En el capítulo anterior…
Narra Lucy
Abrí la puerta y me encontré con una mujer
-¿Qué se le ofrece?-era una mujer que parecía rondar entre los 30 y 40 años. Ella me sonrió un poco
-¿Se encuentra Sean?-durante un instante, me quedé en blanco
-Ah…-dudé-¿Quién lo busca?-la mujer sacó, de su bolsa de mano, un papel blanco doblado a la mitad. Lo extendió hacia mí
-Entrégale esto. Él sabrá quién soy yo-tomé el papel
-Aguarde un momento, ya… regreso-avisé. Ella asintió y entrecerré la puerta para regresar al interior de la casa.
Quise ver el contenido del papel, pero me encontré con Sean sentado en el sofá. Ben estaba sobre sus muslos
-¿Quién tocó?-me preguntó cuando estuve cerca de él
-Es una mujer, me dijo que te entregara esto y que tú ibas a saber quién es-Sean recibió el papelito y lo desdobló.
Empezó a leerlo y en menos de un segundo, se levantó del sofá
-Ten-me entregó a Ben y trotó hacia la puerta.
¿Sean conocía a la mujer?
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Narra Sean
-¿Qué?-Tomás fue el primero que consiguió reaccionar después de que escuchamos las palabras de aquella mujer que tenía por nombre, Miriam.
Mi mirada regresó al papel que Lucy me había entregado momentos antes. En él se podía leer el misterio que pasé varias horas intentando resolver, pero al final, no lo conseguí.
“Treceavo lugar y la tercera vocal, rápido es mi inicio y vuelves a la segunda indicación. Soy la sexta de tu primera pista que después te regresará al inicio de todo esto”.
Al principio creí que era una especie de código del que no tenía ni la más remota idea de cuál iba a ser su función o para qué podría servirme pero, aunque estuve trabajando casi a “ciegas”, le dediqué varias horas para desentrañar el misterio.
Nunca lo conseguí, pero justo debajo del acertijo, venía la respuesta:
Miriam.
El nombre de aquella mujer, era la respuesta que tanto había estado buscando.
El acertijo había sido enviado desde la misma dirección de correo que hasta hace algunos meses me había estado compartiendo información clasificada de laboratorios importantes. Se trataba de la misma dirección electrónica de la que obtuve la información necesaria para poder rescatar a Daniel de la zona cero. Y al parecer, la persona que manejaba esa cuenta era… la mujer que se encontraba sentada en frente de Lucy, Tomás y de mí
-Mi nombre es Miriam y Daniel es mi hijo-repitió-Soy su madre-
-A ver, a ver-Lucy también reaccionó-¿Usted es la mamá de Dany?-repitió lo que Miriam ya nos había repetido
-Así es-sonrió de una manera tan serena… parecía que ella no se percataba del shock que había creado en nosotros con tan solo unas cuantas palabras de su parte-Creo que tu nombre es Lucy ¿No?-sus ojos se entrecerraron-¿O estoy equivocada?-de nuevo nos quedamos sin palabras-Vamos muchachos, por favor reaccionen-dejó salir una risa.
Ésta mujer… ¿Cuánto y qué era lo que sabía sobre nosotros?
No se veía como alguien que trabajaba en un laboratorio clandestino.
Su saco blanco y ese vestido azul marino se veían demasiado… decentes. Me daba la impresión de que trabajaba en la oficina de relaciones exteriores de algún país importante, y que había viajado para encontrarse con nosotros porque íbamos a firmar un contrato muy importante.
No podía imaginármela detrás de una computadora durante todo el día.
Pasé saliva y me aclaré la garganta
-No nos esperábamos ésta visita-fui sincero. Ni siquiera yo me esperaba la visita de la mujer que decía ser la madre de Daniel.
Parecía un acontecimiento demasiado surrealista
-Me imagino que para ustedes parece un truco sacado de la manga, pero para mí es algo que he estado planeando desde hace 4 meses-me observó con atención-Empecé a considerar mi visita desde que dejé de recibir tus respuestas a mis correos-asentí
-Un momento-Lucy, con Ben en brazos, se levantó del sofá que compartía con Tomás y conmigo-Yo no estoy entendiendo nada-volteó a verme-Sean ¿Tú la conoces?-mi mirada regresó a Miriam. Ella observaba, con paciencia, a una Lucy bastante confundida
-No la conocía físicamente-respondí-Pero acaba de mencionar un dato que nadie más sabía-Lucy volvió a tomar asiento, pero su atención continuó en mí. Empecé a explicarle-Por lo que estoy entendiendo, usted es la persona que me mandó la información sobre el laboratorio de la zona cero-Miriam asintió-Lucy, ella es la persona que nos facilitó la información para que rescatáramos a Daniel-recalqué y el rostro confundido de Lucy, cambió a uno de más confusión-Miriam acaba de mencionar que se tomó 4 meses planeando ésta visita porque exactamente, desde hace 4 meses he dejado de responder sus correos por un acuerdo que Iván y yo tenemos-excluí los detalles
-¿Qué acuerdo tienes con el doctor Iván?-las cejas de Lucy se fruncieron
-Es información confidencial-respondí y la risa de Miriam se escuchó
-Y por esa razón me planteé la idea de visitarlos-su atención regresó a mí-Estaba preocupada. Normalmente me confirmabas los correos de recibido en 30 minutos o una hora, pero cuando la espera se alargó a un día y luego a otro y luego a una semana, temí que nuestro canal de intercambio de información había sido hackeado y que Daniel y tú se encontraban en peligro-exhaló-Pero investigué y descubrí que todo había sido decisión tuya-asentí con duda. ¿Cómo había investigado lo que estaba diciendo?-Aun así, me convencí de que era tiempo de hacer ésta visita. Puede que les ayude en resolver algunas dudas o puede que simplemente mi visita pase desapercibida…-
-Nada de desapercibida-Lucy la interrumpió-Con decirnos que usted es la mamá de Dany, me parece suficiente como para lograr que nos vayamos de espalda-Miriam asintió
-Lo entiendo-
-Necesitamos una explicación completa-Lucy continuó-Entiendo que usted fue la que nos ayudó a encontrar a Dany, pero…-las palabras se le atoraron en la garganta y su mirada furiosa fue algo que no pudimos ignorar-Si usted es su mamá ¿Por qué apenas hace acto de presencia? ¿Por qué no vino cuando Dany la necesitaba? ¿En dónde estaba cuando abusaron de él durante años en ese maldito laboratorio?-la sonrisa de Miriam, poco a poco fue desapareciendo.
Entendía las dudas de Lucy, pero ya no podíamos hacer nada para cambiar el pasado. Ni siquiera recriminarlo. Solo quedaba conocerlo.
Claro que también quería saber del porqué su repentina aparición, pero mis dudas se inclinaban más hacia lo que Miriam se dedicaba. Ella era demasiado buena con la información ¿Era hacker? ¿Trabajaba sola? ¿Recibía más ayuda? ¿Tenía una buena posición en el mundo virtual y en el real?
Era una lástima que tuviera que esperar a escuchar las respuestas por parte de ella en lugar de indagar un poco por mi cuenta
-Soy consciente de que tengo demasiadas cosas que explicarles-asintió varias veces-Ésta visita no está planeada para ser solo de 10 minutos. Voy a platicarles todo, absolutamente todo-prometió-Incluso…-empezó a hurgar en el interior de su bolsa. De ella extrajo una carpeta transparente repleta de documentos-He traído pruebas físicas para que no sean escépticos ante lo que voy a platicarles-dejó la carpeta sobre la mesa del centro. Miriam se encargó de abrirla y de tomar el primer folder que extendió hacia Lucy-Éstos son los documentos originales de Daniel-Lucy recibió el folder y de inmediato empezó a revisarlo
-Esta acta de nacimiento no es de Daniel-fue lo primero que mencionó-Aquí dice Danilovich-nuestras miradas viajaron hacia Miriam-¿Quién es Danilovich?-
Ella suspiró
-Bueno, Danilovich es el nombre verdadero de "Daniel”. Su padre se llamaba así-nuestro silencio, ante sus palabras, se prolongó
-Entonces… ¿Ni siquiera sabíamos el verdadero nombre de Dany?-de nuevo, Tomás fue el primero en reaccionar y empezó a leer el contenido de los documentos-Incluso viene su fecha de nacimiento-ante sus palabras, la atención de Lucy fue hacia Tomás
-¿Cuándo es su cumpleaños?-Lucy preguntó
-El 5 de diciembre. Nació en 1999-susurró-Tiene 20 años… creíamos que era más joven-
-¿Qué sucedió con el padre de Daniel?-pregunté a Miriam mientras los otros dos continuaban interesados en el resto de los datos
-Lo asesinaron-
-¿Por qué?-ahora fue el turno de Lucy
-Porque se negó en acatar las órdenes que sabíamos iban a perjudicar a un Daniel que todavía estaba en mi vientre-suspiró-Pasaron muchas cosas antes de ese momento, así que me parece debo empezar a platicarles del tiempo en el que Danilovich y yo estábamos estudiando en la Universidad Estatal de Moscú. Fue en el año de 1993 cuando nos conocimos-sonrió ante el recuerdo-Y pese a que eran tiempos muy complicados para nuestro país, ambos nos quisimos mucho-empezó a revisar los documentos que continuaban sobre la mesa-Aquí tienen nuestros títulos universitarios y doctorados-me entregó los documentos mencionados-Nosotros en verdad intentamos proteger a Daniel, pero…-elevó sus hombros-Como saben, fracasamos-
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Escena Retrospectiva (Flash Back)
Narra Miriam
Crisis: más cerca de lo que pensábamos (verano de 1993)
Crece tensión entre Yeltsin y el parlamento.
Yeltsin ataca al parlamento acusando a los diputados de querer imponer, de nuevo, el “Orden soviético”.
Leí el encabezado del periódico que había tomado cuando entré a la biblioteca de la universidad y después de acomodarme en el lugar que siempre ocupaba, le di un sorbo a mi café
-Esto no se ve para nada bien…-murmuré y continué leyendo la nota principal que mencionaba los continuos roces que había entre el presidente y el parlamento.
Esa discusión, que ya llevaba varios meses, no parecía tener un buen desenlace.
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Y cuando mi café se terminó, revisé la hora en mi reloj de pulsera
-No puede ser, ya son las 6-resoplé. Otra vez me había pasado una hora leyendo el periódico en lugar de centrarme en lo que de verdad debía concentrarme, mi tesis.
Rusia estaba a punto de rebasar la línea de la crisis, pero yo también estaba a nada de reventarla con mi tutor si es que no conseguía avanzar en mi investigación porque el tiempo lo teníamos encima.
“Acoplamiento de procesos de transferencia y creación de carga positiva en sistemas biomiméticos de electrodos proteicos”. Ese era el título de mi tesis y con cada día que pasaba, estaba a nada de cambiar el nombre para poner simplemente “¿Por qué elegí ese tema?”.
Suspiré.
Amaba mi carrera de química-física, pero había momentos en los que no podía ver más allá. Los profesores me felicitaban e incluso tenía el reconocimiento de algunos compañeros y compañeras porque me había atrevido en indagar sobre un tema que a muchos les interesaba, pero solo los mejores conseguían aportar algo demasiado bueno en ello. A mi tesis le tenía fe y mi fe, era lo que me ayudaba en cada momento que quería dejar caer al vacío mis investigaciones.
Era un dolor que al principio me gustó sentir, pero el dolor ya empezaba a excederse
-Sopórtalo, sopórtalo-murmuré mientras frotaba mi sien con los dedos medio e índice
-¿Miriam?-me sobresalté al escuchar mi nombre
-¿He?-observé a mi alrededor y me encontré con alguien que conocía muy bien-Ah… ¿Sí?-pasé saliva-Soy yo-afirmé.
El chico sonrió
-He estado buscándote-suspiró-¿Este lugar está libre?-señaló el lugar que había frente a mí. Mi mirada viajó al lugar y después regresó a él
-Creo que sí-de nuevo sonrió. Acomodó su mochila en el respaldo de la silla y después colocó sobre la mesa los 5 libros de pasta dura que llevaba entre sus brazos.
Después de mucho movimiento de su parte, finalmente tomó asiento frente a mí
-¿Qué estás haciendo?-recargó sus brazos sobre la mesa y se inclinó un poco hacia adelante para revisar el libro que debí haber abierto desde el primer instante en que tomé asiento en la silla, pero no lo hice
-Leo un poco sobre el mundo micro celular-abrí el libro en página X-Es para explicar un apartado de mi tesis…-me aclaré la garganta en cuanto noté que él me estaba prestando mucha atención. Demasiada diría yo-He… ¿En qué puedo ayudarte?-corté su “curiosidad” o lo que sea que tuviera en mente.
¿Por qué me estaba buscando? Solo teníamos en común la carrera de química porque él era bioquímico. Pero otra cosa en común… no. Él era un año mayor que yo, así que ni siquiera en clases nos habíamos encontrado.
Aunque… tal vez en ese curso que había tomado exactamente hace 6 meses… él también lo había tomado. Siempre se sentaba en medio de la clase y no participaba para nada. En cambio, a mí sí me gustaba participar…
-Me llamo Danilovich-se presentó a pesar de que yo ya me sabía su nombre, de hecho, toda la universidad lo conocía.
Él era un genio.
Realizó multitud de investigaciones desde el primer año de universidad y sus calificaciones eran prometedoras. Se rumoraba que su IQ era de 145. Bastante impresionante.
Yo no era de idolatrar, pero algunos compañeros y amigos, sí.
Incluso, tenía una amiga que había tomado una clase de tutoría junto a él y lo describió “simplemente” como MAGNÍ-FICO. Explicaba cada detalle de la mejor manera posible. Era excelente enseñando y, además, era una persona amable. No era engreído ni déspota. Tampoco era un aprovechado con las mujeres porque sí… su fama podría marearlo con unas cuantas faldas, pero “simplemente” él era una persona educada.
Cada que quería hacerle burla a mi querida amiga, empezaba diciéndole “simplemente”.
“Simplemente” son las 10 de la mañana.
“Simplemente” nos vemos en el parque.
“Simplemente” vamos a estudiar a la biblioteca.
Era una broma bastante entretenida
-¿Y en qué puedo ayudarte, Danilovich?-pregunté con educación. Y porque quería que se fuera, debía ponerme a investigar
-Solo quiero decirte que leí uno de tus artículos-sonrió-Me encantó-intenté por sobre todos los medios evitar liberar una sonrisita de vergüenza y de orgullo, pero no lo conseguí
-¿De verdad?-me emocioné más de lo que me hubiera gustado reconocer
-De verdad-afirmó-El título me llamó la atención y desde el primer párrafo que leí, quedé asombrado. Es increíble-recalcó
-Vaya… gracias-otra sonrisita de orgullo se me escapó
-Y, además de ponerte al tanto de que leí tu artículo, me gustaría saber tu punto de vista sobre algunos temas que he estado investigando-continuó-Eres fisicoquímica y en verdad necesito tu opinión-me avergoncé un poco. Nunca había recibido más de dos halagos de la misma persona en menos de 2 minutos.
Y menos de una persona que tenía un IQ de 145
-Bueno… tendrías que ponerme al tanto sobre la investigación…-
-No hay ningún problema-me interrumpió-Mañana vamos a tomar un café y lo platicamos con calma-propuso-¿Qué dices?-
Fin Escena Retrospectiva (Flash Back)
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Narra Sean
-¿Y qué le respondió?-Tomás se inclinó hacia adelante en espera de una respuesta. Lucy lo imitó.
Ambos se habían adentrado, demasiado, en la historia de Miriam
-Acepté, por supuesto-sonrió-Después tuvimos muchas citas más-suspiró aún con la sonrisa en su rostro-Él se mostró interesado en mí desde el primer instante, pero yo era un poco lenta en captar las indirectas que me daba a cado momento. Yo solo me la pasaba pensando en investigar y en estudiar. Formar una familia a mis veintitantos no estaba dentro de mis planes cercanos ni a futuro-negó levemente-Ni siquiera me interesaba tener pareja, pero él apareció casi de la nada-
Lucy y Tomás suspiraron al mismo tiempo e hicieron comentarios sobre lo romántico que todo se escuchaba. Yo me dediqué en leer otros documentos y no me tomó mucho tiempo encontrar algo que captó mi atención
-¿Ésta es la tesis de Danilovich?-pregunté mientras revisaba el contenido de un folder-¿Evaluación In vivo (animales experimentales) de la neurotoxicidad de compuestos químicos orgánicos e inorgánicos?-leí el título
-Sí, con esa investigación obtuvo numerosos reconocimientos. Fue en la que yo también participé-
-¿Neurotoxicidad?-Tomás me quitó el folder de las manos y empezó a leer-No me diga… ¿Ésta investigación fue la que dio inicio a todo?-
-¿A qué te refieres con todo?-Lucy le quitó el folder de las manos para empezar a leerlo
-Corríjame si estoy mal-habló hacia Miriam-La actividad de las neurotoxinas se caracteriza por la habilidad de inhibir la comunicación entre las neuronas a través de la sinapsis. Las manifestaciones macroscópicas de exposición a las neurotoxinas pueden incluir daño al sistema nervioso central; por lo que se genera el retraso mental, la demencia o… la epilepsia-
-No entiendo-dijo Lucy-Explícate-
-¿Se acuerdan cuando me dió un ataque epiléptico cuando intenté leer la mente de Dany?-
-Cuando estábamos en la fábrica, sí. Sí me acuerdo-
-Bueno, lo que dije antes fue lo que me pasó. Dany creó una especie de corto circuito cuando intenté llevar a cabo mi sinapsis con su mente y por eso tuve el ataque epiléptico-
-¿Quieres decir que Dany tiene neurotoxinas?-
-Bueno, algo así-Tomás regresó su mirada a Miriam y los tres le prestamos atención-Creo que esa investigación fue el punto de partida a todo lo que le provocaron a Dany ¿No?-
Miriam asintió
-Es correcto. Mientras la investigación de Danilovich ganaba popularidad entre la comunidad científica, todo el mundo tenía los ojos puestos en el conflicto social que Rusia vivió en 1993. Y cuando Rusia llegó a una crisis social y económica bastante alarmantes, las organizaciones clandestinas que experimentaban con humanos vieron la oportunidad de vender a otros países y al mismo ejército ruso a los “súper humanos” que creaban en sus laboratorios. También se aprovecharon de la exorbitante cantidad de personas que fueron “asesinadas” durante el conflicto social para encerrarlas y continuar con la experimentación-relamió sus labios-En ese tiempo, la investigación de Danilovich llamó la atención de un laboratorio clandestino porque cumplía con algunas características de un proyecto que tenían en puerta. Como era de esperarse, no tardaron en contactarlo-
-¿Usted sabía de esos laboratorios clandestinos?-Lucy preguntó
-Claro. Era y continúa siendo un secreto a voces entre los que nos dedicamos a la ciencia-
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Escena Retrospectiva (Flash Back)
Narra Miriam
-Estas muy callado. No te gustó el pastel de la cafetería ¿Verdad?-mencioné después de que pasamos unas cuantas cuadras caminando, tomados de las manos y en silencio total. Danilovich y yo estábamos cumpliendo 3 meses de relación y él había insistido en que saliéramos a comer algo para celebrarlo.
Para mí, 3 meses no era mucho, pero Danilovich no se dio por vencido en “seducirme”. Así era como él les decía a sus mañas para convencerme en hacer cualquier cosa.
Acepté y acordamos en ir a una cafetería pese a que la situación social no era la mejor debido a que los bloqueos en las calles cada vez abundaban más. El lugar al que impedían que nos acercáramos era a la casa blanca de Moscú, el edificio parlamentario. Además de que las protestas empezaban a tomar fuerza y queríamos aprovechar un poco más de nuestra libertad antes de que todos los negocios cerraran por la inminente oleada de personas molestas que iban contra el parlamento o contra el presidente.
Danilovich se detuvo
-¿Dani?-observé su rostro y lo noté concentrado en sus pensamientos-¿Pasa algo?-
-¿Recuerdas a mi amigo William?-preguntó con la vista al frente. Aproveché su nula atención en mí para poner mis ojos en blanco
-¿El que viene de una familia de militares?-refunfuñé. Claro que lo conocía. Él se creía demasiado solo porque sus hermanos (todos hombres) y su padre, estaban involucrados con el ejército ruso. Tenían cargos muy importantes y William estaba a nada de subir de nivel… bla bla bla.
Yo no tendría conocimiento de su existencia de no ser porque Dani me había platicado sobre él. Incluso nos había presentado, pero ni él ni yo tuvimos interés en el otro. Nuestro encuentro fue muy soso.
Ambos eran buenos amigos y se relacionaron aún más cuando realizaron su servicio militar. Dani lo admiraba porque William, pese a que venía de una familia “rigurosa” y de tradición militar, le gustaba estudiar ciencias, más concretamente, estudiaba química farmacéutica y… no le iba tan mal
-Sí, él-asintió mientras ambos nos deteníamos. Volteó a verme y me tomó de las manos-Me dijo que la situación entre el presidente y el parlamento no va por buen camino y que tarde o temprano una guerra civil podría desatarse-asentí. Ya me lo esperaba. Era bastante lógico que algo como eso iba a suceder-Debido a ello, es muy probable que cierren la universidad hasta que esto se controle-mi boca se entreabrió. Si William se lo había dicho, era más que seguro que iba a suceder-Vienen tiempos muy complicados-puntualizó
-Y aparte de que William te puso al tanto ¿Qué más tiene que ver con él?-Dani relamió sus labios y evitó mi mirada.
Oh no… ¿Y ahora qué?
Llevábamos poco, poquísimo tiempo de conocernos, pero Dani era demasiado transparente. Él era el transparente en la relación y yo era el muro de ladrillo. Así nos habían descrito varias de mis amigas
-Puede ser que una crisis económica esté a la vuelta de la esquina…-se fue por las ramas
-Al grano Danilo-rezongué
-Oye, o me dices Dani o me dices Danilovich, no me gusta Danilo-él también me rezongó, pero con un tono de broma y una sonrisa en su rostro. Arqué una de mis cejas y dejó de sonreír-Bueno…-se aclaró la garganta-En una reunión de altos mandos, William presentó la investigación que hicimos para la tesis y a un grupo de ellos les interesó el tema-
-¿Altos mandos de qué?-interrumpí
-De militares y de algunos científicos…-nuestras miradas se encontraron-Quieren que continuemos con la investigación porque cumple con algunas características de un proyecto que van a comenzar. Necesitan de nuestra investigación para que se cumplan algunas condiciones del proyecto-
-¿Y qué proyecto es?-
-Es uno de súper humanos…-murmuró y casi de inmediato, solté nuestras manos
-Dani… ¿Estás loco?-tomé distancia de unos cuantos pasos-Ya sabes lo que pienso de aquellos que se creen Dios-di varios pasos en el largo y ancho de la banqueta porque no podía creer lo que estaba escuchando-Mi tesis es sobre la biomimética. Investigo bajo la primicia de que debemos copiar a la naturaleza, no intentar superarla porque eso es imposible-negué levemente-Dani, creí que investigabas por otras convicciones-
-Y así es, Miriam. Tengo mi propio sistema de creencias y mi propio criterio-me tomó de los brazos, pero evité su mirada-Por favor, piénsalo-intenté soltarme, pero el ejerció un poco de presión para que yo no diera más pasos en medio de la calle como una loca-Van a cerrar la universidad y no vamos a poder seguir investigando sobre la neurotoxicidad. Los precios de todo van a subir y nadie va a querer ayudarnos monetariamente con la investigación. William me dijo que ellos van a darnos todo lo necesario para realizar todas las pruebas que sean necesarias y en verdad, en verdad podríamos conseguir algo grande, Miriam-negué levemente
-No Dani, no-de nuevo intenté liberarme-¡Ellos podrían atribuirse nuestra investigación!-me desesperé
-Trabajemos y dejemos que ellos sean parte de esto, pero los datos más importantes mantengámoslos en secreto-continué negando-Miriam, por favor piénsalo-negué una última vez para después, encontrarme con su mirada-Estoy seguro de que con ésta investigación vamos a poder ayudar a muchas personas. Podríamos encontrar la cura del retraso mental o entender a profundidad los ataques epilépticos-exhalé con rabia-Miriam, piénsalo-
-Nunca-me liberé de sus brazos y di dos pasos hacia atrás-¡Olvídalo!-le grité a la cara.
Y estando con vestido y tacones de 5 centímetros, porque había querido arreglarme para esa salida, empecé a correr calle abajo.
Necesitaba volver a casa.
Necesitaba volver a convencerme de que todos aquellos descubrimientos que se hacían en mi carrera eran para beneficio de la humanidad, no para crear atrocidades que solo provocaban conflictos y más guerra.
¡La ciencia no creaba armas!
¡La ciencia no era mala! ¡No!
¡Las personas que abusaban de ella lo eran!