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La no tan normal vida del cazador por Allure

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Notas del capitulo:

Ni Supernatural o sus bellos personajes me pertenecen y el resto ya lo saben...

Gracias por esperar!!!

Rochel abrió los ojos intentando averiguar en donde se encontraba exactamente. Se sentía algo mareado por el olor del aceite sagrado pero aun así intento ponerse de pie. No alcanzaba a recordar con demasiada claridad cómo es que había llegado a su actual situación. Recordaba a Gabriel y a Sam Winchester, también recordó que este le había dicho que tuviera cuidado de que Aziel no llegara a enterarse de su relación con Andrea, sin embargo, no podía rememorar los hechos que lo llevaron a su actual posición.

Se encontraba encerrado en un pequeño círculo de fuego sagrado, así que debía olvidarse de intentar desaparecer. Miro a su alrededor intentando averiguar en donde exactamente se encontraba, pero las paredes de concreto no le daban ninguna señal clara de su actual paradero y por si no fuera poco todo estaba a oscuras. La única luz en la habitación provenía de las llamas que lo rodeaban. Estaba solo en una gran habitación, no habían rastros de ningún otro ser vivo, a unos cuantos metros pudo distinguir una puerta de madera que estaba cerrada. Se quedó mirando en esa dirección a la espera de que alguien entrara, pero pasada una hora su paciencia estaba comenzando a fragmentarse.

Sin previo aviso la puerta se abrió y de pie en el umbral pudo distinguir la figura de una mujer que lo observaba. Rochel reconoció a Andrea y de no haber estado encerrado en aquel círculo de llamas se hubiera lanzado a sus brazos. La mujer entro en la habitación dejando la puerta abierta tras ella, camino hacia él aunque se detuvo a unos cuantos pasos de él.

-Andrea, por favor, debes apagar este fuego…-

-¿Por qué me mentiste, Peter?-automáticamente cualquier palabra murió en los labios del ángel, intento leer la expresión en el rostro de la mujer pero este se encontraba cubierto por las sombras-todo este tiempo has estado engañándome y burlándote de mí—

— ¿Qué? Eso no es cierto, yo te quiero mucho—Rochel volvió a intentar vislumbrar el rostro de la mujer pero a pesar de acercarse todo lo que pudo sin quemarse no logro ver a Andrea—jamás podría haberte dicho la verdad, te hubiera puesto en demasiado riesgo. Ahora apresúrate antes de que esos sujetos se den cuenta que…—

—Lo lamento, Rochel, es demasiado tarde—

Repentinamente las luces de la habitación se encendieron y el ángel pudo ver el rostro de la mujer. Estaba muy seguro que ese cuerpo no pertenecía a Andrea, lo que estaba frente a él era una mala ilusión de la mujer. La mujer sonrió y se quedó mirando fijamente al ángel que apretó los puños a cada lado de su cuerpo en un intento de mantenerse donde estaba. La supuesta  Andrea llevaba puesto un vestido de color blanco, manchado en varios lugares e iba descalza, para Rochel fue obvio que algo o alguien estaba engañarlo usando el cuerpo de la humana, sin embargo, en su actual posición lo único que podía hacer era quedarse en aquel lugar y esperar lo que pudiera suceder.

— ¿Quién eres? Te ordeno que te muestres ahora mismo—la risa de la mujer rompió el tenso ambiente, todavía riendo camino alrededor del circulo de fuego y se burló del ángel—cuando salga de aquí te juro que te hare desear la muerte—

—Eso si sales, pero mientras tanto tendrás que quedarte ahí a la espera de lo que mi ama decida—la voz de la mujer se oía distorsionada, Rochel la vio bailar a su alrededor intentando provocarlo—pero no te preocupes, todo está listo, lo único que falta es que Mary venga a nosotros—

Rochel sabía que había oído ese nombre en algún lado, de repente una luz se encendió en su cabeza al recordar que ese era el nombre con el que Gabriel y Sam se habían referido a la pequeña nephilim, algo estaba pasando fuera de esas paredes. Volvió a mirar a la mujer que ahora estaba parada frente a él mirándolo fijamente.

—No te preocupes, angelito, tu sufrimiento terminara dentro de poco—

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Después de recibir la llamada de su hermano menor, Dean había decidido salir de ese lugar lo más rápidamente posible pero cuando le dijo a Mary que debían marcharse, las lágrimas que la pequeña derramara lo obligaron a detenerse. No estaba seguro en cuanto tiempo más su pequeña podría disfrutar de la compañía de otros niños de su edad, así que enfrentándose a sus propios temores la dejo disfrutar un poco más.

Dean mantenía fija su mirada en todos los movimientos de la niña, no quería que algo arruinara sus escasos momentos de paternidad y menos cuando sentado a su lado en una silla se hallaba Castiel. El ángel observaba a su pequeña hija corretear junto al grupo de niños que había conocido en el restaurante.

—Han pasado dos horas, Dean—la voz del ángel interrumpió sus pensamientos. El rubio volteo hacia el con una mueca de preocupación en el rostro—creo que deberíamos regresar y planear nuestros próximos movimientos—

—Dale unos minutos más, Cass, solo está jugando con esos chiquillos—al ángel asintió en silencio y volvió a mirar al grupo que jugaba cerca de la piscina de pelotas—Adira quiere que llevemos a Mary con nosotros, sería un idiota si no creyera que la perra está tramando algo—

—Concuerdo contigo, pero probablemente si no hacemos lo que ella quiere quizás sea Aziel quien venga por Mary—Dean odiaba que Castiel tuviese la razón. La bruja había llamado a Sam para decirle que de no traer a la niña le haría saber a Aziel quien era el responsable de su escape—además, él podría intentar hacer algo en contra de ti—

—Eso me pasa por ser tan sensual—Dean rio bajito al ver a Castiel fruncir el ceño, sabía que el ángel no tenía una gran variedad de expresiones faciales y esa era la que usaba cuando algo le molestaba muchísimo, hacía algún tiempo había descubierto que el ángel estaba celoso de Aziel, aun cuando supiera que había ocupado el control mental con él. Todavía sonriendo deslizo su mano hasta donde la de él se encontraba y entrelazo sus dedos con los suyos—pase lo que pase no dejaremos que Mary salga herida ¿me lo prometes?—

—No creo prudente prometer algo como eso—el ángel apretó suavemente su mano—pero daré mi existencia por ustedes—

—Se dice “daré mi vida por ustedes” pero supongo que lo que importa es lo que significa—el cazador volvió a reír al ver el desconcierto en el rostro del otro—Mary es nuestra hija, le meteré mi bota en el trasero al idiota que se atreva a lastimarla—

—¡Papi, tengo novio!—Dean giro tan rápido la cabeza que por poco no se quiebra el cuello, Mary se encontraba de pie al lado de la mesa dándole una mordida a sus papas fritas. La niña le mostro una sonrisa antes de darle otra mordida a una de las papas.

— ¿Qué dijiste, cariño?—No es que el cazador no hubiera oído lo que su hija dijera, lo que realmente pasaba es que no podía creer que algo así estuviese pasando ¡Su pequeña Mary tiene solo siete años, demonios! Intento calmarse y borrar de su cabeza los múltiples escenarios de asesinato que allí habían llegado—creo que te escuche mal y…—

—Ese niño que se llama Tom me dijo que si éramos novios me invitaba a su casa, su mamá hizo una tarta de manzana—la niña señalo vagamente hacia el grupo que ahora se encontraba dentro de la piscina— ¿puedo ir a su casa después?—

—Mary, conoces a ese niño desde hace una hora, no dejare que vayas a su casa. Despídete de ellos porque tenemos que irnos—que orgulloso se sentía Dean Winchester de sí mismo al haber guardado tan bien la compostura frente a la terrible petición de su hija—Sam debe estar esperándonos—

— ¡Pero papi…! ¡Yo no quiero irme!—Dean suspiro intentando calmarse frente a los gritos de Mary, no quería ser un mal padre pero tampoco podía convertirse en un ogro con ella. Miro a su lado al ángel que seguía toda la escena con su característica cara de póquer— ¡nunca puedo jugar con otros niños!—

—Mary, no grites…maldita sea, Cass, te necesito aquí ¿sabes?—

—Estoy aquí, Dean—

—No me refiero a eso…ustedes van a matarme—Dean se sujetó el puente de la nariz con los dedos, su familia oficialmente era un dolor de cabeza—como sea, vamosnos—

—¡¡Papi!!—definitivamente iba a asesinar a la bruja que hiciera posible dejarlo embarazado. Ignorando las quejas de la niña se levantó de la silla y la tomo de la mano para salir del restaurante, aunque no pensó en el hecho que su “pequeña y frágil” princesita fuera muchísimo más fuerte que él. Al intentar mover a la niña por poco no se termina de cara en el suelo, Mary tenía la fuerza de una nephilim y por si no fuera poco estaba enfadada. —Mary Winchester no me obligues a castigarte, jovencita—

— ¡Yo quiero quedarme!—

—Ya te dije que no podemos, muévete y vamos al auto—si algo caracterizaba a Dean era que no se rendía ante las dificultades y mover a su niña estaba siendo una muy grande. Volvió a intentar arrastrarla consigo pero un pequeño tirón en su hombro le hizo saber que lo único que conseguiría seria hacerse daño el mismo, cansado por la inutilidad de aquello soltó la mano de la chiquilla y se paró frente a ella con los brazos cruzados sobre el pecho—está bien, si quieres quedarte lo harás…pero te quedaras sola. Vamos, Cass—

El ángel que observara la escena en total silencio se levantó de su silla y camino hasta donde se hallaba su hija que imitando al rubio había adoptado su postura. Castiel la miro a los ojos tranquilamente unos segundos antes de darse la vuelta e ir a reunirse con Dean quien ya se encaminaba hacia la puerta. Durante unos cuantos segundos la niña permaneció en aquel lugar, mordiéndose el labio inferior y mirando a su alrededor antes de que con un grito corriera hacia la puerta en búsqueda de sus padres.

—Está bien ¿Qué has aprendido, pequeña?—cerca de la entrada se hallaban ambos padres, al salir la niña, Dean la atrapo entre sus brazos y la acuno en su pecho—Y espero que se trate de que debes hacerle caso a tus padres y no ser una malcriada. Sabes cuánto tu tío odia eso—

—L-Lo se…papi—Dean noto como algo húmedo entraba en contacto con su piel y esperaba que fueran lagrimas—yo quería jugar…yo solo…quería jugar con ellos—

—Mary, te prometo que jugaremos juntos mañana. Ahora debemos irnos ¿bien?—la niña asintió y se separó lo suficiente para mirar con una pequeña sonrisa al cazador, efectivamente el temor de Dean se había hecho realidad y la nariz de su princesa estaba hecha un desastre. Un pequeño temblor lo recorrió al recordar que no traía ningún pañuelo, sin embargo, Castiel acudió en su ayuda y suavemente limpio el rostro de su hija con un pañuelo que sacó del bolsillo de su abrigo—Gracias, Cass, ahora vamosnos para que pueda darme un baño—

Dean cargo a la niña en sus brazos hasta el auto y después de sentarla en el asiento trasero, se puso tras el volante. Castiel volvió a ocupar su lugar en el asiento del co piloto. Durante el trayecto de regreso al motel, Mary, se quedó dormida. Dean y Castiel se quedaron en silencio la mayor parte del camino, ambos metidos en sus propios pensamientos sobre lo que sucedería en una hora más.

—No quiero llevar a Mary con nosotros, no me importa lo que esa perra pueda decir—por fin el cazador puso en palabras lo que estaba dando vueltas en su cabeza—debe haber algún lugar en donde podamos dejarla mientras nos encargamos de Adira—

El ángel volteo a verlo, en su rostro no podía leerse ninguna expresión, Dean se veía bastante firme en su propia decisión y el ángel sabia cuan cabeza dura podría llegar a ser el rubio. Regreso su atención al camino y busco en su memoria algún lugar al que ni Adira o Aziel pudieran acceder fácilmente, pero lo único en lo que pudo pensar fue en el cuarto que se hallaba en la casa de Bobby Singer, el hombre adoraba a Mary así que estaba seguro que no pondría problema en cuidarla, lo único que le preocupaba era la reacción de la bruja al no ver cumplido su deseo.

Antes que pudiera decir algo llegaron al motel. Dean se estaciono, apago el motor y descendió de su asiento para ir por la niña que dormía en el asiento trasero. Castiel por su parte desapareció del auto para volver a aparecer al lado del cazador quien al verlo materializarse sin ningún aviso soltó una florida maldición. Enfadado con su pareja, Dean apretó contra su pecho a su hija y camino hacia la puerta de la habitación en la que estaban quedándose.

—Pensé que no llegarían nunca—nada más poner un pie dentro del cuarto oyó la voz de su hermano reclamándole— ¿otra vez dormida? Quizás deberíamos darle vitaminas—

—Lo que paso, genio, es que tu sobrina encontró a un montón de mocosos y jugaron por lo menos dos horas, no quería regresar e hizo un berrinche—para Dean no pasó desapercibido el hecho que el arcángel no se encontraba en el cuarto pero lo más probable era que estuviese vigilando a Adira— ¿Qué has estado haciendo con el idiota?—

— ¿De verdad quieres saberlo? No tengo problemas en decírtelo—Sam sonrió al ver la mueca de asco en el rostro del mayor que en ese momento tendía sobre una de las camas a su sobrina. Sam se hallaba sentado en la mesa frente a su computadora—por tu cara me inclino a pensar que no, así que te diré que he estado buscando algunos hechizos para detener o eliminar a nuestra querida bruja—

—Me alegra que pasemos a temas más agradables que tu vida sexual… ¿tienes algo ya o solo te has quedado viendo porno?—

—La respuesta es no, eso sería hablar de ti mismo. La verdad es que no he encontrado demasiado, lo único de lo que estoy seguro es que no podemos detenerla con fuego sagrado, solo tenemos de nuestra parte las espadas mata ángeles—Sam se levantó de su silla y camino hacia la cama en donde Mary estaba acostada—se ve cansada…Dean yo no…—

—Lo sé, Sammy, no llevare con nosotros a Mary—Dean se sentó en la orilla de la cama y se quedó mirando fijamente a su hermano—debemos pensar en algo, no voy a arriesgarla con esa perra—

—Es completamente raro que tú y yo pensemos de la misma forma, pero supongo que cuando se trata de Mary eso puede ser una opción—cerca de la mesa en la que antes se encontraba Sam se materializo el arcángel Gabriel quien se quedó mirando a Dean—sería un completo error llevar con nosotros a nuestra sobrina así que tras ver cómo nos está esperando Adira me vi en la obligación de conseguir esto—

Con un guiño el ser celestial se hizo a un lado para dejar a la vista a una niña idéntica a Mary. Ambos cazadores se quedaron con la boca abierta mientras contemplaban a la pequeña que a diferencia de la real estaba vestida con un largo vestido blanco de tirantes. Dean se puso de pie y se acercó a ella, se agacho a su lado y la miro a los ojos, la niña lo miro también y el cazador sintió algo frio deslizarse por su espalda, ella podía ser igual físicamente a su Mary pero en sus ojos no brillaba ningún tipo de emoción o vida, era una simple muñeca con la forma de su hija.

—Si quieres quejarte por sus ojos, te diré que se me ocurrió decirle a Adira que la hipnotizamos para que no tenga tanto miedo—Dean se levantó y regreso a la cama donde Mary se encontraba.

—Antes dijiste algo sobre ver lo que Adira ha preparado para nosotros ¿Qué era?—Sam camino hasta él y se quedó mirándolo con cierto miedo en sus ojos— ¿de verdad tiene a Rochel y a esa mujer atrapados?—

—Es probable, aunque eso no es todo…nuestra bruja parece tener un estanque lleno de aceite sagrado pues ha rodeado la casa con un circulo de él, no me pregunten como lo hizo porque no lo sé—Gabriel llevo su mano a la mejilla del humano y lo acaricio al tiempo que le daba una sonrisa—No podemos aparecernos allí y es probable que tengas más cosas esperando por nosotros cuando entremos—

Dean volvió a mirar a la niña dormida mientras oía a su hermano hablar con el ángel, pensó en Castiel y al instante el ojiazul apareció a su lado. En sus manos llevaba el libro de cuentos que le había traído a Mary. Ambos se quedaron mirando en silencio unos segundos, perdidos en los ojos del otro y sin decir nada Dean tomo el libro de las manos del ángel. En silencio Castiel se inclinó hacia su hija y sujeto la mano que descansaba cerca de su mejilla, luego hizo lo mismo con la de Dean e hizo aparecer a ambos en la casa de Bobby, más específicamente en el cuarto que pertenecía a la niña.

—Ya me estaba preguntando si iban a traerla—en la puerta se encontraba el viejo cazador sosteniendo en sus piernas un rifle—esta vez no dejare que ningún jodido espíritu se la lleve—

—Eso espero—murmuro Dean mientras Castiel tomaba en sus brazos a la niña todavía dormida y comenzaba a caminar hacia la puerta seguido por el mayor de los Winchester—esta vez nos aseguraremos un poco más—

En silencio los tres se dirigieron a la escalera que los llevaba al sótano, nuevamente Castiel uso sus poderes para trasladarlos a todos hasta abajo. Bobby se adelantó y abrió la puerta de la habitación para que el ángel pudiera entrar junto a Dean. Al medio de la habitación se alzaba una solitaria cama en la que el ángel tendió y arropo a la niña.

—Confiare en ti otra vez, no vayas a fallar como antes—Dean intento sonar gracioso pero falló estrepitosamente. Volvió a dirigir su atención a la niña dormida, se inclinó para besarla en la frente y susurrarle cerca del oído que la quería con todo su corazón, después de eso puso el libro bajo su brazo. Castiel acaricio su mejilla e imitando a Dean la beso en la frente.

—Se están despidiendo como si no fueran a verla nunca más—Bobby se acercó también y se quedó a su lado observando dormir a la pequeña—No sean idiotas, ella los necesita—

—Volveremos, tu solo preocúpate de que no le pase nada—Dean le sonrió al viejo y se alejó hacia la puerta no sin antes darle una palmada amistosa en el hombro—confió en ti—

—Yo también depositare mi confianza en ti—Castiel volvió a acariciar a la niña antes de seguir a su pareja fuera de la habitación—cuídela, por favor—

Sin dejar responder a Bobby, Castiel sujeto la mano del rubio y los llevo de vuelta a la habitación del motel. Al verlos aparecer Gabriel y Sam se levantaron de la cama en donde estaban sentados y se acercaron a ellos. Dean los miro alternadamente antes de soltar la mano del ángel y caminar hacia la puerta.

—Es hora, vamos por la bruja—

 

Notas finales:

Continuara...


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