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Save Me (Superbat) (Crossover Marvel/DC) por Mariela

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Los aplausos y vitoreos fueron apagándose conforme su silueta desaparecía en los camerinos. Suspiró, dejó las flores sobre el tocador, tomó asiento y comenzó a retirar el maquillaje de su rostro, así como los accesorios que había usado esa noche para su acto.


Sin embargo, antes de que pudiera remover su arete izquierdo, sintió una presencia oculta tras los vestuarios, y al reconocer la magia en ella, no pudo más que embozar una ligera sonrisa en sus labios.


-Cuanto tiempo, Jonh-saludó sin despegar su mirada del espejo.


Al través del cual, pudo ver como aquel alfa de cabello rubio y cigarro en sus labios hacía acto de presencia.


-A pasado mucho, preciosa-dijo exhalándo el humo.


La omega frunció el ceño ante ese comentario y se giró en su asiento hacia él.


-¿Qué haces aquí, Constantine?


-¿Constantine?-alzó una ceja-¿Así es nuestra relación ahora?


-Así lo quisiste.


Jonh se limitó a sonreír. Era obvio que ella seguía molesta con él por haberla traicionado a tan solo un día de haber comenzado su relación, y, francamente, no la culpaba.


-Estoy seguro de que sabes por qué estoy aquí, querida-le dió una calada a su cigarrillo-Hace aproximadamente tres meses sentí una perturbación en el multiverso. Algo que lo sacudió como a un pez embolsado en las manos de un niño travieso.


-Sí, lo sé, también lo sentí-afirmó, cruzándo los brazos-Fué una explosión pequeña pero de gran impacto que comenzó como una bala que se originó aquí.


-Y atravezó las fronteras de cada dimensión hasta desaparecer en algún punto del vacío exitencial.


-¿Tienes idea de lo que fué?


-No.


-Pero te preocupa.


-¿Por qué estás tan segura?


-Porque de lo contrario, no estarías aquí pidiendo mi ayuda para investigarla.


-¿Cómo sabes que vine a pedir tu ayuda?


-¿Hay alguna otra razón por la que quisieras visitarme?


Jonh arqueó una ceja sin despegar la mirada de la sexy omega que se levantaba de su asiento y lo encaraba con una frialdad exitante.


Y como siempre...fué débil.


-No, creo que no.


*********************************************************************


Bruce despertó con un molesto dolor de cuello y espalda. Gruñó y revisó la hora en su reloj de muñeca. Eran las tres de la mañana, y, al parecer, se había quedado dormido sobre su mesa de trabajo.


-JARVIS, ¿ya terminaste lo que te pedí?


-Por supuesto, señor Wayne. Todo está justo como lo pidió.


-Bien-dijo, levantándose de su asiento y estirándose-¿Sabes si Clark ya está dormido?


-Lo está, señor-respondió la IA mostrándo el video de las cámaras de seguridad de la sala.


El omega se detuvo en su estirámiento cuando el alfa apareció en la pantalla, y sus ojos se abrieron como platos al ver en qué clase de lugar se había quedado a dormir. "¿En serio?". De todas las habitaciones disponibles de la maldita torre con más de treinta pisos... ¡¿Que mierda hacía dormido en un nido de omegas?! ¡¿Es que acaso ese boy scout estaba estúpido o qué?! ¡Era obvio que se trataba de una trampa para atrerlo! Una seguramente puesta por el maldito Rogers, y todo mientras él buscaba la manera de sacarlos de esa dimensión.


"¡Maldita sea Kent!". Bruce sintió una ira indescriptible recorrer su cuerpo, casi juraba que miraba rojo, y ésta aumentó cuando vió al omega rubio aparecer en la sala, meterse en el nido de almohadas y peluches, sentarse a lado de Clark, y estirar un brazo hacia él. "¡¿Qué carajos?!", gruñó y salió disparado hacia la sala con los puños apretados a más no poder, casi cayéndo al subir las escaleras, y resbalándo al salir.


¿Cómo podía hacerle eso ese torpe de Clark? ¿Cómo se atrevía a llevarse bien con el estúpido rubio? ¿A dormir en ese patético nido? ¡Él podía haber hecho uno mucho muchísimo mejor! ¡¡Mil veces mejor!! ¡¿Y encima planeaba acurrucarse con él?! ¡¿Y APAREARSE?! ¿Mientras él trabaja como loco por sacarlos? ¡Era un maldito idiota!


-¡¡CLARK!!-gritó irrumpiendo en la sala como un huracán y asustándo a Steve.


Sin embargo, antes de que el soldado pudiera preguntar algo, Bruce corrió hacia él, atenazó su brazo como si sus dedos fueran las pinzas de un cangrejo, y tiró de él hasta sacarlo del nido con una fuerza que no sabía que tenía.


-Bruce, ¿qué...


-¡¿Qué demonios estabas haciendo ahí?!-le espetó estrujándo el brazo del rubio.


-¿De qué estás hablándo? Sólo quería despertar a Clark. Él se quedó dormido en mi nido y...


-¡¿Y por qué carajos construiste un nido?! ¿Querías acostarte con él? ¡¿Eh?!


-¿Qué?-exclamó indignado- ¡Claro que no! ¿Por qué crees que...


-¡Mentira!-sentenció, apretándo más el brazo del más alto-¡Un omega solo construye nidos para aparearse con su alfa! ¿Y acaso ves al tuyo aquí? ¡No!


-¡Eso no quiere decir que...


-¡Por supuesto que sí! ¿O me vas a decir que te levantaste a esta hora solo para ir al baño y no para un segundo round?


-¡Sí, así es!


-¡Deja de mentirme arrastrado!


-¡No soy un arrastrado!-gritó cólerico, tirándo de su brazo hasta soltarse del omega de cabello negro-¡Y tampoco anidé para Clark maldito idiota!-"¡Lenguaje!"-Yo ni siquiera sabía que estaba dormido en mi nido, francamente creí que domía en una de las habitaciones de huéspedes.


-Sí, claro, y yo me creo el cuento, ¿no?-dijo tomándolo de la camiseta y zarandeándolo.


-¡Estoy diciendo la verdad!


-¡¡Basta de mentiras!!-gritó.


Bruce no lograba entenderse a sí mismo. Se sentía tan irritado y furioso, y no importaba cuanto intentara serenarse, lo único que deseaba en ese momento era ahorcar a ese omega entrometido y arrastrado, que pretendía a su alfa, y anidaba tan descaradamente para él frente a sus narices.


Y la sola imagen mental de ver a Clark tan feliz por un nido como el de Steve, hizo que perdiera noción de sus actos, y le saltara al cuello al rubio, derrivándolo y luchándo por estrangularlo, pero viendose impedido por los fuertes brazos del super soldado, quien sujetaba sus muñecas e intentaba quitarselo de encima.


-¡Estás loco!


-¡Cállate!


-Oigan...¿qué sucede?-preguntó una voz adormilada.


Clark despertó alertado por el cúmulo de feromonas agresivas de dos omegas alterados en el lugar, y al salir del nido, se topó con una cruenta batalla entre Steve y Bruce, quienes rodaban en el suelo y se daban y bloqueban golpes sin reparar en él. Abrió los ojos con incrédulidad ante la escena, nunca jamás en la vida creyó que presenciaría lo que a todas luces parecía un enfrentamiento entre omegas por ganar la atención particular de un alfa en temporada de apareamiento, y menos aún, que dicha batalla fuera por él, (tenía que serlo, no había otros alfas cerca). Es decir, siendo un alíenigena, y antes de conocer a Bruce, había pensado firmemente que nunca conseguiría una pareja que lo aceptara, no cuando tenía que guardar secretos y hacer malabares para que nadie descubriera su particularidad, y ya que todas las relaciones se basaban en confianza, bueno, no auguraba nada duradero si su pareja no podía percibir confianza de su parte.


Pero ahora, no solo dos hermosos y poderosos omegas estaban luchándo por él, sino también, Bruce, su destinado, estaba defendiendo su territorio no establecido oficialmente, de la invasión de otro omega sin marcar. Dios Santo, ¡Bruce lo estaba defendiendo! Bruce estaba luchándo por conservarlo, Bruce estaba reclamando lo que le pertenecía, ¡¡Bruce lo estaba aceptándo como su alfa!! Una sonrisa apareció en sus labios y no pudo evitar ensancharla hasta que comenzaran a dolerle las mejillas.


"Oh, Bruce".


-¡No quiero hacerte daño Bruce, así que suéltame!


-¡No, hasta darte tu metecido arrastrado!


-¡¿Qué parte de que no iba a acostarme con Clark no entendiste, psícopata?!


-¡¿Y por qué construiste ese nido?!


-¡Iba a dormir en él, pero ne retracté y me fui a MI habitación! Rayos Bruce, ni siquiera me gustan los alfas masculinos.


-¡¿En serio esperas que crea que sólo olvidaste recoger tu petético nido?! No soy estúpido, Rogers.


-¡No tengo que darte explicaciones sobre lo que hago o dejo de hacer en mi...Espera un momento, ¿Cómo que patético nido? Ni que tú pudieras hacer uno mejor, y para tu información, a Tony le gusta mis nidos.


-O tal vez no quiere decirte la verdad por temor a herir tus sentimientos. Y sí, yo puedo hacer nidos mejores.


-¡Eres un...


-¡Basta!-rugió Clark con voz alfa, acercándose a los omegas y tomándo a Steve, (quien en ese momento estaba sobre Bruce intentándo mantenerlo quieto), para apartarlo del murciélago, quien aprovechó esa oportunidad para levantarse-No sé qué pasó, pero necesito que...


-¡Lo que necesitas es explicarme por qué estabas dormido en el nido de este imbécil!-exigió Bruce, señalándo al rubio.


-¡Lenguaje!


-¡Púdrete!


-Basta Bruce, cálmate, estás muy alterado-pidió con voz suave, sujetándo el omega por la cintura para evitar que se lanzara de nuevo contra el soldado.


-¡Me calmaré cuando me respondas!


-Sí, Clark, explícale de una vez que entre tú y yo no hay nada-dijo Steve, cruzándo los brazos.


El alfa miró a Steve y luego a Bruce, y tragó saliva sintiéndose de pronto acorralado, aún cuando no tenía por qué. Es decir, no había tenido otras intenciones además de dormir cuando se metió al nido de Steve, de hecho, ni siquiera lo había pensado, simplemente se dejó arrastrar por sus instintos, quienes, traicioneros, lo llevaron a seguir el dulce aroma del rubio hasta la fuente, (en este caso el nido que le vió construir e impregnar de su aroma), y aspirar tan profundo que sintió sus piernas débiles, haciendolo caer en medio de esas suaves almohadas y tomar un posición cómoda para dormir.


Sólo había sido su lado alfa rugiendo y reclamándo feroz por su omega, y enloqueciendo de ansiedad por poseer a ese otro omega que respondía bien a la sincronía de sus feromonas.


Pero eso no podía decirselo a Bruce, no señor, sería demasiado vergonzoso, sin mencionar que el murciélago podría enfadarse mucho, y esta vez, sí dejar de dirigirle la mirada. Si eso pasaba, adiós a sus intentos de cortejo.


-Ejem-carraspeó-Verás Bruce, eh, después de que Steve preparara la cena...digo, después de que cenaramos...


-¿Cena? ¿Él te preparó la cena?-preguntó frunciendo más el ceño.


Clark de pronto se sintió muy intimidado.


-Ah...S-Sí, pero...


-¡¿Cómo que sí?!-exclamó aún más furioso, causándo un respingo tanto en el alfa como en el Capitán, quienes terminaron retrocediendo ante la explosión de feromonas del millonario.


Ese omega... ¡¿En serio se había atrevido a cocinar para Clark?! ¡¿CÓMO CARAJOS SE ATREVÍA A COCINAR PARA CLARK?! ¿Cómo se atrevía a aprovecharse de su ausencia para insinuarsele a su alfa?


"No es tu alfa", se reprendió mentalmente.


-Oye, relájate, no es lo que crees-intervinó Steve, preocupado más que nada por el creciente brote de feromonas del otro-Tenía hambre y no pareció justo solo cocinar para mí, así que...


-¡Cierra la boca arrastrado! No estaba hablándo contigo.


Steve frunció el ceño. Ya estaba hartándose de los insultos de Bruce, y como volviera a llamarlo arrastrado, no se contendría de darle un puñetazo.


-Bruce, calma, Steve tiene razón, nosotros...


"¡¿Nosotros?! ¡¿Desde cuando hay un nosotros que involucre a ese rubio desabrido?!".


-¡No lo de defiendas maldito mentiroso! Debí saber que toda esa mierda de que te gustaba y estabas genuinamente interesado en mí era basura. ¡Eres un imbécil!-exclamó, apartándose del alfa-Y tú-señaló a Steve-Arrastrado, no quiero que vuelvas a acercarte a más de cinco metros de él o no respondo.


-¿Disculpa?-apretó los puños con ira, liberándo sin querer sus feromonas-¿Acaso Clark no es un adulto perfectamente capaz de cuidarse solo? Además, él me dijo que no eras su omega, ¿por qué tendría que hacerte caso?


-¡Porque te romperé el hocico si no lo haces!-gritó exhasperado.


-¡Deja de usar ese lenguaje en mi casa!-gritó avanzándo hacia el otro-¡Y ya basta de llamarme de arrastrado! Yo tengo pareja y, para tu información, soy fiel.


-¿Ah, sí ? Pues mira que eso se nota.


-¡No te permito que...


-¿Permites? Tú no me ordenas, rubio desabrido.


-¡¿Por qué no sólo admites que estás celoso?!


Tal acusación hizo que Bruce se paralizara en su lugar. Toda la ira y las ganas de moler a golpes al super soldado se esfumaron de golpe, dejándolo con la amarga sensación de haber hecho un escándalo por nada. No podía creerlo, de un momento a otro, su lado más primitivo y cavernícola había tomado el control y había saltado a defender a quien consideraba un buen candidato a alfa, literalmente lo había obligado a enfrascarse en una lucha contra otro omega para ganar la atención de dicho alfa, y si Clark no los hubiera separado, no se habría detenido hasta asegurarse de que el rubio ya no respiraba más.


"Maldita sea". ¿Cómo rayos lo había permitido? No tenía que haberse puesto así, Kent no era su alfa, y no debía importarle si éste decidía tomar por omega al rubio arrastrado y desabrido. Total, ¿qué más daba si le gustaban así?


Steve, por su parte, arqueó una ceja ante la falta de respuesta del murciélago, y antes de que pudiera preguntar, una alarma comenzó a sonar en la torre, alertándo al trío y sacándolos de su tensión.


-¿Qué sucede?-preguntó Bruce a la IA.


-Señor Wayne, el señor Stark se aproxima a toda velocidad a la torre,  y con la aceleración que lleva estará aquí en menos de cinco minutos.


-¿Tony?-exclamó Steve frunciendo el ceño-¿Qué hace aquí?


-Diablos, sólo eso me faltaba-bufó el omega-Clark-el alfa se irguió-El localizador. Está en el taller. Y pídele a JARVIS que te entregue la información que le pedí que almacenara.


-Entendido-respondió el kriptoniano, para luego cumplir la orden en un parpadeo-Listo.


Bruce asintió y miró la hora en su reloj. Aún quedaban un par de horas antes de que los primeros rayos de sol hicieran acto de presencia, así que tenían tiempo suficiente para desaparecer.


-Señor Wayne, el señor Stark está a dos minutos y medio de aquí.


-Salgan-ordenó Steve de pronto, adoptándo una postura rígida-Ahora.


-¿Qué?-exclamó Clark sin comprender el repentino cambio del rubio-Steve...


-Los veré afuera de la torre, pero dense prisa-dijo empujándolos hacia las escaleras del edificio.


-Pero...


-Largo.


El kriptoniano iba a protestar cuando de pronto se escuchó el eco de algo acercándose por los grandes ventanales que fungían con una pared del penthouse. Ese era el ruido que hacía la armadura de Ironman cuando se aproximaba a un lugar.


-¡Ya!


La pareja asintió y desapareció en los cientos de escalones que descendían al primer piso, mientras que Steve regresó sobre sus pasos rápidamente hacia su habitación para cambiarse la pijama y recoger su uniforme y su escudo. Fury le había dicho que esa misión era confidencial, y era su deber que así permaneciera, aún si tenía que ocultarselo a su pareja. Después de todo, lo último que necesitaban era asustar al público más de lo que ya estaba por la invasión chitauri.


Sin embargo, cuando regresó a la sala, se topó con la figura imponente de Tony en medio de ésta, observándolo con una frialdad tal que le causó escalofríos.


*********************************************************************


-Mi paciencia se agota, Lex-habló una voz fría y vacía como la de un robot.


El aludido tragó saliva, pero mantuvo en todo momento la tranquilidad. Si le daba el gusto a aquel súper alfa de flaquear, estaría muerto en un segundo. Se tomó de golpe el contenido de su vaso, y se paseó por su centro de operaciones fingiendo que revisaba el trabajo de sus empleados.


-En la dimensión en la que cayó el tiempo pasa de forma diferente, es, de alguna manera, lento. Es claro que las veinticuatro horas aquí fueron quizás dos minutos allá, no lo sé, no estoy ahí para determinar la relatividad del tiempo.


-No quiero excusas-amenazó el hombre de la pantalla-Teníamos un trato Lex, y si tú no cumples tu parte, yo no cumpliré con la mía, y peor aún, te arrancaré los sesos con mis propias manos por hacerme perder el tiempo.


-Como te dije antes, no es necesario recurrir a las amenazas.


-Cierto. Tal vez debería ir allí y enseñarte lo que significa cumplir con tu palabra.


-Si pudieras cruzar a mi dimensión no habrías recurrido a mi intelecto para construirte un ruta, ¿o me equivoco?


-No te pases de listo, Lex, quiero mi pago ahora o puedes sufrir del cáncer de Superman el resto de tu miserable vida.


-No eres la única forma de acabar con ese demonio.


-Pero si no fuera la más eficaz no habrías recurrido a mí.


-Escucha-pidió, atreviendose al fin a verlo-El trato sigue en pie, sólo dame más tiempo, sólo eso pido. Ya he reparado el portal y he creado un nuevo localizador...


-No pienso ayudarte hasta recibir mi recompensa.


-El tiempo se me agota.


-Naturalmente.


-No el que me has dado. La Liga de la Justicia ya ha empezado a investigar la desaparición de Superman, y se están acercándo a mí. Si no los eliminó ahora será demasiado tarde.


-Ese no es mi problema. No moveré un dedo por ti si no me das lo que quiero.


-Te he dado mi palabra de que lo haré.


-Creí que sabía que tu palabra vale nada para mí. No es como si no conociera tus trucos, Luthor, sé perfectamente que gozas de una lengua muy aguda y una ágil inteligencia.


-Deathstroke encontrara a Batman, lo juró, y cuando lo tenga...


Brrr brrr brrr, lo interrumpió el sonido de su intercomunicador.


-Disculpame un momento-dijo y se alejó lo suficiente para poder responder el llamado-Deathstroke, maldita sea, dime que ya lo tienes.


-No-respondió el otro-Deja de presionarme, Luthor, hablamos de Batman.


-¿Eso significa que volvió a escapar de ti?


Silencio.


-Debe ser una broma, mercernario de cuarta, debí saber que esto era demasiado para tí.


-La maldita perra usó un monstruo verde para burlarnos, no tienes idea de lo difícil que fué deshacernos de él. Pero tranquilo, lo encontraré, ya tengo una idea de a dónde pudo haber ido.


-Eso espero. Nuestro aliado está poniendose cada vez más pesado con la falta de cumplimiento del trato.


-¿Acaso no eres bueno persuadiendo a la gente? Sólo consiguenos un par de días más y lo tendrás.


-Lo máximo será un día.


-Necesito más, Luthor.


-¡Y yo necesito a Batman, Deathstroke! Apresuráte a capturarlo, o nuestro aliado lo hará por tí y no te gustará lo que hará contigo por incompetente.


-Si no estuvieras en otra dimensión ya te habría metido una bala en el cráneo-dijo cortándo la llamada.


Lex suspiró y se pasó los dedos por la cabeza buscándo serenarse. Volvió al centro de control y mostró su mejor sonrisa para disimular su estrés, ganándose una mirada penetrante por parte de su aliado.


-Sabes Lex, pensándolo bien, he decidido ser comprensivo contigo.


-Oh, ¿y a qué se debe tan repentino cambio? Si me permites preguntar.


-Me he dado cuenta que le he exigido a un mono erguirse, cuando eso claramente va más allá del límite de sus habilidades.


"Imbécil".


-Y por eso, decidí cobrar por mi mismo mi paga.


Lo que siguió a esa frase dejó sorprendido al alfa calvo. Si ese hombre no fuera en verdad la opción con más probabilidades de tener éxito, Lex ya lo habría traicionado.


Mientras tanto, en la otra dimensión, Deathstroke observaba la Torre Avengers desde otro edificio en medio de la noche. Tenía la ligera sospecha de que Batman estaba ocultándose ahí, después de todo, no había a quien más recurrir para hackear el localizador, y conocía lo suficiente al murciélago como para saber que, en las raras ocasiones en las que sabe que está siendo superado, siempre acude a otros héroes que sabe que pueden ayudarlo. Aún si no confía del todo en ellos.


-Bien, Metalmen-dijo a su equipo-En marcha.


*********************************************************************


-¡STEVEEE!


Entró rompiendo los ventanales y aterrizándo sobre los trozos de vidrio. Se retiró el casco de la armadura y examinó el lugar con la mirada.


No había nadie ahí.


-JARVIS, ¿dónde está Steve?


-En su habitación, señor.


-Gracias a Dios está bien-suspiró aliviado, para luego encaminarse a la habitación que compartía con el rubio con una sonrisa en sus labios.


Sonrisa que se borró una vez que se percató de algo. Olfateó el lugar y arrugó la nariz al percibir una mezcla extraña de aromas que no estaba cuando él se marchó. Frunció el ceño y puso especial atención a su panoráma.


"...acabo de ver a tu omega entrar a tu casa en compañía de un alfa y un omega..."


Lo primero que Tony notó fue, obviamente, el destacable nido que se alzaba en medio del círculo de sillones, ahí donde antes estaba la mesita de centro, y el que parecía ser la fuente del aroma de su omega. Era evidente que éste había estado ahí, pues había dejado su olor, pero lo que molestó y aterró al castaño fué darse cuenta de que, al menos en ese lugar, la mezcla de feromonas que inundaba su hogar, se reducía al olor a frutas y flores* de Steve, y a tierra húmeda y arboles de alguien más.


Un alfa. Un alfa que, sabía, no era Thor, sino alguien desconocido que había estado ahí, en el nido de su omega, junto a él, ¿pero por qué?


"...no quiero ni imaginarme las cosas que está haciendo Steve en el penthouse..."


Lo siguiente de lo que se percató fueron dos platos sucios reposándo en el lavamanos, los cuales, no deberían estar ahí. Al menos, no dos. Se adentró más en el departamento y aspiró profundo, detectándo con más claridad el tercer aroma que empañaba al de su pareja.


Se trataba de un encantador olor a menta y lavanda que, en lugar de mezclarse con el de Steve como lo hacía el olor a alfa, lo repelía, como sí se hubiera desatado un batalla entre dos omegas en su propia sala. Una para ganar la atención de un alfa. Quizá el alfa que había dormido en el nido de Steve.


Tony sintió como sus mejillas se calentaba con furia contenida, y como una ira indescriptible lo recorría de pies a cabeza, haciendolo rechinar los dientes y apretar los puños hasta hacer crujir tanto a la armadura como a sus nudillos. Gruñó inconscientemente y dejó escapar una explosión de sus propias feromonas como una advertencia de su rabia. Él había estado tan aterrado creyendo que su omega estaba en peligro, que esos malditos le estaban haciendo daño, incluso pensó que el maldito alfa lo estaba forzándo, ¿Y qué resulta? ¡¡Que el desgraciado de Steve sólo estaba divirtiendose en su propia casa!! ¡Anidándo para un alfa! ¡Luchándo por un alfa! ¡¡Viendole la cara de idiota mientras él de imbécil escapándose de sus responsabilidades por su omega!!


"Rodhey tenía razón", pensó. Escuchó pasos apresurados acercándose por el pasillo, y se volvió para encarar a Steve con la mirada más fría y severa que podía poner.


-¿Tony?-dijo el rubio, acercándose con pasos cautelosos-¿Qué haces aquí? Creí que estabas...-hizo amago de abrazarlo, pero el castaño gruñó y lo empujó para poner distancia entre ellos-¿Tony? ¿Qué sucede?


El millonario no le contestó al instante, sino que cruzó los brazos y recorrió el lugar con la mirada, para luego posarla en el rubio.


-¿Hay alguien más en casa?


La pregunta congeló momentáneamente al rubio, sobresaltándolo al pensar que el castaño sabía de Clark y Bruce, pero tranquilizándose al recordar que nadie, además de él y SHIELD, lo sabían.


-¿Qué? Claro que no, Tony, ¿por qué lo preguntas?


-Ah, ¿y por qué hay dos platos en el lavamanos? Según recuerdo, tú no estabas quedándote aquí.


Steve cerró los ojos. Había olvidado ese detalle.


-Invité a alguien-confesó, abriendo los ojos-Sé que habíamos quedado que no...


-¿A quién?-le cortó-¿A quién invitaste?


-A un amigo.


-Un amigo-asintió.


"...¿Y es una costumbre que Rogers deje entrar a sus amigos, especialmente nuevos, a tu casa sin avisarte?..."


-¿Y por qué no me avisaste?


-Porque me lo encontré por casualdiad en la calle y...teníamos mucho de que hablar, por eso se me olvidó hacerlo.


-Curioso. A tí nunca se te olvida nada.


-No soy perfecto, Tony.


-Sí, lo sé-dijo entre dientes, desconcertándo al rubio-¿Cómo se llama tu amigo?


-Clark.


-Ah. No recuerdo que me hablaras de él.


-Lo conocí recientemente.


-¿Y tenían mucho de qué hablar precisamente esta noche? Waw.


Rogers se reprendió mentalmente por no saber mentir.


-Tony...


-¿Por qué me mientes?


-¿Qué?


Los ojos del omega más alto se abrieron con temor. ¿Acaso Tony lo había descubierto? ¿Tan malo era hasta para mantener la confidencialidad de sus misiones?


-¿Por qué mientes Steve?-espetó el castaño de nuevo.


-No miento-respondió, pensándo en negarlo todo.


-Entonces, explícame, ¿por qué tu nido está impregnado con el aroma de un alfa? ¿O por qué todo el maldito departamento apesta a feromonas de omegas en competencia?


Steve volvió a reprenderse. Con todo eso, no se había percatado de la mezcla de aromas que inundaba el departamento, y al aspirar, pudo comprobar que efectivamente apestaba a alfa y a omegas en competencia. Su propio nido despedía una poderosa mezcla de Clark y él, y todo porque el alíenigena se había quedado a dormir ahí sin preguntarle. Miró a Tony dispuesto inventar una buena excusa, pero en cuanto lo hizo, sintió una terrible punzada oprimiendole el pecho al ver el inmenso dolor que reflejaban sus ojos, las lágrimas acumuladas pero sin derramar, y la increíble rabia que las feromonas del castaño denotaban. Fué entonces que su cerebro hizo click y entendió lo que sucedía.


Tony creía que lo estaba engañándo, que había anidado para un alfa, y que había peleado contra otro omega por ese alfa.


-Tony...-dijo con cautela-Sé lo que piensas, pero te juro que yo no...


-¿Me juras?-lo interrumpió, casi escupiendo las palabras-¡¿Me juras? ¡¿Cómo me juraste que me amabas?! ¡¿Qué yo era el único?! ¡¿Que estabas feliz con saberte enfermo si podías estar conmigo?!


-Tony, escucháme...-intentó abrazarlo, pero fué nuevamente rechazado.


-¡NO!


-¡No es lo que crees!


-¿Ah, no? ¡¿Y qué es?!


Rogers enmudeció. Quería, en verdad, quería explicarle que lo amaba, que nunca le sería infiel, que todo era n mal entendido, pero no encontraba las palabras para hacerlo. Ni siquiera podía pensar en una excusa creíble para justificar sus acciones, si no había convencido siquiera a Bruce de que en ningún momento planeó aparearse con su alfa al construir el nido, y él sabía la situación, ¿Cómo iba a convencer a Tony de su inocencia?


-¡Estoy esperándo, Rogers!


-Te amo-dijo desesperado-Te juro que te amo, Tony, todo esto es un mal entendido. Entre Clark y o no hay nada.


-Ajá, ¿Y acaso anidas para todos tus amigos? ¿A Barnes también le construías nidos? ¡¿A Nat?! ¡¿A Bruce? !


-¡No! ¡Te juro que no!


-¡¡Ya no me jures nada!! ¡No te creo maldito mentiroso!


-Tony, por favor, no es lo crees.


-¡Deja de mentirme!-gritó empujándolo con todas sus fuerzas-Anidas para un alfa, te revuelcas con él y luchas por él, ¿y luego te atreves a intentar tocarme? ¿A hablarme con ternura y jurarme amor eterno sabiendo lo que hiciste? ¡Eres un grandísimo cerdo arrastrado!


-¡Jamás te he sido infiel, Tony!-explotó, rompiendo en llanto a la par del aludido-¡¿Es que no confías en mí?! Todo esto tiene una explicación, pero no puedo dartela ahora.


-¡¡No me salgas con excusas baratas Rogers!!


-¡Estoy diciendo la verdad! Por favor, créeme.


-Ya cometí ese error una vez, y mira-señaló el nido-¡Mira lo que ganó por confíar en ti! Mentiras, infidelidad, dolor, y más mentiras. ¡No necesito más pruebas para saber que me has visto la cara de imbécil todo este tiempo! Y yo de estúpido que te creí, que te entregué todo de mí, que te amé, que te apoyé, que me preocupé por tí, que te defendí incluso cuando mi mejor amigo insistió hasta el infinito que me engañabas, ¡¿y así me pagas?! ¡Encima en mi propia casa!


-¡Escucháme por favor!


-¡No! Ya no te creo nada, zorra. ¿Te gusta que te follen, no? ¡Bien! ¡Entonces lárgate con ese alfa para el que anidaste y no vuelvas nunca!-gritó, señalándo el ascensor.


Steve se paralizó al escucharlo. Un nudo muy grueso se formó en su garganta y más lágrimas se desbordaron de sus ojos. Esto no podía estar pasando, Tony no podía estar echándolo de su vida, no podía dejarlo a su suerte ahora que más lo necesitaba para hacer frente a las pesadillas que lo atormentaban, y a la terrible culpa que sentía por haber lastimado a Thor.


-No...-murmuró, sollozándo y negándo con la cabeza.


-¡Lárgate!


Al carajo con todo, de ninguna manera iba a perder a Tony.


-Tony, escucháme, Fury me dió una misión, Clark y Bruce no son de esta realidad, y por eso me envió a capturarlos, pero escaparon de SHIELD y me obligaron a traerlos a la torre para usar el taller, y...


-¡¿Los dejaste entrar mi taller?! Sólo eso faltaba, Rogers.


-Sí, lo hice, pero...


-¡Lárgate de mi casa!-ordenó-¡Ahora Steven!


-¡No, por favor, Tony, créeme!


-¡Largo!-volvió a señalar el ascensor.


-Tony...


-¡¡LÁRGATE ROGERS!!-gritó, pero al ver que el omega no se movía, lo tomó del brazo y lo arrastró al ascensor.


-Tony, por favor-suplicaba intentándo soltarse.


-¡No!


-¡Tony!


-¡Vete!


-Tony, por dios, confía en mí, te lo suplico.


-¡Ya vete, Steve!


Y lo arrojó dentro del compartimento. Steve intentó salir, pero las puertas se cerraron de inmediato y el elevador comenzó a bajar.


-¡Tonyyyy! ¡JARVIS, lleváme arriba!


-Lo siento Capitán, pero el señor Stark ha restringido su entrada.


-¡Haz algo!


-Temo que está fuera de mis capacidades.


-¡JARVIS!-reclamó, golpeando las puertas metálicas.


-Lo siento, señor.


Steve gruñó y siguió golpeándo el metal hasta que sus nudillos sangraron, para luego, sentarse en el rincón, esconder su rostro en sus rodillas y dar rienda suelta a su llanto. No le importó que el ascensor ya hubiera llegado a su destino.


*********************************************************************


-¿Encontraste algo?-preguntó una voz conocida ingresándo a su fortaleza.


Bárbara vió a Dick por el reflejo de la pantalla, y suspiró. Realmente había esperado no tener que tratar demasiado con él después de que su relación fracasara, pero ahora era necesario si querían salvar a los grandes de donde sea que hayan terminado, y no podía quejarse de eso.


-Sí-respondió, tecleándo rápido en su computadora.


En esos tres meses habían descubierto que los laboratorios de LexCorp estaban trabajando en un proyecto clandestino denominado Proyecto Convergencia, cuyo propósito era establecer contacto con dimensiones alternas. La primera fase consistió en abrir ventanas a otras realidades, lo cual, Lex consiguió con una súper computadora que le ayudó a estudiar dichas realidades sin interferir en ellas. De esa forma, había logrado hacer contacto directo con alguien de otro universo al que denominaba Sujeto 0, y Oracle y Nightwing sospechaban que había sido ese individuo quien le brindó a Luthor el conocimiento que le faltaba para su portal interdimensional.


Algo que confirmaron al hackear los planos de la máquina y descubrir que mucho de lo que la componía no pertenecía a su tiempo.


¿Quién era el Sujeto 0? ¿Por qué ayudaba a Lex? ¿Y para qué? No lo sabían aún, pero tenían claro una cosa, necesitaban de ese portal para traer de regreso a Batman y a Superman, quienes, según el Doctor Magnus, habían terminado varados en alguna otra dimensión durante su enfrentamiento con Lex. Y aunque ni Dick ni Bárbara creían de todo que quisiera ayudarlos considerándo lo fácil que había sido sacarle esa información, justo en ese momento no tenían muchas opciones. Luthor era de cuidado, un hombre extremadamente cauteloso que sabía moverse en las sombras casi también como el mismo Batman, y ya habían perdido mucho tiempo investigándo por su cuenta. Magnus era su única salida.


Razón por la que habían pasado lo últimos días intentándo averiguar en dónde Lex escondía el portal. Se habían enterado, dos días atrás, que usaba un barco en el muelle de Gótica, pero no habían encontrado el nombre de dicho barco.


Hasta ahora.


-El barco se llama Leviathan*, y está registrado bajo una compañía de libro negro en el Caribe-mostró los planos en la pantalla.


-Eso será un problema para relacionar sus operaciones ilícitas con Luthor.


-Descuida, yo puedo arreglar eso.


-Bien-asintió el primer Robin-Llamaré a Zatanna e informaré a la Liga.


-De acuerdo-concilió sin despegar la mirada de la computadora-Mientras tanto, veré si puedo infiltrarme en su red.


-De acuerdo-dijo el omega, girándo para marcharse de la ahí.


Sólo esperaban que no fuera demasiado tarde para su mentor y Superman, bien sabían que no todas las dimensiones eran habitables, y si habían caído en una de ellas, los más seguro era que había sobrevivido por era tanto tiempo. O lo que ellos creían que era mucho tiempo.


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Ya lo había dicho una vez, y se lo repetía, no cabía duda de que había cosas que escapaban a su entendimiento. Cuestiones que, quizá, era mejor no comprender.


-¿E-Está todo bien?-preguntó el alfa interdimensional.


Pero el omega al que se había dirigido no respondió. En cambio, aumentó sus sollozos y, sin dirigirles la mirada a ninguno, abordó la miniban* que habían robado.


-Sabes que no lo está-dijo el otro omega-Andando.


La pareja subió también al auto y éste arrancó casi al instante, sin percartarse del hombre que los había estado observando desde la oscuridad del estacionamiento.


-Interesante-dijo retirándose los lentes oscuros.


Había llegado ahí influenciado por una fuerza superior que echó a andar sus pies sin que él pudiera impedirlo, y durante el trayecto, había intentado convencerse de que sólo buscaba la ayuda de su mejor agente para rastrear al omega llamado Bruce y recuperarlo, sin embargo, que la pareja que debía capturar le haya leído la mente había sido una sorpresa, y toparse, aunque de lejos, con quien su instinto alfa reconocía como un buen omega, había sido una casualidad que a cualquiera habría asustado.


Pero a él no, a sus ojos, su lado alfa sólo lo había reunido con su potencial pareja, atraído de alguna forma por sus feromonas.


Después de todo, ¿quién sabía en realidad como funcionaba la dinámica de Alfa/Omega? Tal enlace seguía siendo un misterio aún para la ciencia moderna.


-Hill-llamó por su intercomunicador.


-¿Señor?-le respondieron por la misma vía.


-Estaré fuera del radar por varias horas. Dejo el resto en sus manos.


-Entendido, señor.


Y cortó. Caminó tranquilamente hacia su propio auto y se dispuso a seguir a la miniban. De ninguna manera iba a dejar que su omega se escapara.


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