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La no tan normal vida del cazador por Allure

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Notas del capitulo:

Ni Supernatural o sus personajes me pertenecen y todo eso hahaha

Es bueno regresar, me tarde pero de verdad necesitaba este tiempo de inactividad...lo siento.

 

Mary estaba tan feliz que no le importó que su tío Gabriel le robara uno de sus waffles. Después de todo tenía un  montón de ellos y sus padres ¡los dos! Estaban sentados a su lado.

Al abrir sus ojos se había encontrado con los verdes de Dean que la miraban con cariño, de pie a su lado se encontraba Castiel observándola con esa pequeña sonrisa que tanto le caracterizaba. Ellos estaban allí otra vez para ella, para convertirse en sus padres. Mary los amaba a ambos, su vida giraba alrededor de la suya y no imaginaba un solo momento de su vida en el que ellos no estuvieran presentes. Quizás por eso le asustaba tanto el hacer enfadar muchísimo a uno de ellos y que estos la abandonaran.

—Buenos días, preciosa ¿tienes hambre? Porque no se tu pero yo estoy muriéndome—

Ahora se encontraban en una cafetería cerca de la carretera. Su padre le había dicho que se marcharían apenas comieran algo.

 Mary había estado en tantas de ellas que ni siquiera se inmuto cuando un hombre casi tan grande como un oso e igual de peludo entra y toma asiento frente a la barra. Sus padres charlan sobre algo que ella no entiende y varias veces mencionan nombres que le parecen muy extraños. Sin embargo, hasta eso le parece normal. Sus tíos participan también de la conversación pero Gabriel no pierde ocasión para tomar la mano de Sam que está sentado a su lado. Mary lo observa jugar con los dedos del otro un rato hasta que su atención se ve robada por la repentina aparición de Susan fuera de la cafetería.

La niña la mira y le hace un gesto para que se le acerque. Mary abre y cierra la boca, recordando a tiempo que a su papá no le gusta que hable con Susan, además, su tío Sam le ha repetido en incontables ocasiones que está mal hablar con la boca llena. Como puede le indica que está comiendo y que no puede hablar con ella. Susan la mira indignada y desaparece frente a sus ojos.

Mary devuelve su atención a su plato y se da cuenta que sus waffles ya no se encuentran allí. La risita de su tío llama su atención y levanta su mirada hacia el para verlo sostener con su tenedor un gran trozo de lo que quedaba de su comida.

Mary puede ser pequeña y no tener la magia de su tío pero si tiene algo que puede hacerlo temblar y ese algo es un tío que la adora.

—Tío Sam…el tío Gabriel se comió mis waffles—nada más decir aquello la conversación se detiene y ambos cazadores voltean a mirar enfadados al ángel culpable, que rápidamente traga lo que tiene en su boca—y se burló de mi—

—Gabriel, estoy seguro que ya habíamos conversado sobre ese tipo de cosas…—comienza a decir Sam que libera su mano de la de su pareja.

—Espera un segundo ¿mi hija acaba de decir que le quitaste su desayuno?—ahora es Dean quien toma la palabra. A su lado Castiel pone una mano sobre su hombro al mismo tiempo que observa con seriedad a su hermano mayor—Cass, no te atrevas a detenerme cuando le patee el cu…digo, el trasero a este idiota—

—Dean, recuerda que Mary está aquí. No puedes actuar de manera violenta—Mary mira su plato y luego mira a su padre humano y frunce los labios, antes de hacer un gran puchero—La violencia no conduce a ningún lugar—

—Cass, será mejor que elijas tu bando cuando comience a partirle la cara a este sujeto—

— ¿Qué? Por favor, están exagerando. Solo fue una pequeña broma…vamos, Sammy sabes que lo fue—se quejó Gabriel intentando inútilmente volver a tomar la mano de Sam que aparto su silla de la de el para acercarse a Mary—si ella quiere comer waffles sabe bien que yo puedo…—

De pronto Mary estallo en carcajadas que dejaron helados a los cuatro, aunque segundos después Gabriel esbozo una gran sonrisa y estirando sus brazos levanto a Mary de su silla para sentarla sobre sus rodillas y comenzar a hacerle cosquillas.

— ¡Pequeña canalla! ¡por fin todas nuestras horas de practica valen la pena!—rio junto a ella ante la confusión de los otros ocupantes de la mesa, para después chasquear sus dedos y llenar otra vez el plato de la niña con waffles—esta vez lograste que cayera con esa actuación, eres muy buena—

—Espera… ¿Qué tonterías has estado metiéndole en la cabeza a Mary?—Dean estaba auténticamente confundido y su expresión solo hizo reír más a Gabriel—Sam, te lo advertiré solo una vez: si el idiota no deja de enseñarle tonterías a Mary, le clavare la espada de Cass en el trasero—

—No son tonterías, Ella y yo le hacemos bromas a los idiotas de los otros cuartos cada vez que podemos, considéralo como mi legado familiar y también como mi pago por hacer de niñera—

—Eres la peor niñera que he conocido y yo…—

—Papi, quiero ir al baño—otra vez el silencio invadió la mesa. Dean se giró a mirar a Castiel que lo miro también con un gesto de confusión y maldiciendo en voz baja se puso de pie. Definitivamente apestaba ser el único que tuviera que llevar a Mary al baño, ese era uno de sus trabajos pero esperaba que Castiel tomara parte en la crianza de su hija también. Si hubiera sido un niño no sería tanto problema pero en cambio…en cambio el tenía una niñita que lo miraba como si fuera un héroe. Dean sonrió y agradeciendo tenerla la tomo de la mano y la llevo con él al baño.

—Mary, deja de escuchar lo que sea que te diga ese idiota ¿bien?—mientras se dirigían al otro extremo de la cafetería, Dean intento capturar la atención de su hija, aunque nada más detenerse frente a las puertas de los baños de mujeres se dio cuenta que toda la atención de la pequeña se encontraba en la puerta de la cafetería. Su instinto de cazador le decía que algo estaba viendo la niña pero cuando dio un paso hacia allí, un pequeño perro salió detrás de las piernas de su ama, una mujer mayor con más maquillaje que un payaso. Dean se quedó mirando al molesto animal un rato antes de devolver su atención a la niña.

—Papi ¿puedo tener un perro?—Mary lo observo con esa expresión que parecía la perfecta mezcla de los ojos de cachorro de Sam y la mirada de cervatillo de Castiel—te prometo que lo sacare a pasear todos los días y que lo querré mucho—

—Esto no puede estar pasando otra vez…Mary, no podemos tener un perro. Los perros son animales sucios que huelen mal y dejan su mi…”popo” por todos lados ¡imagina que ensuciara el auto!—

—Pero…si le ponemos un pañal él no va a ensuciar nada—se quejó la niña haciendo un puchero.

—Los perros no son bebés, nena, y estoy seguro que si hacemos eso Sam encontrara la forma de hacernos ver que somos malas personas y aunque eso no podría importarme menos se supone que debo ser un buen ejemplo para ti. Además, ya suficiente tengo con el idiota de Gabriel como para tener que soportar a otro animal—

—Papi ¿si tuviéramos una casa podríamos tener un perro?—ese tipo de preguntas eran exactamente las que desarmaban a Dean. Podía perfectamente tener una frase ingeniosa mientras estaba rodeado por demonios, pero si su hija le preguntaba ese tipo de cosas su moral se iba al suelo— el tío Gabe puede regalarnos una casa si se lo pedimos—

—Me lo imagino, princesa pero no aceptare nada que ese sujeto haga aparecer—

— ¡Pero papi…yo quiero un perrito!—exclamo la niña aferrándose a su cintura al tiempo que lo miraba suplicante—seré buena y no volveré a pedirte nada nunca más!—

—Mary…no voy a discutir esto contigo esto aquí. Revisare el baño y podrás entrar—con la niña aun aferrada a su cintura, Dean abrió suavemente la puerta y dio un vistazo dentro. Habían dos casetas y dos lavamanos en la pared opuesta, nada  parecía fuera de lo común y aparentemente estaba completamente vacío. Volvió a cerrar la puerta y llevo su mano a la cabeza de su hija para llamar su atención—Mary, escucha: no podemos tener un perro ahora, aunque no diré que no podamos tenerlo en un futuro…lejano…muy lejano—

—¿Me lo prometes, papi?—pregunto recelosa volviendo a mirar el perro de la anciana, que ahora estaba echado a su lado, mirando a Dean como si quisiera lanzársele encima—quiero un perro muy grande y que se llame Spike—

—Si quieres le llamaremos "hamburguesa" pero mientras tanto entra al baño y si me necesitas llámame—Dean empujo de la forma más gentil que pudo a la niña dentro del baño y se dispuso a esperar a que ella saliera. El perro volvió a ladrarle y su dueña le dio una sonrisa que le hizo saber al rubio que ella lo estaba viendo como un pedazo de carne. Dean la observo con una mueca que se quedó entre asombro y asco “mala suerte, bebé, si tuvieras cien años menos y yo no tuviera a Mary ni a Cass” rio el mismo con su broma e iba a tocar la puerta para preguntarle a Mary si se encontraba bien cuando oyó un grito en el interior. Antes de poder racionar la situación siquiera, Dean se vio sacando el arma y abriendo la puerta con una patada.

Tras una rápida revisión del lugar vio a Mary encogida en un rincón mientras miraba con terror al anciano tirado de espaldas en el suelo frente a los lavabos. Velozmente entro y fue directamente con su hija que al verlo acercarse se lanzó a sus brazos llorando. Dean la apretó contra él y examino con la mirada al hombre en el suelo frente a ellos. Durante unos escasos segundos dudo de sus ojos pero la repentina aparición de Castiel le hizo darse cuenta que no estaba equivocado sobre la identidad de ese sujeto: el anciano que yacía inmóvil frente a ellos era Aziel, el suelo a su alrededor tenía la estampa de sus alas ya quemadas.

—Aziel está muerto—dijo el ángel caminando hacia el cuerpo de Aziel que mostraba un gran número de golpes—creo que el responsable de esto es otro ángel, esa herida fue hecha por una de nuestras espadas.—

—Pues a mí no me mires, me gustaría saber quién asesino al maldito para enviarle una canasta de fruta—murmuro Dean guardando su arma—¿Por qué te tardaste tanto en venir con Mary?—

—Sentí que algo estaba pasando pero también percibí otra energía extraña cerca de aquí, fui a comprobarla primero. Confié en que podías proteger a nuestra hija—respondió Castiel agachándose al lado del cuerpo para examinarlo—peleo con otro ángel, también puedo sentir otra esencia mezclada con la suya…Mary ¿Qué sucedió?—

—Y—Yo estaba…papi dijo que yo entrara…termine de hacer pipí y cuando salí él estaba allí—sollozo Mary escondiéndose bajo la chaqueta de Dean que la apretó mas fuerte contra el—él dijo algo como…medira o alira…después de cayo y brillo muchísimo…pensé que estaba bien pero no se movía y grite—

Castiel y Dean intercambiaron una mirada, ambos estaban preocupados por las últimas palabras de Aziel. Quizás Mary no comprendiera lo que Aziel había dicho pero ellos si…Adira, era la sospechosa ahora de haber acabado con el ángel.

Mary se atrevió a salir de la protección de la chaqueta de Dean justo en el momento en que este se acercaba al cuerpo del anciano. Había visto a ese hombre antes y al igual que su padre sabía que era un ángel, pero ella sabía que no era uno bueno. Castiel le había explicado escuetamente un poco sobre sus “poderes” y no de estos era ser capaz de ver la verdadera apariencia de un ángel y que sus ojos no se quemaran. Mary sabe que su padre es alguien poderoso, casi indestructible. Los ángeles son unas criaturas impresionantes piensa la pequeña tras la conversación con su padre, sin embargo, ahora sabe que también pueden morir y le aterra que eso pueda sucederle a su padre.

En el instante que Dean iba a revisar la herida más visible en el abdomen del ángel y que parecía ser la causa por la que su vida acabara, una mano apareció de la nada y sujeto la suya. Gruñendo una grosería  Dean clavo su mirada en el recién llegado, Dariel estaba inclinado a su lado, sosteniendo su brazo mientras sonreía. Apenas pudo, se liberó de su agarre con un tirón. Castiel dio un paso hacia ellos de forma protectora, Mary corrió a esconderse tras la espalda del ángel y solo se atrevió a asomarse para contemplar al ángel recién llegado quien al verla le lanzo un beso.

—Buenos días, Winchester, veo que han cazado algo interesante esta hermosa mañana—rio para luego agacharse al lado del  cadáver—vaya…vaya…no voy a decir que esto me haga feliz pero es un alivio saber que han detenido a este prófugo—

—¿De qué hablas, genio? Nosotros no hicimos nada…cuando apareció aquí ya estaba a punto de prenderse como una puta luciérnaga—Dean apunto al ángel muerto con su dedo y luego señalo a su hija—mi hija lo vio morir aquí, el único que debe dar explicaciones eres tu…después de todo, eres quien más quería ver a Aziel con una espada en el corazón. No creas que no sepa qué querías que Cass eliminara a este hijo de perra—

—Veo que no has podido mantener la boca cerrada por mucho tiempo ¿eh, Cassy? Es de pésima educación divulgar información y más con tu esposa—respondió Dariel poniendo su pie sobre el pecho de Aziel y moviéndolo un poco—pero sé que ustedes tienen una relación tan especial que es fácil de saber que no puedes hacer nada sin el consentimiento de tu amado mono calvo—

—Escúchame, idiota, nosotros sabemos que has estado haciendo algo a escondidas del imbécil de tu jefe—dijo Dean amenazante, su voz tan fría como el hielo—yo que tu borraría esa estúpida sonrisa, cuando él se entere seré yo quien me ría de ti, plumero—

—¿En serio? Oh bien, seré honesto con ustedes y les confesare que sí, soy culpable…culpable de querer ver a Castiel acabar con este prófugo pero ¡¿Quién no?!—Exclamo Dariel abriendo dramáticamente los brazos al tiempo que se apartaba de Aziel—este sujeto hizo demasiado daño y engaño a sus superiores al aliarse con esa bestia nephilim…además, quería asegurarme que Castiel pudiera vengarse de quien violo a su pareja. Si alguien es culpable aquí, de pensar en todos ustedes…lo admito soy yo—

—¿Crees que nosotros vamos a creernos toda esa mierda? primero me tragare mi propia arma antes de creer una sola palabra que salga de ti—respondió Dean retrocediendo hacia el lugar en el que Castiel y Mary se encontraban—no confió en ti y la próxima vez que te vea no va a importarme quien seas pero te arrojare aceite y te prenderé fuego ¿lo entiendes?—

—Lo comprendo, por supuesto que lo hago pero no te preocupes por volver a verme—de pronto la voz de Dariel se volvió tan fría como la de Dean y borro la sonrisa de su rostro—la próxima vez que tú y yo nos veamos será la última. Hasta luego Winchester—

Antes de que Dean pudiera responder a sus palabras el ángel desaparece frente a ellos llevándose con el cuerpo de Aziel.

Dean se queda unos segundos rumiando las palabras de Dariel y solo se detiene cuando la pequeña mano de su hija toma la suya. El cazador se da vuelta y la niña lo abraza por la cintura, escondiendo el rostro en sus ropas. Castiel se limita a solo mirarlo de esa forma en la que parece querer imbuir todos sus sentimientos. Dean suspira y acaricia la cabeza de su hija antes de poner de agacharse y tomarla entre sus brazos.

Salió del baño y se encontró con la mirada curiosa de Sam que todavía estaba sentado en la misma mesa en la que desayunaran. Gabriel estaba sentado a su lado mirándolo también aunque algo le hizo saber que el arcángel sabía lo que había sucedido en el baño. Sin embargo, la gente de las otras mesas se quedó observándolos extrañados cuando se dieron cuenta que ambos habían salido del baño de mujeres con la pequeña llorando en brazos del rubio. Tras un gesto de parte de su hermano mayor, Sam se puso de pie y dejo varios billetes sobre la mesa. Abandonaron la cafetería y Dean llevo a Mary a su asiento en la parte trasera del impala. Sam subió al asiento del co piloto observado por Castiel y Gabriel. Dean hizo lo mismo y el viaje a casa de Bobby se reanudo en silencio, o eso hubiera querido el rubio hasta que la voz de Mary se hizo oír:

—Papi ¿ese señor es malo? Yo creía que todos los ángeles eran buenos como mi papá—pregunto desviando su mirada hacia el paisaje que pasaba por la ventana—y el señor que se cayó…también tenía alas—

—Mary, hay ángeles y ángeles…esos que viste eran unos hijos de…digo, unos imbéciles y lo que les pase no nos interesa, fin del tema—gruño Dean, aun no podía sacar de su cabeza las últimas palabras que Dariel pronunciara antes de marcharse de la cafetería. Además, odiaba el hecho de que su hija de siete años hubiera tenido que presenciarla muerte de Aziel, personalmente a él le hubiera encantado verlo pero él lo odiaba y Mary solamente estaba en un pésimo lugar.

Llegaron a casa de Bobby cuando el sol estaba bastante alto. Sam había llamado al viejo cazador desde su celular para avisarle que estaban a punto de llegar y este los esperaba en la puerta. Nada más verlo, Mary corrió hacia él y se lanzó a su regazo. A pesar de su dureza el cazador siempre había tratado a la niña como si se tratase de su verdadera nieta y la consentía, hasta donde su rudo carácter se lo permitía.

—Abuelito, cuando fui al baño se apareció un ángel y se murió— oyó  Dean como le contaba la pequeña al adulto, sentada en sus piernas—mi papi me rescato pero apareció otro ángel—

—¿En serio? Tu papi puede ser un auténtico tonto cuando se trata de ángeles—respondió el viejo cazador mientras veía a los hermanos acercarse—ve a la sala y mira televisión mientras yo hablo con tu papá y tu tío—

—Sí, abuelito—dijo la niña para después besarlo en la mejilla y bajar de sus rodillas de un salto y correr hacia la sala, segundos después el ruido de la televisión se oyó y los tres se dirigieron al cuarto en donde Bobby trabajaba.

—Mary dijo algo de un ángel muerto—dijo Bobby deteniéndose cerca del escritorio y mirando fijamente a los hermanos—no creo que estemos hablando de Castiel o del otro idiota, ella estaría triste y tú serias un mar de lágrimas—

—Ella se refiere a Aziel, Bobby, el idiota apareció en el baño y decidió que morir frente a mi hija era una buena idea—respondió Dean ignorando las palabras anteriores del hombre y dirigiéndose hacia el mueble en donde se hallaba una botella de whisky—ella dijo que el pronuncio el nombre de nuestra buena amiga Adira antes de caer y brillar como una puta estrella—

—Pues supongo que tendremos que enviarle una tarjeta de felicitaciones a la perra—

—Yo también pensé lo mismo pero no voy a hacerlo hasta que le meta una bala en la cabeza—Dean sirvió whisky en el vaso que se encontraba al lado de la botella y se lo bebió de un trago—Sam y yo creemos que hay alguien más involucrado en todo esto…alguien que la necesita con vida—

—Me alegra oír que no son los tontos que a veces son ustedes dos—Bobby hizo girar las ruedas de su silla y se acercó al escritorio—¿tienen algún plan o solo lo haremos a la antigua?—

 

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Dariel miro no sin cierto asco al niño encogido en la esquina. Nada más llevarle el cuerpo de Aziel a Micael había ido con la bruja para reportarle el éxito de su plan. Sin embargo, Adira aun resentía las heridas que Aziel le provocara mientras peleaban contra el así que ahora estaba en medio de una sesión de reconstrucción corporal.

Adira era una bruja nephilim que odiaba a Aziel así que no había tenido mayor problema en entablar con ella una pequeña alianza que los favorecería a ambos. Ahora necesitaba otro favor y estaba seguro que ella volvería a ayudarlo con la basura antes de que Micael comenzara a sospechar de él. La mujer odiaba tanto a los Winchester por haberla obligado a sobrevivir en el cuerpo de una marioneta que apenas le dijera que la ayudaría con ellos ella comenzaría a agradecerle.

Oyó un quejido largo y profundo antes de escuchar la risa de la bruja que caminaba hacia el sostenida por un par de sus niños bestia. Cojeaba y su boca estaba cubierta de sangre que no era la suya. Dariel volvió a mirar al niño en la esquina y recordó la forma en la que ella seguía en el mundo, ese pequeño era otro que no volvería a ver la luz del día y por alguna razón que no se molestaría en pensar eso no le importó. Micael era su mundo y estaba dispuesto a mancharse con el barro de lo prohibido por mantenerse a su lado. Adira lo estaba mirando y al verlo acercarse comenzó a reír.

—Necesito que me ayudes con un problema de plagas…los Winchester—

—Estaba esperando que me pidieras eso—respondió la bruja y mientras hablaba un hilo de sangre descendió por su barbilla y cayó al suelo—pero voy a necesitar que me ayudes con unas cosas…ellos son muy pocos…tráeme más pequeños para jugar y podre ayudarte con Dean y Sam—Adira se detuvo y un ataque de tos sacudió su cuerpo—¡cof!...oh, mierda…este cuerpo no va a aguantar por siempre—

—¿Eso debería preocuparme?—cuestiono el ángel desviando su mirada del cuerpo maltrecho de la mujer—parece que fueras a desarmarte en cualquier momento—

—Estoy bien o lo estaré dentro de poco si haces lo que te pido, he puesto los engranes en movimiento y una de mis pequeñas ya se encuentra con la hija de Winchester—

—¿Para qué quieres a ese pequeño monstruo?—

—Ya deberías saberlo, pequeño Dariel, los monstruos se sienten cómodos con sus iguales y yo tengo grandes planes para ella—respondió Adira al tiempo que comenzaba a imaginar en su cabeza formas de eliminar al ángel delante de ella. Era tan estúpido que no comprendía el valor de la hija de Castiel. Apenas obtuviera su cuerpo se aseguraría de enterrarle ella misma de quemarle las alas. Le sonrió y disfruto que la expresión de asco del ángel. Definitivamente lo eliminaría lentamente.

 

 

Mary aparto su vista de la televisión cuando vio a Susan aparecer al lado del sillón en el que se encontraba. La otra niña ya no parecía enojada, sino asustada, algo que llamo profundamente su atención .

—¡Mary, encontré a mis padres!—exclamo con una mueca de terror en su cara—¡una bruja los tiene prisioneros y solo tú puedes ayudarme!—

 

Notas finales:

Continuara...


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