El lugar estaba totalmente lleno para cuando Shuichi llego, de no ser porque Hiro le guardo un asiento seguro se abría sentado hasta atrás.
- ¿Dónde estabas Shuichi?- pregunto Hiro.
- Lo siento, me distraje con la habitación, es realmente grandiosa- se disculpó Shuichi.
- Oye, ¿Qué le paso a tu nariz?- Y toco el moretón que se empezaba a formar en esta.
- Oye eso duele- se quejó Shuichi.- El cristal de la entrada de la cocina estaba tan limpio que no lo vi.
Hiro asintió, aunque sospechaba que su amigo le mentía, pero antes de que le pudiera preguntar al respecto la bienvenida comenzó.
En el estrado apareció un hombre no muy alto rubio de ojos verdes.
- Bienvenidos a la Academia NG, soy el director Tohma Seguchi, espero que este año escolar sea provechoso para todos ustedes y que aprovechen al máximo la oportunidad que se les ofrece.- sonrió educadamente- Ahora les daré algunos avisos importantes. Primero que nada se hicieron algunos cambios en la cuestión de las habitaciones, si bien algunos de ustedes pagaron para que se les asignara una habitación individual, esto no será posible, debido a que con el nuevo sistema de becados la cantidad de alumnos se ha incrementado, por lo que todos tendrán habitación compartida. Ese asunto no se someterá a cambios y no se aceptan quejas al respecto.
“También quiero darle la bienvenida al nuevo profesor de ejecución instrumental, el señor Claude 'K' Wincheste- dijo señalando a una persona que no pasaba de los 30, rubio, alto y de ojos azules.- él nos hace el honor de acompañarnos desde USA.
Pueden llamarme Mr. K boys- dijo Claude- Estoy ansioso por empezar las clases- sonrió de tal manera que un escalofrió recorrió toda la habitación.
- Gracias por sus palabras Cla… perdón Sr. K- dijo Tohma y a continuación se puso serio.- Ahora a lo siguiente, se les recuerda que deben leer el reglamento con seriedad, ya que se les castigara severamente por las infracciones que cometan, sólo para aclarar les recordare las reglas básicas:
1. No se permiten cigarros, alcohol, o cualquier sustancia dañina
2. No se puede estar fuera de las habitaciones más allá de las 10:00 pm. A no ser que tengan un permiso
3. No se permiten las peleas dentro o fuera de la escuela, ya sean entre profesores, alumnos o entre ellos
4. No se debe robar
5. No se permiten las mascotas
“Cualquiera que se atreva a romper estas reglas aténgase a las consecuencias- Finalmente sonrió y relajo la postura.- Sin más que agregar les deseo mucha suerte a todos, los veré de nuevo en la asamblea de la próxima semana- Se despidió con un gesto de la mano y bajo del estrado.
A continuación una mujer muy bella de cabello castaño subió a hablar.
- Hola alumnos, soy la prefecta Mika Eiri- saludo educadamente, pero con una mirada dura y penetrante- espero que nos podamos entender bien cuando les digo que no me gustan los niños o niñas problema, por lo que espero que su comportamiento sea ejemplar. A si mismo si llegan a saber de algún incumplimiento a las reglas espero que me lo hagan saber de inmediato. Dicho esto, pasen a la habitación continua para un pequeño convivio que les tenemos preparado- y si decir más bajo del estrado.
Todos los alumnos comenzaron a caminar rumbo a la habitación que les habían indicado.
- Esa señora da miedo ¿no crees?- pregunto Shuichi.
- Un poco, pero no creo que debamos preocuparnos mucho- contesto Hiro- mientras no busquemos problemas todo estará bien.
Cuando llegaron a su destino se les cayó la boca al piso, seguro los ricos tenían un concepto muy propio para “pequeño” pues, si bien eran 2000 alumnos, el lugar estaba espectacular. Había mesas enormes rodeando el lugar, todas llenas de comida que Shuichi nunca había visto, pero que sin duda olía muy bien. Había una pista en el centro con grandes pantallas y un karaoke con muchas bocinas. Y las ventanas llegabas hasta el techo, el cual se alzaba a varios metros sobre sus cabezas.
- Si no cierras la boca te pueden entrar moscas Shuichi- dijo un Ryuichi con cara chibi.
- Oh, Ryuichi, me sorprendiste jaja- dijo Shuichi pues no se había dado cuenta de la presencia su amigo.
- Es muy bonito, ¿verdad na no da?- pregunto emocionado Sakuma.- Ne Shuichi, Hiro, vamos a buscar algo de comer
Y sin darles tiempo de respondes los arrastro a la mesa de postres más cercana.
Mientas Shuichi comía, o más bien devoraba, un tazón de helado de chocolate, sintió que alguien lo tomaba repentinamente la parte de atrás de su camisa, y sin más fue arrastrado fuera de la habitación hacia el pasillo.
- Oye, suéltame… idiota… ¿Quién eres?- preguntaba Shuichi mientras se sacudía para soltar el agarre.
- Ya quédate quieto mocoso- Le contesto una fría voz.
- ¿Yu-Yuki?- Balbuceo Shuichi, y un instante después fue arrojado de espaldas contra la pared.
Yuki se puso frente a él con semblante serio y amenazador, recargo un brazo al lado de la cabeza de Shuichi y se acercó a su rostro.
- Voy a decirlo sólo una vez- dijo Yuki, estaba tan cerca de Shuichi que podía sentir su respiración.- Vete de la escuela
Shuichi no supo cómo reaccionar. Por un lado estaba acorralado por un hombre, que resultaba ser terriblemente bello, y por otro si voz resultaba realmente aterradora. Pero no se dejaría vencer tan fácilmente.
- ¿De qué demonios hablas Eiri?- Pregunto Shuichi comenzando a enojarse- ¿Por qué me tendría que ir de la escuela?
- Porque me molesta tu presencia- Contesto Yuki
- Eh? Esa no es una razón, al menos no para mí- Contesto Shuichi molesto por la actitud del rubio.- Trabaje duro para ganarme la beca, no me iré de ningún modo
- Precisamente el que seas un becado es lo que me está causando problemas, tú sólo me vas a estorbar. Los mocosos con beca piensan que sólo vienen a jugar, mientras que otros nos lo tomamos enserio- respondió el rubio con actitud calmada pero firme
Ese fue el límite de Shuichi. Le dio una fuerte cachetada.
- No sé quién te crees para juzgarme así nomás, pero no te perdonare por insultarme de esa manera- se zafo de Yuki y se apartó de él.- I-d-i-o-t-a- deletreo el pelirosa y le saco la lengua.
Yuki por su parte se había sorprendido tanto con aquella cachetada que se quedó en shock por un momento. Nunca en toda su vida alguien le había levantado la mano, o lo había insultado. Él era una persona importante, jamás se le había faltado al respeto. “¿Quién demonios era esa bola rosa?” Se preguntaba Yuki mientras lo veía de reojo alejarse.
- Je, me las pagaras mocoso- decía Yuki mientras ponía su mano en la adolorida mejilla.- Tsk, rayos, para tener manos de niña, la tiene pesada.
Mientras tanto en la “pequeña” reunión todos disfrutaban de la comida y platicaban entre ellos, uno que otro se subía al karaoke he interpretaba canciones de moda. Entonces Shuichi quiso intentarlo también, así que se formó, pero cuando llego su turno un muchacho de cabello negro lo empujo y tomo su lugar.
- Oye, es mi turno, yo llegue primero- le grito Shuichi enojado.
El muchacho lo voltio a ver con expresión burlona.
- No me importa, yo quiero que sea mi turno, así que te quitas- le contesto el pelinegro.- Estúpido becado.
Algunos gemidos de sorpresa se escucharon por parte de los alumnos, que gracias a los gritos de Shuichi, les prestaban mucha atención.
- ¿Crees que porque soy becado eres mejor que yo?- Le pregunto Shuichi molesto, pero con una sonrisa desafiante.
Se escucharon algunas risas y uno que otro sonido desaprobatorio. El pelinegro se acercó a Shuichi y lo tomo por el cuello de la camisa.
- ¿Quieres que te lo pruebe cabeza de chicle?- le pregunto molesto.
- Si es que puedes- le respondió Shuichi sosteniéndole la mirada.
El pelinegro soltó a Shuichi y subió a la pista seguido por este. Todos empezaron a acercarse para mirar la “batalla”, las chicas soltaban uno que otro chillido, mientras que los hombres se dedicaron a hacer apuestas.
- Muy bien señoritas y señoritos, me llamo Tatsuha Eiri y los deleitare con “Tokyo Gensou”- guiño un ojo y la canción dio comienzo.
Las chicas soltaron en gritos de emoción cuando con voz sensual Tatsuha comenzó a cantar. Seguía bien el ritmo y de vez en cuando le sonreía pícaramente al público o guiñaba un ojo, haciendo que este se emocionara aún más.
- ...ai wa hikaru - termino Tatsuha al tiempo que lanzaba el micrófono hacia arriba y lo atrapaba con la otra mano- Supéralo becado- soltó como si fuese un insulto.
Shuichi sonrió de oreja a oreja y selecciono la canción.
- HOLA MINNA!!!!- Grito Shuichi muy animado.- Me llamo Shindou Shuichi y les cantare “Mr. Simple”!!!!
La canción comenzó y a los pocos segundos todos estaban muy animados y gritaban de emoción. Shuichi no sólo cantaba muy bien sino que bailaba de manera tan enérgica que contagiaba a todo el que lo viese.
En ese momento entro Yuki, pues se preguntaba porque tanto escándalo, y al ver la razón no pudo evitar quedarse mirando a Shuichi… Ese niño lo hechizo de un momento a otro, la manera en que se movía, la forma en que sus ojos brillaban de emoción al cantar y por supuesto esa animada y bella voz que salía de sus pequeños labios… “¿Pero que estoy pensando?” Se regañó Yuki.
- Blow Your Mind! gara Mr. Simple- finalizó Shuichi con una bella sonrisa.
Las chicas salieron corriendo hacia él, algunas lo abrazaron y otras intentaron besarlo, pero Hiro se adentró en la multitud y lo saco justo a tiempo. Cuando por fin todos se tranquilizaron Tatsuha se acercó a Shuichi.
- Eres muy raro niño- comenzó.- Pero admito que me ganaste esta vez, pero no creas que por ello te reconoceré, a partir de ahora- señalo dramáticamente a Shuichi- eres mi rival.
Ya para el atardecer entro la prefecta para indicarles que el convivio había terminado y que era hora de ir a sus habitaciones, pues al día siguiente empezarían las primeras clases.
Shuichi se despidió de Hiro y Ryuchi y se dirigió a su cuarto. Cuando entro noto que la puerta del cuarto de Yuki estaba abierta, así que se asomó y vio que Yuki estaba en su escritorio, parecía muy concentrado en un cuaderno en el que no paraba de escribir. Aunque la curiosidad lo carcomía, prefirió mejor no acercarse más, ya había tenido suficiente con lo que había sucedido en el pasillo, estaba bastante claro que era imposible que se llevaran bien.
A la mañana siguiente un reloj en forma de conejo salía volando.
- NO PUEDE SER!!!!- rito un asustado Shuichi al ver la hora, se había quedado dormido y todo por olvidar poner la alarma.
Salió rápidamente de su cuarto, fue a la alacena y se un solo bocado se comio tres Pockys de fresa.
- ¿Siempre eres tan escandaloso en la mañana?- Pregunto un molesto Yuki desde la puerta.
Shuichi lo volteo a ver rápidamente, pues ni se dio cuenta de que estaba ahí. Yuki ya estaba bañado y pulcramente vestido, y se disponía a salir de la habitación.
- Si sabias que me había quedado dormido ¿Por qué no me despertaste?- pregunto rápidamente Shuichi mientras se corría de un lado a otro.
- Baka, no soy tu mamá- y sin decir más salió.
“Ese idiota” pensaba Shuichi mientras se metía al baño a darse una ducha express. Para colmo de males no había agua caliente, pero eso hizo que el baño fuese aún más rápido. Salió rápidamente y corrió por su mochila, que por suerte ya estaba hecha desde la noche anterior.
- Veamos, la primera clase es con… ¿Claude?
- Es el profesor Mr. K Shuichi- le dijo Hiro.- Yo también tengo esa clase contigo
- Kumagoro y yo también na no da!!!- dijo un alegre Ryuichi abrazando a Shuichi
Ya en el salón de clases todos esperaban al profesor. Shuichi se había sentado en medio de Hiro y Ryuichi y platicaban animadamente cuando de repente se oyó un balazo y cuando Shuichi vio hacia su banca noto un agujero.
- Good morning Boys- saludo Mr. K a los asustados alumnos mientras guardaba su magnum- Como recordaran soy Mr. K no se preocupen, no les hare daño- puso una mirada amenazante- Claro, mientras pongan atención- sonrió lo más amigablemente que pudo, pero eso le puso la piel de gallina a todos- ¿Nos entendemos?
Todos asintieron en silencio. La clase comenzó. Todos tenían que escribir en un papel su nombre y que instrumentos sabían tocar, así como sus otros talentos como el baile y el canto. Una vez que terminaban pasaban a dejarla al escritorio.
- Tu cabello es raro pink boy- dijo Mr. K cuando Shuichi dejo su papel- ¿Es tu color natural?
- Si- respondió Shuichi sonriente.
- ¿Enserio?- pregunto K dudoso
- Si- respondió Shuichi esta vez un poco molesto
- Y ¿Qué me dices de tus ojos?- pregunto intrigado
- Obviamente también lo son- respondió Shuichi ya molesto, le temblaba ligeramente un ojo
- Ok ok- respondido K con las palmas al frente- Don’t get mad pink boy
Shuichi regreso a su asiento molesto, no es que no estuviera acostumbrado a que la gente no le creyera cuando le preguntaban esas cosas, pero le molestaba que no le creyeran. Si bien era cierto que no era muy usual tener cabello rosa y ojos violetas, no era tan imposible de creer, no debían hacer un drama por ello.
- Ok guys- dijo Mr. K levantándose de su escritorio- esto es lo que va a pasar- y saco una bazuca de bolsillo, todos se tirón pecho tierra del miedo- No se preocupen, no les disparare- se quedó pensativo.- Pero si tienen problemas cardiacos es mejor que no asistan a la clase, pero si no los tienen igual pronto los tendrán- sonrió, y acto seguido dirigió la bazuca a la pila de papeles y disparo, a continuación se puso serio.- No me interesa que habilidades creen tener, eso lo juzgare yo ¿Quedo claro?
Silencio de digno de un cementerio. K saco dos revolver cargados.
- ¿Quedo claro?- grito sonriente mientras lo apuntaba hacia los alumnos.
- SI PROFESOR MR.K- gritaron todos al unísono.
- Perfect- y por fin guardo las armas- Ahora, los siguientes alumnos se quedaran, los demás salgan y no vuelvan hasta mañana: Shuichi, Hiro, Ryuichi, Aoi, Ethan y Alicia.
Para cuando K levanto la vista todos los no nombrados habían desaparecido casi por arte de magia. Los demás simplemente se quedaron temblando a la expectativa de lo que pudiese pasar.
- Ok guys esta es la situación- comenzó K- ustedes son los alumnos becados y por lo tanto espero mucho de ustedes, ya que fueron elegidos como los mejores de entre todos los jóvenes de Japón, el joven Ethan viene de E.U.A.- dijo guiñándole un ojo- y me parece que la señorita Alicia viene de algún país latino…
- México- aclaro una joven castaña de piel morena-clara y ojos café.
- Yeah, ok, ahora quiero que me muestren lo que pueden hacer- dijo K más animado.
La primera fue la señorita Aoi, una joven de apariencia perfectamente japonesa. Ella podía tocar el violín y cantar ópera, era realmente fabulosa.
- Eso estuvo GREAT!!!- dijo K sonriéndole
- Gracias- dijo tranquilamente Aoi y se dirigió a su asiento.
- Que antipática- dijo K y le saco la lengua.- Ok Hiro you are NEXT.
Hiro se puso de pie y comenzó a tocar la guitarra, tanto la acústica como la eléctrica. También sabía tocar el bajo, el banjo y hasta el ukelele.
- Ok boy, eres muy bueno- le dijo K, y le dedico una misteriosa sonrisa acompañada de un pícaro brillo en sus ojos “Que linda cadera” pensó K.
La siguiente fue Alicia. Ella tenía una bella voz que envolvía el lugar, melodiosa y dulce, pero también podía tocar la guitarra electica y tocaba el violín de una manera muy peculiar, pues lo hacía mientras bailaba.
- Impresive latin girl- le dijo K y choco 5 con ella- Buena actitud, me gusta.
El siguiente fue Ethan. El chico sí que sabía moverse, podía bailar danza moderna, ballet, tap, tango, jazz y muchos más. Además tenía una voz muy bien educada en varios ámbitos de la música.
- That was just great- le felicito K.
- Thanks dude- le contestó Ethan y se fue a sentar.
El siguiente fue Shuichi. Él sabía tocar el piano muy muy bien, también bailaba y por supuesto cantaba.
- Muy bien pink boy- dijo K- hay algo muy especial en ti chico, tu voz y tu forma de moverte hace que la gente te mire, es una fuerza poderosa, como… la gravedad.
- Jaja, está exagerando sensei- le dijo Shuichi riendo
- No contradigas a tu profesor- le dijo K aun sonriente pero sacando su magnum.
- Jeje jamas lo haría sensei- dijo el pelirosa nervioso, rápidamente se fue a sentar.
Justo cuando Ryuichi se disponía a pasar al frente sonó el timbre.
- Sorry usagui boy, ya seguirás en la tercera hora- dijo K suspirando
- Que horror ¿todavía tenemos otra clase con él?- pregunto Hiro
- Any problem boys?- pregunto K rodeado de un aura negra de tras de Hiro
Fue la gota que derramo el vaso de sus pobres nervios, salieron corriendo como alma que lleva el diablo.