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La no tan normal vida del cazador por Allure

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Notas del capitulo:

Ni Supernatural o sus personajes me pertenecen...ojala lo fueran pero no...jajaja

En la radio estaba sonando “Heartbreaker” de Led Zeppelín, Dean cantaba los coros a gritos mientras conducía por la carretera a esas horas casi vacía, a su lado Sam miraba por la ventanilla como el paisaje cambiaba, después de salir del hospital habían decidido ir a casa de Bobby para intentar hallar algo de información que les diese respuesta a todas las interrogantes que habían nacido con el conocimiento que la bruja estaba viva, aunque solo Castiel y Sam conocían la verdad pues ambos pensaban que si el rubio llegaba a enterarse de aquello podría ser algo perjudicial para el bebé, aunque también sabían que si Dean llegaba a saber que otra vez estaban ocultándole cosas era muy probable que se enfadara, pero preferían eso a causarle algún mal.

A pesar que su hermano estaba prácticamente gritándole en la oreja Sam tenia la cabeza en otra parte, más específicamente en lo extraño que se sentía después de hablar con Gabriel, el rubio se había aparecido en el cuarto de hospital mirándolo de una forma que estaba seguro jamás antes lo había hecho

—Castiel…el no está aquí—

—Lo sé, Sammy, solo quería saber cómo estabas—el rubio camino hasta quedar a unos cuantos centímetros de la cama—no tuve tiempo de curarte adecuadamente—

— ¿De qué hablas? Me salvaste la vida a mí y a Dean, no tengo forma de agradecértelo—se sentía un poco extraño estando a solas con el arcángel y más después que Cass le dijera que había sido él quien lo rescatara— ¿puedo hacer algo por ti?—

—De hecho hay mucho que puedes hacer por mí—ahí estaba otra vez esa extraña mirada en el rostro del rubio, Sam se sentía como si esos ojos estuviesen atravesándolo—pero no creo que en estos momentos sea inteligente de mi parte pedirte algo—

— ¿Lo dices porque estoy herido?—rio para quitarle un poco de seriedad al asunto, aunque no estaba seguro como esa situación se había vuelto seria si el bromista estaba involucrado, llevo una mano a su cuello para tocar el lugar donde Alyssa le clavara la jeringa—me siento muy tonto por no haber podido hacer nada—

—No fue tu culpa, Sam, me alegra que estés bien—le sonrió acercando su mano al cuello del humano rozando delicadamente el lugar cubierto por una venda—un poco mas y hubiera tenido que ir por ti al infierno—

El pelilargo se golpeo la cabeza contra la ventanilla en un intento de alejar esas palabras de su cabeza, cuando el rubio había puesto la mano en su cuello noto como un extraño calor se expandió por su cuerpo llenándolo de dudas, el otro lo miraba como si supiese que por su culpa la cabeza del castaño estaba haciéndose un lio…Cielos, esa mirada que parecía ofrecerle algo que no alcanzaba a comprender…debía sacar ese extraño recuerdo de su cabeza lo más rápido posible o Dean se daría cuenta y no sabía cómo podría explicarle al rubio que cuando el hermano mayor de Castiel lo había tocado todo su cuerpo parecía haberse encendido, definitivamente debía borrar esos pensamientos o pronto estaría pensando en cosas extrañas.

Se detuvieron en una estación de servicio y mientras Dean llenaba el estanque del automóvil, Sam fue a comprar algunas cosas para comer durante el camino, no estaba seguro que cosas podía comer Dean en su estado así que opto por tomar un paquete de galletas de avena e iba a sacar un segundo paquete cuando alguien sujeto su brazo, se volteo para encontrarse con la mirada enfadada de su hermano que silenciosamente apareciera a su lado

— ¿No pensaras que quiero comer eso?—Sam suspiro pensando en la forma de explicarle al mayor que si comía solo porquerías podría hacerle daño a su bebé—yo no soy como tu…además recuerda que ahora tengo que comer por dos—

—Muchos estudios han demostrado que esa es una creencia errada, no es saludable ni para ti ni para…—

—Deja que el gordito coma lo que quiera—nada mas oír eso los dos hermanos se voltearon a ver a quien se atreviera a llamar “gordito” al rubio, encontrándose con un par de tipos que se quedaron mirándolos con un indudable gesto de burla, los sujetos eran cazadores al igual que ellos pero estaban lejos de ser sus amigos — ¿no ves lo delgado que esta?—

—Como si esto no pudiese mejorar…ahora nos topamos con miserables novatos—para Sam no paso desapercibido el tono de desprecio en la voz del rubio— ¿no tienen nada mejor que hacer?—

—Eso es problema nuestro…aunque veo que tu sí que has ocupado muy bien el tiempo poniéndote como una pelota ¿Qué te paso, rubito, en vez de cazar criaturas estas comiéndotelas?—el tipo, un hombre de cabello negro, casi grasiento y que vestía unos vaqueros sucios y una camisa a cuadros se acerco al ojiverde mirando detenidamente su hinchado vientre—te ves como una ballena a punto de parir—

—Si…Winchester ya no debes tener tanta suerte como antes con las mujeres…aunque siempre sospeche que solo las usabas para encubrir que eres maric…—

Sam sabia que debía haber sacado a su hermano de la tienda apenas se dio cuenta que aquellos pesados estaban presentes, pero la verdad es que si se merecían la paliza que a pesar de su estomago Dean les dio, no está de más decir que después de oír aquellos insultos sobre su apariencia el ánimo del rubio había vuelto a caer a un pozo, apago la radio y todo el camino hasta el hogar de Bobby se hizo en silencio, a pesar de los intentos de Sam de empezar una conversación con su hermano, Sam pronto se encontró mirando su computador, buscando una dieta para embarazadas y que su hermano si quisiera comer, algo difícil pues si antes el rubio solo comía comida chatarra ahora hacia unas mezclas de lo más extrañas…ojala su madre estuviese con vida para aconsejarles que era lo mejor.

—Ya llegamos—anuncio Dean apagando el motor después de estacionarse frente a la caza del viejo cazador—Sam… ¿crees que el viejo sufra un ataque si le digo sobre…sobre mi bebé?—

—Me gustaría decirte que lo tomara muy bien pero creo que no será así, dudo que alguna vez se haya topado con un hombre embarazado de un ángel—el menor se quedo mirando a su hermano viendo la duda crecer en su mirada, desde que su padre muriera ,Bobby ,había sido una especie de figura paterna para ellos y pese a que sabían que el hombre los quería( a su manera) no podían obviar lo extraño de la situación que estaban viviendo—lo único de lo que estoy seguro es que debemos decirle toda la verdad…incluso del hecho que tu y Cass son pareja—

Dean iba a decir algo pero a ultimo segundo se detuvo, quitándose con algo de dificultad el cinturón de seguridad bajo del auto y siguió a Sam hacia la casa, subieron los escalones de la entrada, atravesaron la puerta y se encontraron en la sala del hogar, unos sonidos en la cocina los alertaron que el dueño de casa se encontraba en la cocina, a la que se dirigieron hallando al hombre en silla de ruedas cocinando algo en la estufa

—No sé como los criaron a ustedes pero se los diré una última vez, golpeen la puerta para saber que ya llegaron—Bobby ni siquiera se dio vuelta para mirarlos—¿Cómo les fue?—

—Genial…la doctora te mando sus saludos—respondió el mayor aguantándose la risa—quien diría que tienes tan buen gusto—

—Pareces una de esas mujeres chismosas…lo que yo haga no es de tu incumbencia—por fin el viejo se dio la vuelta cambiando su mirada seria por una de sorpresa al ver a Dean, específicamente su estomago—muchacho…ponte a dieta—

—De hecho es algo mucho más difícil que eso…Dean esta—empezó a decir Sam antes que el ojiverde le cubriera la boca y se lo llevara a empujones de la cocina

—Lo siento, Bobby tengo algo que discutir con mi lindo hermanito—le sonrió a Bobby antes de desaparecer de su vista, Sam se quedo mirándolo con la interrogante escrita en su rostro—yo decidí que no le diremos nada a Bobby sobre mi hija…no estoy seguro como se lo tome pero no creo que…—

— ¿Qué no crees? Por favor, no piensen que soy estúpido—sorprendidos ambos hermanos voltearon a ver al hombre que los observaba con una mueca seria en el rostro—se todo sobre tu embarazo, hijo, no lo comprendo en lo absoluto…ni el hecho que un hombre haya podido quedarse embarazado o el hecho que el padre sea un ángel—

— ¿Tu sabes que yo…? ¿Como lo supiste?—Dean se veía auténticamente sorprendido por la revelación de Bobby— ¿la doctora West fue quien te lo dijo, verdad?—

—Karen dijo algo sobre esto, pero debes darle las gracias al padre de la criatura—respondió dándole la vuelta a su silla para regresar a la cocina—Castiel estuvo por aquí hace algunas horas y fue él quien me hablo sobre la bruja que los ataco y como tú te habías quedado esperando un hijo suyo… si debo decirte la verdad, no entiendo como alguien como tú, que eres un mujeriego de temer pudo haber terminado preñado de un ángel…pero es algo que no puede cambiarse…tu padre debe estar revolcándose en su tumba, al saber de los gustos de su hijo—

— ¿Tú crees que yo quería esto?....sé lo que la gente piensa de mi…pero esto es lo que soy—Dean llevo sus manos a su estomago, se sentía un poco ansioso por las palabras del viejo cazador y aunque de cierta forma se las esperaba no creía que le importaran tanto—estoy esperando una niñita y no necesito tu aprobación o la de todo el puto cielo—

Sin decir nada mas el rubio salió de la casa en dirección al auto, el menor se quedo mirando a Bobby que lo miro a su vez con la confusión escrita en su rostro

—Creo que Dean esperaba que le dieras tu apoyo y no un regaño…no la tenido fácil estos días, mi sobrina casi muere y por si no fuera poco el que este embarazado de un ángel está completamente prohibido en el cielo—Sam iba a salir en busca de Dean cuando oyó suspirar pesadamente al otro—si de verdad quieres ayudarlo nos quedaremos, pero si solo vas a reprenderlo por querer a otro hombre no te molestaremos y saldremos de aquí ahora—

—Los dos parecen mujeres…hablare con el—

El hombre salió de la casa y al mirar hacia el lugar donde el rubio había estacionado el impala, lo encontró apoyado en el capo del automóvil, mirando hacia la lejanía a la vez que se palpaba suavemente el estomago, haciendo girar las ruedas de su silla, el hombre llego hasta donde Dean estaba y se quedaron mirando el uno al otro

—Dudo que vengas a disculparte o algo por el estilo así que…—

—No seas ridículo, muchacho, se que abrí la boca más de la cuenta, pero debes comprender que todo esto me tomo por sorpresa—dijo a la vez que giraba la silla para mirar en la misma dirección que el otro— ¿así que una niña, no?... ¿cómo se llamara?—

—La he visto en mi cabeza y es como la mezcla perfecta entre Cass y yo…aun no decido que nombre ponerle pero supongo que se llamara Mary—sonrió deteniendo el movimiento de su mano—Gabriel nos dijo que el cielo prohibió la unión entre ángeles y humanos…si allá arriba llegan a enterarse de ella, vendrán a asesinarla—

—No lo permitiremos…muchacho, si eres feliz con el  ángel, me alegrare por ambos—Dean le sonrió al cazador poniendo una mano en su hombro—me costara verlos así que ni se les ocurra comenzar a besuquearse por allí—

—Lo intentare, hace un rato estabas haciendo el almuerzo…vamos a comer ¡me muero de hambre!—

Quejándose que los hermanos solo se aparecían para saquear su refrigerador, Bobby regreso a la casa seguido por el rubio, después de comer, Dean, se sentía demasiado soñoliento y su hermano al verle cabecear más de una vez en el sillón donde ambos se sentaran para disfrutar del futbol, le  sugirió que antes que rodara por el suelo, subiera y se recostara un rato, milagrosamente el mayor tomo en cuenta su opinión y subió al cuarto que Bobby destinara para los invitados ocasionales que recibía.

El cuarto no era muy lujoso, pero eso no lo hacía menos cómodo, una gran cama ocupaba el centro de la habitación y a su lado se hallaba una mesita de noche con una bonita lámpara, la ventana dejaba entrar una fresca brisa que Dean agradeció ya que se sentía un poco acalorado, se sentía a gusto estando en casa de Bobby pues sabía que podía dormir un poco más seguro, ya que nada sobrenatural aparecería para atacarlo mientras dormía, aunque ni loco dejaría de tener un arma bajo su almohada, se quito los pantalones para estar un poco mas cómodo y se tendió sobre la cama, esperando que el sueño lo envolviera.

En la sala, apenas Dean se despidió de ellos y subió las escaleras, Sam y Bobby se miraron entre los dos antes de apagar el televisor y dirigirse al lugar donde el más viejo guardaba toda la información que poseía sobre las criaturas que solían cazar, el menor de los Winchester le había revelado que la bruja seguía con vida y que por si no fuera poco estaba tras sus pasos, ambos cazadores comenzaron a buscar información que les diera una idea sobre cómo podían destruir a aquella criatura antes que atacara e hiriera a Dean

—¡Maldición!...no encuentro nada que sea de utilidad, aquí no hay nada que se parezca a ese monstruo—el primero en perder la paciencia fue Sam, llevaban casi dos horas recopilando información sobre todo tipo de brujas pero lo único que habían conseguido era un montón de características que no se aplicaban al monstruo que enfrentaban—es como si no hubiera registros de algo así, estoy seguro que esta criatura debe haber estado devorando niños desde hace mucho pero ningún pueblo, historia o civilización se refiere a ella—

—Quizás es porque al principio no era lo que es ahora—la voz de Castiel llamo su atención y los dos humanos se sorprendieron de ver parados en medio de la sala al ángel de ojos azules y a su hermano Gabriel—mi hermano tiene una teoría sobre la identidad de esta criatura—

—Hola, Sammy ¿Cómo estás?—el humano trago saliva al sentir la misma mirada que el ángel le diera en el hospital—al parecer estas mejor…mucho mejor—

—S-Si así es, gracias Gabriel—respondió a la vez que escondía el rostro tras el libro que estaba leyendo hacia unos segundos—tú también te ves bien—

—Me parece que no tenemos tiempo para ser corteses entre nosotros, así que les pediré que digan lo que sea a que hayan venido—la voz molesta de Bobby rompió la atmosfera y un poco enfadado Gabriel se sentó en la silla más cercana—Castiel, Dean está arriba—

—Bien, no creo que el deba saber de esto hasta que estemos seguros—respondió el moreno y Gabriel a su lado se llevo la palma a la cara

—Cassi…creo que él se refiere a que puedes ir con el…ve, yo me encargo de explicarle todo a rueditas y a Sammy—el menor lo miro unos segundos antes de asentir y desaparecer— algo lento pero es un encanto…bien, escúchenme con atención porque no lo repetiré…—

Cuando el ángel se materializo en el dormitorio donde Dean estaba dormido no pudo evitar quedársele mirando como si fuese lo más bello del mundo, el rubio dormía de cara a la pared cubierto por una manta que se estaba cayendo, sin poder evitarlo la tomo y se acostó a su lado acoplándose a su cuerpo, luego los cubrió a ambos con la manta y abrazo al rubio atrayéndolo contra su pecho

—Te tardaste demasiado—murmuro el ojiverde sin abrir los ojos—no debería dejarte que duermas conmigo, le dijiste todo a Bobby sin mi permiso—

—Mis disculpas, Dean, necesitaba información y debía decirle todo—lo apretó un poco mas perdiéndose en el olor de su cabello—además…los ángeles no necesitamos dormir—

—Pues los humanos si lo necesitamos…quiero que conozcas a Mary—sin dejarle responder, Dean volvió a dormirse.

Pronto se encontró en el lugar en donde su pequeña se encontraba, la niña corrió a abrazarlo y Dean la tomo entre sus brazos, besándola en la frente se dirigió al lugar donde siempre se sentaban, pero al dar otro paso se dio cuenta que todo había cambiado…bueno, el muelle seguía en su lugar pero a unos cuantos metros rodeada por un pequeño jardín ahora se levantaba una hermosa casa de color blanco, aunque lo que más lo sorprendió fue ver de pie frente a ella a Castiel, mirándolos con una pequeñísima sonrisa en su rostro.

— ¡Papi!—exclamo la niña y apenas Dean la dejo en el suelo corrió al encuentro del ángel al que se abrazo solo recibiendo de su parte una caricia en la cabeza— ¡Creí que jamás vendrías!—

—No te canses, cariño, tu padre no es precisamente afectuoso—el también se dirigió al lugar donde su hija abrazaba todavía al ojiazul—pero en su favor puedo decir que te ama mucho—

—Eso es cierto, Mary—la niña alzo la mirada ofreciéndole una sonrisa que le recordó mucho al hombre frente a ellos—ustedes son lo más importante para mí—

— ¿Mary? ¿Estás de acuerdo que se llame así?—el cazador sonrió también sintiendo volar mariposas en su interior—debo suponer que si—

—Es un bonito nombre, además, pertenecía a una mujer maravillosa—

Los dos se quedaron mirando, perdiéndose en los ojos del otro, hasta que la niña cogiendo la mano de cada uno, comenzó a caminar hacia el interior de la casa, a pesar de la felicidad que sentía, Dean no podía sacar de su cabeza que en algún momento perdería todo lo que tenia…lo presentía…de alguna forma lo sabía.

 

Notas finales:

Continuara...


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