Capitulo diez.
Y todo eso, mi niña me observaba desde los brazos de sus nuevas tías y yo mejoraba como lobo aprendí a luchar contra ellos y como lo que hoy soy espero ser capaz de salvar a mi familia de esto. Pasaba cada día con mis amigos de la Push que estaban un poco molestos por la presencia de tantos chupasangre rondado por ahí, era cuando respiraba tranquilo ya que nadie me quería comer completito.
Esos rumanos eran peor que un chicle pegado en la suela del zapato, eran lapas pegadas a mí tratando de tocarme y Follarme hasta el cansancio.
- Eres tan hermoso – dijo Vladimir – me enloquece tu olor seriamos muy felices los tres en la cama soy mejor que tu marido,
- No lo creo – le respondí furioso – soy muy feliz así que déjeme de molestarme
- No te molesto precioso eres lo mejor que me he topado, si pudiera tenerte un poco, pero si así me estoy convirtiendo en un adicto a tu olor a tu escultural cuerpo – me toco una nalga, y trato de besarme, mientras Stefan me sujetaba las manos, yo me estaba enojando ya iba a defenderme justo cuando Edward los quito a ambos de mi lado y me protegía con su cuerpo.
- Aléjense de el – dijo con furia cuando mi suegro se acercó a nosotros
- ¿Edward que sucede? – pregunto con incertidumbre.
- Estos idiotas quieren follase a mi marido – dijo mi marido con furia mal contenida – lo estaban tratando de obligar Jake es joven no sabe cómo luchar con…
- Sé cómo defenderme Edward, pero no quiero ser muy malo con los invitados, que nos hacen el favor de estar aquí para salvar a mi hija – les dije molesto mirándolos a todos - pero si alguien quien sea se me vuelve a lanzar ya me conocerán
Recordé ese día mientras corría para calentar los músculos antes de comenzar con el entrenamiento, Sam me miraba divertido mientras yo pensaba en eso que había pasado apenas unos días, le gruñí mentalmente, ahora ya entiendo con mis nuevos poderes, puedo dejar ver lo que pienso cuando soy lobo, ya que mi mente no se cierra a la del grupo, después de haber renunciado y eso, no podía leer la mente de Sam y viceversa, ahora puedo leer todos y cada uno de sus secretos y él puede leer los míos, un poco como solía ser antes de que yo desertara. Eso me agrada bastante dejo un poco de mis preocupaciones fluir y el me devuelve su punto de vista al, igual que los demás me ayuda.
Comenzamos con una lucha de entrenamiento cuerpo a cuerpo. Y luego en grupo, mi marido no sabe de estos entrenamientos cree que estoy ayudando a coordinar a los lobos y que trato de poner tierra de por medio con los locos calenturientos de los rumanos, esos no se miden en sus insinuaciones ya me tienen hasta el copete y a Edward ni se diga, temo que en cualquier momento los dos les demo caza a esos dos, según mi marido los que tienen ya pareja me huelen si pero ignoran su deseo y los solteros bueno ellos solo piensan en tenerme en su cama…
Y yo lo que quiero es estar con mi marido, quiero perderme en su cuerpo, en la lujuria, en el deseo, en la pasión desenfrenada de nuestros cuerpos unidos entrelazados, siendo uno y no puedo con tantos vampiros andando libres por la casa, quiero con todas mis fuerzas hacer el amor con antaño.
- Deja de pensar en eso y concéntrate – dijo Sam molesto – es hora de la lucha si quieres salvara aunque sea a tu marido y a tu hija concéntrate ya todos – dijo de nuevo y un grupo de seies lobos novatos me atacaron
- Calma niños que si los muerdo les dolerá en el alma – dije cuando gire y salte en el aire para derrumbará a tres lobos de una solo vez – Sam por hoy es suficiente si me tengo que ir
- Claro ve debes de estar algo incómodo sin él, dale un beso a mi sobrina y tráela para navidad no se te olvide eh y de paso te traes al pesado de tu marido y tienen una noche buena
- Ash ya cállate no estoy tan desesperado por tener sexo – le gruñí
- Hay aja, si claro – comento Paul – si como no Jake, sí creo que te violaran antes de noche buena esos Rumanos son…
- Concuerdo con el – argumento Sam - dile al chupasangre de tú marido que te cuide si no quien lo va a defender ¿cómo vas con lo del escudo?
- No muy bien no avanzó…
Me fui y seguí con mi entrenamiento mental con Zafrina y Kate pero no avanzaba hasta que la rubia dijo que, tal vez si lastimaba a alguien reaccionaria y ahí estaba yo furioso más que furioso quería matarla a ella y Stefan que me quería tocar, fue cuando explote y pude tener control por un momento del escudo, lo vi era una tela elástica, flexible, con un brillo propio, pegada a mi cubriéndome como si fueran hebras de un capullo de seda, de echo eran millones de hebras delgadísimas que formaban un manto protector a mi alrededor, solté un poco y lo estire hasta cubrir a mi marido y Kate no lo penetro, ya había dado al clavo, era poderoso, pero no se lo iba a decir a nadie, ya podía controlar mi escudo y endurecerlo como el capullo de una mariposa impenetrable, pero era algo que me guardaría para mí, era mi arma secreta que tal vez solo tal vez nos salvaría la vida a mi
Estábamos solos en la casa grande mi hija dormía en el curto de su tía Alice y nosotros nos estábamos besando con desenfreno en la cama de nuestro cuarto fue cuando encendimos la llama de la pasion dejándonos llevara por la lujuria y el deseo, me arranco la ropa de un solo movimiento y yo hice lo mismo, primero me beso en la boca y luego beso cada parte de mi piel deteniéndose en especial en mis pezones, lo chupaba y succionaba con demasiada pasión, bajo por mi pecho dejando a n lado por un momento mis pezones para seguir con su lengua un camino asía bajo, se detuvo en mi ombligo lo lambio y luego lo embistió con su lengua y sus manos me pellizcaban los pezones con frenesí, bajo más llegando a la base de mi pene donde, sentí un beso en mi miembro, luego su lengua y su boca que me devoraba hasta que me puso frentico de deseo si se podía más, yo me derretía entre sus labios y el deseo, baje mis manos hasta su cabeza enrede mis dedos en su pelo para guiarlo en lo que hacía, comencé a mover las caderas me sentía en las nubes, subió a mi pecho chupo mis pezones con ahínco hasta ponerlos más duros, beso mi cuello, mis hombros, mis parpados y luego mi boca, sus labios de miel me besaban con mucha pasión abrí la boca para él, su lengua me recorría me llenaba de calor, ardía en deseo en pasión, bajo de nuevo a mi miembro palpitante y lo lambio desde la base hasta la punta y se lo metió a la boca, succionando, lambiendo, mordiendo, cada parte de él, luego bajo hasta mis bolas donde mordía, succionaba una a una y de nuevo regresaba a mi pene erecto, después regreso a mis labios a besarme con hambre lujuriosa, mientras se comenzó a frotar en mí, nuestros miembros duros chocaban eso era placentero y mucho seguí sus movimientos con mis caderas, su mano que nos masturbaba a ambos a la vez volvió a mi pene erecto a seguir haciendo la mejor felación que he tenido saco mi miembro duro de su boca, sus labios subieron por mi pecho pasando por mis pezones y cuello hasta mi mandíbula, abrí mi boca para recibir un beso apasionado con lengua y todo, luego bajo de nuevo y chupo mi ano donde mordía un poco mi entrada, la chupaba, después metía un dedo, siguió mordiendo, succionando, chupando y metiendo su lengua en mi entrada, dejo de tortúrame un momento para posicionarse entre mis piernas restregándose con rapidez, lo abrace girando en la cama, me senté en él, ya no podía más estaba más que excitado y deseoso de sentirlo dentro tome su miembro duro lo masajee un poco hasta obtener el líquido pre seminal untándolo en todo lo largo. Y me senté por completo en mi marido lo necesitaba tanto, necesitaba estar así con él en un momento íntimo, mi marido metió sus mano entre mis nalgas tomándolas con seguridad y levantándome un poco y comenzó a embestirme con fuerza y rapidez, era perfecto me hacía gritar de placer, luego seguía yo moviéndome y rebotando en su regazo por la rapidez de mis movimientos, cambiamos de posición ahora yo estaba abajo con las piernas enredadas a su cintura, mi Edward me embestía con fuerza llegando a mi punto de placer encada estocada, me volvía loco la velocidad en que sacaba y metía su pene en mi dándome tanto placer, como extrañaba esto, sus caricias, sus labios , su cuerpo fundido con el mío , solté mis piernas y él se enderezo no sin antes besarme con pasión tomo mis tobillos y me abrió las piernas en forma de “V” me embestía mientras me miraba a los ojos, bajo mis piernas para colocarlas a la altura de sus caderas y se agacho para besarme a la vez que sostenía mis tobillos y me embestía.
Cambiamos de posición ahora estaba de lado Edward tras de mí y una de mis piernas levantada al aire y el arremetía con fuerza en mí ambos gritábamos de placer, gemíamos, yo ya me masturbaba a su ritmo, sincronice mis caricias con sus embestidas…
- Edward no sé qué pasará tengo mucho miedo de perderlos – le dije besándolo.
- Nada de eso amor todo saldrá bien – me dijo, mientras me acomodaba de nuevo esta, ves debajo de él de nuevo para hablar mientras hacíamos el amor como locos desesperados.
- Oh pero ellos son muchos y nosotros – mi marido arremetió en mi dándome en mi punto placentero – ooohhh
- Amor escucharan – me besaba en los hombros – espero, solo que… lo que los rumanos piensan de ti y de lo que Aro quiere de verdad me enferma.
- No te entiendo aaaahhhh – Edward me penetraba y se comenzaba a moverse en mi - aaaahhh así aaaahhhh me… aaaahhh… explicas… aaaahhhh… hay… aaahhh… así sigue más… más… más así
- Oooohhhh Jake oooohhh bueno… aaahhh… los… aaahhh… rumanos… aaahhh… creen… aaahhh… que… aaahhh… eres… aaahhh… hermoso… aaahhh… y… aaahhh… te… aaahhh… desean… aaahhh… y… aaahhh… piensan… aaahhh… que… aaahhh… Aro… aaahhh… te… aaahhh… quiere… aaahhh… como…aaahhh… su… aaahhh… compañero - me dijo en medio de gemidos placenteros y moviéndose en mi tan deliciosamente.
- Aaahhh eso… aaahhh… no… aaahhh… puede…. Aaahhh….ser.
Gire en la cama dejando a mi marido bajo mío me movía lento al comienzo dándole placer a mi marido y luego ya rebotaba en el él me saque todo el miembro de mi marido para derrumbarme en la cama boca abajo abrí mis piernas y él me penetro, así seguimos hasta la mañana que fue cuando explote por quina vez en un orgasmo que me llevo al cielo, y mi marido exploto en mí, cuando salió de mí se llevó un poco de su semen el resto estaba en mis muslos internos seco.
Nos levantamos y bañamos mi piel lucía unos chupetones claros ya casi sanados en el cuello desde que comenzamos con esto no habíamos podido hacer el amor pero ayer se fueron de caza así que yo fui recompensando. Nos reunimos con los demás a seguir planeando lo que haríamos.