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127. Cuidando a I.N. (35) por dayanstyle

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Hyun Jin dio la vuelta, arrastrando a Felix cerca. Acarició el cuello de su compañero, agradecido de que todo había funcionado. Pensó en cómo él había perdido a Jofiel, y cómo Felix había perdido a sus padres.

Pero esto era un nuevo capítulo en sus vidas, y planeaba ser muy feliz. No sería fácil. No cuando I.N. era un poderoso elfo. Habría algunos que querrían el poder, intentarían quitarles a I.N., pero  él trataría de evitarlo.

—Me gusta esta cama —dijo la Felix, mientras bostezaba. —Pero no me olvido de tu cabaña.

—Estaremos allí muy pronto—, besó el hombro desnudo de Felix. —Pero Jongin nos invitó a la cena de Acción de Gracias, y puesto que ya estamos aquí...

Felix se rió entre dientes, mientras se daba la vuelta. —Puede ser, que también disfrutas de las fiestas.                                                       

Le dio un pequeño gruñido. —Voy a disfrutar de mi propia fiesta, en este momento.

Felix gritó y luego se rió, cuando tiro a su compañero debajo de él, mordiendo su cuello. Su risa se convirtió en gemidos, cuando  cerró los dedos alrededor del pene de Felix, acariciando la carne dura.

—¡Disfrútame! —Felix se retorcía debajo de él.

Revisó la mesita de noche, y estaba agradecido de que había una botella de lubricante en el interior. Supuso que ayudaba a que la casa estaba llena de hombres, que probablemente, tenían el material escondido en todas partes.

El remojo sus dedos, luego deslizó dos en el interior del apretado agujero de Felix. —Voy a rellenar el pavo.

Felix se echó a reír. —Puedes retirar esa broma.

Arqueó una ceja. —¿Así de mal?

—Muy mal —dijo Felix. Movió su trasero, con los dedos de Hyun Jin, mientras agarraba sus brazos.

Todavía lo sorprendía haber encontrado a su compañero, que el destino le había dado una razón para sonreír de nuevo. 

Pensó que iba a pasar el resto de su vida solo, que no haría más que pasar contentándose con su trabajo. Pero ahora tenía alguien a quien amar, alguien que hacia palpitar su corazón.

—Te necesito —Felix lo besó a lo largo de la mandíbula.

—Me tienes, hermoso—Y añadió un tercer dedo, capturando los labios de Felix. —Siempre me tendrás.

Libero sus dedos y lubrico su pene, antes de que conducirse al fondo del culo de su compañero. Gruño entre dientes, ante el calor apretado, Felix le deslizó las piernas alrededor de la cintura.

Fue lento, acariciando el cuerpo de Felix, tocando cada pulgada de piel expuesta. Ronroneó, mientras lamía el cuello de este, empujándole su pene dentro. Este hombre, era ahora, su mundo entero. Nunca se había sentido tan conectado a nadie en su vida, y estaba más que agradecido de que One no hubiera salido victorioso con sus planes. No podía imaginar su vida sin Felix en ella.

Se echó hacia atrás y empujó las piernas de Felix hacia adelante. Golpeo con fuerza en el cuerpo de su compañero, incapaz de tomar las cosas con calma. El sexo con Felix era una prueba para su voluntad  y en este momento la voluntad estaba fallando. Él quería que esto durara toda la mañana, pero su jaguar tenía otros planes. Quería conquistar, mirar a Felix desmoronarse, dándole al elfo tanto placer como fuera posible.

—¡Oh diablos! —Felix arqueó su espalda, gritando, mientras su semen brotó sobre su pecho y golpeó la barbilla. Su culo apretado, sujetándole el pene, estimulándolo.

Soltó las piernas de Felix y cubrió a su compañero, el esperma de este hizo su piel resbaladiza, cuando hundió sus colmillos en el hombro de su compañero. Gruñó, mientras cubrió a su elfo, empujo en su agujero, desesperado por su propia liberación.

Felix debajo de él se resistió. Deslizó sus caninos, lamió la herida, luego enterró su polla, mientras se acercaba. Su pulso latía en sus oídos, mientras bañaba el canal de su compañero con su semilla.

Ambos jadeaban pesadamente, mientras salía de Felix. Dio a su compañero un beso. —¿Qué tal una película?

Felix se humedeció los labios, mientras parpadeaba repetidamente.

 

—¿Qué tal un poco de descanso?

Se rió entre dientes. Cuando Felix lo miró, movió sus cejas.

—¿Qué hay de una segunda ronda?

Su compañero gritó y trató de escapar, pero fue más rápido, agarrándolo por la cintura y arrastrándolo hacia abajo. Se enroscó alrededor del elfo, acariciando su cuello. —Está bien, puedes descansar. Te voy a dar una hora. Después de eso, todas las apuestas están hechas.

Felix se rió. —Vaya, gracias.

Nunca se había sentido más feliz. —De nada, hermoso.

Pero no fue Felix quien se durmió. En segundos, estaba noqueado.

 

Felix bajó por el maravilloso olor de la comida y el sonido de los  chillidos de la risa de I.N.. Inclinó la cabeza hacia un lado, preguntándose lo que su hermano estaba haciendo. Siguiendo el sonido, se encontró con I.N. en el estudio con Luhan, y otros dos chicos. Estaban jugando un videojuego.

—Hey, Felix —dijo Luhan. —Ellos son Heechul y Key.

Miro a Key de arriba y a abajo. Nunca antes había visto a nadie con tantas perforaciones o cadenas, que colgaban de sus pantalones.

—Hola.

—No dejes que su apariencia te asuste —dijo Heechul.—Mi hermano es el chico más dulce, aunque él no  lo admita.

¿Hermanos? Se veían como la noche y el día.

—¡Voy a estrellarte contra el suelo! —I.N. dijo, mientras rebotaba en el sofá, con controlador en mano.—¡Come mi polvo!

Una de sus cejas se alzó. —¿I.N.?

—Yo no le enseñe eso—Luhan se defendió rápidamente. —Seis Veranos, parece tener una propia enérgica personalidad.

—Una que coincide con la suya —dijo Heechul. —Es como ver un miniLuhan en acción.

Cruzando los brazos, se apoyó en el marco de la puerta.

—Él era dulce e inocente, antes de venir aquí.

—Eso era, porque no tenía a nadie con quien hablar —dijo Luhan, con una amplia sonrisa.

—Oh, ¿piensas que vas a atropellarme de nuevo?—I.N. dijo a la televisión. —No lo creo. Mira como huyo de ti.

El personaje de I.N., era un hombre pequeño, y huía de una cabra que conducía un coche. Rodó los ojos.

—Tú lo has corrompido.

—Eso es lo que mejor que sabe hacer Luhan —Key sonrió. —No tuvo ninguna oportunidad, una vez que Luhan lo encontró.

En verdad, le encantó ver a I.N. tan feliz. Tal vez, Luhan sería la niñera perfecta, para las ocasiones en las que Hyun Jin y él, necesitaban un tiempo a solas.

—Después de esto —le dijo Luhan a I.N.. —Podemos ir a tomar algunos bocadillos, de la habitación de Baekhyun.

         I.N. sonrió. —Sólo si Wolfie viene.                                                            

Bueno, tal vez él no era la niñera perfecta.

Sonrió y se sintió todo pegajoso en su interior, cuando Hyun Jin se acercó detrás de él y deslizó los brazos alrededor de su cintura.

—Veo que encaja bien —dijo Hyun Jin.

—¡No no!—Gritó I.N.. —¡No me atropelles, Sr. cabra! —Se volvió en los brazos de Hyun Jin. —No es el único que se está ajustando a su nueva vida.

—Dejo de soplar el viento —Hyun Jin lo besó. —Después de la cena, podríamos volver a casa para un tiempo más de acurrucarse.

Quería todo eso. Le dio un beso a Hyun Jin. —Está bien, eso suena celestial.

Un carraspeo. Se volvió y vio a Luhan de pie al lado de ellos.

—Puedo mantener un ojo en I.N., por ustedes.

Gruñó. —No te lo quedaras.

No podía entender, cómo alguien que parecía un ángel, actuara como el diablo.

 

Hyun Jin le dio un rápido beso y se alejó, cuando Luhan y él comenzaron a discutir. No se detuvieron, hasta que Jongin dio un silbido estridente.

—La cena esta lista —dijo, agarrando la mano de Luhan mano y lo arrastrándolo lejos. —Deja de ser tan terco.

—Él empezó—Luhan se defendió, cuando él agarró a I.N. y lo condujo al comedor. Tomó asiento junto a Hyun Jin, sorprendido por lo grande que era la habitación, y que cada uno encajara en la mesa.

Los hombres y una mujer en esta habitación, superaban en número a las personas en su tribu. Eran un grupo diverso, algunos de aspecto amistoso, mientras que otros se veían como si comiera gatitos para el desayuno.

Los hombres Wu estaban allí, también. Estaba agradecido que no quemaran el pueblo. No todo el mundo había estado del lado de One. No estaba seguro de quién se haría cargo ahora que One se había ido, y en verdad, no le importaba. Nunca iba a volver allí. Su vida estaba con Hyun Jin y I.N. ahora. Y debido a que Luhan estaba tan

unido a su hermano pequeño, también lo estaba a esta gran familia.

 Jongin se paró, levantando su copa. —En primer lugar, quiero dar las gracias a Rasa por el tiempo y esfuerzo que puso en hacer este menú frente de nosotros. En segundo lugar, quiero dar gracias por la familia que me vuelve completamente Loco, pero sin la que no puedo vivir, a los niños que espero hayamos hecho un trabajo decente al criarlos, y a nuestros miembros más recientes. —Jongin le dio un guiño. —Y todos iremos al comedor de beneficencia, después de la cena. Eso es todo, continúen.

Baekhyun miró, con los ojos llorosos, a Jongin. —Yo voy.

Jongin frunció el ceño. —No, no lo harás—Miró al resto de la personas, en la mesa. —Pero el resto de ustedes sí.

—¿Comedor de beneficencia? —No estaba seguro de lo que eso significaba. ¿Qué iban a hacer allí?

—Es una tradición, que Jongin comenzó hace unos diez años— dijo el hombre sentado a su otro lado Tenía un tatuaje de llamas, alrededor de su cuello. —Ayudamos a los menos afortunados.

Sus ojos se llenaron de lágrimas. Su tribu se había preocupado por ellos mismos, pero al parecer, esta familia hacia tanto por su comunidad. No podía creer lo bendecido que había sido al encontrar a Hyun Jin y ser envuelto en una familia tan cariñosa.

 

Este le pasó un brazo alrededor, arrastrándolo para un beso rápido. 

—Te acostumbraras a todo esto.

Sonrió a su compañero. —Eso espero.

Presionando su frente contra la suya, Hyun Jin susurró. —Eso espero, porque tengo la intención de mostrar cuánto te amo, por el resto de nuestras vidas.

Su corazón se aceleró. —¿Me amas?

I.N. se metió entre ellos. —¿También me amas? —Hyun Jin rió, mientras ponía a I.N. en su regazo.

—¿Cómo no hacerlo? No puedo detener la sensación de que tendrás toda mi atención y energía.

Sonrió, cuando I.N. lanzó sus bracitos alrededor del cuello de Hyun Jin. Él no era el único que había perdido a sus seres queridos. El jaguar también había sufrido. Estaba orgulloso de ser el compañero de Hyun Jin -de un hombre que tenía tanto amor para dar. Algunos se habrían amargado, después de lo que había pasado Hyun Jin, pero la tragedia sólo lo había hecho hombre más fuerte.

Tomó la cara de Hyun Jin. —Yo también te amo.

I.N. arrugó la nariz. —¿Van a besarse de nuevo?

Hyun Jin rió, mientras le revolvía el pelo al chico. —Besare a Felix, cada vez que pueda.

—Ew—I.N. se bajó. —Voy a sentarme con Wolfie.

El pavo fue cortado y los platos pasados alrededor. La risa y la conversación llenaron la habitación, haciendo que la casa de gran tamaño, se sintiera como un hogar.

—Ven aquí, Seis Veranos —dijo Luhan. —Tengo que mostrarte este juego, que Heechul y yo jugamos con nuestro puré de patatas—Luhan —dijo Jongin , en alerta.

Rodó los ojos. Veía que Luhan sería un problema. Sin embargo, no sólo esperaba con ansias una vida con el hombre que amaba, sino con estas personas que ahora lo consideraban familia.

 

 

 

Después de poner a I.N. en la cama de su dormitorio, Luhan se enroscó con Jongin en la oficina de su compañero. 

—Creo que compartir la custodia, no es tan malo.

La risa profunda de Jongin, vibró dentro de él. —¿Qué voy a hacer contigo, cachorro?

Movió las cejas. —Quiéreme.

—Siempre —Jongin le pasó una mano por el cabello. —Te he amado, desde el momento en que te vi en la cafetería, tratando de decidir tu postre.  

Ese momento, se sentía como en otra vida. Ellos habían pasado por muchas cosas juntos, desde entonces, y él no cambiaría un solo segundo que había tenido con Jongin.

Su familia había crecido a pasos agigantados, pero los momentos de tranquilidad, eran los que apreciaba más. Él había estado descontento con la vida últimamente, pero su amor por Jongin no disminuiría, nunca vacilará, o se volverá rancio.

—Creo que extraño los viejos tiempos —, suspiro. —Cuando las  parejas y yo acostumbrábamos a meternos en problemas.

Jongin arqueó una ceja. —¿Acostumbraban?

—Los niños son mayores y viven sus propias vidas, y todo el mundo  tiene sus propias cosas ahora, y me sentí…—se encogió de hombros, – ya sabes, inquieto.

—Aw, cachorro —Jongin le besó la sien. —Todo el mundo pasa por momentos de tristeza. Se te pasará, y yo te ayudare a través de eso.

—Cuidar a I.N., me hizo sentir como si tuviera un nuevo propósito.

El fuego crepitaba en la chimenea, y la casa estaba en silencio, era raro, cuando tantas personas vivían bajo el mismo techo.

—Creo que tú y yo podemos tomar unas vacaciones. No muy largas. Tal vez una semana. Nos dará tiempo suficiente, para descansar.

Se sentó y se quedó mirando a Jongin. Él sabía que no podían tomarlas mucho tiempo, debido a las responsabilidades de Jongin, pero una semana era perfecto. —Ha pasado un tiempo, desde que tuvimos unas vacaciones.

 

—Podríamos ir a un lugar cálido —Jongin sugirió, pasándole la mano por la espalda. —Escoge el lugar y nos vamos de aquí.

Una burbuja de emoción se abrió camino a través de él. 

—Playas, cálidas y soleadas, bebidas con sabor a fruta, y hombres calientes.

Jongin gruñó. —No voy a ir de vacaciones para asesinar a alguien.  Sin hombres calientes.

Rió. —Entonces, tendremos que ir a una isla solitaria.

Lo que sonaba absolutamente perfecto para él. Tener a Jongin para él solo y sin interrupciones. Amaba a su familia, pero había momentos en los que deseaba ser sólo él y su compañero. Eso sí que sería el cielo.

Jongin le dio un beso, que le conmovió el alma y calentó su sangre. No importaba cuánto tiempo habían estado juntos, todavía quería al lobo con cada fibra de su ser.

Cuando Jongin se tiro hacia atrás, dijo —Haré los arreglos.

     Saltó. —Iré a empacar.                                                                                                                                       

Corrió desde la oficina por la emoción, apenas capaz de contener su mareo. Cuando entró en su habitación, se detuvo en seco.

El muchacho parecía un pequeño y dulce ángel, en medio de su cama. Se acercó más, con los ojos fijos en el pequeño elfo. Se sentía culpable por dejar al niño durante una semana, pero I.N. tenía un hermano amoroso que se aseguraría de que no le pasara nada.

Se sentó en el borde de la cama y pasó la mano por el cabello de I.N., estaba agradecido de que el chico no había muerto en ese banco de nieve. Podría estar dejándolo ir a vivir con Felix, pero I.N. siempre sería una parte de su vida.

Siempre.

Recordando sus planes de vacaciones, se levantó lo más silenciosamente que pudo, sacó las maletas de la parte posterior del armario y las puso a un lado.

Miró de nuevo a la cama. Empacar podía esperar hasta mañana. Se acurrucó en la cama con I.N., cerrando los ojos mientras sonreía.

I.N. se agitó ligeramente, quejándose, —Bingo.

Él rió.

 

La tristeza que le había hecho inquietarse, había desaparecido. Tal vez cuando el tiempo pasara y las cosas se calmaran, Jongin y él podrían llevar a I.N., Felix, y Hyun Jin de vacaciones y mostrarles a los elfos lo que el mundo tenía que ofrecer.

Hasta entonces, estaba contento de tener a Jongin para él solo.

Pero cuando volviera, pensaba mostrar a I.N. y Felix lo que realmente significaba ser parte de la Manada Kim.

Fin

 

 

 

Notas finales:

a continuación....

 

128. Huyendo de la Navidad (21) - Villa Kim


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