Un nuevo día comenzó, Elle se levantó y empezó a prepararse para un nuevo día, pero el mismo recuerdo lo seguía distrayendo.
-Creo que ya fue suficiente de esto- dijo poniendo el dedo pulgar en su boca y mordiéndolo levemente- no puedo seguir así, dejando que lo que fuera que fue eso me siga obstruyendo de mis otros asuntos de deducción y aprendizaje-diciendo esto se metió a la bañera y empezó a desvestirse- Esto solo me quita tiempo, además no voy a ninguna parte- se acabó de desnudar y se mantuvo por un tiempo estático frente a la regadera, al final decidió, acciono el agua y cuando esta estuvo a temperatura normal dispuso a bañarse- No tiene importancia, lo más sensato sería olvidarlo y continuar por lo que estoy ahí-hizo una leve pausa- Watari.
Elle entro al salón sin darle la menor importancia a sus compañeros, incluyendo a ese tal Light que lo observaba desde su pupitre y avanzó hasta su banca, se sentó y dispuso su tiempo en observar y escuchar a sus compañeros, así como prestar atención al maestro aunque todo lo que explicaba ya lo sabía.
Pasaron unos cuantos días y la rutina de la escuela era la misma; Elle permanecía callado y observando desde su asiento, mientras que Light contestaba correctamente todas las preguntas y era acosado por Misa y otras chicas del instituto.
Estaban en la hora del descanso y ya era viernes, en el salón se encontraban unos cuantos alumnos, entre ellos Light y Misa.
-No entiendo porque Light no acepta salir con Misa-Misa-dijo la rubia haciendo un puchero.
-Misa, ya te lo explique, yo solo te considero como una amiga-contestó cerrando los ojos y cruzando los brazos, buscando paciencia.
-¡Pero Light, soy muy agradable y aparte soy modelo! ¿Te preocupa que sea tan popular y te cambie por otro?-
-No es eso Misa…-
-¡Porque te prometo que para mí eres el único! - lo dijo casi gritando e interrumpiendo al ojicafe quien buscaba fuerzas sobrehumanas para no perder los estribos - ¡Tú eres todo para mí, aria lo que fuera para complacerte!- diciendo esto se aferró al brazo de Light.
-Misa…- la aparto suavemente de su agarre, tomo de su barbilla haciendo que lo mirara a los ojos- me alagas, pero por más que me gustaría no puedo forzar a mis sentimientos- la miro confiadamente, no era la primera vez que utilizaba esa táctica para alejarse de un chica- yo sé que encontrarás a alguien que sepa corresponder tus sentimientos-.
Se escuchó el timbre, los estudiantes volvían al salón. Light quito su mano de la barbilla de Misa pero no quito el contacto visual, le hablo antes de dirigirse a su lugar.
-¿Entendiste Misa?
-S-si…- la mirada de Misa estaba perdida, pasaron unos segundos y su cara cambio a la típica alegría que tenía siempre, de la nada le grito chillonamente- ¡Voy a hacer que me ames Light!
Light iba a contestarle pero algo llamo su atención, una cabellera negra y alborotada pasó cerca de él.
-“Ese chico”-un rápido escalofrío le recorrió el cuerpo- “¿Quién es ese chico y porque me pone así?”- miro como se alejaba a la que debía ser su banca y se acomodaba en ella de cuclillas-“Que raro es”.
El maestro entró y comenzó la clase.
Pasado un poco de tiempo, en clase, Misa que se sentaba junto de Light (que coincidencia), puso en marcha un plan no muy elaborado para conquistar al chico junto de ella. Cruzó las piernas exageradamente para que se le levantara la falda que traía puesta y dejara ver un poco más de carne.
-“Misa-Misa es un genio, con esto Light caerá ante mis encantos”- dicho esto en su mente, dejó caer “accidentalmente” su lápiz- ¡oh!, Light ¿serías tan amable de levantar mi lápiz?-.
Light se dio cuenta desde antes lo que pensaba hacer Misa, pero aun así sin inmutarse se agachó y levanto el lápiz devolviéndoselo a su dueña.
-Aquí tienes- le dijo entregándoselo y con un poco de sarcasmo en su voz, que ella no pudo distinguir.
-Gracias- su enojo era evidente, la habían rechazado ante una táctica que con cualquiera otro habría funcionado.
-Amane Misa- dijo en voz alta el maestro, para que la susodicha lo escuchara- le pido que me haga el favor de sentarse correctamente-.
-¡¿Qué?!- protestó la rubia, todos guardaron silencio aunque Light reía en sus adentros- ¿Me dice que no puedo sentarme así? ¿Y qué hay de ese chico?- volteo y señalo con el dedo índice al pelinegro que trataba de ignorarla y seguir con el trabajo- ¡Él se sienta extraño y no le dice nada!- volteó para ver al profesor. Misa en verdad estaba enfurecida, pero más por el hecho de haber sido rechazada.
-Misa-la rubia volteó junto con todas las demás personas del salón, incluyendo a el maestro, hacia el progenitor de la voz, este solo veía a Misa con una mirada penetrante, con aquellos ojos profundos que te hacen sentir transparente y prosiguió en hablar- el Director de esta escuela tiene conocimiento de mis diversas posturas, fue él mismo quien me dio el permiso de hacerlo, así que si tienes algún problema con ello, tendrías que ir he informarle personalmente- todos se quedaron paralizados, incluyendo Misa pero esto no duro mucho.
-¡¿Y a ti quien te estaba hablando?!- antes de que volviera a gritar sintió una mano en su hombro, giro su cabeza esperanzada de que fuera Light pero…
-Señorita Amane, hágame el favor de acompañarme afuera por unos momentos- el maestro tuvo que forcejear con ella hasta que por fin salieron del salón.
Elle volvió a su trabajo sin darle importancia a sus compañeros. Los alumnos recobraron la compostura y por primera vez no hablaron mientras el maestro estaba afuera.
Light trató de concentrarse en sus apuntes, pero no lo logró.
-“¡¿Quién es este chico?!”-.
Unos momentos más tarde, el maestro volvió al salón con una Misa Amane más tranquila pero seguía un “poco” molesta, se sentó en su lugar y continúo con lo que estaba haciendo antes de que todo eso pasara: mirar a Light.
Ya casi finalizaba la clase y todos guardaban sus cosas, hasta que algo los detuvo.
-Jóvenes, necesito que se agrupen en binas para realizar un trabajo, hagan las parejas, pasen a verme con su compañero o compañera y le asignaré la investigación-.
Terminando de escuchar esto, se dieron a la tarea de buscar a su acompañante de trabajo.
-¡Hagamos equipo Light!- grito Misa apegándose de enfrente a Light, ganándole a otras alumnas que estaban a punto de hacer lo mismo.
-De acuerdo- dijo resignado, no era capaz de herir los sentimientos de ninguna mujer, eso iba contra sus principios he intentaba siempre ser un buen ejemplo.
No tardaron tanto y todos los que ya habían formado una pareja, se acercaban hacia el maestro para escuchar su tema. Elle seguía “sentado”, esperando a que todos pasaran para preguntarle al profesor su tema, sabía que nadie se iba a acercar a formar pareja con el pero no le molestaba en absoluto.
-“Hasta ahora no hay persona que ni siquiera se digne a mirarme, si de otra persona se tratase lo más probable es reaccionaria de mal manera- puso su dedo pulgar en su boca- ya que, tenemos la necesidad humana de sentirnos requeridos y aceptados dentro de un grupo, afortunadamente o desgraciadamente no me siento así. La verdad es que disfruto mi soledad y puedo trabajar muy bien solo, tener a un compañero significaría llevar su paso en la elaboración del proyecto y esto solo me retrasaría a mi”-.
Elle continuó en su pose esperando. Misa y Light pasaron ante el maestro para pedir su tema, pero esto no sucedió de la manera que esperaban.
-Misa tú vas a trabajar sola, es tu castigo por levantarme la voz- Light no pudo evitar esbozar una sonrisa que afortunadamente la rubia no notó.
-¡No puede hacerle eso a Misa-Misa! Yo…-
-Nada de reclamos, vas a aceptarlo a menos que quieras hacer todos los trabajos que encargue de ahora en adelante sola-
Misa estaba más enfurecida que hace rato, le habían arrebatado la oportunidad de estar con Light, se dirigió a su banca y agarró sus cosas.
-Señorita Amane, su tema es el respeto-
La rubia le devolvió una mirada de odio puro al maestro y se acercó a Light.
-¡Vámonos Light!- lo tiro de su brazo.
-¡Alto ahí!, usted puede retirarse, más bien… Retírese del salón-
Misa le volvió a lanzar una mirada de odio, paso su mirada a la de Light y su semblante cambio de enfurecida a amorosa.
-¡Estaré ansiosa de verte el lunes!- le dijo mientras lo abrazaba posesivamente, el maestro hizo una seña para que se retirara.
Ella lo soltó y salió del aula con el rostro nuevamente enfurecido. Light se sentía aliviado.
-Entonces trabajare solo, ¿Cuál es mi tema maestro?- en verdad se sentía liberado, le gustaba trabajar solo, en lo que él consideraba nadie tenía la capacidad de llevarle el paso.
-Me temo que no es así, el castigo solo es para la alumna Amane, tendrá que hacer el trabajo en pareja- el castaño se tornó confundido.
-Debo de decirle que ya no hay alumnos disponibles- con esto intentó persuadir al maestro, no quería tener que explicarle a alguien como hacer las cosas y hacer la mayoría del trabajo.
-Eso no es verdad-
Light Yagami giró su cuerpo, y, su mirada se encontró a la par de unos ojos negros con ojeras a lo lejos, Elle a pesar de seguir en su banca había escuchado todo lo que decían y sabía lo que seguiría a continuación.
-Tu compañero de trabajo va a ser Ryuzaki-.