Nick Fury había visto de todo a lo largo de su vida, había conocido a personas muy peculiares, a dioses, monstruos, alíenigenas, súper humanos, hechizeros, mitologías que resultaban ser reales, héroes que caían del cielo (o heroínas en su caso), artefactos con poderes inimaginables, astibos de la posible existencia de una tribu que residía en el fondo del mar, y leyendas que desafíaban su propia leyenda al residir en un siglo que no les pertenecía. Sí, realmente había visto y vivido de todo, y sabía que aun faltaba mucho más por ver, mucho que conocer, y aquella pareja de visitantes interdimensionales eran el recordatorio de eso.
¿Y le sorprendía? No. Secretamente, y en la soledad de su hogar, él solía ver las estrellas esperándo el día en que los cielos se abrieran para dar paso a las amenazas de la galaxia, que, sabía, existían, estaban a muchos años luz de ahí, pero existían, y la tierra no siempre sería ajena a ellos. Nick sabía que un día entrarían en la misma ruleta rusa que jugaban el resto de los planeta con vida inteligente y no inteligente.
Los Skrulls y Carol Danvers eran la prueba irrefutable de ello.
Pero, hace unas horas, Fury entendió que quizás todo ese tiempo estuvo viendo hacia el lado equivocado, que había desperdiciado años vigilándo las estrellas cuando debió vigilar las fronteras de su realidad. Sí, Loki fué la confirmación de sus sospechas, pero el espacio no era el único que escondía misterios, también el tiempo, y debió entenderlo cuando descongeló a una leyenda que se había preservado en el hielo por un siglo. Durmiendo. En espera de regresar al mundo, y regresándo justo en el momento apropiado. Pero no, no lo hizo, y bajó la guardia.
Nick Fury, director de SHIELD, el hombre que, por deber y obligación, debía siempre estar un paso adelante de sus enemigos, se atrevió a descuidarse, y ese error bien pudo haberle costado caro.
Es decir, si existían los dioses, los alíenigenas, los monstruos, la magia, el poder puro, el hipersueño, ¿Por qué las realidades alternas no podrían ser verdad? Lo eran, Fury sabía ahora que lo eran, y, aunque su primera prueba fueran una pareja de alfa y omega con poderes que nunca creyó del todo posibles, también sabía que la próxima sería algo mayor.
Como pasó con Carol y Loki. Una fue la advertencia, el otro fue el peligro.
Y esta vez, Fury no iba a cometer errores.
-Hill-llamó al salir del cuarto de confinamiento del omega y caminándo por los pasillos con la alfa siguiendolo de cerca.
-Señor.
-Sedalo y llevaló al laboratorio. Que hagan un análisis exhaustivo de él lo más pronto posible. Quiero saber de dónde viene su súper fuerza, por qué las balas no lo penetran, cómo es posible que se mueva a la velocidad del sonido, y por qué solo las armas que creamos con el Destructor son capaces de herirlo.
-¿Y el alfa?
-Vigila que no despierte.
-¿Está seguro de que no desea un análisis de él?
-Lo haremos después del omega, no pueden ser tan diferentes más allá de sus diferencias biologicas.
-Entendido.
Y con eso, la agente se retiró para cumplir con lo que le habían ordenado, mientras el alfa moreno entraba al centro de operaciones y se topaba frente a frente con el Capitán Rogers, quien tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-Capitán.
-Fury.
-Agradesco su ayuda, Capitán, en verdad fue de mucha utilidad. Y...me parece que ya no tengo misiones para usted, así que de momento no lo necesitaré.
-Me alegra oír eso, pero no estoy aquí para escuchar sus agradecimientos-dijo descruzándo sus brazos-¿Qué van a hacer con Clark y Bruce?
-¿Clark y Bruce?
-Sus nombres.
-Así que así se llaman. Gracias por la información. En cuanto a su pregunta, temo que esa es información confidencial, pero no se preocupe, nos haremos cargo de ellos, así que puede irse tranquilo.
-Me temo que no puedo irme tranquilo. Fury, ellos dijeron que su mundo estaba en peligro, que necesitaban volver para ayudarlos, y creo que deberías escucharlos antes de tomar cualquier decisión sobre ellos..
-Ya les dí la oportunidad de ser escuchados, pero creo que el omega no tiene interés en recibir nuestra ayuda.
-Bruce es desconfiado, siendo honestos Fury, ¿Crees que puedes culparlo? Harías lo mismo de estar en su lugar.
-Y sin embargo, no dudó en compartir información con usted.
-No lo hizo realmente. Fué su alfa quien pidió mi ayuda. ¿Por qué no intentas hablar con él? Clark es más abierto, estoy seguro de que si lo escuchas...
-Eso no es posible-le cortó.
El rubio frunció el ceño.
-¿Por qué? Nick, no todos los que visitan nuestro mundo intentarán destruirlo, si tan solo les dieras la oportunidad de explicarse podríamos incluso hacer una alianza, tú mismo señalaste sus poderes anormales, piensa que un día podríamos necesitar de ellos.
-Dudo que ellos quieran una alianza con nosotros, Rogers, y más allá de la desconfianza, lo cierto es que no me es posible hablar con el alfa porque no está disponible.
-¿Qué quiere decir con eso?
-Solo dígamos que tome precausiones más drásticas con él que con su omega.
-Dígame por favor que no lo encadenó.
-No, por supuesto que no, no somos salvajes, pero los sedamos para mantenerlo tranquilo.
-¡¿Qué cosa?!
-Esa pareja en muy poderosa, pero siguen sujetos a sus instintos más básicos del género secundario, ¿puedes imaginar entonces qué pasaría si el alfa perdiera el control? Peor aún si siente que su pareja es amenazada. No podemos arriesgarnos a la ira de un alfa salvaje super poderoso...
-¿Y por eso optaron por toparlo como si fuera un animal?
-Lamento que la situación lo ofenda, pero SHIELD sabe lo que hace Capitán.
-Espero que sí, porque, si por alguna razón despierta, y repara en la forma en la que los trataron, ni Hulk podrá defenderte.
-Gracias por su preocupación. ¿Eso es todo?
Steve gruñó y pasó de largo para marcharse de ahí. No sin antes dedicarle una última mirada al alfa que lo veía sin inmutarse.
-Tal vez ellos tenían razón en no confíar en ti, Fury.
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-¿Cuánto tiempo dices que lleva desaparecido?-preguntó Nightwing en la baticueva con el traje de Batman puesto y la mirada sobre la pantalla que mostraba los videos de la última misión del verdadero vigilante.
-Un mes, joven Richard.
-¿Y no es normal que desaparesca sin decir nada? Cuando era Robin eso era cosa de cada semana.
-Pero nunca por tanto tiempo.
-Entonces, ¿crees que le pasó algo malo?
-El amo Bruce suele enrrollarse en todo tipo de situaciones malas, joven Dick, pero, ¿acaso no es de preocupar que Superman haya desaparecido la misma noche? Me parece que no podemos dar la espalda a esto.
Dick suspiró y se volvió hacia Alfred.
-Bien, lo buscaré-se alejó del mayordomo y caminó hacia el batimobile-Después de patrullar contactaré a Bárbara para que investigue a Lex Luthor. Si queremos encontrar a Superman y a Batman necesitamos saber qué pasó exactamente esa noche y la clave está en la máquina que él estaba construyendo.
-Muy bien.
El omega subió al auto y antes de que partiera, Alfred volvió a hablar.
-Suerte, amo Richard.
-Gracias, Alfred -sonrió, saliendo de la cueva en el batimobile-La necesitaré.
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Bruce frunció el ceño mientras observaba con extremo detenimiento el mecanismo al que su celda estaba sujeta. Era un diseño muy ingenioso y práctico, perfecto para contener amenazas de increíble fuerza como Killer Croc, Bane, o Gorila Grow, pero, para el hombre de acero, quien además de tener la capacidad de resistir la caída, también volaba, esa celda era como si intentaran contenerlo en una caja de cartón y esperarar que no escapara.
Pero claro, contrario a lo que el alfa director de SHIELD creía, él no era el hombre de acero, y escapar de ahí iba a resultar complicado, por no decir imposible, sin su colega, del que, por supuesto, no quería depender.
Sin embargo, no veía muchas opciones, la celda estaba conectada a un sistema complejo de mecanismos que, en verdad, a la primer grieta, caería a nueve mil metros de altura, y tampoco tenía fallas aprovechables ni margenes de error que pudiera usar, lo cual le resultaba fastidiante. Quien quiera que haya creado dicha celda era muy listo.
-Estupendo.
Intentó pensar en alguna posibilidad de escape cuando, de pronto, por las rendijas de ventilación comenzó a colarse una extraña niebla que el omega reconoció al instante, y lo hizo correr hacia el vidrio frontal para intentar llamar la atención de la cámara de vigilancia haciendo señas con sus manos.
Sabía lo que querían, era una paso lógico luego de haberlo capturado, pero si dejaba que lo estudiaran, SHIELD descubriría que su biología y compocisión célular era exactamente igual a la de un ser humano común, sin nada que lo hiciera súper o le diera los sorprendentes poderes que le atribuían, lo que haría que buscaran comprobarlo, y cuando se dieran cuenta de que solo su alfa tenía esas habilidades, las medidas de seguridad aumentarían al triple valiendose de la única debilidad que poseían contra él, y no podía permitirlo.
La naturaleza de Clark era la única carta que tenía a su favor en ese momento, mientras el director y SHIELD creyeran que solo eran humanos con habilidades, (aunque de otra dimensión), las precausiones serían, de cierta forma, menos severas. Si descubrían que había un alíenigena entre ellos, peor aún, uno tan parecido a los humanos y tan diferente a los que quisieron invadirlos, la paranoia de una próxima segunda invasión que no pudieran detectar haría que las medidas aumentaran contra ellos, y eso dificultaría su escape.
Si querían salir, Bruce sabía que debían hacerlo ahora que no tenían todas las alertas encendidas.
Aunque tampoco estaba en sus capacidades impedir que el sedante entrara en su sistema, no sin su máscara, y aunque intentó no inhalarlo cubriendo su nariz con su chaqueta, pronto comenzó a sentirse mareado y con mucho sueño. Debía pensar rápido, muy rápido, o jamás saldrían de esa dimensión ni detendrían lo que sea que Luthor estuviera planeándo.
-¡Estoy embarazado!-exclamó cayéndo de rodillas al suelo y apretándo los ojos en un intento por mantenerse conciente.
Bien, reconocía que esa no había sido la idea más brillante, pero no le quedaban muchas opciones en su posición, y antes de que pudiera saber si había dado resultado, cayó presa del sueño en medio de su reforzada habitación.
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Despertó dos horas después en su cama, encontrándose al instante con el alfa moreno observándolo del otro lado del vidrio.
-Soy de otra dimensión no una atracción de circo-dijo incorporándose.
-¿A qué juegas?
-¿Disculpa?-arqueó una ceja.
-Le dijiste a mi equipo que estabas embarazado, pero sé que eso es mentira.
-Astuto.
-¿Qué pensabas que lograrías diciendo eso?
Bruce entrecerró los ojos. El alfa era más listo de lo que creía.
-Proteger a mi bebé.
-Estoy seguro de que no hay ningún bebé.
-Y sin embargo, diste marcha atrás con los exámenes que querías realizarme.
-Necesito confirmarlo.
-O tal vez es porque sabes que no puedes arriesgarte a que sea cierto, y dichos exámenes terminen lastimándo a mi cachorro.
-No planeabamos lastimar ni a uno ni a otro, solo queremos entender por qué en su dimensión las personas son super fuertes.
-Me cuesta creer eso.
-Lo creerás en cuanto lleguen los médicos para hacerte una prueba de sangre.
-La aguja se rompera.
-Ya veremos si hace lo mismo estándo cerca de una luz de radiación solar roja.
-No creo que a mi alfa le agrade eso.
-Está sedado y encarcelado en el mismo tipo de celda que la tuya.
-Ni el sedante más potente del mundo, o esta celda, evitarán que estalle en ira si nota el más mínimo cambio en mi ritmo cardiaco.
-¿Qué quieres decir?
-Clark y yo no somos como ustedes, de donde venimos los compañeros vinculados desarrollan un enlace tan fuerte que incluso podemos escuchar los latidos del corazón del otro, y Clark escucha el cambio en el mío, así que, esté éste más calmado o presuroso de lo normal, él pasara a su lado salvaje para protegerme, y dudo que tu nave sobreviva a ese estado.
-¿Dices que no puedes alterarte sin alertar a tu alfa?
Bruce asintió.
-Y más aun ahora que estoy esperándo un hijo suyo, Clark sin dudas estará más sobreprotector que de costumbre.
-Mientes.
-Pruebáme.
Fury lo miró fijamente por un largo rato, y Bruce le sostuvo la mirada, acercándose a él, tan cerca que, si no hubiera cristal, ambos estarían rozando sus narices. En los ojos de cada uno brillaba el coraje y la determinación. Nick Fury nunca antes había conocido a un omega con una mirada tan oscura, impredecible, e intimidante, es más, nunca había conocido a alguien que lo enfrentara así, y Batman nunca había conocido a una sola persona que lo mirara con la misma dureza y imponencia como el alfa, no cabía duda de que en ese mundo había mucho que podría interesarle.
-¿Cuántas semanas tienes?-preguntó sin despegar la mirada el otro.
-Aún no hago una.
-¿Y aún así te atreves a asegurar que...
-Hay muchas diferencias entre tu realidad y la mía. De donde vengo, un omega sabe cuanto está embarazado casi al instante en que se da la concepción.
El alfa lo miró como si no pudiera creer lo que decía, pero creyendolo al final de cuentas gracias a la pequeña posibilidad de que estuviera diciendo la verdad, y a su muy corto conocimiento de realidades alternativas.
Finalmente, al cabo de un par de nanosegundos, el moreno dió la vuelta y se marchó de ahí sin decir nada más, causándole un gran alivio al caballero oscuro. Era una verdadera suerte que las personas de esa dimensión fueran tan superticiosas como los criminales de Gótica, y que Fury en verdad creyera sus mentiras. Al final, no era tan escéptico como pensaba.
Pero esa jugada solo le había comprado algo más de tiempo, y sabía que tan pronto como pudieran hacerle una prueba de embarazo, las cosas se complicarían.
Previendo eso, pasó la semana actuándo natural y cooperativo, no puso objeciones a la comida que le dieron, a las tres horas diarias de interrogatorio en las que nunca pudieron sacarle nada, o a la imposición de ser monitoriado incluso en la ducha. No. Se comportó muy bien y no causó ningún tipo de problemas, levantándo sospechas en el alfa del parche.
-Algo trama-comentó María Hill una noche mientras supervisaba la vigilancia en la celda.
-Obviamente-dijo Fury.
-¿Hará algo al respecto?
-No tengo qué, es claro que planea escapar, pero ambos sabemos no que podrá hacerlo.
-Suena a que ya lo tiene cubierto.
-Excelente observación.
-¿Puedo preguntar qué ha hecho?
-Descuida Hill, lo verás muy pronto.