- bueno nosotros nos retiramos, luego nos vemos- decía Naruto con la tranquilidad de saber que para su padre ya no era un secreto lo que sentía por su socio. Era reconfortante y a la vez un poco incómodo el tener que observar cómo su padre miraba con escrutinio y desconfianza a su amante. No le apetecía seguir así con la situación por lo que era mejor tomar distancias, quien sabe y le volvía a dar un ataque de ira contra Fugaku, cosa no muy recomendable si alguien los descubría, sólo esperaba que no estuviera ningún vecino con la intención de escucharlos para sacarles información, ya habían tenido suficiente por un día.
-si... luego- a Fugaku le parecía muy anacrónica la actitud que estaba tomando su suegrito con respecto a él, esas miradas estaban bien para un adolescente mal criado y no para alguien que ya estaba cerca de sus cuarenta años. Definitivamente eso no tenía concordancia con su edad. Aunque estaba de acuerdo con Naruto de que sería mejor que se retiraran, aunque en realidad prefería que sólo se fuera Yondaime y no Naruto, después de todo pedir un poco más de tiempo a solas con él no estaba de más.
Se encontraban en la puerta del departamento a punto de despedirse, Naruto no sabía si estaría bien terminar su encuentro con un beso, mal que mal su padre no le quitaba los ojos de encima, lo que hacía las cosas más difíciles de lo que eran. Minato sólo esperaba algún indicio de sinvergüencería de parte del Uchiha, todavía mantenía la vaga esperanza de tener de su lado algún hecho que apoyara su desconfianza contra el empresario cualquier cosa le serviría: agarrón, toqueteo, profundización indiscriminada de un beso, etc. Era en esos momentos cuando pensaba que no le hubiera molestado aceptar a uno de los tantos inadaptados que su hijo le presentó como novio, cómo daba vueltas la vida.
- no te preocupes, está bien- dijo el empresario para el rubio menor, ya sabía de ante mano que las cosas no serían como ellos quisieran esta vez, por lo que solamente le besó la frente y le acarició la barbilla a su angelito- yo después te llamo para informarte cómo terminaron la cosas con el remedo de canal-
- jeje si está bien, bueno adiós- se dio la vuelta y tomando a su padre por el brazo salieron ambos para dirigirse al ascensor y posteriormente al auto, era mejor si lo hacían rápido ya que el aspecto de su padre no era el mejor por el cabello un tanto húmedo debido al sudor de la pelea, a su camisa le faltaba un botón en la parte inferior, además de que tenía los nudillos de la mano derecha maltratados, a pesar de eso el Uchiha no podía cantar victoria. No era un buena imagen para mostrar, y más si del lugar del que salían era el edificio en donde estaba el mayor productor de automóviles en Japón.
Ya en el auto el conductor miraba anonadado por medio del espejo del parabrisas las condiciones en que se encontraba su patrón, no estaba en la cúspide de su imagen eso estaba claro. Al percatarse de la fija mirada que sostenía en él su conductor tomó la palabra para solicitarle un favor.
- konou-san le pido encarecidamente que guarde discreción con este asunto familiar, como siempre lo ha hecho y de lo cual estoy muy agradecido, pero no está de más recordarlo- dijo mirando seriamente a su empleado el cual asintió y encendió el auto sin decir palabra. Las cosas debían estar bastante complejas como para poner así de serio al rey de la sonrisa eterna, y como no estarlo si se trataba de su hijo.
Mientras ellos se empezaban a alejar de la acera de la calle un auto se acercaba con un conductor no tan extrañado de encontrarlos por esos lares, el verlos allí confirmaba todo.
se estacionó en el mismo lugar en el que anteriormente se habían posicionado los Uzumaki para luego bajarse y dejar encendida la alarma de su carro. Con las manos en los bolsillos y con un bosquejo en su mente de lo que le diría a su progenitor su acercó al edificio y subió hasta el cuarto piso, eran pocas las veces que lo había ido a visitar, tal vez y hasta se encuentre con una nueva decoración, como si realmente eso le importase en esos momentos. Ya estaba empezando a sentir una exaltación creciente y peligrosa, si no se controlaba se dejaría llevar por sus emociones y no conseguiría conversar bien con su padre, además del hecho que podría soltarle unas cuantas verdades que no lo favorecerían en nada en un futuro próximo cuando le pidiese algo, seguro lo recordaría y se negaría a todo, sin duda no era conveniente.
Tocó la puerta y al poco rato después su padre le habría.
{{ Cambio de Narrador: Fugaku }}
El timbre está sonando ¿se le habrá quedado algo a Naruto aquí? tal vez, a menos que sea Minato intentando matarme de nuevo. Mejor y esta vez veo por la lentilla que tengo en la puerta, la última vez por no ver a través de ella me costó una pelea...
Y al asomarme veo la imagen distorsionada de mi hijo Itachi por el espejo cóncavo.
Ya sabía yo que esto sucedería tarde o temprano, le abro la puerta y él me observa un poco sorprendido, seguro y el golpe de mi labio ya está empezando a tomar un tomo violáceo, lo que me deja en una muy mala posición para encubrir el asunto, en todo caso qué más da, soy su padre y él no tiene el derecho a reprocharme nada, le contestaré las preguntas que tenga que hacerme y él deberá asumir maduramente la situación como todo un Uchiha, no espero menos de él siendo mi primogénito, cuento con él para lo que se avecina.
Él pasa a la sala y observa las condiciones de esta, para después observar el pasillo, un cuadro caído y la puerta de la cocina a medio abrir, me imagino que se hace una idea de lo que sucedió aquí. Me siento en el sillón y él hace lo mismo luego de haber observado ya suficiente.
- y bien...- digo, con lo que capto su mirada serena, da un suspiro y sostiene una pose escrutadora con mi persona, vaya chiquillo- con que te enteraste-
- entonces es verdad... ¿en qué estabas pensando para que te dejaras llevar por alguien que podría ser tu hijo?- se levantó de su sitio y siguió mirando con detenimiento el pasillo para posteriormente observar el golpe que llevaba marcado en el costado del labio- eso lo hizo Yondaime- afirmaba con el entrecejo ceñudo- sabes cómo reaccionará mi madre cuanto se entere, si es que todavía no está al tanto, aunque lo dudo. Y Sasuke ¿te has olvidado de él? Es tu hijo y te quiere, ¡pensaste en cómo se sentirá después del medio ni que cagaso que te has mandado!- gritó enojado, yo igual lo estaba y a la vez no entendía al punto que quería llegar.
- es un hombre, un Uchiha y debe comportarse como tal- esa era mi lógica, ambos debían estar a la altura de la situación.
- ¡y tú deberías comportarte como un padre! Es verdad que ya hemos crecido, pero nunca está demás que te siga importando nuestra opinión... en especial la de Sasuke-
- que hay con tu hermano que lo tratas como si fuera un niño, seguro y lo entenderá de mejor manera que tú, además de...-
- ¡¡COMÓ PUEDES DARTE EL LUJO DE DARTELAS DE CIEGO CUANDO ES TAN EVIDENTE QUE A SASUKE LE GUSTA NARUTO!! ¡¿CÓMO CREES QUE SE TOMARA QUE LA PERSONA QUE ÉL PRETENDE NO ES MÁS QUE EL PUTO AMANTE DE SU PADRE?!- con los gritos ya se estaba extralimitando y mi paciencia ya no daba para más después de haber llamado así a Naruto, tenía planeado que se desahogara para después llegar a un consenso en el cual él aceptaría la situación y punto final, pero dado las circunstancias las cosas ya no se encaminaban a ese desenlace.
-me empiezas a bajar el tomo que soy tu padre Itachi- a pesar de todo no me saldría de mis cabales, ya era bastante difícil hablar con una persona desbocada como para empezar una discusión con iguales parámetros de inmoderación verbal.
- desde que Sasuke era pequeño lo ignorabas por no ser un genio, y no me vengas con que era por falta de tiempo, ya que si realmente te hubiera importado te hubieras hecho el tiempo. Eso a él le dolía y siempre me preguntaba a mi o a mi madre del por qué su padre no pasaba más tiempo con él- yo estaba sorprendido y molesto. Se tomó unos segundos antes de volver a tomar la palabra- sabes a mi no me interesa lo que tú hagas con tu vida, pero si eso daña a mi hermano o a mi madre me involucraré... me imagino, o sea es de esperarse que ya tengas algo planeado para acallar la opinión pública, pero nada preparado como escusa para presentarte ante tu familia, o me equivoco "papá"- dijo con sorna la última palabra. Ya me cabreó.
{{ Cambio de Narrador: Yop }}
-...- no le contestó nada para no cometer el grave error de tentarlo a seguir con sus acusaciones, lo necesitaba como intermediario y apoyo en la familia, no como enemigo, sin embargo sentía que si volvía a escucharlo...
- bueno venía sólo para hacerte tomar conciencia de tus acciones...-se encaminó devuelta a la entrada del departamento- lo que sea que hagas... hazlo paulatinamente, para que no sea tan abrupto y carente de tacto los anuncios que nos hagas más adelante-finalizó el tema en el marco de la puerta, ya no le quedaba nada más que hacer, a pesar de haberle dicho algunas cosas no planeadas le dejó en claro cuáles eran sus reales preocupaciones con ese tema: su hermano y su madre, los demás que se los follaran- en simples palabras, deja los asimilarlo antes de tomar cualquier determinación con tu lindo amante... jeje no tienes mal gusto después de todo- cerró la puerta de golpe, únicamente por el regocijo de enfadar hasta la médula a su intachable padre, estaba en lo correcto al pensar que su padre aguantaría cualquier grito con tal de no avivar la oposición a su persona, típico de él.
Seguía en la misma posición meditando todas las afirmaciones y acusaciones de su hijo en su contra... las cosas no pintaban nada bien. No contaba con su apoyo... ni con el de nadie más.
ÉL sabía de los sentimientos de sus hijos para con el Uzumaki, es más, fueron esos sentimientos los que funcionaron como el móvil que lo instó a acercarse al rubio antes que ellos lograran su cometido. Es verdad que anteriormente pensaba casarlo con alguno de ellos, sin embargo la realización de su idea lo enfermaba de los celos por no ser él quien estuviera con el chef. Ya el tiempo había pasado y hasta pensaba que a sus hijos ya no les interesaba Naruto. Había acertado con Itachi, tal vez nunca sintió realmente una atracción por el ojicielo, pero se equivocó con Sasuke.
Las palabras de su primogénito le habían removido los recuerdos que conservaba de la infancia de Sasuke, los pocos que tenía.
{{ Flash Back }}
Se encontraba en el despacho recién instalado de su mansión. El decorado que había hecho una amiga de su esposa era realmente exquisito en cuanto en los adornos empleados para darle una armoniosa imagen a la habitación. Mientras revisaba concentrado el periódico en su sillón de oficina unos pasitos se acercaban a él atravesando el lugar rompiendo su silencio sepulcral.
- ¡papá, papá! ¡Mira lo que encontré en el jardín! No es linda- gritaba con ese timbre infantil y gritón característico de un niño, corría con los brazos extendidos y llevaba una lagartija entre sus redonditos dedos. Era de un verde grisáceo el animalejo, flacuchento con un aspecto aplastado y neurótico por sus ojos abiertos e inquisidores- ¡papá mira! Itachi me dijo que estos se parecían a mi por lo pequeño, cierto que no, yo soy mucho, mucho más grande ¿verdad?- decía el infante apoyándose en la puntita de sus zapatos para así alcanzar a ver por encima del escritorio y con eso llamar mejor la atención de su padre. Las facciones de su rostro se mostraban exaltadas, quería tener una segunda opinión con respecto al parecido que pudiera existir entre la lagartija y él, no le agradaba la idea de que lo relacionaran con un reptil.
-¿mmh?- bajó el periódico de su vista y empezó a observar a su hijo menor lleno de tierra y mirándolo expectante por sus palabras- no le hagas caso a lo que te dice tu hermano y mejor ve a lavarte que si te ve tu madre te regañará- sacudió el manojo de papeles grisáceos para retomar la lectura.
-ja! Lo sabía ¡¡ITACHI VISTE QUE YO NO TENÍA PARECIDO ALGUNO CON LAS LAGARTIJAS, AHORA TE TOCA A TI ENCONTRAR UNA COMADREJA Y COMPARARTE CON ELLA!!- gritaba corriendo mientras salía de la habitación. Era impresionante que se hubiera marchado sin haberse despedido, ni haber pedido permiso para retirarse, ni mucho menos haber afirmado que acataría sus órdenes de irse a limpiar.
- este niño- jeje a pesar de que olvidó sus modales le divirtió que se estuviera comparando con una lagartija... después hablaría con Itachi para decirle que no molestara tanto a su hermano, después de todo era el mayor y tenía la responsabilidad de dar el ejemplo... de paso aprovecharía para preguntar si habían encontrado alguna comadreja en el patio.
{{ Flash Back }}
Su pequeño... al final no encontraron la comadreja que estaban buscando en el patio y eso llevó a la insistencia del infante para que fueran al zoológico...
{{ Flash Back }}
-¡mamá mira tuviste gemelos, Itachi está en la vitrina!- decía maliciosamente feliz un Sasuke de 6 años señalando a su hermano mayor quien lo miraba cabreado con los ojos entre cerrados, hora de poner a prueba la paciencia que le tenía al niño. El lugar al aire libre era realmente inmenso con toda cantidad de jaulas y vitrinas que intentaban asemejarse lo más posible a los tonos de la selva, eso si, sin perder la seguridad de tener bien encerrados a los seres vivos.
En esos momentos estaban parados enfrente de uno de esos puestos, en la sección de mamíferos, el cual poseía a una pareja de comadrejas salvajes del sur de América.
- Sasuke...- decía su madre intentando sonar reprobatoria, pero la perspicacia de su retoño la hacía sonreír, sin contar que ese era un día realmente especial, ya que todos los integrantes de la familia Uchiha estaban en el zoológico ese día, cosa no muy común debido a la apretada agenda laboral de su esposo, afortunadamente ese día su cónyuge había apartado el día de sus reuniones para pasar la tarde con ellos.
- ototo-baka mira parece que a ti también te duplicaron, eso si, parece que la mamá escogió de las últimas ya que le tocó conformaste con el más feíto- decía riéndose mientras le señalaba en el fondo de la exhibición de animales exóticos a unos coloridos pájaros, las cacatúas.
- ¡¡NII-SAN...!!-
- por favor Sasuke cállate estoy intentando hablar... si ya entendí que el contrato que les presentaste no los dejó contentos... pues que no piensen que les pagaré más, puedo encontrar a otros que aceptarían eso, incluso menos, por sus servicios...- seguía con su conversación a la vez que se alejaba paso por paso de su familia, buscando menos ruido en su caminata. Al cavo de unos minutos se reincorporó al lado de su esposa diciendo que se le había presentado un inconveniente que debía ir a solucionar personalmente a la compañía y que después se encontrarían en la casa ya que el problema daba para el resto del día. Su esposa como siempre le decía que no importaba y que más adelante podrían organizar otra salida, en tanto que Itachi le dijo que comprendía la situación, en cambio Sasuke simplemente agachó su cabeza tratando de ocultar su decepción, no quería que se fuera, ese día tenía la esperanza de intercambiar más palabras de las normales con su padre, pero al parecer eso no sería posible, otra vez. Fugaku al darse cuenta del cambio de humor del menor pasó por su lado y rozó con su mano los negros cabellos del chiquillo para después irse directo al estacionamiento por su auto, no había problema en dejar a su señora y herederos en el lugar ya que cuando terminaran fácilmente podían llamar al chofer para que los fuera a buscar. Ellos estarían bien.
{{ Flash Back }}
Después de todo el no era un mal padre, es más todo lo que él había hecho había sido por el bienestar de sus hijos y de su patrimonio, nadie le podía venir a reclamar que no se comportaba como el mejor en su labor de progenitor, ni siquiera Itachi le vendría a aconsejar sobre la manera en la cual debía proceder con respecto a sus decisiones.
Luego de unos minutos en completo silencio con ambas manos entre las negras hebras de su cabeza levantó la mirada con molestia e incomodidad. Las palabras de Itachi y los recuerdos le habían dejado mucho en que pensar, sin mencionar el fastidioso sentimiento que le provocaba el pensar que existiera la posibilidad de haberse equivocado en tomar a la ligera la opinión y los sentimientos de Sasuke.
"maldita sea, necesito... conversar... Naruto"
Le caló hondo la charla con Itachi, hasta el punto de necesitar de hablar de ello con alguien más. Increíble que él parco y arisco empresario tuviera la urgencia de hablar algo tan personal como la relación de él y sus hijos, los recuerdos, el sentimiento de incomodidad y culpa que englobaba a todo al asunto y con nadie más ni nadie menos que con su rubio, él sabía que lo escucharía y le daría su opinión desde una diferente perspectiva, era en esos momentos cuando más agradecía que el joven fuera tan distinto a él en personalidad y forma de ver las cosas, sin embargo era incorrecto y hasta morboso pensar en enredarlo con la crianza de sus hijos después de todo lo que había pasado.
Con calma se incorporó de su sillón y comenzó a recorrer la estancia de forma meditativa con las manos en sus bolsillos y la cabeza inclinada en dirección al suelo. Se movió de la sala de estar al pasillo para posteriormente ingresar a las habitaciones. En su dormitorio la cama seguía igual de desordenada que antes se acercó a su velador y cogió un cigarrillo de allí, lo puso en su boca y lo encendió
"Naruto no fuma"
Por alguna razón la imagen del rubio invadió su mente. El tiempo seguían avanzando con lo cual la noche ya no tardaría en llegar. Ya había comprendido que no tenía el derecho de pedirle ayuda con temas familiares que sólo le incumbían a él, sin embargo eso o quitaba que lo quisiera cerca de su persona como apoyo moral, aunque conociendo al Uzumaki él no aceptaría dejarlo a su suerte y ver desde una ventana como transcurrían las cosas. No él no era así.
Miró su celular y buscó el número de Naruto.¿ Marcaba o no marcaba a su número? A la horita que se le ocurría dudar de sus decisiones, ni cuando despidió por culpa de los celos a un centenar del personal había dudado, pero no esto era diferente porque el chef era...
"Diferente..."
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La música estridente le provocaba una excitación a todos y cada uno de sus músculos, cada compas removía más y más su ya exaltado temperamento. ¿Estaba relajado? No estaba a años luz de conseguir ese sentimiento ¿enojado? En parte si ¿satisfecho?... definitivamente, de entre todas las emociones que sentía en aquel instante, esa superaba a todas las demás con creses. Quería no parar nunca de conducir para no tener que tocar el suelo y ver todo lo que el futuro le deparaba. Estaba hasta la coronilla de su padre y de su insensibilidad, estaba también harto de su madre y de su buena fe para con el canalla ese. Hacía ya un tiempo que la había ido a visitar para ver que tan mal estaba después de la noticia del adulterio. Recordar sus palabras lo sacaban de quicio.
"Estoy bien hijo, no te preocupes amor las cosas se dieron así y debo ser sincera al reconocer que no hubo ningún culpable en esto... si vez a Sasuke antes que yo quiero que le digas que me fui con mi hermana, tu sabes tu tía Tamoko que vive en el centro de la ciudad, ve a visitarme"
En realidad a la persona que llamaba hermana no era realmente su hermana sanguínea, para ser más precisos ella era prima de la señora Mikoto, pero se trataban con tanta familiaridad debido a que casi se podría decir que se criaron juntas en la misma casa.
Era en momentos como esos los que le daban ganas de sacudir a su madre y gritarle que estaba bien si ella se sentía mal, dolida, traicionada, enojada, con ganas de matar a su esposo, todo estaba bien, nadie tenía el derecho de juzgarla mal y si alguien lo hacía el mismo se encargaría de defenderla. Pero era imposible hacer reaccionar a una persona que prefería callar alucinando que eso le traerá paz.
"...si vez a Sasuke antes..."
-...-al recordar las palabras de su madre se tensó y su mente recién reaccionó- ¡¡¡ POR LA PUTA QUE PARIÓ A MI PADRE!! ¡¡SE ME OLVIDÓ HABLAR CON EL BAKA DE MI HERMANO!!- y con la habilidad de un maniaco del volante giró en "U" abruptamente y tuvo la suerte de salir de ahí sólo con la madre degradada por los insultos de los demás conductores. Se salvó de chocar.
-por favor que no sepa, que no sepa, que no sepa- decía entre desesperados susurros el mayor de los Uchihas. Reconocía que estaba bastante preocupado por su hermano, la razón era que su ototo menos controlado que él y es que si el grandioso Itachi Uchiha no había podido morderse la lengua y soltar veneno contra su padre, lo más posible fuera que Sasuke no se conformaría con sólo soltarle todo de una a su padre, sino que también sería capaz de ir a desquitarse con... Naruto. Y eso si podría empeorar a un más las cosas en varios aspectos... y el que más le preocupaba era el de la prensa rosa.
- por favor no hagas nada Sasuke, por favor idiota usa la cabeza esta vez- estaba exasperado por lo que pudiera hacer el descontrolado de su hermano y es que cualquier acción inapropiada era como darles el material que querían a la farándula, simplemente era ir a ponerse en el centro de sus dardos, por ende, eso provocaría que no dejaran de atosigarlos en especial a su madre, la más afectada. La ganancia de audiencia que obtendrán no podría ser comparada, ni mucho menos batida por la oferta que tenga preparada su padre para el canal. Serán incontrolables, él sabía de eso y es que después de todas las juntas en discotecas para bailar y tomar sin control le había dejado una cosa muy clara, si hay periodistas corre antes que te pillen borracho.
- ... no hagas ningún escándalo... - los nervios que sentía controlaban paulatinamente su exaltación, ¿¡qué va?! Quería encontrarlo y ya, intentó relajarse escuchando la radio, desde el manubrio podía controlar la transmisión de las diferentes estaciones, lo que se transmitía a esas horas era bastante variado considerando lo tarde que era, la música era lo que más resaltaba, pero ninguna lo atraía realmente, hasta que una frase de una de los tantos locutores captó toda su atención.
-jo jo joi mira que irle a montar bronca al supuesto amante de tu padre, parece que es un chico fácil de convencer o tal vez sea que los rumores son verdad jeje, o-o-oh ya tenemos nuevas informaciones del suceso y parece que el joven Sasuke Uchiha luego de llamar y gritar el nombre del hijo único del empresario Minato Namikaze para que salga le abrieron la cerca automática de la mansión para que sólo él entrara, seguro para acallarlo y es que el espectáculo era inaguantable, lástima que nuestra enviada no haya alcanzado a pasar con él.
- ... atarantado- miraba con una gota en la cabeza el panel luminoso de la radio, debía agradecer que lo había encontrado, tal vez no en la situación que hubiera deseado, pero consiguió ubicarlo finalmente. Se estaba acercando a una esquina con lo que agudizó un poco su vista para observar el nombre de la calle "calle taka", muy bien si doblaba ahora a la izquierda y luego de 6 cuadras podría tomar la avenida principal, para consecutivamente seguir así hasta tomar la calle que lo llevaría al sector este de la ciudad. Sus cálculos lo llevaron a una muy inoportuna conclusión. "fuckin´ shit" claro nunca dejar de demostrar todo tu conocimiento, incluso en los improperios.
End chapter fourteen