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~*~¿Casado con mi Principe?~*~[TEMPORALMENTE PARADO] por Gabiru

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Notas del capitulo:

Hola!, nuevamente aquí ^^

este capitulo me parecio muy divertido de escribir XD espero que les paresca igual de divertido de leer 7w7

con respecto a tu peticion hopi, tal vez suba los dibujos en el próximo cap, no he tenido tiempo para subirlos ^^U

Por ahora Por Favor lean y diviertanse!! (/^0^)/

####CAPITULO IV####

 

En la mañana del tercer día después de que los príncipes desaparecieran en medio de la nada, en el balcón principal del palacio estaba el emperador De Naroan de pie junto al pasamano observando al espacio.

-Así que aquí has estado…— dijo mientras entraba en la habitación, su viejo amigo Oiham sin recibir respuesta de su amigo que aún estaba perdido en sus pensamientos— ¿puedo preguntar en qué piensas?

-Este es un lugar bonito para vivir… —balbuceó—  hay buen clima y la gente es muy agradable— siguió hablando mientras su amigo le escuchaba en silencio— sí,… me pregunto ¿no es un buen lugar para que los nietos crezcan?

-Ya habrá mucho tiempo para que veas a tus nietos crecer.

-Sí,…—hubo una pausa— ¿No hay noticias de esos dos? — preguntó finalmente dirigiéndole la mirada a Oiham.

-Estamos en eso, al parecer ha habido complicaciones.

-¿de qué tipo?

-Al parecer lo acordado no es suficiente.

-[*Suspiro*] Ha, me pregunto ¿Cuánto tiempo más esperaremos?

-el que sea necesario ¿no? —concluyó Oiham, mientras su amigo volvía la vista al espacio.

 

 

 

En una cabaña decadente y triste al lado de la carretera, el sonido sordo de los golpes de Sed contra la puerta del sótano obscuro y húmedo en donde estaban cautivos, eran repetitivos, casi llamando a la desesperación mientras Jun le observaba en silencio sentado en el piso. Luego de varias embestidas, una tras otra, el hombro de Sed le dolía, escupió una maldición y sobándose el hombro fue a sentarse junto a Jun.

-… ¿Qué? —le pregunto Jun viéndolo con aburrimiento.

-¿Qué de qué?

-¿No que ibas a tirar la puerta?

-Sí... Pero me estoy tomando un descanso…— respondió con una gota cayendo de su sien.

-¡Oh!, claaaro…— decía sarcásticamente y Sed le miraba molesto.

-Pues si es tan fácil ¿Por qué no lo intentas tú?

-Nah, es imposible abrir una puerta con doble tranca desde adentro, en especial a puros golpes.

-¡¿Y Por qué no me lo dijiste antes que casi me dislocara el hombro intentando abrirla?!

-no me preguntaste.

-[*Suspiro*] Claro…—dijo resignado— aún no me cabe en la cabeza como es que esos bastardos nos dejaron desatados y luego se fueron.

En efecto, los caza recompensas que los habían capturado los transportaron a un sitio más apartado del pueblo, a algún lugar en medio de la carrete en donde no había nada más que esa decadente casucha, mientras los transportaban habían estado atados de pies y manos, pero cuando el automóvil se detuvo los sacaron y luego encerraron en aquel sucio sótano, sin ataduras, con agua y comida, y luego de un tiempo pudieron escuchar a sus captores irse en el carro y dejarlos solos y, por lo visto, sin vigilancia.

-¿A dónde crees que hayan ido?— preguntó Sed

-Oí que el barbudo les decía a los otros que irían a beber para celebrar, o algo así… De seguro nos creen tan inútiles y débiles que no podríamos escapar— dijo Jun, aún con su actitud aburrida y algo cabizbaja.

-Oye, no te deprimas por…

-¡¿Cómo no me voy a deprimir?! —Interrumpió— si estamos secuestrados y encerrados, si no fueses tan debilucho hubiésemos escapado, pero ni siquiera puedes soltar un golpe decente— dijo molesto mientras Sed desviaba la mirada nervioso y lloroso.

-Acepto que no soy un buen peleador— se resignó a aceptar la verdad, su expresión cambio a seria cuando notó la expresión de Jun—  ¿Estás asustado?

-[*hiso una pausa*] Vamos a morir aquí ¿verdad?... todo es mi culpa.

-No seas tonto, nada de esto es tu culpa— dijo a manera de consuelo.

-pero si no fuera por mí obstinación con lo de la boda, nada de esto hubiera pasado— Sed le miro y soltó un largo suspiro y volteó a ver el espacio con tristeza.

-Te equivocas, fue mi idea desde un principio, si alguien tiene la culpa soy yo— esto llamó la atención de Jun quien lo miraba desconcertado—… verás, yo tampoco estaba muy contento con la idea, planeaba esperar a que pasara todo el revuelo de la boda y luego regresarme a mi país solo, inventaría cualquier excusa, pero eso cambió cuando te conocí— esas palabras provocaron un leve sonrojo en el rostro de Jun quien apartó la mirada y fingió no estar impresionado.

-Y… ¿Por qué es eso?, aún podías irte ¿no?

-Sí, pero no me iba a ir luego de haberme enamorado tantas veces ¿cierto? —dijo sonriente.

-¿Cómo tantas veces? —preguntó levantando una ceja.

-la primera, fue cuando te vi en aquel jardín bajo la luna, la segunda cuando te acercabas caminando lentamente hacia el altar todo vestido de rojo y lleno de alhajas te veías lindo, y la tercera fue cuando me golpeaste en el estómago y me dejaste sin aire cuando le dije al barbero que te cortara el pelo porque a tu novia no le gustaba— concluyó con una sonrisa de oreja a oreja dejando a Jun completamente rojo.

-Definitivamente eres extraño— dijo haciendo puchero y viendo a otro lado esto le saco una carcajada a Sed, hubo una pausa y Jun no pudo evitar recordar las imágenes de lo que ocurrió antes, la confesión de Sed, el beso, y continuo— sabes… yo –yo nunca he dejado que nadie me toque, ni se quiera pasar conmigo.

-Lo sé— respondió Sed mirándolo fijamente.

-Nunca, a nadie antes, le hubiera permitido que hiciera… “eso”

-Con “eso” ¿Te refieres al beso de antes?

-¡A Cualquier Otro Le habría Roto todos los huesos! —gritó exaltado, Sed acercó más sus cuerpos apretando el abrazo y reposó su barbilla en el hombro de Jun.

-Eso me pone feliz, ¿Significa que también me amas? —los corazoncitos brotaban de Sed mientras Jun empujaba lejos a Sed señalando que él no había dicho tal cosa, luego de quitarse de encima a Sed bajo la mirada y hablo tristemente.

-De todos modos vamos a morir aquí…

-No te preocupes— dijo suavemente rodeándolo con el brazo— vamos a salir de esta, y les patearas el trasero al barbudo ese y  a los otros bastardos.

-… Sí, —las palabras de Sed le hicieron levantar el ánimo— ¡Ten por seguro que lo haré!, después de todo tú nunca podrías hacer algo así, eres demasiado débil— dijo risueño.

-Veo que eres el mismo de siempre.

-¡Vamos a Salir de este Hoyo! — De un brinco se levantó del piso y se dirigió hacia la puerta con toda la determinación del mundo— ¡MALDITA PUERTA!

Tras el grito de batalla le soltó una patada a la puerta que los apresaba y esta cayó estrepitosamente sobre las escaleras ascendentes que se encontraban al otro lado, de Jun parecían brotar llamas de furia que llamaban a la venganza, dejando a Sed con ojos de puntito observando desde una distancia segura y preguntando ¿por qué no lo había hecho antes?

-¡Ahora vamos por esos malditos! —Gritó Jun.

 

 

 

En un ligar alejado de dónde habían dejado su “botín”, los bandidos caza recompensas yacían unos en la mesa de póker, otro en la barra pidiendo ronda tras ronda y el líder conocido como Rastafar estaba alejado del bullicio del bar hablando alteradamente por el teléfono, al final dio un grito a la bocina y colgó, cogió una copa de algún tipo de licor y volvió disgustado a donde estaban jugando póker.

-¿Pasó algo jefe? —preguntó uno de los jugadores.

-Son esos malditos— escupió— se creen muy listos, les exigí doble o nada y se reusaron, ¿Quién creen que soy? ¿La caridad pública?, pero a menos que nos paguen lo que pedimos no les entregaremos los “paquetes”.

-¡Oiga Jefe! —Gritó uno que ya estaba pasado de tragos desde la barra— ¿Está seguro que deberíamos dejar solos a esos dos sin vigilancia?

-¡No te preocupes! —Respondió el jefe muy seguro y confiado— ¡Esos niños ricos jamás se atreverían a tratar de escapar!, y aun que lo intentaran, ¿Qué podrían hacer un par de princesos? ¿Escapar con buenos modales? JAJAJAJAJAJAJA…

 

 

 

-¡APURATE!, ¡MALDITA SEA! —Gritaba con furia Jun, llevaba varios metros de distancia a Sed que parecía ir arrastrando los pasos.

-¡Espérame! —Gritó exhausto— ya no puedo más.

-¡Qué infantil eres! — le gritó Jun sin detenerse ni alentar el paso, habían estado caminando alrededor de 2 horas bajo el frio de la noche en, lo que parecía, una carretera a la mitad de un desierto, pero  no lo podían asegurar, había niebla y viento por todos lados, tanto que apenas podían ver lo que tenían en frente, pero esto no detuvo a Jun— ¡Apúrate!

De repente Jun pudo divisar una luz a lo lejos que se aproximaba rápidamente, creyendo que eran sus perseguidores corrió de vuelta hasta donde estaba Sed.

-¡Sed! —gritó preocupado al no recibir respuesta, estaba tan obscuro que no veía nada, pero una mano que lo cogió por el brazo le hiso recobrar la calma.

-¿Qué ocurre? —Preguntó Sed, pero antes de que Jun pudiera contestar Vio cómo la luz de un auto se aproximaba y parecía detenerse, no parecía ser un carro grande por lo que no podían ser sus perseguidores— ¡hay que pedir que nos lleven! —propuso.

El carro lentamente se detuvo a su lado y bajó la ventanilla, entonces el rostro de una mujer de edad avanzada con una expresión gentil.

-¿Qué hacen aquí a mitad de la noche chicos? —preguntó cortésmente, Sed se agachó sobre la ventanilla para responder apropiadamente.

-Fuimos abandonados aquí, ¿podría llevarnos? — de inmediato la mujer les indicó que subieran a los asientos traseros, le quitó el seguro a la puerta y ambos abordaron el vehículo que luego reinició la marcha.

-Mucho gusto— dijo la mujer— yo soy la señora Rahim y él es mi hijo Soe—presentó al joven que iba manejando, este respondió con un “hola”

-Mucho gusto— respondió Jun sonriendo— Yo soy Jun y él es Sed.

-¡Pero querida! — Dirigiéndose a Jun— te ves pálida deben estar exhaustos…

Sed apenas contuvo la risa al oír que la ancianita le decía “querida” a Jun, por otra parte Jun estaba entre avergonzado y sorprendido, aún con el cambio de imagen lo seguían confundiendo con mujer…

-¿Por qué estaban a estas horas caminando en medio de la nada? — Preguntó el joven conductor— no es seguro por estos rumbos.

-Lo sabemos— Respondió Sed— la verdad es que estábamos huyendo.

-¡¿Huyendo?! —preguntó sorprendida la señora, Jun miró a Sed con cara de “¿qué crees que haces?” y este se limitó a guiñarle el ojo y continuar hablando.

-Así es señora— ahora Sed invocaba su instinto del drama (N/A: [Inserte música dramática aquí]) — Verá, nosotros somos hijos de familias envueltas en un grave y antiguo conflicto por razones ajenas a nosotros, a pesar de eso nos enamoramos profundamente pero nuestros padres no nos apoyaron, con grandes dificultades logre raptar a mi amada y traerla conmigo lejos de nuestras familias y me case con ella— ahora mostraba la sortija de matrimonio que llevaba en su dedo y casi con lágrimas en los ojos prosiguió— Su padre cogió rencor con migo y contrató a unos malhechores para que acabaran conmigo, pero sin importar qué— ahora sujetaba al manos del incomodo Jun— ¡Nunca dejaré que me separen de mi amada Jun! Aunque mi vida peligre Juré que la mantendría a mi lado de ahora en delante. Aunque las desgracias que nos persiguen han impedido que pudiéramos consumar nuestro amor como es debido… ¡eso aún entristece mi corazón!

Ahora, ¡por favor un aplauso para el merecedor del premio a mejor actor de la historia! ¡Sehfir!

Las lágrimas de los dos recién conocidos caían a cántaros, estaban sumamente conmovidos por aquel relato tan triste, Jun por otra parte no podía creer que se tragaran tal farsa.

 

-¡Tenemos que ayudarles! —Dijo la anciana, su hijo asintió y ahora ella se dirigía a los chicos aún tomados de las manos— Vendrán a nuestra casa.

-OH, de ninguna manera buena señora, jamás podríamos causarle problemas a alguien tan gentil como usted, por favor no se moleste con nuestras calamidades— dijo sed con rosas brotando de él.

-De ninguna manera permitiré que un par de recién casados con tal mala suerte pasen la noche fuera, se quedarán en nuestra casa— dijo la señora.

-Muchísimas gracias, es usted un ángel— Jun observó a Sed y le dijo con un tono solo audible para ellos dos “me das asco”, a esto Sed le rodeo con el brazo y le dijo al oído: “no te preocupes mi amada, yo cuidaré de nosotros”, tras esas palabras le dio un suave beso en la oreja, Jun se sonrojo y volvió a sentir aquella sensación de parálisis en su cuerpo, apretó los puños y aguardó en silencio por el resto del trayecto.

 

 

Después de unos minutos de viaje, llegaron al hogar de la anciana y de su hijo que resultó ser una granja enorme, luego de asearse Soe les mostró una muy bien arreglada habitación en el segundo piso, les indico dónde estaba todo y que si deseaban algo más no dudasen en pedirlo. Luego de agradecer fueron dejados a solas y pudieron relajarse.

-¡Qué buena suerte tenemos ¿eh?! — Decía alegre Sed, Jun no le contestó nada y se dispuso a quitarse el abrigo— mmm… ¿Qué te pasa? ¿Estás molesto porque te hice pasar por mujer?

-No, no es eso— Respondió frio.

-y… ¿Qué es entonces? — preguntó desconcertado, mientras en la mente de Jun divagaba en si debía preguntar o no…

-« ¿Por qué me siento así solo cuando estoy a su alrededor? Es esto… ¿a lo que llaman amor? » —mientras Jun permanecía atrapado por sus pensamientos no se percató que Sed se acercaba lentamente a él hasta que fue abrasado por la espalda y se estremeció al sentir la respiración de la otra persona sobre su cuello, pudo sentir su cara arder y su cuerpo entumecer.

-¿Estás preocupado por saber si me amas o no? —le susurró al oído Sed, ¿acaso era tan transparente? Lo que más le dolía era el por qué no sentía repulsión a esa persona, por qué deseaba tanto ser tocado por él, ¿Lo deseaba?

-¿Por qué yo… no puedo golpearte? —susurró, tras lo cual Sed lo tomo de la barbilla y volteó su rostro para poder verlo, sus labios quedaron a centímetros y Jun se puso aún más rojo.

-¿Será porque me amas? — no espero respuesta y rápidamente tapó sus labios con los propios.

Casi con desesperación introdujo su lengua en la cavidad ajena, los dientes chocaron y las lenguas se empujaban una con otra danzando al compás de los leves gemidos que se escapaban de la garganta de Jun, poco a poco ambas personas parecían fundirse en el placer de los labios del otro, sus cuerpos sincronizados en un mismo latido, la mano de Sed bajaba lentamente por el cuerpo de Jun y este se estremecía, fue solo hasta que la falta de oxígeno se hiso evidente cuando sus labios se separaron no sin antes dejar una mordidita en el labio inferior de Jun.

-Solo hay una manera de saber… —le susurró Sed— Lo que en verdad sientes… — Jun se estremeció ante el significado de aquellas palabras, pero al levantar la mirada cayó hipnotizado por la mirada de Sed, su cuerpo se paralizo y su mente se puso en blanco y no pudo hacer más que dejarse caer en aquella intoxicante sensación.

 

 

-¡¡Jefe!!

-¡¿Qué es todo ese escándalo?! —preguntó el jefe de los caza recompensas.

-¡¡HAN ESCAPADO!!

-¡¿QUÉ?!

 

 

Jun estaba sumergido en la mirada de Sed, poco a poco caminaron hasta caer en la cama.

-Puedes detenerme cuando quieras— Susurró Sed palabras que para Jun no tenían sentido, era esa mirada, ¿recuperará el sentido? O quedará ahogado en la pasión.

 

TO BE CONTINUED…

Notas finales:

Waaaa....

Me encantá como va esto ¿a ustedes no? O¬O

este capitulo practicamente se escribio solo.

Lamento dejarles así, pero como recompensa prometo que en el proximo cap , habrá Lemon O;;O !!!

Reviews? XDDD


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