Nichkhun gimió mientras acunaba su cabeza. Sentía calor y humedad en su palma izquierda. Cuando apartó la mano, estaba cubierto de sangre. Mirando en el espejo retrovisor, vio un corte en el lado de su cabeza donde lo había golpeado en la ventana de la puerta del conductor. El vidrio se había roto, pero afortunadamente esa era la única lesión que había sufrido Nichkhun.
La puerta del pasajero se abrió, y un hombre se quedó allí agarrando un arma. Nichkhun parpadeó unas cuantas veces. El extraño parecía familiar. En segundos, Nichkhun supo quién era el tipo.
Las fotos del pequeño álbum de Wooyoung. Nichkhun miraba fijamente al padre de Wooyoung.
—Sal de la camioneta —dijo el señor Jang con los dientes apretados.
Cuando Nichkhun no se movió, Sr. Jang le disparó en el hombro derecho. Nichkhun aulló de dolor. Se estrelló la mano en la puerta del conductor,
forzándola a abrirse—. ¿Qué diablos? ¿Por qué diablos estás detrás de mí?
— ¿Sabes quién soy? —preguntó el hombre.
—Sí, eres el padre de mi compañero.
— ¿Compañero? —Las facciones del señor Jang se oscurecieron cuando sus labios se curvaron—. Esto será aún más agradable sabiendo que mi hijo se ha unido a ti.
De todos los tiempos para que la carretera estuviera vacía, este no debería haber sido uno de ellos. Nichkhun no esperaba que alguien se detuviera y ayudara, pero una llamada telefónica a la policía habría sido agradable.
—Y para que sepas —dijo Jang—, hay balas de plata en esta pistola.
¿Sientes el dolor todavía? Me quedaré el tiempo suficiente para asegurarme de que nadie te ayude antes de morir.
—Por lo menos dime por qué —dijo Nichkhun, todavía de pie en el lado opuesto de la camioneta. Movió la mano lentamente, buscando el teléfono en el bolsillo. Golpeó el botón de inicio con el pulgar, luego presionó el número de Young Jae.
— ¿Por qué? —gritó el señor Jang—. Porque Wooyoung me quitó a Ko Hyun. Me robó a mi precioso chico, y voy a asegurarme de matar a quienquiera del que se preocupe remotamente. Por el resto de su vida, o la mía, me aseguraré de que sufra tanto como sea posible, entonces tal vez llegue cerca de sentir la agonía que siento.
Nichkhun se estremeció por el dolor en su hombro. Necesitaba cambiar para curar sus heridas, pero sabía que si lo hacía, el padre de Wooyoung terminaría el trabajo. Ya sentía que el veneno iba corriendo en su torrente sanguíneo. Sus músculos comenzaron a contraerse y espasmos, dolor tiro a través de su estómago, y su cabeza comenzó a golpear violentamente.
—Sí, puedo ver que el veneno ya está teniendo un efecto en ti.
El brazo de Nichkhun se crispó y rezó porque no hubiera dejado caer el teléfono, o que su llamada hubiera ido directamente al buzón de voz.
—Tienes permiso para sentarte. Demonios, hasta te dejaré acostarte si quieres. Pero no hay manera en el infierno que huyas de mí —el Sr. Jang rodeó el frente del auto. Nichkhun rápidamente metió el teléfono en el bolsillo, apretando la mandíbula para morder el grito de agonía.
—Pero Wooyoung es tu hijo también —dijo Nichkhun. El día se había calentado, pero no lo suficiente para hacerle sudar. Era el veneno, y la plata corriendo demasiado rápido. Nichkhun sólo podía rezar para que tuviera tiempo suficiente para ser curado antes de cualquier daño duradero.
O la muerte.
—Él dejó de ser mi hijo en el momento en que mató a Ko Hyun —El señor Jang se rascó la sien con el cañón de la pistola. Nichkhun vio un dolor profundo e inquietante en sus ojos y habría sentido lástima por el hombre si el señor Jang no le hubiera disparado—. Ko Hyun iría a Harvard. Era tan inteligente, tan inocente. Tenía toda su vida delante de él, y la imprudencia de Wooyoung se lo llevó todo.
—Fue un accidente —recordó Nichkhun al ser humano mientras se balanceaba. Su visión borrosa, volvió a enfocarse, luego se volvió a borrar.
—Baja el arma.
La cabeza de Nichkhun se giró a su derecha cuando escuchó la voz del alguacil. El sheriff estaba al lado de la carretera, su arma apuntaba al padre de Wooyoung.
—Bien y lento —dijo el sheriff. Nichkhun oyó el lamento de una lejana ambulancia justo antes de que Young Jae y Eun Woo se unieran al sheriff a su lado.
— ¿Cómo estás, Nichkhun? —Preguntó Young Jae—. ¿Estás de pie ahí?
—Mal —Nichkhun tragó saliva antes de caer de rodillas y empezar a vomitar.
—No le dejaré salvarlo —gritó el señor Jang—. ¡No dejaré que Wooyoung sea feliz!
Nichkhun levantó la vista a tiempo para ver al padre de Wooyoung apuntar su arma al sheriff. El sheriff descargó su arma en el Sr. Jang.
Nichkhun cerró los ojos. Suicidio por el policía. Todo lo que Nichkhun podía pensar era cómo esto afectaría a Wooyoung. Justo antes de que él se moviera y se desmayara, pensó en su compañero que lo estaba esperando.
— ¿Dónde está? —gritó Wooyoung mientras corría dentro de la clínica. No conocía al tipo detrás del mostrador, y el tipo no lo conocía. Wooyoung parecía un lunático, pero no le importaba. Las palabras de Jack siguieron volando por su mente.
Nichkhun ha recibido un disparo.
Eso era todo lo que Wooyoung podía concentrarse mientras esperaba detrás del escritorio.
—Puesto que sólo hay un paciente aquí, supongo que estás hablando de Nichkhun Horvejkul —dijo el hombre. Sonrió y palmeó la mano de Wooyoung—. Soy el enfermero Ung Jae. Sé que quieres correr allí, pero déjame ir a ver primero con los doctores, ¿de acuerdo?
Wooyoung quería gritarle que no iba a esperar, que quería ver a Nichkhun ahora, pero no quería que lo echaran de la clínica. Además, el enfermero Ung Jae estaba haciendo su trabajo, y había sido demasiado educado con Wooyoung, a pesar de que Wooyoung le había gritado.
—Está bien.
—Vamos a sentarnos —dijo Hwi Young mientras conducía a Wooyoung a una hilera de sillas—. Tienes que mantenerte positivo. Nichkhun es un shifter. Él sanará.
—Entonces, ¿por qué tuvo que ser traído aquí? —Wooyoung sabía que Hwi Young estaba tratando de aliviar su preocupación, pero sus intentos no funcionaban. Wooyoung estaba aterrorizado, y nada menos que ver al propio Nichkhun lo tranquilizaría.
Wooyoung apoyó la cara en sus manos. Ya había perdido a alguien que significaba el mundo para él. No podía perder a Nichkhun. Aunque el amor que sentía hacia Nichkhun era diferente,
Wooyoung bajó lentamente las manos. ¿Acaso sólo pensaba en la palabra A? Sí, lo había hecho. La idea de que Nichkhun muriera hizo que se angustiara tanto que saltó de su silla y comenzó a caminar.
Hwi Young apoyó una mano en el hombro de Wooyoung.
—Lo trajeron aquí porque le dispararon con una bala de plata. La plata actúa como un veneno para los shifter, Wooyoung. No quería decírtelo, pero decidí que necesitabas saberlo. Nichkhun puede o no hacerlo, y si lo hace, puede haber un daño duradero.
A Wooyoung no le gustó la suave manera en que Hwi Young lo había explicado. Su amigo era generalmente especial y decía palabras de otro mundo.
—No, no morirá —dijo Wooyoung con vehemencia—. No está permitido.
—Ese es el espíritu —dijo Hwi Young—. Marchas ahí mismo y le dirás a esa desagradable muerte que se vaya al infierno.
Wooyoung abrió mucho los ojos.
— ¿Por qué tuviste que poner esa imagen en mi cabeza?
De vuelta a un colapso nervioso, Wooyoung comenzó a caminar de nuevo. Levantó la mano cuando Hwi Young empezó a decir algo. Wooyoung no podía tratar con él ahora. La felicidad y el amor deberían haberse perdido para siempre. Si Ko Hyun no podía tener esas cosas, ¿por qué debería hacerlo?
Pero el argumento que había sostenido durante tanto tiempo se debilitó cuando pensó en Nichkhun. Su compañero era magnífico, dulce, cariñoso y tan solidario que Wooyoung quiso llorar. El mundo no debe perder a alguien tan especial, así como no debería haber perdido a Ko Hyun.
Cuando Young Jae entró a la sala de espera desde el fondo, Wooyoung contuvo la respiración. El alfa llevaba una expresión sombría mientras miraba desde Hwi Young a Wooyoung.
—Nichkhun todavía está inconsciente —dijo—. Y todavía está en su forma de lobo. Los doctores no sabrán el alcance del daño hasta que Nichkhun cambie a su forma humana.
—Entonces, ¿por qué los médicos no me dicen esto? —preguntó Wooyoung.
Los ojos grises de Young Jae se suavizaron.
—Porque les pedí que me dejaran hablar contigo, Wooyoung. Eres parte de mi manada y yo me encargo de lo mío.
—Ah, voy a llorar —Hwi Young agitó sus manos frente a su cara—. Esto es tan conmovedor.
Young Jae entrecerró los ojos.
—Ve a buscar una máquina expendedora, zorrito. Hwi Young extendió la mano.
—Si me echas de la sala de espera, por lo menos puedes comprar mi comida.
Young Jae sacó unos cuantos billetes del bolsillo delantero y se lo entregó. Hwi Young sonrió y se volvió hacia Wooyoung.
—Llama si me necesitas.
Ignorando a Hwi Young, Young Jae se volvió hacia Wooyoung.
—Puedes ir a verlo, pero ten cuidado donde toques. Nichkhun tiene una Intravenosa adjunta, y hay un tubo de respiración en su boca. Los médicos fueron capaces de contrarrestar el veneno, pero como he dicho, no sabremos si hubo algún daño duradero hasta que vuelva a ser humano.
—Lo entiendo —dijo Wooyoung, ansioso por ver a Nichkhun. Al menos Young Jae no le había dicho que Nichkhun podría morir. Si hubiera complicaciones debido a la plata, Wooyoung y Nichkhun se encargarían de ello.
Wooyoung soltó un grito cuando abrió la puerta de la habitación de Nichkhun. Aunque Young Jae le había advertido, nada podía haber preparado a Wooyoung para que lo vió frente a él. Caminó dentro de la habitación, la puerta se cerró silenciosamente detrás de él. Wooyoung se acercó a la cama mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.
Un lobo grande yacía allí, su respiración rápida, y como Young Jae había dicho, un tubo fue colocado en el hocico de Nichkhun. Wooyoung se secó los ojos. No podía permitirse desmoronarse. Nichkhun necesitaba que fuera fuerte.
Agarró la silla junto a la ventana y la acercó junto a la cama. Wooyoung necesitaba ponerse cómodo, porque no se iba de la cama de Nichkhun. Pasó la mano por la espina dorsal del lobo, cuidado de la IV.
—Te amo, Nichkhun —susurró Wooyoung—. Y no importa cuál sea el resultado, vamos a superar esto.
Nichkhun había estado allí para Wooyoung desde la primera vez que se habían puesto los ojos el uno al otro, y él había sido implacable en su necesidad de proteger a Wooyoung. Wooyoung no podía hacer menos.
Sólo esperaba que quien había hecho esto con Nichkhun fuera atrapado.
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—No me hagas usar este bastón —le amenazó Nichkhun—. Ahora quítate esa maldita ropa.
Wooyoung se rió entre dientes.
—Desearías ser tan kinky.
Nichkhun se sentó en la silla frente a su cama, sintiéndose extenuado. Sus pulmones habían sido afectados, así como los músculos de su pierna derecha. El brazo derecho de Nichkhun debería haber sido el único lugar dañado, pero el veneno había hecho lo peor de todos modos.
Dos semanas después de recibir un disparo, todavía estaba recuperándose. El Dr. Jaejoong y el Dr. Alex le habían dicho a Nichkhun que tomaría tiempo, y que su función pulmonar y la movilidad en su pierna nunca podrían volver completamente. Pero mientras Nichkhun estuviera vivo y fuera capaz de presenciar la espléndida y desigual sonrisa en el rostro de Wooyoung, se ocuparía de cualquier cosa que la vida le lanzara.
Aunque el bastón apestaba. No podía lanzarse sobre Wooyoung como él quería. La preocupación llenó los ojos azules de Wooyoung.
— ¿Estás bien? ¿Necesita su inhalador?
—No —dijo Nichkhun—. Lo que necesito es que te subas a mi regazo. Estoy herido y caliente. Deja de tratar de mimarme y deja que te joda.
Wooyoung cogió el lubricante del cajón y caminó seductoramente hacia Nichkhun mientras se quitaba la ropa. Cada pulgada de piel desnuda tenía la polla de Nichkhun cada vez más dura. Cuando Wooyoung lo alcanzó, Nichkhun levantó sus caderas, dejando a su compañero deslizar sus deportivos hasta la mitad de la altura.
Wooyoung estaba a horcajadas sobre el regazo de Nichkhun.
—¿Ahora qué?
Nichkhun asintió el rostro de Wooyoung.
—Cierra los ojos y cuenta hasta diez.
—Pensé que eran mil.
—Sólo quiero diez —murmuró Nichkhun.
Cuando Wooyoung hizo lo que Nichkhun le pidió, Nichkhun tiró de su compañero y rozó suavemente los labios de Wooyoung. Nichkhun pasó la punta de su lengua por el labio inferior antes de convencer a Wooyoung de que abriera la boca. Se zambulló en el gusto celestial mientras Wooyoung gemía. No rompiendo el beso, Nichkhun agarró el lubricante de Wooyoung y trabajó para mojarse los dedos.
Wooyoung levantó las caderas mientras chupaba la lengua de Nichkhun. Maldición, Nichkhun no estaba seguro de si quería follar a Wooyoung o que su compañero usara ese talento en su polla. Pero su necesidad de estar enterrado dentro de su compañero, para reafirmar su vínculo, lo hizo meter sus dedos en el culo de Wooyoung.
Wooyoung rompió el beso y gritó, sus dedos cavando en los hombros de Nichkhun.
— ¡Dios sí!
Nichkhun nunca se cansaría de oír y ver a Wooyoung en medio del placer. Se dirigió con tres dedos y luego los sacó. Lubrico su polla, luego tiró la botella al suelo.
— ¿Listo para montar esta polla gorda? —Nichkhun agarró la base y estabilizó su erección.
—Me moría de ganas de montarlo —Wooyoung se detuvo a unos centímetros de la cabeza de la polla de Nichkhun—. Me temo que no estás a la altura de esto. Han pasado sólo dos semanas, Nichkhun. Necesitas más tiempo de recuperación.
Es cierto que la pierna de Nichkhun palpitaba bajo el ligero peso de Wooyoung, pero el malestar no le bastó para detener el acto de hacer el amor.
—Te lo dije, lo que necesito es follarte.
Wooyoung todavía dudaba, luego bajó lentamente su cuerpo. Su agujero besó la polla de Nichkhun antes de que Nichkhun se lanzara hacia arriba, enterrándose profundamente. Ambos gimieron. Wooyoung apoyó la frente contra la de Nichkhun, lamiéndose los labios mientras él se hinchaba ligeramente.
Nichkhun apretó los dientes.
—Necesito que te muevas, Wooyoung. Estoy muriendo aquí.
Wooyoung levantó la cabeza y Nichkhun se dio cuenta de lo que había dicho. En lugar de tratar de suavizar las cosas, Nichkhun agarró las caderas de Wooyoung y comenzó un ritmo lento y constante.
—Puede que tengas que hacer todo el trabajo por ahora.
Wooyoung se mordió el labio inferior y asintió. Presionando sus rodillas en los costados de Nichkhun, Wooyoung comenzó a rebotar. La cabeza de Nichkhun retrocedió mientras su agarre a Wooyoung se endurecía.
— Más rápido, nene.
Nichkhun empujó unas cuantas veces, luego dejó que Wooyoung asumiera completamente el control. Su pierna le dolía demasiado por el rigor que necesitaba para follar a su compañero correctamente, y eso cabreaba a Nichkhun, pero no podía hacer nada por su ira. Era lo que era.
Cuando Wooyoung mordió el cuello de Nichkhun con sus dientes romos, Nichkhun gritó, sorprendido de que el pequeño acto lo hiciera entrar en el culo apretado de Wooyoung. Agarró la polla de su compañero y acarició la carne caliente, observando cómo Wooyoung gritaba, su semilla golpeando el pecho de Nichkhun.
—Ahora estoy listo para una siesta —Nichkhun besó a Wooyoung, empujando su lengua dentro de un par de veces antes de retirarse—. Lo siento.
Un ceño fruncido entre los ojos de Wooyoung.
— ¿Por qué?
—No te he dicho lo mucho que te quería antes —Nichkhun pasó los dedos por las cicatrices de Wooyoung y se alegró de que su compañero no se estremeciera ni se alejara.
—Entonces supongo que lo siento también —Wooyoung se apoyó en el tacto de Nichkhun—. Me di cuenta de cuánto te amo cuando me dijeron que te habían disparado —cerró los ojos—. Pensé que mi corazón nunca volvería a latir.
—Estoy bien —le tranquilizó Nichkhun por enésima vez—. Se necesita más que una bala de plata para sacarme.
Nichkhun sabía que tenían un largo camino por delante. Su vida junta no era perfecta, y Wooyoung aún no había hablado con Sung Mo. Pero estaban haciendo progresos, y eso era todo lo que Nichkhun podía pedir.
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Wooyoung miró alrededor de la oficina masculina mientras esperaba a que el doctor Sung Mo entrara. Había dudado si debía o no hablar con el tipo desde que Nichkhun había mencionado el tema. Sólo cuando Nichkhun finalmente confesó que el propio padre de Wooyoung había sido el que intentaba matarlo, Wooyoung se decidió.
Wooyoung no sólo se había enfadado más allá de las palabras de que Nichkhun se lo hubiera ocultado, sino que la culpa de saber que su propio padre había estado detrás del tiroteo casi había enviado a Wooyoung a un colapso. Con toda honestidad, Wooyoung se sorprendió de que Nichkhun quisiera tener algo que ver con él. Su padre había intentado matar a su compañero. Eso tenía que ser una mierda para Nichkhun. Lo era para Wooyoung.
Le dolía el corazón a Wooyoung que su padre lo hubiera traicionado. La muerte de Ko Hyun había sido un accidente, y toda la familia se había desgarrado debido a ello, pero la necesidad de venganza de su padre hizo que Wooyoung se sintiera como si nunca hubiera sido amado en primer lugar. Y la triste verdad era, a pesar de que su padre había hecho todo eso, una parte de Wooyoung todavía lo amaba.
Así que Wooyoung finalmente había accedido a reunirse con el Dr. Sung Mo y ahora se sentaba en el despacho del hombre con las palmas sudorosas, las lágrimas en los ojos y el impulso de romperse. Pero la espera también le dio tiempo para sentarse y pensar.
Luhan había llamado a Wooyoung, pidiéndole que almorzaran y se disculpaba por no haber llamado antes. La preocupación de Wooyoung de que le había asustado a Luhan se acabó y Wooyoung se lo pasó muy bien con su amigo de la vieja escuela. Luhan hizo que Wooyoung se riera durante la mayor parte de su almuerzo con sus historias a lo largo de los años, y Wooyoung esperaba su próxima cita para almorzar.
—Lamento haberlo hecho esperar.
Wooyoung se quedó boquiabierta ante el médico. No estaba seguro de por qué, pero esperaba un hombre mayor, tal vez una pipa colgando de su boca y un cómodo suéter de punto. En su lugar, el Dr. Sung Mo era francamente magnífico. Tenía la barba y el bigote delgados, los ojos castaños más bonitos, y llevaba su cabello castaño pardo en un corte corto pero elegante. El Dr. Sung Mo no podía competir con Nichkhun, pero Wooyoung no era ciego.
Se estrecharon la mano antes de que el doctor Sung Mo se sentara junto a Wooyoung—. Espero que no te importe, pero sentado detrás de mi escritorio se siente demasiado formal. Puesto que pertenecemos a la misma manada, llámame Sung Mo.
—Prefiero seguir con el Dr. Sung Mo —hasta que Wooyoung conociera mejor al médico, quería mantener todo a un nivel profesional.
El doctor Sung Mo sonrió, y la sonrisa sólo aumentó su aspecto impresionante— . Está bien. Ahora, ¿por qué no empezamos?
FIN
a continuación.... 114. Digno del amor de Taeyang (05)