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Harry Riddle Snape por Anle Ruma

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Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen, los uso para entretenerme

Harry despertó como lo había hecho en los últimos días con la ropa pegajosa y rubor en el rostro.

 

Tomo sus cosas para poder farsr una buena ducha intentando no pensar en lo que soñaba cada semana.

 

Mientras terminaba aquella rutina no pudo evitar mirara hacia el ultimo regalo de su admirador un hermoso arreglo de cristal.

 

Suspiro ante la tarjeta enviada en aquel objeto.

 

Ese desconocido se estaba metiendo en su corazón y aquello le estaba provocando confusión.

 

Por un lado estaba la emoción de aquel ser sin rostro que le regalaba objetos hermosos, así como postres también todo junto con palabras que le hacían suspirar. Mas había un pero en aquello, no estaba seguro que su admirador lo quisiera como Harry, tenía miedo de que lo quisiera por ser el niño de oro.

 

Por otro lado estaba lo que sentía cerca de Draco, como su corazón latía con emoción cuando lo veía y estaban cerca, cuando le daba la mano y como se enfurecía cuando alguien sr le acercaba.

 

Ya había pasado por la etapa de negación y sabía que Draco le gustaba tanto como le gustaba su admirador secreto.

 

-- tengo que hablar con papa

 

Fue su pensamiento cuando salió de la sala común.

 

Mientras iba al comedor se encontró con Neville y los gemelos.

 

Neville se había puesto un glamur para que nadie supiera de su cambio, aunque los profesores habían tenido que llamarlo por su nombre de pila, debido a la magia que aún estaba activa.

 

Sonrió al ver como Nev se veía, las cartas que Remus y Sirius les mandaban así como también los dulces que su madrina también les mandaba.

 

El también recibía cartas, pero no las leía con la misma emoción que su amigo.

 

Harry suspiro después de mucho su padre le había contado a grandes rasgos la verdadera relación de los merodeadores con su papa.

 

Aquello le hizo sentir furioso. El odiaba a los bullying había sufrido de aquello y por eso los detestaba. También estaba el hecho de que ellos habían sido los únicos adultos que le habían prestado un poco de atención sincera.

Se mordió el labio pensando sobre la reacción de los últimos merodeadores al saber la verdad de su origen.

 

Después de terminar su desayuno se fue con sus amigos a la clase, Granger y Weasley habían estado entrando y saliendo de la enfermería constantemente, parecía ser que una de las serpientes estaba tomando los intentos de ataque como una venganza personal, o eso le había dicho Pansy, cuando lo comento, esperaba poder conocer a la chica pronto.

 

Mientras se dirigían a los invernaderos, Harry no pudo evitar mirar hacia la mesa de las serpientes y gruñir al ver como una chiquilla estaba cerca de su dragón.

 

Se detuvo ante su pensamiento.

 

--¿Harry?—cuestiono Neville mirando a su compañero

--Estoy bien, no te preocupes—exclamo sin emoción, haciendo que compañero mirara donde él y suspirara.

 

Harry tendía a ponerse extraño con la situación involucraba al príncipe de las serpientes, los gemelos parecían muy sobreprotectores cuando se juntaban con las serpientes.

 

--Vamos Harry, llegaremos tarde a herbologia.

 

Mientras caminan hacia el invernadero, Harry decide que debe hablar con su papa Severus, necesita un consejo urgentemente, así que después de decirle a Neville que se le olvido algo, le pidió a su familia Jalil que le entregue una nota a su papa.

 

 ~No soy una lechuza~

 

Exclama la serpiente provocando una risa divertida en su compañero, al verla irse se apresura a ir para su clase.

 

Las clases de la mañana pasaron con una lentitud increíble, o eso le pareció a Harry, así que cuando la campana del almuerzo sonó solo se despidió de Neville y se fue a las mazmorras.

 

Severus ya tenía lo que comerían listo, se había sorprendido al escuchar el siseo enfadado de Jalil y supo que su enfado tenía que ver con la pequeña nota que hijo le había mandado.

 

Lleno de curiosidad espero que su pequeño llegara, algo le decía que esta sería una plática que no quería tener realmente.

 

Harry llega al cuadro donde  Salazar esta y después de saludarle y darle la contraseña entra para aferrarse a su padre en un abrazo, esas pequeñas muestras le hacen sentirse completamente amado.

--¿Y padre?—cuestiona al ver la mesa puesta para dos

--Tenía una reunión con algunos mortifagos, lo veremos en la cena.

--Entiendo—Aunque a Harry le encantaban las comidas familiares, en ese momento el que solo estuvieran ellos dos, era perfecto.

 

El almuerzo estaba hiendo de forma tranquila, pero Severus sabía que no tenían mucho tiempo, por lo que después de tomar un trago de vaso, decidió encarar el tema

 

-- ¿qué sucede Harry? Tu nota decía que tenías algo que consultarme.

-- es… no sé cómo empezar

-- respira profundo y dime que te preocupa

 

Harry hizo lo dicho respiro profundamente y miro los ojos oscuros de su papa.

 

-- tu sabes de mi admirador-- ante el asentimiento continuo-- espero von ansias sus regalos y me gustan mucho. Pero hay momentos en que pienso que no es a mí a quien ve sino al niño que vivió, y bueno

-- comprendo-- respondió-- sería bueno que le mandaras una nota con dicho sentir y según como te responda podrías decidir si quieres continuar recibiendo sus regalos o dejarlos.

-- ese no es  todo el.provlema. es que también me… me he dado cuenta de que me gusta Draco

 

Severus frunció el ceño ante lo último había tenido que poner toda su atención en su niño debido a que este comenzó a bajar el volumen de du voz. Ante lo dicho no pudo evitar soltar un suspiro.

 

Había vigilado al grupo que estaba revolucionando al colegio y había notado aquellas miradas discretas de su pequeño para con su ahijado así como también había percibido el interés del dragón para su príncipe.

 

No había querido interpretar dichas acciones en ninguno teniendo la esperanza de que había sido su imaginación. Mas ahora con las palabras duchas ya no podía evitar la interpretación y las consecuencias de la misma

 

--¿ papa?

 

El silencio de Severus comenzó que los viejos fantasmas comenzaran a aparecer de nuevo. De seguro su papa no quería que su ahijado estuviera con él. Draco merecía alguien mejor.

 

-- oh pequeño lo siento-- fueron las palabras que escucho para después ser abrazado por el príncipe de los mortifagos-- no pienses cosas que no son. Entiendo que estés confundido entre tu admirador y Draco y de verdad debes buscar la forma de definir tus sentimientos por ellos.

--No sé cómo—susurro contra el pecho de su papa—y si ¿no soy bueno para ninguno?

--Harry, la persona que te amé siempre te vera ati a Harry, siempre será bueno para ese alguien, si por algún motivo tu admirador o Draco piensan que no eres suficiente para ellos, significa que no valen la pena. Tu mi pequeño eres alguien muy valioso y las persona que te amé lo vera.

 

Harry asintió ocultando su rostro en su pecho, mientras Severus acariciaba con ternura los cabellos de su niño, el comprendía mejor que nadie ese miedo de no ser lo suficiente para alguien.

 

Los Dursley, mismos que ya sufrían las consecuencias de meterse con su pequeño, y Tobías, quien se pudría en el infierno, les habían hecho creer que no valían.

 

El a pesar de estar casado y con un hijo, había momentos que sentía que era indigno de Tom, que él se daría cuenta y lo abandonaría, por suerte Tom sabia como calmar aquellos miedos. Y esperaba con todo corazón que quien conquistara a su pequeño también lo hiciera.

 

El almuerzo termino y ambos comenzaron sus rutinas.

 

Al terminar el día, Harry no pudo evitar una sonrisa boba ante su nuevo regalo, un libro de defensa, un libro personalizado.

 

--Oye linda—exclamo a la lechuza--¿puedes entregarle un mensaje a tu amo?

 

La lechuza asintió y Harry le entrego una carta que había escrito en historia de la magia.

 

--Gracias, nos vemos la semana que sigue…espero—susurro al verla alejarse.

 

 

Mientras en la sala común de slytherin

 

Theodoro Nott releía la carta que había escrito, empezaría a cortejar a Neville y la carta que nadaría era para los Lord Black y Malfoy, quienes fungía como tutor de su león, sabía que el permiso seria provisional ya que después debería tener una audiencia con los padres del chico.

 

Una lechuza entro por la ventana, no pudo evitar alzar una ceja al reconocerla, era la que Draco usaba para enviarle los regalos al heredero de slytherin

 

--Hey Draco, la lechuza trae algo—exclamo a su amigo quien entraba

--Gracias Teo, suerte con tus peticiones—dijo al verlo salir con las cartas y acercarse a la lechuza quien le entregaba la carta--¿Qué me abra escrito?

 

“Para mi admirador.

Sé que te sorprende esta carta, pero es que necesitaba escribirte para contarte algunas cosas.

 

Antes que nada gracias por los regalos y cartas que me mandas, son hermosos y e has hecho esperar tu regalos con ansias.

 

Me imagino que al leer esto te preguntaras ¿Qué es lo que pasa, si le gustan los regalos? El motivo de mi carta es que hoy y algunos otros días me he levantado con una incógnita que me carcome en lo más profundo de mí ser.

 

Tu como todos, conocer mi “vida” ya sabes aquellas tonterías del niño que vivió.

 

Y es entonces que le pregunto ¿le envías los regalos a Harry o a Harry el niño-que-vivió?

 

Tal vez te extrañe la pregunta y dirás que ambos son lo mismo, pero no es así.

 

Harry solo Harry es alguien completamente distinto al niño que vivió y puede que te decepciones ante eso.

 

Necesito saber a quién le mandas los regalos…

 

Además hay otra situación… me gusta un compañero. No te diré quien es, pero con él es la misma situación, eso sin contar que él sabe algo que tu desconoces, una ventaja dirás, pero no es así porque con él se me adjunta un nuevo título y temo que si me declaro el vea aquel título por sobre Harry.

 

Muy pocas personas conocen a Harry y deseo que tú seas una de los que conozcan si en verdad esté interesado realmente en mí.

 

Espero tu respuesta.

 

Atte. Harry, solo Harry”

 

Draco bajo la carta, la doblo y metió en su baúl para después dirigirse a una de las mazmorras que Severus había dispuesto para el entrenamiento de hechizos, después del fiasco del segundo año.

 

Ahí con toda la elegancia de su familia redujo a cenizas todos los blancos.

 

La carta le había hecho sentir rabia ante aquellos asquerosos muggles que habían dañado a su Harry, no conocía al cien la historia pero sabía que timidez que veía en él, así como el miedo que le conto sobre no ser el orgullo de sus padres tenía que ver con ellos.

 

Respiro profundo, debía escribirle a Harry la res pues una que le demuestre que lo quiere a él, sin importar nada, pero sin revelarle que sabía la verdad y también descubrir quién le quería quitar a su león.

 

Por qué el dragón había elegido a su pareja y nadie se la quitaría.

 

 

 

Miraba las estrellas desde la torre de astronomía, acaricia la serpiente de plata que le había regalado Tom, una hermosa joya que tenía varios hechizos.

 

El brillo que había en sus ojos era algo que nadie había visto en el mestizo Snake, pero que ahora veían con mayor frecuencia y era extraño por que parecía tener una extraña aura en él.

 

Incluso los merodeadores, lo habían notado y habían hecho hasta lo imposible por borrarlo, porque una serpiente como ella no merecía ninguna felicidad.

 

En Hogwarts no se podían mantener los secretos por mucho tiempo y el rumor de que quejicus, como era llamado por aquel cuarteto de brabucones, tuviera pareja se había esparcido como pólvora. ¿Como?

 

Simple, porque una de las chicas más chismosas del colegio, perteneciente a la casa de los cuervos, escucho una conversación entre el siniestro Snape y el malévolo Regulus Black.

 

Regulus le preguntaba algo a Snape y este le había respondido con palabras que nunca creyó escuchar en labios de alguien como ese oscuro chico.

 

“Quiere que nos casemos cuando me gradué”

 

Aquello desato el rumos. Solo Narcisa, quien había sido informada por parte de su prometido, los hermanos Lestrange, Bella, así como Regulus sabían la verdad de aquel rumor. Sabían que el señor tenebroso le había pedido al príncipe matrimonio.

 

Severus no había dicho que sí, su baja autoestima aun le hacía imposible creer que Tom lo quisiera de esa forma. Por eso se encontraba en la torre aquella noche.

 

Mas en ese momento el brillo no era el mismo que llamaba la atención de todos en el colegio, era el brillo de lágrimas acumuladas que aún no salían de su prisión.

 

Las crueles palabras que eran “susurros” le recordaban lo dicho por aquel despreciable muggles.

 

¿Por qué alguien como Tom lo querría?

 

Él era el Lord oscuro, el heredero de Slytherin, ¿Quién era el a su lado?

 

Era un simple don nadie, la no valía nada

 

Apretó el dije con fuerza, aguantándose las ganas de llorar.

 

--Tom

 

Susurro y sintió el jalón de un traslador.

 

Su prometido no le había dicho que dije era un traslador y que son solo tocarlo y llamarlo estaría a su lado.

 

En la torre del director Dumbledore frunció el ceño ante la perturbación, mas no le prestó atención, hacía poco que había modificados una vez as las barreras.

 

 

Tom se hallaba leyendo unos documentos, cuando en el centro de su despacho su pareja apareció.

 

--¿Sev?—cuestiono al verlo y se preocupó al ver las lágrimas que por fin había sido liberadas—Severus ¿Qué paso?

 

El príncipe mestizo negó con la cabeza, intentando en vano terminar su llanto y encontrar su voz, pero no había nada

 

~No huele a sangre, solo a tristeza y dolor~

 

Las palabras de Nagini no lo tranquilizaron, solo asintió y abrazo a su pareja quien se aferró a él.

 

--Shhh, todo está bien pequeño, tranquilo

 

Con cuidado lo llevo a un sillón y ahí se sentaron, Tom pensando en las miles de torturas a quien había dañado a su pareja, cuando el llanto termino y solo quedaban sollozos le alzo el rostro.

 

Aquellos ojos de color ónix que le habían enamorado, estaban atormentados.

 

--Dime, confía en mí

 

Severus seguía sin encontara su voz y con suplica le permitió a su pareja entrara a sus recuerdo.

 

Tom vio lo que había pasado en las últimas semanas después de la reunión y no pudo enfurecerse ante lo que veía.

 

¿Cómo se atrevían a pensar de esa forma en su querido príncipe? ¿Que se vendía? ¿Que solo estaba con él por lastima?

 

“Nadie te va querer no eres más que un error, deberías estar muerto”

 

El recuerdo de aquel muggle le hizo saber quién sería su próxima víctima.

 

--Severus Prince—exclamo evitando llamarlo por aquel asqueroso apellido—mi hermoso príncipe, no escuches sus palabras, no hay nadie más digno para mí que tú, están celosos de que tu hallas encontrado tu felicidad conmigo, odian a cualquiera que pueda ser feliz, sus palabras están llenas de envidia, no los escuches mi príncipe

--Tom—susurro de forma necesitada y se odio por sonar tan desesperado y necesitado

--Mi hermoso príncipe, te amo nunca dude de mi amor hacia a ti

 

Con aquellas palabras beso  a su pareja, su pequeño necesitaba sentirse amado y él lo haría sentirse asi.


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