-Ki Bum ¿puedes decirme donde esta MinHo?- La maestra casi me mata al verme sentado solo, sin la estúpida rana a mi lado
-No lo sé, no soy su niñera para saber dónde diablos se mete esa rana estúpida - hable mordaz importándome poco que fuera la maestra, bien se lo dije a ese inútil tenía que llegar temprano a la clase pero ¡no! El muy imbécil seguro andaba por ahí follándose al primero o primera que se le apareciera
-Oh! Key ya estás aquí, fui a buscarte a tu salón, la madre de mis hijos no puede andar solita por ahí, ¿qué tal si te roban o le pasa algo a nuestros bebes?- el estúpido de Choi se sentó a mi lado mientras fingía estar preocupado
- Bien señor Choi, justo así deberán comportarse con sus parejas ahora que tendrán sus lindas pancitas, las mamis tendrán que ponerse este traje – señaló unas horribles botargas de embarazadas que estaban frente a nosotros – por lo que se les dificultara hacer algunas actividades y los papas tendrán que ayudar.
-Maestra, eso de “dificultarse algunas actividades” ¿a qué se refiere? – alguna de mis compañeras pregunto eso a lo que la maestra sonrió ampliamente
-No podrán hacer deporte, o actividades físicas que requieran esfuerzo, claro está que tienen su permiso de maternidad, lo he hablado con los maestros y todas las mamis están exentas de esas cosas hasta que den a luz –
- Bueno si, pero eso de que los papas ayudaran no entiendo a qué se refiere – Obviamente fue la rana estúpida quien pregunto
- Estas botargas pesan alrededor de 5 kilos, por lo que se les dificultara, andar cargando sus bolsos pesados, se cansaran al caminar y los papas ayudaran a que sus parejas no tengan que moverse más de lo necesario, cargaran sus bolsos, les compraran su almuerzo, las ayudaran a llegar a sus salones, todas esas cosas- la maestra sí que daba miedo estaba tan emocionada con el proyectito ese, que una animadora se quedaría corta a su lado
-¿Haber entonces esas cosas horribles las tendremos que estar cargando por todo lo que dura el día de clases? – bonito me vería yo con esa cosa enorme por todo el instituto
- No, ustedes cargaran a sus bebes todo el día por una semana, en cuanto se pongan sus pancitas un contador de horas se activara, ustedes solo pueden quitarse los trajes por máximo 40 minutos al día, solo para bañarse, al finalizar la semana se revisara ese contador quien obtenga menos de 162 horas en su contador reprobara el semestre, el contador solo cuenta en cuanto se tiene bien puesto el traje así que ya lo saben – sabía que se podría poner más feo - ¿Alguna otra duda? ¿No? ¿Ninguna? Bien entonces los llamaré pareja por pareja para colocarles sus pancitas y comenzaran a vivir la maravillosa experiencia del embarazo –
Y sí tal como lo anunció les empezó a poner las horribles cosas a todas las mujeres y después a los hombres, desafortunadamente solo fuimos tres hombres los que sacamos el premio doble JaeJoong, HyunJun y claro yo, nuestras barrigas eran el doble que el de las demás y eso me preocupaba de sobre manera mi cuerpo era mucho más frágil y delicado que el de mis compañeros ¿cómo iba a soportar tanto peso sin que me rompiera en el trascurso de dar dos pasos?
-Choi MinHo y Kim KiBum, the troublemaker couple sus genes deberían poderse mesclar, harían unos hijos tan bonitos – su mirada me decía que nos estaba imaginando con todo un kínder niños y niñas parecidos a la rana y a mí
-Sí maestra tengo que ir a comer, y deseo con toda el alma poder hacerlo antes de anochezca – tuve que sacarla de su nube antes de que la perdiéramos
- Ok sí, MinHo tienes que asegurarte que KiBum coma lo suficiente para el bienestar de tus hijos, complácele sus antojos y cuídalo mucho, esto será muy pesado para él, su barriguita pesa casi 10 kilos - hablaba mientras me ponía la cosa horrible que pesaba más que yo
-¡Claro que sí maestra yo cuidare de mi bella doncella y mis bebes!- Hijo de su… le divertía tanto la situación que ni intento hacía de disimularlo
-sí es todo, me voy - llegue hasta la puerta del salón y sentía que había corrido un maldito maratón
- Vamos amorcito, la hora del almuerzo pronto terminara y necesitas alimenta a mis bebes y a ti dulzura- El maldito sapo me tomo del brazo y cual muñeca de trapo me arrastro hasta la cafetería
-¡Bummie! Ven, ven, siéntate aquí, ¡Oh valla, mira esa bonita pancita! Pareciera como si fuera ayer cuando nos diste la noticia de que sería tío – El exagerado de Jjong fingió limpiarse lágrimas
- ¡Jódete! – fue lo único que conteste para girar mi rostro en dirección contraria a la de el
- Omma ¿Qué se te antoja para comer? Yo iré a comprártelo, quiero vete feliz y que estén bien mis hermanitos – con TaeMin pocas veces me enfadaba pero desde ayer se volvió un pesado
- ¿Saben qué? Todos váyanse a la mierda, han acabado con mi apetito – No espere que dijeran algo, simplemente me levante y con mucho esfuerzo salí de la cafetería encontrándome con mi gran amiga Amber
- ¡Key! Qué bueno verte, ¡Omo, te tragaste una sandía! – me abrazo por los hombros y me dio un sonoro beso en la mejilla
- Tú no, Amber – Pedí cansado a mi amiga quien me veía atentamente
- No te preocupes, estoy al tanto de tu condición y lo menos que quiero hacer es molestarte, sé que te pones de niña y no quiero aguantar tus berrinches, vamos al patio trasero, imagino que no haz comida nada ¿cierto? – Esa tonta bien que me conocía, nos conocimos hace unos años en Estados Unidos, y desde entonces hemos asistido al mismo colegio siempre, es por nuestra gran amistad que ponen en duda nuestra sexualidad, bien Amber no es la típica chica femenina, es mas es todo lo contrario, viste como hombre, en mi vida la he visto con algún vestido o falda, ella tiene ese toque “masculino” que a mí me hace falta, somos polos opuestos totalmente, por lo que al vernos juntos resulta bastante gracioso la chica masculina y el chico afeminado, ¡bonita pareja!, ella sabe que me gustan los hombres y yo sé que a ella también somos dos gays como solemos decirnos nosotros
-¿Me escuchaste?- si no fuera por la horrible pansa estoy seguro que solo sería un centímetro el que separaría nuestros rostros
- No lo hice, me perdí recordando como tuve la desdicha de conocerte – Me burle un poco para relajarme de toda la tención
- Imbécil, te dije que no entráramos a la clase de Filosofía, tu pansa y tu falta de condición física es la excusa perfecta – yo tampoco quería entrar a clases por lo que acepte su idea y nos fuimos al patio trasero para comer frituras y golosinas que Amber saco de la maquina al final del pasillo
-Voy a engordar por tu culpa, y mis hijos enfermaran –
- Sí, sí engordaras Choi ya no te va a amar y tus renacuajos nacerán con diabetes, cállate y sigue comiendo – me aventó una de las bolsas de papas
-¡Hey más cuidado pudiste herirnos! –
- ¿Cómo lo ha tomado el capitán? – soltó de repente
- Ya sabes que es un idiota no ha dejado de molestarme, ahora dice que soy su doncella- mordí una de las papas para desquitar mi enojo
- Típico de él, pero no te preocupes sé que muchos te ayudaran y consentirán –
- Ese es el problema, desde que esta estupidez comenzó no han dejado de acosarme, ayer hice el ridículo de mi vida gritándole a media escuela que iba a tener hijos de ese sapo inmundo-
- Debieron calentarte mucho para que dieras tus gritos histéricos, bien hecho, ahora serás madre soltera- me palmeo el hombro en consolación
- ¿Cómo tendré hijos de un sapo roperas conmigo? –
- no te amo lo suficiente para poder ayudarte con los hijos de otro, lo lamento lo nuestro no puede ser – Para ambos era normal jugar con esa supuesta relación, era nuestra forma de des-aburrirnos, la hora que nos saltaríamos de Filosofía se convirtió en el resto de las clases por andar platicando y bromeando, me ayudo a llegar a los dormitorios y sin invitación entro a mi cuarto
-Me voy, te vendré a buscar para la cena y ayudarte a quitar eso para que te puedas dar un baño- se levantó del sofá donde nos quedamos viendo una película y cuando salía escuche la voz del sapo
-¿Amber qué haces aquí?-
-Vine a de dejar a mi embarazada a nuestro hogar, vendré por ella para la cena, así que no la hagas enojar y que se salte la comida por tu culpa, ¡te veo al rato Príncipe! – y después del grito que dio desapareció detrás de un portazo
- ¿príncipe?, ¡valla ahora se la verdadera razón por cual rechazaste las propuestas, tu no querías un padre si no una madre!, ¿así te sentirás hombre? –