esto no era una simple cabaña.

-¿Te gusta? -Preguntó Gohn mientras conducía a Seongoon arriba. La puerta más a la izquierda era el dormitorio de Gohn. Había una cama con dosel, un armario, una silla acolchada, y una mesita de noche a ambos lados de la cama.

Cuando Seongoon miró por la ventana, vio el camino de entrada.

-Me encanta -admitió Seongoon. Entró en el vestíbulo por las escaleras y miró por encima de la barandilla. Podía ver la sala de estar por debajo de él y parte de la cocina. -Este lugar es fabuloso.

Gohn presionó su pecho contra la espalda de Seongoon. -Me alegro de que te guste.

El corazón de Seongoon latía mientras miraba por las puertas que dan a los bosques más allá. -Dime que podemos salir a correr.

Gohn se río entre dientes. Su pecho vibró contra la espalda de Seongoon. -Podemos hacer lo que quieras, cariño.

Con la emoción corriendo por su sangre, Seongoon pasó por debajo de los enjaulados brazos de Gohn y corrió por las escaleras. Le tomó un segundo encontrar la manera de desbloquear la puerta del patio. Una vez fuera, se quedó mirando a la piscina y luego el bosque, tratando de decidir lo que quería hacer en primer lugar.

 

 

Gohn salió fuera detrás de él y se sentó en una de las dos mesas. Arrojó sus botas a un lado y luego se levantó y se desnudó. Seongoon había visto a su compañero desnudo, pero la visión del cuerpo bronceado de Gohn revelándose ante él todavía hacía jadear a Seongoon.

-Lo que elijas, tendrás que quitarte la ropa -dijo Gohn.

Seongoon apartó la mirada mientras su cara se calentaba. Estar desnudo era natural entre los de su tipo. Aun así, la idea de desnudarse delante de Gohn cuando no estaban en medio de la pasión le hizo vacilar.

- ¿Tímido? -Gohn se acercó por detrás Seongoon y pasó un brazo alrededor de su cintura. -No hay un vecino en millas. Podríamos caminar alrededor de la casa y la propiedad durante todo el tiempo que estemos aquí y nadie nos vería-.

Eso no era lo que hizo que Seongoon dudara. Gohn había dado en el clavo. Seongoon era extremadamente tímido y no era capaz de quitarse la ropa.

-Quítate la ropa. -La orden fue dada en un tono suave, pero con autoridad. Seongoon se desvistió sin pensar. Cuando estuvo desnudo, se dio cuenta de lo que había hecho Gohn.

-Mira, eso no fue tan difícil- dijo Gohn con una sonrisa.

-¿Por qué luchas con tu disposición natural, Seongoon? ¿Crees que tomaría ventaja de tu naturaleza pasiva?

-Yo-yo no soy pasivo -argumentó Seongoon, pero incluso él podía oír la vacilación en su voz. Desde que se había acoplado a Gohn, Seongoon notó el cambio lento pero constante en sí mismo. Él quería complacer a su pareja, hacer cosas por Gohn, ver al hombre sonreír y escucharle reír.

 

 

Se enderezó los hombros y sobresaliendo la barbilla hacia arriba. -Deja de usar ese tono de voz para darme órdenes.

Gohn tiró a Seongoon en sus brazos, sus manos apretando el trasero desnudo de Seongoon. -Estoy haciendo lo que es natural para mí, cariño. Igual que lo que hiciste era algo natural para ti. Voy a demostrarte que ser lo que eres no es una cosa mala.

Seongoon no estaba tan seguro de eso, pero estaba dispuesto a dar a Gohn el beneficio de la duda. Se metió en el pecho de su compañero, forzó una sonrisa en su rostro, y luego corrió hacia la puerta de tela metálica unida a la zona de la piscina. La puerta se abrió mientras Seongoon se precipitaba en el patio trasero. Cambió y luego corrió hacia el bosque.

Cuando volvió a mirar por encima del hombro, no era Gohn quien lo seguía, sino un oso pardo. Un gran oso pardo. Seongoon ignoró el hecho de que su compañero lo perseguía mientras sus patas golpeaban la tierra y el viento se deslizaba sobre su pelaje. El sol se sentía bien en su cara, y los sentidos de Seongoon estaban vivos cuando sintió y vio bichos correr poniéndose a cubierto. Los sonidos eran más nítidos en su forma de lobo, los olores se intensificaron, y él prácticamente podía saborear los aromas en el aire mientras corría alrededor de los árboles y saltaba por encima de troncos caídos.

 

La libertad en su forma de lobo era como ninguna otra cosa. Seongoon se sentía vivo, vigorizado, y él nunca quiso dejar de correr. Por desgracia, después de correr durante algún tiempo, comenzó a cansarse. Seongoon se desaceleró cuando Gohn lo alcanzó.

Para su sorpresa, Gohn luchó con Seongoon al suelo, jugando con él mientras Seongoon se daba la vuelta y mostraba su vientre. El oso gruñó y Seongoon rápidamente subió de un salto, preguntándose por qué había hecho eso.

Fue de hecho cambiando, cada vez más y más pasivo cuanto más tiempo pasaba alrededor de Gohn. Su miedo y las preocupaciones no eran tan esenciales como solían ser, y contribuyeron a su disposición relajada. Hasta el momento, el oso no había hecho nada para mostrar a Seongoon que iba a tratar de dominarle, había sido más que amable y cariñoso. E incluso cuando Gohn se había convertido en molesto, no le había exigido que Seongoon hiciera algo.

Tal vez había visto todo mal en el oso. Tal vez Gohn podría ser el compañero amoroso y gentil que Seongoon ansiaba, un compañero que no trataba de cortar las alas de Seongoon.

Gohn cambió a su forma humana y se quedó tirado en la hierba. Se veía tan delicioso que Seongoon cambió, acurrucándose junto a su compañero. Gohn tiró a Seongoon cerca cuando señaló a las nubes esponjosas, tratando de descifrar sus formas.

La tarde había sido el cielo para Seongoon, un respiro de la vida que había sido muy necesario. Sus sentimientos por Gohn crecieron, y ahora sabía lo que Gohn había querido decir cuando dijo que sería fácil amar a Seongoon porque este sabía con certeza que sería muy fácil amar a Gohn.

 

 

* * * *

Choi Siwon conocía a gente en todos los lugares, Sugar Creek era uno de esos. En lugar de reunirse con Dong Wan Remus, se dirigió a la casa de Crest Pressland. El shifter lobo saludó a Siwon con una sonrisa y una taza de café mientras Siwon se acomodaba en un asiento en la cocina.

-He estado preguntando por los alrededores -Crest dijo mientras le entregaba a Siwon una taza de café. -Hasta ahora todo lo que pude averiguar fue que hay un cazador en Sugar Creek. Su nombre es Walter Canvant. El ser humano es dueño de Danny Deli y ha mantenido un perfil bajo desde hace muchos años.

Siwon tomó un sorbo de café ofrecido mientras escuchaba.

-¿Sabes si ha matado a algún shifter?

Crest se encogió de hombros. -Tal vez lo ha hecho. No es muy seguro ya que el hombre no ha mostrado su verdadera cara en público. No quiero ni pensar lo que el hombre hace en la oscuridad. He mantenido un ojo en él desde que llamaste, pero hasta ahora, Walter no ha hecho nada para levantar sospecha.

Siwon conocía muy bien cómo un cazador se quedaba en las sombras mientras hacía su trabajo sucio. Había presenciado actos atroces en los últimos años cuando se trataba de cazadores, y aunque habían estado en silencio durante la última década, eso no quería decir que habían dejado la caza a los no humanos. Ellos sólo habían conseguido ocultar mejor sus fechorías.

 

-Si  no te importa,  me  gustaría  echar un  vistazo alrededor. ¿Te importaría ser mi guía ya que soy un extraño para Sugar Creek?

Crest miro a Siwon como si la pregunta no debería haberse preguntado. -No me importa en absoluto. Podemos curiosear cosas juntos así sabremos a lo que nos enfrentamos-.

Siwon rezó como el demonio que Walter trabajara por su cuenta, que el hombre no fuera una parte de un anillo más grande de cazadores en Sugar Creek. No había duda en su mente que los cazadores seguían activos, pero esperaba que esto fuera un trabajo aislado, no algo que requiriera una guerra total con los cazadores.

Se había acostumbrado a la comodidad cotidiana. Eso no significa que Villa Kim no tuviera una buena cantidad de problemas, pero no era nada que los shifter en su pequeña ciudad no pudieran manejar.

Si los cazadores salían de su escondite, presentaría un conjunto de problemas que Siwon esperaba no tener que lidiar.

-Entonces creo que deberíamos salir a la calle.

Después de que Siwon entregara a Crest la taza, los dos se dirigieron hacia la puerta.

 

continuara...


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