- Saory vendrás mañana a la escuela, todos los miércoles faltas por alguna razón- me pregunto Lee.
- No lo se Lee, tal vez si mis padres me dejan.
Vi como Lee se alejaba, hacia la calle sur de behemot, mentí a Lee y a mis compañeros diciendo que faltaba a la escuela los miércoles por que mis padres celebraban un culto los miércoles de cada semana de su país de origen y que Saory, la llamada reina no podría asistir a clases pero en realidad soy un chico de 16 años que tiene un pequeño problema y es que es un incubo, son una pequeña raza que cuando esta por llegar a la edad adulta cambia de sexo hasta alcanzarla, por este motivo tuve que abandonar mi escuela y mentir a mi mejor amigo de la infancia, aunque me veía como una chica por fuera en realidad era un chico, pero las cosas no son fáciles para nosotros vivimos entre humanos y excepto por esa pequeña diferencia no diferimos de ellos en nada mas por eso vivimos como humanos, llevo 2 meses siendo una chica y ya casi todos los hombres de la escuela se me han declarado el único que no lo ha hecho es Lee, a si que seguimos siendo amigos, aunque cambie de escuela era a la que asistía Lee, el era el muchacho popular, y todos daban por hecho que saldríamos, en fin me estoy desviando del tema, como les iba diciendo yo en realidad soy incubo ya que mi madre es un súcubo y sus rasgos fueron mas fuertes, recuerdo que una mañana desperté y mis peños habían crecido mi cabello se volvió ondulado y creció, mis caderas se ensancharon, mis labios se volvieron mas carosos y mi hombría había desaparecido, imaginen a los dieciséis años cuando un hombre empieza a sentir atracción sexual por las mujeres se convierte en una, no sabia como terminaría esto pero en estos momentos ni chicas ni chicos me interesaban.
Mis padres no me explicaron bien la situación, pero una vez a la semana volvía a ser un chico, y mañana seria ese día.
No podía ir a la escuela, hoy era un chico así que me sentía libre, fui a hacer algo de deporte, fui a la piscina, me sentía estupendo, me sentaba de maravilla hacer esas actividades como un hombre, cuanto había extrañado serlo, mi cuerpo como hombre no tenia comparación, aun no podía entender como podía encogerme, claro que nunca fui particularmente alto, en realidad media cerca de 1,68 m cuando era hombre, mi pelo era castaño liso, tenia eso si una cara andrógeno, y aunque no tenia mucho músculos los tenia bien definidos y marcados, de mujer media 1,58 m, era del tipo linda que provoca proteger, claro la ventaja de ser u incubo es que era mas rápido y fuerte que un humano normal, eso era bueno, los íncubos eran demonios menores, pero como demonios podían sentir a uno poderoso, yo vivía e un pueblo muy tranquilo, por alguna razón mi padre y madre así lo quisieron, aunque casi no veía mucho a mi padre, mi madre decía que estaba ocupado en no se que asuntos del infierno, la verdad me daba igual, ahora era un incubo, mi madre decía que no había sido un demonio poderoso por su culpa, por que era un súcubo, es decir a diferencia de mi ella se convirtió en hombre y cuando llego a la edad adulta quedo como mujer con u paquete extra, que seguramente me pasara a mi, es decir la capacidad de u incubo o súcubo es lo que los humanos llaman intersexual, menudo rollo, todavía no lo tengo claro, pero creo que la idea es que sea como sea se reproduzca, aunque mi padre nuca me recrimino nada, me crio e el mudo humano, y no me explicó bien como funciona el mudo demoniaco , se que tengo 2 hermanos mayores, pero los veo muy poco ya que ayudan a padre.
Bueno como venía diciendo, es que divago tanto que me pierdo, Salí de la piscina rejuvenecido, y pensar que me quedaban 2 años hasta llegar a ser adulto, eso era un verdadero trauma.
Como lo bueno no dura tanto, ya era hora de regresar a casa, a veces me pregunto, por que mi vida era así, por que mis padres consideraron criarme en el mundo humano, tal vez si me hubiesen criado en el mundo demoniaco no hubiese luchado tanto con lo inevitable