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Paper Plane. por Sora Jigoku

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Notas del capitulo:

¡Hi desu~~! De nueva cuenta estoy por aquí viniendo a dejarles un capítulo más de esta trama, normalmente no subo tan seguido pero cuando llega una idea simplemente no queda otra más que plasmarla lo mejor posible.


Sin más espero que les guste y que podamos leernos más abajo


¡Enjoy It!

Capítulo 02: Nuestras prisiones y la muralla que nos separa

El día comenzó como siempre, con estruendoso ruido ordenándonos levantarnos, muy a regañadientes hago caso a las indicaciones del guardia que tengo cerca y me dirijo a mis labores de la mañana.

Esta vez, es algo bastante sencillo simplemente tenía que ponerme a hacer la comida de los demás, no era algo que particularmente me agradara mucho pero era mejor que las labores físicas que tanto me molestaban.

Puse los ojos en blanco antes de salir de mi celda, pero por un momento me detuve y tome una liga que tenía enredada en la muñeca y con ella acomodé mi cabello, era algo que tenía mucho sin hacer… pero por alguna razón, algo dentro de mí me hizo hacerlo.

Llegue a la cocina y todos los presos se me quedaron viendo, cada vez que mi cabello estaba atado de esa manera los demás presos se giraban a verme, lo sabía de esta manera llamaba más la atención por eso había dejado de hacerlo en un principio.

- Qué lindo te vez hoy, Nezumi – Dijo una de las personas que menos me agradaban acercándose a mí

- Deja de joder, Anubis [1] – Le digo simplemente

- ¿Por qué siempre eres tan frio conmigo? – Se acercó un poco más a mí

- No me gusta la basura – le contesto apartándome, como siempre, caminando hacia otro lado

- ¿Basura? ¡Lo dice un asesino! – Enojado como siempre.

- Hasta en la basura hay clases – Respondo sin girar a verlo, sé lo mucho que le molesta que lo trate así, pero eso no va a cambiar, no hay nada que me importe por consiguiente, no hay nada que me pueda hacer enojar.

Mientras me encargo de los labores en la cocina empiezo a sentir ese algo que no había experimentado en mucho tiempo… Estoy sintiendo entusiasmo.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- Sion, tienes fiebre – Dice mi padre tomando mi temperatura, su gesto es preocupado… Siempre se preocupa por cualquier cosa que tiene que ver conmigo

- Estoy bien… - Susurró, es una mentira… Mi cabeza parece explotar, pero de alguna manera… Tengo varias razones para hacerle creer que no es así.

- ¡No mientas! Ni siquiera puedes respirar con normalidad – acaricia mi cabello de manera gentil – No podrás salir hoy

- ¡¿Qué?! – Me siento de pronto sobre la cama y mi alteración de pronto se hace presente, aquello que no quería que pasara sucede frente a mis ojos - ¡Pero…! ¡Tu…! – Un repentino ataque de tos me invade

- Cálmate, Sion – Me mira con sorpresa

- ¡Dijiste que podía ir! – Le reclamo, tratando de respirar con normalidad

- Mira el estado en el que estás – Aun está presente la sorpresa en sus ojos.

- No… No… ¡Prometí que estaría ahí! – De nuevo tengo un ataque de tos

- ¿Cómo un ratón puede ser tan importante para que te comportes así? – Susurra simplemente.

- … - Bajo la mirada, observando las palmas de mis manos que están acunadas sobre mis piernas, yo no debería estarle dando esta clase de problemas a mi padre – Lo siento… Creo que exageré en este asunto.

- Podrás ir a verlo cuando estés bien, ¿de acuerdo?

- … - Simplemente sigo con la vista baja, mientras mis ojos se esconden detrás de mí cabello.

- ¡Oh! Sion… Por favor, no pongas ese gesto de tristeza, lo siento mucho… Pero, ¿Qué clase de padre sería si te dejará salir así?

- … - Alce la vista tratando de forzar una sonrisa en mis labios… Esta mal darle problemas de este tipo a mi padre, que lo único que ha hecho es simplemente apoyarme – Tienes razón, de verdad lo siento… Me porté como niño pequeño…

- Sion… - Su tono era de pena, podía sentir la frustración que el sentía junto con la mía

- Puedo ir a verlo en cualquier otro momento, ¿no? – Me acosté de pronto sobre la cama de nueva cuenta y me tape con las cobijas

- Si, cuando estés mejor… - Acaricio mi cabello de manera cariñosa de nueva cuenta

- ¿Saldrás? – Le pregunto de pronto al ver que traía puesto su uniforme

- ¿Quieres que me quede contigo?

- No, creo que dormiré hasta que se baje el dolor de cabeza

- Descansa por favor, volveré lo más pronto que pueda

- Aquí estaré… - Digo mientras me cubro completamente con las cobijas hasta la nariz… Mi dolor de cabeza no era nada comparado con el que sentía en mi corazón.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Las labores estaban por terminar, pero por alguna razón el tiempo iba demasiado despacio para mi gusto, cada vez que giraba a ver el enorme, viejo y gastado reloj que había en la cocina me desesperaba ver lo lento que estaba pasando el tiempo… ¿Acaso había aquí una conspiración? ¡Hoy quería que el día pasara rápido!

Chasquee la lengua y seguí con lo mío hasta que por fin las labores dieron su final, como siempre nos reunieron en el gran comedor de la prisión.

Como es la costumbre me encuentro comiendo completamente solo, pero… En sí, no es algo que me moleste. Después de todo… Yo fui quien causo ésta soledad con la que cargo.

- ¡Bien! Recuerden regresar a sus celdas antes del anochecer bastardos – Dice el guardia principal, Rashi, mirándonos con rabia, si por el fuera nos mataría a todos.

Todos comenzamos a dispersarnos y antes de que alguien siquiera lo note, la cocina está completamente sola, con pasos lentos comienzo a caminar hacía el patio trasero y a cada paso un extraño sentimiento surge en mi interior… ¿Acaso estoy nervioso? Sí, lo estoy… Me detengo de golpe al ver que del otro de la valla no hay nada… Mucho menos una persona.

Estoy molesto ahora… Pero más que la molestia, una creciente decepción me hace rodar los ojos… ¿De verdad estaba esperando algo? ¡Las personas son todas iguales! ¡Nunca son capaces de cumplir una jodida promesa! Me di la vuelta y pateé una piedra que estaba en mi camino.

Estaba concentrado en mis pensamientos hasta que sentí un pequeño golpe en la cabeza me gire lentamente. Ahí estaba ese chico y lo que acaba de golpearme la cabeza era un avión de papel, sin quitar la mirada de Sion lo recogí

Sion: ¡Nezumi! ¿Pensaste que no iba a venir?

Sonreí de una manera muy discreta, toda mi molestia y estrés se habían ido directamente al carajo.

Saqué la pequeña libreta, el lápiz que tenía y comencé a escribir, hice bolita el papel y lo lance con fuerza logrando golpearlo en la cabeza como revancha al golpe que había logrado encestarme en la cabeza

Nezumi: ¡Claro que lo pensé! ¿Desde cuándo la realeza se junta con la prole [2]?

Observe atentamente la forma en la que levantó el papel mientras hacía ademan de sobarse la cabeza… Espera, ¿Era mi imaginación o de verdad estaba un poco más cerca que ayer? Ahora podía apreciar un poco más su cabello de un extraño color blanco, la manera en la que reflejaba la luz del sol… Era simplemente atrapante, note como se puso a doblar la hoja como un avión de papel de una forma muy delicada lanzándolo hacia mí, de nueva cuenta.

Sion: ¡Oye! Habría venido así me estuviera muriendo

Nezumi: ¿Has leído algún libro extraño?

Sion: ¿Libro extraño? He leído algunos, pero… ¿Podrías por favor definir extraño?

Nezumi: No lo sé. Alguna tontería rosa… ¿De qué otra manera podrías decir la sandez “Habría venido así me estuviera muriendo”?

Sion: No lo saqué de ningún libro… Realmente quería venir, sobre todo porque prometí hacerlo… Espera, ¿Te gusta leer?”

No pude evitar reír un poco, ¡Por todos los cielos! Ese chico era tan inocente y trasparente.

Nezumi: Vaya, entonces más a mi favor… ¿Sabías que eres un cándido? Y si… Me encantaba leer cuando estaba fuera de esta horrida prisión.

Sion: ¿Cándido? ¿Qué es eso? ¿Qué cosas solías leer? ¿Tienes algún libro favorito?

Una pequeña irritación se me hizo presente, esa era la primera vez que alguien me hacía tantas preguntas de golpe.

Nezumi: No me gustan los interrogatorios ni la gente que intenta meterse en mi vida…

Sion: Lo siento… Es la primera que alguien me causa tanta curiosidad…

Nezumi: Lo imagino, debe ser la primera vez que el “joven amo” ve a una rata encerrada, ¿no es así?

Sion: A decir verdad, si es la primera vez que veo a un preso… Pero no es por eso que mi curiosidad crece… Es por ti

Un pequeño estruendo se hizo presente en mi pecho, por primera vez en mucho tiempo estaba sintiendo que mi corazón latía con fuerza, hasta hace poco ni siquiera sabía que aún tenía uno dentro de mí y ahora latía lo suficiente como para aturdirme.

Nezumi: ¡Caray! ¿Estás siendo así de denso a propósito?

Sion: No, no lo hago apropósito… Pero tampoco puedo decir que soy así siempre, es extraño.

Volví a lanzar el papel que estaba hecho descuidadamente una bola de papel volviendo a golpearlo en la cabeza con él… Pero lo que más se me hacía extraño era que en lugar de molestarse por la pequeña “agresión” reía un poco.

La valla electrificada generaba mucho ruido, señal de que estaba encendida, por lo cual yo sabía que estaba riendo solo por el movimiento que alcanzaba a percibir en sus hombros y labios.

Nezumi: Si, eres extraño y… ¡Muy raro!

Sion: ¿Te importa si lo tomo como un halago de tu parte?

Nezumi: No, no me importa… Hazlo. Por cierto… “El retrato de Dorian Grey” de Oscar Wilde y “Macbeth” de William Shakespeare.

Sion: Creo que no leído ninguno de los dos, pero creo que mi padre los tiene… ¡Los leeré!

Nezumi: ¿Qué? ¿Ahora vas a crear un club de lectura conmigo?

Sion: No estaría mal… ¿Te molestaría?

De nueva cuenta, sus hombros se movieron… Pero no veía una sonrisa en su rostro, al parecer estaba… ¿Tosiendo? ¿Estaba enfermo? No lo creo, alguien que está enfermo no sale solo para cumplir su promesa con un preso.

Nezumi: Supongo que si ya soporto tus conversaciones, no me hará daño hablar contigo sobre libros… Aunque lamento mucho el hecho de no tener té y galletas que ofrecer para el nuevo club.

Sion: Es una lástima, ¿verdad? Sería agradable hablar contigo en otras condiciones.

Si no fuera porque dentro de mí sabía que era imposible que ese chico lograra emplear sarcasmo alguno hubiera contestado de otra forma…

Nezumi: No puedo creer que me contestes de forma tan seria. ¡Eso era obviamente un sarcasmo!

En ese momento vi que giro un poco la cabeza hacia el hombro derecho, como no entendiendo el contenido del papel que acaba de enviarle

Sion: ¿Sarcasmo?

Nezumi: Olvídalo… No creo que puedas entenderlo y supongo que me acabaría mi libreta en tratar de explicártelo.

Sion: De acuerdo, pero lo investigaré por mi cuenta… También buscaré lo de cándido

Nezumi: Solo, por favor no te impresiones mucho si cuando buscas sarcasmo encuentras una foto mía y cuando busques cándido encuentres la tuya

Sion: Espero que no, creo que eso me daría algo de miedo.

Esta vez, por más que intenté reprimirlo… Una pequeña risa me invadió, esto era lo más divertido e interesante que me podría haber pasado en la vida, por lo menos en la que llevaba ahora dentro de esta prisión.

Nezumi: Bueno, mañana me cuentas que tal te fue

Apartó la vista de la nota que acaba de enviarle y se me quedó viendo… ¡Maldita valla electrificada! Estaba comenzando a oscurecer y aunque ahora Sion estuviera unos centímetros más cerca de mí, la distancia me había impedido reconocer la expresión con la que me estaba mirando.

Sion: Eso significa… Ehm… ¿Podré venir a verte mañana? ¿No te estoy causando ningún problema? ¿De verdad no te molesta que esté viniendo a verte? ¡Lamento la cantidad de preguntas! pero… De verdad me gustaría saber

Nezumi: Ah, pues ya qué… Si, puedes venir a verme mañana… Aunque tendré que hacer algunos cambios en mi apretada agenda aquí dentro. No me estás causando ningún problema y hasta cierto punto no me molestas, si lo hicieras ni siquiera estaría aquí en este momento y no te estaría respondiendo.

Sion: ¡Gracias! Por cierto… Lamento que tengas que cambiar tu agenda por mí, de verdad disculpa.

Puse mi mano contra mi cara tapando mis ojos, de verdad espero que mañana que sepa el significado de “sarcasmo” comience a contestarme un poco diferente

Nezumi: Idiota

Sion: ¿Eh? ¿Está vez por qué?

Nezumi: ¡Eso también era un sarcasmo!

Sion: Oh, parece que te gustan mucho los sarcasmos

Nezumi: Y a ti la ingenuidad

Sion: Ah, me molesta y desagrada mucho tener que escribir que debo irme ahora, se está haciendo tarde…

Cuando leí eso no pude evitar ver hacia el cielo, era cierto… Ahora estaba más oscuro, comenzaba a odiar el tiempo… Hace unas horas tan lento y hace unos momentos tan rápido.

Nezumi: Está bien, igual yo debo volver a mi hotel 5 estrellas, deberías verlo, es hermoso.

Sion: Eso fue un sarcasmo, ¿verdad?

Nezumi: Empieza a entender, bravo por usted majestad

Sion: Nos vemos, Nezumi… Linda noche, ¡Hasta mañana! ¡En este lugar!

No sentí necesidad de responder, porque vi como comenzaba a ponerse en pie y comenzaba a marcharse… Al igual que ayer se detuvo de pronto y se giró para hacer un gesto de despedida con la mano. De nueva cuenta, no respondí… Me puse en pie y tome todos esos aviones de papel, guardándolos en el bolsillo de mi pantalón, no quería que nadie los viera, nadie debía saber de ellos. Solo ese chico y yo.

Tomé mi camino hacía mi celda, junto con los otros presos, ninguno de ellos se me acercaba… Lo cual me daba prácticamente lo mismo

Metí la mano en mis bolsillos y una extraña calidez me recorrió el pecho al sentir que ahí estaban los aviones de papel… En ese momento, tenía ganas de leerlos otra vez. [3]

- No te vi todo el día, Nezumi… No estarás pensando escapar, ¿verdad? – Dijo el único guardia con el que hablaba de una manera “cortes”

- No, Inukashi… No estoy pensando algo tan reverendamente idiota… No tengo ningún motivo para hacerlo – Contesté simplemente, pero noté que me mira con sorpresa en los ojos - ¿Qué? – Suelto simplemente

- ¿Te sientes bien?

- ¿Por qué lo dices?

- ¡Estás de un humor que jamás había visto!

- ¿Qué clase de humor?

- ¡Estás de buenas!

- Por supuesto que no, ¿Quién podría estar de buenas en ésta pocilga?

- Nunca me habías contestado de esa forma… Y, estabas sonriendo… Pensé que habías enloquecido o que estabas tramando tu fuga

Parpadeé varias veces, ¿yo sonriendo? ¿De la nada? ¡Cómo si fuera posible!

- Metete en tus asuntos – Le dije al tiempo en que me metía a mi celda

- Ese es más el Nezumi que conozco – Escuché como chasqueo la lengua para después marcharse.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Sin aliento, abrí de pronto la puerta de mi casa. Giré la vista hacia todos lados tratando de encontrar un rasgo de que mi padre hubiera llegado antes que yo a la casa, alegrándome al darme cuenta de que no era así, agradecí internamente a cualquier fuerza que hubiera logrado ese gran milagro y comencé a caminar hacía mi cuarto mientras trataba de conseguir que el aire llegara a mis pulmones, utilizando mi boca para ello puesto que por la nariz no podía.

Me quité la gabardina café que siempre usaba y la puse dentro del closet… Mis movimientos en ese momento eran torpes, puesto que aun sentía la falta de aire… No podía dejar que mi padre me viera de esta forma o intentaría volver a internarme en un hospital y si hacía eso yo no podría ver a Nezumi en un tiempo

- No… - Susurré, mientras un pequeño ataque de pánico me hacía sentir mareado.

Mientras tenía una discusión con mi subconsciente

¿Por qué estás poniendo tanto empeño en ver a alguien a quien apenas conoces? ¡Y es un preso!

No lo sé

¿No tas cuenta de qué te estás haciendo daño?

¡Claro que sí!

¿Qué te hace ir con él?

No lo sé, estar a su lado me hace feliz.

Respiré profundamente por la nariz, tratando de nivelar mi respiración… Después de varios años haciéndolo, resulta que aprendes cómo controlar estas sensaciones que a las personas normales les parecerían molestas.

Tomé las notas de Nezumi y las guardé con el resto, resistiendo la terrible tentación de leerlas de nueva cuenta, si mi padre las veía… Quién sabe qué podría pasar, no creo que le cayera en gracia que estuviera viendo a un preso y ¡Mucho menos que me escapé el día de hoy!

Caminé hacía el cuarto de mi padre y me puse a revisar los libros que estaban ahí, no pude evitar sonreír cuando encontré lo que estaba buscando. “Obras completas de William Shakespeare volumen I: Romeo y Julieta, Hamlet, Sueño de una noche de verano, Macbeth” Lo tome entre mis manos y fui a sentarme al gran sillón de la sala.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Ya era algo tarde pero aun así tenía suerte, la luz de la luna me permitía tener un poco de luz en ese cuarto negro que más bien parecía la madriguera de una rata - lo cual me resultaba hilarantemente irónico- pero por lo menos podía releer los mensajes que aquel chico me había enviado ese día, me parecía extraño pero en ese momento me eran muy pocos.

A decir verdad, todo con él me parecía poco. El tiempo que lo había visto era poco, los momentos robados que habíamos compartido, eran pocos. Los mensajes que tenía en mis manos eran pocos.

Eso significa… Ehm… ¿Podré venir a verte mañana? ¿No te estoy causando ningún problema? ¿De verdad no te molesta que esté viniendo a verte? ¡Lamento la cantidad de preguntas! pero… De verdad me gustaría saber”

Mi mente se quedó en blanco por momento cuando recapacité un poco en lo que paso por mi mente en ese momento: “Espero que mañana”

Me senté de golpe en la cama, yo no esperaba por los mañanas… ¿Qué diablos me había llevado a decirle eso? ¿Le estaba mintiendo? No, no era una mentira… ¿Era un sarcasmo? Tampoco lo era… ¿Qué diablos es lo que me ha hecho pensar eso? ¿Quiero que Sion venga mañana? Tal vez, pero… ¿Por qué? ¿Es por lastima? No, no es eso ¿Es por qué me hace olvidar la rutina? Sí, es solo eso… ¡Me distrae! Es todo, no es como si quiera tener un vínculo con él. Guardé las cartas en el mismo lugar que el día anterior y me acosté con los ojos cerrados, solo tenía que dejar de pensar en ese idiota cándido…

- Entre nosotros dos hay una gran diferencia – Susurré al viento al pensar en él y el hecho de que somos completamente contarios

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- ¡Sion! – De pronto escuché que mi padre exclamó con fuerza, estaba parado enfrente de mi lo cual me sorprendió un poco

- ¿A qué hora llegaste? – Dije al momento en que dejaba el libro a un lado mío

- No hace más de 5 minutos, pero te hablé varias veces y no me contestaste… Por favor no me preocupes así – Acarició mi cabeza parecía profundamente aliviado.

- Lo siento mucho… Creo que no te escuche

- No te preocupes, ahora entiendo porque no respondías – Fijo su mirada pronto en el libro – Siempre que te centras en una lectura no escuchas nada alrededor… - Lo tomo de pronto en sus manos y pareció un poco sorprendido

- ¿Qué pasa?

- Tú nunca te interesaste en Shakespeare… - Susurró

- Ah bueno, es que no me lo habían recomendado

- ¿Conoces a alguien que haya leído estas obras?

- No sé si las leyó todas o no, simplemente sé que le gusta Macbeth y bueno… Me dio curiosidad

- Debe ser una persona interesante, ¿no es así?

- Sí… Lo es… - Susurré

- Jamás había visto esa expresión en tu rostro… Puf… Ahora tengo más curiosidad, Sion

- ¿Expresión?

- Estás sonriendo y tienes un ligero sonrojo

- ¡Estás mintiendo!

- ¿Por qué lo haría? – Se rio un poco – Tenía mucho que no te veía así, es refrescante

- … - Una idea de pronto se me vino a la cabeza por lo que me puse en pie y lo tomé del brazo, a lo que me miró extrañado - Tú has leído mucho, ¿no es así?

- Pues, no tanto como me gustaría… ¿Por qué lo preguntas?

- ¿Qué es un cándido?

- Es una persona directa… Auhm, inocente o ingenua… ¿Qué? ¿Por qué pones esa expresión?

No era consiente de qué expresión tenía pero por unos momentos sentí un agradable mareo, ¿Eso pensaba de mí? Había estado preocupado de qué por un momento “cándido” fuera un término diferente y un poco más negativo

- No es nada, y… ¿Sabes qué es un sarcasmo?

- Es una ironía o burla con la que se pretender ofender o humillar – En ese momento mi padre tenía una enorme sonrisa en el rostro.

- ¿Por qué estás sonriendo?

- Estoy feliz – Me limité a mirarlo con duda en los ojos – Hace tantos años que dejaste de hacerme preguntas por un momento pensé que incluso habías perdido la voluntad de vivir, pero ahora… Estoy viendo fuego en tus ojos – Acaricio mi blanco y ya un poco largo cabello detrás de mí oreja – Y eso me hace muy feliz.

- Padre… - No sabía que decir, porque tal vez era verdad

- No te interrumpo más por el momento sigue con tu lectura… Iré a darme un baño

- Gracias – Susurre mientras volvía a sentarme y a tomar el libro tal como me lo había indicado.

Estos momentos, en verdad son especiales para mí en este momento, en verdad… Eres especial para mí, Nezumi.

By:
[~Sora Jigoku~]

 

Notas finales:

¡Hi desu~~! Espero que capítulo haya sido de su agrado completo~ Sigo estando un poco insegura sobre cómo está quedando o si podrá llegar a gustarles de una manera completa, pero gracias a sus comentarios fue que pude escribir mucho más rápido.


Por eso muchas gracias Elena, que siempre me estás apoyando de una manera que no puedo alcanzar a agradecer. A Torao por ser el primero en comentar esta historia y Camy que me hiciste sonreír demasiado con las hermosas palabras dichas.


Creo que eso sería todo por ahora, espero que puedan dejarme un review para saber si les está gustando o hay algo que deba cambiar, lo agradecería infinitamente.


¡Nos leemos pronto!


¡Ciaossu!


Aclaraciones;


[1] Anubis, como ya mencioné en otros fic, es el nombre que me gusta ponerle a los personajes que invento en una trama para hacer a los malos. Por lo tanto este personaje no existe.


[2] Prole: [Según mi información robada] Es la forma más baja de llamar a una persona, es como decirle persona sucia~ (En el aspecto de menospreciarlo)


[3] ¿Nunca les ha pasado? Que alguien les escribe algo y por alguna razón quieren leerlo varias veces. Aquí confieso que sus review los leo tanto que creo que me los he aprendido de memoria.


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