Capítulo 2: Una nueva ciudad, un nuevo trabajo, una nueva vida.
Mangel.
Apagueh el despertadoh una hora anteh de que sonara, estaba tan nervioso que no había dormidoh na'. Sólo llevaba tres días en estah nueva ciuda' y hoy, ya empezaba' mi nuevo trabajo... ¡¡Que nervih, mierda'!!.
Di variah vueltah por la cama, aunque sabía que no podíah volver a dormir.
“¿Cómo será trabajar en ese lugar? ¿Cómo serán mis compañeros? ¿Me irá bien? ¿Encajaré?”
Estaba' dando saltos de todah lah emocioneh que sentía, cualquiera que me viese pensaría que soy0 idiota o subnorma', aunque ya me da igua', estaba acostumbrao'.
-Jodeh'- Gritéh.
Me puse a dar vuertas' como un subnormal por to' el piso pensando qué hace' hasta que llegase la hora de irme. Miré' a mi alrededo' y me decidí a desmontar todah lah cosah que seguían en cajah.
Tardé máh o menos una hora hasta que me cansé y lo dejeh todo por ahí, y fui al baño a ducharme y to' eso.
-¡¡Me cago en la ohtia'!!- Salí de la ducha cagando ohstiah. ¿Qué miehda le pasaba al agua de ahí? ¡Oh ehtaba mu' fría o mu' caliente!. Me volví a meter al rato, y me relahe' al nota' que el agua salía a mejor temperatura.
Acabé y comenzéh' a vestirme, cuándo sonó mi movih.
“¿Qué tal te va por ahí? ¿Sabes donde está el lugar o voy a por ti?”.
Suspiréh al ve' que Cheto no se fiaba' de mi. ¡¡Que si sabía donde era, me habíah repetio' el camino treinta putah veceh!!.
“Que me dejes ya, pesao.”
No esperéh recibi' respuesta, y asi fue. Miré la hora y me alarméh de una manera impresionante. ¡¡Quedaban diezh' minutoh pa' entrar a 'mi trabajo'!!. Corrí; de hecho creo que eh de una de lah veceh que máh deprisa he hecho algo... si mi madre me viera, se sentiríah orgulloha' de su hijo.
Me paré en la puerta y miréh pa' amboh laoh, intentando recordar el camino. ¿Por ónde' tenía que ih?. Suspiré y lo hechéh a suerteh.
“Maldito Cheto, va ha tener razón”.- Mi mente ya me traicionabah.
Pueh ya está, pa' la izquierda voy. Me da igual ya to', macho.
“A tomah por culo.”
Pero como mih putoh nervios, y mi mala suerte, me acordéh de que ehe no era el camino correhto.
“Muy bien, Mangel, tu retraso se está volviendo importante”.- ¿Qué mierda' tenía mi mente en mi cohtra?.
Me dí la vuelta y aligeréh el paso. Pero, como iba agilipoyao' perdio' pueh no me di cuenta de que me 'comí' a una persona.
-¡Hey, tú, mira por donde vas!- Me gritóh el desgraciaoh'.
¡¡Estúpido!!. Seguro que era él el que no ibah mirando' por onde iba. Por eho, cabreado, de hecho' mu' cabreado me volví a la vuelta de la ehquina y grité fuertemente;
-¡Mira por onde vah tú, dehgraciao'!- Y seguí caminando.
Creo que el tipo' aceleróh el paso, pero a mi me daba iguah'. Pero, miréh la hora, y volví a empezah a correr.
¡¡¡Llegaría tardeh a Bgameh'!!!.