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117. Young Bin (12) por dayanstyle

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Young Bin sabía que RoWoon no quería que él llamara a nadie, pero tenía que advertir a su alfa de la amenaza de Zeno. Esto implicaba a más que solo a Young Bin, ChaNi y RoWoon. Esto podría ser devastador en todo el mundo.

Cuando Changjo no contestó, el llamó a algunos hombres más, pero nadie cogía sus malditos teléfonos. Young Bin estaba frustrado. Él llamó a la posada de Pride Pack, y Bit-to respondió.

- ¿Está Wei por ahí?

- Sí, espera.

Young Bin se paseó por el pequeño balcón. RoWoon estaría cabreado si averiguaba lo que Young Bin estaba haciendo, pero esto era demasiado importante para ignorarlo.

- ¡Eh Young Bin! Oí que saliste con tus compañeros.

 

Lo hice. -Young Bin explicó lo que estaba pasando-. No quiero decirte dónde estoy, pero tengo un mensaje y dos archivos que quiero enviarte.

Young Bin tenía el teléfono de ChaNi en su mano y transmitió todo.

- Lleva esto a Changjo enseguida. Tenemos un desastre en potencia en nuestras manos.

- Espera. -Young Bin podía decir que Wei todavía estaba ahí y miraba los mensajes y archivos. Oyó una maldición antes de que el hombre volviera a hablar-. Tienes que estar jodidamente bromeando.

Con total honestidad, con los Cazadores detrás de ellos durante años, Young Bin estaba sorprendido de que esto no hubiera pasado antes. Ahora que Zeno tenía pruebas de su existencia, la difusión de ese conocimiento era una bomba de relojería haciendo tic_tac.

- Llévaselo a Changjo, Wei. El Ultionem tiene que saberlo.

- Iré ahí ahora. -Wei hizo una pausa-. ¿Cómo están yendo las cosas? ¿Estás a salvo?

Young Bin miró a la gente debajo, luego revisó sobre su hombro a sus compañeros dormidos. -Por ahora. RoWoon nos mantendrá en movimiento si piensa que aquellos demonios nos han encontrado.

- Solo mantén la cabeza abajo. -Wei aconsejó-. Te conozco desde hace demasiado tiempo para perderte, mi amigo.

- Lo haré. Mantenme al corriente. -Young Bin colgó y dejó su teléfono sobre la pequeña mesa de cristal. Llevo el de ChaNi dentro y lo puso de nuevo en la mesita de noche.

RoWoon lo miró y Young Bin podía decir que había oído la conversación.

- ¿Estas enfadado?

- No. -RoWoon se sentó y puso sus pies en el suelo-. Eso era lo correcto para hacer. Pero ahora tendremos que marcharnos. No puedo arriésgame a que nadie localice esa llamada.

- Nada de jalea. Odio la jalea. -ChaNi dijo en sueños-. Pon algo de pegamento sobre ello.

Young Bin sonrió ampliamente. -Realmente me gustaría saber con qué sueña.

RoWoon y ChaNi habían llegado a significar el mundo para Young Bin. No estaba seguro de lo que haría si alguna vez perdía a uno u otro hombre. Ambos traían algo a la mesa de su relación.

RoWoon agarró la mano de Young Bin y tiró hasta que estuvo entre sus piernas

Extendidas. RoWoon descansó sus manos en las caderas de Young Bin. -Siento haberte metido en esto.

Young Bin sacudió su cabeza. -Nunca pensé que el acoplamiento sería fácil cuando encontrara a mis compañeros. Nunca lo es, ¿verdad?

RoWoon se rio entre dientes. -Imagino que no.

- Alas de pollo. -ChaNi se quejó-. Más.

- Creo que nuestro pequeño humano tiene hambre -dijo RoWoon-. Haré el desayuno.

Young Bin estaba sentado en el balcón con ChaNi una hora más tarde. RoWoon se había duchado y ahora les estaba trayendo platos de estofado y de pez gato.

- ¿Esto es el desayuno? -Los ojos de ChaNi se ampliaron.

- Bienvenido al Sur -dijo RoWoon-. Atraparé algún caimán para los chicos antes de que nos marchemos.

ChaNi suspiró y miró por el balcón. -Realmente lamento dejar este sitio.

Young Bin también lo hacía. La ciudad tenía su propia personalidad, y le gustaría pasar unos días más para explorarla. Agarró el tazón de estofado, tomó un mordisco y gimió.

- Tendremos que volver aquí otra vez. -RoWoon tomó asiento-. Tienes que probar la langosta étouffée de Bryon.

-Prométeme que volveremos -dijo ChaNi. RoWoon besó su mejilla. -Prometido.

 

 

Inati golpeó con su bastón suavemente contra el piso de madera. Él no lo necesitaba debido a una discapacidad. Esto era una declaración de estilo. Se sentó allí mirando fijamente hacia fuera a Remtin – una ciudad con tantos asesinos que incluso los demonios guerreros no iban allí a no ser que ellos tuvieran que hacerlo.

RoWoon había jugado con Inati como un idiota. Había lanzado la generosidad de Inati a su cara, y sólo una vez cada mil años Inati concedía a alguien libertad.

 

Este era el agradecimiento que recibía. Uno de los pocos hombres en los que había medio confiado había abandonado su puesto.

RoWoon pagaría por eso.

Inati dio un toque con su bastón contra el suelo, y el sonido resonó en el cuarto.

Kuan Lin  atravesó la puerta. -¿Sí, señor?

- ¿Estás seguro de esto? -Inati se puso de pie y dio la vuelta a su escritorio. Tiró del puño de halcón de su bastón. Una larga lámina circular salía de él. Estaba hecha de plata pura.

Él deslizó la punta sobre la mejilla del shifter lobo. Para crédito de Kuan Lin, él no parpadeó. Ni movió un músculo, pero Inati no había roto la piel. No habría ninguna cicatriz.

- Me arruinas esto y esta hoja cortará cada pulgada de tú cuerpo. Kuan Lin tragó audiblemente. -Solo estoy aquí para servirte, señor.

Inati contuvo la aversión que sentía por cualquier hombre que seguía a alguien a ciegas. Lo que contradecía su cólera por RoWoon levantándose y saliendo. RoWoon podía o no haber estado yendo a la busca de una follada, pero Inati creía en el auto–control y la disciplina.

 

 

Él miro al lobo shifter. Kuan Lin serviría para su propósito. -Quiero que sigas a RoWoon. Vigílale, pero no lo captures. Si viene detrás de ti, desapareces.

El juego del gato y el ratón mantendrá a RoWoon corriendo. Inati no quería que se sintiera seguro. Nunca.


Y cuando Inati se cansara del juego, lo aplastaría bajo su pie como una cucaracha.

 

 

 

 

 

RoWoon encontró a ChaNi sentado en el balcón. Era el momento de que se marcharan, pero se detuvo ante el modo reflexivo en que ChaNi miraba fijamente el edificio enfrente de ellos, como si realmente no lo viera.

La silla raspo cuando RoWoon la saco de la mesa. Él se sentó. -¿Un beso por tus pensamientos?

 

ChaNi parpadeó rápidamente antes de girar su cabeza. Una sonrisa dulce y adorable cubría su boca. -¿Pensé que era un penique?

RoWoon se encogió de hombros. -Yo preferiría tener un beso.

Con un suspiro, ChaNi volvió su atención de nuevo al edificio de ladrillos con postigos verdes. -A veces estoy a mitad de un pensamiento – nada en particular – cuando las imágenes de lo que Zeno me hizo resurgen.

RoWoon no podía esperar para encontrarle y colocar sus manos alrededor del cuello del bastardo. -¿Tienes ganas de hablar de ello?

Aconsejar no era algo que RoWoon por lo general hiciera, pero era un buen oyente. Además, si ChaNi quería desahogarse de algo oscuro, RoWoon estaría allí para él.

- No. -ChaNi sacudió su cabeza, sus ojos continuaban enfocados enfrente-. No creo que nunca este preparado para hablar de ello.

- ¿Sexo degradante?

ChaNi asintió, tragando ruidosamente.

Eso explicaba mucho. No le sorprendía que ChaNi no hubiera querido tener nada que ver con ellos cuando se conocieron. Pero RoWoon al menos necesitaba una pista de lo que había pasado, así sabría qué no hacer – aunque dudaba que alguna vez lo hiciera.

- ¿Puedes darme alguna pista sobre lo que estuviste implicado? ChaNi sacudió su cabeza. -Incluso no puedo decir las palabras.

RoWoon vio la vergüenza atravesar la cara de ChaNi. Cualquier cosa que Zeno le hubiera hecho había calado hasta sus huesos. RoWoon deseaba con todo su ser tener a Zeno delante de él ahora mismo. Aplastaría al pedazo de mierda con sus manos desnudas. Pero Zeno no estaba, y todo lo que RoWoon podía hacer esa sentarse ahí y sufrir con ChaNi.

Cuando los minutos pasaron y ChaNi no dijo nada más, RoWoon se levantó. -Si alguna vez quieres hablar de ello, siempre estaré ahí para escuchar. Pero tenemos que irnos.

Cuando RoWoon se giró para dirigirse dentro, vio que Young Bin estaba ahí de pie, su hombro apoyado contra el marco de la puerta. Ellos enlazaron sus miradas y vio la preocupación por ChaNi en los ojos de Young Bin.

RoWoon le dio un suave y rápido beso. -Solo tenemos que estar ahí para él.

- Lo sé. -Young Bin entró al balcón y tiró de la mano de ChaNi-.

Vamos, sexy. Tiempo de golpear la siguiente parada de nuestro viaje.    

- Haces que esto suene como unas vacaciones. -ChaNi bromeó.

La sonrisa de Young Bin era impresionante, y el corazón de RoWoon golpeó un poco más fuerte. Maldición, él era magnífico. -Podríamos pensar en esto como unas -dijo Young Bin-. Solo que nuestras vacaciones tienen gánster demonios en todos los sitios que visitamos.

A RoWoon le gustó esa idea. La tensión quizás no sería tan alta si pensaran en esto como en unas trepidantes vacaciones.

Aunque él no era lo bastante tonto para pensar que sus viajes estarían llenos de noches de luna llena y bebidas con sombrilla. Ninguna cantidad de paraguas de papel mantendría a los hombres de Inati a raya durante mucho más tiempo.

ChaNi comenzó a alejarse, luego se paró y miró fijamente debajo a la calle.

- ChaNi tenemos que irnos. -RoWoon le recordó.

- Hay un tipo ahí. -ChaNi dijo, apuntando con la cabeza hacia la calle-. Él solo está ahí de pie mirándome fijamente.

RoWoon se movió al balcón y miró abajo. Maldijo, metiendo a Young Bin y ChaNi dentro rápidamente. -Él es un demonio.

 

- ¿Uno de los hombres que está detrás de ti? -ChaNi preguntó.

- Sin duda. -RoWoon cerró las persianas del dormitorio y abrió la puerta del armario. Sin preguntar, Young Bin y ChaNi fueron dentro.

RoWoon echó un vistazo alrededor del cuarto antes de cerrar la puerta del armario.

 

 

 

Para cuando Kuan Lin llegó al Barrio Francés, RoWoon se había ido. Él busco en el apartamento, pero todo lo que encontró fue un desayuno apenas tocado sobre la mesa – restos de estofado y pez gato.

Vagó por el dormitorio y encontró las cortinas cerradas. Inhaló.

Azufre.

RoWoon había estado allí. Abrió el armario del dormitorio para encontrar la ropa esparcida por el suelo, algunas colgando al azar de sus perchas.

Esta era la dirección que el Sr. Inati le había dado. ¿Dónde estaba RoWoon?

 

ChaNi se tambaleo y trató de no caerse sobre sus manos y rodillas. El vértigo le hizo sentirse mareado y con ganas de vomitar. Parpadeó algunas veces mientras los tres se materializaban en lo que supuso que era un armario, estaba demasiado oscuro para decirlo.

RoWoon abrió la puerta y ChaNi dio un paso en un cuarto que le recordó a una cabaña rustica. Las paredes eran de algún tipo de madera y los muebles también.

Al otro lado de la ventana encima de un fregadero, vio el denso bosque. La luz del sol entraba y RoWoon comenzó a decolorarse.

Young Bin miró alrededor. Él inclinó su cabeza hacia atrás y olió el aire, olisqueando como un perro.

- ¿Dónde estamos ahora? -ChaNi se movió por el espacio abierto.

 

La cabaña no era grande, pero era agradable. La cocina se abría perfectamente hacia una sala de estar de aspecto cómodo. Dos puertas estaban a la izquierda de la sala, y una enfrente.

- Un amigo mío posee este lugar. -RoWoon miró a las ventanas, como si comprobara si había alguien fuera.

Por el modo en que ellos se movían ChaNi se sentía como si acabaran de robar un banco y trataran de esconderse. No le gustaba parecer un proscrito o huir del peligro.

- ¿Solo cuántos amigos tienes que sean dueños de un sitio? -Young Bin abrió el refrigerador, luego empezó a abrir armarios como si buscara algo.

- Bastantes para mantenernos en movimiento un tiempo -contestó RoWoon.

La preocupación debería haberse mostrado sobre la cara de ChaNi.

Young Bin se acercó y lo empujó a sus brazos. -¿Cómo lo llevas, cariño?

- Estoy bien. -ChaNi estaba harto de enloquecer y caerse a pedazos. Quería mostrar a RoWoon y Young Bin que podía ser tan fuerte como ellos parecían ser. Nada parecía hacer que RoWoon entrara  en pánico,  y Young Bin solo  frotaba sus puños.

ChaNi no estaba acostumbrado a este tipo de vida. De hecho – aparte de Zeno, y ChaNi no quería pensar en él ahora mismo – su vida había sido bastante monótona. Algunas personas podrían quejarse de una vida aburrida, pero a él le satisfacía plenamente.

Todavía estaba preocupado por la amenaza de Zeno de exponer a todos los no humanos. Aquella amenaza dependía de que RoWoon y Young Bin le devolvieran a Zeno. Tanto como ChaNi quería hacer las cosas bien para evitar su exposición, prefería morir que volver con ese bastardo sádico.

Afortunadamente, ni una sola vez desde que vieron el mensaje de Zeno, RoWoon o Young Bin habían mencionado la posibilidad de entregar a ChaNi.

- Ahora este es mi tipo de escondite. -Young Bin sonrió abiertamente-. Creo que daré una vuelta.

- ¿Qué pasó con los osos? -ChaNi no se imaginaba encontrándose con alguno de ellos-. ¿No pasean ellos por bosques como estos?

Él no tenía ninguna pista de dónde estaban, pero no quería convertirse en un tentempié de oso.

- Puedo manejar a un oso. -Young Bin le dio un guiño-. Estaré en mi forma de lobo.

- Solo ten cuidado -dijo RoWoon-. Podría haber cazadores en los bosques. No necesito que ellos te disparen.

- Necesito sacar esta tensión de mi sistema. -Young Bin comenzó a desnudarse-. No me iré mucho tiempo, pero no renunciaré a la oportunidad de ser uno con la naturaleza.

ChaNi miró como Young Bin se sacaba la camisa por la cabeza, revelando un pecho bien definido, abdominales cincelados y unos buenos bíceps. ChaNi tenía un insulso cuerpo que no era nada espectacular. Eso le hizo preguntarse como de apetecible era él para Young Bin y RoWoon.

Young Bin pateó sus zapatos, inclinándose para quitar sus calcetines, luego desató sus pantalones.

 

La boca de ChaNi se hizo agua mientras Young Bin estaba allí de pie completamente desnudo. Tenía un cuerpo para adorar, pero saber lo realmente dulce y amable que él lo había hecho para él aún se veía mejor. De todos modos, en su mente, la imagen se marchitaba. La personalidad estaba ahí para toda la vida. Y ChaNi quería llegar a conocer la personalidad de RoWoon y Young Bin mejor.

RoWoon se movió detrás de ChaNi y descansó sus manos sobre sus caderas. -Quiero inclinarle sobre una mesa y joderte hasta la inconsciencia.

ChaNi sonrió ampliamente. -Y me encantaría verte hacer eso. Young Bin les dio un guiño. -Tal vez después de mi carrera.

- O él puede mirarme joderte. -RoWoon dijo en un susurro gutural mientras presionaba la polla de ChaNi.

- O eso. -ChaNi se ruborizó. Miró fijamente a Young Bin mientras RoWoon sostenía sus caderas. Algo se apretó dentro de su pecho. Un sentimiento que crecía. Esto no era solo sobre atender a RoWoon y Young Bin. No era solo sexo.

Este sentimiento había echado raíces y comenzó a florecer como una flor agonizante que finalmente es cuidada.

Esto era amor. ChaNi lentamente se estaba enamorando de RoWoon y Young Bin. Y no se avergonzaba de esos sentimientos. No se sentía sucio o depravado por querer a dos hombres. No se sentía sin valor. Young Bin y RoWoon se aseguraron de eso. Le habían mostrado que sentirse del modo que él lo hacía era bueno. Qué él era especial. Que podía ser feliz.

 

 

Presionó sus manos sobre las de RoWoon y ligeramente las apretó, tratando de transportar sus sentimientos a través del toque. Los ojos de ChaNi estaban húmedos, aclaró su garganta, luchando para no llorar como una nenaza mientras miraba fijamente a Young Bin que le devolvía la mirada.

Young Bin sonrió, como si le dijera que entendía y se sentía del mismo modo. RoWoon apretó su mano de vuelta y ChaNi aceptó la comodidad del gesto. Él también tenía que saberlo.

Las manos de RoWoon se apretaron sobre las caderas de ChaNi. -Él va a cambiar, Chan. Yo estoy aquí, así que no…

- Enloquezca. -ChaNi terminó. No le gustaba que estos dos hombres pensaran que era débil-. No voy a enloquecer, RoWoon.

- Solo recuerda, incluso en su forma de lobo, él tiene sentimientos. Todavía puede pensar y racionalizar. Todavía sabrá quiénes somos.

ChaNi asintió. -Estoy listo.

Un segundo Young Bin estaba ahí de pie. Al siguiente, un lobo le miraba.

ChaNi luchó para no gritar o correr y esconderse. Young Bin era más grande que un lobo común. Mucho más grande. Tal vez dos veces más.       

- ¿Te encuentras bien? -RoWoon preguntó, sus labios cerca del oído de ChaNi.

- Uh, Uh. -ChaNi no movió un músculo. RoWoon había dicho que Young Bin era totalmente consciente ahora mismo, pero todo lo que ChaNi veía era el tamaño de la bestia y su hocico. Él jodidamente esperaba que Young Bin no tratara de sonreír. Eso le aterrorizaría. Cuando ChaNi vivía en casa de sus padres, el perro de la familia, Júpiter, solía sonreír. Cuando lo hacía, ChaNi siempre pensaba que Júpiter le atacaría.

RoWoon se apartó de él y abrió la puerta de la cabaña.

- No vayas demasiado lejos. -Le advirtió a Young Bin-. Y mantente en guardia.

- ¡Pero él no puede salir ahí! -El estómago de ChaNi se retorció-. Tenemos demonios detrás nuestro.

- Young Bin puede manejarse. -RoWoon trató de calmarle-. Si el problema nos encuentra, sabrá que hacer.

El corazón de ChaNi latía desordenadamente mientras RoWoon dejaba salir a Young Bin, entonces cerró la puerta.

 

 

Continuara...


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