Sirius leía algunos libros que el cuadro de su madre le había recordado, desde viejos rituales para mejorar las barreras, así como también un viejo diario de su padre, quien había escrito sobre algunos de los principales objetivos del movimiento de Voldemort.
Había leído e incluso se había atrevido a hablar con el cuadro de su padre que estaba, junto a los demás jefe de casa, en una habitación especial.
La magia es magia, darle una clasificar es algo que nunca debimos hacer, hay hechizos considerados como luz que pueden ser utilizados para asesinar y hechizos oscuros que pueden salvar, un ejemplo claro es la maldición asesina que era en un principio un hechizo de luz, utilizado por mediamos para darle al hechicero una muerte digna, ahora debido a un idiota es considerado un hechizo prohibido, cuando en un tiempo era un hechizo benévolo.
Después de aquella plática comenzó a pensar en su vida escolar, como se les había dado luz verde contra los slytherin, eran los malos, pero ahora viéndolos desde la perspectiva de un sangre pura conservador, ellos solo querían respetar sus propias tradiciones.
Los nacidos muggles habían llegado, ellos debían acoplarse al mundo mágico, no al revés.
Los libros lo mostraban, los hombre lobo no eran temidos, eran criaturas oscuras sí, pero eso no hacia inferior al mago, el seguía siendo un mago con derechos, los nacidos muggles llegaron con el miedo impuesto por la naciente religión, los prejuicios llegaron con ellos, temerosos de los que no comprendían o que habían sido rechazados por algún mago en cuestión a favor de las criaturas mágicas.
Shamain había sido remplazado por el Halloween, en vez de festejar a sus muertos como debía ser, festejaban una caza indiscriminada, así como la muerte de inocentes.
Bajo el libro que leía, la magia no debía catalogarse, ahora veía que la luz no era tan blanca como se quería mostrar y la oscuridad no era tan densa como lo había pensado.
--Sirius—exclamo el castaño mirando a su compañero—el almuerzo está listo
--Gracias, vamos más tarde a ver a Narcisa, quiero hablar con ella de Bella
--Claro
Narcissa estaba contenta ante el despertar de su hermana, quien parecía confusa, pero también tenía aquel brillo que había perdido a la muerte de su bebe.
--Ama—dijo una elfina sacándola de sus pensamientos—el amo Sirius está en la sala junto al amo Remus
--Gracias iré a verlos, por favor cuida de nuestros otros invitados.
--Lo hare ama
Lady Malfoy respiro profundo y fue donde su primo y pareja, aun no entendía por que no habían formalizado ya, la magia del juicio había aceptado a Lupin como consorte de Sirius, tal vez el daño que había hecho Dumbledore era mayor al esperado.
--Sirius, Remus—exclamo con una sonrisa
--Hola Narcissa, es un gusto verte de nuevo—respondió Remus con una sonrisa
/Si, digno consorte Black/
--Cyssa—saludo dándole un beso a su prima—me gustaría tener unas palabras contigo
--Claro, ¿un té?
--Gracias
Así los tres se sentaron, Remus se sentía cómodo con la familia Malfoy, se sentía aceptado, muy diferente a las pocas reuniones con la orden, le agradaba la hospitalidad que le daban, para ser solo el amigo de Sirius
--¿y de que quieres hablar?—cuestiono la rubia mirando a su primo
--Iremos directo al punto, Bella y su esposo ¿ya están aquí o llegaran pronto?
--¿Disculpa?
--Narcissa, el juicio nos dio a los dos la custodia temporal, no nos entregó el niño, ellos quedarían libres en algún momento, quiero saber ¿ya lo están? Si es así que hay que hacer para ayudarlos y sino como sacarlos
Remus miraba la escena con silencio, él ya había escuchado sobre esa teoría y había leído algunos libros que, extrañamente, le había recomendado el cuadro de la madre de Sirius, sabía que la duda de su compañero era normal, si la magia hubiera sentido a los Lestrange incapacitados para cuidar a Neville, se los habría entregado
Narcissa respiro mirando la fiereza de su primo, él no se iría sin una respuesta correcta
--Están aquí, lograron escapar unos días después del juicio—fue la respuesta de Lucius quien llegaba, beso a su esposa y miro a Sirius
--¿Se están recuperando?
--Pronto despertaran—fue la respuesta de Narcissa
Sirius respiro y bebió él te que ya estaba un poco frio, necesitaba tomar una posición y para eso debía hablar con Harry.
--Dumbledore dice que Voldemort regreso—exclamo mirando a la nada—si aquello es cierto, quisiera hablar con el
--Desconocemos si él ha vuelto—respondió Lucius—pero puedes hablar con el príncipe
Ante las palabras de Lucius, Narcissa lo miro aprensivamente, cosa que notaron ambos hombres
--Puedo preparar una reunión
--¿El príncipe?—interrogo Remus
--A diferencia de la creencia popular yo no soy la mano derecha del Lord, ese es el príncipe, él es más de estrategia que de batalla, eso sin contar que era muy preciado por nuestro señor, por eso casi nadie lo conoce, solo el círculo cercano
--Me gustaría tener una reunión con el
--¿Podemos saber el motivo?—cuestiono Narcissa
--Quiero que me explique por qué pelean ustedes, quiero conocer más a fondo los objetivos de la oscuridad y después hablar con Harry
--¿te cambiarias de bando?—pregunto Lucius
--posiblemente
--¿y tú Remus?—interrogo Narcissa al castaño
--No lo sé, tal vez me vuelva neutro—respondió sin mirar a nadie
--Me encargaré de la reunión, puede ser pronta o tardar un poco—dijo Lucius quitando un poco el ambiente pesado—cambiando de tema, Lupin ¿te gustaría volver a dar clases?
--Claro, pero… ¿Quién contrataría a un hombre lobo?—pregunto con una mueca amarga
--Yo conozco a alguien que lo haría, si gustas mañana podríamos ir a que conozcas donde darías clases, claro si aceptas
--yo…
Remus no sabía que pensar, miro a Sirius quien le sonreía y asentía dándole a entender que lo apoyaba
--Me gustaría intentarlo
--Perfecto—exclamo la rubia mientras daba una ligera palmada—aprovecharemos al máximo la visita mañana
--Bien, creo que es hora de que nos restiremos, avísame cuando despierte Bella y su esposo necesito hablar con ellos
--Lo haremos, mañana nos vemos en el caldero a las nueve, para que Remus vaya a la entrevista
La pareja de hombres asintieron para después despedirse dejando al matrimonio solo
--¿Estás seguro?
--No será realmente el príncipe, pero ellos no deben saberlo.