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Tu muñequito (Kailu - KaiHan) por Yasmine

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Notas del capitulo:

Una disculpa enorme por la tardanza, pero tuve problemas para entrar al sitio, pues en mi pc me rebotaba la pagina y estuve actualizando por medio del celular, ahora sin mas no leemos abajo.

Capítulo II "Te tengo"

 

 

 

Siempre fue así, uno tan cerca del otro su corta pero agradable infancia se convirtió en un triste recuerdo amargo que le encoge el corazón de vez en cuando y su subconsciente comete el acto impuro de recrear su imagen vilmente en su memoria.

Jongin caminaba a la par de Kyungsoo, ambos tomados de la mano, Kyungsoo  era mas grande que el. Se detenían de vez en cuando a mirar a la chica de la que Soo gustaba, en aquel acto, siempre dejaba escapar una lagrima que surcaba sus mejillas y moría en cuanto las limpiaba con sus mangas, gimoteando de vez en cuando. El sabia que lo que sentía era impuro según el, que era imposible, y egoísta. Soo era su mejor amigo, su hermano y era mayor.

¿Cómo perseguir a alguien que sabes que no te quiere? ¿Cómo seguir cerca de alguien a quien sabes que solo le estorbas? Sentirse una carga pesada al lado del ser que amas se vuelve tan monótono y tedioso para el, que solo queda rendirse, suspirar y echar la cabeza hacia atrás, buscando una forma de resignación indignada de metas fallidas. Pero nada era tan malo como ver morir en brazos al ser que amabas con devoción…

-Kyungsoo, ¡No, no!- Jongin lloraba a mas no poder, amargamente, se le cerraba la garganta, impidiéndole gritar adecuadamente.-¡Por favor no te vayas!- Tenía a Kyungsoo tendido en sus brazos, con la hemorragia que vaciaba todo su ser.-No me dejes solo de nuevo…-Ahora lo sabia, por fin había descubierto algo profético, algo mas allá de lo inimaginable, algo que a simple vista era difícil de comprender, y aun para el era complicado.-No podría esperar una eternidad mas sin ti.

-Jong-Jongin.-Gimoteo el mayor entrecortadamente.

-¿S-Si?-Preguntó taciturno con la voz quebrándose cada vez mas.

-Te-Te amo.-Cerró los ojos lentamente, dejando escapar un ultimo suspiro antes de tender su mano en el aire, sujetada por la de Jongin. Esas palabras inesperadas y anheladas, capaces de quebrarlo en efímeros y escasos segundos, impasibles  e impetuoso. Dolía profundamente, bien adentro donde están los sentimientos, aquellos que con tanto esfuerzo se esforzó por enterrar. Dolía hasta la medula, el alma entera se destruía con tan solo unas palabras evocadas para su eterna felicidad sumida en un desasosiego eterno. Se culpaba una y otra vez de no haber tenido el coraje de responderle con un “Yo también” a tiempo.

-Yo igual hermano, yo igual…¿Hermano? ¡¡Hermano!!

 

 

 

 

Jongin despertó de golpe, sudando, su ropa pegada a su torso, estaba en llamas, casi podría afirmar que la fiebre le corroía, estaba muy agitado, su corazón latía a mil por hora.

-Maldita pesadilla.-Ese sueño era muy recurrente. Suspiró desganado tocando su pecho.-Ojala y solo fuese un sueño.-Pero el sabía que no lo era, KyungSoo su hermano ya no estaba con el, ya habían pasado mas de quince años de su muerte, pero el seguía sintiendo lo mismo, intocables eran sus sentimientos que jamás podría arrancarlos se su corazón, eran mas duraderos que un tatuaje.

 

Se metió a la ducha y casi se cae del sueño, salió sin desayunar y se fue a su trabajo, un día de tedio mas, muy tentador.

Tomó el subterráneo, pero había noticias de que este no funcionaba, molesto volvió a la superficie y decidió cortar por un callejón, sabia que no era su mejor idea, pero no quería tener problemas en su trabajo por llegar tarde, a pesar de que era muy joven, por lo mismo, sabía que estaría a prueba.

Cuando miró a lo largo de la estreches del callejón, divisó a un costal retorciéndose lánguidamente en el suelo, la curiosidad por saber que era no entró en el, mas bien quería alejarse lo mas pronto posible…Pero terminó tropezando con el de todos modos.

-Agh.-Carraspeó, recargado ya en sus palmas, en el suelo.

-Aaaahhh.-Escuchó un alarido ensordecedor. ¿Había alguien dentro del costal?

-¿Quién dijo eso?-Preguntó asustado, el costal dejó de moverse. Se levantó y lo descubrió…-¡Madre mía! ¿Cómo te metiste ahí dentro?-Encontró a un joven rubio, con los ojos hinchados de lo que a su parecer era llanto, muy demacrado, y un poco sucio.-¿Te encuentras bien?-Cuando el joven abrió los ojos, el sintió una luz recorrer en su interior.

-Quiero morirme ahora.-Respondió el menor, tapándose con el costal. Jongin sintió su corazón oprimirse de una manera desgarradora.

-No digas eso.-El chico cerró los ojos y calló en un sueño profundo, Jongin sabia que no podía dejarlo ahí, pero debía llegar temprano…

-¡Al carajo el empleo, no puedes quedarte aquí!- Lo tomó entre sus brazos, y llamó un taxi, saliendo del callejón. Llegó a su casa y lo recostó en su cama.

Le miró detalladamente, lamentando cada uno de los golpes que marcaban su cuerpo, ¿Qué le había ocurrido exactamente?

Acarició su rostro, y miró sus dedos, tenían varias marcas muy pequeñas, difícil era deducir como se las había hecho, eran puntos irregulares, ¿Acaso se había pinchado con una aguja? Eso debía dolerle bastante a juzgar por la profundidad de las heridas.

Entrelazó sus manos con las de el, sintiéndolas por demás heladas, las frotó un rato para calentarlo. Fue por una esponja remojada, y le limpió la cara, había una razón en particular que hacia que el se preocupara por ese muchacho, y estaba por descubrirla.

El chico fue abriendo los ojos, cuando sintió la humedad en su rostro.

-¿?- El menor se cayó de la cama del susto, con un visaje de disgusto dibujado en su rostro, poco después del impacto en sus posaderas.

-¡Ten cuidado!- Exclamó Jongin alarmado, intentó acercarse, pero el menor no se lo permitió.

-No.-Apretó sus labios y miró sus pies.-¿Qué hago aquí?-Preguntó de golpe.

-Yo te traje aquí.-Jongin se sentó en cuclillas, tomándolo del mentón, obligándolo a verle a los ojos.-Te he visto antes, ¿Cierto?

-Lo dudo.-Espetó el menor descolocado.

-¿Cómo te llamas?

-No le digo mi nombre a desconocidos. –Intento añadirle un tono misterioso, pero su aspecto no le haca sonar convincente.

-Me llamo Jongin, ahora dime tu nombre.-Pero el aludido negó, Jongin gruñó.-No seas grosero.

-No intento ser grosero, pero usted me genera desconfianza.-El menor se levantó, pero tropezó con el pie de Jongin.

-Fíjate por donde vas.

-Estoy bien-Se incorporó.

-Hace rato te querías morir, y ¿Ahora estas bien? ¿De donde viene esa recuperación milagrosa?

-Yo…-Recordó todo lo que había pasado el día anterior.-Sehun…-Musitó apenas audible. Jongin frunció el entrecejo.

-¿Quién es Sehun?

-El…-Y el menor comenzó a llorar instantáneamente.

-Yo…-Jongin no supo como reaccionar en ese momento.-Lo siento.-Por inercia se abrazo de el, tratando de reconfortarlo.-No debí mencionar su nombre.- El menor le miro extrañado.

-¿Y tu como sabrías que eso me pondría así?

-No lo sabía.-Se disculpó apretando los labios.

-Me llamo Luhan.-Ese nombre le hiso un hueco en el pecho, ¿Acaso el era…?

-Tu…-Jongin cerró los ojos, no era posible…-Yo…-Un calor insano le recorrió todo el cuerpo, una enorme felicidad lo invadió en ese momento, y tenerlo tan cerca, ese afable contacto que era tenerlo ente sus brazos, alimentaba cada vez mas su deseo de hacerlo feliz.-Yo te amo.

Luhan se alejó instantáneamente de el.

-¡¿Qué?!-Preguntó atónito.-¿Cómo puedes…?

-No lo se.-Jongin gateó hacia el, hasta hacerlo chocar contra una pared, y acarició uno de sus pómulos.-Pero me gusta la forma en que me haces sentir.-Le tomó una mano y se la beso.-Y estoy dispuesto a lo que quieras por mantenerme así.

-¿Por cuánto tiempo?-Preguntó asustado.

-Por siempre.-Luhan abrió la boca anonadado.

-Yo…-Frunció el ceño, mirando el suelo.-No… Ni si quiera me conoces…-Se mordió los labios, estaba muy avergonzado de sentirse cohibido ante un extraño.

-Eso se puede arreglar.-Le acarició el peo, haciendo que a Luhan le naciera un escalofrió en la nuca y terminara en la punta de sus pies.- No dejaré que me arrebaten a la persona que amo, no de nuevo.-Le tomó entre sus brazos, invitándolo a corresponderle el abrazo, Luhan estaba melancólico, sin embargo en esos momentos se sentía extraño, no del todo disgustado, pero tenia miedo de que al no acceder, seria lastimado por ese hombre.

Aunque también tenia curiosidad, ¿Arrebatarle a la persona que amaba? ¿De que hablaba?

-¡Aléjese! -Luhan corrió lejos de el, buscando la puerta de su apartamento, dejando caer su camisa, y saliendo del lugar. Jongin lo vio con ternura, sonriendo puerilmente, al notar en el suelo, la billetera de aquel chico al que no dejaría de perseguir de ahora en adelante, hasta descubrir lo que ahora se estaba imaginando.

-Ya te tengo, pequeño ciervo.-Resoplo casi sin aliento, acariciando su identificación, donde estaba su fotografía.

Notas finales:

Muchas gracias por sus bellos comentarios, en verdad me motivaron a seguir la historia, por que en verdad pensé que no atraería a casi nadie, pero aun así me anime a subirla.

El misterio de Kyungsoo lo sabrán pronto… ¿Les gustaría que haya mpreg?

Esten pendientes, por que esta vez actualizaré mas pronto, amor para todas.


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