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Bajo tus alas... ¿o garras? por sombra_larga

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por sus comentarios! me ayudan a seguir con la historia.

Epero que lo disfruten.

-mi papi se llamaba André- respondió nervioso viendo la cara tensa del otro-murió cuando me dio a luz-

El horror invadió a Cador, no podía ser, ¿pero cómo?

-¿Quién te dijo sobre mi papi?-interrogo un poco confundido el rubio- nadie en el reino lo sabe-

-no entiendo…- dijo Cador.

-mi nacimiento se ocultó durante mis primeros años, en ese entonces mi reino tenía problemas con otro, lo más seguro fue esconder mi existencia- explico Alex, el rostro del hombre estaba muy pálido.

-yo necesito salir un momento- murmuro Cador antes de salir abruptamente del cuarto.

-¡Cador!-

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

 

Mientras tanto Mikel se encontraba paseando por los jardines, restos de nieve se dispersaban por aquí y por allá, los árboles comenzaban a recuperar su color y el rio se derretía con los nítidos rayos del sol.

Un pájaro del color de la lava llego volando desde las entrañas de las nubes, disminuyo el aleteo hasta llegar junto a Mikel. Una pequeña bolsita de cuero colgaba de la pata, con ansia el doncel la desamarro dejando al ave ir.

Sacudió la bolsita hasta que un frasquito de cristal cayó de esta.

Una gran sonrisa se forma en la cara de Mikel, alegre continuo su camino mientras chiflaba una alegre cancioncilla.

………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

Cador corría por el castillo alarmando a los sirvientes a su paso, su cara iba del enojo a la confusión.

El hombre se detuvo frente a una piedra en forma cruz, letras talladas la atravesaban y miles de flores se espacian alrededor de la tumba, aun jadeando por la corrida se arrodillo frente la piedra, “André”.

-soy un jodido estúpido- Cador se jalo el cabello, hace solo unos  momentos prometió ser sincero con el doncel, pero no pudo evitar huir ante la revelación. Eso solo significaba que en verdad fue su culpa, su amado André murió por su culpa.

Sin poder evitarlo unas cuantas lágrimas rodaron por sus mejillas, aun podía sentir el frio cuerpo contra el suyo, las pálidas mejillas y los labios azules, ojos violetas mirando a la nada.

Por un momento pensó en Alexander, a pesar de ser padre e hijo eran completamente diferentes en cuanto la personalidad, ambos eran caprichosos, pero Alex era más llorón  tierno y necio, mientras que el padre era orgulloso y hasta cierto punto frio.

Cador comparo ambos sentimientos, recordó seriamente, y al fin se dio cuenta.

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

Alex paseaba nerviosamente de un lado a otro por la habitación, la idea de salir y buscar el mismo a Cador era tentadora, pero luego recordó al doncel de la noche anterior, lo mejor era esperar al hombre pacientemente.

Unas repentinas nauseas lo invadieron obligándolo a sentarse, se reprendió a si mismo intentando tranquilizarse, tanto nervio no era bueno para la criatura.

Un viento frio entro al cuarto dándole en pleno al cuerpo desnudo,  con escalofríos corrió a la cama para envolverse con las sabanas.

Pensamientos de todo tipo bombardeaban su cabeza, ¿Por qué demonios Cador sabia de su papi? ¿Qué harían a partir de ahora? Y lo más importante ¿aceptaría a su bebé?

Con una mano sobando la pequeña tripita se levantó yendo hacia el desayuno intacto que lo esperaba en la mesita. En la charola había un plato lleno de fruta junto con tostadas y un vaso de leche, un  ramito de flores a lado con un notita:

“mi querido rubio

No tengo ni idea de que coman los embarazados

Por eso he cortado fruta, en vez de caldos

Espero que esto llene su tripita

Si no, ya veo  que más hago en mi cocinita

Esto es una muestra de mis profundos conocimientos sobre los clichés, y quiero que sepas que mi pobre cerebro sufrió varias explosiones por el esfuerzo de hacer este poema.

Perdón por lo estúpido que he sido.

Cador.”

Con una risita doblo la notita prometiéndose nunca perderla, empezó a comer con ganas renovadas, sentía un grueso nudo en la garganta, tomo un poco de la leche creyendo que se debía a la comida, hasta que sintió en un bocado lo salado de sus propias lágrimas.

Confundido se tocó con ambas manos la cara, sorprendiéndose al encontrarse llorando, y sin más se soltó a llorar. Se había dicho que no importara que, el enfrentaría todo por su hijo, se casaría con un anciano si era necesario, enfrentaría la ira de su padre y soportaría las miradas de desprecio.

Él quería ser fuerte y enfrentar todo, pero en ese instante comprendió que sin importar que no podría soportar separarse del hombre, no de Cador, quería dormir todas las noches en sus brazos, que le contara sus aventuras, que le preparara el desayuno mientras se burlara de sus pocos dotes culinarios, que lo besara hasta que le faltara el aire.

No quería irse, no quería criar solo a su hijo.

No quería separarse del hombre que ama.

-¿Qué te pasa?- dio un brinquito de sorpresa,  Cador estaba junto a él con gesto preocupado, con un dedo reteniendo una lágrima en su mejilla.

-ah…nada yo solo…ya sabes las hormonas- se tallo los ojos intentando quitar para las lágrimas.

Cador contemplo al doncel frente a él, parecía un pajarito tembloroso, el largo pelo estaba revuelto y con nudos, la cara la tenía pegajosa por las lágrimas y la nariz roja, su cara estaba pálida y tenía ojeras. Pero, aun así, para él, era el doncel más hermoso que jamás hubiera visto.

-en verdad eres precioso-dijo como si nada el hombre.

-qu-que te pasa idiota- el rubio tartamudeo y el calor coloreo sus mejillas- no creas que te perdonare por dejarme en media platica, yo ya te conté lo que quisiste saber, ahora dime como es que conoces a mi papi- reclamo Alex enfurruñado- y no me lo niegues que te pusiste blanco como muerto cuando mencione su nombre-

-no te lo voy a negar- el hombre lo acuno en sus brazos poniéndolo en su regazo, los tapo con las sabanas y le dio un beso en la sien- pero antes de todo, quiero que sepas que antes de hoy no sabía quién eras ni quien era tu padre-

-no entiendo que tiene que ver mi padre-

-ahora lo entenderás, solo quiero que me prometas que me escucharas hasta el final- rogo el hombre.

-si…esperare- acepto un tanto perplejo el rubio.

-fue hace diecinueve años…-

……………………………………………………(FLASHBACK)……………………………………………………………………………….

Un hombre de pelo y ojos negros caminaba con pesados pasos por los pasillos del castillo, a las afueras la nieve caía con intensidad.

Cada sirviente que pasaba daba una gran reverencia para su rey, Eliazar II era un hombre corpulento y muy alto, con cada musculo del cuerpo tonificado, muchas marcas de guerra le rodeaban los brazos y la mayoría del cuerpo.

Era un hombre imponente, todos sus soldados le respetaban y servían con pasión,  su cara tenía una expresión seria la mayoría del tiempo.

Menos cuando sus hijos se encontraban presentes, oh si, sus hijos eran su mayor debilidad, tan solo una mirada de Mikel o un  ruego de Cador y el gran rey se convertía en un gatito manso.

Eliazar sintió sus botas hundirse en la espesa nieve, eran los últimos días de otoño, si alzaba la vista podía ver perfectamente el humo salir de las chimeneas. Este año el invierno seria crudo y frio.

Claro que eso no parecía importarle a su hijo mayor que se encontraba tirado en el suelo, sin camisa y con una bota a medio poner.

La cara molesta de su hijo le decía más o menos lo que pasaba.

-¿con quién peleaste esta vez?- pregunto el rey resignado.

Su hijo dio un saltito de susto antes de dirigirle una cansada  mirada.

-tu esposo me saca de quicio a veces-

-mi esposo, es tu papi- regaño suave el rey.

-y tu hermano- le recordó el menor- no quiero casarme con Mikel- dijo triste, dejando la bota de lado.

El rey vio la espalda de su niño, un niño que ya no era niño, sin darse cuenta su hijo ya era un hombre, ya casi le alcanzaba en estatura, su cuerpo se había vuelto como el suyo propio y una insipiente barba le crecía en los pómulos.

Tan solo faltaban cinco años más y seria mayor de edad. Y con mayoría de edad vendría el matrimonio con su hermano según las tradiciones.

Y para su molestia Liker, su hermano-esposo, se los recordaba cada segundo.

-te reto a una carrera- dijo con entusiasmo fingido, su hijo lo vio detenidamente antes de bufar, sabía que ni él podía con tantos años de tradición.

-ni creas que me ganaras viejo-

Entre risas se desvistieron y tomaron la forma de dos dragones completamente negros, ambos de tamaño monstruoso.

 Tomaron vuelo, iban ceñidos, ninguno de los dos cedía el camino y se apartaban entre empujones.

De repente, el príncipe heredero vio de reojo un carruaje enterrado en la nieve, sin decir nada se desvió de la carrera para ir hacia allí.

-¡Cador!- llamo su padre pero el otro no le hizo caso, el rey maldijo y lo siguió viendo con sigilo hacia todas direcciones, a veces su hijo era muy ingenuo, esto podía ser una perfecta trampa.

Ambos llegaron hasta el carruaje, tomando forma humana, más de la mitad se encontraba enterrado por la nieve.

-son humanos- dijo el rey casi escupiendo el nombre- vámonos Cador- ordeno el monarca jalando el brazo de su heredero.

-¡espera!- el menor se sacudió a su padre para ir hasta el carruaje-¡hay que ayudarlos, podrían estar heridos!- con esfuerzo comenzó a quitar la nieve, intentando abrir la puerta.

El rey suspiro pidiendo paciencia a los dioses.

-no Cador- negó el mayor jalando a su hijo.

-¡pero podrían necesitar ayuda, ningún humano sobrevira en las montañas!-

-¡exacto!-  puntualizo el mayor- por eso vivimos aislados en las montañas, ¡por los humanos!- grito el rey- un humano no te ayudara en el campo de batalla, créeme. ¿Qué crees que harían si encontraran a un dragón agonizando?- pregunto fríamente- le dejarían morir, si no es que algo peor-

-no todos los humanos son soldados padre- recrimino terco el menor-podría haber un bebé o una mujer o doncel ahí dentro-

El rey miro detenidamente a su hijo, viendo determinación en su mirada, termino suspirando resignado.

-bien abre el maldito carruaje-

El menor sonrió antes de terminar de abrir el transporte, encontrándose solo con un bultito de telas enroscando en un  rincón, entro en el carruaje notando los leves temblores del bultito.

Nervioso lo agarro entre sus fuertes brazos, con cuidado quito un poco las telas.

El aliento se le fue.

En sus brazos se encontraba un doncel sumamente bello, el fleco negro y lacio le caía en la frente, la naricita respingosa y la piel clara como porcelana. De repente unos ojos se abrieron cansados.

-a-ayuda- quedo maravillado con esos ojos violetas.

Seguidamente vino la preocupación al notar los labios azules y violentos temblores del cuerpecito.

-¿estás bien Cador?- la ansiosa voz de su padre lo trajo de vuelta.

-¡si, en un momento salgo!- bajo la mirada para encontrarse al doncel otra vez dormido. Con preocupación lo envolvió otra vez en las telas, asegurándose de taparlo bien.

-¿Qué crees que haces con ese humano?- el rey en verdad se preocupo cuando vio la mirada de preocupación que su hijo le dirigía al bulto de telas.

-lo voy a llevar al castillo- informo con determinación. El menor paso de largo a su padre.

-¡¿estás loco?!- las montañas temblaron ante el grito del rey- te he dicho toda tu vida que los humanos son peligrosos ¿y que es los que haces? Llevas uno al castillo- con desesperación el rey intento hacerlo entrar en razón.

-pero es que es muy bonito-dijo caprichosos Cador, haciendo ojitos de cordero-por favor padre, es solo un doncel, yo creo que entro los dos podremos manejarlo-

El rey lo miro seriamente antes de soltar una carcajada resignada y seguir a su hijo, se acercó a inspeccionar al individuo que cautivo a su heredero, viendo que realmente era hermoso. Entre los dos lo pusieron en el suelo para alejarse un poco y retomar la forma de dragón.

Una vez que tuvieron alas, el menor se acercó y con todo el cuidado del mundo tomo al bulto entre sus patas asegurándose de sostenerlo bien.

Retomaron el vuelo camino al castillo, ahora más despacio.

El rey ordeno a su hijo llevar al doncel a los cuartos de la servidumbre, porque si de algo estaban seguros ambos era que si Liker, el consorte real, se llegaba a enterar que un humano se encontraba bajo su mismo techo no solo lo pagaría el humano si no también el que lo trajo.

El príncipe paso inadvertido por los pasillos hasta llegar a una habitación vacía. Miro a ambos lados de los pasillos asegurándose de no hubiera nadie, una vez seguro entro y cerró la puerta con seguro.

Con algo de miedo acostó en la cama al doncel, le quito el pesado abrigo de piel que traía puesto y empezó a darle masajes en los brazos para que le entrara un poco de calor. Después de un rato se desespero al ver que todavía seguía frio.

Un poco inseguro se subió a la cama y lo envolvió en sus brazos, tomo una buena bocada de aire y lo retuvo un momento, se concentró antes de soltarlo, vapor comenzó a salir con alguna que otra chispa roja.

-¡¿acaso quieres carbonizarlo?!- el grito de su padre lo asusto dejando que saliera un poco de fuego de su boca. Por surte lo controlo antes de que tocara al doncel-lo siento- se disculpó avergonzado el rey ante la fulminante mirada de su hijo.

………………………………………………………………….(fin FLASHBACK)…………………………………………………………

“Después de eso mi padre me ayudo con él, nadie en el palacio se enteró de que guardábamos a un humano, cuando tu papi despertó me maldijo, me insulto, me golpeo y hasta empezó a gritar. Lo tuvimos que callar entre yo y mi padre”

El doncel se encontraba entre los fuertes brazos, aun desnudo, recargado en el fuerte pecho, escuchando atentamente, y hasta un tanto asustado de cómo terminaría la historia.

“después llegó el momento en que la manada tendría que partir, mi padre e dejo quedarme al igual que mi hermano, el siempre me perseguía por lo que se terminó enterando, aunque claro no se lo tomo nada bien. Una vez que pudo salir tu papi empezó a ir de un lado a otro como si fuera el rey, y yo lo seguía como perrito faldero”

……………………………………………………………(FLASHBACK)……………………………………………………………………….

André se encontraba sentado en una ventana observando la nieve caer, su corazón se estrujaba al pensar en su pequeño Alexander que había dejado solo con unos cuantos días de nacido, un pariente suyo había muerto y tuvo que ir obligatoriamente, dejando atrás a su esposo con su aun no conocido hijo.

Al pensar en Christopher su corazón latió desesperadamente, anhelando sus caricias y besos.

Oyó un ruido impaciente detrás suyo, en el piso se encontraba el niño que lo salvo de morir  congelado. Un niño que comenzaba a colmarle la paciencia con sus insistentes declaraciones de amor.

Al principio se había sentido abochornado, pero ya comenzaba a cansarse de huir de cada intento de acoso.

Aunque debía admitir que el niño era muy gracioso.

-¿te vas a quedar todo el día ahí?- pregunto el doncel mientras mordisqueaba una galleta.

-te dije que no te iba dejar hasta conseguir un beso- Cador hizo un adorable puchero, unos que no debería estar permitido en un hombre de semejante tamaño, pensó divertido André.

-ya te dije que yo amo a mi rey niño- insistió parándose y yendo hacia el- ya deberías  aceptar que te rechazaron-

-¡no, tú me gustas!- insistió terco el pelinegro- de todos modos te tendré dos meses más aquí- una burlona sonrisa apareció su rostro.

-¡maldito mocoso!- André le aventó la galleta-solo recuerda que estoy felizmente casado así que no te hagas falsas ilusiones, para que sepas mi esposo es muy guapo-

-yo también soy guapo- replico Cador enfurruñado.

Ante eso André no lo pudo contradecir, porque en verdad que ese niño era guapo. Tenía cuerpo de hombre, pero todavía la inocencia de un niño, tal vez fuera mayor que él pero sabía que Cador seguía sin conocer la crueldad del mundo.

Con impaciencia jugueteo con el collar que le había regalado hace tres días, un hermoso colmillo blanco y afilado atado por un cordel de cuero negro.

-solo dimes una cosa-pidió resignado el doncel-¿Por qué me amas?-

Cador se sonrojo un poco.

-porque eres muy bello- contesto sincero- y también me gusta cuando te molestas, es divertido-

La respuesta enterneció al doncel.

-todavía eres un niño Cador- suspiro acariciándole la mejilla-dime ¿alguna vez has salido de este castillo?-

-no, pero he volado muy alto en el cielo-

-el cielo es eso cariño, un cielo, en cambio la tierra está muy corrompida y llena de grietas- susurro dulce el doncel, se puso de puntillas y le dio un beso en la frente-  ve el mundo, conócelo y conoce a personas, aprende de ellas y luego ven a decirme si todavía me amas- el doncel se fue dejando a un muy confundido pelinegro.

…………………………………………………………(fin FLASHBACK)……………………………………………………………………

-¿por eso haz viajado tanto?- decir que los celos no carcomían a Alexander por dentro era mentira. Sabía que era tonto y que lo más obvio fuera que estuviera enojado con Cador, sin embargo no sentía ningún odio contra el hombre, ya que su papi le dejo las cosas muy en claro.

-si, por una parte si- reconoció el hombre ahora acostado con el doncel encima. Una pequeña sonrisa se le escapo al escuchar la amarga voz de su rubio.

“durante un mes intente leer toda la biblioteca de mi padre, para conocer diferentes regiones, pero obviamente no funciono, a pesar de eso me gustaba pasar las tardes con él, simplemente hablando sentados en una ventana, o quedándonos hasta tarde tomando vino y comiendo galletas duras.

Todo iba de maravilla, tu papi era  mi primer amor y yo disfrutaba con cada día junto a él, hasta que todo se derrumbo.”

…………………………………………………………FLASHBACK…………………………………………………………………………

André y Cador se encontraban en una de las tantas torres del castillo, observando como poco a poco la nieve disminuía.

-muy pronto tendré que regresar Cador- le recordó el doncel, balanceando las piernas en el peligroso precipicio que era la ventana.

-lo sé- Cador miro triste al doncel junto a él, el cabello negro ondeaba con el viento y los labios rosas invitaban a robar un beso.

-¿no me vas a mostrar tú otra forma?- el doncel desvió el tema al notar la penetrante mirada sobre su persona.

Al otro sí que le tomo desprevenido es petición, la verdad es que nunca lo había pensado.

-claro, si quieres te puedo llevar en mi espalda- accedió el otro- si me das un beso- aclaro el de ojos amarillos.

André se le quedo mirando, maldiciendo por haberse emocionado ante la idea de poder volar por los cielos.

-uno chiquito- a Cador casi le sale espuma de la boca, nunca creyó que el doncel fuera a acceder-¿tienes miedo niño?- un maliciosa sonrisa se dibujó en la cara del doncel-¿no me digas que es tu primer beso?-

Un furioso  rubor inundo las mejillas y la boca del doncel se abrió hasta más no poder.

-¿enserio?-

-¡cállate!- de un momento a otro Cador sintió mucha vergüenza.

-te propongo algo niño- el doncel lo vio divertido- si me das una verdadera vuelta por el cielo yo te doy tu primer y mejor beso- le tendió la mano.

-acepto- el hombre estrecho la mano- espero que en verdad sea mi mejor beso-

-mis besos no tiene comparación- declaro orgulloso André.

Y así solo unas horas después los dos aterrizaron  cerca del castillo, el doncel se bajo tembloroso del lomo escamado, la experiencia había sido única. André no podía olvidar el increíble sentimiento de libertad que tenías cuando vuelvas a miles de metros del suelo.

-wow…eso fue increíble Cador- declaro André intentado ordenar su pelo- ahora quita esas escamas y ven por tu parte del trato-

El muchacho aun un poco nervioso recupero su piel humana y desnuda, es no pareció importarle al doncel que se acercó con paso firme y seguro.

André tuvo que alzarse en puntillas para enrollar sus brazos en el cuello, para poder alcanzar sus labios,  junto su boca con la otra y con ayuda de sus dientes se interno en la boca ajena, explorándola y robándole el aliento al otro.

-¡CADOR!- ambos se separaron asustados. Cador sintió miedo cuando vio a su papi, que enfurecido se acercaba con las manos hechas puños.

-¡QUE CARAJO HACES CON ESTE…HUMANO!- el doncel casi escupió la última palabra.

-papá esto no es lo que crees yo…-

-¿Qué no es lo que creo?- enfurecido el mayor le dio una cachetada a su hijo- ¡esta zorra te estaba metiendo la lengua hasta la garganta no…!-

-¡yo lo amo!- declaro al fin.

Liker se quedó perplejo ante tal confesión.

-¡NO, tu deber es casarte con Mikel!-

-¡por dios papa, Mikel es mi hermano!-

-¡te casaras con él y punto!- ordeno el mayor, con la furia subiéndole por  la garganta al ver como ese humano se escondía detrás de su hijo, de un rápido movimiento lo jalo del brazo-¡ven aquí zorrita!-  saco un cuchillo de su ropa y lo cubrió de fuego.

Cador vio con horror como el cuchillo se dirigía hacia André, y sin pensarlo, se interpuso.

Lo último que vio fue el miedo y terror en los ojos de André.  Quiso decirle “tranquilo, yo te protejo”. Pero no pudo.

………………………………………(fin FLASHBACK)………………………………………………………………………………….

“me desperté cinco días más tarde, el cuchillo se enterró muy profundo por lo que tarde en despertar completamente.

Cuando pregunte por André mi padre me dijo que él no se dio cuenta en qué momento se fue, había estado discutiendo con mi papi, por lo que nadie le prestó mucha atención. Lo busqué por todo el castillo, pero no pude encontrarlo, mi hermano me ayudo, los dos nos internamos en el bosque por días, la nieve aun no desaparecía por completo.

Siete días después de haber despertado mi hermano me entrego el collar que le había regalado, Mikel lo encontró tirado a mitad del bosque, lo más seguro es que intento regresar con tu padre, yo no vi el cuerpo, no tenía fuerzas para ello, mi hermano se encargó de enterrarlo. 

Nunca le volví a dirigir palabra a mi papi, y estuve unos meses con la culpa carcomiéndome por dentro. Hasta que mi padre me hecho del castillo con un saco lleno de ropa y dinero, me ordeno no regresar hasta que pudiera volver a sonreír.”

El hombre se detuvo viendo el atardecer en la ventana.

-yo…lo siento tanto Alexander-

Notas finales:

Gracias por leer


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