El único escapado que todavía estaba libre era Kim Woo Bin, pero no había señales de él en ninguna parte. Era difícil imaginar a un demonio de ese tamaño pudiera permanecer oculto.
Las cosas se apaciguaron en Desire. Young Jae y Jongin habían enviado a unos cuantos hombres para tratar con Kline Daily, pero hasta que el video fuera destruido y no se encontró ninguna prueba de su fuga, Seong Wu no descansaría tranquilo.
La pared de la sala había sido finalmente reemplazada, y las cosas parecían estar volviendo a la normalidad, o tan normal como la vida podría vivir en una ciudad sobrenatural. Por ahora, Seong Wu había dejado de lado la idea de encontrar una isla desierta.
Entró en la oficina de Young Jae para encontrar su alfa mirando por la ventana. -¿Tu querías verme?-
Young Jae se giró y rasgó los dedos sobre su escritorio. -Voy a comprar tu negocio. Me han dicho que tu pareja tiene alergias y quieres ser voluntario para el departamento del sheriff.
Seong Wu se sentó y asintió. -Es lo que quiero.
-Ji Hoon podría usar la ayuda-, dijo Young Jae. -Todo el mundo está en alerta con todos los eventos recientes.-
Seong Wu rodó su lengua sobre sus dientes inferiores, inseguro si debía preguntar, pero incapaz de detener la pregunta. -¿Cómo te mantienes estos días?
-¿Estás cuestionando mi habilidad para dirigir esta ciudad?
-En absoluto,- Seong Wu aclaró rápidamente. -Sólo estoy preocupado por ti.
-No lo estés.- Young Jae se levantó, señalando el final de su reunión. -Puedes empezar en la estación el lunes por la mañana.
¿Fue la imaginación de Seong Wu o su alfa ganó más masa muscular? Parecía un poco más grande, incluso un poco más alto. ¿Qué demonios había estado en ese tranquilizante?
Sabiendo que preguntar sería inútil, Seong Wu se dirigió a la cocina para encontrar a Daniel sentado con Kuan Lin y Sandeul.
-No puedo creer que me haya engañado así-, decía Kuan Lin. -Me da miedo hacer nuevos amigos ahora.
-¿Qué hiciste, te mudaste?- Preguntó Seong Wu.
-Me gusta salir con Sandeul y Daniel-, defendió Kuan Lin. -Ji Hoon está más tranquilo mientras trabaja sabiendo que estoy aquí con ustedes. Además, no es que tenga que ir a trabajar.
-Sí, por eso. Seong Wu se dirigió a la nevera. -Young Jae está comprando Green Thumb. Estoy seguro de que volverás a trabajar en poco tiempo.
Seong Wu se detuvo y miró al suelo. Estaba parado en el lugar donde Daniel había estado yaciendo, con la pierna follada al infierno, horror en su rostro. No estaba seguro de si alguna vez podría volver a entrar en la cocina sin pensar en lo indefenso que se había sentido.
-Ven acá.-
Seong Wu se volvió y vio que Kuan Lin y Sandeul se habían ido. Daniel se sentó allí, mirándolo con una mirada suave, su pierna enseyada descansando en la silla a su lado. La maldita cosa estaba llena de garabatos de todos los que lo firmaron.
Seong Wu cruzó la cocina, se arrodilló y apoyó la cabeza en el regazo de Daniel. Su compañero le pasó la mano por el cabello de Seong Wu. -Deja de torturarte. No fue tu culpa.
-Dile eso a la culpa de que me come.- Seong Wu alzó la vista cuando Daniel metió un dedo bajo la mandíbula y levantó la cabeza.
-Si el destino no pensara que podría manejar esta vida, ella no me habría elegido para ti.-
-Eso todavía no me hace sentir mejor.-
-Usted me dio alguien para amar, una familia, y una casa que se siente más como una casa que mi apartamento nunca lo hizo. No me importa si un dragón de tres cabezas salió volando del cielo, lloviendo fuego sobre nosotros. Estoy aquí por mucho tiempo.- Daniel frunció el ceño. Realmente no hay dragones de tres cabezas, ¿verdad?-
-No que yo supiese.-
-Sólo estoy comprobando.- Daniel sonrió. -Ahora llévame arriba y muéstrame cuánto me quieres.-
-Eres un perro cachondo más grande que yo.- Seong Wu levantó a Daniel de su asiento. -Tienes relaciones sexuales en el cerebro incluso cuando estás acostado en una cama de hospital, jodido.-
-Hey, soy un tipo. ¿Cuándo no pensamos en el sexo? - Seong Wu gruñó ante la verdad. -¿Qué voy a hacer contigo?
Daniel envolvió sus brazos alrededor del cuello de Seong Wu, colocando un casto beso en su mejilla. -Ámame, no importa si mi cuerpo se desmorona o me atropella una docena de ancianas-.
Seong Wu se detuvo a medias, mirando profundamente los ojos azules de Daniel. -Bebe, te amaré incluso si todos tus miembros caen, te vuelves morado, o creces escamas. Creo que me enamoré de ti cuando te puse los ojos por primera vez en tu apartamento mientras me pateabas a la acera.
-Ese caballo está muerto. Deja de golpearlo -susurró Daniel. -Ya te he dicho por qué huí de ti.
Seong Wu se dirigió a su habitación, luego cerró la puerta y puso a su compañero en la cama. Se tomó su tiempo desnudando a Daniel, saboreando cada centímetro de carne revelada. Pasó las puntas de sus dedos sobre las inmersiones y las curvas del cuerpo de Daniel, trazando, memorizando, fascinado.
-No tienes ni idea de cuánto te amo -susurró Seong Wu contra el muslo de Daniel-. -Lo que haría por ti, lo largo que voy a hacer para mantenerte a salvo.
-Ung, me conmueve lo mucho que te preocupas por mí, pero realmente no puedo pensar cuando tu boca está tan cerca de mi polla.-
Con un gemido profundo, Seong Wu lamió su camino hasta la polla de Daniel, luego tomó la dureza entre sus labios.
Daniel llegó en cuestión de segundos, gritando el nombre de Seong Wu. Ver a su compañero desmoronarse con placer encendió la necesidad de Seong Wu de enterrarse profundamente dentro de Daniel.
Después de lamer la polla de Daniel limpia, él besó y succionó más abajo, lavando el culo de su compañero. Seong Wu deslizó un dedo dentro de Daniel, estirando a su compañero mientras su pene se hacía increíblemente más duro.
Seong Wu no podía esperar más. Se subió a la cama y se acomodó entre las piernas de Daniel. -No nos mudaremos a un lugar remoto, pero creo que unas largas vacaciones están en orden-.
Daniel le sonrió mientras Seong Wu avanzaba lentamente hacia el cuerpo de su compañero. -Ahora me gusta el sonido de eso. En algún lugar cálido y tropical.
Seong Wu enganchó un brazo bajo la rodilla de Daniel, cuidado con su yeso y levantó la pierna. Hizo un lento y dulce amor con su pequeño enfermero, mostrándole a Daniel cuánto lo amaba de verdad.
Daniel arqueó la espalda, gritando mientras venía. El olor de la liberación de su compañero desencadenó el de Seong Wu. Él hundió sus caninos profundamente cuando llegó, fortaleciendo su vínculo.
Se alejó del cuerpo de Daniel y se desplomó junto a su compañero. -Haré los arreglos de viaje.
Daniel se movió hasta que se enfrentó a Seong Wu. -Sólo asegúrate de que no vamos a un lugar con perros de dos cabezas o criaturas demoníacas.
Seong Wu besó el dorso de la mano de Daniel. -No, sólo el sol, la arena y el agua más azul por millas-.
-Suena perfecto.- Daniel se encogió en Seong Wu.
Puso su brazo sobre su compañero, acercando a Daniel. Pasaron las próximas horas hablando de dónde iban, qué harían y cuánto tiempo habrían pasado.
A Seong Wu no le importaba si se tomaban unas vacaciones en medio del desierto, siempre y cuando tuviera a su pequeño enfermero a su lado. Sabía que estar enganchado no sería fácil, y planeó mantener a Daniel con ambas manos, porque nada en la vida estaba garantizado, especialmente no en el mundo de Seong Wu. Casi había perdido a su compañero muchas veces para contar.
Y si se quedaron en esa isla perfecta con playas de arena y sombrillas de papel para los próximos meses estaba bien con él.
Con la orden de captura revocada, Young Jae se sentó en la larga mesa de la oficina de Jaehyo, gruñendo a Jin Woo. El shifter león estaba junto a la puerta, con los brazos cruzados, mirándolo de nuevo.
-Todavía estoy molesto como mierda que esto fue una prueba,- Jin Woo estalló. -Si hubiera sabido que la orden no era real, no habría usado mi mezcla especial para incapacitar a Young Jae.
Jaehyo miró a Young Jae. -Es tu decisión.-
-¿Qué decisión? -preguntó Jin Woo, mirando a todos los que estaban sentados a la mesa. Los Ultionem se habían reunido -a excepción de Kiseop, que había dado a luz recientemente a un muchacho- y todos parecían el camino de Young Jae.
Empujando su silla hacia atrás, Young Jae se puso de pie, luego se movió.
Los gritos se hicieron eco en la habitación.
-Tienes una tercera forma.- Los ojos de Jaehyo se agrandaron.
Young Jae estaba de pie en dos patas en lugar de cuatro, estaba cubierto con un ligero revestimiento de piel, y sus miembros eran más largos. También podía hablar en esta forma. -Quiero saber qué coño tenía esa mezcla tuya.
Su voz era grave, pero sus palabras eran claras.
-Mi propio ADN -dijo Jin Woo. -Tengo una tercera forma también.
Young Jae volvió a su forma humana, luego mostró a todo el mundo que podía ordenar que cualquier parte de su cuerpo cambiara sin entrar en un cambio completo. Su hocico se alargó, luego se encogió hasta que Young Jae volvió a parecer normal. El pelo brotó sobre todo su cuerpo, luego desapareció. Su cola creció, luego retrocedió.
-¿Serían cuatro formas?- Preguntó Changjo.
-Tu decisión-, insistió Jaehyo nuevamente.
Young Jae se acercó a la mesa, y su mano estaba en la garganta de Jin Woo antes de que alguien pudiera parpadear. -Si te acercas a mí otra vez, y te voy a deshacer donde estás. Tomaré mi tiempo separándolo, pulgada a pulgada. -
-Me contrataron para hacer un trabajo. Jin Woo ni siquiera se estremeció. Hice mi trabajo.
-Usted no pudo traerme.-
-Sólo porque tus amigos me vinieron en número. Confía en mí, fuiste capturado. Aún no te habían llevado todavía.
Young Jae no tenía idea de lo que eso significaba y no le importaba. Todavía estaba luchando con los cambios, pero finalmente había averiado y le había contado todo a Sandeul, cómo no se sentía como en casa en su propio cuerpo, cómo temía herir a su pequeño compañero en su tercera forma. Pero eso no había sucedido. Sandeul tomó las cosas con calma y le había pedido a Young Jae que se cambiara para poder demostrar que Young Jae no era una amenaza para él.
Sólo por eso amó a Sandeul en pedazos.
Con la mano todavía alrededor de la garganta de Jin Woo, Young Jae miró al príncipe de los vampiros. -Pasó todas tus pruebas.
-¿Qué pruebas? -preguntó Jin Woo.
-Sigilo, velocidad, agilidad, estrategia-, dijo Young Jae. -Estás aquí, pero eso no cambia lo que siento por ti.
-Entonces supongo que una segunda cita ha terminado -bromeó Jin Woo. Estaba tan ansioso por llevarte hacia abajo.- Con un gruñido bajo, Young Jae lo soltó.
-Mi tipo pasó. Jaehyo frunció el ceño. -Aunque casi lo decapite.
-Quieres decir que Choi Jun Seong casi te atravesó el corazón. Nam Joon sonrió. Inmediatamente después de tratar de inyectarte sangre de hombre muerto.
-Semántica.- Jaehyo rechazó el comentario de Nam Joon. -Aún estoy impresionado y enojado porque logró no sólo entrar en la mansión, sino en el nivel inferior de mi casa-.
Young Jae había estado en la mansión. Para llegar a ese nivel, uno tenía que superar la puerta reforzada de acero de seis pulgadas, más allá de un grupo de vampiros, y los cambiaformas que vigilaban el lugar durante las horas de luz del día. Jaehyo se refirió a los shifters que vigilaban su casa como Daywalkers (caminante diurnos).
-¿Su hombre? -preguntó Jaehyo a Changjo.
-Era táctico y sigiloso -admitió Changjo. -Ese puma no sabe cuándo renunciar. Pensé que tendría que arrancarle el corazón para detenerlo. Se frotó el costado. Todavía me duele donde arrancó un buen trozo de mi carne. Gracias a la mierda me he curado.-
-Entonces está resuelto -dijo Jaehyo-. -Tenemos a nuestros seis miembros que serán conocidos como los Caballeros Oscuros-.
-¿Pensaste eso todo por tu cuenta? Junjin sonrió.
-Pensé que sonaba muy bien-, dijo Jaehyo. -¿Necesitamos votar un nombre?
-Estoy bien con los Caballeros Oscuros-, dijo Jongin mientras Young Jae se sentaba a su lado.
-Entonces debemos pasar al siguiente orden del día-, dijo HimChan. -Ese maldito reportero.
-Ha desaparecido-, dijo Jongin. -Nadie puede encontrar Kline Daily. O se está preparando para exponernos al mundo o alguien lo ha matado.
-¿Y Tom? -preguntó Jaehyo a Young Jae.
-En hielo -dijo Young Jae.
-¿Lo mataste? -preguntó Junjin.
-No, está escondido en un lugar no revelado.- Y Tom podía pudrirse en el sótano oculto bajo la casa de Young Jae. El humano se había infiltrado en su manada, se había hecho amigo de Kuan Lin con malas intenciones, y Young Jae quería matar al bastardo traidor. Todavía no sabía por qué no lo había hecho, pero algo le había dicho que mantuviera a Tom vivo.
Por ahora.
FIN