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127. Cuidando a I.N. (35) por dayanstyle

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Después de hablar con su hermano, finalmente Felix sintió como si pudiera relajarse. I.N. no estaba en peligro inminente, y los dos que lo cuidaban, realmente parecían ser buenos hombres.

Se sentó de nuevo en el sofá, fascinado con la televisión. Seguía haciendo clic en el mando a distancia –zapping, como Hyun Jin lo llamaba– empapándose de todo lo que veía y escuchaba. Este era el mejor invento, junto con los móviles. También había disfrutado de la pizza que Hyun Jin había hecho. Chico, se había perdido mucho. Y planeaba disfrutar mucho más, de lo que este mundo moderno tenía para ofrecer.

El mando a distancia cayó de su mano, cuando Hyun Jin entró a la sala de estar, con el culo al aire, caminando más allá de él, como si no estuviese desnudo. —¿Sediento?

Escuchó la pregunta, pero fue incapaz de alejar los ojos del cuerpo de Hyun Jin. Su polla revivió, mientras miraba boquiabierto la parte trasera de su pareja – una parte trasera en la que quería hundir sus  dientes. Entonces, sus ojos vagaron hacia la polla de Hyun Jin. La maldita cosa, tenía que ser de un kilómetro de larga y tan gruesa como su brazo.

No realmente, pero era bastante grande y gruesa. Su culo se contrajo ante la idea de Hyun Jin poniendo su polla en su interior. Ni siquiera estaba seguro de que encajara.

—Yo… uh… no tengo hambre. —Se lamió los labios, muriéndose por probar esa agradable y regordeta polla. Había escuchado a otros chicos en el pueblo, hablar sobre sexo, algunas veces con gran detalle. Un chico en particular, parecía ser demasiado aficionado a chupar pollas, y no estaba avergonzado por dejar que sus amigos lo supieran.

Él, realmente no era amigo de nadie. Simplemente les había escuchado. Nunca sintió como si en verdad encajara, y la mayoría de los chicos de su edad, lo ignoraban. Eso hizo que su infancia fuera difícil, pero no le había molestado demasiado, porque tenía al bosque y había jugado con las criaturas.

Su mejor amigo había sido una ardilla. ¿Qué tan triste era eso? Hyun Jin se rio entre dientes. —Eso no fue lo que pregunté.

 

Por difícil que fuese, apartó los ojos de la polla de Hyun Jin y se obligó a mirar los ojos grises de su pareja. Ojos seductores. Eran ahumados y oscuros, incluso atractivos, atrayéndolo, mientras caía en ellos. 

—¿Huh?

Cambiando de rumbo, Hyun Jin se dirigió hacia el sofá. Se quedó de pie delante de él, tenía polla de su pareja justo en su rostro. Sus ojos descendieron y pudo ver de cerca la tentadora pieza de carne.

—Pregunté si estabas sediento.

Era como si una enorme serpiente, lo estuviera mirando fijamente. La endurecida polla de Hyun Jin sobresalía hacia él, mirándolo fijamente a los ojos. —No quiero salir.

¿Por qué su cerebro no funcionaba? Había escuchado la pregunta de su pareja, pero la respuesta seguía saliendo errónea. Se deslizó más cerca del borde del sofá, y se arriesgó. En lugar de corregir su respuesta, sacó la lengua, deslizando la punta del húmedo apéndice en la cabeza de la polla de Hyun Jin.

—Mierda—Este siseó, pero mantuvo los brazos colgando a los costados. No movió un músculo, cuando lo lamió de nuevo. El sabor  era fuerte, potente y un poco salado. Chasqueó los labios, intentando decidir si le gustaba cómo sabía su pareja.

—Puedes tener otra cata, hermoso—Hyun Jin le pasó los dedos por la concha de la oreja, yendo hacia la punta. Como en todos los elfos, este era un lugar sensible, haciéndolo gemir, mientras inclinaba la cabeza hacia los lados, animando a Hyun Jin para que lo hiciera de nuevo.

Y lo hizo, haciendo que su polla regresara por completo a la vida. Metió la mano en sus pantalones y la enroscó alrededor de su dureza, apretando, mientras tomaba la cabeza del eje de Hyun Jin en su boca. No tenía idea de lo que estaba haciendo, y no le importaba. Había decidido que le gustaba lo maravilloso que sabía Hyun Jin, y quería más.

—Cuidado con los dientes—Hyun Jin retrocedió ligeramente. —No son amigos de la carne sensible, corazón.

Hyun Jin jugó con su cabello, le acarició el rostro y le deslizó los dedos a lo largo de la mandíbula, mientras él lamia arriba y abajo la polla de su pareja, aun apretando la suya propia, mientras palpitaba en su mano. Se había acariciad, hasta llegar al orgasmo varias veces –y afortunadamente no se había quedado ciego como algunas mujeres en el pueblo habían advertido a los hombres más jóvenes. 

 

Su vista era perfecta, cuando vio fijamente los vellos en la ingle de Hyun Jin. Eran oscuros y duros, pero de corte medio. Lo tragó, hasta que los vellos le hicieron cosquillas en la nariz, pero sintió náuseas y tuvo que retirarse.

Sus ojos se humedecieron, mientras tragaba repetidamente. Chupar pollas no era tan celestial como los hombres de su tribu le habían llevado a creer.

—No te vayas a ahogar con el hueso —advirtió Hyun Jin. —Tómate tu tiempo, relájate y explora.

Levantó los ojos hacia su pareja. —Es fácil para ti decirlo. No eres el que está intentando tragar un enorme pedazo de carne.

Hyun Jin estalló en carcajadas. El sonido lo envolvió, como una cálida caricia y también lo hizo sonreír. Le gustaba el hecho, de que el jaguar fuese fácil de tratar. Hacía que fuese divertido estar con él.

—Tú comenzaste esto, ahora, no vayas a dejarme colgado—Le dio una palmadita en la cabeza. Cuando levantó los ojos, Hyun Jin le guiñó uno. —Adelante, inténtalo de nuevo.

Exhalando un suspiro, lo intentó de nuevo, esta vez teniendo  cuidado de no sentir náuseas. Hyun Jin agarró la base de su polla, restando centímetros, mientras se acariciaba lentamente. Dejó ir su propia polla y colocó las manos en los musculosos muslos de su pareja, para hacer palanca, mientras meneaba su cabeza, utilizando la lengua para golpear la dura y cálida piel de Hyun Jin.

—Oh, sí. Eso es, bebé. Justo así—Se sorprendió cuando un ronroneo retumbó en el pecho de Hyun Jin. Lo había considerado un suave osito de peluche, pero no era nada más que un gato grande y juguetón.

Hyun Jin utilizó su otra mano para frotarle el cabello. Su pareja parecía amarlo, y él amaba que jugara con él. Incluso, tiró suavemente, enviando escalofríos de placer a través de él.

—Te dije que era táctil—Ronroneó de nuevo. —Sólo espera hasta que estés debajo de mí, y luego verás lo mucho que amo la piel. —Sus dedos le apretaron el cabello. —Ahora mismo, amo mucho tus labios. Y esa lengua es malditamente perversa.

Alentado, chupó la cabeza, utilizando su perversa lengua para sorber el pre-semen. El puño de Hyun Jin se movió más rápido, para que chupara más fuerte.

—Vamos… córrete—Hyun Jin siseó. —Estoy… justo… ahí.

 

Sintió la polla de su pareja palpitar en su boca, cuando el semen se disparó en el fondo de su garganta. Tanto como quería todo el esperma de Hyun Jin, tosió, incapaz de manejar todo. Hyun Jin salió de su boca, su semen cayó sobre su mejilla, mientras el jaguar gemía.

Hyun Jin dio un paso hacia atrás, sus ojos eran intensos cuando los bajó, para mirarlo fijamente. —Esa fue la primera ronda, hermoso.

No estaba seguro de lo que estaba pasando, cuando Hyun Jin se alejó. ¿Había hecho algo mal? Comenzó a preocuparse de que hubiera estropeado las cosas, hasta que Hyun Jin regresó, con un tubo en su mano. —Necesitaremos esto, así puedo entrar en ti, sin hacerte daño.

—Hablas, como si no supiera lo que estoy haciendo—No le había dicho a su pareja que era virgen, pero por la manera en que Hyun Jin hablaba, asumió que lo era. ¿Era tan transparente? No quería parecer inexperimentado. Hyun Jin parecía un hombre de mundo, y  él quería parecer como si también lo fuese.

—Cariño, puedo detectar a un virgen a un kilómetro de distancia— Hyun Jin lo levantó del sofá. —Ahora, desnúdate, así puedo reclamar ese hermoso culo tuyo.                                                                                           

—No soy virgen—Intentó sonar indignado, pero falló miserablemente, cuando su voz tembló, igual que sus manos. Se quitó los pantalones, dejándolos a un lado, tomándose su tiempo. Cuando intentó quitarse la camisa, sus brazos se enredaron y tiró de su cabello. —¡Ow!

Hyun Jin lo ayudó a quitarse la camisa, con una sonrisa en su maravilloso rostro, pero no se burló de él. En su lugar, Hyun Jin lo tumbó en el sofá, acurrucándose a su lado. Pensó que su pareja, iría directo al grano, pero simplemente se tumbó allí, rozando el pecho, costado, la cadera y la pierna de Felix, con su fornida mano. El toque de su pareja, le puso la piel de gallina.

—Ahora, esa es la clase de respuesta que me gusta ver —susurró Hyun Jin en su oído. —Podría quedarme aquí y acariciarte toda la noche.

Dios, esperaba que no. Por mucho que disfrutara de lo que Hyun Jin estaba haciendo, quería sexo, travieso, tentador y explosivo sexo.

Sentía el tirón de pareja, con la profunda conexión con Hyun Jin, y él quería ser reclamado por el jaguar, ser poseído por él.

 

 

No sólo porque no tuviera a donde ir, y no porque necesitara un lugar seguro para criar a I.N..  Sino porque quería una conexión incluso más profunda con Hyun Jin. Su padre le había lo especial que era una pareja, cómo había sentido a su madre, en lo profundo de su alma. Rápidamente, aparto de golpe esos pensamientos. No había manera de que llorara, cuando estaba intentando mover el esqueleto.

Su corazón golpeó contra sus costillas, cuando Hyun Jin tomó el tubo. La palabra —Lubricante— estaba en un lado. Él había soñado con encontrar a su pareja, después de que su padre hubiera explicado lo qué era una. Había esperado este momento.

Pero ahora que estaba aquí, estaba temblando como loco y maldijo sus destrozados nervios. Hyun Jin no pareció notarlo, o lo hizo y no dijo nada. Simplemente arrojó el tubo a un lado y le deslizó la mano entre sus nalgas, haciendo círculos con sus dedos alrededor de su fruncido agujero.

Se mordió el labio, cuando uno de los gruesos dedos de Hyun Jin le atravesó. Su pareja besó a lo largo de su cuello, haciendo ese sensual sonido de ronroneo, ayudándolo a que se concentrara en algo más que el ardiente dolor.

Hyun Jin lo convenció, para que se tumbara sobre su pecho.

Voluntariamente, puso sus rodillas a ambos lados de las caderas de Hyun Jin. Apretó su polla en la cintura de este, gimiendo cuando la quemadura se convirtió en placer.

Si así era como se sentía el sexo, estaba dentro. Hyun Jin lo arrastro hacia él, capturando sus labios cuando insertó otro dedo, haciendo que la quemazón regresara. Sacudió su trasero, intentando ajustarse a la nueva circunferencia, mientras Hyun Jin le barría el interior de la boca, con su lengua. Cuando deslizó un tercer dedo en el interior, mordió el labio inferior de Hyun Jin, jadeando en el beso.

De acuerdo, quizás no estuviese tan dentro del sexo como hubiera pensado, porque maldición, los dedos de Hyun Jin hacían daño. Lo estiraban demasiado y si sus dedos se sentían de esa manera,

—Tus dedos son demasiado grandes —gimió, contra la boca de Hyun Jin. —Sólo respira, hermoso—dijo Hyun Jin. —Lo prometo, se pondrá mejor.

No lo consoló mucho, la promesa de Hyun Jin. Desde donde se encontraba, el dolor era demasiado real. Seguía moviéndose, intentando hacer todo lo posible por adaptarse, pero sin importar cuanto se moviera, esos dedos hacían daño.

Entonces se desvaneció, y sintió la roma cabeza de la polla de Hyun Jin presionando contra su punzante agujero. Respiró profundamente, justo antes de que su pareja empujara profundo en su interior.

—¡Maldición! —Clavó las uñas en el pecho de Hyun Jin. Pero su pareja no se quedó quieto. Comenzó a moverse, y su dolor se transformó en un placer más allá de cualquier cosa que hubiera experimentado antes.

Tocó el cielo, cuando Hyun Jin agarró sus caderas, empujando hacia arriba, persiguiendo sus labios con los suyos.

Buen Dios. En serio que había muerto he ido al cielo, cuando la polla de Hyun Jin rozó una parte de su culo, que le hizo querer babear. Fue como ser sacudido por dentro, mientras Hyun Jin golpeaba su polla profundamente en su agujero.

Y sus manos estaban en todas partes, tocándole la espalda, sus hombros, muslos y en todas partes, mientras ronroneaba, mirándolo fijamente a los ojos.

—Mi pareja. —Los grises ojos de Hyun Jin estaban oscuros de hambre.

—No puedo creer que realmente te encontrara.                                             

Sintió su vínculo profundamente, cuando besó a lo largo de la firme mandíbula de Hyun Jin. Entonces su pareja se dobló, colocándolo sobre su espalda, con la polla aún profundamente en su interior.

Hyun Jin soltó un bajo y ahogado gruñido, mientras le enganchaba las piernas sobre sus brazos, separándolas aún más, mientras empujaba con más fuerza. —Déjame saber, si te estoy haciendo daño.

—Dios no—Sacudió la cabeza hacia adelante y hacia atrás, arañando los bíceps de Hyun Jin, tirando de la parte inferior de su cuerpo hacia arriba, para reunirse con los golpes de su pareja. —Te sientes demasiado bien en mi interior.

Su pareja le besó en los párpados, y luego en su frente.

Frunció el ceño. —No soy tu hermano. Puedes besarme en los labios.

Hyun Jin se rio entre dientes. —Confía en mí, si estuviésemos relacionados, definitivamente no estaríamos haciendo esto.

Gritó, cuando la polla de su pareja rozó ese punto de nuevo. Sus bolas estaban pesadas y fueron atraídas cerca de su cuerpo, como si dedos de placer se envolvieran alrededor de su columna vertebral. —Quiero sentir tu culo apretando fuerte alrededor de mi polla— gruñó Hyun Jin en su oído, antes de olfatear a lo largo de su hombro. Se estremeció, cuando su pareja lamió su piel, pellizcándole en broma.

Su orgasmo se acercaba, y estaba preparado para caer por el borde, pero Hyun Jin dejó de moverse.

—Aún no—Negó con la cabeza. ¿El hombre era un sádico? ¿Por qué lo estaba torturando a propósito? Pero, no dijo una palabra mientras yacía ahí jadeando, sus piernas envueltas alrededor de la cintura de Hyun Jin. Sentí la dura polla de su pareja y le dio la bienvenida en su interior, cuando Hyun Jin inhaló su aroma.

—Mío —dijo Hyun Jin, antes de que hundiera sus caninos, en el hombro. Gritó, su orgasmo lo atravesaba, cuando Hyun Jin comenzó a embestirle, gruñendo en su hombro. Si había pensado que los dedos de su pareja se habían sentido maravillosos, eso no fue nada comparado con lo que estaba sintiendo ahora.

Se resistió bajo Hyun Jin, el placer amenazando con ahogarle, mientras clavaba los dedos profundamente en los brazos de su pareja. Hyun Jin gruñó de nuevo, cuando su polla pulsó en el interior de su culo. Hyun Jin extrajo sus dientes, balanceándose lentamente en su interior.  —Ahora, estás vinculado a mí, hermoso.

Yació allí, parpadeando hacia su pareja, intentado concentrarse, mientras jadeaba en busca de aire. Debería haber estado repleto de felicidad, pero pensamientos sobre One entraron en su mente.

Si el líder averiguara sobre Hyun Jin, su pareja sería añadida a la lista negra de este.

Envolvió sus brazos alrededor de Hyun Jin, sujetándole con fuerza cuando su pareja se retiró de él lentamente. Su vínculo ahora era irrompible, y no quería pensar en One estando  cerca de Hyun Jin.

Girándose hacia un lado, Hyun Jin se colocó detrás de él y se acurruco a su alrededor, acercándolo. Comenzó a acariciarlo, sus ronroneos tranquilizando sus temores.

—¿Preparado para ver una película? —Hyun Jin se inclinó sobre él y recuperó el mando a distancia, y permitió que su pareja le distrajera de sus aterradores pensamientos.

 

 

Podría acostumbrarse a esto. Realmente podría. Se sentía a salvo y cálido enroscado en los brazos de su pareja, y le hizo olvidar su inminente problema, mientras la tormenta continuaba rugiendo en el exterior.

Pero pronto la esta se calmaría, y no había manera de que One permitiera que I.N. o él vivieran.

 

continuará..


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