Kidoh se movió a través de los bosques que rodeaban la casa de Kang Hyun. Sus pasos eran largos, sus pensamientos oscuros. Él estaba allí para un propósito y solamente un propósito.
Para matar a Kang Hyun.
Estaba cansado del peligro que rodeaba a Yano. Kidoh inhaló profundamente, exhalando una respiración calmante. Hoojoon, Nakta, y Sung Hak estaban con él, pero se habían dispersado, y todos convergían en la casa de Kang Hyun. Kidoh no se engañaba a sí mismo pensando que esto sería fácil. No lo sería. Kang Hyun mantenía un fuerte contingente de hombres en su casa y en los terrenos de alrededor en todo momento.
Pero ellos no iban a entrar en esto disparando sus armas de fuego. Su invasión requería sigilo. Con suerte, si todo iba según lo previsto, entrarían y saldrían sin que nadie se diera cuenta.
Kidoh sabía que no iría tan bien. Su instinto le decía que tendrían que disparar para salir de esto. Ese no era el problema. El problema era alguien disparando detrás.
Nakta se deslizó detrás de Kidoh al llegar al muro de piedra.
- Espero que esos planos que descargaste sean exactos. Soy alérgico a recibir un disparo.
- Los pirateé desde su ordenador personal - dijo Kidoh mientras examinaba los alrededores- Estoy bastante seguro de que,si hubiese hecho obras, habría actualizado los planos.
- No todo el mundo es tan eficiente como tú - dijo Nakta- Más bien como obsesivo, cuando se trata de la presentación y el papeleo.
- Perdón por ser organizado.
- ¿Pueden tener esta discusión más tarde? - preguntó Hoojoon, cuando él y Sung Hak se unieron a ellos- Vamos a mantener la concentración.
Kidoh sacó una versión en miniatura de los planos de la casa de su bolsillo trasero. - ¿Todo el mundo recuerda dónde va?
- ¿Puedes repetir todo el plan para mí? - preguntó Nakta- No estaba prestando atención la primera vez.
Kidoh miró a Nakta boquiabierto. - ¿Lo dices jodidamente en serio?
- No - Nakta se rio- Nos preguntas si nos acordamos como si fuéramos tontos, así que pensé que tendría un poco de diversión.
Kidoh estaba a cinco segundos de golpear a Nakta con los planos. - Este no es momento para estar jodiendo.
- Estoy bromeando en este momento. - Nakta pasó una mano por su cara- Pero cuando entremos, todo será negocio.
- ¿Tienes daño cerebral? - preguntó Kidoh.
- Estoy pensando que comenzó en el útero - dijo Sung Hak.
- ¿Podemos enfocarnos? - preguntó Hoojoon- Pueden hablar del daño cerebral de Nakta más tarde.
Se quedaron en silencio cuando el chasquido de unas ramas llegó a sus oídos. Kidoh hizo la señal para separarse. Los cuatro hombres se dispersaron tan rápido como se habían reunido. Kidoh saltó por encima del muro y aterrizó en silencio sobre sus pies.
La última vez que había estado en casa de Kang Hyun, había entrado disparando las armas de fuego después de colarse furtivamente. Eso había funcionado, pero casi pierde la vida cuando media docena de hombres convergieron en él. Por lo que podía ver desde la protuberancia detrás de la que estaba agazapado, Kang Hyun había duplicado sus hombres.
Había algunos patrullando el camino de entrada. Vio unos pocos en el patio trasero, y en el lateral de la casa donde estaba, vio a tres. Dos de ellos estaban en la planta baja, y uno estaba de pie en la cubierta superior.
Todos los hombres estaban armados.
Mientras se agachaba allí, Kidoh observó a Nakta andar sigilosamente y acabar con los hombres del patio trasero. Para un hombre tan grande, Nakta era ligero de pies. Hoojoon había ayudado.
Se había colado detrás de uno de los hombres y lo dejó inconsciente en segundos.
Tan pronto como el tipo de la cubierta superior le dio la espalda, Kidoh se precipitó sobre los dos que había en su lado de la casa. Golpeo a uno con la culata del arma, y al otro lo dejó sin respiración hasta que el tipo se desmayó. Kidoh miró hacia arriba. Tenía que llegar al hombre por encima de él.
Kidoh escaló hasta la casa y luego, colgado del porche, esperó hasta que le dio la espalda. Tan pronto como lo hizo, Kidoh subió el resto del camino y golpeó con su pistola contra la sien del hombre. Se coló en el interior después de eso.
Había cinco ventanas del suelo al techo con vistas al bosque. Una cama grande se asentaba en el centro de la habitación, con una mesita de noche a cada lado, y un largo banco al final de la cama. También había un sofá formal con una mesa de café de cristal. La habitación estaba elegantemente decorada en color crema y blanco, y la alfombra con patrón diagonal ocultó sus pasos mientras se movió hacia la puerta.
No había habido cámaras de seguridad la última vez que estuvo allí, y Kidoh tenía la esperanza de que no las habían instalado desde entonces. Giró lentamente el pomo de la puerta y abrió una rendija para ver al pasillo.
Estaba limpio de hombres.
Lentamente se dirigió hacia el primer piso, pero todo el tiempo, su instinto le dijo que esto era demasiado fácil. Kang Hyun no había llegado tan lejos ni a ser tan rico siendo descuidado. Su reputación decía que era despiadado y diabólico. La hiena no era conocida por su paciencia o compasión. De hecho, Kidoh dudaba de que el hombre tuviera ni siquiera una pizca de cualquiera.
Kidoh apretó los dientes mientras la incómoda sensación se hacía más fuerte. Decidió sumergirse dentro de una habitación para agruparse y tratar de averiguar qué hacer a continuación. Él y sus hermanos tenían un plan acordado, pero no habían discutido un plan de respaldo en caso de que éste fallase.
Se metió en la habitación más cercana y cerró la puerta, respiró profundamente necesitando el aire. Todos ellos tenían los teléfonos en silencio, pero Kidoh sabía que cualquiera de los hombres con él lo revisaría periódicamente sólo para asegurarse de que nada se había ido al sur.
Tirando de su teléfono, envió un mensaje al grupo.
¿Sienten esto? Algo no está bien.
Segundos más tarde Sung Hak envió un mensaje de vuelta.
Tengo la misma sensación.
¿Abortar? Reagruparse.
¿Dónde?
Antes de responder a Sung Hak, algo llamó la atención de Kidoh.
Se volvió lentamente, y lo que vio lo sacudió hasta la médula.
* * * *
Sung Hak se quedó mirando su teléfono durante un minuto, pero Kidoh aún tenía que devolver el texto. Hoojoon y Nakta no se habían unido al grupo de texto, y Sung Hak tuvo un muy mal presentimiento sobre todo esto.
Apartando el teléfono, echó un vistazo a su alrededor y maldijo. Cinco hombres se dirigían a su camino, y Sung Hak estaba atrapado en una habitación sin ningún lugar para esconderse si esos hombres permanecían en su curso actual. Era hábil en la lucha, era necesario al haber crecido con tantos hermanos como lo había hecho, pero derribar a cinco hombres sería difícil, y sin duda atraería atención no deseada debido a que su lucha no sería tranquila. Con tantos hombres, estaba seguro de que alguien iba a gritar que había un intruso en la casa.
Sung Hak habría estado bien si no se hubiera detenido a contestar el texto de Kidoh. Su plan ya se iba al infierno, y por lo que él sabía, nadie había conseguido acercarse a Kang Hyun.
- El jefe dijo que estaban en la casa en alguna parte - dijo uno de los hombres.
- ¿Por qué no lo dices más fuerte para que sepan que lo sabemos? - dijo otro hombre- Lo juro, Jimmy, eres un idiota.
El corazón de Sung Hak se aceleró. Esto era una trampa. Kang Hyun sabía que estaban allí. Sabiendo que estaba a punto de ser capturado, Sung Hak envió un texto rápido al hilo del grupo.
Es una trampa. Salir.
Tan pronto como golpeó Enviar, los hombres aparecieron junto a él.
- ¿Qué demonios?
Sung Hak cayó sobre el primer hombre, dejándolo inconsciente.
Siguió luchando, sacando a tres de ellos antes de ser golpeado en la parte posterior de la cabeza.
Él cayó al suelo. Las luces se apagaron.
* * * *
Nakta sacó el teléfono. Se había olvidado por completo de comprobar si había textos. Actualmente estaba escondido en uno de los dormitorios del primer piso. Sung Hak ya debería haber llegado junto a él, pero hasta el momento, su hermano no había aparecido.
Cuando leyó los textos, Nakta maldijo. También escuchó gritar en algún lugar al final del pasillo. Cuando abrió la puerta ligeramente, su sangre comenzó a hervir cuando vio a dos hombres arrastrando a Sung Hak alrededor de una esquina. El cuerpo de su hermano estaba flojo, y su cabeza se desplomaba hacia delante.
Kang Hyun sabía que estaban allí. ¿Cómo? Nakta no había visto ninguna cámara de seguridad, y habían dejado inconscientes a esos hombres limpiamente. Sin problemas. Ningún ruido. ¿Alguien los vio desde una ventana?
Mierda. Nakta envió un texto.
¿Dónde están chicos?
Nadie le envió un mensaje de vuelta. Nakta mensaje o a Dong Wan y le contó lo que estaba pasando o lo que sabía hasta el momento, que era casi nada.
Aguanta un tiempo. Viene la ayuda.
Nakta no estaba segura de que ayuda obtendría Dong Wan con tan poco tiempo de aviso, pero le hacía sentir sólo un poco mejor saber que la ayuda estaba en camino. Que llegara a tiempo y pudiera superar a los hombres de Kang Hyun era una historia diferente.
Envió un texto rápido a A-Tom.
Las cosas se ven bastantes sombrías para nuestro héroe.
¿¿¿Por qué??? ¿¿¿Qué pasó???
Podía imaginar a A-Tom despotricar mientras Se Hyuk paseaba por la habitación, mordiéndose las uñas.
Era una trampa.
Un emoticon apareció con los ojos abiertos y la boca en forma de O_O
Sal como el infierno fuera de allí.
Estoy intentándolo, coño.
Inténtalo más o voy a patearte el culo.
A pesar de la gravedad de la situación, Nakta sonrió. Había estado perfectamente bien antes de acoplarse, pero ahora que tenía a A-Tom y Se Hyuk, Nakta no podía imaginar una vida sin sus locos culos.
Nakta guardó el teléfono. Necesitaba concentrarse, no pensar en tener un sándwich de Nakta con sus dos compañeros.
Ahora todo lo que tenía que hacer era decidir si debía ir tras Sung Hak o quedarse en la habitación hasta que llegara la ayuda. Nakta sabía la respuesta antes de que el pensamiento, incluso terminara.
Echó un vistazo hacia el pasillo y luego se dirigió derecho en la dirección por laque había visto que arrastraban a Sung Hak. Tan pronto como dio la vuelta a la esquina, dos armas de fuego fueron empujadas contra su cara.
- Agradable de tu parte unirte a la fiesta.
Bueno mierda.
* * * *
Hoojoon rompió el cuello del bastardo antes de que la hiena cayera al suelo. Arrastró el cuerpo a la habitación más cercana y metió al hombre en el interior.
Había comprobado el hilo de grupo, pero no había tenido tiempo de responder. Había estado demasiado ocupado luchando contra la hiena que se había arrastrado sobre él.
Hasta ahora se había llevado por delante a siete hombres sin ser detectado. Tendría que haber traído a su compañero con él. Sang Do ya habría sacado al menos a una docena. ¿Por qué había sido tan terco Hoojoon cuando Sang Do había insistido en venir? Maldición.
Uno de estos días iba a aprender a dejar de discutir con su compañero. Por otra parte, las discusiones siempre conducían a un poco de sexo calienta culos después. Dos machos dominantes normalmente serían una receta para el desastre, pero de alguna manera funcionaba para ellos.
No habían estado juntos tanto tiempo, pero Sang Do se abría lentamente a él, compartiendo los horrores de su infancia y su vida después de salir de casa. Hoojoon no tenía nada más que un loco respeto por su compañero. No muchos sobrevivían a ese tipo de sucia mierda.
Sang Do era molesto, exigente y cabeza dura, pero también era cariñoso, ferozmente leal, y maldita sea si su sonrisa no iluminaba el corazón de Hoojoon.
Agachado detrás de un gran soporte en el pasillo, Hoojoon vio a dos hombres empujar sus armas de fuego en la cara de Nakta. Mierda. Estaban en un área abierta. Si Hoojoon trataba de ayudar, era imposible saber quién más estaba alrededor de esa esquina.
Con tal de que no disparan a Nakta, Hoojoon necesitaba permanecer oculto. Sus hermanos lo necesitarían. Sung Hak y Kidoh no habían respondido a su mensaje de texto. Era más que probable que hubieran sido capturados también. Alguien tenía que rescatarlos.
Los hombres se alejaron con Nakta.
Hoojoon se puso de pie, listo para ir en la dirección opuesta cuando vio a cuatro hombres detrás de él. Ellos lo vieron también.
Respirando profundamente, Hoojoon levantó la mano y comenzó a disparar el arma. A la mierda. Kang Hyun ya sabía que estaban allí, y estos hombres ya le habían visto. ¿Qué otra opción tenía?.
Hoojoon se agachó y continuó disparando mientras los hombres respondieron al fuego. Fuego al rojo vivo explotó en su hombro derecho. Le habían dado. Hoojoon maldijo, rodó contra el otro lado del soporte, y se llevó a tres de ellos.
- No tienes manera de salir de aquí - dijo el último hombre de pie- También puedes dejar tu arma y…
- Jodidamente deja de hablar tanto. - Hoojoon bajó sobre su estómago y disparó. La bala dio en el blanco y la hiena cayó al suelo.
Por desgracia, el pasillo se llenó de hombres, que apuntaban con sus armas a Hoojoon. Había demasiados para derribar y estaban a ambos lados.
Hoojoon dejó caer el arma y levantó las manos al aire. Sang Do iba a patearle el culo por dejarse capturar.
continuara....