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107. Wei (11) por dayanstyle

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Bit-to se sentó a la mesa, bebiendo a sorbos un vaso de agua, haciendo su mejor esfuerzo para no enloquecer. Y era justo eso. Él realmente debería estar aterrorizado por lo que había visto, pero no lo estaba. Tal vez su padre había golpeado todo su sentido común fuera. Esa podía ser la razón, porque la única cosa que Bit-to pensaba ahora mismo era en que Wei volviera. No importaba que Bit-to estuviera trastornado, Wei siempre era agradable con él, siempre encontraba un modo de ayudar a Bit-to. Wei no merecía marcharse con el pensamiento de que realmente aterrorizaba a Bit-to. No "aterrorizar", tal vez "acobardar" era más correcto.

 —¿Cómo te encuentras? —Gyu Jin se sentó a la mesa. —Tu cabeza no está demasiado revuelta, ¿verdad? No era mi intención lanzártelo, pero decía la verdad cuando te dije que nunca te mentiría. —Estoy bien —Bit-to tomó otro vaso de agua. Realmente estaba cansado de decir eso. Nada estaba bien, pero tenía que fingir. Era la única cosa que  lo mantenía cuerdo. Se levantó y colocó el vaso en el fregadero, sintiendo los ojos de Gyu Jin sobre él todo el tiempo.

—Pienso que deberíamos ir a buscar a Wei. —Sí, realmente se veía dolido cuando se marchó. No creo que debamos hablar de su altura. Parece un poco sensible con eso. Bit-to frunció el ceño mientras se giraba hacia Gyu Jin. —Tú eres el que sacó el tema. —Nunca me dijiste que fuera un secreto —Gyu Jin dijo a la defensiva. —Si lo hubiera sabido, no habría dicho nada. —Tenemos que hacer algo de control de daños—Bit-to agarró la chaqueta del respaldo de la silla. Realmente tenía que conseguir ropa más abrigada. Él había venido a Pride Pack Valley sólo con una mochila llena de ropa, y ninguna era lo bastante abrigada para este tiempo. —Espera —Gyu Jin sostuvo su mano. —¿No tienes ni un poco de curiosidad sobre que son los compañeros? Lo estaba, pero eso tendría que esperar. Bit-to tenía que arreglar lo que había hecho. —Más tarde. Un problema cada vez.   

 Era una mañana tempestuosa, y el viento no le hacía a Bit-to ningún favor. Se enrolló a su alrededor, robándole el calor mientras se dirigían al coche de Gyu Jin. No les llevó mucho tiempo volver a “Jungkook’s”. El lugar estaba casi vacío, y Bit-to se alegró. No estaba de humor para trabajar, no después de perseguir a Wei. —¿Qué dijo el médico? —Young Bin preguntó cuándo Bit-to entró en la taberna. 

—No fui —Bit-to apoyó sus brazos sobre la madera pulida de la barra mientras miraba alrededor. —¿Dónde está Wei? —¿Qué significa que no fuiste? —Young Bin preguntó. —Te golpeaste la cabeza con bastante fuerza, Bit-to. Necesitas que te revisen. —Estoy bien —Bit-to desechó la preocupación de su jefe. —¿Dónde está Wei? Bit-to miró hacia la puerta cuando se abrió, pero el hombre que entró no era Wei. —La última vez que le vi, te estaba sacando de aquí —Young Bin miró de Bit-to a Gyu Jin. —¿Está todo bien?  —Sí —Gyu Jin asintió. —Solo necesitamos localizar a Wei. —¿Él lo sabe? —Young Bin preguntó. —No eres muy sutil —Gyu Jin dijo. —Y además, aún no te conozco. ¿Por qué te lo diría? —Porque Wei es mi amigo —Young Bin apoyó un fuerte brazo sobre la barra, mirando airadamente a Gyu Jin. —Así que dime qué demonios pasa. —Tío, ¿realmente estas tratando de intimidarme?—Gyu Jin agarró el borde de la barra con ambas manos, haciendo frente a la mirada de Young Bin. —Tienes que hacerlo mejor que eso, lobo.

 —¿Lobo? —El dolor de cabeza de Bit-to estaba volviendo. No estaba seguro de cuantas revelaciones más podría soportar ahora mismo. —Por favor, ¿puedes simplemente llamarle? Young Bin se echó atrás, pero no parecía feliz. Agarró su teléfono y se giró, alejándose unos pasos. Bit-to se sentó en un taburete frotando sus sienes. —En serio, ¿qué le pasó a tu mano? —Gyu Jin también se sentó y tomó la mano herida de Bit-to en la suya. —Me corté recogiendo cristales.   

—Realmente tienes tendencia a sufrir accidentes, ¿verdad? —Gyu Jin dejó la mano de Bit-to de nuevo en la barra. —¿Tengo que conseguirte tu propia burbuja personal? —Muy gracioso —Bit-to fulminó con la mirada a Gyu Jin. —No te burles de mí. —No lo hago—Gyu Jin sostuvo sus manos. —Solo era un comentario, hombre. ¿Crees que me gusta ver que te haces daño? —Aún no me conoces —Bit-to discutió. La culpa le carcomía por haber apartado a Wei. Él quería pedir perdón al tipo. Sabía lo que era que hirieran tus sentimientos, y esa no había sido la intención de Bit-to. Young Bin volvió con ellos. —Está en casa. Dijo que se encontraría con ustedes en el motel.

—¿Puedo conseguir algo para llevar? —Gyu Jin preguntó. —Tengo hambre. —Puedes comer más tarde —Bit-to se deslizó del taburete. —Quiero estar allí cuando Wei aparezca.—¿Mencioné que tengo hambre? —Ve —Young Bin dijo. —Prepararé algo para ustedes tres y mandaré a uno de los camareros que lo lleve. —Es la habitación 108 —Gyu Jin dijo mientras se dirigía hacia la puerta. —Hamburguesas, patatas fritas, batidos y cualquier cosa que tengas. —Di gracias —Bit-to siseó. —Los modales. Gyu Jin rodó sus ojos. —Muchas gracias —él dijo sobre su hombro antes de que Bit-to le arrastrara fuera. —Dios, Wei y tú son insistentes —Gyu Jin y Bit-to subieron al coche y volvieron al motel. El corazón de Bit-to se saltó un latido cuando vio la camioneta brillante de Wei aparcada fuera de la habitación de Gyu Jin. Maldición, había sido rápido. —Bien, recuerda, Bit-to, ninguna mención a su altura. —No estoy loco —Bit-to se quejó. La advertencia de Gyu Jin solo le recordaba lo que había hecho. El tipo no tenía ninguna idea de lo duro que era para Bit-to tragar su miedo y enfrentarse a Wei. 

 De todos modos, su miedo no era tan malo, considerando que él había llegado a conocer al tipo y el camarero no había sido más que agradable con él. Bit-to se apresuró detrás de Gyu Jin, prometiéndose conseguir algo de ropa interior térmica justo antes de golpearse con la espalda de Gyu Jin. —¿Qué demonios? Gyu Jin solo se quedó allí de pie en la arcada. Bit-to miró alrededor del tipo y casi se tragó la lengua. Ahí, sobre la cama, estaba Wei. Y él estaba completamente desnudo.    

—Guau, esto es, uh… estoy en blanco—La polla de Gyu Jin había pasado de suave a totalmente erecta y palpitante en el espacio de un segundo. Se lamió los labios mientras estaba allí de pie mirando fijamente la polla de Wei. Era dura, larga, gruesa, y unas gotitas de líquido claro adornaban su cabeza. —¿Es esto algún tipo de terapia para parejas desnudas? —Bit-to preguntó. Wei se tumbó sobre su espalda y metió sus manos detrás de la cabeza. Sus músculos se ondularon y flexionaron, y Gyu Jin se moría por desnudarse completamente y usar a Wei como su patio de recreo personal. 

—Llámalo terapia de piel —Wei dijo. Apenas estaba allí, pero Gyu Jin descubrió la aprehensión en los ojos de Wei. El hombre esperaba ser rechazado como lo había sido más temprano. —Quítate la ropa —Gyu Jin susurró entre dientes. —¿Qué? —Bit-to miró a Gyu Jin como si él acabara de decirle que entrara en la furgoneta de un extraño. Los ojos marrones claros del tipo ampliándose mientras tragaba repetidamente.  —No voy a dejar que se sienta rechazado otra vez —Gyu Jin se quitó la chaqueta y la dejó caer. La polla de Wei pulsó. Gyu Jin podría tener profundos problemas de confianza, pero no tenía ninguna duda sobre tener sexo. Mordiendo su labio inferior se giró hacia Bit-to.

—Estoy a punto de desnudarte. ¿Tienes algún problema con eso? Bit-to parecía un ciervo cegado por los faros. Solo estaba allí de pie mirando fijamente a Wei, sus labios ligeramente separados, sus pupilas dilatadas. Oh, sí, Bit-to quería a Wei. Solo estaba demasiado asustado del tipo para hacer un movimiento. Así que Gyu Jin hizo el movimiento por Bit-to. Le dio un guiño a Wei antes de agarrar la mandíbula de Bit-to. El tipo era de la altura exacta, y sus ojos se miraron fijamente el uno al otro –marrón sobre gris– antes de que Gyu Jin bajara sobre los labios de Bit-to. Bit-to estaba rígido, como si su cerebro no pudiera comprender lo que seguía.

Mientras Gyu Jin lamía a través de esos suaves labios, sondeando con su lengua, él comenzó a desnudar a Bit-to. Segundos más tarde, Wei estaba en la espalda de Bit-to, ayudando. Ya que Wei quitaba la ropa a Bit-to, Gyu Jin comenzó a trabajar en la suya. Una vez que estuvo completamente desnudo, volvió a besar a Bit-to. El cuerpo de Bit-to estaba rígido mientras Gyu Jin pasaba sus manos arriba y debajo de los costados de Bit-to, sus caderas y su culo. Apretó el trasero de Bit-to mientras lamía su camino a la boca del hombre. Finalmente, Bit-to se abrió para él. Gyu Jin quería alzar su brazo en victoria mientras sumergía su lengua dentro.

Él nunca había tenido sexo con dos hombres al mismo tiempo, y aunque eso le intimidara, el pensamiento también le emocionaba. Esperaba no decepcionarles. El único amante que había tenido antes era Nick. Nunca había tenido el placer de estar arriba de nadie, y su polla lloraba ante el pensamiento de conducirse profundamente en el cuerpo de Bit-to. Rompió el beso, necesitando aire, y luego besó un camino a lo largo del hombro de Bit-to, mientras Wei se dejaba caer de rodillas para quitar los zapatos a Bit-to, sus calcetines, ropa interior y pantalones. Gyu Jin casi se corrió cuando miro detrás de Bit-to y vio a Wei separar las mejillas del hombre y enterrar su cara en la hendidura extendida.  

Cuando  volvió  a  mirar  a  Bit-to,  los  párpados  de  su  compañero comenzaban a revolotear cerrándose. Bit-to inhaló bruscamente mientras permanecía allí de pie temblando. —¿Nervioso? —Gyu Jin bromeó mientras pellizcaba la barbilla de Bit-to. Gyu Jin estaba nervioso, pero dio gracias al cielo por no estar temblando. Él tenía que permanecer tranquilo porque Bit-to lo necesitaba. El bonito chico necesitaba a dos hombres que supieran lo que hacían, que sabían estar al mando. —Yo solo… yo nunca… —Bit-to tragó ruidosamente. —Nunca he estado con dos hombres, tampoco —Gyu Jin admitió. De todos modos él tenía una gran imaginación, y las posiciones que venían a su mente tenían su polla palpitando.

Wei se alzó, colocando su fuerte brazo alrededor del pecho de Bit-to. —Yo tampoco. Eso impresionó a Gyu Jin. No estaba seguro de por qué. Tal vez porque Wei era el único que parecía estable, como si no fuera a echarse a temblar en cualquier momento. Gyu Jin se mantenía estable, pero en el interior, tenía todos sus nervios de punta. —No —Bit-to sacudió su cabeza. Durante un segundo, Gyu Jin pensó que su compañero estaba a punto de terminar con esto. —¿Qué? —Gyu Jin echó un vistazo a Wei, que le miraba fijamente a él.Era obvio que ellos estaban confundidos. —Nunca he tenido… —La piel de Bit-to ardía mientras un matiz rojo intenso hacia su camino desde la cara a su pecho. —¿Tenido sexo? —

Gyu Jin trató de ocultar la sorpresa en su voz, pero fracasó. Él colocó su mano alrededor de la erección de Bit-to, apretando ligeramente antes de dar unos golpes. Bit-to jadeó mientras su cabeza caía a un lado. Wei cogió a Bit-to y lo extendió sobre la cama. Gyu Jin se subió a un lado de él mientras Wei iba al otro. Ellos lamieron y chuparon la polla de Bit-to y las pelotas. Bit-to temblaba bajo ellos, sus manos apretadas en puños. Wei agarró una de las manos de Bit-to y la dirigió hacia su polla, Gyu Jin hizo lo mismo. Bit-to las rodeó con sus dedos y Gyu Jin gimió. —Haz que se corra —Wei le dijo a Gyu Jin.  —Un par de veces —Gyu Jin dijo con una sonrisa. —Él tiene años de semen retenido en sus bolas. Wei se rio bajo. —Él lo hace.  —Estoy justo ahí —Bit-to dijo mientras su mano apretaba sobre la polla de Gyu Jin. —Puedo oíros a los dos. —Entonces sabes el placer que estamos a punto de lanzar sobre ti —Wei dijo.

 Gyu Jin sonrió abiertamente cuando Bit-to echó un vistazo abajo, a Wei, sus ojos ampliándose. Wei le dio un guiño a Bit-to antes de tomar la polla de Bit-to en su boca. Gyu Jin estaba allí fascinado. Era como su muy personal video porno rodado allí directamente delante de él. La respiración de Gyu Jin entrecortada, él paso las puntas de sus dedos a través de los labios estirados de Wei.

 

Inhaló bruscamente cuando la lengua de Wei repartió golpes a diestro y siniestro golpeando sobre los dedos de Gyu Jin.  Eso le dio una idea a Gyu Jin. Mientras Bit-to se agitaba sobre la cama, gritando y alzando sus caderas, Gyu Jin mojó sus dedos y luego insertó dos en su propio culo, estirándose para la invasión de Wei. Mientras hacía esto, se inclinó, lamiendo un camino sobre el arrugado saco de Bit-to. —¡Oh diosmio! ¡Oh diosmio! ¡Oh diosmio!—Bit-to siguió repitiendo ese racimo de palabras mientras sus caderas saltaban hacia arriba. Cuando Wei deslizaba sus labios encima de la polla de Bit-to, Gyu Jin daba un golpe en la base. Y cuando Wei tragaba a Bit-to, Gyu Jin volvía a chupar las pelotas del hombre. Ellos trabajaban rítmicamente mientras Bit-to se tensaba. 

—Deja de luchar —Gyu Jin dijo. —Solo déjate ir. Wei mojó sus dedos, separando las mejillas de Bit-to y deslizándolos dentro del culo del hombre. Bit-to aulló mientras extendía sus piernas y sus caderas tiraban, Wei tragó su eje hasta la raíz. Los músculos de la garganta de Wei trabajaban, por lo que Gyu Jin sabía que su compañero estaba tragando la semilla de Bit-to. Gyu Jin tuvo que agarrar la base de su polla y apretar para evitar explotar. La vista de Wei tragando, el olor de la liberación de Bit-to y la energía de excitación que inundaba el cuarto casi venció a Gyu Jin. Cuando Wei se retiró, Gyu Jin se movió rápidamente, colocándose entre las piernas temblorosas de Bit-to.   

 —Traje lubricante —Wei dijo mientras salía de la cama e iba a por su chaqueta. Gyu Jin ofreció su mano, esperando que Wei humedeciera sus dedos. Cuando lo hizo, Gyu Jin movió poco a poco sus astutos dedos dentro de Bit-to. —¡Oh diosmio! —Bit-to golpeó su cabeza de un lado a otro. Gyu Jin se rió bajo. —¿Piensas que él está disfrutando esto? —Creo que lo hace—Wei dijo con una sonrisa. —Ahora es tu turno. Inclínate. 

El corazón de Gyu Jin se aceleró mientras se inclinaba sobre Bit-to, reclamando los labios del humano mientras trabajaba sus dedos dentro del cuerpo del hombre. Gyu Jin jadeó cuando los gruesos dedos del hombre entraron en él. Gimió en la boca de Bit-to mientras Wei le estiraba, besando a lo largo de la columna de Gyu Jin y dándole pequeños mordiscos. Una parte de su cerebro siguió gritando que Wei estaba a punto de reclamarle, que Gyu Jin estaba a punto de reclamar a Bit-to. Ellos tres iban a atarse el uno al otro. No habría ningún modo de alejarse si Gyu Jin era traicionado por uno de estos hombres. La maravillosa lengua de Wei rodeó el agujero de Gyu Jin haciendo que todos los pensamientos racionales escaparan. Quería se jodido tanto que sus colmillos descendieron. Él cortó el labio de Bit-to, sacando una diminuta cantidad de sangre mientras él lamía y chupaba la boca del hombre. Bit-to no parecía notarlo.

Él enterró sus manos en el corto pelo de Gyu Jin y tiró de las hebras mientras devoraba los labios de Gyu Jin. El pequeño humano había saboreado por primera vez el sexo y parecía que no podía tener bastante. Gyu Jin sonrió abiertamente ante los hambrientos besos que Bit-to le daba. Y entonces Wei liberó sus dedos. Gyu Jin hizo lo mismo. Tendió su mano y Wei goteó el lubricante en ella. La mano de Gyu Jin temblaba mientras lubricaba su polla y acercó la cabeza hasta el estirado agujero de Bit-to. Con un movimiento fluido, se enterró profundamente dentro de su compañero. Gyu Jin cerró los ojos y se forzó a permanecer quieto. No sólo lo hizo para permitir al cuerpo de Bit-to adaptarse a la invasión, sino que no se movió mientras Wei entraba despacio en él. 

 La sensación dual de estar lleno y rellenar a Bit-to hizo volar su mente. Gyu Jinn enterró su cara en el hombro de Bit-to mientras presionaba besos en su cuello. —¿Estás bien? —Tan… tan lleno —Bit-to jadeó mientras clavaba sus uñas en la espalda de Gyu Jin. Si Gyu Jin hubiera sabido que estar arriba se sentía tan asombroso, lo habría hecho antes. Pero entonces de nuevo, Nick no se lo habría permitido. Él había sido un completo dominante, y estar abajo era algo inadmisible. Gyu Jin quería los dos. Y él tenía ambos. La pregunta era, ¿podría Wei estar abajo o él era un completo dominante? Gyu Jin empujó los pensamientos a un lado mientras Wei le llenaba completamente. —Muévete—Wei dijo.

 Sus manos clavadas profundamente en los costados de Gyu Jin. —Marca el ritmo. Gyu Jin asintió mientras salía casi completamente de Bit-to y luego se empujaba dentro de nuevo. Mientras él se movía, Wei cogió el ritmo y se movió sincronizadamente. La polla de Wei estiraba a Gyu Jin hasta el límite. El duro eje cepillaba su próstata, haciendo que chispas de electricidad se dispararan a través de su del cuerpo. Las manos de Gyu Jin estaban por todas partes de la cabeza de Bit-to, y Wei había tirado de las piernas de Bit-to hacia arriba, sosteniéndolas en su posición mientras los tres se movían juntos. Gyu Jin sonrió hacia Bit-to, mordisqueando la barbilla del hombre. —¿Se siente bien? —Ni siquiera puedo… es solo… oh, demonios. Gyu Jin sonrió.

—Parece que nuestro pequeño humano no puede juntar dos palabras con una polla metida en su culo —Ni tú —Wei dijo mientras comenzaba a empujar en el culo de Gyu Jin. Con su polla enterrada profundamente en Bit-to y la polla de Wei en su culo, Gyu Jin se sintió caer en una espiral que le llevaba al borde. —Córrete para mí, Bit-to —Gyu Jin hundió sus colmillos en el hombro de Bit-to. El humano gritó mientras su agujero apretaba la polla de Gyu Jin, haciendo el movimiento casi imposible.

El agujero del hombre había sido demasiado jodidamente apretado desde el principio. Gyu Jin se sacudió mientras trataba de enterrar su polla más profundamente. Wei le jodía con frenesí. Cuando el shifter lobo hundió sus dientes en la carne de Gyu Jin, todo terminó.  Se corrió con tanta fuerza que un calidoscopio de estrellas apareció delante  de  él. 

Su  cuerpo  se  sacudió  mientras  su  semilla  estallaba profundamente en el culo de Bit-to. Wei liberó el hombro de Gyu Jin, aullando mientras su polla pulsaba. Segundos después, Wei se salió, derrumbándose sobre la cama. Él llevó a Bit-to sobre su pecho sudoroso y luego agarró a Gyu Jin, haciendo lo mismo. Gyu Jin ya había sentido una conexión con ambos hombres, pero se había vuelto más profunda, sus almas enlazándose como una. Nunca antes se había sentido tan cerca de nadie, ni siquiera de Nick. 

—Pienso que necesitaremos terapia de pareja desnudos al menos dos veces al día —Wei dijo mientras su mano acariciaba la espalda de Gyu Jin. —Al menos —Gyu Jin estuvo de acuerdo. Cuando Bit-to no contestó, Gyu Jin se levantó ligeramente para ver que el hombre se había dormido rápidamente. —Un peso ligero —Gyu Jin se rió suavemente. Wei volvió esos bonitos ojos azules hacia Gyu Jin. —Gracias.—¿Por qué?  —Ayudarme a llegar a Bit-to Gyu Jin se encogió de hombros. —Todavía pienso que tienes un largo camino que recorrer. Él oculta algo, Wei. Me lo dicen mis tripas. —También lo creo —Wei colocó su mano sobre la cadera de Gyu Jin. —Por otra parte, tú también.    

continuará....


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