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Restaurant : Angeles Culinarios

Notas del capitulo:  

 J...

Lo logré...

Actualize antes de que pasaran meses...

J

J me siento feliz y esas caritas tan útiles lo demuestran J jejeje muchas gracias por sus reviews J ya los contestaré.

Yap disfrútenlo.     

  

un problema menos

 

Ya estaba por llegar al lugar y desde su posición podía ver una serie de cámaras y focos de luz que iluminaban el sector y a sus presentadores, con sólo esa visión ya se había hecho más o menos una idea de las magnitudes del escándalo que su hermano había protagonizado anteriormente por lo que antes de acercarse más de la cuenta al lugar paró el motor del auto para que nadie lo sintiera, a la vez que extrajo su celular de uno de los bolsillo delanteros del saco que traía puesto.

-buenas noches me llamo Itachi Uchiha y tengo entendido que mi hermano se encuentra dentro de su casa, necesito entrar a verlo- por suerte conocía el número de teléfono de la mansión Uzumaki ya que hace ya un tiempo se lo había pedido, pero siempre le surgía otro compromiso cuando quería salir con él. Menos mal.

No era que odiara al rubio, era sólo que lo consideraba un punto de discordia y sufrimiento en potencia para su familia. Bueno ya lo era, pero aún así no podía calificar su apreciación por su persona como odio, era más bien como un querer alejarse, mantener las distancias por la salud mental de todos, sin embargo la reacción de Sasuke se alejaba demasiado a sus planes, como quería conversar a solas con el menor para que no cometiera otra embarrada.

- señor Itachi ya conversé con mi patrón y me dio el permiso para hacerlo entrar por la puerta trasera, diríjase a la calle que está paralela a la de entrada, ahí lo esperare y por favor conduzca con las luces apagadas para que nadie lo vea- solicitó la ama de llaves a su interlocutor quien sin perder tiempo después de finalizar la llamada volvió a encender el auto y realizar una serie de maniobras para darse  la vuelta y meterse en el pasaje consecutivo. Giró en la esquina y ahí vislumbró la tenue silueta de la que parecía ser la criada de la casa, se acercó cauto a ella y descendió la su ventanilla.

- ¿señor...?- era desconfiada la señora por lo que preguntó con la intención de que completara la frase para así estar segura de que era con quien había estado hablando hace un rato.

-Uchiha Itachi, hermano del  que hicieron pasar-  dijo en tono sarcástico por el tiempo que estaban perdiendo allí afuera, encontraba realmente estúpido que le preguntara si sabía que él sería el único que se presentaría conduciendo con las luces apagadas, ¿qué otro imbécil conduciría a su suerte de no chocar con visibilidad?

- se nota que son hermanos- dijo ofendida la cuarentona con el entrecejo acanalado por su expresión de desagrado al Uchiha. Con un ademán le señaló que la siguiera al interior, con lo que el pelinegro se desabrochó su cinturón de seguridad y se bajó del auto para seguirla al interior. Ahora que lo pensaba nunca antes había entrado a la mansión Uzumaki, mmh no era momento para pegarse uno de sus transes filosóficos sobre el tema, ahora lo importante era saber a qué espectáculo atenerse con Sasuke en medio.

Avanzaban por un amplio pasillo decorado con variados cuadros de la corriente contemporánea del arte, además de poseer en algunos puntos voluminosos jarrones con tribales antiguos. La caminata fue corta antes de pisar la sala de estar en la que se encontraba unas cuantas personas, no obstante lo dejó apreciar el exquisito gusto que tenían sus habitantes.

-buenas noches Itachi-san- le decía el rubio mayor mientras se acercaba a paso firme hacia él. Al estrechar sus manos notó dos cosas, una de ellas su cansancio por lo que  intuyó la nula paciencia que se cargaba como para aguantar otro escándalo, y la otra eran sus maltrechos nudillos. Se detuvo al instante pensando que se pudo haber ido de golpes con Sasuke, sin embargo antes de que se le ocurriera preguntara por el estado de Sasuke, Yondaime lo tranquilizó.

- no te preocupes que esto no tuvo nada que ver con tu hermano, sino más bien con tu padre- dijo el pelirubio sin la intención de formar conflicto con él joven, sino más bien pensaba mantener el tema lo más abierto posible a los afectados, los parientes más cercanos de ambas familias, para así ahorrarles el mal rato de enterarse por terceros de lo ocurrido.

- ya veo... fue cuando lo vi salir del departamento de mi difunto abuelo, o me equivoco- volteó un poco la mano para mirar con mayor detenimiento la maltrecha empuñadura. No podía confirmar que estuviera del todo contento con que su padre se halla visto envuelto en una pelea en la que al parecer también salió lesionado, por lo hecho de que eso podría afectar a su madre y tal vez a su ototo, bueno luego se ocuparía de ir a verla, al menos ya entendía el origen de aquella lesión en el costado de sus labios.

- sí, es obvio que nos viste- afirmó antes que retirara su mano del ojo analítico del Uchiha con lo que se giró en su eje y caminó en dirección a sus sillones de cuero, al estar ya en frente de ellos dejó caer su retaguardia sin parsimonia en los cojines dando un leve rebote en estos. Sus facciones decían con letras en rojo "NO MÁS GUERRA" mientras que sus manos subieron a su cara para restregar con fuerza  ambos parpados buscando atenuar la frustración con la que miraba todo.

- ¿Dónde está mi hermano?- preguntó ya sin rodeos, y es que el hecho de que no le diera información por cuenta propia del numerito que se había mandado su hermano lo impacientaba.

-está conversando con Naruto en la otra ala de la mansión, no quería que los interrumpiese- suspiró con desazón y cerró los ojos.

-ya veo, ¿qué hizo exactamente?-lo miraba tan cansado que hasta le pesaba un poco hacerlo recordar eventos que claramente eran culpables de su demacrado aspecto. Había sido visiblemente un día largo para todos.

- sabes, sino fuera porque sé que viniste exclusivamente a ponerte al tanto de tu hermano te preguntaría a cuál de los dos te refieres... pues bueno al llegar aquí con Naruto nos encontramos en la puerta a esa manada de reporteros esperando por nosotros para conseguir su primicia, entramos gracias a las maniobras que realizó konou-san para entrar sin atropellar a nadie- se levantó de su puesto para ir a un frigo-bar que estaba instalado en una esquina, dio unos pasos hasta ella y extrajo diversas clases de tragos junto con dos copas, seguidamente continuo con su historia-luego de una hora y media más o menos tu hermano se presentó afuera de la casa, aún cuando los enviados de los programas faranduleros seguían afuera, pidiendo enardecidamente que quería hablar con mi hijo. Al cabo de un rato vimos que no se cansaría nunca así que lo hicimos pasar y Naruto se lo llevo para conversar en privado, yo no estaba de acuerdo, pero bueno ya qué más da, sólo queda esperar- se acercó de nueva cuenta al Uchiha y le tendió una copa de un concentrado de licores- aquí tienes-

- gracias- ya no podía hacer más que esperara a que su hermano saldara lo que tuviera que saldar con el chef, mas la impaciencia lo mataba, miró de reojo la puerta por la que supuestamente se habían ido ambos muchachos, se quedó en silencio por si tenía la suerte de escuchar algo de lo que conversaban, sin embargo la casa era grande y bien construida por lo que los sonidos no se infiltraban a las otras habitaciones. Suspiró y bebió el trago.

"... hay Sasuke"       

 

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- desde hace cuanto que te revuelcas con mi padre- desde que había llegado se había comportado muy hiriente y carente de tacto para iniciar la conversación con el rubio, quien no se perturbaba por las palabras del azabache, estaba preparado para enfrentar lo que se le viniese encima con la mejor de las disposiciones y paciencias.

Llegó a esa consumación de pensamientos cuando vio afuera de su casa la masa de personas que sólo esperaban sacar partida de la situación, con el propósito de llenar un espacio vacío en la programación del dial, él en ese momento entendió las dimensiones de lo sucedido y todo lo que eso englobaba, amigos, familiares, conocidos, todos ellos se verían afectados en las acusaciones y juicios de otras personas. Y eso no lo permitiría. Lo primero que debía hacer era controlar y dar la cara en ambas familias, con lo que primeramente se debía hacer a la idea de que la familia de Fugaku tenía la plena libertad de exigirle y reclamarle cosas, mas eso no lo haría retroceder o arrepentirse de sus acciones.

 Y Con la idea bien metida en su cabeza, allí se encontraba escuchando los mordaces comentarios del menor de los Uchihas, tenía pensado responderle sólo con cosas tangibles, suprimiendo las subjetividades que le pudieran servir como argumentos, ya que el acalorado comportamiento del azabache rehuiría de los razonamientos emocionales, como por ejemplo el de ponerse en el lugar del otro, en el lugar de Naruto. Sólo cuando las cosas se suavizaran, o al menos cuando ya no le respondiera de mala manera y sólo lo ignorara, en ese momento ahondaría en lo que sintió y cómo eso lo llevaron a querer a su padre.

- desde ayer- dijo desde su posición mirándole a los ojos. Estaban en una sala de recreación de la enorme mansión, que incluía una mesa de billar, un bar, juegos de máquina, entre otros adornos vistosos y juguetes varios. El salón tenía una dimensión considerable, por lo que esta característica fue aprovechada por ambos jóvenes que se encontraban a una distancia excesiva el uno del otro como para entablar una conversación, estando el universitario cerca de la mesa de billar con los brazos cruzados en su pecho y con una postura rígida e intimidante, mientras que el rubio se apoyaba de espaldas en la tabla de madera del bar, al igual que el ojicarbón, con los brazos enredados en su pecho. 

-¿y qué te enamoró de él, su morbosa forma de fijarse en menores, o su falsa caballerosidad?-

- si lo pones así, creo que fue su falsa caballerosidad, como tú le dices-

-por el modo en que hablas sin bajar la mirada de la vergüenza que se supone que deberías estar sintiendo, podría decir que esta no es la primera vez que te metes con un hombre casado- el juego que se estaba produciendo por quién doblegaba a quien se estaba poniendo muy tenso, Sasuke por un lado se movía alrededor de la mesa de billar examinando los instrumentos que esta tenía en la superficie, pelotas, palos y una especie de cuadrado que servía para componer la punta de los delgados maderos, mientras que por otra parte Naruto lo seguía mirando ecuánime a sus "conclusiones".

-te equivocas, esta es la primera vez- se produjo un tiempo de silencio antes de que el universitario siguiera con sus observaciones.

-mm por lo que veo los periodistas saben cómo esterarse a tiempo de los sucesos, dime ¿a la próxima debo ir directo a preguntarles a ellos o espero hasta que uno de ustedes se dignen a dar la cara y decirme?- con ese comentario estaba más que claro que sentía rencor hacia ellos, y no era para menos si te enteras que la persona que te gusta es el amante de tu padre, al que además jurabas heterosexual.

- lamento que te hallas enterado de esa forma, pero si realmente te quieres llegar a enterar de todo lo que pasó como un adulto deberías dejar el tono sarcástico de lado- señaló tomando seriedad.

-¡¿entender?! ¿¡Y a qué se supone que viene eso?! Si está todo más que claro, mi padre te folló, de paso no le importó humillar el orgullo de la familia, o ¿acaso quieres que me entere de los por menores de su adulterio?- dijo mostrando una sonrisa cínica y despectiva hacia el otro joven.

- entiendo que esto te duela, ya que como hijo que eres es imposible mantenerse al margen de la situación y no tomar partido por alguna de las partes, pero...-

-¡tú no entiendes nada imbécil! ¡O acaso puedes comprender lo que se siente que al usuratonkashi que idealizabas y querías, no fuera más que el calienta camas de tu padre!- gritó con rabia mal controlada al rubio que lo miraba atónito y con la boca abierta. Se había quedado sin palabras útiles que le sirvieran de escudo ante los ataques de él, y es que lo último estaba muy lejos de ser un ataque directo, sino que en una forma distorsionada, era un declaración de amor... tal vez el haber querido hablar con él sólo estuviera empeorando las cosas, incluyendo a su persona. Se sentía mal, por los suelos, ¿por qué le tenía que venir a declarar se justo en aquel momento? Las cosas de por si, ya estaban demasiado complicadas como para tener que cargar con eso. Sin saber qué hacer, se fue acercando paulatinamente al chico que luego de haber gritado semejante bomba, había corrido la mirada para que no viera sus ojos que mostraban su aflicción y arrepentimiento por haber revelado sus sentimientos por el chef. Era verdad que esperaba decírselos, pero no ese momento, ni en esa situación.

-... Sasuke- se puso en frente de él llamándolo suave, con una mano tocó su rostro para atraer la mirada que lo esquivaba con terquedad y dolor, cómo le frustraba al pelinegro no poder mantener su compostura cuando realmente la necesitaba. En tanto que con su otra mano el ojiazul acarició el reverso de la palma del Uchiha intentando dar un poco de consuelo que sirviera para ambos, quienes estaban en las mismas desazones de cansancio y molestia- lo lamento... -

-... aléjate de mí-decía sin las fuerzas necesarias que se requerían para que sonara amenazante o molesto, lo único que conseguía era que el chef avivara su esperanza de que estaba logrando algún cambio en el ambiente psicológico que los mantenía a ambos, que estaba rompiendo la coraza del Uchiha al dejarle ver su flaqueza.

- lo siento- repitió con más firmeza, ahora el contacto que intentaba entablar se resumía a un protector abrazo que intentaba mantener a pesar de la insistencia del universitario porque lo dejara solo. Lo empezó a empujar de los hombros, sin embargo mientras más lo quería alejar, el otro más insistía en demostrar arrepentimiento por el daño causado-... sé que no te puedo pedir que mantengamos en pie nuestra mistad, pero me gustaría que al menos el respeto por mantener las distancias sin herirnos, fuera el inicio que necesitamos para entablar un nuevo lazo- estas palabras salieron de su boca con la mayor de las sinceridades, únicamente esperaba que después de todo el rato que se habla-insultaron estas hayan entrado en el momento correcto a los oídos del azabache, y no le resultaran como una más de sus habladurías, sino que las pensara.

-...- las palabras no formaban nada coherente en su mente, lo único que parecía tomar forma era la última oración del chef que despilfarraba toda la lista de improperios e insultos que planeaban lanzarle a su persona. Se sentía presionado, herido, insultado, y a pesar de todo todavía sentía los brazos estáticos del rubio rodeando le el torso, junto con su aroma. Le habría encantado que esa muestra de comprensión hubiese sido netamente por cariño, mas no eran así las cosas. Enfocó de nuevo la mirada en la persona que lo abrazaba, subió su mirar al reloj ubicado en la parte superior de una de las paredes azulinas, si mal estimaba, ya había pasado una hora y veinte minutos desde que entraron en esa habitación, siendo el silencio el mayor monopolizador del tiempo que llevaban allí.

- me voy... quiero tranquilizarme y pensar- con esas palabras y sus ojos puestos en su contrario, vio cómo el abrazo perdía consistencia hasta quedar desecho en solo dos lánguidos brazos a los costados de su portador. Naruto asintió con la cabeza y se quitó del camino dando un paso hacia atrás, con lo que el Uchiha empezó dando rápidos pasos con la mirada gacha, ya se había cansado de pelear, ahora lo que necesitaba era poner su mente en blanco y olvidar para luego ponerse a pensar con otro aire. Su caminar fue hacia la puerta por la que después continuaría con el corredor y posteriormente arribar al salón donde su hermano y el padre del ojiazul lo estarían esperando.

Naruto no lo siguió solo escuchó cómo los pasos se hacían lejanos y luego se acallaban. Poco a poco se sentó en el suelo, apoyándose en una de las patas de la mesa billar, volvió a entrecruzar sus brazos a la altura del pecho y tras pabiló sus ojos parpadeando.

"creo que conseguí un cambio y si no es así, me conseguí un posible problema... por favor que sea lo primero"

 

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- ¿Sasuke qué pasó?-dijo al mismo tiempo que se paraba escabrosamente de su asiento, dejando de inmediato su segunda copa de licor en la mesa.

- ¿Itachi qué haces aquí?- preguntó extrañado saliendo del letargo mental con el que había ingresado en la sala.

- ¿tú qué crees ototo-baka? Pues vine a buscarte, me enteré de que estabas aquí armando no se qué clase de trifulca en medio de la calle y se me ocurrió que tal vez sería bueno venir para hacerte entrar en razón, pero por lo que veo ya te vez más calmado- mencionó lo último alivianando la mirada y observando sus ropas por si tenía alguna evidencia que pudiera avalar su hipótesis de haberse ido de golpes con el chef, sin embargo todo parecía en orden.

"Al parecer Naruto logró calmar la desbocada alteración de Sasuke"

-ah, son rápidos- dijo desganado, se notaba que no le apetecía pensar en los periodistas y en la buena cobertura que tenían ellos de los "sucesos noticiosos" que acontecieran en la ciudad. Suspiró y se rascó la nuca antes de retomar la escueta plática- emm ¿nos vamos?- preguntó a modo de iniciativa por marcharse de allí.

-sí, pero en mi auto, ya que como verás el tuyo lo dejaste en frente de la calle donde se localizan todos los periodistas, mi querido e inteligente hermano- mencionó sin  la intención de hacerlo enojar, sólo pretendía tornar la situación menos dramática y triste, quería que lo insultara y que recuperara ese mirar altivo de superioridad con el que veía siempre las cosas, aunque tal vez de esa forma le resultara más difícil conversar con él.

-... idiota- susurro sin muchas ganas, pero más compuesto que antes. En eso una de las sirvientas, la misma que había hecho entrar a Itachi, se acercó para ofrecerse en llevarlos a la puerta trasera lo más cordial posible y es que ninguno de esos muchachitos le agradaba de presencia, no obstante Yondaime le tomó del hombro y le dijo que él se encargaría de despacharlos hacia su auto.

 - por aquí- la caminata después de esas dos palabras fue silenciosa hasta llegar al recubierto patio trasero de la mansión. Ambos pelinegros miraban, sin observar realmente, al Uzumaki mayor sacar un manojo de llaves de su bolsillo y meter una de estas en la rendija de la reja, para luego empujarla y correrse a un lado dándoles un tácita indicación de que ya podían irse.

- adiós yandaime-san y gracias por el trago- dijo con cortesía Itachi para luego subirse al auto, seguido de Sasuke quien ni se despidió.

-sí, adiós- ambos accedido a liberar un afable "hasta luego", sin embargo no estaban seguros de si les haría bien a sus familiares verse en una nueva ocasión, era mejor dejar pasar el toda el agua turbia y esperar agua más pura. El motor del auto empezó a ronronear, las llantas se movieron lentamente, acomodándose para estar en la posición correcta que les permitiera dar la vuelta e irse de allí, en pocos segundos el auto ya había alcanzado ese estado por lo que se marchó sin retardo, fugándose del perspectiva del ojiazul, quien, después de ir a ver a su hijo y abrazarlo, se iría directo a su cama a dormir.

"este es el día más complicado que he vivido, menos mal que se acabó"

 

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Naruto seguía en la sala de juegos, por alguna razón de su subconsciente pensaba en cómo sería el día de mañana, ya que este día había sido sólo el comienzo. Intentó distraer su atareada mente con otra cosa, por lo que del bolsillo de su pantalón extrajo su celular, con la intención de jugar un juego que lo enviciaba de sobremanera a seguir su curso, pero al iluminarse la pantallita vio que tenía 5 llamadas perdidas y un mensaje en espera. Al ver a quien le pertenecían esas llamadas y de leer el mensaje, no pudo hacer más que formar una sonrisa con cariño y tranquilidad. Todas las llamadas y el mensaje provenían de Fugaku.

"Cuando te desocupes llámame, solicito hablar contigo... te necesito"

 Le hacía gracia que hasta en los mensajes de celular expusiera sus característicos silencios. Lo consideraba una persona peculiar, sabía que no podía jurar que el arisco empresario era una individuo maravilloso y carismático, ya que había visto de primera mano cómo podía llegar a ser de frío y calculador con las demás personas, sin embargo él no lo podía juzgar como compañero de trabajo, colega o familiar, sólo podía calificar la parte que a él le mostraba, la calidad de persona que con él era... la cual era esplendida y cercana.

"son las... 00:40, mejor lo llamó mañana es muy tarde y debe estar durmiendo"

Se dijo a si mismo. Aunque no estaría mal hablar con él sobre lo ocurrido con su hijo y con los periodistas que habían concurrido a su casa, con el fin de que así no lo tomaran desprevenido en la calle cuando saliera a trabajar por la mañana. Aprovechando que el celular todavía seguía mostrando el nombre del propietario de esas llamadas perdidas, el rubio  con su dedo apretó el botón de marcado para comunicarse de vuelta con él, esperó un rato antes de que el tono pausado y uniforme en espera empezara a sonar, hasta que el auricular fue levantado y se detuvo.

-pensé que no llamarías Naruto- estaba en su cama a medio dormir cuando sintió el golpeteo que producía su celular al vibrar encima del velador junto a su cama. Desde que su hijo se había ido del departamento con rumbo desconocido para él, la había pasado mal, horrible, ese sentimiento de culpa e incomodidad no habían desaparecido en lo que quedaba del día. Habían hecho el intento de llamar a Naruto, pero no contestaba el móvil, por lo que intentó despejar su mente dándose una ducha, en la que sólo logró amargarse más, intentó hablar con el abogado al que le había encargado deshacerse del problema con el canal farandulero, pero tampoco contestaba, adiós a sus deseos de desquitarse con el incompetente de su abogado. Ya rendido de que nadie le respondiera se había acostado haciendo el intento de conciliar el sueño.

 - jeje surgieron un par de cosas... son bastante serias, es mejor hablarlas en persona ttebayo, mph ¿dónde estás?- preguntó al último cayendo en cuenta de que tal vez el Uchiha estaría en su casa con su esposa arreglando sus asuntos, y que él no ayudaba "dios que impertinente soy" pensó dándose con la mano libre en la frente y parte del costado del ojo. El empresario por el tono de voz que Naruto había usado sabía que es lo que pasaba por esa cabecita rubia y quiso tranquilizarlo.

- Naruto no pienses tantas incoherencias que te martiricen... estoy en el departamento y también necesito hablar contigo, además concuerdo contigo cuando dices que por celular no es la mejor forma- ya había pensado en que si quería juntarse con el Uzumaki el único lugar factible era ese bendito espacio que tenía por departamento, ya que tenían la posibilidad de estar ellos solos sin que ninguna persona impertinente los molestara... o intentara matarlo.

Soltó un resoplido con una sonrisa que se le escapó y continuo- tienes razón, pero dudo que pueda ir, hay una manada de periodistas enfrente de mi casa que no me dejaran salir hasta que les diga algo que los aliente a seguir con su trabajo- soltó un hastiado y burlesco de ser proveedor de trabajo para tantos periodistas, que halago ¿no?

-con que en tu casa se encuentran...- mantenía su aparente calma y porte habitual que no variaba ante ningún contexto adverso, sin embargo por dentro quería matar a su abogado por no haber controlado la situación a tiempo, al parecer debería encargarse de ellos personalmente, pero por el momento sólo quería saber si le habían dicho algo a su ángel que lo hubiera herido, para así ocuparlo como escusa de guerra ante los de la farándula "ya verán lo que Uchiha hace con pellejos inservibles de... "

-¡Fugaku escúchame!- lo sacó de un grito de su telaraña de pensamientos macabros y carentes de compasión sobre cómo hacer sufrir económica y físicamente a esos tipos de la prensa rosa.

-si...eh yo te voy a buscar en mi auto si es que eso te facilita las cosas Naru- dijo retomando el tema y su carácter imperioso. Habían veces, como esa, que se preguntaba el porqué de su carácter tan liviano con el Uzumaki, era extraño que el sólo pensar en algún tema relacionado con él lo desconectara de su calculadora mente.

- claro, pero tendrá que ser por el portón trasero ttebayo y cuando estés próximo a la mansión procura apagar las luces de tu auto para asegurarnos de que no te puedan ver- dijo reincorporándose del suelo de la sala de juegos, sacudiéndose un poco el pantalón de mezclilla que llevaba puesto.

-bien, voy para allá... Naruto...-

-¿sucede algo?-

-...te quiero, gracias por estar a mi lado-

-yo igual te quiero y me siento feliz de haberte conocido- terminó de decir con una hermosa sonrisa.

Yondaime se encontraba parado afuera de la habitación con una taza de café en las manos, había tenido la suerte de escuchar gran parte de la conversación y no quiso interrumpir, no podía interferir en un tema que exclusivamente su hijo debía enfrentar, sin su ayuda. Y por alguna extraña razón no se sentía tan preocupado como de costumbre.

"me estás haciendo confiar en ti Uchiha, más te vale responder bien"

                            End chapter fifteen

 

Notas finales:  

Cualquier pregunta o duda me lo dejan en un review!! Besos ya me pondré a escribir el otro capi.


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