Capitulo cuatro
Teníamos que hablar con Charlie de todo, de que tiene una nieta y de que me quedare en la vida de ambos a petición de su propia hija, que amos a ambos , si tanto del padre, como a la hija, y tal vez decirle que amo a su yerno con locura que muero si no está a mi lado, mi amado me cargo para cruzar el rio, siendo que soy perfectamente capaz de hacerlo por mí mismo, según se soy un neófito con todas sus ventajas y defectos, no lo creo, me controlo, no me da sed como se supone debe de darme, llevo un día despierto en esta nueva vida y me siento como si toda la vida he esperado esto. Como si hubiese sido creado y destinado para esto, para ser un hibrido. El sol me dio en la cara y no brille, me sentí raro ya que se notaba mis diferencias, mi marido al notar mi humor me abrazo y beso.
- No te preocupes eres más hermoso que yo así sin brillo, me da alegría de que un estés condenado a la oscuridad como nosotros – argumento, besándome de nuevo.
- Yo… es que tú eres tan hermoso – acaricie su cara admirando su piel ante el sol, como podía despreciarlo antes, si es lo más bello que mis ojos haigan visto antes – te amo
- Yo más mi amor, mi todo, mi lobito hermoso. – me volvió a besar, trasmitiéndome todo lo que siente hacia mi persona.
Entrabamos en la casa, mi futuro esposo, me tomo de una nalga para besarme con pasión dándome una promesa muda de lo que me esperaba en la noche y que deseaba más que nunca, la sala estaba llena de gente que rodeaba a Rosalie que por más que trataba de calmarla, tenia a una niña llorando a todo pulmón, mi corazón se rompió y Edward me miro con dolor, me acerque con velocidad eso era nuevo para mí, el moverme más raído de lo normal, si antes; cuando era lobo me movía rápido ahora no tengo ni que pensar, el instinto hace todo lo que la razón ignora, la tome en brazos, ella solo se acurruco en mi pecho dejando de llorar, me miro e intencionalmente toco mi cara.
- Me dejaste, dijiste que vendrías temprano, no me quieres mami, no me quieres – lloriqueo
- claro que te quiero eres lo más importante en mi vida, cielo perdóname, no pasara de nuevo, hoy terminaran tú cuarto en la casa ¿verdad Edward?, te amo no lo olvides. – la bese en la frente, le limpie una lagrima – no llores más mi cielo.
- Creo que deberemos de comenzar de cero, no creo que haya quedado en pie la casa, si miras el cuello de Jake – se burló Emmett – a un no están casados y ya tuvieron su luna de miel.
- Cállate Emmett – gruño Edward – me casare con Jake el fin de semana, espero que me ayuden con los preparativos, bueno creo que Alice ya lo tiene todo solucionado ¿verdad hermanita?
- Aja – dijo ella sin mirarme – ve antes de que se preocupen más por ti, no ha dejado de llamar desde ayer que vino Sam.
- ¿De quién hablas? – le pregunte a Alice cargando a mi hija, dándole muchos besos.
- De tu padre, esta como loco llamándote, cada cinco minutos, le dije que cuando despertaras irías a verlo y después lo traerías aquí porque mi hermano quiere hablar con él muy seriamente – contesto Alice.
- Yo me retiro – dije – voy con mi hija a dar una vuelta si no les importa vamos a la Puhs debo de ver a mi padre…
- No, tú no te la llevas, que tal si les pasa algo – dijo Edward preocupado.
- Amor no pasara nada – lo abrase y bese – sí, no tardamos, solo unas horas para que termine el cuarto de nuestra hija no la pienso dejar sola nunca más. Y de paso preparo a mi papá para la bomba que le vas a dejar caer.
- Mama gallina – dijo Emmett.
- Llámame como quieras pero no puedo verla así como la encontré nunca más, amor ¿puedo ir? – le pregunte de forma muy convincente a mi futuro esposo, le di un beso apasionado y subí una de mis piernas a su cintura, pegando nuestros sexos.
- Claro vayan con cuidado llévate mi auto o el mercedes de…
Me subí al mercedes, no me agradaba separarme de mi Edward en nada, me dolía estar lejos de él. Pero esto era un tanto importante tenía que confesar todo lo que ha pasado en estos días a mi padre y hacer que acepte mi relación con Edward, todo en unas pocas horas, deposite a la niña en el asiento del copiloto, le puse el cinturón, arranque el auto, me tarde veinticinco minutos en llegar a la frontera, baje la velocidad ya conozco a los policías de la reserva, llegue a mi casa, al parecer no había nadie me baje del auto con todo y la niña, busque la llave en mi bolsillo, mi casa me dije al sentir mucha nostalgia y sobre todo al sentirme solo sin él, oí las voces de mi padre, de mi hermana Rachel y de Paul. Mi niña se acomodó en mi cuello de igual manera escondiendo su rostro en mi cuello.
- ¡Hola! Familia ¿Qué hacen? – dije un poco alto y mi vos se oyó diferente muy musical.
- ¿Jacob eres tú? –Pregunto mi padre – claro eres tú casi no te reconozco con esa ropa cara
- Claro viejito que soy yo – le dije riendo un poco por su cara de sorpresa
Me senté en la única silla, vacía mi hermana me miraba con unos ojos y mi amigo solo me miraba con unos ojos ¿de deseo? Mi niña se asomó un poco, sin separarse de mi cuello.
- ¿Quiénes son mami?
- Mi papá y mi hermana y a él ya lo viste es el lobo de color plateado oscuro que nos visitó en la casa, papá mira ella es Renesme es la hija de Edward y Bella, ahora es mi hija y papá quiero que vayas a la casa porque Edward quiere pedirte mi mano porque me caso con él el próximo fin de semana– le solté la bomba así sin más, ya que andarme con rodeos no es lo mío.
- Jacob ¿estas imprimado de él verdad? según me dijo Sam no entiendo como paso esto nunca uno de nosotros se ha imprimado de un frio no entiendo – comentó dudoso sin mirarme mientras se rascaba la barbilla – ni siquiera sabes cómo es que aun vives y siendo un hibrido de..
- Ni yo, y si estoy imprimado de él, por lo mismo no puedo estar muy lejos de Edward y de ella me considera como… su madre sustituta – comente encogiéndome de hombros
- Mami me da sed – dijo con miedo – mucha sed. no quiero dañarlos
- No amor no ellos no sanan como yo, la abrace te amo bebe nada de morder si mi amor
- Si mami.
- ¿Qué pasa? ¿qué tiene? – dijo mi hermana
- Nada solo le dan sed, es normal es muy chiquita, pero no les ara nada, sabe muy bien que está bien y que mal.
- Baya es hermosa – mi hermana ya la cargaba - esta pesada, no puedo creer Jake te casas y eres padre de esta linda bebe.
- Amor dásela a Jacob tal vez la niña se…
- No la morderá Paul – lo mire enojado.
Regrese a la casa, con la niña dormida en mis brazos, mi Edward me esperaba en la puerta de la casa me cargo y beso con pasión. Me despedí de todos nos fuimos a la casa…
Creí que era un sueño. Eso era no podía ser, tan rápido la semana paso y ya estaba aquí el tan esperado día para todos incluso para mí, recuerdo que papá no opuso resistencia a mi boda ni a mi imprimación con Edward solo le molesto que ya es abuelo y que no lo dejara ver seguido a su nieta y que estuviera ya viviendo con el cuándo no nos hemos casado.
Así que ya estaba aquí; en el día más feliz de mi vida, siendo arreglado como un muñequito de porcelana por mi mini cuñada Alice y mi futura suegra Esme que me dejarían hecho un forro para mi futuro esposo. Que sin duda ya estaba esperándome en el altar junto al juez.
Camine por la sala de la casa con ese fino traje de seda color crema, mi padre en su silla de ruedas vestido con un elegante traje sastre negro, siendo empujado por Charlie que vestía igual que mi padre, me acompañaba todo estaba lleno de flores y lazos de tul, Edward me esperaba al final de ese pasillo vestido en negro se veía tan hermoso, me sentía flotar en las nubes algodonosas, mi niña me miraba con sus ojitos llenos de lágrimas al no tenerme cerca de ella cargándola en mis brazos, que es lo que tanto le gusta, pase a su lado le sople un beso –se rió – el juez del registro civil nos miró raro, estaban todos mis amigos de la Push ósea: Sam y Emily, Seth, Leah, Quil, Embry Paul, Jared, Sue, mi hermana Rachel y Charlie que hace dos días se enteró de parte de las cosas, de que tiene una nieta y de que soy un lobo, el viejo Quil, Carlisle, Emmett, Alice, Rosalie, Jasper y Esme, la ceremonia fue sencilla y perfecta firmamos el acta y era ya su esposo, me tomo una mano y la puso en su cuello y me beso, el beso se tornó demasiado apasionado, mi cuerpo comenzaba a despertar estaba deseoso de sus caricias y de su cuerpo fundiéndose con el mío, me ha tenido en abstinencia por tres días ya no puedo, me iba restregar en él pero el sonido de una carcajada me hizo ver mi error.
- Te amo – le dije rojo como un tomate- más de lo que te imaginas
- Y yo amor, más tarde yo estoy igual– me guiño un ojo
- Bienvenido a la familia hijo – dijo Carlisle abrazándome.
- Gracias – conteste incomodo ya que todos nos miraban
- Es bueno que todo esté bien eres un sol – me dijo Esme – gracias por traer de nuevo la felicidad a nuestra vida Jake.
- No al contrario.