Después de la aplastante derrota y el hecho de la propia jefa de casa había aceptado la renuncia y no avisarlo, el equipo de gryffindor intentó por todos los medios que el chico de ojos verdes regresara.
Dichos intentos siempre eran desastrosos, había días que no lo encontraban, otros en los que se enfurecen le exigían, hasta casi obligarlo, a regresar pero era salvado por cualquier profesor.
Mismos que habían callado el favoritismo del primer año.
Dumbledore se había enterado y también había intentado convencer al chico, pero este se negó diciendo que prefería enfocarse en los timos.
Ante aquellas palabras los ojos azules brillaron y comenzaron a hablar de las hazañas de James, Frank y Sirius como aurores.
-- Ellos se encargan de capturar a los mortifagos que son seguidores de Voldemort--dijo con un tono de superioridad
-- Si, se encargan de hacer eso, pero también de asesinar a inocentes
--¡Harry!¿Cómo osas ensuciar el honorable trabajo de su padre?
-- Mi padre pudo haber sido un excelente auror, pero eso no significa que todos lo fueran, he estado investigando un poco y resulta que hay casos en los que el atacante fue un auror y no un mortifago. Como el caso del niño de San mungo.
Albus no dijo nada, conocía el caso debido a que la mujer de aquel auror, había estado involucrada en cambios de algunos recién nacidos en el hospital mismos en los que él había metido mano.
Quiso en su momento callar a la familia lamentablemente el caso ya era conocido y solo algunos podían acercarse a la familia él reconoció a varios mortifagos de los que se volvieron cercanos a esa familia.
-- Harry eso es una vil
--Verdad profesor, el caso fue muy sonado
-- ¿Donde escuchaste eso?-- cuestionó
-- En el callejón diagon-- respondió para después levantarse-- si es todo me retiro tengo un ensayo que hacer
-- Harry tus amigos te extrañan
-- Pues tienen una extraña forma de demostrarlo
Una vez solo Albus frunció el ceño el mocoso se le estaba escapando, pero no le preocupaba pronto lo tendría de nuevo bajo su dominio.
-- Creo que es la hora de traer a Sirius y reunir la orden.
Harry respiró, la reunión lo había tensado ahora lo unico que queria era ver a alguno de sus padres.
Así que no dudó en dirigirse a donde Severus esperando encontrarse, mientras caminaba hacia el lugar se sintió tenso, lo estaba siguiendo.
Con varita lista por cualquier cosa, siguió el camino donde sus padres.
Hermione seguía al heredero Potter, tenía la varita lista para lanzar el hechizo correspondiente para que el chico regresa al carril correcto y les suplicara un perdón por faltas que no existían.
Pero antes de hacer cualquier cosa, sintió que algo la golpeaba, pero al voltear no encontró nada, claro que no sintió como su ropa comenzaba a cambiar.
Los gemelos quienes estaban probando unas capas de invisibilidad y le habían lanzado la broma que se estaba activando poco a poco.
Chocando las manos se perdieron en los nuevos pasillos del castillo.
El fantasma de Godric miró con una sonrisa a los gemelos, eran los únicos junto a los primeros grados que aún eran salvables. Con una sonrisa liberar su magia para guiarlos a una zona abierta.
Los gemelos reían al ver como sus nuevos inventos funcionaban y que serán un éxito con su benefactor.
Así que hablando sobre las mejoras que harían, cuando se dieron cuenta por fin donde estaban caminando, se encontraron que habían entrado por un camino nuevo, mismos de los que muchos de los que se hablan.
Caminaron con la valentía de su casa hasta llegar a unas puertas con un león rapante.
Mirándose solo por segundos tomaron las manijas y empujaron con la intención de entrar, habían esperado resistencia en la puerta mas no fue así. Les fue fácil la entrada
Al entrar se encontraron con una exquisita sala de duelo, la tarima a todo lo ancho del cuarto ampliado mágicamente, rodeado por una fino hilo de magia, a los alrededores habían dos puertas, había algunas viejas espadas, y un cuadro donde habían dos hombres con la varita y espada alzada en pos a un duelo.
Decidieron investigar el lugar, descubriendo que las puertas eran una enfermería y la segunda iba a otras cuatro con los escudos de las casas, estas llevaban a vestidores y duchas
--Este…
--Lugar…
=Es genial=
--Hay que decirle a los chicos--dijo George
Así se dirigieron a la salida con la intención de hablar con los chicos. Y planear cómo utilizar el lugar
Harry había llegado de forma tranquila con su padre, quien no dudó en recibirlo con un abrazo y platicando de todo un poco, en poco tiempo también se reunió con ellos Severus. Siempre eran platicas de todo lo que habían hecho en el dia, casi nunca hablaban de los planes a menos que fuera muy necesario u otra parte del plan estaba por iniciar. En ese caso solo esperaban el movimiento de Amelia para poder seguir con el plan. Mientras tanto comenzaban a planear sus vacaciones.
Albus mientras tanto terminaba la carta que enviara a sirius. Al poner el punto final sintió el cambio de la magia y supo en ese momento que otra área oculta había sido liberada.
Miró con furia al sombrero que desde principio de año dejó de serle fiel, además de darle una simple advertencia.
Muy pronto dejaría de ser el director.
Cosa que no está dispuesto a aceptar. Hogwarts era de él y de nadie más, se había encargado de eliminar cualquier línea de los fundadores, solo quedaba Harry y Tom, mismo que morirían pronto.
Mientras en una de las oficinas del ministerios más seguras, madame Bone revisaba toda la información, lo que tenía era un hombre en shock que se sentía culpable de lo sucedido con el hombre al que quería como un hermano, el tiempo después de su captura fue caos total.
Nadie quiso hacer nada por el hombre, ni siquiera Dumbledore.
El hombre nunca le había agradado, sus ínfulas de ser alguien superior, sintiéndose como la reencarnación de merlín y todo bajo aquella simple frase “ todo por el bien mayor”
Con todo lo que tenía podía hacer lo correcto, ahora necesitaba localizar al prófugo y ofrecerle protección y la promesa de darle el juicio que le fue negado en el pasado.
Así con esa idea fija se dispuso a dar el ofrecimiento oficial con la libertad de pedir juramentos si así lo pedía.
Durante la cena, los gemelos esperaban con impaciencia que el sombrero apareciera y diera las nuevas noticias.
Había escuchado en su magia la petición simple y sencilla de guardar silencio y que la sala fuera encontrada solo por los elegidos, que demuestran la valentía y el honor de un duelo de antaño.
Así que ante la mirada de sus compañeros miraban el atril del director con la esperanza de que la noticia se diera.
No tardó mucho que su deseo se hiciera realidad ya que el fénix del colegio volvió a aparecer en un fogonazo, llevando consigo al sombreo y dejándolo sobre el atril permitiéndole hablar.
“Godric Gryffindor fue un gran duelista, varita y espada en mano, eran pocos los que podían derrotar, al contrario de los que pedían su servicio para ayuda.
Levantaba ambas armas con honor y no atacó por la espalda a menos que fuera muy necesario.
Con Salazar siempre hizo pareja en los duelos, ambos convirtiéndose en duo sin igual. Casi nadie podía derrotarlos.
Cuando este colegio se abrió, Godric puso en claro que la defensa era parte importante de la educación, conocer cómo contrarrestar los hechizo realizados con perversidad y se dispuso de dar Defensa contra las artes oscuras, que en aquel entonces era una clasificación distinta a la actual.
Más sentía que aquella enseñanza era poca, por lo que con ayuda de los otros tres abrió una sala de duelos, donde enseño a pelear con una varita y al perderla continuar la lucha con una espada.
Así que hoy mismo doy a conocer la apertura de aquella magnífica sala de duelo, donde aquellos que desean conocer el duelo de forma deportivo o creen que puedan necesitar aquel conocimiento, deberán buscarlo y demostrar ser dignos.
Pero no hagan estupideces, que de hacerlo no serán aceptados.
Mas no estará solo en su camino de conocimiento, tendrán la ayuda correcta.
Filius Flitwick es un gran duelista, es de reconocerle, pero se hace cargo de la magia música inspirada por la dulce Helga, así quien apoyara a la clase de duelo sera Severus Snape, la esencia del castillo ha hablado y Godric Gryffindor a elegido.”
El fenix tomo el sombrero y desapareció, el silencio estuvo por algunos minutos, para después comenzar.
Casi nadie estaba de acuerdo ante el instructor de duelo, pero aquellos que aceptaban dicho dictamen, esperaban que Snape pudiera pedirle apoyo a Flitwick en alguna ocasión.
--Felicidades Severus--exclamó Tom con una sonrisa y una mirada llena de orgullo
--Los chicos aprenderán mucho de ti--menciono Pomona sonriendole a su compañero
--Eso es muy cierto--exclamó Filius--muchas felicidades Severus.
--Gracias--respondió con una inclinación--tuve que aprender a batirme desde muy joven
La ligera pedrada tenso a Minerva, para nadie era secreto que su aprendizaje se debía a los constantes ataque de aquellos leones.
Mientras los profesores felicitaban a Severus, Minerva de forma tensa, albus comía en silencio, esa sala sería de ayuda, solo necesitaba que sus peones estuvieran adentro para arruinar al hombre de negro.
Lamentablemente lo que Dumbledore no sabía, era que de sus peones ninguno entraría, ante los ojos del fundador de los leones, ninguno de ellos eran dignos y debían pasar por mucho para poder serlo.
Los murmullos continuaron, hasta que en la casa de los leones las risas comenzaron.
La broma de los gemelos se había activado por completo, el uniforme impecable de Hermione ahora era un vulgar traje, la humillación de aquella chica era total ante el grito de una Ravenclaw.
--Miren Granger aún usa pañales….
Al día siguiente en el desayuno los susurros entre algunos alumnos, lo dicho por los gemelos a sus amigos la emoción de que el sombrero daría a conocer la nueva área abierta.
El dia siguiente estaba lleno de emoción ante la búsqueda de la sala de duelos de Godric, así como también había quienes aún recordaban la humillación de Hermione, quien aunque quiso demostrar que la cruel broma no le había afectado, sus compañeras no dejaron de burlarse ante el pañal que había aparecido en la noche anterior. Durante esos tranquilos momentos, el correo comenzó a llegar y entre aquel mar de ave se podía apreciar una hermosa lechuza de color caramelo llegaba a entregar un nuevo paquete de su admirador secreto.
El silencio rodeó el lugar al ver a aquella ave bajar donde se encontraba Harry, quien aunque no lo admitiera estaba emocionado por el regalo que recibiría en ese momento.
“Para mi hermoso León
Mi bello ángel que con tu presencia alumbras mi existencia, deseo que este humilde presente sea de tu agrado, esperando que me de un lugar en aquel bello corazón, aunque sea pequeño.
Espero con ilusión que me des una pequeña esperanza de darte la felicidad que mereces.
Soñando con un futuro junto.
Tu admirador secreto.”
Harry suspiró con emoción ante la hermosa carta. Controlando su nerviosismo gracias al manejo de la oclumancia, abrió el paquete dejando ver un hermoso porta varita hecho de piel de dragón, con sus iniciales bordadas en doradas y varios hechizos de protección, junto a esta una pequeña nota.
“Espero sea de tu gusto mi hermoso ángel, tiene varios hechizos de protección.”
Harry miraba encantado el regalo, como siempre que recibía algún regalo de su admirador se olvidaba de todo a su alrededor, siendo observado por sus amigos quienes sonreían ante la ilusión de su amigo.
Mientras que sus padres se encontraban divididos ante lo que su hijo sentía y las ganas de torturar a lo muggle aquel que creía ser digno de su pequeño.
Los susurros así como las especulaciones estaban a la orden del dia.
Mas toda ensoñación y murmullo término ante un horrible grito.