Capitulo cinco
Cuando Alice me abrazo al igual que los demás y mis amigos abrazaron muy a su pesar a mi esposo si esposo hay dios. Supe que era de verdad no un sueño y me sentí culpable por hacerle esto a Bella que a escasos días de su muerte yo haiga imprimado a su marido librándolo de sus lazos, me haiga entregado a él y me casara con él, cuando su muerte esta tan reciente, sobretodo me siento un ladrón que se llevó todo lo que ella construyo, me lleve, sus deseos de ser un vampiro y vivir por siempre con su esposo, a su hija, a su marido, todo – comencé a llorar y al momento Edward me abrazo con fuerza, como si supiera lo que pensaba.
- No llores mi amor – dijo mi marido besándome – ella estaría muy feliz de vernos unidos, Bella sabía que tú y yo éramos dos partes de un solo corazón separadas, que estaban destinadas a unirse tarde o temprano.
- Ya lo sé, creo que por eso nos amaba a ambos, pero me siento como un ladrón que le robe la vida, sus sueños, sus anhelos, sus deseos que todo le robe – le respondí con sinceridad a mi Edward.
- No eres tal cosa, estábamos predestinados a esto, es el destino el que nos une. Recuerda que se dice por ahí Dios nos manda al mundo con nuestro destino atado al cuello – respondió mi Edward besándome – ya deja de preocuparte y disfruta de esto, que te aseguro de que Bella nos ve desde allá arriba con una sonrisa y un te lo dije en sus ojos castaños, ella nos unió y no se molestaras créeme.
Mire a mí alrededor de verdad, esta vez Alice se lució, todo era un sueño no como la vez anterior, era como si ella comprendiera mi manera de ser, reutilizó algunas cosas de la boda de Bella las luces y lámparas que iluminaban cada rincón del patio de los Cullen algunas mesas, manteles, sillas y sus fundas, en ese tono marfil, había flores por doquier, así como los lazos de tul adornados con más flores, que eran rozas y azares. A un que sentía un remordimiento de conciencia enorme al ser tan dichoso, gracias a la muerte de mi amiga peor en fin nos quedamos un rato disfrutando de mi familia, mis amigos devoraban la comida que compraron yo comí poco, me sentí todavía mal, baile con mi esposo toda la noche y nuestra niña en medio de nosotros su sonrisa era hermosa no me dejo de besar y abrazar a los dos.
Llegamos a la casa, deje a la niña en su cuna la mire acomodarse y dormir profundamente sostuve su manita en mi cara, muchos colores en sus sueños, luego los rostros de todos los que conoce, mis besos en su piel, le dio otro beso.
Camine a mi recamara con una sonrisa en el rostro mi marido me tomo de la cintura besando mi cuello, no lo pude evitar comencé amover mi trasero sobre su miembro duro con demasiado deseo, sus manos se metieron por debajo de mi camisa, una de ellas me tocaba los pezones y la otra bajaba el cierre de mi pantalón metía su mano, me tocaba…
Me quito la ropa con rapidez, me separe de él camine con pasos sexis a la cama me acosté y abrí mis piernas; le tendí la mano, me mordí el labio inferior, baje mi mano hasta mi miembro y me toque para él, que me miraba a la vez que se quitaba la ropa de un tirón, se subió a la cama se situó en medio de mis piernas, me beso en la boca y fue bajando por mi cuello hasta mi pecho, donde succiono uno de mis pezones con delicadeza, su lengua húmeda hacia círculos en mi pezón poniéndolo duro y se fue por el otro repitiendo la acción solo que a este le dio una ligera mordida…
…Siguió bajando, se detuvo en mi ombligo, metió su lengua húmeda en el hacía embestida en el con mucha pasión, lambio mi piel con deseo hasta donde estaba la base de mi pene ya erecto, solo sentí sus labios repartir besos en el, desde la punta hasta la base – gemí alto – sus labios ahora estaban en mis bolas donde chupo una y mordió la otra con demasiada pasión, siguió el camino hasta mi entrada chupo mi ano y metió su lengua la sentí fría resbalosa y a la ves deliciosa, deshizo el camino echo hasta que llego a mi pene y se lo metió a la boca, donde primero chupo todo lo largo y luego succiono y así siguió, chupando, lambiendo, mordiéndome, me estaba volviendo loco de placer, una de sus manos me acariciaba las bolas con demasiada necesidad, puse mis manos temblorosas en su cabello donde me aferre a él; para guiarlo moví mis caderas embistiendo levemente su boca, me miro con demasiado deseo esto era nuevo, mi esposo era dulce y delicado lo que hasta hoy no hemos sido ninguno de los dos, ya que el deseo nos ha ganado, seguí moviendo mis caderas un poco más fuerte, saco mi miembro duro de su boca, sus labios subieron por mi pecho pasando por mis pezones y cuello hasta mi mandíbula, abrí mi boca para recibir un beso apasionado con lengua y todo, se posiciono entre mis piernas restregándose con rapidez, lo abrace girando en la cama, me senté en él, ya no podía más estaba más que excitado y deseoso de sentirlo dentro tome su miembro duro lo masajee un poco hasta obtener el líquido pre seminal untándolo en todo lo largo. Edward me miro con una ceja alzada, le sonreí, baje mi mano y con un dedo fui recorriendo mi pecho chupe mi dedo y lo pase por un pezón duro, seguí con el camino de mis manos tocándome para el mientras me mecía en su regazo frotándome sin llegar a penetrarme, mis manos bajaron a la base de mi miembro donde me comencé a tocar mi amado, me miraba con la boca abierta – trago duro –, no pude más, tome su miembro duro lo coloque en mi entrada, situé la punta en mi entrada y me senté en el penetrándome de un solo movimiento, puso sus manos en mis caderas para ayudar a mecerme con lentitud empecé a moverme en vaivén sobre su miembro duro – gemimos ambos alto – era lo mejor que he hecho, mi esposo me dejo mecerme un rato en el de manera despacio y un poco rápido, comencé de nuevo con mayor velocidad sobre el comencé a saltar en su miembro casi lo sacaba de mi por completo solo su punta quedaba en mí y de un movimiento al saltar estaba de nuevo en mí, mi velocidad al cabalgar a mi esposo era ya mayor que me lo saque…
…mi Edward me tomo de las caderas, una de sus manos me ayudo a meterme su pene erecto de nuevo, una vez que estuvo dentro me mecía de nuevo, me quede a la mitad me giro de un momento a otro estaba debajo suyo, abrí más mis piernas mi esposo me embestía con fuerza salía y entraba en mi con mucha rapidez tocando mi próstata en cada estocada era ya un experto en conocer mis puntos de placer –gemí alto cuando Edward me ayudo a ponerme de espaldas – me acomode levantado mi trasero para él, me puse en cuatro para mejor penetración.
- ¡Edward! – gemí – aaahhh ¡ya amor ahí! una más ya no puedo tócame quiero que me toques aaahhh si así más amor - dije cuando sentí una de sus manos en mi pene erecto, comenzó a masturbarme al ritmo de sus embestidas. Y con la otra mano sujetaba mi cadera.
- ¿Te gusta? Aaaahhhh me encastas así Jacob, muévete más adelante atrás conmigo así amor aaahhh, aaaahhhh,
- ¡aaaaaahhhhh! – me corrí en sus manos, cada musculo de mi cuerpo se tensó apretando mi trasero alrededor de mi marido, donde él se movió con mayor velocidad en mi dando en mi punto donde me volví a correr y mi esposo conmigo. Me derrumbe en la cama a un con mi esposo en mi comenzaba a salir de mi apenas, gire la cara me beso, puse mis manos en su trasero el beso siguió y me comenzó a masajear de nuevo, ya estaba duro y el más salió de mí solo un segundo para que me acomodara en la cama ,mirándolo a los ojos me penetro y comenzamos de nuevo a hacer el amor como dos locos embriagados de deseo uno por el otro, demasiado amor que sentíamos, se desbordaba por los poros de ambos y por nuestros cuerpos unidos, mi marido me hizo correrme por cuarta vez en la noche, no salió de mi enrede mis piernas en su cintura para comenzar de nuevo… y así pase la noche enredado a él unidos de manera deliciosa. – te amo mucho amor aaahhh
- Yo más mi vida aaaahhhh – me dijo saliendo de mi me sentí vacío, porque por fin estábamos satisfechos, saciados uno del otro, lo mire y lo bese por última vez.
Me acomode en su pecho, donde me quede dormido, aunque ya era medio día lo bueno es que, creo que nuestra hija estaba con sus abuelos y tíos quienes la cuidarían, me preocupe por ella así que me levante de la cama; no pude me dolía, la entrada y como no después de doce horas de estar con tu marido de hacer el amor apenas acabas de correrte y volver a comenzar eso sí que fue loco, me tomo en brazos guiándome a la ducha abrió la llave del agua llenado la tina, se metió conmigo enredado de pies y manos en su cuerpo, me cargaba, a la vez que guiaba su miembro duro a mi entrada, no me importo lo dolorido que a un me sentía, me acomode para ser penetrado, hicimos el amor en la tina, donde me dormí al terminar, desperté, estaba abrazado a él con una pierna en su cintura, abrí los ojos lo mire y lo bese me devolvió el beso acomodándome sobre él.
- Te amo, eres mi droga Jacob, lo siento amor de seguro estas dolorido, mi cielo – me dijo acariciando mis nalgas con cuidado.
- Yo te amo más – lo bese – si estoy un poco dolorido ya sanare, me preocupa la niña debe de estar muy triste.
- A mí no tanto le dije que te iba a robar todo un día por que los papis tienen que hacer cosas de grandes una vez –me dijo riendo besándome – te traje la comida, debes de tener hambre, ahora te lo traigo, no te muevas, quiero que te recuperes porque te digo algo esta noche te are el amor hasta que no pueda más.
- ¿es una amenaza? – pregunte divertido.
- No es una promesa mi cielo – me beso antes de irse, me derrumbe en la cama, me cubrí con la sabana hasta la cara, me sentía en las nubes, mire el teléfono y marque el número de la casa principal me contestaron de inmediato – hola – dije con vos soñolienta
- ¡Hola!¿eres Jacob – pregunto la voz molesta al otro lado de la línea, supe de inmediato quien era
- Rosalie me comunicas con mi hija.
- Baya hasta que te comunicas, la niña ha estado que no quiere ni comer bien, desde que Edward la trajo esta mañana, ha estado preguntando por ti –me dijo molesta – que por fin Edward te dejo salir de la cama, espero y la casa siga en pie, mi cielo es tu mami – dijo en son de burla
- Mi cielo – le dije con vos dulce, a la vez que mi esposo me acomodaba la charola con mi comida en mi regazo le sonreí – te amo mi niña, no te pongas molesta, ni triste, te veré maña si amor tranquila tu papi me robo de tu lado hoy – me reí – te amo y tu papi más.
- Dice que ella más y que si vas a cumplir – me dijo Rosalie
- Claro dile que la veremos mañana que la amamos - Edward me quito el teléfono y contesto por mí – dile que mañana llevo a su madre sano y salvo, pero hoy es solo mío mañana lo compartimos – se rio y me beso dulcemente en los labios, antes de devolverme el teléfono para despedirme.
- A dios Rose dile que la amamos que la extraño y que cumpliré lo que prometo dile que la amo mucho – colgó y yo hice lo mismo mire a mi marido y lo bese.
Comí todo lo que me trajo, a penas termine de comer, mi marido se me tiro encima, abrí mis piernas para él; su dedo entro en mi para dilatarme lo mire coquetamente, de verdad que todo esto es nuevo para mí. Era insaciable y yo más era un adicto a él, a su piel de mármol, a sus labios pulidos y fríos, a su sexo en mi dándome placer, a todo él yo era un adicto que lo necesita tanto para vivir.
- Lo siento, debes de creer que solo quiero tu cuerpo pero… esto es nuevo, ni con ella me paso esto, creo que es la imprimación que me hace querer tenerte siempre, reclamarte como mío y que todos lo sepan, Jacob mi amor ven – me tendió la mano.
- Lo sé a mí me pasa igual, no puedo estar sin ti, si no estás en mi – le dije subiéndome a su regazo sentándome en su miembro duro - me siento vacío y solo te necesito tanto, no sé si podré estar sin ti ahora que entre en la escuela mi amor te amo, aaahhh
- Mas oooohhhh así Jake muévete así ooohhh eres tan caliente, tan estrecho, me enloqueces así más, más oooohhhh.
- Ed –le dije apunto de gemir – móntame por atrás, te necesito aaaaaahhhhh
Me obedeció salió de mí y me puso contra la cama y me lo metió de una sola embestida, donde comenzó a mover sus caderas a un ritmo lento y sin tocar a un mi punto débil, me siguió penetrando acertando ya en cada embestida en mi próstata –grite de placer, ayudando a mi marido a penetrarme –. Me jalo un poco para situarme al borde de la cama de pie, quede con una de mis rodillas sobre la cama y la otra pierna en el piso me ayudaba a sostenerme, el me seguía penetrando de manera insistente, me incorpore pegándome más a él, tanto que sus bolas golpeaban mis nalgas en cada encuentro, gire mi rostro para besarlo apasionadamente, me sujeto de la cintura para ayudarse a penetrarme, tome su mano subiéndola a mi pecho, para que me acariciara los pezones, lo guie a que bajara por mis costados hasta mi muslo que tenía en la cama, a la vez que seguía besándolo y moviendo mis caderas para ayudarlo en la tarea de hacerme llegar al cielo, seguí con lo mío deje su mano en mi cintura y tome la otra para que me acariciara ahora el otro lado, guiándolo a mi pene erecto que necesitaba caricias de él, lo tomo con seguridad comenzó a bombearlo lentamente para después sincronizar sus caricias con sus embestidas – gemimos ambos – el momento era perfecto, me dijo que me amaba y le respondí que igual , no paramos cuando ambos nos corrimos en una explosión placentera, los dos al mismo tiempo.
Solo salió de mi cuerpo para sentarse en la cama, comenzando a besarme de nuevo cada parte de mi piel, yo me le tire encima y lo comencé a besar en cada parte de su cara, sus ojos, sus pómulos, su barbilla, sus labios , su cuello mordí solo un poco no le hice nada, así que baje por su pecho y lambiendo sus pezones poniéndolos erectos, los mordí a ambos, seguí un camino con mi lengua hasta su pene duro me lo metí a la boca de un solo bocado era maravilloso sentirlo, a mí me sabia a miel con algodón de azúcar, vainilla y un toque de algo amargo seguí lambiendo, chupando me sujeto la cabeza para guiarme en mi tarea de devorarlo, seguí así disfrutando, quería saber a qué sabe su esencia, lo saque de mi boca y lo toque hasta que no pudo más me lo metí de nuevo a la boca y estallo en mí, me trague todo su semen, así como unas cuantas gotas que se escapaban de la comisura de mis labios, pase la lengua por ellos de una manera muy sensual, nunca espere ese sabor amargo y dulce en un equilibrio perfecto, lo mire a los ojos sonriendo, el me atrajo asía su boca, nos besamos mezclando la saliva de ambos con su esencia. Me giro en la cama comenzamos a restregarnos con ansias de continuar amándonos, hasta que ya no pudiera más.
Y a si pasamos la noche amándonos mutuamente hasta que caí rendido en su pecho, me quede profundamente dormido encima de él con su pene dentro de mí.
Desperté cuando mi Edward, me daba besos en la cara, atrapo mis labios en un beso dulce y lento enrede mis brazos en su cuello, nos levantamos y bañamos, quería que me tomara ahí mismo de nuevo, me enrede en una tolla secándome el cuerpo ante la mirada atenta de mi marido, se metió al closet me quede con los ojos bien abiertos, ante ese monstro que era el closet, lo mire quitarse la toalla de la cintura, se cambió en dos por tres, pantalón de algodón color beich y una camisa azul cielo, me miro.
- Ese lado es tuyo el mío es este – me dijo señalando las filas y filas de ropa que tenía a mi derecha de todos colores y texturas, camine mirando la ropa en sus bolsas hasta una cajonera saque un bóxer diminuto, me lo puse – te ves hermoso solo quiero ya arrancarte esa prenda y llevarte a la cama o tomarte aquí mismo.
- Amor me ayudas – le dije – quiero algo que no diga soy súper fashion, no sé si esto es mi estilo
- Hay mi amor todo se te vera muy bien, ok espera, ¿qué tal esto? – me mostro unos Jeans de diseñador un poco justos suspire y me los puse ya que… Alice te matare no hoy pero lo are.
- Si ese hay dios se me ven bien – dije con coquetería y lujuria mirándome con deseo, tanto que creo que haríamos el amor de nuevo.
- Um te vez tan… toma – me dio una playera estampada café y una chamarra de cuero color camello – me choca verte así, me encanta cuando estas sin eso, quiero arrancarte la ropa y hacerte mío de nuevo.
- Yo… - le di un beso