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Esperanza de amor por billieliebe

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Notas del capitulo:

espero y les guste el capi

besos a todos comenten

Capitulo seis

 

Me cargo para salir de la casa  iba colgado de su cuello, enredado en su cintura mirando sus ojos, sintiendo tanto amo por él, me baje y camine de la mano, recordando que era perfectamente capaz de hacerlo por mí mismo, de repente me sentía el hombre más dichoso del mundo, siendo amo como lo era que olvidaba a menudo, que era autosuficiente y no un niño pequeño al que se deba de proteger de todo, y Edward se tomaba el papel de cuidador, de protector y más después de cómo nos comportamos el día anterior , siendo que no me daño en lo más mínimo, él como de costumbre sintiéndose culpable y era su manera de cuidarme,  cruzamos el rio de un salto, me reí esto era estupendo, tanto como mi primer carrera. Tenía a mis pies un nuevo mundo desconocido al que descubriré de la mano de mi esposo y de mi hija, al igual que de los Cullen.  Entramos en la casa tomados de la mano unos ojitos marrones me miraron llorosos.

 

-          Mami – oí su voz dulce, melodiosa y musical. Tan clara y perfecta, mire a todos, que miraban con susto a la niña que me tendía los brazos desde el regazo de Rosalie – mami ¿Dónde estabas? – su primera palabra y su primera pregunta – papi ¿ya no te  vas a llevar a mi mami?

-          ¡Oh! Mi bebe ya habla - derrame una lagrima, me solté de mi Ed para abrazarla y llenarla de besos – no mi amor nunca más me separare de ti por tanto tiempo.

-          Perdón – dijo él mirándome  - no me llevare a tu mami otra vez cielo nos abrazó a ambos.

-          Baya que todavía la casa sigue en pie después del maratón que tuvieron por su luna de miel – dijo Emmett burlándose, oí la risa de Rosalie y de Jasper – no pues creo que no lo hicieron bien de seguro ni las sabanas desarreglaron yo que me esperaba oír sus gritos de placer  

-          Cállate Emmett, metete en tus asuntos, recuerda que Jake es más fuerte que tú – contesto molesto mi marido.

-          Ay aja, el lindo lobito que se deja follar por ti, si es tan dulce que parece un cachorrito míralo de seguro ni una astilla le hicieron a la casa no sí que da miedo – se burló Emmett, su risa estridente se extendió por la habitación.

-          Cállate, no hables así delante de mi hija, tonto – le respondí moleste  arrojándole un jarrón a la cara, el cual atrapo en el aire y yo temblé de ira ya vera que es burlarse de un neófito lobuno ya vera… por ahora tengo que recompensar a mi hija

-          Jajá, jajá, jajá mírate lobito eso es lo mejor que tienes – le gruñí, me estaba enojando y  mucho si de por si era temperamental como lobo, ahora como vampiro…

-          Ya deja mi vida amorosa en paz o te… – el teléfono sonó, Esme se apresuró a contestar, dejando lo que tenía que decirle a mi “adorado cuñado” atorado en mi garganta mientras oía la voz al otro lado de la línea.

-          Es tu padre – me dijo Esme con una sonrisa

-           Ya lo sabía, gracias – le dije a la vez que tomaba el auricular, a veces creo que  todos olvidan lo que ahora soy –  hola papa ¿qué hay?

-          Te llamo porque Rachel se va a ver a Rebecca mañana ¿quieres no se venir y traer a la niña? así se despiden y de paso me ayudas con Paul, que esta que se lo lleva el diablo – hablo mi padre con voz ronca, ya todos había oído de esto por eso  no me gustaba estar en casa de mis suegros.

-          Ok viejito deja le digo a mi marido  - mire a mi marido que me sonreía, me abrazo pegándose a mi trasero besando mi cuello.

-          Anda ve – me dijo en mi oído, chupando mi lóbulo – dile que si puedo ir contigo

-          Eh papá  ¿puede ir Edward con nosotros?

-          Si dice Sam que ya que es tu esposo… - me dijo mi padre algo cortado – los espero en casa y tare a mi nieta hijo ¿cómo estas, te tratan bien?

-           Muy bien papá y si me tratan muy bien. Gracias  por preguntar, vamos para allá.

 

Pasamos una tarde más o menos tranquila. Paul estaba peor que nadie, suplicaba y hacia berrinches a mi hermana hasta mi marido creo que le ofrecería pagarle el boleto de avión para irse con ella con tal de no oír otro berrido por parte de mí lobuno cuñado,  no sé cómo se lo valla llevar, mi hermana no soltó a mi hija  en toda la tarde, y Edward hablaba sin parar con mi padre y con mi hermana, sobre los estudios de esta y esas cosas,  mi padre lo interrogaba sobre nosotros.   Me despedí de mi padre, y de mi hermana para regresar a casa en el volvo de mi marido mi hija dormía en mi regazo, yo solo no podía apartar los ojos y los pensamientos de mi marido sexi deseando llegar a casa y hacer el amor hasta caer rendido, me fui a despedir de mi familia en el aeropuerto  al  otro día, mi hermana se iba a ver a su gemela a Hawái, no por gusto sino porque la escuela se lo pide como trámite para una maestría, sabelotodo, la mire marcharse, siendo que hace poco que la tengo a mi lado y se ha comportado como una verdadera madre para mí, en este corto tiempo nos hemos acercado mucho.  Abrase a mi marido, mi niña miraba con lágrimas en sus ojitos de chocolate, mi rostro bañado en lágrimas, regresamos a casa donde los días comenzaban a pasar  rápidos, pronto regresaría a la escuela, los días al lado de la hija de mi mejor amiga, pasaban de maravilla me sentaba con ella en mi regazo en pleno día en el jardín de la casa, donde los pajarillos se nos acercaban, le contaba historias de mi familia y leyendas de los quileutes, y las noches se las dedicaba a mí marido donde me la pasaba en sus brazos enredado en su cuerpo hasta la madrugada que era cuando caía rendido.

Mi primer día de clases llego, como me chocaba que Alice se empeñara en elegirme la ropa porque según ella “no tengo sentido de la moda”, pobre de mí si osaba ponerme la misma ropa dos veces seguidas, raro porque siempre acababa de la misma manera: hecha añicos, me puse los lentes de contacto para ocultar lo rojo de mis pupilas, le di un beso a Edward y uno a mi hija que me miro con tristeza, me subí al auto, si mi nuevo coche un bello Audi de último modelo un r8, me dirigí a la escuela de la reserva, por lo menos me dejaron seguir ahí, con un esposo como este dios tengo suerte de poder caminar, entre en el salón y me miraron todos mis compañeros y mis amigos. Pues claro que llamaba la atención ahora tengo un cuerpazo, ya no soy el mismo insignificante Jacob de antes ahora soy un vampiro neófito perfecto y feliz mente casado. Sin importar que solo estaría poco tiempo aquí extrañaba a mi familia: a mi hija y a mi marido.   

Camine rumbo a la cafetería hablando con mis dos mejores amigos Embiry y Quil que me estaban haciendo un montón de bromas sobre los chupasangres  y sobre mi boda, mi vida de casado y padre de familia, mientras unos cuantos de mis compañeros me decían cosas indecentes, y eso que el rumor de que estaba casado ya se había expandido como la pólvora, por toda la reserva en menos de un día, me reí mucho,  con  eso,  y después de clase ofrecí llevar a mis amigos a sus casas y los dos chiflaron la ver mi auto, mi nuevo aspecto no los impresiono, mucho menos que ahora fuera un vampiro y que este casado, no el asombro se lo llevo mi auto deportivo de lujo, mi Audi r8, con el sí babaron y lo tocaron con dedos temblorosos y los ojitos les brillaron de excitación, ese si era un acontecimiento digno de asombro de ellos – me sentí tan bien con esa reacción, en que me vieran como el yo de antes, en que ellos no me juzgaran, como lo hacían las personas de la reserva o como lo hacían los chicos de la escuela. Todos querían tocarme y  otros me querían como amante y eso que en la escuela no éramos muchos.

Así pase la mayor parte del siguiente mes entre tareas escolares, el cuidado de mi hija, mi marido y la cacería, nunca había casado antes, bueno si pero me comía todo, ahora ni siquiera me tenía que convertir en lobo para cazar, Edward me guio en eso, acabe con unas cuantas manchas de sangre en la camisa, pero lo hice me alimente de un alce enorme al cual atrape en mis fortísimos brazos antes de encajarle el diente, para sorber la sangre que me es necesaria para seguir, según mi suegro puedo prescindir de ella y alimentarme como de costumbre, peor temen que la sed me descontrole, como dije no  me da sed como a un neófito “normal”, pero me da miedo que eso me pase por no “alimentarme como se debe”   y poner en peligro ami hija y ami padre y demás personas, reconozco que esto también es nuevo para ellos y que tomar las medidas necesarias es algo que se debe de hacer con algo desconocido como es mi caso. Soy algo que nunca se ha visto, es más seré el único  de mi tipo.

 Reneesme ya tenía mes y medio de vida, era hermosa, aun no camina pero sabe que la sangre que toma día a día es donada y que no se daña a nadie con eso, que no cazamos humanos por que está mal, ¡ah! Y como detesta la sangre animal, así que le dije que cuando crezca le ganare todas las presas, me he convertido en lobo unas cinco veces,  mi niña se sube en mi lomo para que la lleve adonde valla, mi marido va conmigo. Estábamos a la luz de la luna en su prado, mi hija estaba sentada en el césped jugando con las flores, mi marido solo me jalo un poco de la cola para mirarme a los ojos,  y decirme lo mucho que me amaba, la niña se quedó dormida en mi pansa peluda, la tomo en brazos y regresamos a la casa, la dejo en su cuarto, yo a un seguía como lobo me miro con lujuria, así que le seguí el juego levantando mi cola para que viera mi entrada donde me metió todo su puño antes de que deshiciera la transformación para que me hiciera suyo…

Salí de la escuela, y me encontré con un aullido urgente, mis amigos salieron corriendo yo me demore un poco en ir a dejar mi coche a mi antigua casa, llame al celular de mi marido diciéndole que tenía algo urgente que hacer con los chicos y que le dijera a mi hija que llegaría tarde. El asunto fue sencillo una reunión en dos días y una ronda rápida por el lugar  que por supuesto yo tendría que asistir porque aunque sea un Cullen no quiere decir que no siga siendo un lobo que pertenece a este lugar y a una manada.                 

Era ya algo tarde cuando llegue a la casa, abrí la puerta de la casa Alice como de costumbre arreglando la casa, mi hija estaba sentada en la alfombra jugando con los cubiertos de plata de  Esme y con una vieja pelota de tenis que era mía, mirando como su tía se movía por la casa con esos andares de bailarina.

-          Hola lamento la tardanza – les dije con media sonrisa.

-          ¡Mami! – dijo con su dulce voz, la vi levantarse caminar sin titubeos hacía mí  con sus brazos extendidos – ¡mami!  

-          ¡Mi amor!  - le abrí los brazos, y la abrace -  ¡oh mi niña! – le aplaudí, ella me pidió que la bajara me tomo de la mano para ir a sentarme en la alfombra junto con ella y jugara con ella.

Me senté junto con ella le hice cosquillas se reía mucho, mire con ojos preocupados a todos que me miraban igual la niña, crecía algo rápido, me daba tanto miedo perderla a quedarme sin ella, yo  no podía darle hijos a Edward  eso me llenaba de tristeza, mi alegría era ella, ella era todo lo que ambos deseábamos, una familia, ninguno de los dos pensó tener un hijo ahora ya teníamos lo que ambos soñamos.

Me dormí en los brazos de mi esposo con mi hija en mi pecho, nos quedamos aquí en la casa de mis suegros ya que se pusieron con una conversación sobre genética la cual no entendí ni j rayos.

Desperté, en el cuarto de mi marido cubierto con una manta, abrazado a un cuerpo diminuto, me levante despacio, para no despertarla, mi marido estaba abajo oí su voz y la de los demás seguían en lo mismo y por lo que entendí era hora de averiguar algo sobre mi hija, me metí a bañar. mi niña me siguió, y ni cuenta me di, estaba bajo la regadera meditando todo lo que escuche, que ni la oí entrar, la mire y  la tome en brazos, me dio pena que mi hija me mirara desnudo, la bañe, al poco rato mi marido entro yo tenía a mi niña en brazos jugando con burbujas de jabón nos abrazó a ambos.

-          Los amo papis – nos dijo con su voz de campanillas de viento, melodiosa y dulce a la vez

-          Nosotros más amorcito bien deja a tu papi… - respondió mi esposo

-          No es mi papi es mi mami – respondió mi hija con un puchero bien lindo

-          Soy lo que tú quieras,  mi cielo, me voy a dar prisa, hoy tengo un examen y después vengo por ti para ir a una reunión con los chicos, te va a encantar también es la primera vez que mi hermana tu tía va a oír las historias

-          Yupi.

 

Notas finales:

gracias por leer y comentar


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