Amigos del chat
II
Llevaban tres años de novios, todo iba viento en popa. Al principio de su relación, los dos estaban inseguros sobre si su decisión estaba bien y se preocupaban por si ese paso que habían dado afectaría en algo su amistad. No lo hizo y al contrario lo mejoro. El albino no tenía porque dar explicaciones por estar siempre con su amigo, si quería acción solo tenía que acercarse un poco más y seducir al de ojos grises. Fácil.
Lo difícil fue cuando a los dos años de su relación, el albino decidió decirle a su familia que estaba de novio con su amigo. La única familia que tenía era su madre, creían que siendo Shion el hijo único de la mujer, ella los rechazaría pero, ella fue quien a final de cuentas acepto a Nezumi como pareja de su hijo, alegando que sería una excelente esposa y le tenía que enseñar a cocinar para tener a su hijo contento.
Shion estaba pensando en darle un regalo especial de aniversario a su pareja, no eran muy detallistas pero cuando lo eran solían ser muy románticos. Estaba por pedirle matrimonio, tenía miedo de hacer el ridículo y ponerse a llorar mientras se lo pedía, pero se mentalizó que siendo él quien lo pedía debía estar sereno. Le había preparado una cena romántica a la luz de las velas en un balcón a su pareja. Estaban comiendo el postre cuando Nezumi dijo que tenía algo que decirle, el albino decidió esperar y escuchar lo que su pareja tenía que decirle.
“Te amo Shion, este tiempo ha sido divertido” dijo el ratón mientras tomaba la mano de su pareja “pero tenemos que terminar con esto” estaba calmado mientras le repetía, “tenemos que terminar, porque me regresaré a España, ya no quiero estar aquí y no quiero ser más tu pareja ni tu amigo”
El albino se quedo callado, estaba impresionado y quería llorar, no entendía nada, lo amaba pero le terminaba. No tenía sentido. Se limito a sonreír tímidamente y asintió con la cabeza. “Si eso es lo que quieres” dijo mientras lo veía a los ojos. “Te dejo libre Nezumi.” Con esas palabras se fueron sus ganas de sonreír, pero mantuvo su sonrisa. Guardo la cajita que tenía los anillos de compromiso en el saco de su traje, en un movimiento muy sutil que el otro no alcanzó a ver. Su acompañante sonrió feliz, era la primera vez que Shion veía esa sonrisa en el rostro de su ahora, ex pareja. Jamás se entero de la propuesta de matrimonio.
Al finalizar el semestre el andrógino partió de nuevo a Europa y el albino se limito a ver el avión despegar, tenía una expresión de seriedad mientras veía el avión perderse entre las nubes, no había derramado ninguna lágrima desde que terminaron, se prometió no llorar por su primer amor.
Cuando regresó a casa y vio a su madre sentada en el sofá tejiendo sintió una normalidad casi surrealista, tenía ese enorme vació, así que decidió fingir, hacerlo por el resto de su vida o hasta que encontrará a alguien a quien confiarle su amor.
Aunque esa persona fuera la menos esperada.