Por un rato y después de haber visto aquella película, Luhan y yo nos quedamos charlando. El molestando acerca del baile, insistiendo que fuera con el amigo de Jongin, Chen , cuya invitación ya había declinado dos veces. Simplemente el no entendía que él no era mi tipo, y acordar ir con él a la fiesta sólo le daría la idea equivocada. Honestamente, habría omitido la maldita cosa si mi madre no hubiese gastado unos cientos de wons sorprendiéndome con un atuendo bastante genial.
—Voy abajo para tomar algo de beber. ¿Quieres algo? —Le pregunté cuándo vi que tan tarde era. Esperaba tener un minuto a solas con el Sr. Yi Fan antes de que él se fuera a la cama pensando que yo era demasiado cobarde para responder a sus avances.
—No, estoy bien, gracias —sonrió el distraído por su teléfono que comenzó a sonar, notificando un mensaje nuevo, probablemente de Jongin.
Mi cuerpo tembló en anticipación mientras me dirigía hacia abajo de las escaleras sintiéndome nervioso y emocionado al mismo tiempo, especialmente sin saber qué iba a pasar con el Sr. Yi Fan o lo que él podría querer o esperar de mí.
Vacilante, hice mi camino por el pasillo que llevaba a su oficina y dormitorio. Había un poco de luz asomando debajo de la puerta de la oficina, así que decidí comprobar esa primero.
Mientras me acercaba, pude oír un poco de sonido proveniente de la sala. Realmente no quería molestarlo si estaba ocupado, pero algo me dijo que él estaría feliz de verme. Llamé a la puerta, sintiéndome ansioso y emocionado a la vez.
La sala quedo en silencio. —Sr. Yi Fan—dije suavemente, dando otro rápido golpe en la puerta.
Oí pasos mesurados mientras se acercaba a la puerta, mi pulso como loco, y mi respiración acelerada.
Mi corazón parecía como si fuera a escapar de mi pecho.
Finalmente, él abrió la puerta.
—¿Baek? ¿Dónde está Luhan? —preguntó él en voz baja, los ojos ardiendo, quemándome con su inquebrantable mirada.
—El cree que bajé para conseguir algo que beber. Sólo tengo un par de minutos —susurré.
En el momento en que confirmé que estábamos solos, algo cambió entre nosotros.
Los ojos del Sr. Yi Fan se volvieron oscuros y hambrientos, llenándome con renovado deseo que barrió a través mi cuerpo. —Joder... esto está tan mal —gimió él antes de deslizar su mano en mi cintura, tirando de mi hacia sí.
Y luego sus labios estaban en los míos, más suaves de lo esperado, pero llenos de una urgencia que casi me dejó jadeando contra su boca. Su lengua roso sobre mi labio inferior buscando la entrada. Me abrí a él, amando su sabor, amando como deslizaba su lengua contra la mía tan experta y sensualmente, fácilmente trabajó mi cuerpo hasta la sumisión, silenciosamente diciéndome que yo era suyo.
Sus dedos me provocaban, jalándome con más fuerza contra él hasta que ambos nos deslizamos más allá del umbral de su oficina. Rápidamente, él cerró la puerta detrás de mí antes de atraparme contra ella, trabajando su muslo entre mis piernas, frotando mi miembro hábilmente y deslizando sus manos sobre mi trasero así él me podría levantar.
Antes de que supiera lo que estaba sucediendo, sus manos me estaban instando a envolver mis piernas alrededor de sus caderas, así que lo hice, me aferre a él, excitado por la cercanía, por la falta de espacio medible entre nosotros. Su miembro estaba justo allí, haciéndome gemir contra su boca mientras el grueso bulto en sus pantalones se presionaba duro e insistente entre mis piernas ,justo contra mi falo.
Mi corazón latía rápido... casi demasiado rápido.
Pensé que me volvería loco si no lograba tenerlo dentro de mi, deslizándose, reclamándome, calmando ese dolor que me hacía tan necesitado y desesperado. Me quejé, sabiendo sin duda que no teníamos suficiente tiempo para eso.
—Eres tan sexy, Baek—susurró él, moviendo sus labios a mi cuello. —Déjame tocarte.
Silenciosamente, asentí, descansando mi cabeza en su hombro, relajándome para que él pudiese deslizar su gran mano en mis bóxers donde él sabía que me encontraba adolorido y mi erección empezaría a crecer, mi miembro dolía por su toque pero era placentero. Ni siquiera tuve que rogar antes de que él deslizara su mano empezando a un vaivén , haciéndome jadear y retorcerme cuando empezó a masturbarme.
Un gemido de placer se escapó de mis labios cuando agito su mano sin pensarlo dos veces , sus dedos se ceñían con mayor ímpetu a mi miembro ,mientras su pulgar frotaba mi glande en pequeños círculos, llevándome casi hasta el final.
Me arqueé rápidamente y él gimió ruidosamente. —Estas tan sensible y húmedo... Quiero estar dentro de ti pronto—admitió.
—Sí —siseé, mis ojos rodando cuando él deslizó su dedo, reiterando con mas desenfreno el toque en mi miembro, haciéndome anhelar el querer sentirlo dentro de mí más que otra cosa. Sólo quería saber lo bien que él podría hacerme sentir.
—¿Puedes venirte para mí, Baek? —me engatusó ,él mientras apretó sus dedos que se deslizaban una y otra vez, jugando con mi cordura. Asentí porque ya estaba a punto.—Sí... eso es. Acaba solo por mi mano.
Esas deliciosas palabras me empujaron a terminar, mi glande pulsando húmedamente debajo de su pulgar cuando me vine por fin en su mano , retorciéndome en sus brazos mientras él me sostenía en posición vertical. No pude evitar mirarlo a los ojos mientras mi cuerpo temblaba con placer.
—Sí... joder... eres tan sexy —elogió mientras sus dedos me frotaban suavemente, ayudándome a bajar del intenso clímax. Todavía no podía creer que todo esto acabara de pasar, que no era un sueño, que su mano todavía seguía entre mis bóxers acariciándome.
Pensando en todo lo que pasó, deje escapar una débil exhalación justo cuando sus dedos se deslizaron fuera de mí bóxer . La sensación de pérdida que experimenté ante la falta de contacto no duró mucho tiempo porque pronto el Sr. Yi Fan estaba besándome otra vez, duro esta vez, su lengua deslizándose húmeda entre mis labios, haciéndome desear que él me besara entre mis piernas.
—¿Puedes volver a escaparte otra vez? —preguntó él después de romper nuestro breve beso, sus ojos tan oscuros, tan decididos en los míos. Asentí, no confiando en mi voz. —Espera hasta que Luhan se duerma y luego ven a mi habitación.
Parpadeé, sorprendido de que él realmente me deseara. —Bueno —acepté, sin borrar mi sonrisa tímida y emocionada.
—Adelante, ahora —dijo él en broma, dándome una palmada en el trasero con su gran mano. La juguetona acción sólo me hizo más difícil dejarlo cuando me retiré por el pasillo, aturdido por la lujuria.
Una vez que empezaron a llegar mis sentidos, me apresuré a la cocina, tomando mi bebida antes de apurarme a volver arriba. Estaba preocupado de que Luhan pudiese sospechar, preguntándose por qué yo me había ido por tanto tiempo. Parecía que no tenía ninguna razón para preocuparme, sin embargo. Cuando volví arriba, y abrí la puerta de su dormitorio con recelo, vi que el tenía el teléfono en su oído, hablando tranquilamente con Jongin.
Un suave suspiro dejó mis labios cuando me di cuenta que el había estado demasiado absorto para notarlo.
Minutos más tarde, apagó el teléfono después de decirle buenas noches a su novio, diciendo las cursis cosas que probablemente se decían uno al otro antes de dormir cada noche. Ni siquiera me pude molestar por sus tontos rituales porque en ese momento estaba delirantemente feliz, especialmente cuando el bostezó, y pareció estar listo para caer dormido en cualquier momento.
—Estoy cansado. ¿Quieres ir a dormir? —Le ofrecí, esperando que no quisiera permanecer despierto más tiempo.
—Sí. Apenas puedo mantener mis ojos abiertos —estuvo de acuerdo el con otro bostezo.
Nos tomó unos minutos estar listos para ir a la cama, cepillando el pelo y los dientes, y poniéndonos los pijamas.
Me puse la camiseta de la banda pero asegurándome que fuera la mejor para la reunión con el Sr. Yi Fan otra vez. No quería sentirme tan expuesto, así que cogí un par de boxers negros de mi bolsa. No eran tan especiales como las de mi nuevo vestido, pero eran mejores que las de algodón azul que tenía puestas, después de aquello solo tome lugar para “dormir” esperando que Luhan también lo hiciera profundamente.