Naruto no salía de su impresión, en realidad, él no era una persona normal, aunque eso ya lo suponía.-Normalmente los Uzumaki pueden ver a los demonios, pero extrañamente nunca pudieron ver espíritus de tanto humanos como demonios. Tu has demostrado ver el alma de los humanos muertos, lo más seguro es que puedas ver también el de los demonios-dijo Sasuke mirando el techo.
El rubio tragó duro. Sorprendido, impresionado, estupefacto, desconcertado, pasmado, asombrado; todas esas palabras se quedaban cortas a como se encontraba Naruto. Y es que, desde que había llegado al inframundo algo le andaba inquietando, solo que él trataba de ignorarlo. Pero ese sentimiento era persistente.
Tenía una increíble sensación de querer luchar.
Ignoró eso, tal vez eran ideas suyas. Se dio vuelta, dispuesto a dormir y dejar el tema a un lado.
***
(Al día siguiente)
El día tranquilo transcurría con normalidad, sin contar el hecho de que el lugar no era lo que aparentaba, pues era nada más y nada menos que en el inframundo. Un dichoso rubio dormía tranquilo en una hermosa habitación, en la que se encontraban dos camas. Una deshabitada y otra en la que se hallaba el chico.
El sonido de la nada inundaba el lugar, la tranquilidad era papalpable. Pero el pacífico ambiente era interrumpido por cierto pelirrojo que se había dirigido a la cama de Naruto, a quien pateó sin vacilación hasta tumbarlo al suelo.
-Despierta pedazo de mierda!-dijo Kurama pateando por última vez a Naruto, que aun estaba adormilado.
-Qué te pica idiota?! Vete al infierno-dijo el rubio mientras se acostaba de nuevo y arropaba hasta la cabeza.
-Oh, pero si ya estamos allí-dijo sonriendo con burla el mayor. Su graciosa expresión se ensanchó cuando Naruto se tensó y chasqueó su lengua.
-Y no me puedes dejar en paz incluso en el inframundo? Largate-masculló.
-Estamos en mi casa, si yo quiero puedo pararme encima de tú cama con falda Hawaianna y bailar mientras canto-dijo el pelirrojo.-Ahora ven, levantate. Vas a conocer el castillo y te contaré más sobre éste mundo-después de decir eso, el rubio no oyó más que pisadas y el sonido de la puerta al cerrarse.
Suspiró, se levantó, notando inesperadamente que no se encontraba con su vestimenta, sino con una pijama. No le molestaba el hecho de llevar dicha prenda, pero le era inquietante saber que alguien le desnudó para cambiarle.
-Naruto-dono-alguien llamó a su habitación. Esa voz... No era el jefe de mayordomos?-Ayer a altas horas el joven que le acompañaba vino hasta mí en busca de ropajes para dormir, yo le ofrecí lo pedido y una ropa de cambio para el día siguiente, pero aparentemente su acompañante estaba apresurado; pues al ver la pijama se fue lo mas pronto posible sin permitirme entregarle la ropa de hoy-se escuchó explicar al hombre-Así que aquí traje dichas prendas, las dejaré enfrente de su puerta. Perdone las molestias-no volvió la sentirse la presencia del mayordomo.
El rubio abrió la puerta, mirando a ambos lados para corroborar que no estuviera el mayordomo. Efectivamente no estaba, luego le agradecería. Recogió las prendas y cerró la puerta, observó la ropa, era una yukata azul con pequeños adornos dorados en los bordes de las mangas. Ahora que lo pensaba, todos en ésta mansión usaban yukata, incluso Kurama.
Se encongió de hombros, le daba igual. Se vistió y salió al poco tiempo, fue al comedor donde todos se hallaban-... Ves, te estoy diciendo que lo único que tienes que hacer es violarlo mientras duerme-oyó una parte de la conversación entre Kurama y Sasuke mientras se sentaba.
Violar... A quién? Por qué Kurama le había dicho al teme? A quién violaría el Teme? -A quién vas a violar? Tem... Sasuke!-se apresuró en corregir.
Kurama sonrió y se le quedó mirando a Naruto, Sasuke bufaba.-Quién crees?-preguntó el pelirrojo ensanchando su tan característica sonrisa burlona.
Naruto aun sin entender observa a Sasuke en busca de ayuda, éste suspira y contesta-El idiota me estaba diciendo que sería gracioso verte cojear cuando caminaras, y propuso que yo te violara.-dijo con desdén, como si realmente lo que estuviera diciendo fuese una estupidez dicha por un idiota, y realmente no estaba muy lejos de la verdad.
El rubio se sonrojó-Si, es un idiota-menciona Naruto volteando el rostro.
Todo quedó en silencio, la comida fue servida. Nadie tardó en comenzar a comer, solo se lograba apreciar el limpio sonido de los cubiertos chocando contra el plato de porcelana cuando cortaban los alimentos.
Al finalizar el desayuno, Kurama le dio una tour a Naruto por la 'humilde casa" del primero. Sasuke se había separado en de ellos en alguna parte del camino.-Naruto-llamó el pelirrojo, se detuvieron enfrente de un gran ventanal-Te voy a explicar todo desde un poco antes de yo llegar a tu casa.-dijo-Cuando el rey Madara todavía estaba en el trono, me mandó a exterminar los últimos Uzumaki utilizando una técnica de control mental, me rehusé lo más que pude, pero logró utilizar mi cuerpo y asesinar a tus padres. Por suerte, tú quedaste con vida; pero eras un niño, así que cuando el control mental hubo llegado a su límite, yo decidí quedarme contigo y protegerte de cualquier demonio que se acercase por orden del rey. Maté a muchos mientras tú dormías tranquilamente.-explicó-Por suerte, el clan Senju, quienes fueron encarcelados por el mismo Madara, escaparon. El líder de dicha familia y el actual rey, era Hashirama, quien luchó contra el Uchiha y logró acabar con él.-dijo el pelirrojo. Naruto oía todo atentamente-Pero, un año después, un grupo que nunca se mostraba, siempre estaba oculto entre las sombras, se mostró; y dejó muy en claro su objetivo: obtener al último Uzumaki, es decir, a ti Naruto.-Kurama observaba seriamente-Aun se sospecha que Madara sigue vivo, pues aunque Hashirama lo asesinó y dejó el cuerpo tirado en el suelo, al día siguiente nadie encontró a lo que quedaba de Madara.-se cruzó de brazos-Es posible que solo sea un rumor, es muy difícil que ese bastardo siga vivo. Y como nadie lo a visto, solo debe ser una leyenda urbana.-se encogió de hombros-El caso es que por pertenecer al clan Uzumaki estás en peligro. Pero ni Sasuke ni yo permitiremos que te hagan daño-observó los ojos de Naruto, éste asentía cada vez que entendía a lo que el pelirrojo le decía. Suspiró-Dejando eso de lado, alguien la noche pasada contactó conmigo-dijo sonriendo despreocupadamente.
-Alguien contactó contigo?-preguntó extrañado el rubio.
-Así es, y esa persona quiere verte-dijo el pelirrojo. Un sonido parecido a una campana se extendió por toda la mansión.-Debe de ser él, vamos-Naruto asintió, al llegar a la puerta se encontró con un sujeto de cabello blanco largo y alborotado.-Él es Jiraiya-dijo el pelirrojo señalando al hombre enfrente de ellos-Es un demonio que fue amigo de tu madre.
Jiraiya sonrió grande-Entonces tú eres Naruto, no?-preguntó, Naruto asintió ante lo cierto.-Entonces Kushina y Minato me hicieron caso!-el hombre albino abrazó a Naruto con fervor y felicidad.-Pensé que cuando asesinaron a tus padres tú también habías muerto!, que bueno que estés vivo chico-revolvió los cabellos del rubio al separarse.
Naruto extrañado por tanta felicidad y a la vez cariño preguntó-Mis padres te hicieron caso?
-Sí, yo les propuse el nombre que ahora posees-dijo sonriendo.-Ellos eran grandes amigos míos, conocí a Kushina en una misión de traer unos demonios que se habían escapado al mundo humano, ella al principio me quería matar, pero luego nos llevamos-dijo como si estuviera hablando del clima.-Vamos a divertirnos!-el albino.
-No vayas Naruto, va a tratar de usarte para ganar dinero e irse con mujeres-dijo Kurama sonriendo de lado.
-Claro que no, hoy no-dijo el peliblanco, a Naruto le recorrió sudor por su nuca.-Vamos a las aguas termales, te enseñaré algo interesante.-el menor dirigió su mirada hacia Kurama en señal de permiso, el pelirrojo sólo se escogió de hombros, restándole importancia al tema.
-Está bien-contestó el rubio sonriendo.
Se oyeron unos pasos, todos voltearon a ver quién era. Sasuke caminaba hacia ellos, Kurama ya le había contado sobre la nueva visita.-Yo también voy. Soy Sasuke, estoy cuidando de él-se presentó mientras señalaba a Naruto.
-Soy Jiraiya-se presentó el albino.-Vamos-ambos asintieron y siguieron al mayor.
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Naruto podía pensar muchas cosas de otras personas, como lo detestables que eran cierto tipo de gente, la tranquilidad que emanaba de otras. La primera impresión es crucial para la buena comunicación con personas recién conocidas, pero a veces esa impresión podría ser errónea.
Por ejemplo; ese hombre, Jiraiya, parecía ser un sabio, un sujeto serio y amigable. Pero nunca se esperó que ahora, en las aguas termales, se encontrara obligado por ese hombre pervertido a espiar mujeres.
Al principio solo habían llegado a las aguas termales, pero el hombre le agarró del brazo para convertirle en "hombre" y que se acostumbrara al cuerpo del sexo opuesto. Confundido, Naruto se dejó llevar. Pero no esperó tener que ir a los baños solo para ver mujeres sin ropa.
Lo peor de todo es que Sasuke los había acompañado, pero no se fijaba en ninguna mujer. No como el rubio, que observaba atentamente la extensión del cuerpo de aquellos demonios femeninos. No era su culpa, nunca había visto a una mujer desnuda.
Cuando se cansó de ver cuerpos sin ropa, le dio un jalón en la oreja al mayor-Sabías que la curiosidad mató al gato?-le regañó.
El hombre alzó el dedo índice, indicando que tenía algo importante que decir-Pero! El gato murió sabiendo-dijo con voz sabia.
Naruto alzó una ceja-Vamos a lo que desde un principio debíamos hacer, bañarnos!-le agarró de la oreja al mayor y se lo llevó a las aguas, detrás de ellos les seguía Sasuke, que no mostraba interés en nada.
Los tres se hundieron en las aguas. El silencio reinó por unos segundos-Tu madre tenía un mal temperamento-dijo el mayor-Ella solía golpear a Minato en la cara cuando éste la hacía enojar, o a veces lo pateaba cuando de casualidad Minato intercambiaba miradas con una mujer desconocida.-dijo riendo-Y a mi, cuando le hacia bromas, ella solía lanzarme comida, ya que usualmente la molestaba mientras cocinaba-sonrió-Tú te pareces mucho al físico de tu padre, pero sacaste la actitud de tu madre.-su sonrisa se volvió en una nostálgica y triste-Es una desgracia lo que les sucedió.
Naruto sonrió, el sujeto de verdad quería a sus padres.-Aunque no lo creas, Kurama constantemente se culpa por la muerte de tus padres. Muchas veces lo he oído decir en voz baja "Si yo hubiese sido más fuerte, ellos no estuvieran...", conociendo a Kurama, estoy seguro de que habla de tus padres.-dijo el albino.
Naruto bajó levemente la mirada, nunca se había detenido a pensar en como se sentía Kurama, éste realmente sabía como esconderle sus sentimientos.-Bueno, dejando eso de lado. Qué relación guardan ustedes dos?-dijo con picardía.
-Ninguna, conocidos solamente-volteó su mirada hacía la dirección contraria a la de Jiraiya.-Él solo es un te... Idiota que me acompaña.
Sasuke sonrió levemente, segunda vez del día de hoy en que casi Naruto recibe un 'castigo'. El rubio era realmente divertido.
Cuando terminaron, se fueron a la casa de Kurama, donde Naruto se tuvo que despedir de Jiraiya, era de tarde así que decidió irse a su habitación para quitarse la Yukata y ponerse la pijama. Kurama dijo que había llenado su armario con diferentes Yukatas y ropajes, además de pijamas; no debería de tener problemas.
Estaba caminando por los pasillos alfombrados con las mas finas telas rojas, oía unos pasos detrás suyo. Se volteó, era Sasuke.-Podrías dejar de seguirme?-preguntó exasperado.
-Estamos en la misma habitación, genio-dijo el azabache.
Naruto frunció el ceño y siguió su camino. Entraron a la habitación, observándola detenidamente, además de haber dos camas, habían dos armarios cerca de sus respectivas camas. Un ventanal enorme le permitía al sol de la tarde alumbrar con sus rayos anaranjados la habitación al estilo victoriano.
El rubio se dirigió al closet, cuando iba a abrirlo un temblor hizo que su estabilidad en el suelo se deshiciera, estando apunto de caer siente como unos brazos protectores le impiden su encuentro con el suelo.
Sasuke soltó a Naruto cuando éste pudo volver a estar de pie.-Qué habrá sido eso?-preguntó Sasuke en voz baja.
La puerta se abre estrepitosamente, de ella sale el jefe de mayordomos, su traje rasgado anunciaba que había recibido un ataque-Naruto-dono y su acompañante! Por ordenes de Kurama-sama vayan al sótano!-gritó el hombre, en su voz se denotaba el desespero de la situación.
-Qué sucedió?!-preguntó Naruto mientras corría hacia el mayordomo. Sasuke le seguía, igualmente con la incógnita rondando por su mente.
-Una invasión enemiga!, el jefe de los Akatsuki, ha venido por usted Naruto-dono-eso alarmó a ambos jóvenes.
-Imposible... El jefe de los akatsuki?!-Naruto no se molestó en esconder su expresión alarmada y de sorpresa.
-Pain... Él ha matado a incontables demonios-dijo Sasuke, observó rápidamente a Naruto y luego al mayordomo.-Dónde queda el sótano?-dijo agarrando de la mano al rubio, estando dispuesto a llevar corriendo a su cargo a un lugar seguro.